Mis queridos, no hagan que hoy me retire de este lugar sin hacer milagros porque ustedes no tienen fe, no, que no pase eso hoy ¿saben?, Yo estoy aquí y no solo que estoy sino que están oyendo Mi voz a través de este hijo Mío, que me presta su voz para comunicarles Mi Mensaje, único lugar en la Tierra donde se escucha Mi voz dirigida a todos los hombres, porque Yo hablo siempre en la conciencia de todos, pero esto es único en la Tierra. Mensaje del 05 de Julio de 2009
Habla Artemio:
Buenas tardes, como todas las cosas que hacemos todos los días y en nuestra vida lo hacemos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Y nos vamos al cántico 15 para saludar al Señor y para saludarlo en nuestro interior, porque nosotros somos templo de la Trinidad, Dios habita en nosotros pero está como dormido porque no le pasamos bolilla, está pero es como si no estuviera, 15 entonces, ¿ya buscaron?: que viva Cristo…. Ese deseo nuestro de que el Señor esté reconocido y alabado, que no sea solo para nosotros sino para todos los que han quedado en casa, para todos los que están enfermos, para todos los enfermos de todos los países amenazados con esta enfermedad que no es grave y que es menos fuerte que la gripe anterior pero la gente está muy asustada y por todos los que están enfermos, acá, en la provincia, en el país, en el mundo, están los Templos cerrados por temor al contagio, puede ser una medida buena, cada uno sabe sus cosas, pero me parece que suspender o cerrar las puertas de un Templo es como decirle al Señor: protege más un barbijo que vos Señor ¿no?, vieron que tenemos todo confundido, todo está confundido, es decir al Señor lo ponemos a la misma altura que ¿no?, es una pena y habla del descreimiento que tiene todo el mundo respecto a que es el Señor en nuestra vida. Y además pensemos si en este momento hay alguien que está muy mal en algún lugar y que tiene relación con nosotros, directa o indirecta, que el Señor actúe inmediatamente y haga el milagro de la sanación.
Ayer mientras orábamos le pedíamos al Señor que en un mes desaparezca la gripe, es decir, la gripe ésta que asusta tanto pero la gripe durante todo el invierno desde hace miles de años hay gripe ¿no?, entonces le pedimos a Jesús eso, pero vivamos en paz, tranquilos, confiando. Pobre del hombre que no confía porque confía nada más que en sus propias fuerzas, nuestras fuerzas no sirven para nada, son tan poquitas ¿eh?, por eso, vivamos bien ¿mmm?, y mucho menos estar triste, por eso le decimos al Señor con el número 12: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. Se lo decimos de nuevo: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. Nos vamos a 23 y esto también nos viene tan, tan, tan a la medida ¿no?, 23 todos tenemos y dice tan lindo: los que esperan, los que esperan en Jesús…, ahora viene para vos: si tu esperas, si tu esperas en Jesús.
En este momento el Señor me muestra a alguien que está en un estado muy desesperante, entonces nosotros como somos una comunidad cristiana, somos el cuerpo místico de Jesús, todos ¿eh?, le pedimos todos juntos a Jesús en este momento por alguien que ustedes no conocen, le pedimos que haga el milagro de la sanación, si esa es su voluntad, ya, en este momento que haga el milagro de la sanación.
Ahora antes de leer la palabra vamos a pedirle al Espíritu Santo que venga en nuestro auxilio para que estemos lúcidos y que estemos lo suficientemente alertas, vivaces con todas las luces prendidas de nuestra mente para que podamos entender la palabra del Señor: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….
Hoy es domingo 05 de Julio, la Iglesia conmemora hoy al Santo Antonio María Sacaría, el Evangelio es de Marcos, capítulo 6 y los pedacitos o versículos van del 1 al 6, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro: “al irse Jesús de allí volvió a su tierra, y sus Discípulos se fueron con Él. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en el Templo y mucha gente lo escuchaba con estupor. Es decir, entre gozo, estupor quiere decir entre gozo, admiración, exaltación, como realmente era el Hijo de Dios que hablaba ¿mmm?. Se preguntaban: ¿de dónde le viene todo esto?. ¿Y qué pensar de la sabiduría que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos?. Pero ¿cómo, no es el hijo de María, el hijo de José, hermano de Santiago, José, Judas, Simón?, porque en aquél entonces todos se decían hermanos. ¿Y sus hermanas no están aquí entre nosotros?. Entonces se escandalizaban y no lo reconocían. Pero ¿cómo, éste no es el hijo de José, el hijo de María?, cómo habla tan bien, tiene tanta sabiduría y hace los milagros, ¿cómo es posible?, entonces Jesús viendo lo que pensaban les dijo: si hay un lugar donde un Profeta es despreciado es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia. Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan solo sanó a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos, porque no lo conocían. Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer. Jesús recorría todos los pueblos de los alrededores enseñando” . Pero la gente siempre se preguntaba: pero ¿cómo, no es el hijo de José y de María, ese chico que se crió entre nosotros, hacía todas las cosas que hace todo el mundo?, ¿cómo es que tiene tanta sabiduría y hace tantos milagros?, ¿qué es lo que pasa?. Jesús entonces como les dije, leyendo el pensamiento les dice: si hay un lugar donde un Profeta es despreciado, Profeta es una palabra que significa: el que se adelanta a su tiempo y dice cosas que van a pasar más adelante, es decir, lo que va a ocurrir, eso quiere decir Profeta, el Profeta hace profecías, el que hace una profecía dice de antemano qué es lo que va a ocurrir ¿eh?, entonces dice: si hay un lugar donde un Profeta es despreciado es en su tierra, donde nació, entre sus parientes y en su propia familia. No necesariamente porque sea malo o algo por el estilo sino que el ser humano quiere que las cosas grandes vengan de lejos ¿eh?. Esto que hemos leído es la palabra del Señor, te damos gracias Señor.
Ahora, uno no piensa que en esas personas haya habido mala voluntad, pero ¿qué ocurre?, cuando uno espera algo de alguien o alguna persona tiene que venir de lejos, tiene uno que no conocer cómo vivía, qué hacía, dice: y es despreciado o no escuchado entre sus propios familiares, y claro, un niño se cría, se le cambian los pañales porque se hace caca, se moja, eructa, hace gases ¿verdad?, entonces uno eleva o baja el nivel de la persona, esta persona eructa, hace gases, come, va de cuerpo, orina y cómo va a ser un Profeta, alguien que hace todas esas cosas, no es por maldad ni por mala intención sino lo que se tiene cerca generalmente no se lo reconoce. Pero repito, no es por malas intenciones sino porque uno quiere que lo grande venga de arriba o de otra parte ¿eh?, uno no puede pensar que, es como cuando cualquiera de vuestros hijos se va a estudiar y regresa al pueblo: ah no, pero qué voy a ir de este médico si es hijo de doña María y don Pedro, qué va a saber éste, si yo me acuerdo que cuando era chico era un mocoso roñoso que rompía los vidrios ¿y ahora me voy a hacer tocare con ese?, es así ¿verdad?, pasa con vuestros hijos cuando van a estudiar y vuelven recibidos de algo ¿mmm?. Entonces tiene que hacer muchas cosas para que comiencen a creer un poquito en él como médico, como abogado, lo que sea, por eso que generalmente las personas cuando se reciben se van lejos porque allí nadie los conoce, nadie sabe si rompió vidrios o se portaba mal, si en la escuela tenía mala conducta ¿eh?.
Así pasa en este caso con Jesús, entonces piensan: no, pero si éste es el hijo de José y de María, de qué Profeta me vienen a hablar, si este chico lo veíamos cuando era pequeño y era como todos los chicos. Por eso, normalmente entre los cercanos y los parientes no funcionan los Profetas y los que saben porque nadie se los reconoce ¿no?, no es que le dijeron a Jesús: no te queremos porque vos eras un chico entre los nuestros, sino que directamente Jesús les lee el pensamiento y les dice: por qué no tienen fe, el problema no es que Yo diga las cosas o que sino lo que Yo digo no que Yo lo diga, es decir, Yo vengo enviado dice el Señor ¿eh? ¿verdad?. Por eso dice: hay un lugar en la Tierra donde no es creído un Profeta es en su propia tierra ¿mmm?.
Pensemos bien, como ocurre con nuestros hijos cuando van a estudiar y regresan y nadie les da importancia porque lo vio crecer, lo vio que a lo mejor orinaban detrás de la casa o que se yo, una vez saltando la tapia robando mandarinas, no, qué abogado va a ser éste, o que médico, qué ingeniero, y sí pasa con Jesús ¿eh?, no lo reconocen, pero Jesús se da cuenta que también el gran problema de los hombres es que no tienen fe, es decir no se convencen cuando ven las cosas, es decir, si hay algo que se manifiesta se lo atribuye incluso a algo raro, distinto, que se yo ¿verdad?, no se piensa que podía hacerlo el Señor, por eso dice: Él siguió, como caminaba a todos los lugares, se fue a otro sitio porque allí no tenían fe, dice: impuso las manos a algunos y se sanaron, seguramente algún forastero que no lo conocía ¿verdad?, pero se fue del lugar dice sin hacer milagros porque la gente no le creía ¿mmm?, bueno.
Este Evangelio, esta palabra del Señor tiene que hacernos reflexionar, pensar con nuestro corazón respecto a cómo nosotros enfocamos todos los problemas de nuestra vida ¿eh?, cuando un hijo oye hablar a su mamá o a su papá y si ha sido bien criado ¿no?, ese hijo dice: es la palabra de mi papá ¿mmm?, o: me lo dijo mi mamá, como si eso realmente es la garantía de que algo es verdadero ¿verdad?, pero no ocurre normalmente así, ¿por qué?, porque vieron, todos me hablan de sus hijos que son rebeldes, que no hacen caso, que salen cuando quieren, vuelven cuando quieren, ahora si se los dice un vecino o un pariente o que se yo, entonces tal vez esos chicos hagan caso, pero se lo dice papá y mamá, bueno depende de cómo fueron criados ¿no?, porque si papá o mamá se tiraban los platos por la cabeza o las cacerolas o lo que sea y los chicos vieron esas peleas, esos golpes, todas esas cosas ¿eh?, entonces, o bien gritar, o bien perder la paciencia, o bien que te tome los nervios y le decís cualquier palabrota ¿eh?.
Entonces ¿qué pasa?, un hijo crece van pasando los años y llega un momento que de tanto ver en sus padres todo eso, directamente dice: papá no me servís de ejemplo, porque yo quiero pensar que mi papá es un hombre grande, porque un niñito cuando es pequeño que todavía no conoce mucho a su papá se toma de la mano de él y va a cualquier lado sin ningún temor pero empiezan a pasar los años y esos niños empiezan a alejarse porque ven tantas cosas dentro del hogar ¿verdad? que llega un momento en que miran a su papá, a su mamá y piensan por dentro, aunque no lo diga: no me sirven como ejemplo, no, ¿cómo me va a dar orden a mí que me porte bien si ellos se andan golpeando o tirándose con las cosas que hay dentro de la casa?.
Entonces, esta comparación se las hago para que vean que las palabras de Jesús gran parte era para explicar eso, que no se valora mayormente lo que se tiene cerca, caramba, si mamá me dio la vida, mi papá también junto con ella, ¿cómo es posible que yo ahora cuando son grandes no los atienda, no los tenga en cuenta, los ponga en un geriátrico para que se muera despacio ahí adentro, porque quién aguanta tan fácilmente en un geriátrico ¿no?, con todo el respeto que me merecen porque no hay otra forma donde poner las personas a veces, no hay lugar, que se yo, o una enfermedad difícil ¿mmm?, pero en tiempos antiguos por ejemplo, las personas de edad pasaban a integrar un consejo de ancianos y cualquiera que tenía problemas iba a ver a esas personas para pedirles: qué puedo hacer en este caso, qué corresponde que haga ¿mmm?, pero a medida que pasó el tiempo la vida fue trayendo otras costumbres y ya los padres son olvidados por sus hijos lamentablemente, con culpa o sin culpa pero si un hijo razona tiene que pensar: es mi papá, yo no sería quién soy si ella y el no estuvieran porque entre los dos me engendraron ¿verdad?.
Entonces, es difícil oír a aquellos que uno tiene cerca por eso Jesús habla de eso, dice: no tenían fe, por eso se retiró sin hacer milagros, y muy simple, no creían en Él, así como a veces no creemos en papá y mamá, por las cosas que uno vio o por, directamente por que el ser humano es muy desagradecido ¿eh?, en general siempre es desagradecido, que hijo podría pensar de su mamá, pues que se yo, cualquier cosa, esa mujer me llevó en su panza nueve meses ¿eh?, entonces ella está latiendo en mi sangre, ella ¿eh?, me tuvo tan cerquita de su corazón tanto tiempo y ahora yo la voy a visitar cada dos meses o una vez cada tanto, le decimos: ¿te falta algo?, le ponemos plata allí para que se lo compre mientras lo que mamá y papá quieren es que a pesar de todos los trabajos que vos tengas los vayas a visitar, los cuides, los protejas, le digas gracias mamá, gracias papá porque por ustedes tengo la vida ¿mmm?, nunca te podría poner si tengo lugar en mi casa, nunca te podría poner en un geriátrico, en un lugar para que te cuide otro, quiero cuidarte yo hasta el último día ¿eh?, porque no sería quien soy si vos no fueras mi mamá ni mi papá.
Pensar en estas cosas porque el ser humano es bastante desagradecido con aquellos que lo benefician, ya es un poco decimos bíblico esto ¿no? cuando Jesús sana a los diez leprosos y de los diez uno solo vuelve para agradecer, entonces Jesús le dice: pero ¿cómo, no eran diez?, y los otros nueve ¿dónde están?, entonces ya está en nuestro corazón esa tendencia de no ser agradecidos ¿eh?. Las broncas que nos hicieron pasar, las cosas que bueno, nos dolieron tanto somos lerdos para olvidarlas pero el afecto que nos dieron no lo reconocemos o bien cuando queremos decimos: sí pero ¿eh?, le sigo amando, le sigo queriendo siempre y cuando viste tenga una conducta, una vida, esto, lo otro, lo de más allá, un pequeño error, un pequeño defecto se les cierra las puertas a todos ¿eh?.
Justamente hoy cerca de 12 alguien me decía, dice: yo, es cierto, pasé mucho tiempo en la cárcel, yo pasé mucho tiempo en la cárcel pero tampoco me merezco que voy a cualquier casa y todos me cierran la puerta, dice: y hay dos casas nada más que me abren la puerta en este pueblo, me nombró una persona y ésta, dice: ya sé, incluso me decía: cuídeme usted porque a veces yo puedo estirar la mano y alzar cualquier objeto para llevármelo, como queriendo decir: estoy como teniendo en mi alma metido muy adentro eso de robar ¿no es cierto?, bueno, eso me está diciendo de que muchas fuerzas a veces no se controlan, pero ¿por qué somos los seres humanos así tan desagradecidos y nos olvidamos tan pronto de las cosas que no tenemos que olvidarnos?. Hasta ahí lo humano, netamente humano, que pasa en nuestras familias, con nuestras relaciones, nosotros hacemos la cruz a aquellos que algo nos hicieron, nos hirieron o algo por el estilo, ¿por qué?, cada día hay que empezar de nuevo, cada día hay que decirse en el corazón: no cuánto me odiabas ayer sino quiero pensar en cuánto me amás hoy, es decir, darle al otro la posibilidad de que cambie, necesariamente no siempre va a ser alguien malo, ¿por qué?, me hizo muchas chanchaditas pero tal vez ya no ¿mmm?.
Por eso, una, dos, como le preguntan a Jesús: ¿cuántas veces hay que perdonar?, ¿siete veces?, no, setenta veces siete, la palabra siete en la Biblia o el número siete significa siempre, claro, pero hay que hacer distinciones, se perdona cuando realmente uno ve que hay en la otra parte el deseo de cambiar ¿mmm?, pero a veces se es flojo y se vuelve a caer y se vuelve a pedir perdón y si, hasta que el ser humano se encarrile, se encamine, no podemos cerrar la puerta a los demás porque una vez cometieron algo que no era bueno.
Pero fíjense ustedes, uno observa en la vida de los pueblos, las personas que roban y son personas públicas, roban a veces en las casas de comercio o donde sea ¿eh?, bueno, se tiene que ir o alguno dice: y sí, es muy hábil, por lo tanto yo lo voy a poner de empleado porque si este fue capaz de robar tan bien yo lo voy a controlar, se ve que es un tipo vivo y sabe hacer las cosas entonces yo lo necesito para mi trabajo ¿mmm?, pero si es en cosas morales, o bien que le pegó a alguien, o le dio una cuchillada o lo que sea no se le disculpa nunca más, mientras que los delitos económicos la gente los olvida de fácil, pasan unos años afuera del pueblo y cuando vuelven se los recibe como héroes todavía bien ¿mmm?, bien.
Esa es una conclusión humana del Evangelio de este día ¿verdad?, de cómo el ser humano es reconocido o no en el lugar donde nació, pero el Señor va más lejos cuando dice: nos vamos de aquí, nos vamos a otros lugares porque en este lugar la gente no tiene fe. Impuso las manos sobre algunos que supuestamente, seguramente eran forasteros y esos se sanaron pero el resto no, y cómo iba a ser si era el Hijo de José y de María, hermanos de todos los que estaban en ese entonces por ahí.
Yo me pregunto y les pregunto: ¿cómo está la fe de ustedes?, porque si han venido al Templo y además arriesgándose por toda la posibilidad de contaminarse con la gripes y otras cosas ¿no?, ¿cómo es que han venido?, es porque necesitan, pero ¿esa necesidad está con un corazón lleno de fe para pedirle al Señor o nuestra fe es así nomas?. Si Jesús que lo era, Dios, podía haber hecho los milagros allí en ese lugar aunque no creyeran en Él pero las cosas buenas y todo lo que sea relación con el Señor viene como una consecuencia de entablar relaciones con Él, no puede uno de repente decir: sí, me duele la cabeza entonces digo un Padrenuestro para ver cómo se me pasa esto fácil, no, no, no, así no, es decir tenemos que tener con Él una relación de amistad y así como cuando estamos mal reconocemos que necesitamos de los amigos para que nos den una palabra de aliento, nos sostengan, nos contengan y así también es el Señor. Está bien que le pidamos pero ¿qué hemos hecho con Él?, ¿o tenemos una relación de afecto, o bien nos dimos cuenta de repente que Él es nuestro Papá, nuestro amigo, nuestro hermano para pedirle todo lo que necesitemos?, ¿como está la fe en nosotros?.
Es lo mismo que hablábamos ayer con otras palabras por supuesto, pero decíamos ayer: uno pide al Señor la gracia de que venga a nuestro corazón, la comparación en el Evangelio de ayer es ésta: cómo puedo poner yo vino nuevo en un envase viejo, es decir estropeo el vino nuevo ¿mmm?, y en el caso nuestro si le pedimos al Señor la gracia o el milagro de la sanación, pase lo que nos pase, nosotros o los que tenemos cerca.
Cuando uno invita a alguien a su casa limpia, ordena, pone todo bien para que el que llega se impresione bien ¿verdad? y se sienta cómodo, ahora ¿cómo podemos nosotros pedirle al Señor que venga a nuestro corazón si no creemos en Él? ¿eh?, sí, es importante, que bueno, que bueno es creer en el Señor, no, no, no, yo creo en vos Señor, te creo lo que decís, creo que sos mi Papá, me has creado a tu imagen y semejanza, entonces, cada mañana cuando uno pide: Señor necesito tu gracia para empezar este da y vivirlo bien, vivirlo adecuadamente, vivirlo realmente como a vos te gusta que lo viva, ahora pero ¿cómo está mi corazón para recibir tu gracia?, ¿cómo está?, si yo soy egoísta no te puedo decir: Señor, vení a convivir con mi egoísmo, con mi odio, con mi deseo de venganza, con mi falta de afecto ¿eh?, soy un falluto, soy una mala persona y te estoy pidiendo Señor que vengas, yo no te puedo hacer convivir en mi corazón porque tengo demasiadas cosas que voy a tener que cambiar, no puedo poner tu gracia nueva en mi corazón que está llena de cositas que no son tan buenas ¿eh?. Ayer también les decía: es como aquellos que: yo necesito sanarme de los pulmones pero no quiero dejar el cigarrillo y no lo voy a dejar, bueno seguí fumando nomás, vos sos libre, pero si te sanás o no de los pulmones eso se verá. Es decir, si yo quiero algo, necesito algo tengo que preparar ese campo, esa vida, esas cosas para recibirlo sino es como inútil.
Por eso, el Señor dice: esos hombres no pudieron creer y Yo no pude hacer ningún milagro porque no tenían fe y nosotros ¿cómo andamos mis queridos?, ¿cómo está nuestra fe?, ¿cómo?, ¿así paliducha nomás, la fe que nos dieron allá en el Catecismo de las noventa pregunta de la niñez?, ¿nuestra fe está todavía como cuando bueno, creía y no creía?, total tenia fuerzas y en consecuencia me bastaba a mí mismo, me sostenía en pie porque tenía toda la fuerza y ahora que me falta porque estoy enfermo ¿qué hago? ¿verdad?, entonces ahora así acudo a vos Señor y tenés que acudir al Señor porque su amor es tan grande que Él te va a decir enseguida: no tengas en cuenta todas las macanitas que hiciste a lo largo de tu vida porque yo te amo e incluso antes de hacerlas ya te las había perdonado ¿verdad?, por eso, con el Señor siempre se sale ganando, seamos buenos tipos o seamos malos tipos, con Él siempre se gana porque, por una razón muy simple, porque Él nos segura, que incluso antes de hacer las cosas malas ya las había perdonado… (se dio vuelta la cinta)…, pero también Él sabe que somos libres como para decirles: mirá Señor, necesito esta sanación, necesito que hagas el milagro conmigo, con Mi Papá, con Mi Mamá, necesito tanto de vos Señor porque si no estás en mi vida soy como un huérfano, nadie me contiene, nadie me ayuda, nadie me ama, soy una pobre cosa Señor, por eso yo quisiera estar siempre con vos y no quisiera que pasara lo del Evangelio de hoy: se fue del lugar sin hacer milagros porque esos hombres no tenían fe.
¿Dirá hoy de nosotros lo mismo el Señor?, Él que los trajo a este Templo ¿verdad? para darles tantas cosas, para darles todo lo que necesitan, ¿nos dirá lo mismo?. No puedo hacer nada con ustedes porque no tienen fe, ¿qué es tener fe?, es creer en algo, vos dirás: y si una persona está enferma y su fe está como caída o no hay directamente, ¿y para qué están los hijos?, ¿para qué están las personas cercanas?, ¿para qué estamos nosotros que aunque no conozcamos a los demás podemos tener fe para que ellos se sanen, se mejoren, empiecen a la nueva vida, ya sé que no es fácil, por supuesto, todo lo importante en la vida no es tan fácil.
Ahora, si alguno no tiene ¿no podemos tenerla nosotros por ellos?, ¿no podemos tener nosotros esa fe por ellos?, por qué tenemos que señalar este hombre o esta mujer: no creen en el mismo Dios que yo creo, está en otra religión o lo que, noo, Jesús fue tan claro en sus Mensajes: todas las religiones son caminos que van al mismo lugar, a Mi Casa, la Casa del Padre, distintos caminos.
Entonces, ¿cómo yo voy a despreciar a un hermano porque es evangélico, testigo de Jehová o budista o mahometano o lo que sea?, si es mi hermano, si él camina por un lugar distinto al que camino yo pero los dos nos vamos a encontrar al final, por qué no tolerar sus ideas, respetarlas y tolerar piense lo que piense y haga lo que haga como hacía la Madre Teresa, ella trabajaba en un país donde la mayoría no son católicos y sin embargo ella los recogía en la calle, los llevaba a esos lugares para que murieran bien, pero no les hablaba de Jesús siendo ella religiosa del Señor no les hablaba, por una cuestión de respeto a las creencias de los demás, esa es una virtud que se llama tolerancia. Nosotros no toleramos ni que el vecino tenga un coche nuevo o que se haya comprado una cacerola essen nueva, ni esa tolerancia tenemos, ¿qué vamos a tolerar a veces la forma de pensar de los demás?, que mal que hacemos ¿no?, ¿no será tiempo de cambiar ya?, ¿no será tiempo de vivir de otra forma, de otra manera para que nuestra vida se empiece a enriquecer? ¿eh?, como decíamos ayer: cómo puedo llamar a Jesús a mi corazón para que me sane si yo no he preparado mi corazón para que venga, al menos no le he dicho: Señor mirá yo soy así, perdoname, yo no sé, quiero vivir bien, vení a mi casa ¿eh?, vení, vení a mi casa que todo, todo se soluciona, todo se arregla ¿mmm?, pero si le preparamos la casa mejor, porque de esa forma estamos entablando con Él la amistad para que dure esa amistad toda la vida.
Si alguien no lo puede hacer nosotros ¿qué hacemos por ellos? ¿eh?, empezamos pidiendo por una persona que el Señor mostró, estaba tan necesitada, bueno, no sabemos quién es, ustedes no saben quién es, ni como se llama ni nada, aunque yo lo sepa, pero necesita la vida ¿eh?, dásela Señor ¿verdad?, bien.
Todos los días que hay Oración, porque para el que no lo sabe sépalo, aquí Jesús, en este lugar tiene su Casa, con su Mamá, la Virgen, desde hace 14 años el 11 de Marzo, dijo: nos vamos a quedar aquí para siempre, ésta es nuestra Casa y aquí vamos a hacer cosas maravillosas para que el mundo se admire, vamos a hacer cosas tan grandes pero tan grandes que ni la imaginación más poderosa podría si quiera imaginar un poquito de todo lo que va a suceder, ya lo estamos viendo todos los días, los ciegos ven, los tullidos caminan, los demonios son expulsados, la palabra se le explica a todos sin distinción de religión, ni como vienen vestido, ni si están estrenando ropa o nada, se le predica a todos ¿o no es eso lo que Él quiere?, bien.
Y como todos los días de Oración repito, Él viene a dar su Mensaje, si estamos solos o cuando estuve yo lejos de aquí unos días lo mismo gravamos los Mensajes de la Virgen y de Jesús, muchos ¿mmm?, porque como es Dios está en todos lados ¿no?, pero entiéndanlo, estamos pisando suelo Sagrado y tal vez dentro de muy poquito tiempo empiecen a ponerse los cimientos de la Ciudad de Dios, ¿dónde?, en un conjunto de edificios construidos como otros edificios pero se va a empezar a vivir de otra manera, como el Señor quiere, eso va a hacer la Ciudad de Dios, tal vez dentro de pocos días pueda decirle: ya empezó, y dice el Señor: el Templo del Tercer Milenio, una de las torres será tan alta que será vista desde muy lejos, muy lejos, como un símbolo de la esperanza que el Señor le da a los hombres de que el amor es posible, de que vivir en paz se puede y se debe, que las enfermedades se curan, que los enfermos se sanan, que las cosas más difíciles se concretan, falta tan poco mis hermanos, tan poquito para que les anuncie eso, si todo está como Dios así lo está programando, falta tan poquito para eso; ustedes dirán: palabras, dentro de unos días vamos a ver si son palabras ¿eh?, cuando les diga: ya está, ya está, bien.
Entonces, esperamos el Mensaje del Señor, ven Señor que tu siervo escucha, mirá a estos hombres y mujeres y niños que han venido desde lejos y no tanto, arriesgando su salud porque el que se pone en viaje siempre arriesga, por eso yo todos los días cuando parten, digo: Jesús acompañalos a cada uno, manejá al lado del que maneja para que nunca les pase nada malo, bueno.
Vení Señor que tu siervo escucha.
Dice Jesús:
Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas, Yo soy la Luz del mundo, quien se guía por Mi Luz los problemas de su vida ya dejan de serlo, las cosas malas se transforman, los corazones tristes se llenan de alegría, la felicidad que parece que pasó de largo anida en nuestro hogar.
Soy la Luz del mundo Mis queridos, pero no solamente las luces que ustedes conocen sino esa Luz que penetra hasta lo íntimo de las cosas para transformarlas y santificarlas y hacerlas ejemplo de todo, Yo soy la luz del mundo, no lo olviden.
Soy el Hijo de Dios y Dios mismo, soy el bebé que vieron en el Pesebre para Navidad en los brazos de Mi Mamá, la Virgen, soy el mismo Niño que tuvo que huir a Egipto cuando Herodes Antipas quería matar a todos los niños para que Yo también muriera, soy ese mismo Niño que se alimentó de leche cuajada y miel y del pecho de Mamá, por supuesto, soy ese Niño que creció, ese Niño que aún añora los brazos de Mamá, la Virgen, ese mismo Niño que se amamantó de su pecho, ese mismo Niño que ya grande algún día oiría en el camino del calvario a aquella mujer que gritó en la multitud: bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron, es el mismo Niño el que ahora les está hablando como el Hijo de Dios y Dios mismo, que ha crecido, ha predicado su doctrina, ha muerto en una cruz para la salvación de cada uno de los hombres que vivieron, viven y vivirán y que está triunfante entre nosotros y no colgado en una cruz, Yo estuve seis horas en una cruz nada más, ahora estoy triunfante entre nosotros y estoy aquí delante presidiendo esta asamblea para que aquellos que quieren verme puedan verme y los que no pueden al menos sientan Mi presencia delante de ustedes.
Aquél pequeñín que adoraban ustedes en el Pesebre para Navidad ya recorrió toda su vida, predicó, murió en una cruz, resucitó y hoy está triunfante en medio de todos, ¿para qué?, para darles todo lo que ustedes necesitan, porque como les dije al comienzo: soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas, soy el Padre de todos, el que los ama con un amor profundo, el que un día en la panza de mamá les dio la vida, los llamó por vuestro nombre, el que siguió amándolos y los sigue amando a pesar de que ustedes a veces no sean agradecidos ni me reconozcan pero Yo estoy siempre delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda esperando que me digas: Papá, necesito tanto que me des esto que ahora preciso, Papá, necesito sanarme de los problemas que hay en mi cuerpo, quiero que me digas: necesito tener paz en mi alma, recuperar la alegría que mi corazón perdió, recuperar la paz que tan poco a veces tuve y por fin Papá ser feliz, porque eso es lo que vos querés de nosotros y nosotros creemos que pasó de largo y ya nunca va a ser posible la felicidad para nosotros, no sea cosa Mis queridos que en medio del río con agua clara y dulce se estén muriendo de sed, eso le pasa al hombre que no me pide por sus necesidades, ¿o acaso creen que no sé que son precarios?, ¿o creen que Yo no sé que les duele los huesos, que tienen várices, que los ojos ya no ven tan bien, que los años pasan, que arrastran los píes porque la vejez los está acercando, que los oídos ya no oyen tan bien?, ¿o creen que no sé todo eso?, pero estoy esperando que me digan: Papá yo quiero vivir muchos años, felices, junto a mis hijos, nietos, bisnietos y tataranietos y mucho más, porque vos cuando viniste aquí desde el comienzo, quiero que todos reconozcan eso, Yo cuando vine desde el comienzo dije: quiero hacer todo nuevo y quiero que los hombres se mueran de viejos y no por enfermedades, quiero que los seres humanos tengan los milagros que el Señor quiere darles, las gracias que necesitan y todo lo que les hace falta para tener en este valle de lágrimas la sonrisa para afrontar los problemas que necesariamente la vida les trae a cada uno, porque tienen que ganar el pan con el sudor de la frente, tienen que parir los hijos con dolor, tienen que arrastrar los pies porque los años ya no le permiten levantar tanto las piernas, pero aquí está el Padre de todos, el Padre común que los ama para darles una vida nueva, para que no tengan miedo, para que lo que se presente como más difícil, piensen: si el Señor lo quiere todo es posible, todo, absolutamente todo.
Por qué no recuerdan Mis queridos a esta hija Mía que está aquí conmigo adelante y que viene siempre a las reuniones y viene todos los días, la Madre Teresa de Calcuta, Beata, cuando llegaba de las recorridas buscando comida para todos los que estaban en los lugares de la muerte, apenas traía dos o tres kilos de pan, pero ella repartía y repartía y ese pan se reproducía para llenar cientos de bocas, pero ¿saben?, como el Evangelio lo recuerda hoy, para eso hay que tener fe.
El Evangelio les muestra que Yo me voy del lugar donde había nacido sin hacer ningún milagro porque los hombres no tenían fe y les cuento esto de la Madre Teresa cuando ella pensó: conseguí nada más que dos o tres kilos de pan, ¿y el resto?, cuando se está conmigo Mis queridos, el resto lo pongo siempre Yo y esos dos o tres kilos de pan se transformaban en cientos de kilos porque Teresa de Calcuta tenía fe.
Es así de simple y de grande todo, es así de fácil cuando uno está tomado de Mi mano, vieron ustedes los niñitos pequeños cuando tienen miedo de andar por la noche y salir afuera, entonces papá comprende, los toma de la mano y les dice: vamos y los niños enfrentan la oscuridad pero no con miedo sino hasta con alegría porque saben que van tomados de la mano de su papá, ¿no quieren ustedes que les pase igual conmigo?, cuando salen a la noche oscura de la vida y tienen miedo qué va a pasar mañana y pasado y que la gripe y que no sé, el trabajo y que la crisis y que, por qué no hacen como el niño que se toma de la mano de su papá y ya no tiene miedo de nada ni de nadie porque papá tiene fuerza, porque papá es grande, porque papá lo puede todo, eso es lo que piensa un niño y eso es lo que tienen que pensar