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Mensaje del 19 de Julio de 2009

Así como les hablé en aquél entonces a orillas del lago a esa gente que no tenía pastor, eran como ovejas sin pastor, exijan a vuestros obispos, a vuestros sacerdotes, a vuestros pastores, a vuestros rabinos, es decir, de todas las religiones que les enseñen quién es Jesús, Yo, el Hijo del Padre y Dios también, porque no se puede amar lo que no se conoce, no es posible amar lo que uno no conoce y cuando me conozcan verán que pondré paz en los torturados por tantas cosas, limpiaré las almas llenas de dolor y de disgustos, del dolor físico también por supuesto pero y el otro dolor, el que carcome las entrañas y hace morir a las personas.

Mensaje del 19 de Julio de 2009

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Buscamos el cántico número 15 del cuadernillo que les dieron, los que están
afuera creo que tienen lugar adentro, tanto de aquí, como de allá, para que no estén al frío, porque se van a enfermar ¿eh?. Ubicamos el 15 ya, entonces vamos a decirle al Señor con mucha alegría, le vamos a decir: que viva Cristo…, y si se lo decimos con más ganas que les parece: que viva Cristo…, y si se lo decimos con más ganas qué les parece: que viva Cristo…. Cuando decimos así estamos queriendo significar que el Señor reine en el mundo, en cada lugar y especialmente en nosotros ¿no?, entonces es decir, no es un cántico más, es la manifestación nuestra de que el Señor tenga vigencia o se lo conozca, se lo ame en todos lados ¿eh?, a ver: que viva Cristo…. Bueno, nos pasamos a 17 y pedimos perdón, la mayoría cree que cuando uno pide perdón es porque hizo algo malo, bueno no necesariamente, nosotros pedimos perdón por aquellas cosas que pudimos haber hecho y no hicimos, cosas que estaba a nuestro alcance hacerla y no lo hicimos ¿eh?, es decir, no se hace daño haciendo cosas malas, sino también no haciendo las cosas que deberíamos, entonces con 17 decimos: hoy perdóname….

En esto de: aún sabiendo que he caído, que de ti siempre había huido hoy regreso, vuelvo a ti. Hay 6 personas dentro del grupo que están muy mal, yo diría que casi desesperados, es una pena porque están en el Templo del Señor, Él los trajo para darles lo que necesitan ¿verdad?, y cómo van a estar desesperados ¿eh?, por qué tanto ¿eh?, hay que pensar que Él es el amor que se manifiesta en todas las cosas ¿mmm?, entonces basta de desesperación ¿eh?, hay muchos que están tristes pero hay algunos desesperados. Con 12 decimos: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…., entonces pensamos que nosotros cuando éramos pequeños y no tanto nos sentíamos bien cuando estábamos delante de nuestra madre, nuestro padre en esos tiempos en que la familia era chica y delante de papá y mamá desaparecían todos los problemas o sino desaparecían por lo menos se disimulaban, donde todo era lindo, donde parecía que la vida iba a ser eterna, sin embargo la vida no fue eterna, y además de eso nos hemos dado cuenta que los años pasan, la gente que uno ama nos dejan porque parten antes y entonces nos encuentra en un momento de la vida así como lo que amaba ya no lo tengo, no lo digo solamente para los padres sino también para la pareja, para algún hijo, aquí hay varios que han perdido.

Entonces, tenemos que aceptar la condición humana de que este mundo está lleno de sufrimientos, en la medida que lo aceptamos nos vamos a dar cuenta que bueno, eso es transitorio, dura un tiempo y después pasa y aquellos seres que partieron antes lo vamos a encontrar algún día, porque si uno piensa un poquito la desesperación en muchas cosas es que no lo vamos a poder ver nunca más, pero para los cristianos el nunca más no existe, que alguien haya partido antes no significa que no lo veamos más, lo vamos a ver oportunamente cuando nosotros muramos y también antes si hacemos un esfuerzo ¿verdad?.

Entonces, si bien decimos con el Padrenuestro que se haga la voluntad del Señor, como decimos: así en la Tierra como en el Cielo, esa voluntad es que seamos felices, pero no olvidemos que el sufrimiento está siempre amenazando. Y cómo hacemos nosotros entre la felicidad que deseamos y queremos y el sufrimiento que nos amenaza, vos decís: pero ¿tanto?, y sino díganmelo las mamás que por las noches van a sentir como sus hijos respiran, se levantan dos o tres veces a ver como respiran, si están bien, porque todo lo que uno ama tiene miedo de perderlo, siempre, todos, sino no estarían vigente los celos y tantas otras cosas. Cómo hacer para vivir en este mundo donde deseamos ser felices, acaparamos la felicidad algún momento, pero enseguida el aguijón del sufrimiento aparece, podemos estar muy felices con aquellos que amamos pero ¿y si se va?, ¿y si lo pierdo o la pierdo?, es diario eso, salió a trabajar ¿vuelve?, esperemos que sí, no estamos seguros.

Ahora, cómo hacer para vivir en un mundo donde uno ansía ser feliz, pero se da cuenta que la felicidad, la mayoría de las veces pasa de largo y por otro que estamos como peleando siempre para mantenerla cerca nuestro a la felicidad, pero vemos que no es nada simple, que hay que hacer un esfuerzo muy grande para eso y hay que estar preparado porque sino cuando uno pierde cualquier persona que ama se le viene el mundo abajo, ¿por mucho tiempo?, a veces para siempre.

Entonces, el ser humano tiene que conquistar este mundo así como se da, es decir, tenemos que pactar con la vida, yo sé que tengo muchos días, pero no sé, no estoy seguro, yo sé que me aman pero no estoy seguro, yo sé que tengo a mi lado a seres que darían la vida por mí, pero tampoco estoy seguro. Nos damos cuenta entonces que hay que aprender a vivir en un mundo donde estamos siempre amenazados por algo, tengo trabajo pero ¿y si le caigo mal y mañana me echa?, ¿con qué se alimentan mis hijos, mi esposa?, y reconozcámoslo, cuando uno no tiene trabajo se siente como en falta ante la vida y ante la familia ¿mmm?, bueno.

Todo eso viene a propósito de lo que dice el Evangelio de hoy, que ya lo vamos a leer, Jesús y sus Discípulos quieren descansar un poco, están cansados, todos los días tanta gente y se van, pero ¿qué ocurre?, la gente se da cuenta adónde van a ir y los siguen, entonces se miraron entre ellos y se dijeron: salimos para descansar pero miren la cantidad de gente que hay esperando en la orilla, porque estaban en el agua ¿no es cierto?, y fue muy sencillo, Jesús baja de la barca, los mira a todos y los ve como ovejas sin pastor y siente compasión por ellos, no lástima, que es otra cosa, compasión quiere decir con junto, pasión, sentir, sintió junto a toda esa multitud que lo seguía. Jesús no estaba tan seguro tal vez si lo seguían para que multiplicara los panes y los peces, no sabía, pero en todo caso era legítimo porque tenían hambre y ellos que habían salido para descansar, Jesús baja de la barca, dice el Evangelio de hoy, siente compasión por esa multitud y se puso a enseñarles largamente, es decir, mucho y mucho tiempo.

Reflexionen ustedes si no es lo que buscaron siempre de alguien que estuvo cerca de ustedes, llámense padres, llámense maestros, llámense sacerdotes, llámense pastores, pai o lo que quieran, como sea, pero siempre se acercan a alguien, ¿para qué?, para que los escuche, el gran drama del hombre es que no tiene comunicación, dicen que el drama del hombre en el siglo XXI como en el XX fueron las guerras, no, la guerra dio por resultado la muerte de mucha gente pero si esa gente hubiera estado comunicada, hubiera dialogado, se hubieran entendido no hubiera pasado lo que pasó, entonces el mal no son las guerras sino el mal es la falta de comunicación. Es decir, la gente no habla, la gente no dialoga, uno espera que los padres lo escuchen pero los padres están tan preocupados en traer el dinero a la casa que dialoga muy poco o nada, los maestros están en otra, la mayoría de las veces lamentablemente es un trabajo más donde cumplen con muchas cosas, una cosa es cumplir y otra cosa es hacer ¿no?, el que cumple no lo hace con ganas, cumple nada más. Y los sacerdotes que están siempre ocupados, preparan sermones y preparan y preparan la juventud misionera, la juventud aspirante a misionera, la otra juventud que es aspirante de aspirante a misionera, nombres y nombres y nombres, pero ¿quién escucha a los hombres hablar?, ¿quiénes escuchan sus penas?, ¿quiénes escuchan a los chicos que se están preparando para esa infancia misionera?, pero la criatura dice: yo voy a ser misionero pero primero quiero que me aman, que me hagan crecer en los afectos, yo no puedo dar nada de afecto a nadie si primero no me enseñan, es muy dura la vida ¿eh?, como se nos presentó en estos 2000 años de Cristianismo ¿no?.

No voy a decir como el Papa que Jesús está cansado y que por lo tanto va a mandar cosas terribles para que se mueran todos menos los cristianos, no, no, lo habrá dicho en un momento de enojo, pobrecito, está grande ya, pero el problema es que nadie escucha a nadie, pónganse a pensar ustedes a lo largo de la vida: ¿cuántos les pusieron el oído para escuchar vuestras penas o vuestras alegrías, cuántos?, ¿quiénes?, no serán aquellos que querían: bueno contame pero pórtate bien después ¿eh?, despacio, estamos haciendo trueque y lo peor que a veces con nuestros hijos: bueno, yo te escucho, a ver decime lo que te pasa pero el hijo sabe de antemano que la respuesta va a ser la del padre y no la que él busca. Los chicos de toda edad, hasta los 20 largos buscan límites, no pueden tener toda la libertad por delante porque no saben usarla ¿verdad?, los chicos buscan límites pero cuando empiezan a hablar con papá y mamá ocurre que terminan sermoneándolos que hagan esto, lo otro, lo otro y así estamos, que pasan los años, muchos años y nos encuentra hoy aquí todos reunidos para ver qué es lo que quiere decir Jesús con eso de que Él esperaba descansar pero vio esa multitud y se puso, sintió compasión y se puso a enseñarles largamente, mucho.

En este momentito de silencio revisen vuestra vida, ¿cuántas veces los escucharon en vuestras penas, en vuestros problemas?, ¿cuántas veces, 1, 2, 5?, yo pienso que la vida de un ser humano es mucho más que a uno lo escuchen 4 o 5 veces, entonces ¿qué pasa?, estamos tristes, se ve en los rostros que estamos tristes, ¿por qué?, porque muchos pueden decir que se sienten felices porque los que tienen cerca los aman, puede ser que alguno sí, pero otro seguramente dirá: sí, me aman y me demuestran cariño cuando necesitan de mí y ese cariño está tan interesado que no oye nada.

Así nos encuentra en este día a los seres humanos, así nos encuentra a todos ustedes y a mí pensando que el Señor nos trajo a su Santuario, ¿para qué?, para que podamos aprender algo ¿verdad?, podamos sentirnos escuchados, porque aunque la gente no hable uno sabe qué necesita ¿no?. Es decir, no vinimos, nos trajeron, ¿quién?, el Señor, pero el Señor a veces se vale de nuestros padres, abuelos que ya están del otro lado y que viendo tal vez que ellos no hicieron todo lo que debían hacer, no por mal sino porque no sabían, tal vez, entonces los traen acá, porque el Señor quiere darles todo el amor posible; ustedes dirán: ¿así, y se nota tan fácil que el Señor me da amor?, abrí tu corazón y me vas a decir si no te vas a ir lleno de aquí, y ¿por qué?, y porque estamos en suelo Sagrado, estamos en la Casa del Señor que Él hace 14 años y meses eligió con su Mamá para vivir, ese mismo lugar que ustedes tienen ahora sentados o en el suelo, son lugares que tocó el Señor y también se sentó Él y su Mamá y Santos y Ángeles y todo ese mundo tan precioso que si no podemos verlo al menos sintamos la presencia de ese mundo ¿eh?.

Vinimos sí, pero ¿para qué?, ¿será como siempre?, ¿será que no tienen tiempo de ponernos el oído?, todos están apurados, todos están apurados ¿eh?, todos están apurados siempre, y vos te preguntás: pero ¿para qué tanto apuro?, si los que dan sermones saben que el Espíritu Santo los va a inspirar ¿verdad? y que si creyeran un poquito, porque mucha gente parece que pero creen poco o nada, sabrían que el Señor multiplica el tiempo, multiplica el espacio, multiplica todo lo que Él considera que es necesario y que se lo dice todo el amor que nos tiene; ustedes dirán: vinimos a buscar solución a nuestros problemas de salud, bueno, en eso estamos, no pero dirán ustedes: yo estoy bien, ya no siento nada, sí, pero ¿tu corazón está rebosante?, no, porque sino sería otra la forma de expresarnos, porque la boca siempre reboza lo que sale del corazón y lo que se escucha aquí dentro siempre son penas, dolores, una vida que se malquistó, dolores que se sintió, angustias que uno tuvo, falta de afecto, porque por más que digamos y digamos a nadie nos alcanzó el afecto que nos dieron, ellos creían que era suficiente pero, tal vez no o tal vez sí, no sé.

Ésta es nuestra vida mis queridos y mientras esquivemos pensar en todo esto más se prolonga nuestra agonía, ustedes dirán: y bueno, tengo lo que necesito, como en el día, por la noche me acuesto y tengo amor con alguien, a las apuradas porque hay que dormirse para levantarse temprano y ¿qué más?, una vez al año, quince días para salir por ahí a descansar y como uno quiere aprovecharlo tanto después tiene que salir de nuevo a descansar por todo el cansancio que tuvo durante las vacaciones ¿no?, ¿a eso se reduce nuestra vida?, tres comidas al día o cuatro para los ansiosos y los golosos, un poco de amor medio a destiempo, medio pidiéndolo por favor, medio como diciendo: se generosa conmigo ¿eh?, ¿ésta es nuestra vida mis queridos?, así no, no nos alcanza ¿mmm?, no nos alcanza. Tenemos que pensar que cuando llega el final y cuando estemos delante del Señor nos va preguntar: ¿y, qué tal, qué cuenta de la vida?, y cada uno va a decir: ¿qué vida? ¿mmm?, ¿qué vida?.

La única forma de solucionar los problemas es enfrentándolos, no escondiéndolos abajo, en la alfombra o en el fondo de nosotros, no, cuando uno esconde las cosas demora las soluciones, ustedes dirán: a mí no me interesa todo eso, claro eso es problema tuyo ¿no es cierto?, si a vos te conforma lo que tenés entre manos adelante, si a vos te sirve adelante pero los rostros nuestros no dicen que estemos en un mundo divino ni que haya un jardín de rosas en nuestra vida, no, no, ¿qué está pasando mis queridos?.

Pidámosle al Señor hoy para que nos diga algo respecto a ¿qué hacer con nosotros?, porque en algún momento uno se mira che y dice: todo este esfuerzo que hizo papá y mamá para criarme así yo lo estoy despreciando o vivo lamentándome, vivo mendigando un empleo como la gente, sigo pensando que tendrían que respetar más porque en el lugar donde trabajo no me respetan y cada día me piden más y para colmo me pagan en negro y sin mutual y bueno pero es lo que hay, agarremos, no tenemos otra, no. El que se conforma y le parece que está todo muy bien yo te digo: adelante, si te sirve seguí pero no creo que sirva tanto ¿no?, no creo.

Vamos a escuchar al Señor porque su palabra es la que nos sana y nada más que su palabra y estamos ansiosos de escuchar su palabra, algunos dicen: yo voy a Misa y estoy esperando todo, todo el tiempo para ir a comulgar, que hermoso, voy a tomarte Señor en la hostia para que vengas a mi alma ¿eh?, pero ¿qué pasa?, vos venís a mi alma Señor pero yo no tengo elementos para saber defenderme en la vida, ¿qué me hace falta?, ¿qué cosas necesito?, vos venís a mi corazón y estás allí como ausente, salgo afuera, sigo mirando mis hermanos como decimos en la pampa: como carne de cogote ¿no?, mal ¿mmm?. Nos encerramos en nuestro egoísmo, no queremos que el sol salga para todos porque si tenemos un negocio andamos buscando la curandera de la otra cuadra para que a ellos les vaya mal y a mi me vaya bien, ¿todo esto así se reduce nuestra vida?, ¿ésta es la vida?.

El Señor nos va decir algo más supongo, por eso, para entenderlo ¿mmm?, para comprender, para discernir, para ver con claridad vamos a pedir que envíe sobre nosotros el Espíritu Santo, diciéndole: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es domingo 19 de Julio, vamos a ver qué nos dice la palabra del Señor, que es el pan bajado del Cielo ¿mmm?, el Santo del día de hoy es Santa Macrina, andá a saber de qué idioma es eso ¿no?, aquí no hay ninguna Macrina supongo, pero es Santa Macrina hoy, el Evangelio es de San Marcos capítulo 6, 30 a 34, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo, Espíritu Santo, Amén. “Al volver los Apóstoles adonde estaba Jesús, le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo: vámonos aparte, a un lugar retirado, así descansarán un poco, porque eran tantos lo que iban y venían que no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar despoblado. Pero la gente vio cómo se iban, y muchos cayeron en la cuenta y se dirigieron allá a pie. De todos los pueblos la gente se fue corriendo y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente”.

Dejemos de lado que estaos cansados, que querían descansar, se retiran en una barca a un lugar solitario pero la gente se da cuenta y los sigue, ahora ¿habrá sido para que volviera a repetir el milagro de la multiplicación de los panes y los peces?, el Señor lo habrá pensado pero no dijo nada, no dijo nada, pero al verlos todos allí sintió compasión de ellos, como les dije compasión es una palabra compuesta, con pasión, con junto, pasión sentir, sentir juntos, es decir Jesús sintió lo que ellos sentían y por lo tanto los vio como ovejas sin pastor.

Los que conocen un poquito sabrán lo que significa que las ovejas no tengan pastor, van para cualquier lado y el pastor las guía adonde hay buen pasto, adonde hay agua y de noche las encierra y las cuida para que los animales no se las coman porque las ovejas son tan indefensas. Y dice aquí con claridad que el Señor los vio a todos como ovejas sin pastor, dispersos, sin saber qué comer, dónde beber, mal, estaban todos mal, entonces se puso a enseñarles largamente.
Normalmente yo explico el Evangelio siempre pero hoy, como ustedes saben que aquí ya hace 14 años que Él viene todos los días, Él y su Mamá, a dar Mensajes para todos los hombres del mundo, ¿por qué?, el Evangelio de ayer lo dice con claridad, fíjense, a ver che, acá está, cuando dice que el Señor pondrá todo su Espíritu para todo lo que sea necesario, citando las palabras de un Profeta que había hablado 740 años antes que Él: hasta que triunfe la justicia, las naciones pondrán su esperanza en el Señor, por eso el Evangelio de ayer está completado por el de hoy ¿verdad?. Entonces, el Profeta Isaías dice, Profeta es el que se adelanta a su tiempo y dice cosas que van a pasar.

Entonces, mientras a veces oímos en el mundo a gente que habla que van a venir grandes peripecias, dolores, angustias y todas las cosas por el estilo, nada que ver, el Evangelio de ayer es clarísimo para imperar la justicia y todos tendrán esperanza, esperanza quiere decir lo que todavía no es, lo que va a suceder ¿verdad? para que tengan ¿no es cierto? la ilusión de vivir y la recompensa de vivir en el mundo que Él creó y hoy habla de que se pone a enseñarles largamente.

Bueno, el Señor me pide que no explique más yo sino que quiere explicar Él, lo hace todos los días de las más diversas formas, en todas las Apariciones Jesús toma la voz de quien quiere recibirla, en este cao quien les habla para decir lo que quiere decir a los hombres.

Entonces, ustedes y yo somos exactamente igual que ese pueblo enorme que estaba a orillas del largo ¿eh?, que habían hecho un montón de camino para llegar hasta allí, como nosotros ¿verdad?, y Jesús los ve y siente compasión y se pone a enseñarles largamente, entonces hagamos la composición del lugar, es decir ubiquémonos… (se dio vuelta la cinta)…, el mensaje de hoy, no lo hace muy seguido esto pero lo hace, entonces pongamos nuestro corazón, nuestra mente y hasta nuestros mismísimos pies a escuchar la palabra del Señor, porque como Él dijo: quien escucha Mi palabra ya no piense en su enfermedad, ya no piense en sus dolores porque Yo me los llevo a todos, los dolores, las angustias, las enfermedades ¿eh?, aquí no hay intermediarios, directamente es el Señor que lo hace y tienen el privilegio de que sea el único lugar en el mundo que está pasando esto.

Ya les conté tantas veces, cuando uno se pregunta: ¿por qué aquí?, bueno Él dijo lo que ya todos conocen pero lo repetimos: las aves tienen sus nidos al llegar la noche, hasta los animales tienen sus madrigueras pero el Hijo del hombre, Él, Jesús, no tiene dónde reclinar la cabeza, yo podría terminar esto diciendo: sean buenos muchachos, déjenlo reclinar sobre ustedes la cabeza pero Él quiere hablarles, no sé que querrá decirles ¿eh?, pero de algo estamos seguros, que Él se quedó aquí porque encontró un lugar dónde reclinar su cabeza.

Jesús está ahí en el centro presidiendo la asamblea, al lado está su Mamá, Santa Teresita que ya pasó por todos y los bendijo, hay Santos, muchos Santos, San Pío de Pietralcina, San José, Santa Faustina, Santa Rita de Casia a mi derecha, San Pantaleón, el Patrono de los enfermos, San Rafael, el Arcángel Rafael también, Patrono de los enfermos, para los que lo conocieron está a mi izquierda el Padre Pugnata que muchos de ustedes deben haberlo conocido cuando vivía, el Padre Mario Pantaleo, sacerdote sanador es y por supuesto alguien que nunca deja de venir, desde el día en que murió, la Madre Teresa de Calcuta, nunca faltó en todo este tiempo.

Habla Señor que tu siervo escucha, así como les hablaste a esas multitudes que estaban cerca del lago, las que viste como ovejas sin pastor, esperamos tu palabra Señor.

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Ustedes conocen muchas luces, luces de lámparas, luces de las más diversas clases y formas, hasta la simple lucecita que era una mecha con kerosén, cuando había y si no había luces de tea, es decir palos con una punta encendida con grasa, montones de luces ustedes conocen pero Mis queridos, Yo soy la Luz del mundo, quien vive a Mi Luz ya toda su vida será distinta, ¿por qué?, ¿ya no tendrán más que trabajar?, no, porque saben que tienen que ganar el pan con el sudor de la frente, ¿ya podrán tener vuestros hijos muy normalmente?, no, porque parirán vuestros hijos con dolor, es decir, están en un mundo donde todo cuesta y cuánto cuesta.

No les prometo Yo una vida fácil, porque la vida está llena de sufrimientos pero Mis queridos cuando están a Mi Luz el sufrimiento es tan distinto y por otra parte, cuando uno sufre y sabe que Yo lo estoy mirando y Mi Mamá también y los Santos se sufre de otra manera, se sufre de otra manera.

¿Qué les dije a aquellas multitudes a orillas del lago que las vi como ovejas sin pastor?, les enseñé que la vida tiene que ser un canto de esperanza, sabiendo que si Yo los he creado a Mi imagen y semejanza, les he soplado un alma inmortal, los he llamado por vuestro nombre pero venía amándolos desde hace miles de años cuando eran una idea en Mi cabeza. Entonces, si Yo los he creado a Mi imagen y semejanza, piensen ustedes que no los puedo dejar abandonados, aunque tengan acaparada toda la tristeza, aunque les haya ido mal en la vida, aunque hayan tenido que sufrir mucho, desde la panza de mamá, pero Yo les ofrezco a todos los hombres, como el Evangelio de ayer decía: les prometo un mundo de justicia donde cada uno tendrá lo que corresponde, porque esa es la definición de justicia, para que renazca en vuestros corazones la esperanza de un mundo nuevo, distinto. Hace dos mil años que estas palabras giran y giran por toda la Tierra pero no encontraron eco ni en los hombres en particular, ni en los gobiernos, ni en los sacerdotes, ni en los pastores, ni en los rabinos ni en los pai, no encontraron eco y siempre volvieron a Mí las palabras, siempre
volvieron, hace 2000 años de esto Mis queridos.

Pero cuando comenzó el Tercer Milenio, antes ya en el 95 Yo les dije: no, Mi Mamá y Yo estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron justicia que no les llegó de ninguna parte, ¿o ustedes creen que no tengo en cuenta que por las noches tres cuartas partes de la población del mundo se acuesta con hambre y dos cuartas partes se acuestan con sed o habiendo tomado agua contaminada?. Ustedes creen que no sé que el amor llamó tan pocas veces a vuestra puerta o nunca y los años pasan y uno dice: ¿cuándo?, el Señor me hizo por amor y el único sustento que me puede tener en pie es el amor pero no lo veo, no lo siento, dirá cada uno. Otros dirán: mi infancia fue dolorosa, mis padres me dieron todo lo que pudieron pero lo que ellos podían darme a mí no me alcanzó, los amo tiernamente a mis padres dirán pero lo que me dieron no me alcanzó. Porque un ser humano es alguien que para vivir necesita el afecto como el aire que respira, ¿de quién?, de cualquiera, de un amigo, de un hermano, de un extraño, de alguien que pasa por casualidad delante tuyo pero el hombre tiene que tener afecto.

Hace 2000 años que éstas palabras andan por el mundo pero sin efecto y algunos creen que me hacen caso cuando dan algunas macanitas, chiquitas, pero eso no satisface el hambre de tantos.

Ustedes ven un mundo donde grupos pequeños de personas lo tienen todo y el resto no tiene nada o casi nada, no lo tuvieron sus tatarabuelos ni lo tendrán sus tataranietos porque están programados por una sociedad donde todo, en general, es injusto; ustedes dirán: me está hablando el Señor a mí que vivo en el Tercer Milenio y yo pienso que también está hablando para esos hombres que estaban a orillas del lago y sí, Mis queridos, porque los problemas son exactamente iguales, el hombre se sustenta con lo que se sustenta, en aquél momento o ahora, con lo que debe sustentarse.

Entonces, en este Tercer Milenio, ustedes dirán: tal vez nuestros nietos vean, no, ustedes si quieren ya pueden ver que un mundo nuevo se está edificando, hay signos, un signo es algo que me indica que está pasando algo, hay signos en todos los países del mundo a pesar de las muertes y el horror de todos los días, hay montones de países que tienen signos, cosas que se ven y la realidad está cambiando, ésta América destruida por las dictaduras y otras formas de gobierno despóticas, es decir muy malas empezó a pensar de otra manera, y ya los hijos de la Tierra están en el poder como en Bolivia, como en el Ecuador, en el Brasil, como en algunos países de la América Central y hasta el imperio del Norte, cansado de bailar sobre la sangre de sus hermanos ya empezó a pensar de otra forma y aquello que nadie sospechó jamás que un negro iba a estar al frente ahora está, diez años atrás ¿alguno lo hubiera pensado?, no, bueno.

Por eso, todo lo que Yo fui anunciando desde el año 1995 aquí, si revisan los Mensajes que son miles y miles de hojas pero algunas podrán revisar, les fui anunciando todo lo que está pasando para que vayan viendo que eso del mensaje de ayer de que la justicia debe imperar y para que tengan esperanza, se está sucediendo todos los días, porque en aquél entonces Yo prometí que raudales, ríos caudalosos de Espíritu Santo iban a llenar la Tierra para transformar las mentes torcidas en seres amables y generosos, que falta mucho, por supuesto, pero no tanto como la mayoría piensa. Hubo un tiempo en la historia de la Cristiandad que pensaban: ¿cuándo terminará la inquisición para que, basta de matar a personas?, y terminó, los grandes imperios cayeron como castillos de naipes ¿verdad?, pero todos aquellos que todavía tienen deseo de que en lo político, en lo religioso, en lo que sea seguir usando el poder para beneficio propio ya no lo podrán hacer más, porque el Espíritu Santo llenará las mentes y los corazones de los hombres y cada uno ayudado por Mi exigirá, exigirá una vida diferente; y ustedes dirán: y ¿qué es una vida diferente?, una vida diferente es donde se tenga a cada hombre como una persona y una persona es así cuando es libre de hacer o no hacer, de creer en un Dios o en otro, donde la tolerancia y el respeto es lo fundamental.

No hace muchos días dije en un Mensaje dirigiéndome a Pedro: Pedro, Pedro, ¿no te parece que la Santa Madre Iglesia fue maestra de intolerancia en los 2000 años?, y le dice más: en lo que vos hiciste cuando lo hiciste estabas en el tribunal del santo oficio, que es una forma de decir: la inquisición en estos tiempos. Por si alguno no sabe lo que es la inquisición, era perseguir a muerte todos aquellos que pensaran en contra del Cristianismo, en contra de Mí y quien pensaba en contra se le mataba, 500 años duró eso; ¿ustedes creen que Mi Corazón lleno de Misericordia no sufrió horrores, Yo, que vine al mundo, he muerto en una cruz para traerle la vida en abundancia y ver que Mis hijos durante 500 años por pensar diferente se le mataba?, no, se terminó, algunos dirán: palabras, esperen y van a ver, como el Evangelio de ayer: tengan esperanza, porque esperanza quiere decir: esperar lo que todavía no es y en última instancia ¿qué les enseñé Yo a aquellos que estaban cerca del lago?, les enseñé que fueran buenas personas, que exigieran sus derechos, como a la mujer la consideraban una menor y no se le daba nada de importancia, porque en la cultura judía la mujer no tenía ningún valor, tanto que algunos cuando por la mañana se levantaban daban gracias a Dios por no haber nacido mujer, ¿ustedes creen que Yo puedo tolerar eso?, sabiendo que Mi Mamá, la Virgen María, fue elegida entre todas las doncellas para ser la Madre de Dios, ¿podía Yo tolerar eso?, basta les dije en aquella oportunidad y se los sigo diciendo ahora, la mujer tiene que tener los mismos derechos que los hombres, más aún, ser considerada mucho más de lo que se la considera, porque la mujer, en la mayoría de los casos es la que, como decían en la Edad Media: son para hilar, parir y llorar, noo Mis queridos.
Aquellos lo hicieron pero ya no, porque a Mi Papá y a Mí nos parece bien que ya no.

Esa mujer que ustedes tienen como mamá ¿les parece que es un ser que fue creado para hilar, es decir hacer telas, parir, tener hijos y llorar todos los disgustos de su marido?, ¿ustedes podrían pensar que eso es lo normal?.

Por eso aquella gente y a ustedes les digo: tienen que ser buenos, tienen que ser humildes, simples, sencillos, pero exigir vuestros derechos, antes de elegir quién los manda que piensen aquellos que defienden vuestras ideas y vuestros intereses, buenas personas, honestas, simples, sencillas, como les dije, humildes.

Yo vine a este lugar como el Señor de la Misericordia, ¿y cuáles son las obras de la Misericordia?, recordemos algunas: dar techo a quién no lo tiene, pan al que tiene hambre y pan de amor al que nunca lo recibió, reposo al que va de paso, consejo al que lo necesita y tantas obras más, es decir, llevar a la práctica en forma total y completa lo que les dije a los Apóstoles, no muchas horas antes de morir: les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado y vayan por el mundo sanando los enfermos, expulsando los demonios y resucitando a los muertos, es decir a aquellos que están vivos pero están muertos por dentro, además predicarán la palabra a todos los pobres, es decir, los enfermos, los que nada tienen, nada pueden, nada saben, nada de nada. Es posible que a una gran parte de gente les falte el pan para llenar su estómago pero el cien por cien de las personas le faltó y le falta el amor suficiente para vivir con dignidad.

Habla Artemio:

Si llevan a la practica aquello de: ámense unos a otros como Yo los he amado y Él que yo sepa y ustedes también nos amó hasta la muerte.

Dice Jesús:

Sigo Mis queridos.

Así como les hablé en aquél entonces a orillas del lago a esa gente que no tenía pastor, eran como ovejas sin pastor, exijan a vuestros obispos, a vuestros sacerdotes, a vuestros pastores, a vuestros rabinos, es decir, de todas las religiones que les enseñen quién es Jesús, Yo, el Hijo del Padre y Dios también, porque no se puede amar lo que no se conoce, no es posible amar lo que uno no conoce y cuando me conozcan verán que pondré paz en los torturados por tantas cosas, limpiaré las almas llenas de dolor y de disgustos, del dolor físico también por supuesto pero y el otro dolor, el que carcome las entrañas y hace morir a las personas.

Si se aman como les dije verán que los dolores tendrán otro sentido, las enfermedades ni aparecerán por vuestro cuerpo, ¿o acaso no les dije Yo que lo principal en Mí, la prioridad uno, lo principal era sanar los enfermos?, ¿o qué hacía Yo cuando llegaba a cualquier pueblo de aquél momento, decía: busquen un hotel donde alojarme y algún restaurante para comer algo bueno?, noo, lo que Yo decía era: ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, y la gente se agolpaba y como no había lugar hasta a veces perforaban el techo para entrar, para buscar la sanación, porque si siguen aquél mensaje de hace 2000 años que tiene vigencia por toda una eterni

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