Quiero ponerme cerca tuyo, como hago todos los Jueves Santos, estoy dentro tuyo pero también cerca, entonces como estoy desnudo dejá que me apoye en tu pierna izquierda. Mensaje del 09 de Abril de 2009
Habla Artemio:
… por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Jueves Santo, 09 de Abril, Juan 13, 1-15: “entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los Discípulos, y luego se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: ¿tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?. Jesús le contestó: tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde. Pedro replicó: jamás me lavarás los pies. Jesús le dijo: si no te lavo, no podrás tener parte conmigo. Entonces Pedro le dijo: Señor, lávame no solo los pies sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: el que se ha bañado está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos. Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: no todos ustedes están limpios. Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: ¿comprenden lo que he hecho con ustedes?. Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si Yo, siendo el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho Yo”.
Esto es palabra del Señor donde se enlaza por supuesto la Eucaristía con el servicio fraterno, es el simbolismo del lavado de los pies, los pies siempre tuvieron a lo largo de la historia el medio por el cual se entra a algún lugar, sea psíquico, físico o espiritual.
Ahora bien, la Eucaristía se completa con el servicio a los demás, ese es un drama que vemos a lo largo de toda la historia, menos en los tres primeros siglos del Cristianismo, donde todo era compartido, donde cada uno tenía sus carismas y los aplicaba con el resto, todo esto antes del edicto de Constantino en el año 315 cuando la religión cristiana pasa a ponerse debajo del ala del estado, del imperio, en adelante todo se dio siempre en dos Iglesias paralelas, una sin ruido, humilde, silenciosa, simple, sencilla y la otra con toda el lujo, en lo alto, todo el oro, el incienso, no usado como corresponde sino de otra forma, dos Iglesias paralelas y aún se da hoy eso, es una pena.
Señor, todo el día me anduviste siguiendo pero no me decías hasta recién que querías hablar, que querías dar un Mensaje, lo mostraste en varias cosas que pasaron hoy, que no viene al caso decirlas pero que son verdaderos milagros, entonces habla Señor que tu siervo escucha:
Dice Jesús:
No quiero darte el trabajo de traducir todo el Mensaje, salvo algunas partes en la que no me pueda expresar de otra forma, es que el idioma que hablaba con los Discípulos era el arameo y vos sabés muy bien cuánto uno quiere escuchar las cosas en su idioma, el idioma materno, porque el idioma materno va recordando todas aquellas cosas que le recuerdan lo que uno amó.
A lo largo y a lo ancho de la Tierra, en todas las Iglesias hay conmemoraciones, recuerdan juntos toda la ceremonia de este día, el lavatorio de los pies pero qué querés que te diga, no me convence esa forma hipócrita de hacer las cosas, todo armado, todo establecido, todo hecho de antemano, nadie hay que reciba al Espíritu Santo para que le diga lo que tiene que hacer.
Quiero ponerme cerca tuyo, como hago todos los Jueves Santos, estoy dentro tuyo pero también cerca, entonces como estoy desnudo dejá que me apoye en tu pierna izquierda.
Decía que no, que no me convencen todas esas ceremonias donde Mi Espíritu está ausente, te acordás hace tres años ibas a presenciar toda la ceremonia del sábado y me encontraste sentado en el banco de la plaza, te admiraste y me preguntaste por qué, mientras todos entraban a la Iglesia Yo estaba sentado en el banco de la plaza, Yo te dije: no hay lugar para Mí ahí adentro y después lo comprobaste vos viendo que además de las personas y hasta el coro de niños, todo preparado, estaba mezclado con los demonios que bailaban entre ellos y hoy es lo mismo en todos lados.
Me da mucho dolor porque dos mil años no aprendieron qué debe hacerse en los casos así, como bien dijiste: los tres primeros siglos sí, después ya no, incluso en esos primeros siglos, con la aparición de tantas filosofías que querían explicar toda Mi venida, porque era un fenómeno tan grande, desconocido por todos y entonces cada uno con los fervores que el momento le daba respondían de acuerdo a su forma de ser, de sentir, de pensar.
Que mal que está todo, pero me presto a las reglas del juego, siempre conservando la promesa de que todo será hecho nuevo en este Tercer Milenio, pero no hace falta esperar mucho, todos los días de Oración aquí se vive el Pleroma, es decir la unión en la totalidad, donde Mi Gracia sobreabunda, ya sé que hay mucho dolor y mucho pecado por todos los que son mezquinos en el amor, pero donde sobreabunda la gracia abunda el pecado, o dicho así: donde abunda el pecado sobreabunda la gracia, eso es lo que pasa en este Templo, la Casa de Mi Mamá y Mía.
Te preguntarás por qué estoy desnudo y con todo Mi cuerpo marcado y sangrando, porque quiero estar a tono con este día y mañana pero Yo estoy triunfante siempre entre ustedes, el que puedas mirar Mis heridas y tocarlas es una forma de tomar más conciencia de todo lo que pasó, porque las heridas siguen estando tan sangrantes como en aquél momento y por las causas que ya sabés muy bien mucha ceremonia no las podés hacer aquí, hasta este momento, más adelante Yo diré, pero Yo voy haciendo las cosas a Mi manera.
Pues bien, se le niega el Bautismo a los chicos aún no nacidos, acá Yo te ordené bautizarlos con el agua del socorro, aquí no hay consagración de la Eucaristía pero ese pedazo de pan con dulce, con torta o pasteles es la forma de comunión que tienen las personas, con mucha más pureza, con mucho más acierto que la comunión consagrada, la mayoría de las veces por manos indecentes pero con el consuelo de decir: son manos consagradas. Estoy cansado de tirar manos y corazones consagrados que no son tales, porque fue nada más que una ceremonia, donde el corazón y la conciencia no participaron, además vos querías un Sagrario, nunca me lo dijiste pero pensabas: cómo una Iglesia sin el Sagrario, pues bien, te regalé un pedazo de pan, no consagrado sino arrancado de Mi propia carne y a los meses, por si alguien dudaba de la veracidad de eso, a los meses a tres señoras también les regalé un pedazo de Mi Cuerpo que se conserva. Es decir, aquellos que te negaron tenerme a Mí en el Sagrario, tendrían que darse cuenta que cuando me niegan Yo devuelvo el mil por uno y no solamente hostias consagradas sino dos pedazos de Mi Cuerpo y pronto les voy a regalar más.
A lo largo de toda la historia nunca hice esto, de cortar, de sacar de Mi Cuerpo un pedazo para regalarlo pero en este Tercer Milenio para hacer todo nuevo, vos, que sentías dolor por no tener el Sagrario y sin decir una palabra pero Yo te di, diciéndote con toda claridad: Yo soy el pan bajado del Cielo, es decir más allá de todos los prejuicios y todas las ceremonias tan vacías que he observado hoy, no en todos los lugares porque hay siempre lugares rescatables pero en su mayoría no, no.
Y esto me da mucho dolor, cuando me encontrás sudando sangre y Yo no te respondo imaginá que es por todo esto ¿no?. Hay algo que no pueden aceptar, que Mi palabra salga de Mi y llegue a los hombres en forma directa, porque a lo largo de dos mil años de Cristianismo, siempre las Revelaciones de Mi Mamá y Mía fueron revisadas por aquellos encargados y en consecuencia, fueron mutiladas, tergiversadas por una razón muy simple, para quedar bien con los textos sagrados y por otro lado, para no despertar las iras de aquellos que podrían impedir la canonización de estas personas, es lo de Santa Faustina, que como ella no escribía muy bien, el director espiritual adaptaba las cosas como a él le parecía y entonces hay muchas cosas que Yo no digo y allí aparecen, ya te dije muchas y te voy a decir otras.
Tantas cosas que está en el Diario de Santa Faustina, Yo te las dije a vos, pero bastante cambiadas, por una razón muy simple, porque estaban mutiladas e interpretadas, no pueden los que no son místicos interpretar un Mensaje del Señor, porque siempre resultan equívocos, que muchas veces da pena enterarse o leerlo.
Por eso, todo a su tiempo vamos a ir viendo esto, lo importante es que lo único que reprocharon los “teólogos” entre comillas, fue una sola expresión y la repito: entre Mi Padre que es la Ley y el hombre, estoy Yo, que soy la Misericordia, dicen que eso no es verdad, dicen que eso no está bien, por qué no miran bien los Evangelios que con otras palabras está dicho, de igual forma.
Nadie dudó nunca de la Misericordia y no solo con los hombres sino con los animales y las cosas, pero era una forma literal de decir: todo será hecho nuevo, y esto que muchos miran con recelo, no se dan cuenta que están desperdiciando Mi presencia diaria mañana, tarde, noche, trasnoche y madrugada de Mi presencia, ¿qué pasará cuando lleguen delante de Mí y Yo les diga: me tenías a pocas cuadras y no me fuiste a ver?, es una forma de negarme.
Como esto va dirigido a todos los hombres de todas las latitudes, cuidado, porque aquél que me niega delante de los hombres Yo lo negaré delante de Mi Padre, no es una amenaza, es una consecuencia lógica de querer tapar con la mano la luz del sol, es como querer sembrar en las piedras o cosechar en el agua, si Yo pudiera hacerlo lo haría, pero no quiero hacerlo tampoco, porque no hace falta.
No quiero distraerlos demasiado con esto y sepan perdonar la lentitud del Mensaje porque Artemio debe traducir el arameo al castellano, eso es por una consecuencia del carisma de lenguas, porque puede hablarse en lenguas sin entender lo que se dice y puede hablarse en lenguas entendiendo.
Estoy acostumbrado a las mutilaciones y a que cambien las verdades para propia conveniencia, no me parece extraño ni tampoco tengo en cuenta todas esas cosas que se dicen siempre, Mis queridos, qué papel pobre se hace cuando se quiere interpretar las palabras de los místicos, es decir las comunicaciones a través de alguna persona que Yo elija y entonces hay un montón de ignorancias, un montón de errores y una desfiguración total de Mi Mensaje para adaptarlo a todo, olvidan Mis queridos que si vamos a ver los mismos Evangelios, ya se los dije en un Mensaje, fueron pensados en árabe, escritos en griego, con la influencia de todas las culturas de ese tiempo, más aún, los tres Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, en el año 60 son aceptados pero cuántos siglos demoraron para aceptar el Evangelio de San Juan, ¿por qué?, los otros están muy bien pero el Evangelio de Juan es un Evangelio teológico, donde se entraña en forma preciosa toda la relación entre Mi Papá, Yo y el Espíritu Santo. Además Mis queridos, que triste es ver que solamente Juan habla de Mi Mamá y de las otras mujeres al pie de la cruz y por supuesto Juan, se acuerdan: Mi Mamá, María la señora de Cleofás, María Magdalena, Susana y otras y por supuesto Juan, si Juan no lo hubiera puesto en el Evangelio, ¿qué pensarían ustedes de Mi Mamá, la Virgen, Medianera de todas las Gracias que no está en la crucifixión de su Hijo?, ¿qué pensarían?, pero hay que tener en cuenta que Mateo, Marcos y Lucas escribieron los Evangelios para las culturas reinantes de ese momento, donde la mujer era especialmente menospreciada y para no herir las susceptibilidades de los pertenecientes a esas culturas a Mi Mamá casi ni la nombran, mientras que Juan, Mi Discípulo amado, el primer milagro que coloca en su Evangelio es el de las Bodas de Caná de Galilea, ¿por qué?, porque allí se hace ver que ante la intercesión de Mi Mamá Yo obro el milagro de la transformación del agua en vino, Yo le dije a ella: Mamá, todavía no llegó la hora y ella dijo a los sirvientes: hagan lo que Él les diga. En ese Evangelio quiero hacer ver, en ese relato, de las Bodas de Caná de Galilea, la importancia de Mi Madre en el plan de la salvación del hombre, Mi Madre me pide a Mí que haga un milagro, allí está la base de que Mi Mamá es la Mediadora de todas las Gracias, atendiendo a esto de las Bodas a la que habíamos concurrido los Discípulos y ella.
Mis queridos, es una pena, tienen miedo a la libertad y a decir las cosas como son, pero los tiempos pasan, la gente crece espiritualmente y se van informando muy bien de cómo es todo, sobre todo cuando lo que pasa aquí, es decir, Mi palabra se graba y textualmente se pasa a ese medio masivo de comunicación para que todos los hombres del mundo tengan la versión directa de la palabra, ya no podrán mutilar nada, tergiversar las cosas, alterar los contenidos y traducir como se les ocurría. No pienso mal de ellos, pienso que hubo siempre un excesivo celo, pero su excesivo celo me hizo a Mí un flaco favor, siempre.
¿Saben cuánto los amo?, saben ustedes que por estar pisando este suelo Sagrado de el Templo de Mi Mamá y Mío, ¿saben que significa eso y estar escuchando Mi voz?, todo dolor se va, todo problema se resuelve, toda palabra tiene su justo significado y hay dicho y vuelto a decir: que para siempre todas las generaciones, ustedes y todas las generaciones que ustedes originen tendrán la especial protección del Señor y además están inscriptos todos en el Libro de la Vida que ya conocían por el Antiguo Testamento, es decir los que ya en la Tierra son elegidos por Mi Papá, porque han respondido al llamado del Señor y se han puesto en el surco del trabajo diario, de la lucha cotidiana y de perder todos los días un pedazo de vuestra carne para que Mis Mensajes lleguen a toda la humanidad.
Tienen que tomar conciencia Mis queridos, la historia de la cristiandad pasa por este lugar y los Mensajes dados en 14 años y los que seguirán, serán la fuente de consulta para resolver todos los problemas, todos, es decir el Evangelio dicho con palabras que corresponden al Tercer Milenio.
Los amo profundamente, como también los ama Mi Mamá y todos los Santos que están aquí presentes, ¿quieren conocer sus nombres?, se los digo: Juan XXIII, la Madre Teresa de Calcuta, Santa Faustina, los tres Franciscos, de Asís, de Paula y Javier, San Pío de Pietralcina, que me acompaña siempre cuando vos hacés las sanaciones, de un lado estoy Yo y del otro está Pio, siempre, no alguna vez, siempre, además San Cristóbal, San Rafael, Patrono de los enfermos, San Pantaleón, también de los enfermos, San Miguel Arcángel y por supuesto Mi querido Mario Pantaleo, Víctor Pugnata, el padrecito Gabriel, Santa Rita de Casia, por supuesto acompañando siempre a Mi Mamá Santa Teresita del Niño Jesús pero también Santa Teresa de Ávila y tantos otros.
Imaginen que van caminando por la calle o trabajando en lo que trabajen, haciendo lo que hagan, están siempre rodeados de todos estos seres de Luz, Santos y de Mi Mamá y Mío acompañados siempre, ¿es privilegio?, y sí, claro que es un privilegio, ¿no tienen que obtener privilegios aquellos que reciben la palabra y gastan su vida y arriesgan morir para extenderla?, es privilegio, por supuesto que es privilegio, ¿o acaso alguien me va a reprochar que Yo amé a Juan más que a los otros Discípulos?, ¿alguno se atrevería?, la palabra privilegio para el hombre tiene un sentido distinto que para el Señor y además hay amores más profundos que otros.
Los amo, entiéndanlo.
Ahora, vayan a compartir la comida, Yo estaré allí también aunque no me vean,
Mi Mamá también y todos, porque para nosotros las paredes no existen, los lugares son relativos y el tiempo es un continuo presente, entiéndanlo, entiendan el amor de Mi Mamá y Mío y también entiendan que cuando han escuchado Mi Palabra, la Palabra de Dios es definitiva en la vida de los seres humanos, ya no hay nada que temer, ya no hay nada para hacerse problemas, hay solamente la necesidad de una entrega total y completa y definitiva, es decir, al quererlo ustedes Yo guío vuestras vidas, procuro vuestros sustentos, estoy en cada una de las cosas que hacen, que piensan, que miran, que cuidan y por supuesto, como a Mí también les pasará, que obtienen donde no ponen y cosechan donde no sembraron, porque a Mi Papá, a Mí y al Espíritu Santo nos parece bien, es una expresión evangélica que tiene los márgenes… (se dio vuelta la cinta)….
Habla Artemio:
Cantemos al amor de los amores….