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Mensaje del 26 de Julio de 2009

Hoy vieron que los Apóstoles no creían y estaban preocupados porque los panes y los peces no alcanzaban para todos, ¿no les puede pasar a ustedes tal vez lo mismo cuando piensan que Mi amor no alcanza para sanar todo lo que ustedes tienen?, cuidado Mis queridos, porque hay dos planos en donde uno vive, el plano de todos los días donde uno razona y el plano del Señor donde las cosas se creen, no se razonan, así de simple es.

Mensaje del 26 de Julio de 2009

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Tienen todos el librito de los cánticos, buscan número 15 y aunque lo hayan cantado eso muchas veces hoy lo van a cantar de otra forma ¿eh?, pensando que primero nos callamos todos la boca ¿no es cierto?, porque estamos en el Templo, ya nos hemos acomodado, estamos bien, estamos en presencia del Señor en el Sagrario y cuando hacemos algún ruido trataremos de cuidar porque al Señor le gusta cuando uno lo está atendiendo a Él, que anda haciendo otras cosas, por eso apagan los celulares porque intercepta el micrófono ¿saben?, bueno, entonces el número 15 tienen todos, le decimos al Señor con todas nuestras ganas, con toda nuestra fuerza pero distinto a como lo hicimos siempre pensando que estamos queriendo decirle al Señor que Él tiene que estar con nosotros, triunfar con nosotros, porque si nosotros no tenemos fe o venimos a perder el tiempo o venimos por curiosos o venimos no sé por qué, la redención de Jesús fracasa en nosotros, no le damos lugar para que entre, es un problema ese ¿no?, que pena, el Señor viene a vernos porque Él nos trajo y como no lo dejamos entrar su redención, su trabajo que iba a hacer con nosotros no lo hace porque no se lo permitimos ¿eh?.

El Evangelio de la otra semana decía que se retiró de su tierra sin hacer ningún milagro porque la gente no tenía fe, qué lástima dijo: me voy de estos lugares sin hacer ningún milagro porque la gente no tiene fe, entonces pensar esto cuando decimos ahora en el cántico 15 ¿no?, pensar cuando decimos: que viva Cristo, estamos diciendo que esté triunfante aquí entre nosotros como es que así está, no está en una cruz, no está, las cruces nos recuerdan su crucifixión pero Él está vivo y está triunfante entre nosotros, entonces a ver si le damos el lugar que Él quiere ocupar en nuestra vida ¿eh?, cada vez que uno viene al Templo piense: no hay dos veces que sea igual, hoy veo que la mayoría son nuevos, la primer vez que vienen pero los que ya estuvieron alguna vez piensen: que cada vez que vienen es única, ¿por qué?, porque nosotros estamos distintos a como estábamos la última vez que estuvimos, estamos diferentes, nada se repite, lo que pasó hace un momento ya no vuelve a ocurrir, ya no vuelve a ocurrir.

Por eso, cada vez que decimos o cantamos esto lo hacemos con una gran devoción y un fervor grande porque dice la Sagrada Escritura que los labios rebozan lo que sale del corazón, por eso decimos entonces con ganas: que viva Cristo…. Vieron como uno siente que está como diciéndole al Señor y diciéndose uno mismo: yo quiero que estés conmigo Señor, reinando dentro de mí, de mi corazón, de mi vida, de mis cosas y atendiendo aquello de que, porque he visto algún rostro que decía: pero yo puedo por las cosas que hago, las cosas que siento, las cosas que tengo entre manos, piensen: somos hijos del Señor y nos pase en la vida lo que nos pase, nos vaya como nos vaya, somos hijos de Él y que yo sepa Él nunca hizo ni nace porquerías, nos hizo personas, con todo lo que tenemos dentro de nosotros, lo que falta es un reconocimiento nada más, vos sos Mi Papá, me creaste y en consecuencia yo te doy las gracias por ser como soy, porque esto que soy vos lo hiciste, pero ¿y las cosas medio jodidita que uno se mandó por ahí?, para la Misericordia del Señor hay un solo pecado, que es ser mezquino y tacaño en el amor, no hay otra cosa que esté mal y si hay otra cosa que esté mal es justamente eso, el negarse al amor. Y cuando pasemos al otro lado como lo he vivido yo dos veces, lo que se nos pregunta es: ¿cuánto amaste?, ese es el recibimiento que uno tiene del otro lado, ni con quién, ni de qué forma, ni si a través del tiempo, nada, nada, cuánto, el problema es cuánto y además el amor tiene en sí mismo su plenitud y si hay algo que no es correcto dentro del amor que sentimos esperemos que la Misericordia del Señor la transforme en bueno todo lo que podemos sentir, sintiéndonos sus hijos, somos creados a su imagen y semejanza; y vos dirás: entonces si, pero yo he robado mucho, he robado la alegría de vivir a mi familia, a mi esposa, a mis hijos, he robado, bueno pero el Señor está mirando tu persona, no está mirando tus dedos largos de ratero ¿mmm?, está mirado tu persona, Él te creó a su imagen y semejanza y sos un pequeño diosito entonces no hay ninguna excusa para decir: y no, yo, nada, yo como persona soy todo para Él y siendo que con los dedos largos agarrando algo que no es mío, digo eso como cualquier cosa, pensemos que Él, incluso antes que lo hiciéramos, ya lo perdonó.

Hay algo que justamente cuando llego miro todos los rostros, porque a veces hay muchos que tienen como cargos de conciencia, ¿por qué?, por una razón muy simple, nos fueron metiendo a lo largo de la vida culpa, hiciste esto, sos culpable, pecado, dolor, nunca más, ese no es Jesús, ese es un hombre que está fuera de foco que te dijo eso, sea sacerdote, pastor, monje o lo que se te ocurra, Jesús es amor, Él es amor en consecuencia nunca puede usar esas palabras ni con vos ni con nadie.

Están mis queridos en el Templo de la Misericordia, a olvidarse de lo que
llamaron pecados o culpas o que se yo que otras cosas, se terminó todo eso ¿eh?, en la vida de cada uno, porque a medida que pasó el tiempo nos fueron metiendo tantas ideas en la cabeza que al último ni vivimos nosotros por escuchar a muchos que querían tal vez amargarnos la vida ¿verdad?, Jesús es amor, si no dijéramos esto estaríamos faltando totalmente en el Templo de la Misericordia.

Ustedes saben que estas palabras y estos Mensajes que el Señor desde hace 14 años, toda una vida, está dando en este lugar, lo mismo que su Mamá, primero comenzó con estos Mensajes, justamente esta mañana mientras grabábamos Mensajes me decía que comenzó a dárselos a Santa Faustina desde el año 30, 1930, hasta el año 37, porque al tiempito Faustina murió y esos Mensajes que interrumpió ahí con Santa Faustina los continua en este lugar, los continua en este lugar, todos los días desde hace 14 años, por si acaso no lo sabían ¿eh?, esos Mensajes se pueden encontrar en libros o se pueden encontrar en internet ¿eh?, si todos los hijos de ustedes saben manejar perfectamente las computadoras para sacar Mensajes de internet, no digo todos porque son miles y miles de hojas pero sobre todo algunos ¿eh?, para ir enterándose cómo está Jesús organizando el Tercer Milenio, todo lo que dice aquí es para organizar el Tercer Milenio, estos mil años, mil años, que no es uno ¿eh?, nuestros hijos, hijos, hijos, hijos, hijos, hijos hasta cuánto ¿eh?, mil años, bien.

Entonces, ese que viva Cristo ahora cuando lo decimos, lo decimos de otra manera, sintiéndolo de nuestra alma y pensando que nuestros labios siempre tienen lo que reboza el corazón, si no lo tenemos adentro de nosotros el canto o las palabras van a ser vacías ¿eh?, por eso: que viva Cristo….

Nos pasa que a veces no lo conocemos lo suficiente al Señor entonces estamos como medios perdidos ahora ¿mmm?, ¿y qué hacer?, sabemos que no podemos amar cuando no conocemos ¿eh?, entonces a mayor conocimiento del Señor mayor afecto; vos dirás: a mi nunca nadie me habló de Jesús o si me hablaron me halaron de un Jesús que estaba esperándome a la vuelta de la esquina para bajarme el hacha para castigarme por lo que yo hacía, qué puede hacer el hombre que el Señor ya no lo sepa ¿eh?.

Por eso, todas las pequeñas o grandes macanitas que nos hemos mandado piensen ustedes que Él ya lo perdonó. En los Mensajes dice con claridad por muy podrido que te encuentres me pongo más contento, ¿por qué?, porque tengo así la oportunidad de aplicar más Mi Misericordia, porque donde sobreabunda, donde abunda el pecado, la falta de amor como dijimos sobreabunda la gracia ¿eh?, entonces no podemos estar en una reunión de sanación si no tenemos la claridad interior de que el Señor nos ama y quiere para nosotros todo lo mejor, para eso nos trajo y por lo visto trajo un montón de perritos también porque estos no los conozco, algunos sí, bueno, son las criaturas del Señor, ustedes saben que cuando uno pasa al otro lado, todas las mascotas que tuvo las va tener, ¿sabían eso?, sí señor, todos, sin que ninguno se pierda ¿eh?, si no lo sabían, pónganse contentos que aquellos perritos que han perdidos los van a encontrar.

Bien, para estar a tono con todas las cosas que decimos buscamos en el número 20, un cántico que nos pone al día ¿mmm?, ¿por qué?, porque le estamos pidiendo al Señor que nos de la gracia suficiente como para entender lo que Él quiere decirnos, ya sé que a veces la reunión es un poco larga pero estamos en presencia del Señor, cuánto hace que no estamos, años tal vez, entonces este cántico le estamos pidiendo que ponga aceite en la lámpara, que es decir: poner gracia, entendimiento, claridad mental en nuestra vida para poder entender ¿mmm?, por eso con 20 decimos: pon aceite en mi lámpara Señor….

Bueno, tenemos que leer la palabra sobre lo que gira todo nuestro ser, nuestros problemas, nuestra vida, nuestras cosas, entonces hacemos como si olvidáramos todo aquellos que nos ocupa, como si de repente nos tomara así como algo que nos deja vacío de otra cosa, de querer decirle al Señor qué tiene que hacer con nosotros, nada, nada, absolutamente nada, le pedimos al Espíritu Santo que venga para darnos ese entendimiento que necesitamos para comprender todo lo que el Señor quiere decirnos ¿eh?, por eso decimos con fervor: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es domingo 26 de Julio, el día de San Joaquín y Ana, los padres de la Virgen, es el Evangelio de Juan, capítulo 6 y las partecitas o los versículos van del 1 al 15, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, bueno. “Se acercaba la Pascua. Jesús, pues, levantó los ojos y, al ver toda la gente que venía a verlo, dijo a Felipe: ¿dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?. Se lo preguntaba para ponerlo a prueba, pues Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo, por la cantidad de gente que había. Otro Discípulo, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescado. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?. Ese muchacho que tenía los panes y los peces era un muchachito que iba siempre a las reuniones de Jesús para vender el pan y el pescado, por eso a ese muchachito que no conocemos el nombre es uno de los olvidados del Evangelio, ¿por qué?, porque fue el que dijo: yo tengo aquí esto, úsenlo, pero no para venderlo sino porque lo daba; ustedes dirán: y ¿qué puedo hacer eso?, si, es mucho, por la buena voluntad del chico que iba a hacer su trabajo y ofrece los panes y los peces para esto. Uno de los olvidados del Evangelio, ¿quién será ese chico?. Jesús les dijo: hagan que se siente la gente. Y se sentaron los hombres en número de cinco mil. Vieron que dice: se sentaron los hombres ¿no?, porque en ese entonces a las mujeres y los niños no se los tenía en cuenta y en el pueblo judío la mujer tenía una consideración muy pobre, o no tenía consideración por eso habla de hombres ¿eh?, sin contar las mujeres y los chicos. Y el número cinco mil, lo mismo que cinco panes, el cinco en la Sagrada Escritura, en la Biblia quiere decir una cantidad que no se puede medir de grande. Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?. Bueno, que se sienten, los cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuánto quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus Discípulos: recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada. Lo recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos que no se habían comido, eran las sobras de los cinco panes de cebada. Al ver la señal que Jesús había hecho, los hombres decían: éste es sin duda el Profeta que había de venir al mundo. Jesús se dio cuenta que iban a tomarlo por la fuerza para proclamarlo rey, y nuevamente ahora huyó al monte solo”. Esta es palabra del Señor ¿eh?, te alabamos Señor y te damos gracias.

Aquí hay muchas cosas que hay que aclarar se entiende ¿no?, si sabemos que recoger los pedazos lo entendemos ¿eh?, pero éste es sin duda el Profeta dicen, ¿qué es un Profeta?, es alguien que se adelanta al tiempo que vivimos o que se vive en ese momento para anunciar cosas que van a ocurrir. El Profeta es alguien que no está dentro del tiempo de los hombres o está en el tiempo de los hombres o alterna ese tiempo con otro tiempo que es el de Dios; ustedes dirán: pero ¿y por qué, es distinto?, y si, porque el Señor vive en un continuo presente y nosotros marcamos los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses y los años y de esa forma nos entendemos pero del otro lado no se marca el tiempo ¿eh? ¿verdad?, o si se marca, se lo marca de otra forma.

Por eso bromeando Jesús, pero no, bromeando digo yo pero me lo dijo en serio, vos cuando cumplas años vas a cumplir 289, yo no dije nada, dije: si vos lo decís será así ¿no?.

Entonces, un Profeta es el que se adelanta a lo que va a pasar y lo dice, entonces cuando Jesús lee en la mente de las personas este pensamiento, se va al monte, se esconde ¿por qué?, porque en ese entonces los judíos eran prisioneros o bien dominados por los romanos, tenían que trabajar para los romanos, pagar el tributo, pagar los impuestos, pagar todo y los vivían explotando.

Entonces los judíos decían: bueno, pero ya va a llegar un libertador para que nos saque el pie de arriba de los romanos, pero para eso había necesidad de coronar a alguien como Rey, entonces Jesús lee en ellos el pensamiento que tenían y dijo: no, me voy, no sea cosa que esta gente se confunda y quiera coronarme Rey, y ustedes dirán: ¿y por qué?, bueno, ellos buscaban una autoridad política que los librara de los romanos pero Jesús venía con otro fin, su Papá lo había mandado con otra finalidad, entonces se va solo porque siente que así las cosas no andaban bien.

Ahora, que sugestivo todo esto ¿no?, la multiplicación de los panes y los peces, ustedes dirán: sí pero son lindos cuentitos que están perdidos en el tiempo hace dos mil años, andá a saber si es cierto dirá alguno, porque para contar cosas y sobre todo cosas que no son ciertas somos de ahí para inventar ¿no?, pero tomemos otros ejemplos ¿eh?. La Madre Teresa de Calcuta que hace pocos años murió, que todos conocen, ahora es Beata, ustedes saben que ella vivía en Calcuta, la India y tenía que alimentar a muchos hombres que apilaban en un lugar para que murieran ahí, porque no tenían dónde morir, en la calle, tirados, entonces los llevaban ahí y durante un tiempo los tenían alimentándolos, la Madre Teresa, muchas veces le ocurrió esto, volvía de su recorrida trayendo algunos kilos de pan ¿no?, algunos kilos de pan y las personas que tenían que comer eran cientos de personas, pero la Madre Teresa se ponía a repartir y repartía y repartía y el pan alcanzaba siempre para todos y sobraba todavía.

¿Ven?, es cierto, el Evangelio hace dos mil años que pasó pero lo de la Madre Teresa hace muy poquito tiempo y delante de testigos también, entonces no son solo cuentitos, es una realidad. En la otra dimensión donde vive el Señor, que mira las cosas de una manera diferente a como las miramos nosotros esto de la cantidad, las dimensiones, el tiempo para el Señor es relativo, si Él quiere reproduce las cosas con una velocidad que nadie se lo puede imaginar, si quiere multiplicar el tiempo lo multiplica, si quiere cambiarnos de lugar, si ese es nuestro propósito para estar en otros lugares también lo hace. Cómo no podría hacerlo siendo que es el Hijo de Dios y Dios mismo, por eso no, no puede llamarnos tanto la atención esto de la multiplicación de los panes y los peces porque para el Hijo de Dios nada hay imposible.

Cuando pensamos en Jesús pensemos siempre que Él no está dentro de nuestro tiempo, no maneja las medidas que nosotros manejamos, tampoco las cosas como las contamos nosotros, todo es más allá de lo que la vida humana representa ¿verdad?, por eso multiplicar los panes o lo que sea para Él es tan sencillo como menos que para nosotros parpadear ¿no?. Pero la multiplicación de los panes y los peces ¿qué nos está indicando, solamente que les dio de comer a la gente?, bueno yo te pregunto a vos: ¿no pensás de otra forma cuando tenés la panza llena?, ¿no pensás de otra manera si tenés alimento?, que yo sepa un ser humano que ha comido piensa distinto, ¿por qué?, porque sino el estómago le está pidiendo comida porque es una necesidad natural ¿no?.

Entonces, esta reproducción de los panes y los peces es mucho más que repartir comida para la gente que no la tiene, es mucho más que eso, es mostrarnos que para el Señor hay una manera distinta de mirar y de hacer todo, no está en el tiempo, no está en el espacio, está más allá de todo eso. Cuando alguno por ahí dice: uy cuánta gente que hay en el mundo, va a llegar el momento en que el mundo se llena y ¿dónde los vamos a poner?, sí, pero es ese un razonamiento nuestro, el Señor habla de ciudades submarinas, habla de edificios en el espacio o sobre las montañas con una facilidad que a mí me deja asombrado ¿eh?, cuando llegue el momento habrá todo eso y mucho más; y vos dirás: ¿y por qué el Señor quiere que se reproduzca tanto la gente?, y bueno porque es un mandato divino ¿eh?, además que no se predique hasta el último de los hombres ¿no?, que todos tengan la posibilidad de conocer su doctrina ¿verdad? el mundo no va a terminar así que esos que andan por la calle anunciando el fin del mundo, díganle: no, no, es verso eso, no hay fin del mundo, hasta que todos los hombres hayan escuchado la palabra, para eso vino ¿verdad?, pueden faltar miles de años, sí o tal vez no tanto.

Cuando yo comencé a hablarles hablamos de que el Señor daba los principios para el Tercer Milenio, claro, lo que le está preocupando al Señor ahora es dar las bases para vivir estos mil años que tenemos adelante, estamos en el 2009 y faltan cuántos para terminar este milenio, pero para vivir en este milenio necesitamos muchas directivas, es decir cosas que debemos hacer para poder vivir en dos mil años, por eso el Señor las está dando, porque la palabra fue explicada hace dos mil años pero revisando la historia de la Santa Madre Iglesia vemos que no estuvieron a la altura de lo que era el Señor, porque hubo montones de años cuando se mataba a la gente, cuando, bueno, oyeron algunos hablar de la inquisición, de las cruzadas y de tantas cosas extrañas que nada tienen que ver con Jesús, nunca la muerte puede tener algo que ver con el Señor, la muerte provocada, entonces aquellos que dicen o que tienen miedo que el fin del mundo llegue y traiga cincuenta mil porquerías están totalmente equivocados, el mundo llegará cuando todos los hombres han podido escuchar la palabra del Señor. Algunos dicen: pero ¿con todas las cosas que pasan?, y Jesús el otro día decía: ¿y qué es lo que pasa?, que hay algunas guerras, otros se matan, otros tienen hambre pero si observan el siglo XX tuvo más muertos en toda la guerra que en dos mil años de Cristianismo, entonces eso no los puede asustar, que nos digan que hubo una violación, o un asalto en un Buenos Aires que tiene quince millones de personas eso tampoco puede asustarnos porque en quince millones de personas siempre anda por ahí algún loquito suelto, bueno.

Entonces, no es que vamos para atrás con lo que se ve, porque algunas personas dicen: no, esto ya no tiene remedio, ¿qué es lo que no tiene remedio?, había que preguntarse ¿no? qué, si, lo de la gripe, después una cosa, después la otra. La Virgen cuando habló muchas Veces dijo: no se extrañen de que aparezcan muchas enfermedades, no solamente esto, muchas más, fruto de la forma equivocada que tiene el hombre de vivir, entonces dio como ejemplo: si ante cualquier fiebre pequeña dan antibióticos en cantidad pero después cuando se enferma de nuevo la persona ya ese antibiótico no tiene más eficacia ¿verdad?, uno ve que los médicos a sus hijos no les dan antibióticos, le bajan la fiebre, le dan vitaminas, etc., pero antibióticos no, el antibiótico puede hacernos pasar muchas cosas pero antibiótico quiere decir anti vida, la vida de los microbios… (se dio vuelta la cinta)…, lo del fin del mundo ¿eh?, falta tanto para eso.

Siguiendo con el Evangelio de hoy Jesús no quieren que lo coronen Rey porque eso haría que equivocasen totalmente la misión que Él había traído a la Tierra, nuestra salvación, porque Él al morir en la cruz ¿verdad?, paga todas las culpas de los hombres de todas las injusticias que cometieron a lo largo de los tiempos y todavía las siguen pagando porque sus heridas están tan frescas como cuando se las hicieron.

Entonces, Él no quería ser coronado Rey, porque Él tenía otra finalidad al venir a la Tierra, pagar nuestras culpas y traernos la liberación y la salvación y en esta multiplicación de los panes y los peces nos muestra que el Señor es capaz de hacer lo que se propone; ustedes dirán: fue en aquél entonces, pero yo les mostré que la Madre Teresa para no decir de otros ejemplos, no hacerlo tan largo, también lo hizo, y tal vez cualquiera de nosotros pueda repetir eso, depende cómo esté nuestro corazón y cómo estemos disponibles nosotros para hacer las cosas.

Jesús decía esta mañana: si supieran lo que hace Mi Misericordia, porque yo había comentado algo de las cosas que habían puesto o mostrado en televisión sobre el hambre y la pobreza ¿no?, entonces Él dijo: que pena que no observen lo que hace Mi Misericordia para que todos aquellos que necesitan tengan lo que les hace falta, estaríamos muy mal pensando que ya los tatarabuelos podrían haber pensado que los tataranietos iban a sufrir tanto como ellos, porque parecería que mucha gente nació ya programada para sufrir. Y cuando nosotros pensamos por ejemplo: bueno, todavía no se hizo la vacuna contra el cáncer o la enfermedad del sida u otras ¿verdad?, pero está el Señor que suple o reemplaza las vacunas con su gracia, entonces no tendremos vacunas para esto o lo otro pero si tenemos su gracia para solucionar cualquier cosa que nos pase ¿verdad?.

Al multiplicar los panes y los peces nos está diciendo con claridad: Yo tengo en mis manos la posibilidad de hacer lo que quiero, es decir todo, qué podría pensar uno viendo que de cinco panes se alimentan a tantas personas y de dos peces, entonces Él nos está demostrando que todo lo puede, incluso lo que nosotros consideramos que no es posible y además que Él no pretende tener el poder, como decía el Evangelio de ayer ¿no?, el poder temporal del tiempo, para eso están los presidentes, gobernadores, reyes o lo que sea, pero no el Señor que está fuera del tiempo.

Entonces, este Evangelio de hoy nos está diciendo: Jesús todo lo puede, si puede multiplicar los panes y los peces y dar de comer a multitudes ¿mmm?, qué no puede ser capaz de hacer ¿mmm?, si puede devolverle la vida a Lázaro que ya estaba pudriéndose en la tumba, si pudo transformar en las Bodas de Caná de Galilea el agua en vino ¿mmm?, o hacer que los ciegos vieran, los tullidos caminaran, entonces el Evangelio nos muestra que para el Señor todo es posible, pero con una condición, tenemos que creer que eso es posible, porque yo puedo estar viendo una verdad y mirar para otro lado entonces la verdad me aplasta porque no la miré de frente.

El Señor todo lo puede, si es como dice el Evangelio, Profeta, se adelanta al tiempo, porque Él vive en un continuo presente y sabe de nuestras vidas todo y sabe también qué es lo que le vamos a pedir hoy cada uno de nosotros, lo sabe todo, sabe qué nos pasa en cada uno de nuestros órganos, lo que pasa en nuestra alma y qué vamos a poder corregir y qué no, pero no porque Él no quiera o no se preste, es porque nosotros no nos prestamos a dejarlo entrar en nuestra vida porque creemos que somos perfectos, que nuestra salud es perfecta, que a mi no me va a pasar nada, que esto, que lo otro, que lo de más allá, todos razonamientos que vienen como una consecuencia del orgullo y la soberbia que tenemos. Y ¿cuál es el maestro de todas las soberbias?, el demonio, creerse superior: mi palabra es la única, es la que vale, eso es soberbia, nadie me pisa el poncho, cómo que nadie te pisa el poncho, nadie puede lo que yo puede, son razonamientos del demonio, soy indispensable. Cuando yo voy al cementerio miro todas las tumbas y digo: uy aquí está lleno de indispensables, de la gente que se creyó indispensable y está aquí ahora ¿mmm?. Nadie es indispensable ni nadie hay que lo pueda todo, eso obra del Señor y no nuestra, los miro así en la tumba y digo: uy cuánta gente que se creía que tenía la solución de todo y está aquí pudriéndose lentamente, sí, eso nos pasa.

Entonces, el Señor nos está diciendo en el Evangelio de hoy que todo es posible ¿verdad?, cuando alimenta a tantos, a tantas personas y cuando demuestra que su poder no es un poder ligado al tiempo sino que es un poder para siempre, es decir, pasarán los años y yo estaré con ustedes hasta que se terminen los siglos; vos dirás: pero ¿y todas esas cosas cómo calzan con nuestra enfermedad, con nuestra vida, con todo?, y sí, ese Dios al que amamos, adoramos, es capaz de reproducir los alimentos, es capaz de levantar a los muertos de la tumba, es capaz de transformar el agua en vino, de qué no es capaz ¿eh?, si es Dios, el Hijo de Dios y Dios mismo que todo lo puede.

Siempre el problema está en nosotros, no en Él, Él está disponible para darnos todo lo que necesitemos, vos dirás: sí pero a veces el demonio se mete mucho, el demonio se mete mucho cuando lo dejamos meter ¿eh?, porque incluso el Señor nos dio las formas de cómo hacer para luchar contra las cosas malas, ya sé que hay mucho mal en el mundo pero si nosotros le damos tanta importancia al maligno ¿eh? entonces quiere decir que estamos asustados y creemos que el demonio puede más que el Señor, si nosotros creemos que no podemos sanarnos porque: no, yo no me voy a sanar, entonces quiere decir que le estamos diciendo al Señor: vos sos un incapaz, no podés sanarme a mí porque lo mío es muy grave.

Que duro es este razonamiento que estoy haciendo ¿mmm?, yo tengo mi forma de ser y no la voy a cambiar, no quiero que entres en mi corazón Señor a ponerlo en orden para darme confianza y decirme que todo lo podés, no, entonces el Señor sigue esperando, porque eso es lo que hizo toda nuestra vida, ir delante y detrás, a derecha e izquierda, arriba y abajo, para esperar el momento en que nosotros le llamemos y le digamos: aquí estoy Señor, hacé conmigo lo que te parezca bien.

Estas cosas y otras muchas nos dice el Evangelio de hoy, el Señor que está fuera del tiempo, para Él no hay dimensiones, el tiempo no se mide, las distancias tampoco, no tiene el metro que nosotros tenemos para medir las cosas, tanto sea las cosas materiales como las cosas espirituales, a lo mejor vemos una persona y creemos y creemos que no es buena, que tiene una conducta de muchas cosas para reprochar y tal vez está en mejores condiciones que nosotros que los estamos mirando. Hay que tener cuidado, cuando uno pasa del otro lado se lleva buenas sorpresas sobre eso ¿mmm?, muchas veces el creernos ¿eh?, nos hace mucho daño, somos, no somos cositas que andamos por el mundo dependiendo de su voluntad y de su gracia y sino somos huérfanos que no tenemos dónde apoyarnos, bien.

Como pasa siempre, aunque hoy ya estuvo y hablamos casi dos horas y grabamos, que eso va a aparecer por internet, además de eso el Señor quiere darles a las personas que trae a su Templo, quiere decirles algunas palabras para darles la confianza que necesitan, borrar un pasado que no nos gusta tener, solucionar los problemas que nos preocupan, en una palabra, mirar nuestra vida y pensar: a Pedro le hace falta esto, lo otro, lo otro, lo otro, a Juan le hace falta esto, a María tal, tal, tal cosa, mucho más de lo que nosotros creemos ¿eh?, porque a veces a nosotros nos duele la columna, pero esa columna vino de haber apilado durante muchos años no sé cuántas broncas por haber tenido una suegra o una nuera ¿no es cierto? que eran insoportables y hemos apilado injusticias en nuestros huesos ¿eh?, y ahora decimos: pero ¿cómo puede ser?, claro, cómo puede ser, todo lo que nos pasa en la mente va a terminar en nuestro cuerpo, todo, o bien lo tenemos por herencia o bien lo fuimos apilando nosotros; vos dirás: pero ¿un dolor de rodilla también?, sí, también puede ser, como no, porque una mujer cuando estaba embarazada de acuerdo a lo que sufrió, a las injusticias que pasó, a la vida que vivió, puede que la criatura nazca y al tiempo esté paralítica o tenga problemas de una clase, o de la otra o de la otra ¿mmm?. Por eso, el ser humano que está cerca del Señor se ve libre de todo esto, bien.

Entonces, como hacemos todos los días de Oración, queremos escuchar la palabra del Señor, que ya hace más de 14 años dice todos los días y como siempre digo: todo lo que pasa aquí en el Santuario es así de simple, si lo creés lo tomás, si no lo creés lo dejás y nadie se enoja ni nada por el estilo, lo tomás o lo dejás, si creés que hay chantas acá no sabés lo que te perdés porque no estás escuchando la palabra y si creés que te engañan, bueno pensá que cuando estemos del otro lado nos vamos a ver a la cara y vamos a ver ahí quién tenía razón ¿verdad?.

Entonces, como siempre ¿verdad?, todo lo que pasa en el Santuario lo tomás o lo dejás, pero hacelo con respeto ¿no?, porque la convivencia humana siempre tiene que ser respetuosa, si no te gusta algo no por eso vas a empezar a dar golpes, simplemente te retirás y listo, bueno. Así estamos nosotros en este día domingo y simplemente le decimos al Señor: habla Señor que tu siervo escucha y queremos conocer el mensaje de este día.

Dice Jesús:

Como siempre les digo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Hoy vieron que los Apóstoles no creían y estaban preocupados porque los panes y los peces no alcanzaban para todos, ¿no les puede pasar a ustedes tal vez lo mismo cuando piensan que Mi amor no alcanza para sanar todo lo que ustedes tienen?, cuidado Mis queridos, porque hay dos planos en donde uno vive, el plano de todos los días donde uno razona y el plano del Señor donde las cosas se creen, no se razonan, así de simple es.

Recién citaron el ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta, que está aquí presente, cerca del altar, sobre cómo le alcanzaba siempre la comida para las personas que ella tenía bajo…, pero también puedo citarles montones de ejemplos a lo largo de la historia del Cristianismo, pero solamente con uno más, San Juan Bosco, tenía a veces miles de niños o cientos de niños en el oratorio y no tenían un centavo para comprar alimentos, sin embargo San Juan Bosco siempre tenía la comida suficiente para darle a los chicos que recogía de la calle, lo que necesitaban.

Él tenia la ventaja de que tenia muchas gracias y dones del Espíritu Santo por eso se adelantaba para saber quién se iba a enfermar y quién no y cómo iba a resolver los problemas, hasta tenía un perro, Cris, que durante treinta años lo acompañó de noche cuando él iba a visitar a los enfermos para protegerlo de las personas que no lo querían porque él vivió un tiempo en Italia donde había persecuciones religiosas, pero Cris, el perro, siempre estaba a su lado y lo defendía de aquellos que querían hacerle daño, digo lo de los alimentos y digo lo de su protección y San Juan Bosco está emparentado mucho con ustedes, Yo diría con nosotros porque con Mi Mamá estamos instalados en la pampa gringa y los hijos de San Juan Bosco han llenado prácticamente de escuelas y talleres a la República Argentina, como una tierra de promisión, por eso les cité el ejemplo de San Juan Bosco, está muy ligado con ustedes, él describió los paisajes de vuestra Patagonia, él enumeró partes, situaciones, momentos en todo el Sur Argentino con detalles, sin moverse de Italia, bueno.

Eso es para indicarles los ejemplos que había puesto Artemio cuando dijo que las cosas de Dios están fuera del tiempo y el espacio, San Juan Bosco describió con lujo de detalles la Patagonia Argentina y hay documentos sobre eso. En una oportunidad, porque quiero que sea amena la conversación que tengo con ustedes, en una oportunidad fueron a

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