Yo les voy a ir contando a medida que pasen los días, ustedes dirán: ¿la semana que viene empiezan a hacer la Ciudad de Dios?, no sé, ¿dentro de un siglo?, no sé, Yo estoy aquí dentro de la Ciudad de Dios, Yo estoy recorriendo sus calles. Estoy viendo como la mirada de un niño se vuelve maravillosamente santa cuando se alegra porque de aquella semilla que plantó nació la planta y habrá una flor.

Mensaje del 11 de Abril de 2009

Habla Artemio:

11.

Dice la Madre:

Si no los aburro les sigo comentando algunas cosas.

Si bien habrá en grandes extensiones todo tipo de cultivos y de crianza de animales pero no olviden que muy cerca de donde están viviendo tiene que estar organizado todo lo referente a…, todo lo referente al descubrimiento de la vida.

Piensen, un niño que viene desprovisto de todo, maltratado, menospreciado, donde nunca nadie le amó, en consecuencia, es un ser deformado, entonces decía, va a haber explotaciones de animales y de plantas y de cereales y de frutas y de todo pero los niños podrán experimentar con la vida con animales y plantas, responsabilizándolos sobre todo a aquellos más difíciles, responsabilizándolos repito en la crianza y mantenimiento de plantas y animales, por supuesto que esto es un esbozo nada más y les digo todo lo que estoy viendo.

Si no se enseña a honrar la vida desde pequeñito ese hombre cuando crezca será peligroso, ocurre que siempre las diversas ciencias se manejaron con conceptos demasiado objetivos y ¿qué ocurre con eso?, los conceptos subjetivos sirven para ciertas cosas pero para otras no, incluso estando dentro de la Ciudad de Dios van a ver tantas maravillas hechas en edificios y otros lugares y entonces todo será distinto. Cualquiera piensa: la precariedad humana y la escases de creatividad y de imaginación perturbará muchas cosas, pero estará siempre vigilante la mirada de los ordenadores, que tendrán la misión justamente de ordenar, con ningún tipo de apremios, nada, van a ordenar en base a lo que les vine diciendo.

Yo les voy a ir contando a medida que pasen los días, ustedes dirán: ¿la semana que viene empiezan a hacer la Ciudad de Dios?, no sé, ¿dentro de un siglo?, no sé, Yo estoy aquí dentro de la Ciudad de Dios, Yo estoy recorriendo sus calles.
Estoy viendo como la mirada de un niño se vuelve maravillosamente santa cuando se alegra porque de aquella semilla que plantó nació la planta y habrá una flor.

Con las palabras adecuadas cerca, hay que tratar de explicar las cosas a un nivel afectivo para que nadie se sienta ni confundido ni nada, más aún, aquellos curiosos, aquellos cuya mirada tiene en sí el germen de las cosas que no son buenas tendrá que cambiarla porque sino no hay lugar para ellos acá, con el debido tiempo, con la debida preparación, con todo el proceso necesario pero ya van a ver qué precioso es todo esto.

Jerusalén que bonita eres, calles de oro….