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Mensaje del 09 de Agosto de 2009

El tema de este día del Evangelio es complejo si se lo quiere ver así pero es muy simple, muy simple visto a los ojos del Señor, qué fácil es pensar, qué fácil es pensar: mi Dios y mi Señor no vivió en un tiempo, se fue y no me dejó nada, no, Yo dejé, desde la Última cena el que puedan comer Mi Cuerpo y beber Mi Sangre. Mensaje del 09 de Agosto de 2009
Habla Artemio:

Como todo en la vida, cada cosa, a cada rato, empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Buen, número 15 en la hojita de cánticos, todos la tienen, bueno, cuando cantamos esto lo hacemos porque tenemos la necesidad de que nuestro Dios y Señor esté presidiendo todo lo que nosotros hacemos, esté metido en nuestra vida, en todo, en todo, no porque a Él se le ocurra sino porque es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero y eso hay que tenerlo siempre en cuenta, así como uno tiene en cuenta a quién le dio la vida, también tenemos que tener en cuenta a quién nos creó a su imagen y semejanza, haciéndonos pequeños diositos ¿eh?, porque si es a su semejanza quiere decir que somos parecidos a Él, claro que sí. Por eso, con número 15 decimos: que viva Cristo…, entonces ya vemos nosotros que estamos pidiendo que en nuestro interior, en el mundo, en las cosas, en todo, que el Señor reine y viva ¿mmm?, lo decimos de nuevo con más entusiasmo ¿eh?, a ver: que viva Cristo….

Entonces, teniendo en cuenta que normalmente quienes vienen al Santuario van bastante poco a veces a los lugares, a Templos o lugares Sagrados ¿no?, tenemos que ir entrando dentro de lo que vamos a hacer en la Oración ¿verdad?, estamos como afuera, ustedes llegan a una casa y mientras no sale el dueño y le dice: pase, adelante, siéntese, quiere tomar algo, etc., mientras uno esté afuera no sabe lo que pasa dentro de la casa…, bueno, cuando un chico hace ruiditos lo llevamos afuera a pasear un poco porque el resto vino para escuchar y no para distraerse ¿verdad?, los amamos a los niños, toda la vida uno se la dedicó a ellos, pero si hay necesidad de que no molesten hay que llevarlos afuera, así que, que no tenga que repetirlo ¿no es cierto?, bien.

Entonces nosotros no podemos todavía hablar de cosas esenciales mientras no tengamos en nuestro interior esa predisposición para recibir al Señor ¿eh?, es decir, el problema es que para todo hay que entrar a un lugar, por eso hay un Evangelio que habla de que Jesús está siempre disponible pero hay necesidad de que le invitemos a venir a nuestra casa ¿verdad?, necesito que vengas Señor y cuando la invitación es profunda, sincera, cuando la invitación realmente sale de lo más profundo de nosotros ¿eh?, entonces Jesús dice: y entraré y cenaré con él, no es el caso de cenar, el caso es que si entra el Señor en nosotros, ¿qué es lo que pasa?, comienza a compartir todo lo que nosotros tenemos, las cosas buenas y las cosas malas, las que son motivo de alegría y las otras que son tristes.

Ahora, normalmente observando los rostros, no solo hoy ¿no?, es decir, tenemos más tristezas que alegrías que compartir, seamos honestos ¿eh?, ahora si uno tiene más tristezas que alegrías que compartir algo anduvo fallando en nuestras vidas, en la de ustedes y en la mía, ¿qué es lo que falló?. No es cuestión tampoco de demorarse tanto en revisar qué falló en nuestra vida sino en tener la voluntad suficiente como para decir: bueno, esto está mal o esto no debe ser así o esto, y punto ¿verdad?. Eso es interesante tenerlo en cuenta porque sino la venida al Santuario se nos escapa como agua entre los dedos cuando se lava y se pasa las manos en agua ¿no?.

Bueno, entonces, ¿alguna vez me pregunté quién era Jesús para mí?, ¿aquél Jesús simple de las noventa preguntas del Catecismo?, ¿aquél Jesús simple y chiquitito que me dijeron cuando era niño?, ese es el único Jesús que tengo y el Jesús que tiene que resolver la mayor parte de mi vida ¿lo conozco o tendrán que presentármelo todavía?. Yo sé que cada uno tiene su forma de hacer y si vos le preguntás y cada uno dice: esto a mí me sirve, bueno, si te sirve adelante, pero ¿qué ocurre?, cuando las cosas son repetidas a lo largo del tiempo siempre igual, termina por cansarnos ¿eh? ¿verdad?, así como entre dos seres humanos cada día tratan de descubrirse cosas que cada uno tiene ¿verdad?, como un continuo estar abierto para ver qué es lo que ocurre dentro del otro, así tendrán que pasar también con ese ser que nos dio la vida cuando estamos en la panza de mamá ¿mmm?, entonces, y la pregunta viene: ¿cómo?, si alguien estuvo conmigo cuando yo empecé a vivir, sopló en mí un alma inmortal, sopló es una forma de decir, pero me llamó por mi nombre y así como me amaba siguió amándome y me amará siempre, entonces, este ser no es cualquier cosa, es alguien que me viene amando desde hace miles de años porque uno era una idea en su mente y sigue siéndolo y esa relación entre ese ser y yo ¿cómo es?, ¿cómo es?.

¿Saben?, tenemos que hacer esto, por una razón tan simple, porque Él nos trajo, nos trajo a su Santuario y es como si fuera que está pensando, no sé si en la mayoría de los casos se logrará pero que haya un antes y un después, a veces alcanza una vez, a veces dos, a veces seis, a veces no alcanzan cien, que se yo, depende de cada uno, depende de cómo nos fue en la vida y de repente tenemos que ponernos a pensar: ¿cómo me fue en mi vida?, sí, materialmente tengo un trabajo, conseguí un trabajo, me defiendo con él, pero mi vida es más que un trabajo, que pensar en formar una familia o tener una familia y ver como se tienen y se crían los hijos, hay mucho más que eso, porque sino los hijos se crían, se van y uno ¿qué?, se quedó solo o con su pareja pero ocurre que como durante muchos años se insistió tanto en criar a los hijos, a veces los hijos levantan vuelo porque ya es tiempo y el marido y mujer se miran a la cara y prácticamente no se conocen, entonces empieza un calvario personal, yo vuelvo a mi casa, sí, tengo un buen trabajo, todo está bien pero, pero ¿qué pasa en mi casa?, ¿quién hay?, sí, está mi esposa pero ya no tengo el fuego en la sangre que tenía cuando esperaba la hora de llegar a mi casa para, bueno, todos sabemos ¿eh?, está pasando algo dentro de mí y de repente es como si empezara a sentirme viejo ¿eh?, ¿por qué?, porque lo que me había propuesto ya lo cumplí, ya está, listo, se terminó, entonces empiezo a envejecer. La mujer se mira al espejo y dice: yo era tan linda, no tenía ninguna arruga, nada, pero mirá ahora, ¿qué, mi marido me mirará igual?, el marido dice: ya no tengo la vitalidad que tenía, entonces ¿todo seguirá igual?.

Por eso, el ser humano no puede tener un solo objetivo, tiene que tener varios, porque cuando le falla uno tiene que apelar al otro, a eso me refiero, proponerse muchas cosas en la vida, entre ellos crecer en esto que tenemos dentro de nuestro corazón, nuestros afectos y todo aquello que todos los días nos hace más feliz ¿eh?; ustedes dirán: pero eso le pasa a algunos, yo tengo todas las cosas resueltas, no mientas, ni vos, ni yo ni nadie tiene nada resuelto, las cosas se van resolviendo cada día, se van resolviendo cada día; vos dirás: a mí me preocupa en este momento la enfermedad que tengo, sí, pero incluso para sanarte de tu enfermedad tu vida tiene que tener algún objetivo, porque sino decís: me sano pero ¿para qué?, ¿qué voy a hacer después?, ¿para qué me sano?, si tengo los chicos chicos bueno pero tengo que traer el pan a casa pero cuando ya los chicos crecieron, levantaron vuelo, etc., ya el pan no tengo que traerlo a casa, porque lo que tengo me alcanza, ya todas las cositas que hay que hacer en la casa, los enchufes, los toma corriente, todo, ya lo tengo todo resuelto, el patio ordenado, las plantas regadas, ¿y, y se terminó todo lo mío?, no, algo está fallando en nosotros, algo está fallando porque se nos terminaron los motivos y no hay cosa más segura que cuando uno se le terminan los motivos en la vida se enferma, siempre, el que creyó que todo era pasar una buena noche en la cama ¿no? y cuando esto empieza a declinar cada vez más con los años, no debería ser si el hombre supiera vivir pero es ¿mmm?, entonces dice: esto ya no lo tengo, esto otro tampoco y es como si me tuviera que preparar para morirme.

Por eso, hay algo que es fundamental tener en cuenta, a cualquier edad, en cualquier momento yo quiero sanarme de las cosas que padezco, pero al sanarme ¿para qué?, ¿qué tengo que hacer en la vida?, mientras hay que traer el pan para los hijos y otras cosas es fácil, pero cuando eso se termina ¿qué? ¿eh?, y entonces uno empieza así como cuando uno ve en una planta que la maceta le quedó chica y ya no crece como antes porque hay que renovar la tierra, hay que cambiarla de lugar, etc., ¿no?, y así nos pasa a nosotros, hay que renovarnos la tierra, ponernos en un lugar más grande para empezar a vivir. ¿Están convencidos ustedes que han vivido hasta ahora?, no sé, yo no lo sé para mí ¿eh?, no sé todavía si he vivido o he sobrevivido a lo largo del tiempo, no lo sé, ¿ustedes lo saben?, díganmelo.

Ahora, todo esto es lo que precede, es decir lo que se pone antes del Evangelio de este día, teniendo en cuenta si Jesús quiere ser eficaz en mi vida, quiere meterse en mi vida para traerme cosas nuevas, quiere decir que despacio, el Señor me trajo a su Santuario, ustedes dirán: pero ¿qué se piensa usted, que es el único Santuario?, la verdad que sí, pienso eso, que es el único, el único donde el Señor hace 14 años que viene todos los días con su Mamá y de este lugar hizo su Casa, entonces más responsabilidad o toda la responsabilidad para mi y para el que viene. Es decir, el Señor no te trae a este lugar para que todo siga igual, pero no me refiero a las enfermedades, eso se pasa tan fácil, una enfermedad es una pavada en las manos del Señor, una verdadera pavada de lo fácil que es, el problema es nuestra vida, cómo organizamos nuestra vida, qué motivos tenemos para seguir viviendo ¿mmm?. Tomamos una planta, como le dije recién, y cuando llega la temporada de invierno que no crece, la podo, porque así en la primavera va a tener más fuerza para seguir, así también nos ocurre que nosotros en nuestra vida a veces tenemos que podar ciertas cosas para ver qué aparece en nosotros para vivir ¿mmm?. Si no estamos alegres habrá que buscar de algún lado la alegría, si no hay paz en nosotros también hay que buscarla, por una razón tan simple, sino nos empezamos a morir, a corto, mediano o largo plazo, eso es así y tanto es así que cientos y cientos de años atrás la gente se moría muy vieja cumpliendo mucho más allá de los cien años, para no decir doscientos o trescientos, ¿por qué?, porque había motivos para seguir viviendo ¿mmm?, había motivos para seguir viviendo.

Fíjense que esto no es solamente para nosotros los cristianos católicos, es para todos, los árabes ¿verdad?, que son tan religiosos, ellos están siempre dentro de lo que creen y están buscando motivos para seguir, motivos, es decir, ¿para qué? ¿mmm?.

El otro día vi que un viejito, vamos a decir adulto-adulto, como decimos en el lenguaje nuestro, de ochenta y ocho años, ya no tenía más ningún familiar, fue, se presenta a un cuartel donde había militares y les dijo: yo ya no tengo ningún familiar, ¿no me podrían armar, digamos, poner en todo mi cuerpo bombas para ir y explotar en algún lugar que a ustedes les haga falta?, no tengo a nadie, tengo muchos años, nadie me cuida, no tengo a nadie pero quiero ser útil a mi patria, entonces llénenme de bombas que yo quiero ir a explotar en algún lugar para contribuir a la causa de mi patria, eso no lo haríamos nunca nosotros, porque a esa edad mucho menos nos da ganas de morir por la patria ni mucho menos ¿eh?, bueno.

Éste es el comienzo entonces de esta reflexión en este día, que no es tan simple ¿eh?, no es tan simple, porque como quien diría en la pampa: hay que poner toda la carne sobre el asador, toda, no quedarnos con nada porque no es lo ideal, entonces para que el Señor ponga en nosotros algo, su gracia, con el cántico número 20, a pesar de que a lo mejor algunos lo cantaron muchas veces ya pero cada vez que uno lo dice de nuevo aparecen, aparecen otras cosas en nuestra alma, le decimos aquí que el Señor ponga aceite en nuestra lámpara, que quiere decir: poné Señor, poné Señor gracia, tu gracia en mi vida, tu gracia en mi vida, ¿por qué?, porque yo quiero servirte con amor dice el cántico, a ver lo vamos a entonar: pon aceite en mi lámpara Señor…, entonces le hemos pedido al Señor que ponga aceite en nuestra lámpara, una lámpara si no tiene aceite no funciona, nosotros sin la gracia del Señor tampoco funcionamos porque somos como huérfanos ¿eh?, como huérfanos, lo decimos de nuevo pero sintiéndolo más, a ver: pon aceite en mi lámpara Señor…, ¿y para qué queremos que ponga aceite, que nos de su gracia?, y se lo decimos: Señor Jesús, tu eres mi guía…, y repetimos: pon aceite en mi lámpara Señor….

Cuando nosotros nos sentamos a comer decimos: que rica está la comida, vamos a comer esto, comemos, comemos, comemos y llego uno dice: no, suficiente, ya no como más, tengo basta por hoy y si quisiéramos seguir comiendo hay algo que en nuestro interior rechaza la comida porque ya hemos comido lo suficiente, bueno, así nos pasa también con todas las otras satisfacciones que podemos tener en la vida, el sexo, diversiones, de todo ¿eh?, llega un momento que dice: no, no, ya basta porque tengo que esperar, por ahora basta, pero en todas las cuestiones que se refieren a nuestro corazón nunca nos alcanzan, no, porque podemos estar llenitos, podemos haber comido muy bien, podemos haber tenido una buena relación íntima, podemos muchas cosas pero falta, ¿qué falta?, falta, falta, falta ese alimento que nos mantiene en pie, que está dentro de nosotros y que no se logra sentándose a una mesa o tomando el desayuno o lo que sea, es algo momentáneo, lo que puede quedar de eso es la relación entre las personas mientras se alimentan pero no nos alcanza, hay algo que está más allá de todo eso y ese algo que queremos que entre en nosotros hay que como pelearlo ¿no?, es decir llenarse de eso que queremos llenarnos ¿eh?, pero ocurre que a veces estamos enfermos, ocurre que estamos en una silla de ruedas, ocurre que tenemos un niño Down, ocurre que este hijo mío no, no funciona en esto porque le faltó oxígeno al nacer y entonces aparecen todos los problemas que todos tenemos y aquí vendría otro planteo, otra forma de pensar, que no es otra sino complementa la anterior, tenemos que pactar con la vida, a ver ¿qué es lo que tengo?, ¿qué es lo que tengo entre manos?, bueno, ¿qué hago con esto?.

No sé si ustedes conocen en el Norte o en el Sur o en los tiempos de Jesús o en cualquier momento la gente que siembra y lo que siembra es lo que le va a servir durante el año hace un cálculo, por ejemplo pone todas las espigas de maíz y cuenta los días que tiene que alcanzarle ese maíz, entonces hace todas fracciones para cada día hasta que llegue la próxima cosecha con ciertos ¿no es cierto?, períodos por las dudas ¿verdad?, es decir, eso es prever el futuro, entonces, cuento con esto, ¿cómo lo utilizo?, ¿qué hago?, bien. Y así pasa cuando no podemos más caminar, estoy en una silla de ruedas, podríamos sanarnos, podríamos pero mientras tanto estamos aquí, tenemos esto otro ¿mmm?.
Quisiera tener un novio dice una niña, que sea como mi príncipe azul, pero el príncipe azul ni verde llega, bueno, entonces quisiera esto, sí, pero y ¿cómo organizo?, entonces tengo que pactar con la vida, es decir ¿qué es lo que tengo entre manos?, esto, ¿qué es lo que necesito?, esto otro, pues bien, tengo que pensar que no puedo hacerme ilusiones de hacer un castillo de naipes porque se me va a venir abajo, entonces en base a lo que tengo, tengo que programar ese futuro e ir descubriendo mientras tanto qué otras cosas me hacen falta, es como una manera de ver qué posibilidades tengo de ser feliz a pesar de todo lo que me pasa.

Una mujer extraordinaria que vive en Inglaterra y desde chica se enteró que iba a estar toda su vida en silla de ruedas, entonces, es una mujer conocida, por lo menos para uno ¿no?, la hermana de un sacerdote jesuita famoso, Teilhard de Chardin ¿mmm?, bueno, esta mujer empezó a organizar una sociedad para la ayuda espiritual y material de todas las personas en esas condiciones, entonces con su silla iba de un lado, del otro, del otro, del otro, del otro, hasta que fue armando toda una organización que duró años y años, como cuarenta ¿no?, cuando su hermano, que era un sacerdote famoso que anduvo por todo el mundo ¿eh?, le dice a la hermana un día: mi querida, vos en silla de ruedas y yo que anduve por todo el mundo no sé quién habrá recorrido más lugares, como queriéndole decir: yo con mis piernas yendo y viniendo pero vos en tu silla de ruedas hiciste tantas cosas, pero tantas. Es decir, a eso llamo yo pactar con la vida, contar con lo que tenemos, qué podemos hacer con lo que tenemos, lo que sabemos, de lo que somos capaces, porque cada uno sabe de lo que es capaz ¿no es cierto?, bueno, y sobre eso empezar a edificar, para que no nos tome una edad adulta o adulta-adulta y nos encuentre con las manos vacías, los hijos se fueron porque se casaron, los nietos están empezando a hacer su vida y yo, a pesar de toda mi familia, vivo sola o vivo solo porque nadie me viene a ver, esa persona que está sola no pactó con la vida, no vio qué podía hacer, no ¿eh?, ¿ven?.

Bueno, entonces, con esta introducción, vamos a seguir por supuesto hablando,
porque el Evangelio de hoy como les decía no es tan simple de entender, pero si nos abrimos lo vamos a entender muy fácil. Para leer la palabra vamos a decirle al Señor que mande el Espíritu Santo para poder entender, a ver le decimos así: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es domingo 09 de Agosto, es el número 19 que se lee durante todo el año y además de ser el día del niño ¿no?, es el día de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, el Evangelio de Juan, capítulo 6 y las partecitas son del 41 al 52, veamos: “los judíos murmuraban, porque Jesús había dicho: Yo soy el pan que ha bajado del Cielo. Y decían: ¿y cómo puede ser esto, si nosotros conocemos a su papá y a su mamá, ¿no es cierto?. ¿No es Jesús, el hijo de José?. ¿Cómo puede decir que ha bajado del Cielo? . Nos detenemos un momento aquí para sacar el juguito necesario a esta parte, hay que pensar en Dios Padre en el comienzo de los tiempos creando todas las cosas, pero al mismo tiempo junto a Dios Padre estaba Jesús y estaba el Espíritu Santo ¿verdad?, llegado un momento en la historia de la humanidad Dios Padre decide ¿no? enviar a su Hijo para pagar todas las deudas que tenían los hombres, entonces envía a Jesús y es lo que nosotros conmemoramos para Navidad cuando nace el Niño, que es el Hijo de Dios y Dios mismo, es Dios hombre y Dios, Dios ¿mmm?, bien. Entonces dice Él: Yo soy el pan bajado del Cielo, claro, Él recuerda que el Padre lo envía a tomar forma en el corazón, en la panza, vamos a decir de la Virgen María, pero esa palabra: el pan bajado del Cielo, no es solamente referente a lo físico del pan, sino a todo lo que se va a desprender de eso, que son los Evangelios, es decir toda la vida que tuvo Jesús ¿verdad?, dice: pero cómo, ¿este dice que bajó del Cielo?, y nosotros conocemos, nació de María y José, no, este nos está engañando, entonces Jesús los ve, saben lo que están pensando y dice: no murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a Mí sino lo atrae el Padre que me envió. Ninguno de ustedes puede venir a mí dice Jesús si no los atrae el Padre, Dios Padre que me envía ¿eh?. Y Yo lo resucitaré en el último día . Ustedes dirán: ¿a qué hace referencia?, y muy simple, que cuando uno se muere el Señor lo lleva a su lado, no hay que esperar el juicio final dentro de miles de años, uno cerró los ojos y está en presencia del Señor, listo ¿eh?, Yo los resucitaré. Hace referencia eso y hace referencia que al final de los tiempos también resucita nuestro cuerpo, porque estamos manos, este cuerpo, estos ojos que tenemos al final de los tiempos también va a resucitar, no solamente el alma que ya empieza a tener, a estar al lado del Señor sino también nuestro cuerpo, bien. Está escrito en los Profetas , ¿quiénes eran los Profetas?, los Profetas eran los enviados de Dios Padre para decirle al pueblo judío dónde iba a nacer Jesús, todas estas cosas, por eso: serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a Mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza. El Padre le dijo: vivan como quieran nomás, sigan así muchachos, pero Yo les voy a enviar a Mi Hijo para pagar todas vuestras deudas, eso lo venían diciendo los Profetas, cientos de años antes del Nacimiento de Jesús, mil años antes del Nacimiento del Señor ya el Santo Profeta David decía, viendo todo lo que iba a pasar con Jesús, dice: han taladrado mis manos y mis pies y se pueden encontrar todos Mis huesos, mil años antes el Profeta David habla sobre cómo va a hacer todo esto ¿eh?, porque eso es un Profeta, el que se adelanta a su tiempo y dice lo que va a pasar, bien. Entonces: por supuesto que nadie ha visto al Padre , ¿por qué?, porque el Padre es Espíritu puro ¿eh?, el Creador de todo, uno piensa que es una Luz muy grande, otros piensan: claro, todos pensamos muchas cosas pero al Padre nadie lo vio, sí vemos a Jesús que vive un montón de años sobre la Tierra y predica, muere, resucita, etc., ¿mmm?, solo Aquél que ha venido de Dios ha visto al Padre, justamente Jesús si sale de Él. En verdad les digo: el que cree tiene vida eterna. Y vuelve a repetir: Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron el maná en el desierto pero murieron: aquí tienen el pan que baja del Cielo, para que lo coman y ya no mueran. Vamos a aclarar un poquito, Moisés, muchos siglos antes de Jesús está, Moisés junto con todos los judíos estaban prisioneros de Egipto y un buen día, porque Moisés había sido criado por la hija del faraón ¿no?, cuando mandaron a matar a todos los niños de una edad, no el de los inocentes, eso es otra cosa ¿eh?, entonces la madre de Moisés, lo pone en un cesto, lo… (se dio vuelta la cinta)…, quiere decir: salvado de las aguas, esa es la expresión en hebreo de Moisés, salvado de las aguas. Entonces, Moisés viene, se cría en la corte del rey, del faraón, pero un buen día, ya grande, ve todas las injusticias que estaba padeciendo su pueblo entonces saca un cuchillo, mata al egipcio que torturaba a uno de su raza y de ser el hijo, de la hija del Faraón, pasa a ser un perseguido por su pueblo, para su pueblo. Ahora bien, entonces ese Moisés es el que emprende el viaje hacia la tierra prometida a los judíos, pero tiene que pasar por el desierto y en el desierto no tienen agua, no tienen comida ¿eh?, entonces en un momento dado los judíos se revelan y dicen: pero Moisés, nos sacaste de Egipto para traernos a morir acá ¿mmm?, y él toca con su bastón una piedra, una piedra de Horeb y empieza a salir agua donde todos pueden sacarse la sed que tenían y cae por otra parte el maná del Cielo para alimentarse, que si ustedes le preguntan a cualquier persona entendida en estas cosas dice: sí, el maná es como una cosa dulce que parece un copo de nieve grande, no, nada que ver, el maná era nada más ni nada menos que codornices que viven en el desierto que al llegar la tarde cuando baja el sol, descienden, quedan en un lugar, llenan todos con su huevitos y después a la mañana parten, ese famoso maná que Moisés le da de comer a su gente son los huevos de las codornices. Porque somos grandes ya viste y entonces cuando uno dice: si, el maná es como un capullito blanco, de una forma de salir del paso ¿no?, no, más que era el maná, eran huevos de codornices, por eso el huevo de codorniz es el alimento más completo de todos los alimentos, bien. Por eso hace referencia aquí, dice: otros comieron el pan bajado del Cielo, se refería al huevo de codornices, pero murieron, pero ustedes no van a morir, porque hace referencia a que Jesús Él deja su propio Cuerpo en la Eucaristía ¿verdad?, ¿se dan cuenta?, ya voy a explicar más ¿eh?. Dice: el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que Yo daré es Mi Carne, y lo daré para la vida del mundo. Los judíos discutían entre sí: ¿cómo puede ser que éste quiere darnos a comer de su propia carne?”. Es decir, los judíos vemos claros que nunca entendieron un pito de nada sobre todo lo de Jesús, por eso llegado el momento cuando Él cumple 33 años lo crucifican ¿eh?, los judíos nunca entendieron nada, nunca, sino lo hubieran reconocido ¿verdad?. Todo esto que vamos a explicar más es palabra del Señor ¿eh?, te damos gracias y te alabamos Señor.

Bueno, vamos a hacer lo más sencillo posible, Dios Padre manda a Dios Hijo, Navidad nace Jesús, crece, predica, muere en una cruz, pero antes en la Última cena dice: Yo soy el pan bajado del Cielo, entonces parte el pan y se los da a comer, hagan esto en Mi conmemoración, cuando me recuerden coman Mi pan ¿eh?, toma un poco de vino ¿no es cierto?, y le dice: beban porque esta es Mi sangre ¿verdad?, a eso hace referencia Jesús cuando habla del pan bajado del Cielo, por eso Él da a comer su propio cuerpo. Cuando nosotros observamos la Eucaristía ahí tenemos realmente, realmente tenemos el Cuerpo de Jesús y en los lugares donde hacen las cosas bien, los cristianos comulgan no solo con la Eucaristía sino mojando en el vino para comulgar bajo las dos especies ¿eh?, carne y vino, su sangre ¿verdad?.

Ahora bien, la generosidad del Señor es tanta, tanta, ustedes conocen muy bien
que aquí quiso, se empezó dando Misas ¿verdad?, pero como hubo un problema de por medio de dinero se cortaron las Misas porque no había nada que sacar ¿mmm?, lamentablemente esa es la realidad y entonces el Señor propuso: Yo quiero que Mis hijos que vienen al Santuario, de alguna forma llenen su pancita ¿eh?, por eso se les empezó a dar a todos los que vienen torta o lo que sea, leche, café, etc., como una forma simbólica de que como no pueden tener Misa
también comulguen. Ya sé que algunos no les gustará pero es palabra del Señor ¿no?, ese es el asunto. Y ustedes dirán: y ahí n el Sagrario ¿qué es lo que hay?, ahí en el Sagrario hay algo único en el mundo, único, cuando uno dice único quiere decir que hay uno solo, bueno, el Señor una mañana que yo no podía ir a Misa a comulgar porque tenía otras cosas ¿no?, hace caer un pedazo de pan, cuadrado así, mientras dice: Yo soy el pan bajado del Cielo ¿verdad?, de ese pan solamente le he dado un pedacito al Obispo y otro pedacito para una señora y algunos de los que están cerca de mí, el resto se puso en el Sagrario, porque dijo Jesús: es un pedazo de Mi Cuerpo, estando tres señoras, algunas están presentes, sentadas en un banco volvió a caer otro pedazo a los dos meses también como el pan bajado del Cielo, que se guarda en el Sagrario, único lugar en el mundo donde el propio Jesús en persona nos regala dos pedazos de pan, que es su Cuerpo para que tengamos en el Sagrario, que es único en el mundo.

Ahora bien, es decir, el Señor nos ama tanto que Él siempre soluciona todos los problemas, ahora, quiere decir entonces que es como un mandato del Señor el comer de su Cuerpo, sí, claro, coman y no morirán, es decir, esa comunión ¿no es cierto?, no puede ser solamente simbólica, tiene que ser real, es por eso que a los matrimonios de segunda o tercera o más unión no se les permite comulgar y eso es motivo de enojo para Jesús, porque Él dice: Yo soy el pan bajado del Cielo y que no se haga diferencia con nadie porque todos tienen que comer Mi pan, Mi Cuerpo ¿eh?, entonces, que se les niegue a las personas por haber contraído segundas nupcias o terceras ¿no?, se les niegue la comunión, está muy mal visto por Jesús, porque Él quiere que su Cuerpo llegue a todos, no, comulguen simbólicamente como dicen, no, comulguen realmente ¿eh?.

Y a medida que pasan los años la Iglesia irá acomodando todas estas cosas pero Jesús aquí en los Mensajes que hace 14 años ya lo dijo ¿verdad?, y el que quiere comulgar porque está casado en segunda nupcias o tercera y no puede, por ese motivo, sin cargo de conciencia, yo me hago responsable de vuestra conciencia para que puedan comulgar, si en ese lugar no los dejan, vayan a otro lugar donde no los conocen pero no se priven de ese pan bajado del Cielo, el Señor quiere que todos comulguen; ustedes dirán: y si cometemos algo malo, ya les dije: yo me hago responsable de ustedes, totalmente responsable, si les gusta bien y sino también, yo me hago responsable porque el Señor lo dijo y lo que el Señor dice es palabra mayor, es palabra de Dios.

Así que ya lo saben Mis queridos, aquél que se siente mal por haberse equivocado una o dos veces en la vida y ha amado a otro hombre o a otra mujer, no tengan ningún temor en ir a tomar la Sagrada forma, es decir la comunión, sin cargos y acuérdense: esté yo vivo o muerto, yo me hago responsable de el acto que ustedes hacen, si hicieran algo malo yo tengo que pagar, no ustedes ¿mmm?, bajo mi responsabilidad háganlo y repito: si cuando muera tenga que pagar algo por eso lo pagaré yo, me hago responsable. No puede ser que eso que el Señor nos deja como su legado fundamental ¿no?, es decir su herencia maravillosa tenga que prohibirse muchos por haberse equivocado una o más veces de amado a otra persona, comulguen con tranquilidad porque yo soy responsable de eso. San Pablo dice que todo lo que la conciencia de uno dice es lo verdadero, cualquier hombre que opine en contra corre por su cuenta, uno resuelve las cosas en base a su propia conciencia.

Entonces, ese pan maravilloso bajado del Cielo pueden tomarlo en donde quieran bajo mi responsabilidad, no lo hagan con cargo ni se confiesen después porque han hecho eso, no, no lo hagan porque los van a retar ¿mmm?, bien.

Entonces, es hermoso pensar cómo el Señor nos ama tanto que no solamente pagó nuestras deudas de los hombres de todos los tiempos, de los actuales y de los futuros sino que además nos deja como herencia la posibilidad de comerlo y beberlo a Él y en este lugar en forma simbólica comiendo y bebiendo otras cosas ¿eh?, bien.

Tenía más que decir pero el Señor quiere hablar Él y lo vamos a dejar, me parece ¿no?, donde manda capitán no manda marinero pero, como todos los días de Oración Jesús quiere tomar la voz como hace 14 años todos los días, para darles el Mensaje que Él quiere darles, porque yo no los traje aquí, los trajo Él y en consecuencia Él les va a hablar, por eso yo humildemente digo: habla Señor que tu siervo escucha, habla Señor, estas palabras son un poco lentas a veces porque hay que hacer la traducción, por el idioma que habla Jesús, el idioma que hablaba con sus Discípulos en arameo ¿eh?, antiguo.

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Artemio quisiera hacer un paréntesis para decirles: hijos queridos, el que está hablando es Jesús, entiéndanlo para que lo escuchen con más atención, eso quería decir él pero se los dije Yo.

Quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

El tema de este día del Evangelio es complejo si se lo quiere ver así pero es muy simple, muy simple visto a los ojos del Señor, qué fácil es pensar, qué fácil es pensar: mi Dios y mi Señor no vivió en un tiempo, se fue y no me dejó nada, no, Yo dejé, desde la Última cena el que puedan comer Mi Cuerpo y beber Mi Sangre.

Ahora bien, las diversas costumbres de las distintas épocas, no los tres primeros siglos del Cristianismo donde la comunión era dada a todos pero desde el año 313 cuando la Iglesia pasa a estar bajo el ala del estado con el emperador Constantino en el año 313, desde ese momento, las costumbres se vuelven muy rígidas y se empiezan a hacer discriminaciones, Mis queridos, Yo les digo: quien ama de verdad no se equivoca, nunca, y hay un solo pecado y los demás derivan de ese, es ser tacaño, mezquino en el amor, no hay otro pecado. Cuando les llenan la cabeza de culpas y más culpas por tantas cosas no las escuchen, si no son mezquinos en el amor piensen que no cometen nada malo, claro, esto trae su consecuencia, el hombre que no es mezquino en el amor es justo, es humilde, es bueno, se sobreentiende que esto es así.

Ahora, tener en cuenta todas estas cosas porque a veces los hombres ponen piedras para que los cristianos no lleguen fácilmente a Mí y más aún, me ponen en las Iglesias en una cruz muerto, ensangrentado mientras que Yo soy alguien que está triunfante porque he resucitado entre los muertos y en consecuencia nada peor que presentarme clavado en una cruz, la cruz es necesaria porque es el símbolo del cristiano, porque allí Yo he demostrado cuánto los amé derramando Mi sangre por ustedes, pero Yo estuve seis horas en la cruz nada más,

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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