• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 25 de Julio de 2009

Ahora bien, por eso les decía: no es cuestión de cualquier lugar, éste, y no porque estemos nosotros o porque esté yo o mis colaboradores, no, no, no, porque el día que yo desaparezca, porque todo ser humano algún día se muere ¿no?, aquí no hay, dijo el Señor, ningún reemplazante, ¿por qué?, porque Él trae a la gente, porque Él es el que actúa, Él es el que hace en todo y los reemplazantes no pueden existir, porque el único que hace es Él, entonces algún día cuando yo no esté vendrán al Santuario y se arrodillarán delante del Sagrario que está allí, donde está el Jesús Misericordioso guardado ¿verdad?, para conseguir lo que necesitan, ahí también podrán decir: necesito Señor tal cosa.

Mensaje del 25 de Julio de 2009

Habla Artemio:

Bueno, buscamos el número 15 como decimos siempre, nosotros vamos a decir
que viva Cristo ¿no?, eso está queriendo expresar que el Señor viva en nosotros, viva en este lugar, viva en los enfermos, viva en todos ¿eh?, es como si de repente uno dejara el mundo atrás y empieza a entrar en contacto con el Señor, no es tan fácil, sobre todo cuando a veces uno no se puede concentrar ¿no?... (se interrumpe la grabación)… si estuviera Jesús diría: cuánto nos hacen bien los aparatos pero también cuántos problemas nos traen, diría Él ¿no?, lo dijo tantas veces. Bueno, de alguna forma esto funciona, entonces empezamos con el cántico 15 diciendo: que viva Cristo…. Entonces estamos diciendo que el Señor esté así pleno entre nosotros para empezar la Oración de este día, bueno, a veces pequeñas cosas como que el micrófono no funcione es suficiente para distraerse un poco, así como también a veces distrae un celular que no se apagó o bien el micrófono falla porque hay celulares prendidos, ¿ustedes sabían?, los celulares prendidos hacen que el micrófono no funcione ¿eh?, entonces hagan un esfuercito para que tengamos todo en orden y podamos hacer todas las cosas bien porque es hermoso pensar que el Señor nos trajo porque Él quería darnos algo, uno dice algo para darnos, no sabemos qué ni cuánto, que maravilla es estar así en contacto con el Señor.

Cuando uno a distintas horas del día el Señor aparece y dice sus cosas, lo mismo que la Madre, porque para los que no lo saben hace 14 años, el 11 de Marzo, el Señor empezó a venir todos los días con su Mamá, se instaló acá y desde entonces están siempre y desde aquí envían Mensajes a todos los hombres del mundo, a través de un medio que se llama internet, que así como nosotros decimos: no tenemos acceso a internet pero así como mandamos los chicos a los ciber ¿eh?, digámosle a algunos de esos niños: traeme los Mensajes del Señor que salen por internet ¿mmm? ¿verdad?. Entonces es cuestión de cuidar un poquito y uno puede, porque uno siempre logra aquello que se propone ¿no?, ¿se han dado cuenta?, cuando uno quiere algo mueve Cielo y Tierra y lo consigue, sea conseguir algo así o sea conseguir sanarse o sea conseguir viajar o lo que sea ¿mmm?, o simplemente y grandemente la paz interior que es algo tan común en las personas encontrar que no la tienen y a veces es tan fácil ¿no?, porque incluso para encontrar la paz interior hay que aprender.

Cuando uno conoce más a Jesús más le ama y eso no es cuestión de estar perteneciendo a una agrupación religiosa, eso, se puede dar en una congregación religiosa, toda mi vida trabajé con ellos así que los conozco ¿no?.
La presencia de Dios en el alma de uno se da muy fácilmente, cuando hay ciertas características en uno ¿no?, sobre todo la humildad, yo he trabajado 38 años con todo tipo de religiosos y puedo decirlo por experiencia que hay gente que cree estar cerca del Señor pero no lo está y a lo mejor esa persona que ni sabe leer ni escribir, que nunca ha pisado una Iglesia, o que se yo, tal vez tenga en su corazón una vivencia de Dios mucho más grande que la de un religioso que a lo mejor hace tantos años de su vida que se está dedicando a eso.

Es decir, el amor del Señor es algo muy especial, que no viene por el estudio o porque, bueno porque a mi se me ocurra, el problema es que se le ocurra venir al Señor venir a mí ¿eh?, ¿y cuándo se le puede ocurrir venir a uno?, cuando uno tiene humildad y cuando uno lo necesita: Señor, tengo necesidad de vos, te necesito Señor, porque se pondría allí nuevamente el momento cuando papá y mamá nos engendraron, que el Señor nos llama por nuestro nombre, nos da un alma inmortal, porque nos ama, nos amó desde hace milenios, éramos una idea en la mente de Él ¿mmm?, éramos una idea, nos siguió amando y concretó ese amor así en forma práctica en la panza de mamá cundo empezamos a vivir, eso nos indica también que en la mente del Señor hemos sido siempre un proyecto ¿mmm?.

Entonces, si en la mente de Jesús hemos sido un proyecto ¿verdad? tengamos en cuenta que Él no proyecta cualquier cosa, entonces ante la presencia de cualquier persona tendremos que decirnos: estoy delante de un proyecto del Señor ¿eh?, y ese proyecto del Señor, como ustedes pueden reparar no es tan simple, es un ser humano que empieza a vivir dentro de una mujer, que es nuestra mamá y Él tiene pensado todo sobre nosotros. Por eso, esto viene a propósito de lo que decía recién, Señor: necesito, te necesito ¿eh?, te necesito ¿verdad?, entonces a medida que pasa el momento, los momentos, el tiempo, nos vamos a dar cuenta que esa necesidad nuestra de Él es como decirle a un padre, a una madre: necesito de ustedes ¿eh?. Claro, el necesito no puede ser pedante: dame, necesito lleva la carga de la humildad, necesito esto Señor, vos sos mi Papá, sos mi amigo, sos mi hermano, sos mi compañero, entonces necesito que me des esto y cada uno de los rostros de ustedes aquí presente ¿mmm?, cuántos necesito que hay ¿no?, cuánta necesidad de tantas cosas, pero de tantas cosas, las que uno sabe y las que uno no sabe, ¿qué sabe uno que va a pasar esta noche, mañana o dentro de ocho días, que sabe? ¿mmm?.

Por eso, uno en este momento le preocupa algo determinado pero ¿será eso lo que yo realmente necesito o lo que está previsto para mañana?, no porque el destino esté escrito sino porque las circunstancias se juntan ¿no?.

Para resolver todos esos necesito de parte de cada uno es que el Señor nos trae, ustedes dirán: bueno, como nos trae aquí nos lleva a tantos lugares, no, hay una diferencia mis queridos y no porque yo lo diga sino porque el Señor lo dice, es el único lugar en la Tierra donde Jesús pidió el lugar para hacer su Casa junto con su Mamá, Él dijo carpa, porque en los países de Oriente como hay tantos desiertos, entonces la gente habla de carpas: vamos a hacer una carpa. Por eso Él dice: acampé entre ustedes, acampamos con Mi Mamá en la pampa gringa, ahora y no son cuentitos ni palabritas ni que se yo otras cosas que a veces uno puede inventar ¿no?, es cierto porque hay personas, por ejemplo en este momento recuerdo unas personas de Alta Gracia, que a lo mejor están presentes y dice que como vinieron dos o tres veces y en dos o tres oportunidades vieron a la entrada del pueblo un arco tan inmenso donde se leía: la Ciudad de Dios, la tercera vez que venían, no sé si están presentes aquí, la tercera vez que vinieron, llegaron hasta la entrada y no ven el arco, entonces nos equivocaron dijeron y volvieron atrás y volvieron hasta que preguntaron ¿no?. Es decir, el Señor les mostraba ya lo que Él tiene en su mente porque el Señor vive en un continuo presente, no tiene ni pasado ni futuro, un continuo presente así que tanto para Él es ayer como mañana porque está en un continuo presente, cuando estemos del otro lado nosotros ¿no?, que hayamos muerto también vamos a vivir en un continuo presente.

Ahora bien, por eso les decía: no es cuestión de cualquier lugar, éste, y no porque estemos nosotros o porque esté yo o mis colaboradores, no, no, no, porque el día que yo desaparezca, porque todo ser humano algún día se muere ¿no?, aquí no hay, dijo el Señor, ningún reemplazante, ¿por qué?, porque Él trae a la gente, porque Él es el que actúa, Él es el que hace en todo y los reemplazantes no pueden existir, porque el único que hace es Él, entonces algún día cuando yo no esté vendrán al Santuario y se arrodillarán delante del Sagrario que está allí, donde está el Jesús Misericordioso guardado ¿verdad?, para conseguir lo que necesitan, ahí también podrán decir: necesito Señor tal cosa.

Entonces, no es que uno quiera hacerse los rudos porque el Señor está acá ni mucho menos, aunque tendría derecho ¿no?, en el sentido de no estar orgullosos sino estar orgullosos del Señor pero les digo esto para que tomen conciencia, si uno viene a este lugar y no logra lo que busca algo falla, justamente en estos días grabé para ponerlo ahí, a lo mejor les ayuda en algo ¿no?, un Cd que se llama sanación para aclarar muchos aspectos respecto a cómo funciona todo esto ¿no es cierto?.

Ahora bien, entonces el que parte y viene a este lugar tiene que estar convencido de algo, no se va como vino, no, si en su corazón hay la suficiente apertura tendrá todo lo que vino a buscar, si hay dudas, si hay desconfianza o esa digamos, ese estado especial que a veces el hombre tiene cuando dice: y parece que sí, parece que no, será, no será, bueno, entonces ante la evidencia, ante la verdad, ante algo, no hace falta demostrarlo, se ve, ¿hace falta demostrar que la luz está encendida?, no, para qué vamos a decir: si, porque accionamos el botoncito, no, no, no, se ve, para qué vamos a demostrar lo que se ve, estamos.

Entonces, ¿por qué estas palabras al iniciar?, cuando yo salía de adentro dije: hoy es un día muy difícil en el Santuario, hoy es un día muy difícil, ¿por qué?, por una razón muy simple, hay tanto dolor aquí adentro, pero tanto dolor aquí adentro apilado que para nosotros los seres humanos es un día difícil, para el Señor es un día más, siempre su disponibilidad para todo lo que necesitemos, bien.

Entonces, cuando recién decíamos que viva Cristo, que viva Cristo, estamos justamente diciendo ¿verdad?, como alegrándonos, como alegrándonos de que hay ¿no es cierto?, toda una situación donde sabemos que el Señor nos trajo y sabemos que si nos trajo es para algo, eso nos tiene que llevar a nuestro interior para decirnos: estoy viviendo una situación, un momento que nunca lo viví en mi vida, ¿nunca?, no, nunca, si es la primera vez y aunque sea la tercera o la quinta, la mayoría son nuevos hoy, aunque sea la tercera o la quinta ¿no?, siempre hay una única vez con el Señor, cada día, a cada rato y depende de nosotros, depende de nosotros, bueno.

Estamos esperando que se acomoden las personas y si lo hacen rápido mejor todavía.

Entonces repetimos algo, es la llegada al Santuario es siempre la única vez, aunque se repitan muchas, ¿por qué?, porque nos llevamos el sello de acá, el sello ¿de qué?, lo que vinimos a buscar, ¿y qué vinimos a buscar?, bueno cada uno en su interior lo sabe, solamente les digo esto, cuando salía de adentro dije: Dios mío, que día difícil, ¿por qué?, porque aquí dentro está el dolor apilado en cada uno ¿no?. Alguno pensará: que extraño lo que está diciendo, no, esto no es extraño, esto tendría que ser habitual, común cuando uno entra a cualquier Templo ¿no es cierto?, debería ser pero lamentablemente no lo es.

Bueno, entrando por el otro lado a veces podemos hacer mejor las cosas ¿no?, porque así no vamos a terminar de concentrarnos nunca ¿mmm?, ¿no les parece?, bueno.

Entonces, esa expresión tan linda que decíamos: que viva Cristo, ustedes todos son cristianos y aunque hubiera de otros religiones lo mismo, porque como dice el Señor: hay que ser tolerantes con todas las religiones, por una razón muy simple, todos son caminos que van al mismo lugar, mientras a veces la Santa Madre Iglesia se empecina en decir que el catolicismo es lo único, no mis queridos, Jesús dice: en cada uno, en su religión está caminando hacia el mismo lugar, el lugar del padre, así que privilegios no sino para todos los seres que han nacido, Jesús ha muerto en la cruz, viva en el extremo Oriente, viva en Canadá o en la Tierra del Fuego, para todos, bien.

Entonces, esa expresión que viva Cristo tiene que ser así terminante en uno, ¿vine para eso o no?, o al venir algunas veces o por estar cerca de mí, como hay muchas personas que han estado muchos años a veces uno cree que tiene el monopolio o la totalidad de las cosas, nunca los seres humanos tenemos la totalidad de nada, todos los días tenemos que empezar de nuevo, ¿qué?, todo, podríamos haber sido muy santos hasta ayer pero hoy ya no, habrá que luchar para hacerlo hoy también ¿mmm?, el hecho de haber vivido o venido aquí mucho no significa nada ¿mmm?, no significa nada porque la santidad o la experiencia de Dios es de cada día, cada día empezamos de nuevo, todos, ustedes y yo, todos los días empezamos de nuevo.

Y ya ahora a partir de este momento nos quedamos todos quietos, estemos donde estemos, porque este ir y venir a ustedes y a mí nos distrae ¿eh? y el distraerse en las cosas de Dios no es bueno, es lo mismo que si uno va a una casa de visita y los dueños de casa empiezan a hacer cosas, van y vienen, corren una mesa, sacan una silla, ¿qué pasa con todo eso?, la visita dice: bueno, nos vamos porque parece que estamos sobrando ¿no es cierto?, entonces tengamos en cuenta eso de del distraer y si algún niño llora lo llevamos afuera o debajo de la galería ¿eh?, porque puede ser un santito varón para nosotros pero rompe las que te dije a todo el mundo ¿verdad?, entonces, seamos criteriosos para hacer todas las cosas.

Y ahora volvemos a decir pero ahora más sintiéndolo ¿eh?: que viva Cristo….
Bueno, de repente nos encontramos con que después de todo lo que dijimos a lo mejor pensamos: que poco que sabemos, que poco que tengo entre mis manos para enfrentarme con una situación así, yo estoy enfermo, tengo mi familia enferma pero y como hacemos con todo esto porque parece ser que estamos en la Casa de Dios, no parece sino que es, y entonces eso nos está diciendo que el Señor nos trajo aquí para que no nos vayamos como vinimos ¿eh?, entonces habrá que prepararse para esto, buscamos el número 25 en la hojita de cánticos y le decimos al Señor, lo llamamos alfarero, ¿quién es el alfarero?, el alfarero es el que hace cacharros de barro, modela la tierra ¿eh?, y un montón de tierra mojada, barro, le da forma y a veces nos falta a nosotros tener forma de cristianos, porque todavía no la tenemos. Por eso le decimos al Señor, a ver: tu eres el alfarero…, y ahora le estamos diciendo a nosotros: rompe mi cántaro….

Es decir, vinimos nosotros al Santuario y creíamos que nos íbamos a sentar y esperar allí que todo ocurriera, no, tenemos que ser protagonistas, es decir, vivirlo todo ¿mmm?, entonces como no sabemos como hacerlo ¿eh?, como no sabemos a veces, ustedes y yo, todos ¿eh?, todos, porque las experiencias con el Señor siempre son únicas, la de ayer pudo haber sido hermosa, o la del otro día de Oración, el domingo, el sábado, el miércoles, pero ya no, hoy hay que construirla, hay que hacerla, ¿por qué?, porque tu dolor, o mi dolor o el dolor de todos, no es el mismo el del miércoles, el del sábado o del domingo, es el de hoy, entonces, no me interesa haber venido otro día, hoy, qué pasa conmigo hoy, entonces le digo al Señor que como yo no estoy capacitado para entender le digo que rompa mi vida y la haga de nuevo, pero al mismo tiempo piensen en algún familiar, en un hijo, una hija, el esposo, la esposa, siempre tenemos situaciones desagradables ¿no es cierto?, porque hay desorden, si uno llega al Templo es porque hay desorden en uno, si hay desorden en el cuerpo es porque hay una enfermedad, puede haber desorden en la familia, puede haber desorden en las relaciones, puede haber desorden en el trabajo, puede haber desorden en todo, entonces queremos el orden en nosotros y en todo lo que nos rodea y para eso, por eso se lo pedimos al Señor ¿eh?.

Por eso cuando alguien dice: vengo a hablar con usted personalmente porque yo quiero, necesito tal cosa, está muy bien, pero la experiencia de Dios que se tiene aquí en su Casa no la reemplaza nadie, ni cualquier persona ni yo, es la experiencia del Señor, es estar en contacto con Él que nos da las cosas, nosotros estamos acostumbrados e ir a buscar a fulanito, a fulanito por esto para que me de la receta de cómo hacer algo, eso es para hacer un dulce o para comprar remedios una receta pero en las cosas de Dios nadie me puede dar nada, yo tengo que preocuparme de eso y diciéndoselo a Él como en esto ¿vieron?, se lo vamos a decir de nuevo pero sintiéndolo más ¿eh?, a ver: tu eres el alfarero….

El que dice esto: ya lo escuché una vez, está bien, lo habrá escuchado pero la experiencia de hoy es única, no es la de ayer, ni antes de ayer, la del otro día, es la de hoy ¿eh? y nos encuentra a nosotros distinto, por eso hay algunos que dicen: no, esto ya lo sé yo, esto ya lo sé, pero éste momento ¿lo viviste alguna vez?, no, y cuando quisiste pensar en ello se te escapó y viene el momento siguiente, por eso no lo desperdiciemos. Estamos en contacto con el Señor, ese alfarero al que le estamos diciendo que rompa nuestra vida, nuestra copa y la haga de nuevo, ¿tan rápido dirán ustedes?, si un cacharro se le pone días para hacerlo, lo que pasa que se lo pedimos al Señor y el Señor es Dios y Dios lo puede hacer todo en un instante ¿no es cierto?, por eso, sin querer repetir demasiado pero porque es necesario volvemos a pensar en esto y se lo decimos al Señor, a ver, pensando en algún familiar que está enfermo, pensando en un familiar que está medio así deshilachado u otro que se hace el porfiado o que molesta en la familia, que se yo vieron, hay siempre gente que está un poco escrachada de la vida ¿no?, que se yo viste, cada uno le va de una manera. Entonces pensando en cualquiera de esos o de nuestros hijos si no están bien, lo que sea, a ver se lo decimos en serio: tu eres el alfarero….

Bueno, entonces es como si nos empezáramos a entender, empezáramos a decir: Señor, yo te estoy empezando a conocer, porque si todos los días uno empieza de nuevo te estoy empezando a conocer y quiero conocerte más porque cuando uno más conoce más ama. Nos pasa distinto con las cosas del mundo, si uno sabe la tabla del 4 de multiplicar ya la sabe y ya está, si uno conoce como es la vida de las plantas, ya la sabe y ya está, puede ampliar pero ya está, si uno conoce las capitales de los países del mundo, ya lo sabe, ya está, pero en las cosas de Dios nunca se sabe, lo de ayer es importante pero hoy es otro día, todo hoy es nuevo, ustedes y yo y tan nuevo en todo que así como hace 14 años y meses que uno tiene que, no rendir cuentas sino una forma de enumerar las cosas que pasan, no, no, sino conversar con el Señor para decir: ¿cómo fue la experiencia de hoy?, ¿qué pasó? ¿eh?, tanto es para ustedes como para mi, no se hace una vez para siempre, todos los días es distinto y en este caso yo les estoy trasmitiendo lo que el Señor me va diciendo, eso simplemente, pero como único, ni es lo de ayer ni del miércoles ni es lo de mañana, es lo de hoy, es lo de este momento.

Vamos a leer la palabra de este sábado 25 de Julio donde veneramos uno de los Apóstoles, Santiago, para estar más preparados todavía, decimos: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es de Mateo, el capítulo es 20 y las partecitas o versículos van de 20 a 28, entonces dice Mateo: ”la madre de Santiago y Juan, se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un favor. Jesús le dijo: ¿qué quieres?. Y ella respondió: aquí tenés a mis dos hijos. Asegurame que cuando estés en tu Reino se sentarán uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús dijo a los hermanos: ustedes no saben lo que están pidiendo. ¿Pueden ustedes beber la copa que Yo tengo que beber?. Hace referencia al beber la copa a morir en la cruz, a derramar la sangre por nosotros, ellos no sabían, por eso cuando uno no sabe pide cosas que no corresponde ¿no?. ¿Pueden ustedes beber la copa que Yo tengo que beber?, eso de beber la copa que Yo tengo que beber es: ¿pueden ustedes morir en la cruz?..., ¿pueden ustedes morir en la cruz como Yo, derramar vuestra sangre, pueden?. Ellos respondieron: podemos. Jesús replicó: ustedes sí beberán Mi copa, pero no me corresponde a Mí el concederles que se sienten a Mi derecha o a Mi izquierda. Eso será para quiénes el Padre lo haya dispuesto. Los otros diez se enojaron con los dos hermanos al oír esto. Jesús los llamó y les dijo: ustedes saben que los gobernantes de las naciones actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad , si lo sabremos. Pero no será así entre ustedes. Al contrario, al que de ustedes quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes, y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre ustedes, que se haga esclavo de todos. Hagan como el Hijo del hombre, se refería a Él, Jesús se le llama el Hijo del hombre porque es nacido de María. El Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida para rescatar a toda una muchedumbre”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Que hermoso es, lo del comienzo, sí, está bien, ellos no saben, ustedes tienen que pensar esto, los Discípulos de Jesús fueron recogidos en cualquier lugar ¿no es cierto?, eran pescadores, hacían otros trabajos, ta, ta, y Él pasaba y decía: seguime, vení, y la mayoría de ellos eran analfabetos, no conocían nada, como una forma de: y bueno vamos, me llaman, vamos, no conocían y cuando uno no conoce no puede amar, entonces están con Jesús, van y vienen, hacen tantas cosas pero no lo conocen todavía ¿eh?, ¿por qué?, porque les faltaba tener dentro de sí al Espíritu Santo, nosotros recién pedimos al Espíritu Santo para que pudiéramos entrar en el Evangelio de hoy… (se dio vuela la cinta)…, más de una vez ¿eh?, más de una vez pero Jesús entiende y no dice, incluso muchas veces cuando hacían promesas no las cumplían, ¿por qué?, porque todavía no tenían dentro de sí el Espíritu Santo para saber que esto que digo lo voy a cumplir porque es así.

Ahora bien, entonces le piden a Jesús estar uno a la derecha y otro a la izquierda, es decir, es como los que, cuando uno hace un trámite le piden el peaje ¿no?, es decir como una especie de soborno para conseguir un lugar o algo y esta mujer le pide para sus hijos: yo quiero que estén al lado tuyo, pero los dos también podrían estar, en una palabra quiso como comprárselo al Señor ¿no?, de una forma extraña ¿no?, muy extraña, entonces le dijo: ¿pero están capacitados tus hijos para hacer esto?, sí, ellos dicen que sí, el Señor no dice nada, ¿por qué?, porque se da cuenta que no entienden lo que va a pasar, tanto no entienden que cuando lo toman preso al Señor, huyen, se van todos menos Juan, el resto se va, Pedro lo niega varias veces, el mismo Pedro que poco tiempo antes había dicho: Señor, cómo, si vos sabés que te amo Señor ¿verdad?, entonces sabia todo, vos sabés Señor que te amo, vos sabés muy bien que te amo Señor, sí pero cuando lo toman preso lo niega tres veces ¿eh?.

Entonces, las palabras de los Discípulos eran muy relativas, uno no se lo toma con ellos pero los Discípulos no están a la altura de lo que las circunstancias pedían ¿eh?, solamente Juan que permaneció al lado de su Maestro siempre ¿verdad? y después se quedó con su Mamá, viviendo con su Mamá, la Virgen María pero el resto, se esfumó, se hicieron humo, pero ¿cómo, esos Discípulos no eran los que habían visto los milagros del Señor?, sí, sin embargo si te he visto no me acuerdo, no eran esos los que habían estado en las Bodas de Caná de Galilea, que habían visto la resurrección de Lázaro, caramba, este hombre hizo resucitar a un muerto y ahora lo dejaban así ¿mmm?.

Somos así los seres humanos para abandonar a las personas cuando están en desgracias, que pena que seamos así ¿no?, que necesidad tenemos de que el Señor esté dentro de nosotros para hacer las cosas bien, porque en general no las hacemos bien, siempre nos falta ¿eh?, nos falta un montón y lo vemos en los Discípulos también ¿eh?.

Bueno, entonces, cuando ve Jesús esto les dice: ustedes quieren, es decir al estar al lado de Él quieren tener poder ¿verdad?, a todo el mundo entusiasma el poder, todos queremos tener poder, el marido sobre su esposa, el padre sobre sus hijos, la madre también, todos quieren tener poder, el que es capataz en una obra quiere tener poder sobre los otros, todos quieren tener poder, mandar, lo que pasa que cuando uno no está preparado para mandar no manda bien, es injusto, Jesús se lo hace ver pero les dice que lo fundamental no es otra cosa que ser servidor ¿mmm?. Vos dirás: pero alguien tiene que mandar, claro, alguien tiene que mandar pero como una vocación de servicio tiene que mandar.

Yo me acuerdo que cuando San Pío de Pietralcina fundó el hospital ese tan enorme que está todavía, cada vez más grandes, él tomaba los médicos, a las enfermeras y a todos ¿no?, y les decía: miren acá se vive de una manera, hay que hacer esto, la gente tiene que curarse más que con la medicina y con las inyecciones y todo con afecto, ¿está usted dispuesto a amar a los enfermos?, sí, bueno, usted tiene tiempo, tres meses o cuatro meses o cinco o menos, si usted realmente demuestra esto se va a quedar sino tiene que irse, eso es un poder justo ¿verdad?, si vos cumplís con lo que yo te digo, porque es lo conveniente, pues bien, hacelo, demostrame que lo hacés y sino lo siento mucho, no quisiste aprender ¿mmm?.

Por eso, que el poder debe existir pero siempre como una vocación de servicio ¿verdad?, es decir ¿qué es vocación de servicio?, vocación es sentirse impulsado a hacer algo, servicio ¿qué?, darle a los demás lo que necesitan, por eso el Señor habla de que Él es el primer servidor. Cuando yo decía hace un rato que tenemos que decir: Señor necesito esto ¿eh?, Él como servidor: tomá, aquí está, Señor, necesito ver, bueno ve, ya está, ¿ven?.

Es decir, el verdadero poder sobre otro se demuestra en el servicio que uno le presta a los otros, un esposo, una esposa, los padres, los hijos, ¿cuándo se ve el poder que tienen?, cuando los hijos, o la esposa o el esposo ven que lo que hace sobre ellos es servicio, cuando tiene que decir sí es sí, cuando tiene que decir no es no pero no a los gritos sino como un servidor. Ahora, no era cualquiera que le hacía esto, era el mismísimo Hijo de Dios y Dios mismo que se proclama servidor ¿mmm?, se proclama servidor.

Tratemos de entender esto porque tiene tanta riqueza, tiene tanto jugo esta expresión del servicio, porque el servicio no pone condiciones, no dice: ¿qué me vas a dar si yo te doy?, o bien: yo te doy esto pero vale tanto, yo soy amable con vos pero después me cobro con tu cuerpo, hay mucha gente que cuando ciertas niñas van a pedir empleos les dicen así, si, si, yo te doy el empleo pero, es decir, entonces ejerciendo ese poder ¿es un poder de servicio?, nada que ver, es una forma de trueque ¿verdad?, donde te estoy dando para que me lo devuelvas y multiplicado si es posible, porque darte un trabajo para que vos me des tu cuerpo hay mucha distancia, un trabajo es algo que puede hacer pero en este caso tengo que invertir mi propia vida.

Entonces, el Evangelio de hoy nos quiere hacer ver ¿verdad?, hasta que punto los seres humanos somos realmente personas que valen la pena cuando están al servicio de algo o al servicio de alguien, el mismo Hijo de Dios, Él dice que es el principal servidor. A lo largo de 14 años yo he visto mucha gente que se acercó a este lugar ¿verdad?, porque allá en el fondo a lo mejor albergaba la idea de que algún día podía reemplazarme, pero no se planteó primero: ¿soy un servidor realmente?, pero ¿de quién?, de todos, tiene que ser una forma de vida, por eso a lo largo de 14 años muchos se fueron yendo porque no tuvieron lugar, querían buscar hacer su propia quintita ¿no es cierto?, muchos, entonces se fueron porque se habían equivocado, como el Padre Pío, San Pío de Pietralcina: yo te dije como era esto, vos no amaste a los enfermos como yo te dije, por eso tengo que decirte que te vayas porque vos no entendiste lo que es servicio ¿mmm?, y era San Pío de Pietralcina, no era cualquiera, vos entendiste lo que es servicio ¿verdad?, eso no quiere decir que tampoco el servicio sea un amor blandito, una limonada desabrida, no, el servicio está dictado por el amor, el amor del Señor es un amor exigente, ¿qué tipo de exigencias?, es la exigencia que no se pide pero se sobreentiende, el marido le dice a su mujer: tenés que serme fiel ¿eh?, no se lo dice porque se sobreentiende que tiene que ser fiel, la esposa le dice: mirá, no vayas a tal lugar porque mmm allí hay una gente que no me gusta y ahí vos podés ¿eh?, eso no es afecto, eso es desconfianza ¿eh? ¿verdad?.

Por eso, el amor del Señor es un amor exigente, que no se dice pero se sobreentiende, te doy esto, si el otro entendió se va a dar cuenta que te lo doy pero no para pedirte algo en retribución, lo que pasa que nosotros los seres humanos estamos acostumbrados, siempre en buscar ¿no es cierto?, la retribución o sacar ventaja de algo, siempre, somos así, o acaso los maridos, pueden estar enojados todo el día pero cuando llega la noche se hacen los buenitos, se hacen los simpáticos con su mujer porque sabe que tienen que ir a acostarse juntos, eso es muy dolorosos, señoras, esas cosas mírenlas ¿eh?, porque claro te hacés el buenito, tenías un genio de la puta madre y ahora te hacés el buenito porque necesitás, no, así no, ese no es el amor de la vocación de servicio, el amor tiene sus exigencias pero de otra forma, se debe sobreentender las exigencias.

No te amo por lo que me das, por lo que tenés, por lo que sos, te amo porque sos vos, si alguien puede decirte así en la vida sinceramente creele a ese ser humano porque lo tiene todo ¿eh?, no te amo por lo que sos, por lo que tenés, por lo que podes darme te amo porque sos vos, así de simple ¿eh?, con ese ser humano podés ir hasta el fin del mundo que no te va a traicionar nunca, ¿cuesta ser así?, no sé, depende, depende, a veces uno es bien nacido y a veces no tanto ¿no?, pero se aprende, se aprende cuando uno quiere, se aprende ¿eh?, porque a mayor conocimiento mayor aprendizaje, a mayor aprendizaje más amor.

Esto debemos pensarlo porque aquí está en juego el poder que siempre queremos tener sobre los otros, directo o disimulado, nos gusta mandar, tener alguien bajo nuestro, si somos personas conscientes mandamos de una forma que la otra persona no se siente mal, pero si no somos conscientes la otra persona se, bueno tiene la percepción que está siendo manoseada por algo ¿eh?, aquella mujer que a su marido le dice: sí, sí, sí, sí, sí, todo sí, sí, sí, porque sino él se enoja ¿verdad?, yo le pregunto a ese marido; ¿puede confiar en el amor de su mujer, ella puede ser la mujer más buena del mundo pero esa persona está siendo sometida, es como una esclava, ¿para qué quiero yo una persona esclava a mi lado?, noo, que me finja afecto, que me de afecto pero no lo sienta, esto sirve para la pareja, sirve para los amigos, sirve para cualquier tipo de relación, ¿para qué quiero alguien a mi lado que me esté fingiendo un afecto que no siente?, lejos, lejos, yo te sigo amando, yo te doy todo lo que vos necesites como persona porque sos mi hermano en Cristo ¿verdad?, y por vos y por mí Jesús dio su sangre en la cruz pero como persona, tus defectos no me pidas que los ame porque yo no los amo ¿mmm?. Voy a visitar a un violador en la cárcel que violó a 20, como persona te sigo amando porque Jesús murió por vos como por mí pero no me pidas que acepte, que te diga que esté bien las violaciones que hiciste, hay que distinguir muy bien porque la gente a veces confunde una cosa con la otra, una cosa es la persona, que es hija de Dios y heredara de su Gloria y Jesús murió por él y otra cosa son los defectos o los errores que uno comete, pues bien, cuando uno los comete se debe pedir perdón, pero despacio, el perdón si no sale de adentro, porque el perdón se nota cuando es por conveniencia ¿eh?, si me conviene pedir perdón porque sino esta situación no va, no seamos falsos, no seamos falsos.

El Evangelio de hoy es algo tremendo en cuanto a la sinceridad de todo lo que sentimos y de todo lo que hacemos, porque sino llega el momento en que fingimos tanto una doble situación que decimos que sí por conveniencia, que sonreímos para sacar beneficio, etc., etc., que al último parecería que todas esas cosas son virtudes ¿mmm?, y, si voy a sonreír porque esto me conviene, sea en la pareja, con los hijos, sea entre los amigos, entre los miembros de una organización cualquiera, entre todos, blanco, blanco, negro, negro, hay matices entre lo blanco y lo negro y esos matices los da el afecto ¿mmm?, ¿por qué digo esto?, bueno, yo me equivoqué, metí la pata grandemente pero mirá, desde el fondo de mi corazón pido disculpas, pero con toda mi alma te pido disculpas y eso significa: no quiero volverlo a hacer. El servidor acepta las disculpas pero alguien que busca su p

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos