Yo te agradezco por tenerte como hermano, por tenerte como compañero, te agradezco que me hayas aceptado en tu casa y que pueda vivir siempre en ella, te agradezco todas esas cosas y puedo asegurarte que llevo muy bien la contabilidad de todos aquellos enfermos que no anotás en el cuaderno porque cuando te llaman por teléfono estás lejos del cuaderno.

Mensaje del 28 de Diciembre de 1997

Dice la Madre Teresa:

Me gustaría que mis cassette se propagaran un poco más de lo que se están propagando, ya sé que es por falta de dinero y por falta de tiempo, pero ya habrá suficiente y más suficiente, ¡es la palabra de la Madre Teresa!.

Yo te agradezco por tenerte como hermano, por tenerte como compañero, te agradezco que me hayas aceptado en tu casa y que pueda vivir siempre en ella, te agradezco todas esas cosas y puedo asegurarte que llevo muy bien la contabilidad de todos aquellos enfermos que no anotás en el cuaderno porque cuando te llaman por teléfono estás lejos del cuaderno.

Si me aceptas, te diré que voy a asumir más directivas y concretamente mi papel de secretaria, ya sé que pasó por tu mente pensar: la Madre Teresa, con todo lo grande que es, secretario de un piojito como yo. Yo te digo: que no hay piojitos a los ojos del Señor, pero como ya leíste por ahí: con tal de que vos le ofrezcas tu nada, a Él le encanta hacerse cargo de tu nada, así que te pido por favor que me encargues todos los trabajos que quieras. Yo me ocuparé de todo, me ocuparé de arreglar todo en Catamarca para que nadie te ofenda ni te haga ningún daño, ni siquiera con el aliento. Te repito: estoy preparando todo en Catamarca para que nadie pueda hacerte el más mínimo daño, ni siquiera con el aliento, en el fondo todo está condenado al amor de Jesús, pero muchos lo buscan por caminos donde nunca lo encontrarán, así que tranquilo, todo está bien y espero que aceptes mi papel de secretaria y no tengas miedo de encargarme todo lo que quieras.

Como has podido ver, está clarísimo el Mensaje, ¡clarísimo!, no sé qué más decirte por ahora, pero encárgame las cosas más simples, que yo soy tu secretaria, tal vez tengas a alguien humano a tu lado pero por ahora solamente soy yo.

¡Todo el amor, toda la comprensión, toda la magnificencia del mundo yo te la ofrezco!, no por vos, sino porque toda la Santísima Trinidad está latiendo en vos, y no sos vos sino que es la Santísima Trinidad la que actúa en vos y te lanza al mundo cercano y lejano para llevar su palabra.

¿Algo más?, ¡Gloria a ti Señor, porque de entre seres de la Tierra con condiciones para esto has elegido a este pobrecito, a este gusanito! ¡Gloria a ti Señor!.

Amén.