Para ustedes no es tanto porque han vivido siempre en un mundo en donde las cosas fueron más simples, ahora cuando se vivió en lugares terribles como he vivido yo o visitado, entonces sí, se tiene otra idea de las cosas.

Mensaje del 16 de Octubre de 1997

Dice la Madre Teresa:

Te parecerá a lo mejor medio extraño que yo haya aceptado tan rápidamente la construcción de una Basílica así, pero no tengo que poner ningún tipo de objeciones porque hay una premisa fundamental tenida en cuenta, que es la humildad, la sencillez y ninguna ostentación, ni escaleras de mármoles, ni grandes columnas ni nada por el estilo, nada más que lo indispensable para albergar al Señor y a su Madre y será la primera Basílica en el mundo que sobre el altar caigan los colores, los siete colores del Jesús de la Misericordia, ¡realmente eso va a ser emocionante verlo!.

Por eso yo enseguida me puse del lado de ustedes, tal vez pasó por tu mente el decir: la Madre Teresa va a protestar, ¡nada de protestar, no soy idiota!, yo me opongo a las ostentaciones, al lujo y a todas esas cosas que hacen por ahí que no están para servir al hermano sino para complicarle la vida en todo caso y además todo ese conjunto de oropeles para de alguna manera mostrar una situación reprochable porque no se puede estar en un lugar donde el lujo relaja.

Para ustedes no es tanto porque han vivido siempre en un mundo en donde las cosas fueron más simples, ahora cuando se vivió en lugares terribles como he vivido yo o visitado, entonces sí, se tiene otra idea de las cosas.

No se preocupen, que para pedir por los demás y para pedir por el Templo yo me encargaré mucho, porque siempre he tenido una habilidad muy grande para pedir y además pedir siempre con la conciencia muy tranquila, porque no pedí nunca para mí. Pero ya van a ver cómo al entrar en el Tercer Milenio, cuando el Señor derrame su Gracia por el mundo y todos empiecen a sentir en su piel la venida, hasta en su piel la venida del Nuevo Pentecostés, entonces verán como se ablandan tantos corazones y como un montón de gente que a lo mejor siempre fue reacia a las cosas de esta naturaleza serán sumamente desprendidos y hasta derrochones.

Me encanta la devoción que estás extendiendo en toda la gente sobre mí con las velas azules, a vos te parece un detalle casi sin importancia, pero todos la encienden con una veneración que realmente conmueve. Yo te doy gracias por todo eso, ¡te doy muchas gracias!, pero las gracias te las doy sobre todo dándote fuerza, lucidez, equilibrio, prudencia, discernimiento, que le pido al Señor que replete tu vida con todas esas cosas y de todos los carismas necesarios para enfrentar a estas multitudes, ¡de esa forma te doy las gracias!.

Algún día, no muy lejano, voy a dar algunos consejos personales a los presentes, va a ser algo personal y tampoco me tengan miedo, pero diré las cosas por las claras, asi que esperen mis palabras, pronto las van a oír, nadie se preocupe por esto, porque si aman la verdad y si a veces puedo ser un poco dura con algunos, no lo vayan a tomar a mal.

¡Los bendigo a todos, los amo a todos!.

Amén.