Entonces, vayamos de nuestro Padre, vayamos a ver a Jesús en la Eucaristía y digámosle: me pasa esto, ¿qué hago Señor?, yo he sido creado a tu imagen y semejanza, soy tu hijo, pequeño diosito porque me has creado vos Señor a tu semejanza y si vos sos Dios yo soy un diosito, ¿qué puedo hacer Señor con esto?, alguien me estafa en los afectos o en algo material o en dinero, Señor ¿qué puedo hacer con todo esto?. Mensaje del 29 de Abril de 2009
Habla Artemio:
Como siempre todas las cosas que hacemos todos los días empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Buscamos el librito de los cánticos, recibimos al Señor con alegría y diciéndole con 15: que viva Cristo…. vamos a pasar ahora a otro tema 17, cuando decimos al Señor que nos perdone no es por las cosas malas que pudimos haber hecho que también puede haber, sino por las cosas buenas que podíamos haber hecho y no hicimos, es decir lo que se llama pecado de omisión, pienso que son los peores, que debimos hacer pero no hicimos, ¿con quién?, con nosotros, con nuestra pareja, con nuestros hijos, con todos los que están esperando de nosotros una respuesta a su vida, a sus problemas, a sus necesidades, entonces vamos a pedir perdón por aquellas cosas que debíamos haber hecho y no hicimos: hoy perdóname…. Revisamos las cosas que nos movieron, nos motivaron a venir al Santuario, es decir nosotros creemos que vinimos pero ocurre que el Señor nos trajo y entonces habrá que pensar, lo que me está pasando que no es bueno, qué me está queriendo decir el Señor, es decir cómo aprovecha el Señor esto que me está pasando, porque Él no hace nada malo nunca, pero cuando la vida, las cosas, las personas no nos hacen bien ¿mmm? qué me querés decir Señor con esto que pasa, partiendo siempre de la base que nunca el Señor puede querer algo malo para nosotros, no, entonces revisemos con cuidado qué nos trajo hoy acá, no desaprovechemos ni un instante, si no quieren concentrarse en la palabra que es fundamental concéntrense en el Sagrario donde el Señor está, ahí donde está el Señor de la Misericordia está el Sagrario, donde está la lamparita encendida. Piensen los que vinieron esta mañana que ya estaban aquí a las seis ¿no?, tuvieron el día, durante todo el día la oportunidad de estar delante del Señor, cuántas cosas podrían haberle dicho, no tenían nada que hacer, yo supongo que lo han aprovechado.
Bien, entonces atendiendo a todo lo que nos trajo pensemos qué necesitamos para seguir con nuestra vida ¿eh?, qué necesitamos, 26, es cierto con lo que dice aquí: mientras recorres la vida tú nunca solo estás… ¿será cierto eso?, ¿no negamos la mano al que está con nosotros o el que está con nosotros nos está negando la mano?, por eso: ven con nosotros a caminar….
Bueno, vamos a leer la palabra pero antes vamos a pensar que es necesario pedirle al Señor que nos de la lucidez necesaria para entender la palabra, partiendo de la base que lo único que nos sana es la palabra del Señor, el resto tiene poco o nada de valor, entonces humildemente decimos: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Hoy es miércoles 29 de Abril, el Santo de hoy es Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, una de las cuatro doctoras que tiene la Iglesia, Santa Catalina de Siena, podríamos hablar mucho de ella porque hizo tanto bien, pero no tenemos tiempo. Como todos los miércoles San José, Patrono de la Iglesia Universal, Patrono de cada uno de nosotros ¿mmm? y el Evangelio de hoy es de San Juan, capítulo 6, del 35 a 40.
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu santo, Amén. “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida. Y el que viene a Mí nunca tendrá hambre y el que cree en Mí nunca tendrá sed. Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aún después de haber visto. Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a Mí, y Yo no rechazaré al que venga a Mí, porque Yo he bajado del Cielo, no para hacer Mi voluntad sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que Yo no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite todo el último día. Sí, ésta es la decisión de Mi Papá: toda persona que al contemplar al Hijo crea en Él, tendrá vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Todo el Evangelio de Juan, no solamente el de hoy sino todo, que es el cuarto en la Biblia está haciendo siempre referencia a que el Padre lo envía ¿]mmm?, Mi Papá me envía, Mi Papá esto, quién me conoce a Mí conoce a Mi Padre y así todo, está haciendo referencia San Juan a todos los misterios de la Santísima Trinidad ¿mmm?, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Del Padre sabemos, del Hijo también y la relación entre el Padre y el Hijo que es una relación de amor, eso es el Espíritu Santo que es Dios también.
Ahora, Yo soy el pan bajado del Cielo dice el Señor y uno piensa enseguida en la Sagrada Forma, es decir en el pan que uno recibe cuando comulga, ¿sí?, ¿está bien?, pero en un sentido amplio y completo, el pan bajado del Cielo significa la palabra de Dios ¿eh?. Antes estaba el Antiguo testamento, a partir de Jesús se inicia el Nuevo Testamento, que nosotros conocemos como los cuatro Evangelios, Las Cartas de San Pablo, Pedro y otras más.
Ahora, Yo soy el pan bajado del Cielo, el que cree en Mí no morirá, esa palabra del Señor tiene una vigencia, es decir una duración eterna, para siempre. Si cuando pasemos al otro seguiremos teniendo en cuenta que esa palabra es la que nos sustenta, nos alimenta: Yo soy el pan bajado del Cielo, la palabra ¿eh?.
Por eso, cuando nosotros, nosotros hablamos de que lo que realmente sana es la palabra del Señor estamos diciendo que estamos recibiendo al pan bajado del Cielo, por qué se le dice pan?, porque nos alimenta y la palabra del Señor nos alimenta ¿mmm?, porque entonces ¿qué pasaría con aquellos que no pueden comulgar?, ¿qué pasaría con otras religiones?, ¿qué pasaría con los que tienen prohibido comulgar por ciertas leyes internas de la Iglesia, pero entonces, Yo soy el pan bajado del Cielo, soy la palabra bajada del Cielo, la palabra es todo lo que el Señor nos dio en los cuatro Evangelios a través de los evangelistas para alimentar nuestra vida, no solo por un tiempo sino por toda una eternidad.
Entonces, si uno está delante de una Biblia, que es tan bueno tenerla siempre abierta dentro de la casa, está uno como diciendo: Señor, que tu palabra viva en este lugar, así como nosotros decimos. Señor, que tu palabra, tu pan esté aquí en medio de nosotros alimentándonos, sobre todo atendiendo que todos los que venimos de una u otra forma estamos enfermos. No hay ninguna persona que pueda decir que no tiene nada, siempre el ser humano tiene algo y si no lo tiene lo está incubando ¿mmm?. Por eso tenemos esa tremenda necesidad de alimentarnos siempre con la palabra ¿mmm?, entonces lo que nos sana a nosotros, tanto sea enfermedades físicas, espirituales, los problemas que tengamos, las injusticias que vivimos, los dolores que soportamos ¿eh?, todo lo que nos fue pasando a lo largo de la vida que no es poco, es un montón, aquellos que nos hieren y todavía se regocijan, es decir, les da gusto herirnos ¿eh?, o toman, es decir cosas terribles disfrutando todavía y los seres humanos soportan en silencio todo eso y los seres humanos soportan en silencio todo eso.
Entonces, ahí está la palabra del Señor que es el pan bajado del Cielo ¿mmm?, para alimentarnos ¿eh?, pensemos en esto, el ser humano a veces cuando tiene pocos años cree que es un poco el que puede resolver todas las cosas porque hay un montón de sangre corriendo en las venas que es propio de la juventud lleno de hormonas, de vitalidad, de fuerza hasta que a veces esa vitalidad y esa fuerza desaparece.
Por eso, lo interesante es que aún teniendo mucha vitalidad, mucha fuerza cuando creemos que podemos autoabastecernos, es decir hacernos todo nosotros ¿eh?, siempre hay que pensar: más allá de mí siempre hay alguien superior, en este caso es aquél que me creó a su imagen y semejanza, me alimenta, me sustenta a través del tiempo y vos dirás: y no puede ser estas palabras algo lindo, algo simpático para soportar mejor las cosas, como cree justamente aquél que no tiene en cuenta todo esto.
Ahora, yo pregunto: ¿quién es tan fuerte?, ¿quién no está necesitado?, ¿quién puede creer que lo va resolver todo?, nadie puede decirlo porque necesitamos de un ser superior, aquél que nos creó, así como el niño piensa: mi papá me soluciona todos los problemas ¿eh?, porque mi papá todo lo puede, dice el niño y los adultos tendríamos que decir: el Señor todo lo puede y me soluciona todo y si no me lo soluciona me hace entender por qué no me lo soluciona, porque a veces nuestros pedidos no están dentro de lo que el Señor pensó para nuestra vida y nuestro proyecto personal, hay cosas que por supuesto, el Señor no las produce, uno las vive, las soporta pero Él no lo produjo porque Él no puede producir nada que sea malo ¿mmm?, entonces si pasa algo en nuestra vida que no es bueno, tendremos que decir: Señor ¿qué me estás queriendo decir con esto que me pasa?, porque vos no me mandas cosas malas ni me ponés piedras en el camino, nada. Entonces, con esto que pasó: ¿qué me estás queriendo decir Señor?, ¿qué querés que entienda de esto que me pasa?, ¿qué querés que entienda?.
Entonces me acercaré a alguien, al Señor directamente o alguien que me explique un poco ¿no?, siempre alguien que sepa porque muchos hay que tocan de oído ¿no?, y en realidad no nos dan la respuesta, que es la respuesta del Señor. Y ¿cómo es posible encontrar la respuesta del Señor?, pidiendo que el Espíritu Santo nos ilumine, nos de claridad de pensamiento, haga que nuestra vida sea ordenada, siempre buscando no solo el hoy sino el mañana y el para siempre, entonces lo que nos pasa en este momento es importante pero hay toda una vida por delante ¿eh?, ¿qué pasará en toda esa vida que tenemos por delante?. Pero ocurre que es clarísimo en el Evangelio cuando dice que a cada vida, a cada persona, a cada día le basta su propio afán, es decir, su propio esfuerzo a cada día y el mañana está en manos de Él, uno puede hacer algún proyecto, siempre y cuando esté inspirado por el Espíritu Santo que está en nuestro interior hablando, pero los seres humanos somos tan ansiosos que por pensar en un pasado que no fue bueno, en un futuro que todavía no lo tenemos entre manos se nos escapa este momento y no lo vivimos y hay gente que vive pensando en el pasado y qué le va a pasar en el futuro y se le escapa el tiempo presente de las manos y ese tiempo presente ¿tiene dolor?, puede tenerlo, puede tener alegría, puede cualquier cosa pero uno puede sacar incluso provecho del dolor ¿eh?, porque una de las cosas que los seres humanos no somos capaces es sufrir en silencio. Si sufrimos algo lo gritamos y queremos todos los especialistas para que vengan a solucionar nuestro problema y yo digo: cuando un niño es pequeño y si tiene miedo de algo va de su papá y le dice: papá mirá lo que me pasa, tengo miedo por esto, y papá le dice, lo aconseja y el niño tiene seguridad, pero ¿qué ocurre con nosotros que somos adultos?, cualquier dolorcito, cualquier problema vamos enseguida del médico, entonces el médico si nos charla bien ¿eh?, entonces nos convence, nos da un medicamento, y vamos a casa hasta el próximo problema.
Ahora, si el niño va hasta de su papá cuando tiene problemas ¿por qué nosotros no vamos también hacia nuestro Padre que nos creó y nos alienta y nos sustenta y nos da la vida?, ¿por qué no vamos a Él?, bueno, muchos lo hacen ¿no?, antes de otra cosa, se ponen delante del Sagrario donde está el Señor, que también es pan bajado del Cielo, porque dentro de la palabra también está lo de la Sagrada Forma, es decir la hostia que contiene su Cuerpo y le pregunta y le dice y le responde y le habla, incluso el Señor hasta podrá aconsejarnos de quién ir para solucionar nuestros problemas, porque Jesús nos habla a través de quién nos defiende ante las injusticias, los abogados, nos habla quién lucha por nuestra vida, los médicos, nos habla a través de quien nos da los remedios, nos habla a través de cada uno de los paramédicos para nuestras enfermedades, nos habla a través del arquitecto o ingeniero cuando tenemos que hacer una casa ¿eh?, el Señor nos habla a través de todos, no necesariamente Él tiene que ponerse a hacer el plano de una casa o prepararse para un juicio para defendernos de las injusticias ¿eh?.
Entonces, vayamos de nuestro Padre, vayamos a ver a Jesús en la Eucaristía y digámosle: me pasa esto, ¿qué hago Señor?, yo he sido creado a tu imagen y semejanza, soy tu hijo, pequeño diosito porque me has creado vos Señor a tu semejanza y si vos sos Dios yo soy un diosito, ¿qué puedo hacer Señor con esto?, alguien me estafa en los afectos o en algo material o en dinero, Señor ¿qué puedo hacer con todo esto?. Claro, el problema está en el mientras tanto, ¿qué hacemos mientras tanto?, ¿qué hago con este problema que tengo?, todavía no me pasó, todavía no he resuelto, todavía un montón de cosas, bueno Señor de este mientras tanto ocupate vos para que yo no me desespere, para que yo vea siempre con claridad, para que yo no abandone las cosas que tengo entre manos, para que no se recienta mi familia, ni mis hijos, ni nadie.
Ahora, en esa expresión del Evangelio: Yo soy el pan bajado del Cielo, entonces resumiendo decimos que ese pan es la palabra contenida en la Sagrada Escritura, un pedazo de esa palabra la estamos comentando ahora y luego lo otro, Mi Papá me mandó para que nada se pierda y todo se salve. Esto hace meses que cada cinco o seis Evangelios aparece este tema de Juan, de San Juan: el Padre me envió para que todo se salve y nada se pierda.
Entonces, ¿qué puedo hacer yo como ser humano ante esa expresión del Señor?, si Él no quiere que nada se pierda tendré que ver qué es aquello que no está bien, veamos por ejemplo este problema que nos preocupa a todos ¿verdad?, el de la gripe porcina, si el Evangelio no nos das respuesta para cada problema no nos sirve, Jesús quiere ser eficaz en nuestra vida, quiere servir. Entonces Señor ¿qué es esto que pasa?, las personas se mueren, los negocios se derrumban, se pierden millones pero lo principal, hay seres enfermos que sufren y otros que se mueren, ¿qué me estás queriendo decir con esto Señor?, porque vos no provocaste la gripe porcina ni el dengue, ni la tuberculosis ni el SIDA entonces ¿qué me querés decir Señor?, y el Señor tiene su respuesta ¿mmm?, Él tiene su respuesta y con claridad, ¿por qué?, porque viendo las cosas como realmente son muchísimas de las enfermedades que hay en el mundo no vienen porque sí, detrás de esas enfermedades se manejan muchos intereses ¿verdad?, así por ejemplo el cáncer todavía no se puede sanar ¿por qué?, porque es el gran negocio de los laboratorios, nada es tan caro como los remedios oncológicos de cáncer, entonces aunque haya posibilidades, como se va avanzando de a poquito ¿no?, pero aunque haya posibilidades se guardan esas posibilidades porque el negocio más grande de este tiempo ¿verdad?, que acumulan miles y miles, millones de personas es producto de lo que se gana con un enfermo canceroso, que las drogas, que la quimio, que el especialista de esto, que el especialista de lo otro, todo como en una cadena de desorden total. Cuánta gente a veces no se hace la quimio ni los rayos y creen firmemente en el Señor que los sana y se sanan sin quemarse nada ¿mmm?, bueno.
Ahora, entonces, Jesús vino para que todo se salve y nada se pierda y vemos que los hombres se mueren como las moscas después del rociador, se mueren, por un problema, por el otro, por el otro, ¿qué hay detrás de esto?, gente que de la palabra del Señor nunca se nutrió ni se va a nutrir jamás y vive especulando con la salud de los otros, si quieren que les diga más, uno está en contacto con el Señor y su Madre y los Santos todos los días, todos los días porque desde hace 14 años no faltan nunca, todos los días porque ésta es su Casa ¿verdad?, entonces por ejemplo todo el drama que conmueve al mundo en este momento es esta fiebre ¿no?, pero ¿qué pasa?, alguien ha sacado de algún lugar, porque ustedes saben que las guerras en nuestros tiempos no se quieren hacer más con armas, no se quieren hacer más con armas sino de otra forma, ¿por qué?, las guerras que permiten explosivos rompen todo y después hay que gastar para volver a edificar, entonces las guerras modernas son pensadas a través de virus, microbios o lo que sea para que la gente se muera sin destruir los edificios ni nada por el estilo.
Concretamente en nuestro problema de la gripe porcina alguien sacó de ese banco donde están guardadas todas las porquerías para destruir el mundo han raptado algún virus y lo ha hecho correr, pobrecito los chanchos no tienen nada que ver en esto, nada, nada, no ve que para explicarlo dicen: el virus mutó, cambió, ya no es mas, la gripe porcina siguen teniéndola los chanchitos pero no es la que nos contagia, es otro sacado de ese virus para que les haga mal a los hombres. El Señor miró con dolor todas estas cosas, lo mismo que su Mamá, ¿por qué mira con dolor?, porque Él vino a hacerlo todo nuevo y esos hombres que destruyen a los demás para llenar su bolsillo de dinero, sus grandes empresas ¿verdad?, están haciendo cosas en contra de la palabra de ese pan bajado del Cielo, del cual nos nutrimos, es de simple explicarse todo esto.
Nosotros creemos: ¿cómo será?, ¿qué no será?, son cosas armadas por los hombres, ¿ustedes saben cuántos medicamentos en el mundo y otras cosas que se venden a raíz de esta gripe?, millones y millones y millones en remedios y otros elementos para protegerse y millones y millones y millones lo que se pierden porque ni siquiera los partidos de fútbol se pueden jugar sino que son a puerta cerrada ¿mmm?, ¿qué hay de todo esto?, el hombre que usa mal su libertad, ¿para qué la usa mal?, para llenar sus bolsillos, y nosotros decimos: pero ¿cómo?, será el fin del mundo, una amenaza, que esto, que lo otro del más allá, nada de eso, ningún fin del mundo ni nada, hombres que están dispuestos a no importa cuántos destruyen pero sí hacen el gran negocio, detrás de todo lo que estamos viendo está el negocio ¿verdad?, y nosotros creemos, pensamos en castigos divinos y cuántas cosas por el estilo, no, nada que ver, son cosas en el fondo armadas por los hombres. Así como no se hacen vacunas para el cáncer, o el SIDA o lo que sea, porque con todos los experimentos y cosas ya podría haberse encontrado eso y posiblemente esté pero guardado ¿no?.
Entonces, mientras más se consume más ganan a costa de nosotros, los seres humanos ¿verdad? y algunos pocos, se supone que unas 300 personas que viven en países como Suiza y Austria, Suiza porque es un paraíso fiscal, es decir donde no hay problemas ¿no?, y está allí manejado la economía del mundo. Todo esto de la crisis, de los Estados Unidos, etc., todo es manejado por ellos, y no hay tantas crisis ni mucho menos. Por otra parte, eso de la gripe se usa también como un elemento político porque México por ejemplo pronto va a tener las elecciones presidenciales entonces en un país anormal todo es anormal o bien se usa cada uno saca su porción de la torta, cada uno hace su negocio ¿verdad?, a costa de nuestra salud. Son personas que no han escuchado la palabra, es decir el pan bajado del Cielo y tampoco les ha preocupado aquello de que el Señor dijo: Yo vine para todo se salve y nada se pierda ¿mmm?.
Entonces, si estamos cerca del Señor nos aconsejará al médico que tenemos que ir, al abogado que tiene que resolver nuestros problemas, al arquitecto que tiene que construir nuestra casa o al señor que nos saca la basura para que no haya contaminación, aquél que arregla las calles o aquél que me provee no sé de comestibles, lo que sea, cada uno tiene su función en la vida y ninguna cosa es menos que la otra ¿mmm?.
Yo soy el pan bajado del Cielo, quien me entiende nunca tendrá problemas, en todo caso será una consecuencia de la libertad mal usada que tienen los otros, ¿y quién tendrá la culpa?, culpables hay tantos, tal vez todos tengamos un poco de culpa porque cuando vemos a personas que nos engañan, sean sacerdotes o personas comunes o no nos explican el Evangelio como debiera explicarse ¿verdad?, entonces nos pasan muchas cosas malas. Claro, lo que pasa y lo que ocurre es que mientras la gente menos sepa, menos se entere, menos conozca de la palabra son más manejables y una persona manejable tiene miedo y el que tiene miedo yo puedo aprovechar ese miedo, para cualquier cosa, para enriquecerme, o lo que sea, o sacarle todo el dinero que pueda, hablan ese lenguaje ¿verdad?.
Es una pena que aquello, decía la Madre Teresa, con los cuales se puede salvar a tanta gente otros lo usan para destruirlo ¿no?, así es, tener en cuenta todas estas cosas por qué hablamos del pan bajado del Cielo.
Perdonen que yo tome agua y ustedes no.
Vemos entonces que estamos en el mundo no haciendo lo que a nosotros nos parece bien sino montones de veces tenemos que resolver las cosas en la medida en que los otros las hacen, no dándonos a nosotros ninguna posibilidad a modificarlos, ¿qué podemos hacer ante la gripe?, y comprar los remedios, comprar para cubrirse la cara, comprar, comprar, entonces todos hacen su agosto, es decir su gran encuentro con el dinero, especialmente los laboratorios, porque los laboratorios son un estado dentro de otro estado en cuanto a la cantidad de planta que manejan, esto tenemos ¿eh?.
Cuando Jesús viene aquí en Marzo del 95, las primeras cosas que dice es: Yo vengo para hacer todo nuevo en la Tierra y en el Cielo, claro, en aquél momento no entendíamos mucho de todo eso pero a medida que fue pasando el tiempo uno va descubriendo los planes del Señor, Él viene a sentar las bases del Tercer Milenio para hacer todo nuevo, entonces la lucha tremenda contra el mal es enorme, ¿en qué sentido?, en el sentido de que todos aquellos que son como tibios, como flojitos tienen que tomar una posición, ¿de parte de quién estoy, de los que está Jesús o estoy de parte de aquellos que lo traicionan?, ese es nuestro problema, es nuestro dilema de parte de quién estamos ¿verdad?, y eso va a traer como consecuencia vivir de una manera. No es fácil vivir de la manera como el Señor quiere, por una razón muy simple, hay que ser humilde, sencillo, honesto, esa palabra está muy ausente de nosotros los seres humanos a lo largo y a lo ancho de todo el planeta y sin embargo el Evangelio dice: Yo vine a hacer todo nuevo para que nada se pierda y todo se salve, cuánto tiempo irá, ¿todo el milenio?, no sé, pero que está empezando, está empezando. Cuando vemos por ejemplo que en países que hace tantos años había un régimen anti democrático vemos como en Bolivia que un hijo de la Tierra va a ser presidente, diez años atrás ¿eso lo hubiéramos visto?, no, ¿lo hubiéramos pensado?, no, o un Correa en Ecuador que volvió a ganar las elecciones.
Cuando… (se dio vuelta la cinta)…, la gente de alguna forma entiende y a la corta o a la larga se da cuenta aquellos que están de su parte o aquellos que le enroscan la víbora ¿no?, bueno, yo dije Ecuador pero puede ser de Brasil también o de otros países ¿no?, bien, pero siempre como dice el Señor va a haber gente en la vereda del frente dispuesta a destruir pero nosotros tenemos que volvernos incansables para construir, incansable para que ese pan bajado del Cielo del que habla el Evangelio de hoy se extienda a toda la Tierra. Por eso los Mensajes del Señor desde hace 14 años se pueden ver por Internet, no son muchos los que ven Internet pero algunos hacen copias y los hacen pasar para que todos los hombres tengan la palabra directa del Señor, del Señor al hombre, no pasando por intermediarios como a lo largo de la historia que siempre los que recibían Revelaciones estaban guiados por algún director espiritual que modificaba las cosas a su gusto, no, aquí el Señor habla y sin quitarle una coma pasa a internet para que todos los hombres del mundo se nutran con su palabra, directa del Señor, sin ninguna censura, es decir sin quitarle o agregarle nada, sin ponerle una coma ¿mmm?, bien.
Y así estamos entonces, el Señor nos dice que Él es el pan bajado del Cielo, es decir la palabra que está contenida en el Evangelio, bien, y esa palabra ¿qué nos dice?, nos dice que Él vino para que todo se salve y nada se pierda, todo aquello que se haga en contra de esta expresión no es de Jesús, así de simple. Cuando yo estoy traicionando a mi esposa o a mi esposo yo no estoy siguiendo la palabra ¿mmm?, porque yo tengo que ser una persona honesta sino te amo más te lo digo y punto pero con razones ¿no?, pero no tengo derecho a hacerte sufrir, ni a mentirte ni estafarte.
Por eso, todo se salve y nada se pierda, que tremendo es todo esto ¿eh?, que tremendo que es, esto también como ustedes verán, hoy día especialmente es la seguridad que no nos espera un infierno con fuego quemando y asándonos al calor, nada de eso mis queridos, del otro lado nos espera la oscuridad si no estamos en condiciones de ver al Señor pero no un fuego eterno. Yo durante 38 años fui docente en colegios religiosos pero nunca hablé del infierno, salvo que explicara que el infierno como tal no existe sino que significa de acuerdo al origen de la palabra infierno es lo que está por debajo, lo que está enterrado pero no el lugar donde arden las llamas eternas para quemar a todos aquellos que se salieron como dice el Catecismo de la Iglesia que el que no va domingo a Misa o el chiquito que se masturba está condenado al infierno, decime: vos creés que el Señor de la Misericordia con los Mensajes que le dio a Santa Faustina en la década del 30 y con los Mensajes que está dando aquí o mirando toda la Sagrada Escritura ¿puede haber un Dios tan terrible que esté amenazando a los hombres con un fuego eterno para que se porten bien?, no mis queridos, el portarse bien, el ser honesto, humilde, simple y buena persona tiene que venir por propio convencimiento, no por miedo, por temor, hago esto para que no baje sobre mí la guadaña, noo.
Tenemos que desterrar la idea de castigo porque no hay tal cosa, no hay tal cosa ¿verdad?, el Señor no habla de fuego eterno para nada, el Señor habla de un mundo feliz y si uno no está en condiciones de estar todavía delante del Señor, bueno, demorará un tiempo en las sombras, en la oscuridad hasta que esté en condiciones de ver a Dios, porque ninguno puede aspirar a ver la Luz cuando uno vivió siempre en la oscuridad ¿verdad?.
Así que el Evangelio de hoy es sumamente optimista y alentador, todo se salve y nada se pierda, habrá que hacer muchos sacrificios y esfuerzos… (se corta la grabación)….
… que se termine esto de la gripe porcina, como lo hicimos para que se termine el dengue, que ya está retrocediendo y el frío lo va a hacer retroceder del todo ¿mmm?.
Si el Evangelio de todos los días no nos sirve para vivir mejor no nos sirve para
nada ¿eh?, no nos sirve porque el Evangelio es la palabra, es el pan bajado del Cielo y el pan alimenta, la palabra debe alimentarnos, entonces ¿para qué?, ¿para resolver los problemas cuando tengamos cien años o cuando estemos del otro lado?, no, para las cosas que pasan ya; vos dirás: ¿y que se gana con decirles?, todavía nosotros no conocemos bien lo que es la Misericordia del Señor, pero cuando uno se pone de parte de la verdad, de la justicia, de todo lo que es bueno su Misericordia toma todo eso esfuerzo, toma todos esos buenos propósitos y deseos y los transfiere a la realidad sino cuántas cosas más terribles habría ¿eh?. El Señor nunca toca la libertad del hombre porque lo creó libre pero está sugiriendo siempre, como hoy en el Evangelio, que todo tiene que salvarse y nada perderse, bien.
El Señor de la Misericordia en este día miércoles, como me anunció durante la siesta quería tomar mi voz en este día para darles a ustedes algunas palabras para reconfortarlos me dijo, pensando en que todos están un poco obsesionados, es decir muy preocupados por todo lo que pasa, por eso humildemente digo como siempre digo, por eso cuando estoy prestándole al Señor la voz tiene que ir muy lento todo porque uno tiene que ir traduciendo, porque Jesús normalmente habla en arameo antiguo, que es el idioma que hablaba con los Discípulos, por eso, así como yo espero la llegada del Señor a mi corazón para que me dicte el Mensaje así ustedes también abran vuestros corazones para recibir su palabra.
Habla Señor que tu siervo escucha, habla Señor.
Dice Jesús:
Felices aquellos que abrazan la justicia para luchar por todos los hombres que viven en medio de injusticias, felices todos aquellos que han entendido la palabra y muy felices aquellos que saben que Mi preocupación al tomar vida en el cuerpo de Mi Mamá, la Virgen María, ya tenia hecha la opción, es decir la elección de la vida.
Porque Mis queridos, Yo vine a la Tierra mandado por Mi Papá para ponerme de parte de todos los que sufren, de todos los que padecen, de todos aquellos que están en la cuneta de la vida y de alguna forma todos los hombres están en la cuneta de la vida, de una manera o de la otra, por la falta de todos los elementos para vivir dignamente como una persona humana, pero sobre todo en estos países de América, por eso Mi Mamá y Yo elegimos este lugar para venir, la pampa gringa, donde el suelo de esta pampa está regado de injusticias por toda la sangre que derramaron los indígenas que eran dueños de todo esto y ya no lo son porque han muerto, porque los han liquidado a todos. Uno de los objetivos en el año 95 era justamente ese, se iba a festejar los cinco siglos de la conquista y Yo dije: no, tanta impostura no.
Entonces dije en los Mensajes aquello que ustedes han oído tantas veces: Mi Mamá y Yo estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron una justicia que no les llegó de ninguna parte.
Esas son Mis palabras, además dentro de lo que dice el Evangelio de hoy: Yo soy el pan bajado del Cielo, se entiende que dentro de Mi palabra está clarísimo los objetivos que tuve para venir a la Tierra, cuando los Discípulos me preguntan: Señor ¿cómo nos van a conocer cuando estemos en lejanas tierras?, después de la venida de Pentecostés, y Yo les dije: y los van a conocer porque se aman y sanan a los enfermos, expulsan los demonios y resucitan a los muertos y la palabra es llevada a todos los hombres con amor.
Hoy en este Evangelio que habla del pan bajado del Cielo está hablando de Mi palabra bajada del Cielo, es decir venida del más allá que no es nada más que desde el fondo mismo de la historia de hace dos mil años cuando Yo recorrí los caminos del mundo, pero dije que quería traerles un mensaje reconfortante. No tengan miedo, Yo he vencido el mal, he vencido siempre y aunque a veces haya signos de que el mal triunfa no lo crean, porque estando en Mis manos todo se salva y nada se pierde, se los digo muy bien en el Evangelio de hoy, o mejor dicho se los dice Juan Mi Discípulo amado, cuyo Evangelio es preciosísimo, los otros también lo son pero el de Juan es preciosísimo, por eso repito: felices ustedes si entienden lo que es el pan bajado del Cielo, si entienden Mi palabra y si se disponen a llevarla a todos aquellos que estén esperando. No es cuestión de ir a golpear puerta a puerta, no, sino es cuestión como digo, de hacerse de amigos para que los reciban, entonces allí es fácil dar la palabra y es una palabra que es fecunda y fructifica, ¿por qué?, porque uno se hizo de amigos para que lo reciban. Y como digo en otra parte del Evangelio: y entonces entraré y cenaré con ellos, ¿qué significa?, que entraré a su hogar y compartiré todas las cosas buenas y malas, todas las preocupaciones, dolores, sinsabores, alegrías y todo el amor que debe sustentarlos.
Por eso Mis queridos, si vuestro corazón en este momento está como mordido por la angustia, torturado por los problemas, conflictuado por una enfermedad que hasta hoy parece incurable, si están destruidos por las injusticias que pasaron cuando eran niños o antes cuando estaban en la panza de mamá, si sufrieron horrores con aquellos que los criaron y no los entendieron, si sufrieron siempre porque Mis queridos, todos aquellos por los cuales Yo vine entraron al mundo por la puerta de atrás, es decir donde el sol no sale para ellos, ¿por qué?, porque alguien usurpó ese sol y se quedó con toda su Luz, donde desde los tatarabuelos, hasta los padres, los hijos y sus bisnietos y tataranietos, todos, estuvieron siempre programados por el poder de turno, con un pie siempre sobre la cabeza sometidos a aquellos que los oprimieron siempre, pero muy pronto, no tan pronto, a mediana distancia y a larga distancia todo eso