• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 08 de Agosto de 2009

¿Qué les dije días pasados?, no se puede poner vino nuevo en un envase viejo porque se pica, se pone agrio, no se puede poner la gracia del Señor en un corazón lleno de resentimiento y de odio, porque se pica también, se pone agrio, no sirve. Mensaje del 08 de Agosto de 2009

Habla Artemio:


Buenas tardes.

Como todas las cosas también esto lo comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Estamos todos acomodados ya, ahora nos quedamos quietos, cuando tengamos un Templo más grande vamos a estar más cómodos ¿no es cierto?, bueno, mientras tanto es lo que hay, todos tienen los cánticos, bueno, nos vamos al cántico número 15 y cuando empezamos a cantar que viva Cristo no quiere decir que de repente se nos antoja decir: bueno que viva alguien ¿no?, la cuestión es que, la cuestión fundamental es tener en cuenta que en todos los órdenes de nuestra vida, en todas las cosas que hacemos…, bueno, si nos quedamos quietos y nos callamos vamos a hacer muchas cosas, sino, bien, además está el piso para sentarse, no está tan alto pero se puede ¿eh?, bien.

Decíamos entonces que cuando decimos que viva Cristo no estamos en este momento haciendo un viva para cualquiera, estamos pensando que Él reine en nuestra vida en todo lo que tenemos, en todo lo que hacemos, en el mundo y en todo ¿eh?, entonces con 15 decimos: que viva Cristo…, a ver de nuevo: que viva Cristo….

Entonces empezamos de esta forma para que si en nosotros hay algo que no esté normal, es decir, si estamos como ansiosos, si estamos como distraídos o llenos de problemas o los dolores son muy fuertes, tratemos de no pensar en todas esas cosas. Hay que tener en cuenta que vamos a dedicar un tiempo al Señor ¿eh?, y cuando uno está en este tipo de cosas, cuando habla con el compañero como aquí a mi derecha ¿mmm?, uno pierde tiempo, se distrae, distrae a los que tiene cerca y además se pierde el hilo ¿eh?, ¿o ustedes comienzan a ver una película a la mitad?, empiezan desde el comienzo ¿no?, por eso, y mucho más si es que el Señor viene y nos dirige su Mensaje ¿mmm?. Entonces, hagamos un esfuercito, es el único día que tuve que insistir tres veces en esto, normalmente no pasa, porque todo el mundo toma conciencia que está en un Templo y en consecuencia tiene que estar en silencio escuchando sino, porque hay gente que a veces no puede estar en silencio porque está enferma, entonces se va afuera, debajo de las plantas, se oye bien de todos lados ¿eh?, no es por despreciar, noo, es para que se sientan más cómodos y yo también, bien.

Entonces, atendiendo lo que dijimos, pensando en ese Señor que tanto necesitamos para no ser huérfanos ¿eh?, pero uno se pregunta: ¿estaré en condiciones yo de escuchar la palabra del Señor?, porque a veces a uno le parece que la vida fue un montón de cosas medio desordenadas, medio como venga esto, pase lo otro, pongo acá, saco allá, pasa eso, pasa, el Señor nos tiene paciencia y nos espera, por supuesto, pero teniendo en cuenta el Evangelio que vamos a tener hoy tenemos que pensar como en este cántico número 25, buscarlo ¿mmm?, en ese cántico le decimos a Jesús que Él es el alfarero, ¿quién es un alfarero?, uno que modela barro, tierra y hace formas con esa tierra ¿no es cierto?, formas de personas o formas de cacharros, formas, bueno, eso es un alfarero, entonces le decimos al Señor que Él es nuestro alfarero, el que nos da la forma a nosotros, ¿qué forma?, la de personas creyentes cristianas. El 85 por ciento de los que estamos presentes aquí es la primera vez que está en un Templo, somos cristianos mis queridos, que pena ¿no?, 85 por ciento de los presentes es la primera vez que está en un Templo, no digo ni que esté mal ni que esté bien, no, no, no digo nada, digo nada más eso.

Entonces hay muchas cosas que tenemos que volverlas a pensar porque en una de esas somos como invitados de piedra acá al Templo y no entendemos un comino ¿cierto?, entonces por eso en ese cántico le decimos al Señor así con toda la humildad, con toda la humildad que tenemos reconociendo que bueno, que tenemos que empezar de nuevo en montones de cosas, por eso en este cántico decimos: tu eres el alfarero…, y ahora viene lo importante, fíjense ustedes: rompe mi cántaro, rompe mi copa…. Claro, el problema está en que, el problema reside en que le estamos diciendo a Jesús que si no están las cosas bien en nosotros ¿eh?, si las cosas no están bien le pedimos a Él que rompa nuestra copa, nuestra vida y la haga de nuevo.

Bueno, ya estamos acomodados ¿eh?, entonces ahora nos callamos un poquito, quinta vez que lo digo.

Al entonar de nuevo este tema nos vamos a dar cuenta también que hasta en las cosas más simples tenemos que todos los días aprender de nuevo, no podemos entrar en una asamblea y hacer un poco de ruido o desorden ¿no es cierto?, eso es normal o entonces para eso tenemos que llegar una hora o media antes ¿verdad?. Ven que en todo tenemos que empezar de nuevo, por eso le volvemos a decir al Señor: tu eres el alfarero…. A lo mejor cuando uno canta esto da la impresión de que el Señor estuviera como disgustado con nosotros, noo, nada de eso, Él tiene una paciencia muy grande y además nos espera, nos espera toda la vida si es necesario para que nosotros realmente le amemos como Él merece ser amado. Ustedes piensen como se ama a un padre, a una madre, piensen que a pesar de que el padre y la madre a veces bueno, no están a la altura del amor que uno les tiene porque se fueron, porque desaparecieron, porque pero son el padre y la madre no hay vuelta ¿no?, es decir en la panza de esa mujer uno estuvo nueve meses, ocho o siete, entonces la madre siempre es la madre y el padre también.

Entonces, ¿por qué el Señor nos espera y nos espera a veces, nos sigue detrás, delante, detrás, derecha e izquierda, arriba, abajo?, y por que Él fue nuestro Creador, es nuestro Padre, es nuestro hermano, nuestro compañero, nuestro compinche, es el que está siempre allí cerca nuestro, cuántas cosas que nos pasan, tal vez serían mil veces más tremendas, sin embargo no se puede quitar las leyes naturales y entonces nos pasa algo, bueno es propio de cómo nos va en la vida ¿no?, a cada uno le va de una manera, no hay dos vidas iguales porque no hay dos personas iguales ¿mmm?.

Entonces, empecemos a tener en cuenta esa relación nuestra con nuestro Papá ¿eh?, incluso hasta Jesús mismo cuando quiere hablarle a su Padre, cariñosamente le dice: Abba, Abba, tanto en arameo, el idioma que hablaba Jesús como en hebreo, el idioma de su pueblo, en los dos casos quiere decir: Papito, es decir un trato cariñoso ¿verdad?. Fíjense ustedes, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tres personas que sabemos que son distintas, es un solo Dios, sin embargo el trato del Padre y el Hijo siempre es un trato cariñoso, más aún, del trato del Padre y del Hijo, el amor que hay entre los dos, surge el Espíritu Santo, que es Dios también y es el amor entre el Padre y el Hijo. Como vemos hasta las cosas más simples dentro de la vida trascendente, es decir que está más allá de las cosas de todos los días, todo está sustentado, basado, amasado, herido por el amor siempre ¿eh?.

Entonces uno se hace a veces idea: uh, pero lo que hice yo es tremendo, seguramente no hay lugar, no hay espacio para mi en la vida porque hice tantas cosas, que se yo, no sé cuántos abortos, no sé cuántas injusticias, no sé cuánto, bueno, cuántas violaciones, me refiero a violaciones de conciencia ¿no?, las otras violaciones se encarga la justicia de poner a la sombra, es decir por un tiempo para que esa persona se corrija ¿no? y no sea un peligro para nosotros.
Pero me refiero a las violaciones de conciencia, y a veces los educadores o los padres podemos violar la conciencia de nuestros hijos o de nuestros alumnos, con palabras hirientes, con falta de cariño, con tantas cosas ¿eh?, porque las violaciones así físicas tal vez sean las menos importantes al lado de las violaciones psicológicas, es decir, de la mente ¿mmm?. Por ejemplo un papá que le da un golpe a su mamá el bebé lo ve, esa criatura mentalmente ha sido violada, ¿por qué?, porque su papá es su papá y la madre también son grandes, son enormes y de repente ese ser enorme que era papá ve que le golpea a la madre, eso es una violación también ¿eh?.

Cuidado con todas estas cosas porque nosotros creemos que los violadores están presos o si no los ponen presos, pero el drama está en que para los violadores de conciencia y de la mente de las criaturas ¿eh?, a lo mejor convivimos y nosotros mismos lo hacemos, tener cuidado con esto ¿no?, porque cómo nos lamentamos cuando vemos una violación por televisión y en última instancia es una violación física, difícil pero remediable tal vez, mientras que una violación psicológica no se remedia tan fácil ¿eh?. Cómo pedirle a un niño que vea a su papá golpeando a su mamá, que ese hombre le sirva de ejemplo, no, nunca ¿eh?, cuando ese chico crezca, a medida que crece lo mira a su padre y piensa: no, no se lo dice pero por dentro dice: no, no me servís como ejemplo, vos sos mi papá pero ¿qué le hiciste a mamá? ¿eh?, no es que no te perdone sino que tu imagen se me cayó allá en el piso, ya no me sirve como ejemplo ¿no?.

Por eso, como ustedes ven todas las cosas tienen que ubicarse y el Señor nos espera en todo porque es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, todo, bien.

Ese, entonces, el alfarero, que puede romper todo lo que tengo y hacerlo de nuevo, pero eso no es tan fácil, sí, es fácil porque es trabajo del Señor, en un instante puede hacerse todo, es cuestión de lo que vamos a ver en la palabra de hoy y para llegar a entender esta palabra ¿mmm?, cuando Jesús dice: Yo soy el pan bajado del Cielo, hace referencia sí a la Sagrada forma, es decir a la Eucaristía pero hace referencia también a la palabra que está contenida en los Evangelios, el pan bajado del Cielo, ¿qué hace uno con el pan?, se alimenta, ¿qué hace uno con la palabra de Dios?, se alimenta, ¿para qué?, para crecer, ¿en qué sentido?, con el pan de trigo crecemos físicamente, con el pan espiritual crecemos espiritualmente y a eso va a apuntar nuestra palabra de hoy.
Pero para estar a tono con ella decimos así con mucho fervor: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ve, ven, acércate a mí….

Hoy sábado 08 de Agosto, el Santo de este día es Santo Domingo de Guzmán, es el fundador de la orden de los dominicos, que hay un Templo en Córdoba, en todas las ciudades. Los dominicos fueron famosos porque desde hace muchos siglos tienen vigencia dentro de la Santa Madre Iglesia y fueron famosos a veces por cosas no tan buenas porque a los dominicos se le encargó la inquisición, donde para velar por la doctrina cristiana, a cualquiera que no creyera se lo mataba, se lo quemaba vivo, así de simple, no tiene nada que ver Santo Domingo pero digo que la orden que fundó fue la que se encargó de la inquisición ¿mmm?, que duró más de seis siglos dentro de la Iglesia ¿eh?, donde todo aquél que no pensaba igual se lo quemaba y con todo el amor del mundo ¿no?, se quemaba a la gente, que cosa seria ¿verdad?, en nombre de Dios te doy un golpe en la cabeza y te mato, ¿ustedes lo entienden?, yo no, y durante seis siglos pasó, 600 años, que duro ¿no?, la verdad que sí.

Es por que cuando Jesús habla de la Ciudad de Dios ¿no?, de esa Ciudad nueva que vamos a tener es para que cosas como la inquisición u otros errores terribles no vuelvan nunca más a cometerse, para que en esa Ciudad de Dios se aprenda a vivir como cristianos ¿verdad?, porque parece que en estos dos mil años hemos vivido, no sé si mal o bien, la verdad que de cristiano tuvimos bastante poco.

El Evangelio de hoy es de San Mateo, 17, 14-19, capítulo 17 y los versículos, las partecitas de 14 a 19. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén, bien. Veamos: “cuando volvieron donde estaba la gente , porque se habían retirado a rezar Jesús y los Discípulos, se acercó un hombre a Jesús y se arrodilló ante Él. Le dijo: Señor, ten piedad de mí, Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y su estado es lastimoso. A menudo se nos cae al fuego, y otras veces al agua. Lo he llevado a tus Discípulos, pero no han podido curarlo. Jesús respondió: qué generación tan incrédula y malvada. ¿Hasta cuándo estaré entre ustedes?. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos?. Tráiganme acá a ese epiléptico. En seguida Jesús dio una orden al demonio, que salió, y desde ese momento el niño quedó sano. Entonces los Discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron en privado: ¿por qué nosotros no pudimos echar a ese demonio?”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Si nosotros observamos todas las cosas que hicimos y que pasaron desde que empezamos a las cinco van a ver que todas son para ilustrar este Evangelio ¿no?, razonen y piensen, bien.

Entonces, el problema está por aquí, regresa Jesús y se encuentra con que un hombre le dijo: mirá, tené piedad, mirá mi hijo como está, es epiléptico, se cae en el fuego, en el agua, se destroza pobrecito, pero Jesús se dio cuenta enseguida que lo que el chico tenía no era epilepsia, porque hay muchas enfermedades nerviosas que no son enfermedades nerviosas y que los médicos a veces la tratan como enfermedades nerviosas y que son justamente problemas del demonio, uno se da cuenta enseguida cuando el que está con un estado así de desmayos y otras cosas uno tiene que distinguir, esto es enfermedad o esto es demonio.

Entonces, por qué este hombre le pide a Jesús que tenga compasión, la palabra compasión está formada por dos, con junto y pasión sentir, que quiere decir sentir junto, entonces el hombre le dice a Jesús: sentí lo que siento yo, tené compasión, mi hijo es epiléptico, yo vine donde estaban tus Apóstoles y ellos no lo curaron ¿mmm?, entonces a Jesús le sale el Jesús que tiene adentro ¿no?, como se nos sale a cualquiera porque Jesús como todos además de Dios era hombre, dice: pero ¿qué pasa?, ¿hasta cuándo tengo que soportar todo esto?, ¿a qué hace referencia Jesús?, a que sus Discípulos no tenían fe suficiente como para curar al enfermo, que tal vez no se habían dado cuenta de que no era epilepsia sino el demonio.

Ahora, tenemos que pensar también que los Apóstoles todavía no habían recibido el Espíritu Santo, entonces era gente muy ignorante, la mayoría de ellos analfabetos, no entendían las cosas, no entendían y sobre todo no tenían fe suficiente. Fijate vos esto, esos Apóstoles habían visto cómo Jesús había transformado el agua en vino en las Bodas de Caná de Galilea, habían visto que Lázaro resucitó, volvió a la vida, habían visto montones de milagros, sin embargo no creían lo suficiente ¿mmm?, no creían, por eso se queja Jesús, dice: pero ¿hasta cuándo voy a tener que soportar tan poca fe?, porque suponete, si yo con una persona no tengo nada que ver y no le creo, bueno, allá, pero si yo sigo a alguien y digo que le creo y no tengo fe entonces no tengo ningún pretexto para poner ¿eh?, o le tengo o no le tengo, si le tengo creo y si no tengo me quedo en el molde, voy a otro lado, así de simple. Entonces Jesús dice: ¿hasta cuándo tengo que soportarlos así? ¿eh?.

Este Evangelio es más largo, habla también de si tuvieran fe como un granito de mostaza le dirían a esta montaña que se cambie de lugar y la montaña se cambiaría, no es así la cuestión, Jesús siempre hace comparaciones ¿verdad?, no quiere decir que la montaña se cambie de lugar, pueden ocurrir cosas preciosísimas pero no hay necesidad que una montaña se cambie de lugar ¿eh?, son comparaciones que hace el Señor. Si tuvieras fe como un granito de mostaza le diría a esta montaña que se cambie, comparaciones, Jesús hablaba siempre haciendo comparaciones para que la gente entendiera.

Entonces, la posición de los Apóstoles en el Evangelio de hoy ¿no es muchas veces nuestra posición?, nuestra fe no nos alcanza para la mayoría de las cosas, porque hay que pensar esto, si una persona está muy enferma tal vez no pueda disponer de mucha fe, pero tiene cerca a sus familiares que pueden tener fe por él ¿eh?, cuántas veces traen una foto y dicen: éste es mi papá o ésta es mi mamá, yo quiero que el Seño la sane ¿mmm?, es decir, la fe no solamente es de la persona sino de quien le rodea. Es el caso de una criaturita pequeña que no sabe absolutamente nada, sin embargo la madre o el padre tienen fe ¿mmm?.

¿Y qué es tener fe?, digo yo, la fe siempre es un regalo del Señor pero uno puede hacer las cosas de una manera para que el Señor cada día nos regale más fe de la que tenemos ¿eh?. Además, hay un lindo proverbio que dice: que la necesidad hace el talento, es decir, si yo tengo a alguien que está muy enfermo y veo que los médicos no pueden, porque uno se da cuenta enseguida ¿no? cuando los médicos no pueden, entonces, esa necesidad de que ese familiar se sane tiene que partir tal vez de los que tienen cerca, porque él tal vez no tenga fuerza para tener la fe necesaria.

Todo el Evangelio de hoy gira alrededor del problema de la fe, todo gira alrededor del problema de la fe, si no tenemos fe es inútil todo lo demás y esa fe que nosotros tenemos tiene que tener sus grados, no es lo mismo pedirle al Señor que le haga la gracia de hacerle pasar el dolor de cabeza, salvo que tenga un cáncer ahí dentro ¿no?, no es lo mismo pedirle al Señor por un dolor de cabeza o un dolor de muela, que pedirle por un cáncer, una leucemia o no sé, o una epilepsia o algo muy grave. Es decir, la fe en lo que necesitamos tiene que estar proporcionada en base a la gravedad de lo que estamos pidiendo ¿verdad?, no podemos decir: si, tengo ganas de sanarme el cáncer, y sí porque es medio jodido el cáncer entonces quiero sanarme, no ¿cierto?, es una cosa muy seria ¿mmm?.

Entonces, cómo es, el planteo es éste, de todos los que estamos acá: ¿cómo es nuestra fe?, habría que preguntárselo, yo no lo puedo hacer porque es un problema de cada uno, cada hombre es único, totalmente único, nada, nadie es igual a otro. Por eso, cada uno tendrá que preguntarse en su interior: ¿cómo es grande mi fe?, ¿cómo es grande?, y si noto que es chiquita tendré que decirle al Señor: mirá, yo no sé, pero si vos regalás esto che, regálame un poco o dame lo suficiente porque la estoy necesitando por todo lo que pasa.

Porque hay fe que se nota de lejos ¿eh?, que no hace falta decir nada y hay otras que no, no pasa eso, piensen en la mujer que tenía, en la mujer que tenía flujo desde hacía tantísimos años y ella dijo: va a ser muy difícil que yo hable con el Señor, muy difícil, pero si puedo tocarle siquiera el borde de su manto yo me voy a sanar ¿eh?. Ahora bien, entre toda la multitud que había la mujer se acerca, le toca el borde y se aleja sanada, entonces Jesús dice: ¿quién me tocó?, los Discípulos que estaban cerca dice: Señor, hay un montón de gente, todos te están tocando, no, no, no dice Jesús pero Yo sentí que algo salió de Mí ¿eh?, Yo sentí que algo salió de Mí. Entonces al rato tratan de encontrar a la mujer ésta que le había tocado el manto y cuando la encuentran, la llevan delante de Jesús, dice: éste a es la mujer que te tocó, Jesús la mira, ella estaba toda compungida, es decir, preocupada, porque no es fácil estar delante del Señor ¿no?, y entonces ella quiso como disculparse, Jesús la mira y le dice: la verdad es que no he visto una fe tan grande en todo Israel ¿eh?, ella dijo: si yo puedo tocarle nada más que el manto, ni siquiera su mirada, ni siquiera su palabra, nada ¿mmm?, y ella se sana, ella se va, el Señor la mira y repite lo que les dije: no he visto una fe igual en todo Israel.

Bueno, los Discípulos habían visto este tipo de cosas sin embargo cuando se acerca el epiléptico del Evangelio de hoy no le sacan el demonio, no se lo pueden sacar, ¿por qué?, porque ni ellos mismos creían que podían hacerlo, ni ellos mismos ¿eh? ¿verdad?.

Es decir, les dije recién que todo el Evangelio gira alrededor de la fe, el Evangelio de hoy, entonces el Evangelio de cada día no es para recitar la palabra y todo se terminó, es para sacar una conclusión, es decir, para qué me sirve esto que hemos leído, porque Jesús no se cansa nunca de decir: Yo quiero ser eficaz en vuestras vidas, es decir quiero servir, quiero servirles, quiero servirles, entonces uno se pregunta y se responde: ¿hasta qué punto yo le permito al Señor que sea eficaz en mi vida y realmente me de lo que necesito?, ¿hasta qué punto?.

Por ejemplo, si uno leyera los Mensajes que el Señor viene dando desde hace 14 años el 11 de Marzo ¿no?, si uno leyera los Mensajes o algunos nomás, sabría por ejemplo que la Virgen María dijo: solamente con levantar el tubo y marcar el número… (se dio vuelta la cinta)…, lo que ustedes buscan y a propósito de eso hay lugares desde Alaska hasta Tierra del Fuego y Europa donde a una hora determina tratan de que coincida, por la diferencia de horario, con nuestro horario y entonces ponen en internet todas las cosas que hay y todos se reúnen con esa finalidad. Bueno, además la Virgen dijo: el que entra en este lugar, no hablemos del Templo porque ésta es su Casa con la de su Hijo ¿no?, porque ellos acamparon aquí hace 14 años, sino solamente entrando por el portoncito es suficiente, ya está, si uno tiene fe, lo que vino a buscar ya lo tiene si no lo conseguís entonces hay que revisar cómo es de grande o de chiquita tu fe.
Porque muchas veces confundimos fe ¿no es cierto?, con una especie de trueque: te doy tres Ave Marías por este dolor de muelas, eso es como ir a comprar al kiosco un kilo de yerba, tres Ave Marías entonces yo te pago con esto, vos me sacás el dolor de muela, no, eso está mal ¿no?.

Y además si el Señor es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero ¿verdad?, cómo vamos a tratar a un amigo así, o ustedes cuando van a ver a un amigo le dicen: che vengo a buscar tal cosa, dame tal, conversan con él y los amigos verdaderos se dan cuenta sin que uno les diga qué es lo que necesitan ¿verdad? y se lo dan ¿verdad?, pero lo que dijimos recién es un trueque, te doy para que me des o me voy a portar bien un tiempo en esto y no voy a robar en el peso, no voy a mirar tantas cosas que no debo mirar y así, no, no, eso es un trueque, es decir te doy, me das, me das, te doy ¿mmm?, vos si me sanás de esto yo prometo ir a pie no sé a qué Santuario, eso mis queridos es ignorar mucho de nuestra relación con el Señor, ¿Él que dice al respecto?, hay un Cd que habla sobre esto, que dice: cuando uno le pide algo a Él ¿eh?, tiene que estar convencido de que ya se lo concedió ¿verdad?, ya está, listo, no hace falta repetírselo mañana ¿eh?. Por eso, algunos dicen: sí, pero yo tengo que hacerme las quimio, los rayos, tengo que seguir yendo del médico, los milagros, los milagros pueden hacerse de forma inmediata o también tienen un proceso, porque los médicos también tienen que decir su palabra, no aceptan tan fácilmente que alguien de un día para otro se le borre la mancha del pulmón o se le borre la mancha del hígado o qué se yo, no, dice: se ve que la máquina no andaba bien ¿eh?, pero lamentablemente cuando los médicos dicen así el que se sanó no dice: no, no es la máquina que no anduvo bien, es la fe que yo tengo en mi Dios y mi Señor el que me sanó, ¿quién es el valiente de decirle al médico eso?, o tienen miedo de que después no los trate bien porque le dijo esa mancha que me desapareció del hígado lo hizo mi Dios y mi Señor, yo le agradezco por todo lo que usted hace por mí y yo personalmente tengo la costumbre de bendecir las manos de todos los médicos que se cruzan conmigo ¿mmm?, pero no olvidemos, la medicina está en un nivel, Dios está en otro nivel ¿eh?.

Entonces, hay que ser lo suficientemente valiente como para decir: sí doctor, usted dice que me desapareció el cáncer que tenía pero no es porque la máquina andaba mal y en ocho días la máquina ya bueno, la máquina que usa, cualquiera, en ocho días se borró la mancha, se ve que la máquina no funcionó bien, no doctor, ocurre que mi Dios y mi Señor tuvo compasión de mi y me sacó el cáncer ¿mmm?.

O bien como algunas personas, que aquí hay presentes que yo conozco ¿no?, una vez operados de cáncer dijeron: no, yo rayos, yo quimio, no, por favor, a mí me sanó el Señor y se terminó y listo. Si yo estoy en tratativas con la quimio y los rayos y porque el médico quiere, es mitad creer y mitad no ¿eh?, cada uno haga lo que su conciencia le dice ¿verdad? pero yo conozco a mucha gente que dijo: noo, ni quimio, ni rayos, a mí me sana el Señor, me sana el Agua Sagrada de la Virgen y se terminó ¿eh?. Incluso hasta sacerdotes mismos dicen: no, hágase la quimio, hágase los rayos, ta, ta, ta, no, el Señor me sanó, ya está, listo y viven de acuerdo a esa creencia completa, total ¿eh?, esa confianza: Señor, si vos me creaste a tu imagen y semejanza vos no hacés porquerías, me has hecho una persona que si está echa a imagen y semejanza tuya quiere decir que soy un pequeño diosito, soy tu obra y en consecuencia esta obra que vos hiciste está fallando una partecita, sánamela Señor, sánamela. Eso no quiere decir que el Señor no nos hable a través del médico, de todos los paramédicos, de los medicamentos y de todo, el Señor nos habla a través de todas las cosas, sí señor, pero tenemos que tener la confianza grande, total y completa en Él y duplicar, triplicar o no sé cuánto esa confianza de acuerdo a la gravedad que uno tenga, a mayor gravedad del problema mayor fe o confianza en el Señor.

Señor, vos no me podés dejar así, necesito Jesús, pensá en mis hijos, pensá Señor en todos los que dependen de mí, dale Señor, necesito que me sanes, entonces esa sinceridad y ese digamos, esa sumisión así: necesito Señor, como algunos que dicen: yo quiero esto, mirá, ni siquiera al gerente de un banco le vas a pedir de prepo un crédito, ¿cómo le vas a pedir la salud al Señor de prepo? ¿mmm?, ¿o vas a pedir un crédito con una puteada?, no, lo vas a pedir con buena educación, bueno, entonces ¿por qué así? ¿mmm?.

El tema de la fe es muy importante pero nadie tiene que medirse tanto, ¿cómo
será grande mi fe?, no sé, pero vos sí sabés Señor, yo no sé si es mucha o es poca pero si yo trato de ver por tus ojos Señor, hablar con tu voz, caminar con tus piernas, etc., ¿no?, entonces quiere decir que lo mío está grandecito ¿no?, pero no, no conviene medirla, porque parecería como si uno estuviera ahí analizando lo que el Señor le regaló, porque siempre la fe es un regalo del Señor, eso no quita que todos los días uno puede acrecentar eso, ¿o acaso no decimos que más conocemos algo más lo amamos?, ¿o no pasa así con las parejas?, ¿se conocen y al día siguiente se casan?, no, en estos meses nos vamos a conocer a ver cómo van las cosas ¿verdad?, ya no, vamos a ver cómo va esto, si nos entendemos o no nos entendemos.

Por eso, en un comienzo les dije que había muchas enfermedades nerviosas que eran tomadas por enfermedades nerviosas y que era una consecuencia de posesión del demonio, el demonio tiene muchas formas de actuar en uno, puede ser por obsesión, puede ser por posesión, puede ser por infección y otras formas más ¿no?. Es decir, ustedes vieron a veces que hay personas dañinas y van a un lugar y parecería que todo queda mal hasta las plantas se marchitan che, eso es tener infección demoníaca, la posesión se nota fácil a través de ataques de los más diversos y la obsesión es creer que uno se le tiene el demonio y nunca nadie se lo puede sacar, hay personas aquí en la Capilla que me dicen: porque hace 22 años a mí una curandera me ató no sé qué le ató, ya pueden imaginarse, bueno, me ató eso y nunca más, ya escucharon, 22 años che, que fuerza la curandera, la verdad que como para tenerla en cuenta esa curandera lo bien que ata, bueno, perdonen.

Ahora, no, no podemos, eso es tener obsesión demoníaca ¿no?, no despacio, tanto no, tanto no, ahora bien, ustedes dirán: ¿siempre la posesión del demonio se manifiesta así con gritos, palabras gruesas y que se yo, tipo el exorcista?, porque cuando uno ve el exorcista cree que ahí está todo dicho respecto al demonio, al lado de las cosas que se vieron aquí en la Capilla y el que vi en otros lados es el cuento de caperucita roja de tan simple, al lado de las cosas que se ven ¿eh?, no nos engañemos, uh, se pegan unos sustos tremendos al ver esa película, no es nada eso, es una historia para contarle a los chicos de tan simple, mientras que las posesiones son muy serias y sino algunos de mis servidores pueden mostrarle las cicatrices de las mordeduras y de los arañazos de algunos endemoniados, están presentes, que les muestren las cicatrices de las mordeduras ¿no?, bueno para que vean que no es tan fácil la cosa.

Ahora bien, entonces les decía, que cuando una persona tiene un carácter feo por ejemplo, como decimos comúnmente un carácter podrido ¿no es cierto?, bueno, el demonio se filtra muy fácilmente en un carácter así, muy, muy fácilmente, cuando uno es egoísta y maldito ¿no es cierto?, que te mueras le dice al otro ¿no es cierto?, con esa ganas de que el otro se muera, en esos momentos el demonio aprovecha para meterse en uno ¿eh?, el problema es cuando se mete pero el problema después es sacarlo ¿no?, hay que encontrar que alguien lo sepa sacar, porque que yo sepa en el país por ejemplo hay dos sacerdotes ancianitos que los sacan, bueno y algunos más ¿no?.

Bueno, entonces, hay que cuidarse de esos actos de egoísmos que a veces uno tiene, vos podés creer que un hombre que golpea a su mujer ¿no tiene dentro el demonio? ¿eh?, vamos, y los miro a todos para que nadie se sienta aludido, pero acá dentro hay 12 personas que golpearon a sus mujeres, hay 4 que todavía lo hace, el resto dejó porque ya viste no tiene tanta fuerza porque la mujer se sabe defender también, bueno.

Entonces, no digamos, uh, nosotros no, vamos che, entonces vos no creés que cuando le estás pegando a alguien que amás o bien cuando está embarazada una persona tirarla al suelo, patearla como yo he visto, eso ¿no es tener el demonio adentro?, despacio chicos ¿eh?, hay que cuidarse, uno cree que los demonios son como los del exorcista, le sale espuma verde y otra cosa por el estilo, no, cualquier cosita que no hagamos bien, por ejemplo ser ladín, ser mentiroso, chamuyero, todas esas cosas son especiales para dejar filtrar el demonio, ser deshonesto, ser infiel por ejemplo, decir: no mi amor, cómo yo te voy a fallar, cómo voy a ir a visitar otra mujer, nunca, te lo juro por mis hijos ¿no?, y el otro todavía tiene el perfume de la otra mujer que dejó hace un rato.

Entonces, ¿no creen ustedes por ventura que allí está presente pero muy presente el demonio? ¿mmm?, por eso, cuidado ¿no?, porque con qué facilidad a veces se jura por los hijos o por cualquiera, si tu palabra es creíble el no es no y el sí es sí y se terminó, no hace falta: te lo juro por, no, vamos che, vamos ¿eh?, no, es decir, bueno ustedes dirán: pero ¿si a mi ya no me gusta?, bueno, hacé otra vida, pero no andes haciendo tramoyas ¿no?, porque la infidelidad, decir que te amo cuando no te amo, decir que te soy fiel cuando no te lo soy, todas esas cosas atraen especialmente al maligno que se filtra como no te podés imaginar y cuando lo tenés adentro él empieza a manifestarse de muy diversas maneras ¿no?, y también por supuesto en la mala salud ¿verdad?, cuántas personas hay que odian, son egoístas, soberbias ¿no?, que es fruto de tener dentro de sí manifestaciones del demonio, algunos más fuertes, otros menos, pero eso a la corta o a la larga termina en enfermedad o la falta de perdón por ejemplo: ah, yo no le voy a perdonar, porque la chanchada que me hizo es muy grande, bueno sí pero ¿toda la vida vas a llevar ese rencor? ¿mmm?.

Por ejemplo, acá dentro, no miro a nadie, miro abajo, por ejemplo acá entro hay 18 personas, 4 varones, el resto mujeres que han sido violados, físicamente ¿eh?, de los psíquicamente hay muchos más, bueno, no quieren perdonar, para nada y lo tienen en su alma como todo el recelo, la bronca, el odio acumulado ¿eh?, yo te invito a perdonar, por una razón muy simple, porque vas a terminar enfermo o enferma, el odio, la soberbia y todas esas broncas y esas cosas hacen tanto daño al hombre que termina uno somatizando todo eso, somatizar quiere decir: enviar al cuerpo las cosas que uno tiene en la cabeza y que están demás ¿mmm?.
Por ejemplo, si nosotros no podemos ser felices, si cuando nos engendraron no fuimos deseados sino que vinimos por casualidad, porque el preservativo se rompió ¿no es cierto?, ese chico nace pero no como un ser deseado y lo va a llevar de por vida un ser que vino porque vino nomás, de casualidad ¿eh?, no, si vos estás diciendo: no, nosotros esperábamos un hijo, llegó y esta

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