Creo que les interesa saber estas cosas y sobre todo el amor inmenso que la Madre y Jesús tienen por ustedes.

Mensaje del 02 de Febrero de 1998

Dice la Madre Teresa:

Tanto Jesús como la Virgen María hicieron algunos comentarios y dijeron o dieron algunas directivas que pueden ser maravillosas, ustedes no se asusten ni se preocupen de aquellos seres, personas que les resbala totalmente lo que se puede decir, a ustedes nunca se les ocurra negar al Señor ni a su Madre, nunca, aunque al hacerlo, aunque al hacerlo les parece que pasan vergüenza o están defendiendo causas inútiles, dichosos aquellos que defienden causas inútiles, dichosos, es decir “inútiles” entre comillas, inútiles para muchos pero no justamente para ustedes.

Quieren algo más paradójico que ayudar a un hombre que se está muriendo de hambre, sabiendo de antemano que no se va a salvar y sin embargo velar días y noches cerca de ellos sabiendo que no hay ninguna esperanza de que se salven físicamente, ni siquiera dándole buen alimento, porque ya la debilidad ha hecho estragos en su organismo, sin embargo cuántos cientos y cientos de hombres y mujeres son atendidos por seres consagrados como si fuera lo más importante que hacen en la vida, ocurre que si yo veo en un ser humano a un hijo de Dios nunca puedo ver en él una causa perdida, jamás, aunque los otros puedan verlo yo no, porque yo tengo una visión diferente de las cosas y es la visión que tiene el cristiano, porque el cristiano se mueve en el mundo de las paradojas; es decir, en aquellas cosas que parecen contradictorias como: si el grano de trigo no cae a la tierra y muere no nace la planta o bien: para ganar la vida hay que perderla.

Estas son las paradojas, tal vez nos lleve toda una existencia en entender algunas paradojas, pero el Señor no nos puso plazo para entenderlas, sabe que somos limitados humanamente y en consecuencia necesitamos para todo un tiempo.

Les digo que todos los Santos que siempre ven o invocan diariamente, cada uno en sus devociones privadas, les envían un saludo cariñoso y afectuoso de atención permanente, además las cientos de miles y miles y miles y miles de almas que han salido del Purgatorio están de rodillas ante el Altísimo para pedir por ustedes.

Creo que les interesa saber estas cosas y sobre todo el amor inmenso que la Madre y Jesús tienen por ustedes. Se los digo para que lo disfruten, porque puede haber algo tan hermoso como sentirse amado por María y Jesús, respondan hermanos míos: ¿puede haber algo tan hermoso como el sentirse amado por María y por Jesús y todos los Santos que ustedes invocan diariamente?, es como para gritar con fuerza: ¡Gloria a ti Señor porque haces maravillas!.

Amén.