Por eso, siéntanse en paz, siéntanse en paz porque tienen que estar en paz, porque Yo soy la paz. Mensaje del 11 de Julio de 2009
Habla Artemio:
Buenas tardes.
Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Sábado 11 de Julio, lo recibimos al Señor dentro de nuestro corazón diciendo, con número 15 del cuadernillo de cánticos, con todas nuestras ganas sino más vale no decimos nada: que viva Cristo…, a ver con un poquito de más ganas: que viva Cristo…. Más arriba 12, vinimos a la Casa del Señor de la Misericordia y de su Mamá la Virgen, entonces nuestro corazón tiene que rebozar de nuestra boca, de cómo dice 12: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…, de nuevo: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. Ahora en 17 le pedimos perdón al Señor por, tal vez no hicimos nunca nada malo o algo, pero pensemos en las cosas que pudimos haber hecho y no hicimos, cuántas veces nos pasa, pudimos hacer cosas preciosas pero por montones de motivos uno no las hace, por eso le pedimos perdón al Señor porque pudiendo no lo hicimos, 17: hoy perdóname….
Los que están afuera tienen frío o se pueden enfermar, por qué no pasan, hay lugar, digo, si quieren enfermarse es cosas de ustedes, bien.
Número 23 los que confiamos en el Señor decimos con toda la fuerza ¿no?, en serio y los hombres también, ¿por qué los hombres no abren la boca che?, ¿tienen vergüenza?, eso pasaba cincuenta años atrás, pero ahora no tienen por qué tener vergüenza de cantar ¿no es cierto?, aunque no sepan, sigan más o menos, muevan la boca, 23: los que esperan, los que esperan en Jesús….
Este cántico me hace acordar en un relato, que lo dije algunas veces acá en el
Templo, un señor que vivía cerca de la montaña salió a caminar un día, seguramente a ver si estaban todas las cabras o las ovejas no sé y se encontró con un huevo, dice: que hermoso que es, es más grande que el de una gallina, pero lo voy a llevar y lo voy a poner a cluecar para ver qué es este huevo. Bien, entonces, encuentra el huevo, lo lleva a su casa, busca una gallina clueca que tenía, pone el huevo a cluecar. Pasa el tiempo y nacen todos los pollitos y también este animalito que traía en ese huevo. Era un pichoncito de águila, como el cántico de recién, como las águilas, porque el águila es el animal que vuela más alto ¿eh?, más alto que todos, entonces el pichoncito de águila se empezó a criar con los pollitos, iba, venía, se cobijaba debajo de la madre y fue creciendo, creciendo, creciendo y él se empezó a dar cuenta que no era igual a los pollos pero ¿qué querés?, había salido de una clueca, había salido con los pollitos, qué podía pensar el pichoncito ¿no?. Y fue creciendo, más, más, cada vez se diferenciaba más de los pollos y un día mirando hacia arriba vio que un águila volaba muy pero muy alto, se quedó mirando y sus compañeros pollos le dijeron: ¿qué mirás?, y dice: yo no sé, pero veo que ese animal vuela tan alto, y entonces los pollos que parece que estaban mejor informados: es un águila le dicen, que alto que vuela y el pichoncito ya grandecito, dice: cómo me gustaría ser águila, en medio de todos los pollitos ¿no?, pollos ya, y los pollos lo miran y le dicen: no querido, no hay remedio, vos naciste pollo, no soñés con volar tan alto ni soñés en ir tan, tan así como esos animales que ves. Entonces el pichón de águila se conformó con lo que le dijeron sus compañeros pollos: no, ya no hay más remedio, sos nada más que un pollo.
Ahora, uno, el ser humano, se parece mucho a veces en su crianza a todo lo que lo rodea, es así por ejemplo que en este caso, el huevo al nacer tenía un pichón de águila se cría con los pollos y hace lo mismo que los pollitos, los pollos, pequeños vuelos, cuánto puede volar un pollo, dos metros, tres, mientras que el águila llega hasta el Cielo parecería ¿no?, y así nos pasa a los seres humanos según como hemos sido criados, los lugares que frecuentamos, a la Iglesia donde fuimos, las personas que nos aconsejaron. A nosotros nos puede pasar lo mismo que al pichón de águila, por haber sido criado así como todos, por no haber aprendido un montón de cosas ¿eh?, se siente pollito nomás, pollo, no hay más remedio, naciste pollo le dicen los compañeros.
Y nosotros ¿en qué lugar estaremos?, porque si uno se pone a pensar en todos los principios de la fe que uno tiene, ¿es algo más de lo que aprendió en el catecismo de las noventa preguntas?, no, y mucho menos, ¿quién se acuerda de los preceptos de la Iglesia?, ¿de los mandamientos?, algunos, sobre todo para no cumplir ese que dice: no desear la mujer de tu prójimo, ni a tu prójimo como dice Cabral, bueno.
¿Qué sabemos?, a veces nos damos cuenta que tenemos la fe de un bebé de pecho, ¿qué puede decir un bebé de pecho?, poquito, nada y a veces nos pasa así, ahora, normalmente uno dice que no se puede amar lo que uno no conoce y nosotros ¿qué conocemos del Señor, de nuestro Dios, que tenemos aquí?, porque no sé si ustedes saben que hace 14 años el 11 de Marzo que Él viene todos los días con su Mamá e hizo de esto la Casa del Mientras tanto, esperando dentro de un tiempo, bastante corto, estar en el Templo del Tercer Milenio ¿verdad?, pero ésta es la Casa del Mientras tanto, donde Él y su Mamá se quedaron.
Ahora yo pregunto: ¿qué sabemos además de aquellas pequeñas cosas que aprendimos?, sin embargo hoy estamos enfermos y venimos a ver a ese ser que casi no conocemos y le venimos a pedir todo lo que nos hace falta. Cuando ustedes necesitan algo, yo también, vamos de algún amigo y le decimos: ¿me podés escuchar?, ¿me podés dar lo que necesito?, porque uno lo conoce, sabe cómo va a responder, todo, pero hemos sido criados de una manera, nos dijeron cuatro o cinco cosas, después nunca más nos dijeron nada. Yo recuerdo que no hace tantos años, treinta ¿no?, leer la Biblia era hasta peligroso, ¿por qué?, porque decían los entendidos que el hombre común no podía leer la Biblia porque no entendía, eso supone no creer que el Espíritu Santo puede indicarme y abrirme la cabeza para que uno entienda ¿cierto?.
Ahora bien, ¿no nos pasará a nosotros como al huevo ese que encontró el hombre cerca de las sierras, que criado junto a los pollitos nuestro vuelo es apenas de dos o tres metros como un pollo siendo que somos águilas?, porque en el cántico decíamos: los que esperan, los que esperan en Jesús, como las águilas, sus alas levantarán, caminarán y no se cansarán, correrán, y nosotros ¿en dónde estamos?, sí tenemos conciencia de algo, que tenemos una enfermedad que nos está carcomiendo los huesos o las arterias o lo que sea o el cerebro, cualquier cosa, ¿y qué conocemos de aquél ser que puede darnos todo?, todo, no algo, todo, esperaremos que algunos de los que están cerca nos digan: y naciste pollo, no hay más remedio, vos no podés volar más alto porque naciste pollo, ¿no será que muchos nos han convencido a lo largo del tiempo que no podemos volar? ¿mmm?, que nuestra mente no está capacitada para llegar tan lejos, es una pena.
No sé quién será responsable, si los directores espirituales, aquellos que nos enseñaron el catecismo o bien en la escuela o bien, no sé, pero la cuestión es que en una de esas cada uno sabrá ¿no?, si es pollo o es águila, porque de repente hoy nos encontramos con que necesitamos ser como las águilas para volar muy alto, es decir, alto en el sentido de muy adentro de nosotros para hablar con ese ser que tiene todas las respuestas, tiene todas las soluciones, tiene todo para que podamos seguir nuestra vida. Porque una de las primeras cosas que dijo Jesús al venir a este lugar: vengo a hacer todo nuevo y como ustedes saben, lo primero, la prioridad uno, es decir, lo primero que el Señor quiere hacer es sanar los enfermos, pero si no lo sabemos ¿mmm?. ¿Qué hacía Jesús cuando llegaba a cualquier pueblito o ciudad?, decía fuerte: ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, yo nunca escuché en ninguna Iglesia, ni en ninguna sinagoga ni en ningún Templo de ninguna religión que alguien dijera: dónde están los enfermos que quiero sanarlos, sin embargo eso es lo que decía Jesús al llegar a cualquier lugar, ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, parece que se nos perdió la historia, se nos perdió el tiempo y de repente nos encuentra con un cáncer mafioso que nos come las entrañas o tenemos el juanete que nos hace ver las estrellas o las hemorroides que ni nos podemos sentar y queremos la ayuda de ese Señor, que como las águilas vuela tan alto pero somos apenas pollos, qué problema che.
Pensar en esto, no para buscar culpables, porque los hay, claro que los hay, pero si cuando nosotros éramos chicos no nos enseñaban cuando uno va creciendo es lógico que empiece a interesarse ¿no?, porque uno no puede amar lo que no conoce. Cuando una pareja se pone de novio qué dice: y estamos en un período donde nos estamos conociendo ¿eh?, ¿no dicen así?, ¿para qué?, porque quien más se conoce más se ama ¿verdad?, y si nosotros no conocemos a quién nos creó, a quién sopló en nosotros un alma inmortal, nos llamó por nuestro nombre y nos ama desde hace miles de años en su mente porque éramos una idea.
Saben qué me duele todo esto, me duele porque le duele al Señor, dos por tres, porque viene todos los días, dos por tres dice lo siguiente ¿no?: que pena que los hombres sigan teniendo una fe de bebé de pecho; ustedes dirán: y con eso ¿qué?, noo, pará, si yo conozco que alguien hizo caminar a los tullidos, hizo ver a los ciegos, resucitó a los muertos, transformó el agua en vino en las Bodas de Caná de Galilea, epa, éste sabía mucho ¿mmm?, esto no era común que alguien hiciera estas cosas, ¿y qué pasa?, yo a este ser no lo conozco pero lo necesito y ¿cómo hago para pedirle a alguien que no conozco? ¿mmm?, como dije antes, uno va de un amigo para decirle: ¿me das una mano?, necesito una mano y como lo conocemos y nos conoce el amigo nos da la mano pero de repente una enfermedad llama a nuestra puerta y nosotros estamos con la fe de bebé de pecho ¿eh?, entonces ¿qué pasa?, cuando reciben la bendición y uno dice: bueno podés ir caminando, tu cáncer se sanó, te miran, me miran y me dice: ojalá, pueda ser, en una de esas me salvo, ¿cómo puede ser?, ¿cómo ojalá? ¿eh?, si yo conozco a ese hombre, Dios, porque su naturaleza es mitad humana y mitad divina, sé que resucita a los muertos, calma las aguas del mar, convierte el agua en vino y hace todos esos milagros y vino especialmente a sanar los enfermos, expulsar los demonios y resucitar a los muertos, epa, y yo ¿cómo es que no lo conozco?, claro, entonces cuando me dicen: tu cáncer el Señor lo sanó, ojalá, si el Señor me dice: te he sanado, lo menos que yo puedo hacer es creer totalmente, porque si hay algo que le duele a Jesús es cuando uno duda: y, parece que sí, parece que no. Cómo éste me va a decir que yo ya me he sanado si el médico dijo que vamos a ver después de las quimio y de los rayos, eso es a nivel humano y le damos todas las gracias del mundo a los médicos porque hacen lo suyo, pero ahora estamos hablando a otro nivel, ¿o los médicos pueden también cantar como las águilas?, no, porque tienen que hacer otro trabajo, pero nosotros sí podemos cantar como las águilas.
Y vuelvo otra vez al comienzo: ¿no será que hemos sido criados como pollos, pudiendo ser águila?, por eso nuestra falta de confianza, por eso cuando está todo servido: ¿será?, ¿será posible?, hay gente que está sentada en una silla y no puede caminar, levantate y caminá, no pero yo nunca, pero si el Señor dice que camines, caminá, pero no, no puedo, pero no te lo está diciendo un médico, te lo está diciendo el mismísimo Dios, ese que ordenó las galaxias, puso los astros en sus órbitas y lo creó todo, ¿creés que puede arrugarse para sanar un mísero cáncer que te está comiendo?.
Lamentablemente esto de el huevo incubado por una gallina nos hace pensar que tal vez también nosotros hemos nacido entre personas que no nos enseñaron, no busquemos culpables porque cada uno hizo lo que pudo ¿verdad?, pero hay gente que está dedicada toda su vida a servir a los demás, pastores, sacerdotes, obispos y todos y ¿ellos alguna vez nos enseñaron?, en las homilías los domingos o los días de semana ¿nos enseñan?, entonces tal vez no tengamos la culpa de ser pollos y no águilas, alguien tendrá que hacerse responsable de esto ¿no?, que pena, al Señor le da mucha pena ¿eh?, mucha pena, sobre todo porque cuando uno pone en duda la palabra de Él, si Él dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas, Yo soy la Luz del mundo y quien es penetrado por Mi Luz ya no tendrá más oscuridad, ¿ven?, más conocemos podemos amar más ¿verdad?.
Pero en lo más profundo de nuestra noche preguntémonos: ¿seremos pollos o águilas? ¿eh?, porque el Señor quiere que uno sea un águila, es también un respeto a la persona ¿eh?. Yo me acuerdo en mis largos años de enseñanza, que llegaba a un curso, los miraba a todos y pensaba, no me estoy poniendo de ejemplo ¿eh?, les estoy diciendo cómo me fue, nada más, los miraba a todos y decía: es posible que delante de mí tenga tal vez un santo, o el presidente de la República, o un diputado, o un senador, o un médico que va a ser premio nobel o un médico simple y común que salva tantas vidas, yo los miraba a todos y decía: detrás del que menos parece puede haber un gran hombre. Claro, pero tenía que haber en uno una actitud de respeto por el ser humano ¿eh?, no los puedo igualar para abajo, todos son iguales y, no, éste ser humano que se está criando, tiene dos, tres, cinco, ocho, diez, veinte años, ¿qué puede pasar con él?, ¿será el ser humano que salve a la humanidad?, no sé, pero yo tengo que tratarlo como tal ¿eh?.
Mis queridos padres a cuidar de sus maestros que desprecian a sus hijos ¿eh?, si no lo desprecian lo segrega o porque tiene anteojos o porque es gordito o porque a lo mejor es más lento que los otros, ¿ustedes se ocupan de que los maestros los traten bien a sus hijos?, que no los segreguen por el color de la piel o por la religión que tiene o por lo que sea, ¿se ocupan los padres?, y los que todavía no tienen hijos y cuando los tengan ¿se van a ocupar?, para no permitir que críen a sus hijos como en el cuentito, como pollo ¿mmm?, que no tenga vuelo para nada. Normalmente un maestro que no tiene vuelo no puede criar a alguien para que aprenda a volar ¿eh?, hay que tener cuidado con eso, por eso Jesús en varios Mensajes dijo ya: hay que ir a la escuela porque no hay más remedio pero la escuela no sirve para nada, y tiene razón, el mundo sería distinto si la escuela sirviera pero no sirve, es decir la escuela sí, pero los que están adentro no, ¿por qué?, y porque es como lo del cuento, crían pollos, todos son iguales, no se piensa que sin respeto por la persona ¿no?, que detrás de ese ser humano puede haber un hombre muy grande o alguien que recoja la basura, pero los dos, el que recoge la basura o alguien que sane a la humanidad, los dos son personas y merecen todo nuestro amor y Jesús en la cruz murió por todos y por cada uno, no distinguió uno de otros ¿eh?.
Les dejo planteada la pregunta: ¿me habré criado como pollo y soy un águila?, vos dirás: y no, pero, no, no, no, vos, vos, y sí pero ya tengo ochenta y cinco años, no, no, no, todavía tenés mucho tiempo, porque Jesús dice que en este mundo donde todo será hecho nuevo, los hombres como mínimo tienen que cumplir ciento veinte años, porque nadie tiene por qué morirse por enfermedad, porque la enfermedad es un desorden y Él vino para poner orden, el mismo orden que había al comienzo de los tiempos cuando su Papá, Dios Padre, creó todas las cosas, miró lo que había creado y vio que todo estaba hecho bien, con orden.
Entonces cuando Jesús viene aquí en aquél Marzo de 1995, vengo dijo, a poner orden y en ese orden, especialmente sanar a los enfermos.
Que esta pequeña reflexión al comienzo antes de leer la palabra nos sirva para preguntarnos esta noche o en cualquier momento: ¿cómo me habré criado yo che, como un pollo o un águila?, bien.
Hoy es sábado 11, si no me equivoco, no, 11, bien, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Hoy es día sábado 11 de Julio, ya estamos en la segunda semana del pedido del milagro a Jesús de que hiciera pasar esa famosa gripe ¿no?, segunda semana ya ¿eh?, que le pedimos el milagro de la sanación y que se termine esto ¿no?. 11 de Julio hoy es San Benito, el Evangelio es de Mateo, capítulo 10, 20 a 33, son los pedacitos o versículos ¿eh?, y nos quedamos sentados a pesar de leer el Evangelio para estar a tono con los enfermos porque no se pueden levantar, algunos ¿mmm?, bien.
Dice así el Evangelio de este día :”el Discípulo no es más que el Maestro ni el servidor más que su dueño. Al Discípulo le basta ser como su Maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron bensebul, ¿cuánto más a los de su casa?. No les teman. No hay nada oculto que no sea revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Lo que Yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día, y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, porque no pueden matar el alma; teman más bien aquél que puede arrojar el alma y el cuerpo a la gena. Gena significa lugar de oscuridad. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas?. Si embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra sin el consentimiento del Padre, que está en el Cielo. Ustedes, tienen contados todos sus cabellos, no teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, Yo lo reconoceré ante Mi Papá que está en el Cielo, Dios Padre. Pero Yo no renegaré ante Mi Padre, que está en el Cielo, de aquél que reniegue de Mí ante los hombres. Pero Yo no renegaré ante Mi Padre, que está en el Cielo, de aquél que reniegue de Mí ante los hombres”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Vamos a explicar por parte, porque este Evangelio, vamos a ser sinceros y que nadie se ofenda, acá dentro solamente 18 personas habían leído alguna vez este Evangelio, no miro a nadie para que nadie se sienta aludido, solamente 18 y miren que hay muchos acá, entonces algo está pasando ¿no?, en nosotros, porque no podemos amar lo que no conocemos, bien.
Esto que el Discípulo no es más que el Maestro ni el servidor más que su dueño se entiende, es algo muy simple, al discípulo le basta ser como su Maestro y al servidor como su dueño. Luego dicen: no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba ser conocido, se refiere a todas las cosas, cuando uno toma un remedio o ve que alguien descubrió algo en la vía láctea o un astro o que se yo, lo que sea, descubre algo, nosotros pensamos: nada de lo que está oculto va a quedar oculto sino que va a ser revelado alguna vez, porque el Señor quiere revelar. En otro Evangelio dice claramente que Jesús eligió a los humildes y a los simples para enseñarles todas las cosas y ocultó esta verdad, cualquier verdad a los grandes ¿mmm?. No hay nada oculto que no va a ser revelado y nada secreto ¿eh?, después habla, dice: no teman los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma ¿mmm?, habla también el Evangelio de que un par de pájaros se compra con unas monedas, pero los hombres no, no teman que todo llega a ser descubierto porque hasta los cabellos de nuestra cabeza no caen sin el permiso del Señor y como ustedes pueden ver de mi parte y en algunos de ustedes el Señor dio muchos permiso para que se caiga el pelo ¿no?, por eso no se cae ni un cabello sin el permiso de Él, ¿esto qué significa?, que nada pasa en el mundo, todos los días, a cada rato, a cada instante que Él no lo sepa, por una razón muy simple, porque es Dios, así de fácil ¿mmm?. Y al finalizar el Evangelio de hoy Jesús es muy claro cuando dice… (se dio vuelta la cinta)… , no, y ¿adónde van los que no son presentados al Padre?, se quedarán en la oscuridad, no, fuego no, eso es cuento de chicos, el fuego no, la oscuridad, que es peor que el fuego porque alguien que quiere ver a Dios y no puede, porque no hizo los méritos suficientes entonces sufre, hay algunos que no, pasan inmediatamente, porque las leyes que el Señor tiene son distintas a las nuestras, a lo mejor esa persona más humilde y simple y sencilla va más rápido delante del Señor que un Obispo, un Papa o la mejor de las personas para los hombres, porque el Señor mide las cosas de manera diferente que lo que la medimos los seres humanos.
Perdonen que tome agua y ustedes no, bien.
Entonces, esto es importante ¿no?, el que me niega delante de los hombres Yo lo voy a negar. Cuando alguno me oye hablar a mí y ve que en mi boca salen palabras bastante punzantes ¿no?, no con maldad sino porque uno dice lo que siente, estoy recordando que desde el comienzo de los Mensajes Jesús me dijo: tenés que ser un Celoso Custodio de Mi Mensaje, entonces cuando me arrugo un poquito pienso en eso y lo que tengo que decir lo digo porque sino el Señor me lo dice con claridad hoy: si me negás delante de los hombres Yo te voy a negar delante de Mi Papá.
La cosa es muy clara, muy, muy clara, y vos dirás: pero ¿por qué ésta presión del Señor para que lo reconozcamos, para que lo amemos, para todo?, decime: ¿vos has pensado que tenés que querer a tu papá o a tu mamá?, porque ellos te dieron la vida, no es por obligación ¿eh?, es porque te dieron la vida, en todo caso por agradecimiento y en el caso del Señor cuando papá y mamá todavía no se habían higienizado ya estábamos viviendo en la panza de mamá, Él nos llama por nuestro nombre, nos da un alma inmortal y sigue amándonos para siempre, entonces Él tiene derecho a decirnos algo, ¿negarían ustedes delante de alguien a vuestro padre?, no, es mi mamá o es mi papá y tampoco podemos hacerlo con el Señor, que es quien nos creó, papá y mamá fueron los que tuvieron relación pero ¿quién sopló allí el alma inmortal y nos llamó por nuestro nombre? y pensar que todos creen que le ponen el nombre a los chicos, y nos llama por nuestro nombre.
Entonces, no es que al Señor se le ocurra: hagan esto porque a Mi se me antoja, hagan esto porque soy vuestro Padre, vuestro amigo, vuestro hermano, vuestro compañero, y además cuando necesitamos ¿adónde vamos a buscar?, a Él; ustedes dirán: pero me resulta medio difícil eso que dice por ahí en la Biblia y también en el Catecismo: amar a Dios sobre todas las cosas, pero no, yo amo a mi mujer, a mis hijos, más que todas las cosas, son amores diferentes, no es lo mismo, el amor que tenés a tu esposa o a tu esposo es totalmente distinto del amor a Dios o el amor que tenés por tus hijos o los hijos por vos, son cosas distintas, están en otro plano ¿mmm?.
¿Qué es lo que llama el hombre en los momentos difíciles?, yo he visto tanta gente morir cuando hacía prácticas en los hospitales y las personas en el momento de su muerte tienen dos palabras en la boca, Dios y la madre o la madre y Dios, un hombre desesperado en el momento de morir ¿de quién habla?, de la madre y de Dios, como si un bebé llamara a su mamá, es que es fácil darse cuenta, estuvimos nueve meses en la panza de esa mujer, por eso los varones estamos en desventaja ¿eh?, porque los hijos pueden decir: pasé nueve meses en esta panza, esta mujer me dio la mitad de su sangre para mi, para siempre, nosotros los varones miramos las cosas desde afuera, miramos como sigue la cuestión, pero la verdad que mamá hace todo ¿no?, nosotros decimos pero después mamá hace todo.
Yo pienso a veces: Dios nos libre de aquél que menosprecia a su madre o a su padre, Dios nos libre, pobrecitos, porque es lo mismo que negarse a sí mismo, despreciar al ser que dio mi vida, yo tengo la vida por esa persona, no nací en un repollo ni en el resumidero, salí de esa persona, por eso me da tanta pena cuando paso delante de los geriátricos, porque hay muchos que podrían estar en su casa muy bien, porque hay medios como para sostenerlo, a veces no, la gente está enferma, necesita atención especial, pero otras veces ¿mmm?, cómo vamos a tener a papá y a mamá si no podemos salir los sábados a comer, hay que hablarles fuertes, arrastran los pies, no oyen, no ven, cómo los vamos a tener con nosotros, ponelo en el geriátrico y basta, noo mis queridos, eso se paga, porque la vida devuelve lo que recibe, cuidado, a veces no hay más remedio que poner una persona para que la atiendan, sí, no discuto, pero cuántas veces vemos gente que podría estar muy bien en su casa donde tiene todo aquello que amó a lo largo de su vida y en el geriátrico tiene que compartir su pieza con cinco personas, con una simple mesita de luz donde ahí cabe la foto del nieto y alguna otra macanita, no, cuidado, cuidado.
Porque como ustedes ven el Evangelio de cada día tiene que darnos a nosotros las pautas o normas o lineamientos de qué conductas tenemos que seguir ¿eh?, digo todo esto a propósito: quien me niega delante de los hombres Yo lo negaré delante de Mi Padre y el que niega a su papá y a su mamá cosas feas le esperan, el libro de la Sabiduría, en el Antiguo Testamento: pobre del hijo que no respeta y ama a sus padres, porque se maldice a sí mismo y maldice a siete generaciones más, duro ¿no?, bueno, pero sigamos con esto.
Entonces, pensemos en el Evangelio de hoy, las distintas partes, el Discípulo no puede ser superior a su Maestro, son todos iguales, todos los seres humanos somos iguales, somos personas, ¿hay diferencias?, de acuerdo a como la naturaleza nos dio cosas, algunos son lindos, otros somos feos, algunos tienen una nariz perfecta, otros tenemos un mango en la cara, qué querés, nos fue de una manera en el reparto ¿no es cierto?, pero en esencia somos personas, todos iguales y el Señor murió por nosotros en la cruz para todos iguales; y ustedes dirán: y todos aquellos niños o seres o hombres que no son normales, cuando pasen a la otra vida ¿cómo serán?, normales, sí señor, serán normales, porque en el proyecto que el Señor tiene con cada uno de nosotros es un proyecto perfecto, ¿y qué pasó?, la vida, las cosas, las enfermedades, los problemas, un parto difícil, un parto demorado hizo que no fuera como los demás pero del otro lado nos espera todo lo mejor como a cualquier persona, más aún todavía, porque la persona que no es consciente no sabe cuando obra mal ¿eh?, no es responsable de sus actos ¿eh?, bueno.
El que me niega delante de los hombres Yo lo negaré delante de Mi Padre, y a veces uno lo ve también aquí en el Templo ¿no?, cuánta gente uno sabe que se sanó de su cáncer o de sus hemorroides, o del juanete o de no sé, lo que sea, son pocos los que dan el testimonio ¿eh?, primero, algunos dicen: y yo no estoy seguro si estoy sano todavía, hace cuatro años que se me fue el cáncer pero en una de esas me vuelve, pero mientras tanto estás sano, otros dicen: no, yo soy tímido, me da vergüenza, pero no tenías timidez para pedir la sanación, otros dicen: si pero hablar en público no, yo no, otros dicen, no, no, no, el problema es muy simple, eso es bíblico, cuando los diez leprosos se sanan vuelve uno solo a dar gracias, uno solito y Jesús le dice: pero ¿cómo no eran diez?, y los otros nueve ¿dónde están?, muchas veces me acuerdo de eso aquí en la Capilla ¿no?, porque bueno, lo harán en forma privada pero si yo en forma pública estoy pudiendo un milagro, pues bien, también tendré que decirlo en forma pública: gracias Señor ¿eh?, no se olviden: quien me niega delante de los hombres Yo lo negaré delante de Mi Padre. Es decir, porque es malo, es dañino, no, el problema está en que no le puedes decir: vení muchacho, pasá, vení a verlo al Padre, porque si no está en condiciones todavía, si no lo amó al Padre, si no sabe ni quién es el Padre, cómo le va a decir vení pasá, está todo bien, es decir todas las cosas tienen su mérito ¿no es cierto?, o lo contrario, si vos ganás una carrera te dan un premio y si la perdés no te dan nada y así pasa con nuestra vida y tendremos que estar unos años en la oscuridad haciendo méritos para después ver al Padre, ¿por castigo?, no, no, porque nos merecemos eso. No podemos desear un traje, un pullover o un pantalón más grande de lo que son nuestras medidas ¿eh?, entonces, tampoco podemos querer ver a Dios sin ser capaces de verlo ¿mmm?, ¿por qué?, y por una razón muy simple, ustedes se ponen delante de una lamparita o lámpara de 500 a diez centímetros, no, porque se enceguece uno ¿verdad?, y así pasa con el Señor, si uno no está en condiciones de verlo, así como no estamos en condiciones de ver la lamparita con tanto voltaje, así pasa también con Dios, uno no puede desear aquello de lo que no es capaz de ver, bien.
Como ustedes saben todos los días el Señor da su Mensaje pero no en forma particular para cada uno porque eso por supuesto lo hace para todos, lo da para todos los hombres del mundo como pasa acá, me decía un señor amigo que estuvo hace poquito, días atrás en Medjugorje y dice ahí en uno de los carteles: aquí aparece Nuestra Señora de la Paz y en una aldea, no dice pueblo ¿eh?, aldea dice, está bien, aldea, en una aldea de la provincia de Córdoba aparece también Nuestra Madre, pero no como Nuestra Señora de la Paz, en Medjugorje lo leyó eso, los dos únicos lugares en el mundo, los otros lugares que dicen en la Argentina de las Apariciones, que no se hagan los rulos porque la Madre dice que no es cierto, habla en forma particular a las personas y algunos que quieren aprovechar el negocio, algunos que quieren aprovechar el negocio entonces fomentan el turismo y otras cosas ¿verdad? diciendo que en tal lugar aparece la Madre y dice cosas, la Madre aparece en todos los lugares, la Madre y Jesús a cada uno le habla en su interior, pero aquí se dirige a todos los hombres del mundo ¿mmm?.
Entonces, teniendo en cuenta eso, que esta mañana grabamos también, eran las seis y media, porque ellos no tienen horario, claro, como el día del Señor no es como el día nuestro de veinticuatro horas, cuando uno está del otro lado no hay tiempo, ellos no llevan reloj como nosotros que medimos las veinticuatro horas, el que está del otro lado, Dios, la Virgen, los Santos o nuestros parientes que ya están allá ¿mmm?, ellos viven en un continuo presente ¿saben?, bien.
Teniendo en cuenta esto entonces vamos a pedirle al Señor con toda la humildad que es necesaria que venga y use la voz de uno para trasmitirle, porque a lo largo de los dos mil años de Cristianismo el Señor se revela, se ve por fuera pero habla en el interior, porque cada persona es templo de la Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, entonces habla con la voz de uno y eso es lo que hace aquí desde hace 14 años el 11 de Marzo o el 10 o el 12, no sé, 11 creo, bueno.
Habla Señor que tu siervo escucha para dirigirle a estos hermanos tuyos, a estos hijos tuyos, decirles lo que cada uno necesita saber.
Dice Jesús:
Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas, Yo soy la Luz del mundo y quiero que ustedes también tengan vuestra lámpara, que ustedes sean también Luz, como dice el Evangelio: nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de la mesa o de la cama sino para ponerla en un lugar visible para que los demás se guíen por esa luz, es lo mismo que quien construye, dice el Evangelio, una casa sobre un cerro, no pueden pretender que no lo vean porque se ve desde lejos, así quiero Yo de ustedes Mis queridos.
Les hablo lentamente porque mientras hablo en arameo, que es el idioma que usaba con los Discípulos, Artemio tiene que ir traduciendo.
Entonces, nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama o de la mesa y nadie hace la casa sobre un cerro para ocultarla sino que desde allí o allí todos la ven.
Respecto a lo que dice el Evangelio de este día, que me parece muy bien que se saque del Evangelio las normas de vida, las formas de vida que tienen que tener sino el Evangelio no les sirve para nada.
Las primeras partes son muy entendibles, pero hay algo que resume el resto, que es la última parte del Evangelio de hoy donde dice que si el hombre me niega delante de los hombres Yo lo negará delante de Mi Papá y al revés, y ¿qué es negarme a Mí?, bueno, hay que buscar cómo está organizado todo. Yo le dije a los Discípulos horas antes de morir: ámense unos a otros como Yo los he amado, mucho caso no me hicieron porque el único que estaba al pie de la cruz era Juan, Mi Mamá y las otras mujeres que la acompañaban, y eso lo dice el Evangelio de Juan, por lo que los otros tres Evangelist