Tengan en cuenta todas estas cosas Mis queridos y al sentir Mi voz, al sentir la voz del Señor de la Misericordia, única en el mundo, piensen, piensen que están sanos ya de todos vuestros problemas, piensen que todo lo que ustedes tienen de malo en vuestro cuerpo ya está sano, ya está sano, si alguno todavía duda de eso abra su corazón, déjeme entrar que Yo quiero darles la vida en abundancia, toda la vida en abundancia quiero darles. Mensaje del 19 de Agosto de 2009
Habla Artemio:
Bueno, como todas las cosas en la vida empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Con todo el silencio que corresponde a la vida de un Templo, busquen en el cuadernillo de cánticos número 15 y vamos a saludar al Señor diciéndole: que viva Cristo…. Cuando decimos que viva Cristo no es que estemos deseando de que Él resucite porque eso pasó hace dos mil años ¿no es cierto?, bueno entonces cuando uno dice así que viva Cristo está como queriendo que todo despierte al Señor que está en el Sagrario y está entre nosotros, entonces no es que cantemos para decir que viva porque Él está vivo, que viva en nosotros, que viva en esta comunidad, en este grupo enorme de personas, por eso decimos que viva Cristo ¿eh? como nuestro saludo, a ver lo decimos ahora sintiéndolo mucho más que antes: que viva Cristo….
Es decir, cuando estamos todos reunidos en su nombre Él está en medio de nosotros, además de estar siempre porque éste es el lugar de las Apariciones desde hace 14 años y meses ¿eh?, entonces Él promete: donde dos o más estén reunidos en Mi nombre Yo estaré entre ellos, pero además de eso estamos en su Casa y la Casa de la Madre, desde hace 14 años y meses esa es nuestra realidad y tenemos que pensar seriamente en eso, porque nuestra estada dentro del Templo ¿verdad?, y en el patio y en el caminito y en todo ¿eh?, tiene que ver con nosotros, con nuestras enfermedades, con nuestras alegrías, con todo lo que se refiere a nuestra vida, que se conoce con las enfermedades o que no se conoce en nuestra intimidad, bien.
Número 17, le decimos al Señor que nos perdone, ustedes dirán: ¿qué hicimos de malo para que nos perdone?, no el problema no es lo que hayamos hecho de malo sino que tantas cosas que podíamos haber hecho no las hicimos, es decir, uno se preocupa por las cosas que puede hacer así, faltar en algo pero tal vez sea lo menos importante, lo más es aquello que deberíamos hacer y no hacemos, las faltas de omisión, yo debería haber hecho esto pero no lo hice, debería haber hecho aquello pero no lo hice, por eso todos juntos con el número 17 decimos: hoy perdóname…. Cuando uno vuelve quiere decir que regresa al lugar adonde es su casa o al lugar donde le gusta o al lugar donde uno se siente bien, por eso, vuelvo a ti, vuelvo ¿eh?, ¿estábamos lejos?, no sé, en este caso no importa, la cuestión es que volvemos y al volver uno piensa: ¿por qué vuelve?, porque algo lo llama, cuando volvemos a algún lugar siempre es por algo ¿eh?, como decimos normalmente a veces con los temas musicales: uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida ¿mmm?.
¿Cuándo se ama la vida?, cuando el lugar en donde estamos nos da los elementos que necesitamos para estar bien y si no lo estamos para poder estar bien, pero no vinimos porque se nos ocurrió, estamos aquí porque el Señor nos trajo, ¿qué objetivo tendrá el Señor, es decir qué se propondrá al traernos a este lugar?, ¿qué será?, nos vamos a 29, el cántico 29 y le decimos con ganas, con fervor, le decimos como si diéramos las gracias ¿eh?, por eso: que detalle Señor has tenido conmigo…. Nuevamente: que detalle Señor has tenido conmigo….
Cuánta belleza que tiene esto, sobre todo porque el Señor nos llama, nos elige, nos dice y todo ¿por qué?, porque somos Él con nosotros y nosotros con Él amigos ¿quién es un amigo?, Jesús lo dice en el Evangelio: nada hay tan grande como dar la vida por un amigo, si uno dice: dar la vida por un hijo, yo diría que es lógico, que un padre o una madre de la vida por su hijo porque es carne de su carne, sangre de su sangre ¿verdad?, pero un amigo es un ser al cual uno se acercó y él se acercó a uno ¿mmm?, entonces hay una relación de afecto diferente, donde no hay compromisos, donde no hay sangre que corre por las venas, porque a un hijo uno lo siente porque por su cuerpo corre la sangre de uno, pero un amigo no, entonces Jesús lo dice: nada hay tan grande como dar la vida por un amigo, bueno, no es cuestión de llegar al extremo de pensar en morirse así, no, no, no, dar la vida en montones de sentidos ¿verdad?, cuando se le escucha, cuando se le atiende, cuando uno siente en lo profundo que ve por los ojos de esa persona que es amigo de uno, uno ve por sus ojos, toca con sus manos, late con su corazón. Si esto pasa entre personas que son familia es importante pero entre amigos es diferente, no hay relaciones así que naturalmente están, es algo que se va creando y se va creando a través del tiempo ¿mmm?.
Qué escasa tal vez es la amistad entre la gente ¿no?, y aquí el Señor nos dice: que detalle Señor, uno le dice al Señor: has tenido conmigo, me llamaste, me elegiste ¿mmm?, y dice: amigo. Es preciosísimo eso: que tú eras mi amigo, claro y Él puede decir que justamente dio la vida por nosotros porque muere en una cruz para darnos todo, si nosotros nos ponemos a mirar todo tipo de religiones ninguna tiene en su religión alguien ¿verdad?, que piense de esta forma: amar tanto hasta dar la vida por él, desde las pequeñas cosas hasta las más grandes, todo, vos dirás: pero ¿no puede confundirse esta amistad?, porque si el Señor la coloca por sobre el amor de la pareja o el amor de los hijos, ¿cómo es que coloca el amor de los amigos por sobre todo? ¿verdad?, parecería como si hubiera algo que no cierra pero hay que pensar que nosotros, nuestra alma no tenía sexo, como no lo va a tener después cuando muramos, porque dice el Señor: que seremos como ángeles ¿verdad?, el sexo es necesario para poblar el mundo pero terminó allí, del otro lado dice el Señor: serán como ángeles, y yo pienso que la amistad entre dos personas, hombre, mujer, niño, cualquiera ¿no?, es justamente un anticipo del Cielo, ¿por qué?, porque no hay sexo de por medio, no hay intereses de por medio, no hay ventajas de por medio, por eso nos resulta precioso sentir: que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que eras mi amigo.
Lo decimos de nuevo al menos esta partecita para sentirla hondo, hondo, hondo, recordando aquellos que amamos sin ningún tipo de interés que el bienestar del otro ¿mmm?: que detalle Señor has tenido conmigo….
Entonces sobre estas palabras, sobre estos principios vamos a edificar esta reunión, la reunión de este día que tiene Evangelio poco complejo para entender, pero si uno está inspirado por el Espíritu Santo el Evangelio se entiende muy bien, sobre todo porque Jesús siempre cuando da su Parábola, Parábola quiere decir comparación, cuando Jesús da sus Parábolas, en esas comparaciones que hace ¿verdad? habla de una manera, en buen castellano se llama: paradoja, pero hay que explicar la palabra porque sino, una paradoja ¿qué es?, es algo que se aparta de lo corriente, algo que es distinto ¿mmm?, y la amistad ¿no? es distinto a lo corriente, lo corriente entre las personas ¿qué son?, los intereses, qué te puedo sacar, qué me podes dar, qué cosas puedo pedirte, todo eso mientras que nosotros estamos hablando de una relación preciosísima ¿verdad?, donde las cosas no se piden y las cosas se dan sin que se pidan, porque uno ve qué necesita el otro. Desde una simple sonrisa hasta cosas más grandes, un amigo siempre es el que ve lo que nos pasa sin preguntarnos nada, si alguien nos pregunta demasiado entonces quiere decir que su amistad es relativa, ¿por qué?, porque no ha observado la persona lo suficientemente bien para darse cuenta por sí sola de quien tiene cerca.
Por eso, este tema que al cantarlo parece tan simple, parece una cosa común ¿no?, pero se lo decimos al Hijo de Dios y Dios mismo, tuviste un detalle Señor conmigo, tuviste una elección, me miraste ¿mmm? y me llamás amigo, es de una belleza tan grande, porque busquemos en todas las religiones, porque siempre hay alguno que anda buscando, sobre todo en nuestros tiempos, en este último siglo, anda buscando por ahí formas de creencias donde a veces tienen que apartarse un poco de lo que tienen porque buscan algo nuevo, algo diferente, yo digo: ¿hay algo más profundo y más grande que la amistad entre los seres humanos?, vos me dirás: sí, el amor de pareja, no, porque en el amor de pareja siempre hay intereses de por medio, en la amistad no.
Por eso dice Jesús en el Evangelio: nada hay tan grande como dar la vida por un amigo, Él hoy nos llama amigos ¿verdad?, en este canto y si nos llama amigos será porque quiere regalarnos muchas cosas, más que regalarnos darnos, y ¿qué?, lo que necesitamos, ¿qué necesitamos?, no sé, cada uno sabrá, cada ser humano es un mundo, un mundo en pequeño y por más que cada uno diga o cuente las cosas que quiere o que tiene siempre hay una parte no oscura sino llena de Luz que uno no revela nunca, ¿y por qué no la revela?, porque uno no quiere que los afectos se los manoseen o se los estropeen o se los malinterpreten, entonces siempre ¿mmm?. Tal vez o no tal vez sino con seguridad al único que le podemos decir todo es a Él ¿mmm?, ¿todo?, y sí, porque no hacemos nada más que repetirle lo que ya conoce y hoy en este día Él comienza diciéndonos: amigos y nosotros le decimos: pero que detalle Señor, que hermoso que me elegiste para amigo, quiere decir que me amás, en tu mundo estoy yo Señor dirá cada uno, ¿y para qué?, para todas las cosas que necesite y también para todas las cosas que uno quiere agradecer ¿no?.
Todos tenemos la tendencia a enumerar lo que nos falta pero no enumeramos, no contamos las cosas que tenemos, alguno me viene a decir: tengo unos ojos que ven todo en el mundo, mis manos pueden transformarlo todo, mis piernas me llevan a cualquier lugar, mi corazón late para todos, ¿por qué me hablan de la columna que duele, o de las cervicales que no sé qué pasa, o de que les falta esto, o que el que tienen sobre ustedes en el trabajo no los trata tan bien?, por qué no me cuentan en las dolencias, entre las dolencias aquellas cosas que el Señor nos regaló a todos, que tenemos pero no las enumeramos, porque si nosotros nos ponemos a enumerar todas las cosas que tenemos somos tan ricos, pero tan ricos somos ¿mmm?; vos dirás: uno habla de los ojos que puedan ver ¿verdad? y dice: que maravilla, pero ¿el que no puede ver?, bueno, tendrá otras cosas, otras condiciones que se desarrollan también y que tal vez el que ve no las puede realizar.
Tendríamos tantos motivos para alegrarnos contando, es decir enumerando las cosas que tenemos, ¿podés caminar?, ¿podés sentir?, ¿tu corazón late?, ¿tus ojos ven?, ¿tus piernas te llevan de aquí para allá?, ¿alguien te sonríe?, ¿sentís el sol que te calienta la piel?, que además de darte vitamina D ¿no es cierto? te da la alegría de la luz, del astro rey que sin él nada habría, ¿por qué no enumeramos lo que tenemos no lo que nos falta?, sí, pero no puedo caminar, pero podés pensar, tenés un corazón que va muy lejos con sus latidos, tanto hay que tenés y no lo tenés en cuenta.
Y esto de hoy que el Señor nos llame amigo, no es cualquiera che, es el Hijo de Dios el que nos está diciendo amigo ¿mmm?, y si Él dice que nada hay tan grande como dar la vida por un amigo quiere decir que Él empezó con el ejemplo de dar la vida por nosotros, ya eso tendría que llenarnos de alegría, una alegría así que no tiene límites, que no cabe en el corazón de uno, no cabe, el Señor me dijo: amigo, pero esto es tremendo, ¿yo amigo del Señor, amigo de Dios?, yo pensé que tenía cualquier amigo así cualunque nomás que a lo mejor me quería para pedirme algún favor o que lo acompañe, noo, pero éste es el Hijo de Dios que viene a ofrecernos, no a pedirnos nada ¿mmm?.
Ese es un problema que hay que tener en cuenta porque Jesús nos da todo esto que enumeramos siempre a cambio de nada, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿de qué manera?, ¿por qué hay alguien que da todo a cambio de nada?, si lo encuentran preséntenmelo, pero yo no lo encontré todavía, a cambio de nada.
Bueno, y lo decimos para resaltarlo y luego vamos a leer la palabra, Señor pero qué hermoso que es que te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre, a ver: te acercaste a mi puerta…, piensen un poquito: te acercaste a mi puerta, pronunciaste mi nombre, hay algo que en la Biblia está repartido por todos lados, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, llamar por el nombre ¿eh? y es lo que hace Jesús, lo primero que hace cuando nosotros empezamos a tener vida en la panza de mamá, nos llama por nuestro nombre ¿eh?, que hermoso. Dice: me hablaste de un reino, de un tesoro escondido, de un mensaje fraterno que me encendió ¿mmm?, y después abajo: yo dejé casa y pueblo, a ver: yo dejé casa y pueblo…. Dejé casa y pueblo por seguir tu aventura, poco a poco contigo comencé a caminar, Jesús es el gran caminante, lo hizo así físicamente yendo de un lugar a otro en todo el mundo conocido por Él ¿verdad?, pero también nos invita a nosotros a caminar, ¿hacia dónde?, hacia Él, caminar ¿para qué?, para comprenderte, para conocerle, porque cuando uno más conoce más ama ¿mmm?, más ama ¿verdad?. Y después dice: han pasado los años y aunque apriete el cansancio, aunque apriete el cansancio te sigo todavía ¿no es cierto? sin mirar hacia atrás, yo diría: pobre del que mira hacia atrás, el que mira para atrás demasiado digamos ¿verdad?, piensa tal vez qué futuro tendré ¿mmm?, entre ese pasado que me hace daño y el futuro que todavía no conozco, por eso quiero saberlo de alguna manera, esa curiosidad que uno tiene, se me pierde este momento.
Al hombre le pasa eso, pensando demasiado en lo que pasó ya y el futuro que uno podrá tener ¿eh? se le pasa el momento. El que se hace tirar las cartas por ejemplo es para saber qué va a pasar en el futuro y eso no se puede prever ¿por qué?, porque faltan tantas cosas que se junten para mañana, que lo que tenemos seguro es este momento y ya si no nos apuramos este momento se nos pasó. Y terminamos que alegría yo siento: que alegría yo siento….
¿Por qué es importante el silencio interior?, normalmente el ser humano que no puede estar en silencio tiene un verdadero problema porque no está bien de salud, porque las voces de adentro lo atormentan ¿eh?, dichoso el que puede quedar quince minutos, una hora, no sé cuánto en silencio, ¿por qué?, porque no le tiene miedo al interior que habla ¿eh?, entonces: que emoción me estremece cuando escucho en silencio tu palabra que aviva mi silencio interior.
Hermoso es todo esto, hermoso, hermoso, y es un anticipo del paraíso, un anticipo de todo el mundo que vendrá, ¿cómo será?, no importa eso, lo que importa es que el Señor me dijo que es mi amigo y también me dijo que nada hay tan grande como dar la vida por un amigo y Él además está dispuesto a dar la vida por nosotros, ¿o acaso no lo hizo muriendo en la cruz?, ¿no lo hizo? ¿verdad?. Cuando me quede a solas tendré que pensar: el Señor me llamó, me eligió, me dijo que soy querido por Él porque Él es mi amigo ¿mmm?, entonces yo diré: pero ¿puede haber algo más grande que tener la amistad del Señor?, el que me creó a su imagen y semejanza, el que me ama, el que me tolera las cosas pobrecitas que cada uno tenemos ¿eh?, que hermoso que es todo eso, hermosísimo.
Y entonces para poder leer la palabra más o menos, para poder leer la palabra con toda la comprensión necesaria vamos a pedirle al Espíritu Santo que venga a nosotros ¿eh? y le decimos así, pero en serio, lo decimos en serio para que venga, desde que empezamos y ahora estamos sanándonos, porque el Espíritu Santo ¿para qué viene en uno?, para traer todos sus dones y carismas ¿eh?, por eso: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….
Eso de sentir la presencia de Dios, quiere decir que cada uno de nosotros formamos el Cuerpo Místico del Señor ¿eh?, formamos parte de él ¿verdad?, y esto por qué lo decimos, porque nos alienta y nos sustenta para pedir y para agradecer.
Hoy es miércoles 19, San Juan Eudes, como todos los miércoles dedicados a San José, que es el Patrono nuestro por propia elección, todo el que pisa este Santuario, dice San José, yo quiero ser Patrono para siempre, entonces acuérdense que es tan útil dialogar con José, ¿por qué?, porque por ser el Padre Adoptivo de Jesús, por ser el Patrono de la Iglesia Universal y sin que él en el Cielo no pide, ordena ¿eh?, bien. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio es de Mateo, 20, 1-16, estamos en el domingo doce durante el año ¿mmm?, veamos lo que dice el Evangelio, atendamos esto porque tal vez nos desconcierta al principio, ¿por qué?, vamos a ver: “un propietario salió de madrugada para contratar trabajadores para su viña, para la cosecha. Se puso de acuerdo con ellos para pagarles una moneda de plata al día, y los envió a su viña, a su chacra. Ya era la última hora del día, la undécima, cuando salió otra vez y vio a otros que estaban allí parados. Esto es más largo, lo estamos resumiendo ¿no?. Dijo: vayan también ustedes a trabajar a mi viña. Al anochecer, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: llamá a los trabajadores y págales su jornal, empezando por los últimos y terminando por los primeros. Ya tenemos un detalle, empezá por los últimos y después los primeros. Cuando llegó el turno a los primeros, pensaron que iba a recibir más pero también recibieron cada uno un denario. Por eso, mientras se les pagaba protestaban. Decían: estos últimos apenas trabajaron una hora, y los considera igual que a nosotros, que hemos aguantado el día entero y soportado lo más pesado del calor. El dueño contestó a uno de ellos: amigo, yo no he sido injusto contigo. ¿No acordamos en un denario al día?. Tomá lo que te corresponde y andate. Yo quiero dar al último lo mismo que a vos. ¿No tengo derecho a llevar mis cosas de la manera que quiero?. ¿O será porque soy generoso que vos sos envidioso?. Así sucederá: los últimos serán primeros, y los primeros serán últimos”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Llama la atención la forma que tiene este patrón ¿no?, se sobreentiende que el patrón es el Señor, está claro eso, ¿y cómo puede ser… (se dio vuelta la cinta)…, disponibles porque no estaban allí, bueno, eso es aparte, es una razón común pero esto va más lejos. Se sobreentiende que todo esto de la cosecha ¿verdad? es nuestra vida en el mundo ¿verdad?, y sería así, es así, caramba, yo toda la vida me porté bien, soy un bien cristiano, hice todo lo que Dios me mandaba y llegado el momento final yo recibo la misma paga que este otro que trabajo o que vivió medio chanchitamente nomás ¿mmm?, ¿qué pasa?, parecería que no es justo el asunto. Ahora, habrá que preguntarse: esos que llegan último ¿tuvieron oportunidad de llegar primeros?, ¿alguien les enseñó o alguien los llamó a la cosecha más temprano?, ¿y aquellos que ni siquiera fueron a hacer la cosecha porque no lo sabían, no lo conocían?.
A un nivel humano la injusticia parece que es grande pero como el Señor tiene una forma distinta de mirar ¿mmm?, entonces pensemos un poco, Jesús piensa de esta manera, porque se sobreentiende que es el dueño de la viña, es decir de la cosecha, ¿por qué distribuye así mal?, primero: ¿tuvieron todos la misma oportunidad para ir temprano?, traducido: ¿tuvieron todos las posibilidades de conocer al patrón, a Jesús, desde niño, adolescente y adulto?, ¿o nunca nadie les enseño nada?, ahí ya tenemos una disculpa, si a mí nadie me dijo nada nunca, cómo voy a ¿eh?, me invitaron tarde a hacer la cosecha, me invitaron tarde a conocerlo al Señor ¿eh? ¿verdad?, y entonces ustedes dirán: pero ¿a sí mismo?, no, no conviene pensar que el Señor hace diferencias, no.
Cuando nosotros pasemos al otro lado, que está entre nosotros, está entre nosotros nada más que no lo vemos o algunos los ven y otros no, ¿qué pasa?, cada uno del otro lado tendrá la paga que corresponde respecto a los méritos que haya hecho en su vida ¿verdad?. Todos tienen la seguridad de la salvación, todos dije, no algunos no, y si alguna vez alguien les habló del infierno, de que iban a estar toda la vida así les mintieron, ¿saben por qué?, un Dios de Misericordia no puede condenar a nadie, para el Evangelio: no puede dejarles sin paga, porque por poco que haya hecho algo hizo, y además un Dios de amor no puede dejar sin paga siquiera un poquito a la persona ¿mmm?.
A mí me avisaron tarde para la cosecha, a mí me enseñaron tarde quién eras Señor, yo no te conocía antes y ahora, bueno, ahora que estás de este lado, del otro lado ¿no es cierto?, no podrás tener las mismas, las mismas cosas que aquellos que tal vez pasaron toda una vida preocupándose. Uno piensa enseguida, la Madre Teresa, que se la ha hecho Santa en estos días, era Beata, ahora es Santa, uno piensa: cómo uno tan pobrecito va a tener pretensiones de verlo a Dios como a la Madre Teresa.
La cuestión es ésta, cuando uno pasa del otro lado, cuando va a cobrar el salario de la cosecha, es decir lo que hizo en la viña, en la Tierra va a recibir lo que puede recibir, cuando vos vas a una tienda a comprarte un saco no te comprás un saco chiquitito porque no te entra ni te comprás uno enorme porque pareces un toni, te comprás el que es a tu medida ¿no es cierto?, cuando uno pasa al otro lado, cuando uno pasa al otro lado no puede desear ver del Señor más de lo que puede ver ¿eh?. ¿Yo voy a pretender ver igual que la Madre Teresa de Calcuta, que sacrificó toda su vida por los demás?, ni se me ocurre, ni se me pasa por la cabeza ¿eh?. Entonces, veré que ella gozará de la Luz eterna del Padre y yo a lo mejor estaré a kilómetros de distancia como vos, como vos, como vos, porque son otros los méritos que hicimos; vos dirás: pero ¿y si te invitaron tarde a conocer al Señor?, ya ese es problema del Señor, no lo voy a resolver yo acá ¿verdad?. Hay personas que se convierten en el lecho de muerte, hay personas que se convierten, que se yo, en situaciones difíciles, porque a veces parece que nos hace falta que nos pasen cosas graves para descubrirlo al Señor, cuántos de los enfermos que están acá dentro han descubierto a Jesús después de tener conciencia de su enfermedad ¿verdad?.
Pero no compliquemos tanto las cosas porque no las vamos a entender, pensemos por ejemplo, yo siempre uso los ejemplos que tengo a mano, no porque me ponga de ejemplo sino porque así me fue en la vida ¿no es cierto?, me acuerdo que estando con los indios en el Sur, en una aldea cerca del Lago de Aluminé a 35km de Zapala ¿mmm?, había ahí una tribu donde yo iba siempre, bueno. Un día visito un ranchito pequeño ¿no?, había dos personas, una pareja y delgaditos, pasados de hambre ¿no?, y me senté y empecé a hablar con ellos, porque no todo lo decían en castellano pero se entendía bien, ellos cumplían lo mismo que sus abuelos, porque lo conocieron, sus padres, ahora ellos y después sus hijos, ¿qué habían tenido en la vida?, nada, absolutamente nada de cosas materiales, un pobre ranchito, hecho con ramas y algunas pieles de oveja, de oveja sobre todo para acostarse, otras pieles para que no pasaran viento tan frío. Yo los miraba y les decía: ¿qué esperan ustedes de la vida, del más allá?, nada, ¿por qué nada?, nadie nos dijo qué es lo que podemos esperar. Entonces yo le pregunté más aún, porque como me había llevado un sacerdote allí, es decir, fue el que me presentó, el padre Marquez Soti que era un historiador famoso de los indios mapuches ¿no?, Párroco de Zapala, sí, cuando viene el padre nos habla de que somos concubinos y quiere que nos casemos, y el padre era un buen tipo ¿eh?, se los puedo asegurar, un hombre bueno, sin embargo formado de una manera que no entendía que ellos la ley fundamental de su vida era el amor que se habían tenido, habían tenido sus hijos. ¿Qué satisfacciones habían tenido?, tener de vez en cuando relaciones sexuales lo mejor posible, la única pequeñísima alegría, porque la comida de todos los días ¿qué era?, un poco de harina con agua, engrudo ¿no es cierto?, de vez en cuando algún cuisito, alguna comadreja si se tenía suerte y yo los miraba y pensaba: pero que suerte que haya un Dios Misericordioso que mirando a estas personas que le sacaron todo, porque ellos tenían sus tierras, tenían todo lo necesario para hacer una vida pero lentamente se las fueron robando, robando, robando y al último estaban como arrinconados allí esperando la muerte.
Por eso, las últimas palabras del Evangelio de hoy dice: que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos. Aquél que vivió una vida re cómoda, que la tuvo a todas, que hizo lo que quiso, que, bueno, todo, ya vivió gran parte de cosas buenas ¿verdad?, ¿necesitará tanto un Cielo como para decir: quiero verlo a Dios totalmente?, no, no porque ya la vivió a las cosas buenas, ahora esa parejita de ancianos, por empezar nadie les había hablado del Señor antes ¿verdad? y lentamente se dejaban morir tal vez pensando que los hijos, los nietos o los bisnietos tendrían una vida un poco mejor, ¿ven?, a esos no se los llevó a la cosecha, no se les pagó nada no porque llegaran tarde sino directamente porque no llegaron nunca, ¿quién los tuvo en cuenta?, ¿quién les dio algo alguna vez?, ¿quién?, eso pasó hace unos cuántos años pero yo les pregunto a ustedes: en este país, en toda América y también en Europa y en Estados Unidos y en todos lados, ¿cuánta gente vive de la misma manera?, ¿cuántos? ¿eh?, nunca han conocido que había una viña, es decir una cosecha que hacer de vivir una vida completa con el Señor ¿verdad?.
Ahora, cuando ese Señor de la Misericordia tenga que repartir, ustedes ¿qué le darían a esa parejita de ancianos que nunca tuvieron nada, que nunca gozaron nada, que nunca saborearon una comida como la gente, nunca nada, nada, nada?, ¿y si mueren?, nada y si se los entierra envueltos en trapos sucios a veces, sin una caja ¿eh?, llora la familia, unos cuántos días pero ¿qué dicen esos llantos? ¿eh?, dicen esos llantos que fueron arrinconados cerca de las montañas porque allí ya no podía llegar el blanco para cultivar la tierra, además nadie quería cultivar esas partes, esos lamentos decían, haber nacido así sin que nunca nadie les haya dado nada, antes nada, sus padres, sus abuelos nada, sus hijos y nietos nada, ¿no creen ustedes que el Señor, como aquél que lleva a los hombres a hacer la cosecha, tendrá que darles un montón, a pesar de no haber siquiera pisado la viña para hacer la cosecha?, sino no sería un Dios de Misericordia, no, no sería.
Cuando estamos en las horas malas o tristes o enfermos o tenemos un cáncer que nos está comiendo las entrañas ¿verdad?, tenemos medios a nuestro alcance para curarnos de alguna manera, ¿esas personas lo tienen?, la mitad de la población de América ¿lo tiene?. ¿Saben?, la Virgen, yo digo siempre y lo vivo repitiendo, la Virgen y Jesús dicen cuando en el 95 empezaron a dar los Mensajes: estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron una justicia que no les llegó de ninguna parte, a esas personas nadie los invitó a la cosecha, no los invitó a nada, porque no hubo quién les llevara la noticia de que podía uno edificar, es decir hacer la cosecha, no, y pensar que somos tan pretensiosos cuando nos falta cualquier cosa ¿eh?, como dice la Madre Teresa, nuestra querida Madre Teresa que está ahí cerca del altar desde que empezó la Oración como siempre, ella dice: yo no sé esta costumbre que tienen los occidentales de bañarse tres veces por día en verano, dice: cómo les sobra el agua, dice: yo a veces pasa tres meses y no me puedo bañar pero no porque sea sucia sino porque esa agua tengo que dársela a las personas que tienen sed y no tienen qué tomar ¿eh?. Es cierto ¿no?, cuando uno que esas canillas con agua sale el agua y se va y se va y se va al resumidero sin que nadie la aproveche, ¿nunca se le ocurrió a nadie pensar que la Misericordia del Señor tome un poco de esa agua y la lleve a algún lugar de la Tierra?, porque dos cuartas partes de los hombres de la Tierra toman agua sucia o no toman, Pakistán, Irán, toda esa zona muchos toman el orín, muchos toman el orín porque no tienen otra cosa, bueno.
Esta viña del Señor, algunos temprano, otros a medio día, otros a la tarde, todos igual paga, traducido sería: hijos Míos, no tengan miedo, todos se van a salvar, nadie se va a ir al infierno, podrán estar un tiempo en la oscuridad que llamamos Purgatorio, podrán estar un tiempo en la oscuridad porque si no lo desearon a Dios cómo lo vamos a ir a ver si no lo deseamos, tenemos que fomentar el deseo de verlo sino no podemos ir, si no tenemos ganas de visitar a Pedro, a Santiago, que se yo, no nos interesa Pedro o Santiago, tendrá que nacernos en nosotros eso sino ¿eh?, pero el infierno no, condenación eterna no, porque ¿quién está libre de decir: yo estoy completamente capacitado para hacer todo lo que se les ocurra a cualquiera y hacerlo de la mejor forma porque yo lo sé todo, lo comprendo todo y nunca estuve enfermo de nada, nadie, porque todos tenemos alguna tarita por ahí, alguna tara ¿eh?, todos las tenemos, algunos los tenemos más disimulados, otros menos disimulados pero todos tendremos algún raye por ahí, no nos hagamos los piolas porque todos tenemos algún raye ¿eh?, bueno.
Entonces ¿nos va a condenar el Señor por esos pequeños rayes que tenemos?, en todo caso estaremos un tiempo en la oscuridad hasta que nos venga las ganas de conocer al Señor ¿eh?, pero infierno no mis queridos, si alguno por allí, hasta el mismísimo Papa hablo hace poco del infierno como si fuera la realidad más grande, no, el infierno no existe mi querido, y si existe está vacío, está vacío, y ¿los demonios dónde viven?, están por el mundo, están entre nosotros y a veces adentro de nosotros, por ahí andan los demonios, no están amontonados en un lugar quemándose, ellos nos queman a nosotros, están en el mundo metidos pero no en un lugar así ¿mmm?.
Entendamos esto, todos somos llamados a hacer la cosecha, por lo menos los que estamos acá porque sino no estaríamos acá, pero hay otros que ni se les avisa de que existe la cosecha y el Señor es muy claro, el mundo no va a terminar hasta que el último de los mortales conozca el amor del Señor y muchos hablan con que se viene la muerte, el fin del mundo y la mare en coche, no entendieron un carajo, es decir no entendieron absolutamente nada, nada ¿eh?.
Mis queridos, están en el Templo de la Misericordia, donde todo lo bueno, todo lo amoroso, todo lo mejor es posible, todo, no son palabras, a medida que pasen los días y los meses ya van a decir: era cierto, el Señor no engaña con promesas vanas, el Señor no engaña porque es un pagador de promesas y todos aquellos que nunca pudieron decir su palabra por fin la van a poder decir y Jesús y María podrán caminar por medio de las flores pero no que nacen de los muertos que esperaron una justicia que no les llegó de ninguna parte ¿mmm?.
Esto del Evangelio de los trabajadores de la viña es un llamado a nosotros para decirnos: bueno mis queridos, si fueron llamados a trabajar, está bien, van a tener la paga pero una gran mayoría ni siquiera se les avisó, traducido sería: ni siquiera se les enseñó quién era el Señor, cómo le vamos a pedir después cuentas de ese Señor.
… (Se interrumpe la Oración)….
Como todos los días de Oración y como todos los días el Señor da sus Mensajes, a veces por supuesto se lo graba cuando Él quiere, otras veces no, Él está todo el día acá junto a su Mamá y ¿saben?, no es privilegio de algunos verlo, porque por ahí te encontrás en un negocio o en la cola del supermercado y una señora que de religión no conoce nada y de Jesús no sabe nada ¿no es cierto?, dice: pasé el otro día delante de su casa y había un hombre con una túnica blanca que se paseaba dice, iba al lado de una mujer bajita, dice: ¿tenía parientes de algún otro país usted?, no, entonces les expliqué que era el Señor y su Mamá y muchas veces algunos que se han quedado en el pueblo para venir a eso de las seis o antes para verlo han logrado sus objetivos, los han visto pasear, porque ellos han hecho de este lugar su Casa, su Casa, han acampado en este lugar, que hermoso.
Y como les decía siempre, quiere dejar su Mensaje el Señor, para todos los hombres del mundo, mensajes Jesús dice a los hombres en su intimidad, más vale, el Espíritu Santo habla a todas las personas, pero aquí lo hace porque los trajo, porque son sus amigos, porque quiere darles lo que necesitan, porque quiere animarlos a que vivan todo lo que tienen entre manos y lo disfruten, porque, porque algunos no tengan no