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Mensaje del 02 de Mayo de 2009

Mis queridos, tengan confianza y esperanza y como les dije recién: el que escucha Mi palabra y aquí también el sonido de Mi palabra, por supuesto que es una cuestión de fe pero también es una cuestión de principios, quién escucha la palabra del Señor tendrá una vida distinta, diferente, donde los dolores serán menos, las enfermedades se sanarán y hasta los más rebeldes y dañinos entrarán dentro de una forma de vida diferente. Mensaje del 02 de Mayo de 2009

Habla Artemio:


Como todo empezaos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Amén.

Todos tienen el cancionero para recibir al Señor en este otro día de Oración, sábado 02 de Mayo, el mes de Mayo siempre fue el mes de María pero ahora han puesto Octubre también pero yo creo que todos los meses son de la Madre ¿no?, no solamente el mes de Mayo, entonces recibimos al Señor número 15: que viva Cristo…. Bueno llegamos al Santuario con nuestra alma a veces un poco apesadumbrada por todo lo que nos pasa, todo lo que sentimos y además a todo eso se agrega las noticias internacionales que nos hablan de gripes, pestes y otras cosas ¿no?, pero tomémonos del Señor con todas la fuerza que tenemos para no tener miedo a nada ni a nadie, aquél que se cuida tanto tal vez esa misma noche pierde su vida en lo más simple, por eso, le pedimos a Jesús número 20 que ponga en nuestra lámpara, es decir en nuestra vida aceite, la palabra aceite quiere decir su gracia, entonces poné Jesús gracia en mi vida, número 20: pon aceite en mi lámpara Señor…, entonces, entendemos ¿no es cierto?, necesitamos de la gracia del Señor para poder vivir, para servir con amor ¿mmm?. Repetimos pero en serio: pon aceite en mi lámpara Señor….

Bueno, entonces el Señor nos trajo desde muy lejos, lejos, no tan lejos y cerca a su Santuario, si Él nos trajo seguramente tiene muchas cosas preparadas para nosotros, solamente tenemos que abrir nuestro corazón para escuchar, cuando leamos la palabra, hoy es una palabra un poco triste para el Señor ¿no?, vamos a tratar de entender bien todo esto porque nuestra vida está llena a veces de abandonos ¿no?, vamos a ver qué entendemos de lo que el Señor quiere decirnos, además pensemos, si el Evangelio no nos dice algo concreto para nuestra vida de todos los días no nos dice nada, porque Él dice siempre: Yo quiero ser eficaz en la vida de ustedes, servirles.

Bueno, para los que no lo conocen entiendan que hace 14 años que Jesús viene todos los días, mañana, tarde, noche, trasnoche y madrugada, está siempre aquí y vive aquí en este lugar que ustedes están pisando ¿eh?. Desde que se entra al portón mis queridos, según la palabra del Señor, todo aquí es Sagrado, por eso, hasta hay que cuidar un yuyito caído o lo que sea y no llevárselo, como muchos hacen, hay que cuidar todo porque es la Casa del Señor y de su Madre, ¿por que yo lo digo?, no, porque Él lo eligió, eligió este lugar de la pampa gringa para quedarse para siempre ¿eh?, está en todos lados, claro que sí, pero aquí Él vino para quedarse especialmente.

Vamos a leer la palabra pero antes le pedimos al Espíritu Santo que nos de lo que necesitamos para entender la palabra, que no es tan simple la palabra de hoy, hay muchas cosas ¿eh?, ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de este día es de San Juan y conmemoramos San Atanasio, ayer acuérdense era el día de San José Obrero, día del trabajador ¿no?, bien, San José, ahora nosotros todos los miércoles lo recordamos a San José porque él es Patrono de todos los que vienen al Santuario ¿eh?, Patrono, él lo dijo ¿eh?, y acordarse siempre de aquello que del otro lado San José no pide las cosas, las ordena ¿mmm?, porque es el Padre Adoptivo del Señor. El Evangelio es de Juan, 6, 60-69, todos escuchamos la palabra del Señor con la atención que corresponde: “al escucharlo, cierto número de Discípulos de Jesús dijeron: ¡este lenguaje es muy duro!. ¿Quién querrá escucharlo?. ¿Por qué muy duro?, porque el Señor les decía que para ganar la vida hay que perderla, si el grano de trigo no cae en tierra y muere no nace la planta ¿eh?, es decir los Discípulos estaban preocupados porque la palabra del Señor para ellos era muy dura, muy dura. Jesús se dio cuenta de que sus Discípulos criticaban su discurso y les dijo: ¿les desconcierta lo que les he dicho?. ¿Qué será entonces cuando vean al Hijo del hombre subir al lugar donde estaba antes?. Hijo del hombre se dice porque es Hijo de María, porque Jesús es mitad Dios y mitad hombre ¿mmm?, ¿qué van a pensar entonces?. El Espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son Espíritu y vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen. Aquí el Señor hace referencia a la palabra, en esta semana tuvimos el Evangelio donde el Señor decía que la palabra ¿no es cierto?, Yo soy el pan bajado del Cielo, ese pan bajado del Cielo es su palabra para ser dicha a todos los hombres. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y agregó: como he dicho antes, nadie puede venir a Mí si no se lo concede el Padre. A partir de entonces muchos de sus Discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle. Acuérdense, no me refiero a los doce sino a los cientos setenta que lo seguían. Jesús preguntó a los doce: ¿quieren marcharse también ustedes?. Pedro le contestó: Señor, ¿a quién iríamos?. Tú tienes palabra de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Ahora, cómo habrá estado el corazón del Señor cuando los Discípulos lo abandonan, no era uno, eran muchos y todos se fueron porque decían que su palabra era demasiado dura, demasiado exigente y en última ¿qué era lo exigente que quería el Señor?, y que se amaran unos a otros como Él los había amado y lo sigue pidiendo todavía ¿mmm?, eso de fuerte no tiene nada, de precioso sí tiene mucho pero de fuerte no tiene nada. ¿Qué puede ser mejor para un hombre que amar?, sin embargo nosotros los seres humanos somos muy reacios para amar a los demás, a veces no amamos ni a nuestra propia familia, le mentimos, engañamos, tenemos a los hijos como si fueran algo más que se agregó a la casa, cómo vamos a amar a los que están más lejos si aquellos a quienes tenemos cerca, que son y que han venido al mundo porque nosotros los hemos traído, cómo podemos amar nosotros si a veces ni amamos a nuestros hijos, o a la persona que elegimos para estar a nuestro lado, la esposa o el esposo. Nosotros si atendemos lo que nos pasa le decimos a Jesús lo mismo que en aquél entonces le dijeron los Discípulos: tu palabra Señor es muy dura, cómo hacemos nosotros para seguirte ¿no?.

Este diálogo es mucho más largo, según el que haya escrito el Evangelio, es decir esa es la síntesis pero es más largo, dice por ejemplo que Jesús les pregunta: bueno, si ustedes no quieren seguirme pues bien, vayan nomás, Pedro le dice: ¿y dónde vamos a ir?, aquí se simplifica en eso: ¿dónde vamos a ir?, pero es más largo el diálogo, le dice: pero, acordate, nosotros vendimos todo lo que teníamos, algunos eran pescadores, otros carpinteros, otros tenían oficios comunes, la mayoría analfabeto, ¿y dónde vamos a ir?, si lo que teníamos para vivir ya no lo tenemos más, la barca para pescar o para pulir maderas, que se yo, lo que sea. Ahora bien, yo pienso y creo que ustedes también, lo mal que se habrá sentido el Señor ¿no?, lo mal que se habrá sentido cuando los 170 lo abandonan ¿verdad?, pero los doce no, pero están protestando: ¿qué hacemos ahora?, ¿qué hacemos ahora?.

Ahora bien, en ese diálogo Pedro dijo: Señor, no te vamos a dejar nunca y sobre él edifica las bases de su Iglesia ¿no?, pero ese mismo Pedro lo niega tres veces a Jesús, pero eso en las Revelaciones de este lugar cuando Jesús quiere dirigirse a su Santidad, el sucesor de Pedro, dice, acordándose de aquella parte del Evangelio cuando le dice a Pedro: Pedro ¿me amás?, pero sí Señor, cómo no te voy a amar, bueno, cuidá Mis ovejas, así le pregunta varias veces y Pedro siempre: sí Señor, pero si vos sabés, ese mismo Pedro es el que lo niega tres veces cuando a Él lo toman prisionero, ese es a veces el valor de nuestra palabra, aquellos que creemos que amamos tanto traicionamos.

Pensar en esto, pensar, porque la historia se repite en estas cosas, ahora bien, por eso les decía en las Revelaciones que hace el Señor acá, cuando le quiere decir algo referente a su Santidad, el Papa, vuelve a repetir aquello: Pedro, Pedro, ¿me amas? ¿no?, bueno: cuidá Mis ovejas, pero después agrega: Pedro me parece que no la estás cuidando a Mis ovejas, veo que los matrimonios de segunda unión ya no pueden comulgar, hay diferencias raciales ¿eh?, ser árabe, judío o negro no es tan simple, hay y así enumera cosas y cosas ¿verdad?, por ejemplo incluso en el mes de febrero habló sobre el celibato, diciendo que era una costumbre del 1500 en adelante, que el clero en Oriente tiene esposa e hijos, mientras que aquí no, y le dice: Pedro, Pedro, el celibato tiene que ser optativo, es decir que sea célibe a quién elige serlo y no por obligación, por ese motivo vemos tantas cosas como vemos en las Iglesias de todo el mundo ¿no es cierto?.

Entonces, no sé, me parece que a pesar de la maravilla que es Pedro, en sus Epístolas también y todo, deja tanto que desear ¿no?, porque nosotros dejamos tanto que desear ¿eh?, ahora nos parece doloroso que los Discípulos digan: Señor, pero es muy duro lo que vos decís, no, así no podemos ¿eh?. Entonces, como hicieron los 170 se fueron a muchos lugares pero ya no siguiendo al Señor y nosotros lo hacemos de otra forma ¿verdad?, es decir, porque queremos la novedad o porque queremos otra cosa, o porque nos llenan la cabeza, qué fácil nos pasamos a cualquier secta ¿eh?, me dijo dos palabras lindas y ya me entusiasmó este y ya voy a seguir. Ustedes conocen que nuestros tiempos hay muchas sectas pero una que está propagada sobre todo en estos lugares son los agnósticos y los de la metafísica, no nos engañemos mis queridos, por más que hablen de Dios esas sectas no son cristianas ¿eh?, ellos pueden ser muy buena gente pero no nos engañemos, no son. Se está repitiendo lo del Evangelio de hoy ¿eh?, adónde iríamos Señor, pero parece que muchos van a esos lugares, acá dentro también hay gente que es agnóstica y gente que cree en la metafísica y otras cosas también, no mis queridos, ustedes son libres de hacer lo que quieren pero yo les aviso que esas sectas no son cristianas ¿eh?. Les digo más, hablan de Dios pero de un Dios como principio universal pero no en los dogmas revelados, por ejemplo creen en Dios pero no en Jesucristo, el Hijo que el Señor manda para redimir la especie, los árabes por ejemplo creen en Alá pero no en Mahoma, los budistas creen en Buda pero no en los discípulos que los siguieron, por eso el Sai Baba y todos esos santones tienen tantos adeptos ¿verdad?.
Aunque Sai Baba, aunque en la Argentina se le hizo mala propaganda, vive en la India ¿no?, es una buena persona, yo conversé cuarenta minutos con él y me dijo: nunca dejes de ser cristiano porque lo mío es momentáneo pero el cristianismo es verdadero, seguí en tu senda y esto se los digo a todos, él tiene principios interesantes pero no más interesantes que Jesús.

Es decir, tenemos que convencernos de esto, no hagamos como los Discípulos que se cansan tal vez de las exigencias del Señor, y ¿qué nos pide?, un amor auténtico, un amor en serio, algunos dicen: pero ese Jesús es un Jesús permisivo que deja hacer cualquier cosa, no mis queridos, no es un Jesús permisivo, es el verdadero, es el Jesús que no te dice: tenés que amar, ta, ta, ta, tenés que serle fiel a tu esposa, tenés que amar, no, no, no, el Señor trajo ¿no es cierto? el amor de otra forma, es decir, el amor que se compromete por una razón muy simple, como Él dice: no te amo por lo que tenés, ni por lo que sos, ni por lo que me das, ni por lo que me prometés dar, te amo por ue sos vos, así de simple, sin ninguna otra explicación, así como una madre quiere a su hijo no puede decir por qué lo ama, lo ama porque es su hijo y punto, Jesús dice lo mismo. Entonces, las exigencias del Señor no es que no sean, son mucho más profundas, ¿por qué?, porque nos invita a un amor genuino, auténtico, un amor que no hace falta decir: salgo de viaje por favor no me seas infiel en el viaje, no, si vos me amás no hace falta que yo te diga que no me seas infiel, porque se sobreentiende. El amor del Señor se sobreentiende, se sobreentiende que una madre quiere a sus hijos, se sobreentiende que el esposo a la esposa o al revés ¿eh?, se sobreentiende que tienen que amarse, ese es el amor del Señor, no un amor impuesto desde afuera sino algo que surge del corazón ¿mmm?.

Por eso el Evangelio dice: que la boca reboza lo que sale del corazón, ahora, entonces, tenemos que distinguir entre aquél amor del Antiguo Testamento que se cumplía porque se cumplía la ley: hay que hacer esto… (se escuchan voces )… ¿estamos conversando?, si alguno quiere conversar ¿no es cierto?, va a afuera, debajo de los árboles, yo no me voy a enojar, pero acá dentro no, estamos escuchando la palabra, acostumbrémonos a las cosas Sagradas a atenderlas como se debe ¿eh?, esto es así o es así, no hay otra, salvo que uno no esté bien, que se yo, algo especial.

Bueno, entonces el amor del Antiguo Testamento es un amor obligado como todas las cosas: hay que cumplir, hay que cumplir, hay que cumplir ¿verdad?, pero con Jesús aparece una nueva forma de ver las cosas, el amor que se sobreentiende ¿eh?, no hace falta que te diga que te amo si sos mi esposa o mi esposo, se sobreentiende, no hace falta que te diga que te amo si sos mi hijo, porque se sobreentiende que un hijo es amado y también el hijo debe amar a sus padres, se sobreentiende. Es decir, esa no exigencia que parece no es tal sino que es algo que uno ya la entiende de antemano, no pienso mal en voz porque si sos mi amigo se sobreentiende que no me vas a traicionar, esto es teóricamente cierto, a veces en la práctica no se da pero los seres humanos tenemos muchos errores, por supuesto.

Entonces nos encontramos ante un Jesús que ante lo que dice su doctrina, los Apóstoles muchos se van, 170 o más se van, quedan los doce, pero entre los doce todavía quedaba uno que lo iba a traicionar ¿verdad? y entre esos doce iba, solamente uno de ellos, Juan, que era un muchachito que no había cumplido dieciocho años, Discípulo amado de Jesús, es el único que se va a quedar al pie de la cruz junto con la Virgen María y las demás mujeres, María Magdalena, María la señora de Cleofas, Susana, Verónica y otras mujeres.

Entonces, el amor humano es tan relativo, es tan flojito, que pena que da mirarse uno mismo por lo poco que se puede vender a veces ¿no?, es cuestión de ver una mejor oportunidad, de ver no sé qué cosa y ya estamos traicionando, ¿cuándo no traicionamos?, cuando decimos la verdad: mirá, no te quiero más, así de simple, ya está, listo. Cada cual a cada cosa, pero los seres humanos no, estamos como habituados a vivir traicionando y creemos que la traición es una virtud, porque las cosas cuando se repiten tanto se hace como una costumbre ¿no?, y al último una costumbre parecería que es lo que corresponde: traicionar por ejemplo. Quién no tiene en su haber un montón de amigos que lo eran y después lo traicionaron, no es ninguna novedad, es tan viejo como el hombre y en este caso como los Discípulos del Señor: Señor, pero ¿cómo?, si vos sabés que yo te amo le dice Pedro, si vos conocés todo, por qué me preguntás tanto si te amo y Jesús calla porque sabe que lo va a traicionar, después le dice por supuesto pero sabe que lo va a traicionar y ellos habían visto los milagros de cerca, habían visto explicar la palabra a todas las multitudes, habían visto todas las maravillas… (se dio vuelta la cinta)…, bueno.

Entonces, no hacerle el juego a la depresión, a la tristeza, a todas esas cosas ¿eh?, porque nos recuerda el Evangelio hoy ¿verdad?, que la vida que nos propone el Señor no es tan simple, pero qué es lo que no es simple, amar de verdad a los que tenemos cerca o no tan cerca, ¿algunos de ustedes hizo alguna oración en estos días para que termine la famosa gripe porcina?, sin embargo son nuestros hermanos los que están sufriendo ¿eh?, bueno, ¿alguno hizo alguna oración para que termine el dengue en la república?, son nuestros hermanos también, no podemos pensar que nuestra vida se limita a las cuatro paredes de nuestra casa, por fuera hay mucha gente que necesita y necesita de todo, cuando uno habla de necesidad muchos piensan y creen que uno habla de cosas materiales, no, no, no justamente, hay otro tipo de necesidades, hay muchas personas que darían cualquier cosa para sentir una mano afectuosa sobre el hombro, a cualquier cosa estarían dispuestos ¿eh?, y no hablemos de otras cosas más profundas, el hombre paga para recibir caricias y acá dentro hay muchos ¿eh?, hay muchos.

Ah me olvidaba de decir, recién veía atrás que hay dos sacerdotes bastante lejos de aquí, que se den a conocer así colaboran un poco ¿no?, al menos dando la bendición, bueno.

Entonces, Señor, es muy difícil las cosas que nos proponés dicen los Discípulos, es muy difícil esta vida, y bueno le dice Él, y dónde vamos a ir, como queriendo decir: adónde vamos a ir. Ahora en el mundo actual como dije antes, hay muchos a veces que se van con los agnósticos, con los de la metafísica, con otras seudo sectas así que hablan de una cosa, de la otra, se la otra, pero no es lo real, si lo tenemos a Jesús que nos creó a su imagen y semejanza, por qué buscar sustitutos, por qué buscar cosas extrañas, nunca estuvieron tan de moda como en este tiempo algunas terapias extrañas, o los viajes a la India para ver al Sai Baba, dentro de una clase social que puede hacerlo por supuesto, pero no está mal todo eso, el problema está en que se confunde un Sai Baba con Jesús, porque uno es el Hijo de Dios y el otro es un santón que dice sus cosas, de alguna forma también para ayudar a la gente, porque el Sai Baba construyó cientos de hospitales y escuelas y todo con el dinero que sacan ¿no?, bueno.

Entonces, si está Jesús con nosotros ¿por qué querer reemplazarlo por cualquier cosa?, sobre todo cuando no sabemos que esas doctrinas, esas formas de vida no son justamente cristianas, no, son cualquier cosa, por supuesto cada uno tiene libertad en hacer lo que quiere, yo aquí tengo que decir la palabra ¿verdad?, porque me ha sido encomendada como Celoso Custodio de esa palabra, entonces tengo que decirlo, pero eso no quiere decir que no tolere hasta las últimas consecuencias otras formas de pensar, aquí no se le cierra la puerta a nadie, vienen de todas las religiones, de todas las sectas, religiones, ateos, no ateos y a todo el mundo se lo trata por igual porque así debe ser, así es lo que quiere el Señor, solamente que hoy digo esto porque el Evangelio me lo está llamando, me lo está pidiendo ¿eh?. Es decir, no es cuestión de cambiarse de lugar la fe como los chicos cambian las figuritas, no, es demasiado eso, demasiado simple, demasiado hasta infantil ¿no?, y sí, estos me hablaron bien pero de allí a que sea bien hay una distancia muy grande ¿no?, bien.

Tené compasión Señor de nosotros porque es posible que en nuestras vidas seamos como tus discípulos Señor, que te protestan porque pedís otras formas de vida, porque nos pedís que amemos si es necesario hasta dar la vida por el amor que sentimos, tal vez nosotros seamos iguales Señor, que pena ¿no?, pero como vos decís aquí siempre como Señor de la Misericordia, siempre decís: que tu Misericordia alcanza para todo, a vos no te importa que uno ande transitando por cualquier lugar, haga cualquier cosa, vos siempre estás con los brazos abiertos esperándonos para el regreso al hogar, es decir, volver otra vez a tus brazos Señor, jamás nos vas a preguntar: ¿por dónde anduviste?, no,
directamente: has vuelto como el hijo pródigo ¿no es cierto?, es decir, no me importa lo que hiciste, lo que importa es que estás de nuevo en la casa de tu Padre.

Como me adelantó hoy a la siesta, el Señor quiere hablarles también hoy, a veces grabamos los Mensajes a la mañana, otras veces a la tarde y en este caso, porque están ustedes quiere grabarlo ahora para hablarles a ustedes al mismo tiempo que le habla a todos los hombres del mundo, es lo que hace desde 14 años atrás.

Cuando habla el Señor se va más lento porque hay que ir traduciendo, porque normalmente habla en arameo antiguo, que es el idioma que hablaba con los Discípulos y todos sabemos, sobre todo cuando viajamos, que nos encanta hablar el idioma de nuestra tierra, por eso Él parecería que lo hace como acordándose de los tiempos que andaba caminando por la Jerusalén llevando su mensaje, su palabra a todos los hombres.

Entonces, vamos a esperar que el Señor tome mi voz para hablar, siempre en las Revelaciones, a lo largo de historia el Señor toma la voz de los hombres o los Santos o quien sea para dar los Mensajes, ustedes dirán: ¿por qué?, porque cada ser humano es templo de la Santísima Trinidad, Dios está dentro de nosotros, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, por eso habla dentro de nosotros, por más que lo veamos ahí parado, presidiendo la asamblea como siempre junto a María, Santa Teresita, Santa Rita de Casia, San Pantaleón, el Arcángel Rafael de este lado, el Padre San Pío de Pietralcina, la Madre Teresa de Calcuta, está también el Padre Pugnata, el que fue sacerdote en Reducción ¿eh?, San Pío ya les dije, está Santa Faustina, hay algunas personas que son familiares míos, por supuesto familiares de ustedes hay un montón también ¿eh?, están cerca de ustedes y diría más: los han traído ellos, sobre todo aquellos que necesitan ser vistos para que sus padres tengan el consuelo de que ya están en la Luz del Señor, si es que están ¿no?. Hay muchos Santos más y Ángeles, hay muchos también, la Madre ya pasó dándoles la bendición a cada uno y como siempre acompañada de Santa Teresita de Lissieux.

Habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

Tengan paz.

Les hablo como el Señor de la Misericordia, los he traído desde muy lejos, lejos, no tan lejos, cerca, me tienen en todos lados, pero aquí me tienen de cuerpo presente presidiendo la asamblea y escuchando Mi voz y tengo que decirlo porque tantos no lo conocen todavía, aquél que escucha Mi voz piense en lo más profundo de su alma o exteriormente, que ya nada en la vida es igual, es antes de escuchar al Señor y es después, ¿por qué?, porque hace tantos años Yo elegí este lugar de la pampa gringa para quedarme con Mi Mamá en este lugar, para hacer oír Mi voz a todos los hombres del mundo y también para que se construyera este Templo, este Santuario, que según Mi Mamá, la Virgen, dice que es el Templo del Mientras Tanto, hasta que esté el otro Templo, aunque no va a ser tan grande, pero tendrá características especiales, sobre todo va a estar enclavado en un lugar que se llamará: La Ciudad de Dios, donde va a haber tantos edificios y obras y en ese lugar, todos aquellos que no tengan lugar en la Tierra, hablo de cancerosos, sidosos, tuberculosos, los que están enfermos de la mente o del cuerpo, los que están muy viejos o no tan viejos, los que están en la calle abandonados, todos tendrán lugar en la Ciudad de Dios, que será una Ciudad modelo en el mundo, donde vendrán los hombres de todas las latitudes para ver como funciona una Ciudad organizada por el Señor, donde todo es diferente, donde todos los que no tienen lugar en otros lados, en la Ciudad de Dios lo tendrán, ¿alcanzará para todo?, no, pero vendrán de otras naciones a ver cómo es esto para hacer en sus propios países ciudades similares, ciudades iguales a esta, que estará aquí cerquita nuestro y que está mucho más cerca todo de lo que algunos creen.

Como Yo vivo en un tiempo presente, entonces ya veo todo como está, incluso lo he llevado a Artemio a pasear por la Ciudad de Dios para que viera todo, Ciudad que va a tener de todo menos policías, porque no van a ser falta, sí personas que se van a llamar ordenadores, pero policías no, porque la palabra policía significa castigo de alguna manera, aunque pueden ser santos ellos pero en sí la concepción es limitar a los demás mientras que los ordenadores ordenarán, bien.

Esa Ciudad de Dios será como el paraíso en la Tierra, mientras tanto el paraíso en la Tierra está en este lugar, donde se cumple la palabra que Yo dije: ámense unos a otros como Yo los he amado, y les dije también: como cuando los Apóstoles me preguntaron: ¿cómo nos van a conocer Señor cuando estemos en lejanas tierras?, y Yo les dije: y porque se aman, sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos. Por todo eso los van a conocer, entonces, piensen Mis queridos, Mis hijos queridos, piensen un poquito en cuántos lugares es posible encontrar aquellos que se aman unos a otros como Yo dije y en cuántos lugares se encuentra la sanación de los enfermos, la expulsión de los demonios y la resurrección de los muertos, por supuesto que eso se refiere a los que ya han fallecido pero sobre todo aquellos que tienen su alma muerta y son como muertos sin sepultura por el mundo, que andan por el mundo.

Mis queridos, tengan confianza y esperanza y como les dije recién: el que escucha Mi palabra y aquí también el sonido de Mi palabra, por supuesto que es una cuestión de fe pero también es una cuestión de principios, quién escucha la palabra del Señor tendrá una vida distinta, diferente, donde los dolores serán menos, las enfermedades se sanarán y hasta los más rebeldes y dañinos entrarán dentro de una forma de vida diferente. Por supuesto, el mundo está lleno de peligros, por supuesto, pero quien está conmigo enfrenta los peligros de todos los días de otra manera, totalmente distinto, quien tiene confianza en Mí hace que las tierras florezcan y que los cascotes más torpes brillen como diamantes.
Cuando se habla de que se terminará algún día los alimentos Yo les propongo que piensen: ¿a Mí me dicen eso?, que Yo puedo crear montones de alimentos para todos los hombres que quieran tener comida, como ya lo estoy haciendo en este lugar, ¿o ustedes creen que los alimentos que traen aquí alcanzaría para alimentar a todos los que se alimentan?, Mis queridos, los paquetes de azúcar se multiplican y todos los artículos de primera necesidad también se multiplican de acuerdo a las necesidades. El que está cerca lo ve, el que está cerca se da cuenta que allí donde a lo mejor se colocó algo, al día siguiente o dentro de un rato aparece reproducido en cientos.

Algunos hablan de temor a que falten los alimentos o que avance el mal por el mundo, no sé cuántas cosas, no Mis queridos, Yo vine aquí a la pampa gringa para anunciar todos los principios sobre los cuales edificar el Tercer Milenio, muchos escucharán, felices de ellos y aquellos que no escuchan quedará en la vereda del frente, es decir como alejados, porque siempre en todos los tiempos hay gente que es reacia, reacia a creer, reacia al amor, reacia a vivir con honestidad, a vivir como corresponde a una persona, con todas las prerrogativas de la persona, es decir con todos los derechos y deberes que tiene el ser humano.

Entiéndanlo, nadie detiene a un pueblo o a un hombre cuando Yo le di la fuerza para caminar, nadie, observen el mapa del mundo, aquellos lugares donde estaban más desprotegidos, aparecieron personas que son fundamentales en la vida de sus pueblos y por fin ya se empieza a hablar otro idioma, el idioma del amor. Cuántos presidentes hay ya que hablan el idioma del amor a través de sus obras y a pesar de todas las contras que tienen, porque siempre el maligno está enquistado en las estructuras del poder, está enquistado dentro de la jerarquía de la Santa Madre Iglesia, está enquistado dentro de la sociedad de consumo, dentro de la economía, dentro de la política, dentro de todo, se lo conoce de lejos cuando están conmigo o está en contra de Mí, se los conoce desde tan lejos porque uno se da cuenta que quien no amontona desparrama y quién no pierde su vida no la gana.

Ya sé Mis queridos, sobre todo aquellos que ganan el pan con el sudor de su frente desde tan temprano están perdiendo su vida para ganarla y todas las mujeres que hay en este Templo ¿les voy a decir eso Yo que han parido con sus hijos con dolor y arriesgando su vida para tenerlos, criarlos y hacerlos hombres?, hijos que a veces no están a la altura de sus padres porque los abandonan en los lugares de depósitos de ancianos o de viejos. No les voy a dar clases a ustedes sobre cómo hay que hacer para ganar la vida perdiéndola todos los días un poquito, como hace ese hombre que está en su lugar de trabajo tal vez a temperaturas muy grandes quemándose pero tiene que llevar el pan a su casa.

Felices aquellos que entienden estas cosas porque tienen más de la mitad del todo hecho, felices aquellos que entienden la palabra y no me abandonan porque grande será su felicidad ya en la Tierra y sobre todo en toda una eternidad. Bienaventurados, felices aquellos que entendieron cuánto los amo, cuánto estoy pendiente de la vida de cada uno, bienaventurados aquellos que entienden que no vinieron solos a este Santuario, que Yo los he traído para que todo lo que les aflige se termine, para que lo que no tienen lo tengan, para lo que es duro se vuelva blando, se vuelva fácil, para que la vida no sea ya una carga terrible con una cruz espantosa, sino algo soportable, donde a pesar de que los hombres siempre provocan cosas, puede vivirse en la Tierra como lugar habitable. Bienaventurados, felices los que entienden que en esa Ciudad de Dios todo lo malo terminará a pesar de los defectos de los hombres, todo va a estar organizado por la mano del Señor, como si fuera un Arca de Noé de los tiempos modernos del Tercer Milenio.

Aquellos que no creen en la Ciudad de Dios, mal que les pese, tendrán que admitirlo y comprender que Yo no me olvido de los que sufren, de los que tiemblan, de los que están angustiados, de los enfermos, de todos aquellos que necesitan mucho más de lo que tienen, mucho más en el sentido de que el amor le sobrará, toda la vida será diferente.

Y vuelvo a repetirles: nadie detiene la fuerza, nadie detiene a un hombre o a un pueblo cuando Yo le di la fuerza para caminar. Es muy difícil querer desconocer la verdad, tan difícil que la verdad termina aplastando, no por mal sino simplemente porque la verdad aplasta, en el sentido de tener que reconocer que si algo es rojo, es rojo y si es blanco, es blanco.

Mis queridos, felices ustedes que están en este Templo, porque Yo los he traído por amor para que termine vuestro calvario en las enfermedades que tienen, solamente Mis queridos necesitan creer que Yo puedo sanarlos, eso, nada más y nada menos. Cuando me piden algo no piensen: bueno, ojalá como dicen muchos, no piensen: y bueno, veremos, no, el hombre de fe piensa de una manera, cuando Dios dijo: esto es así hay que creer totalmente porque Yo ya lo hice, aquello quien dice: ojalá pase, ojalá esté bien, ojalá, que bueno sería, piensen: no tiene fe todavía, le falta tanto ¿mmm?, pero pídanmela porque la fe es un regalo que hago Yo, el Señor de la Misericordia a través de Mi Mamá, la Virgen, les regala todo lo que necesitan pero hay que ser un poco humilde, no soberbio ni orgulloso. Hay seres humanos que para hablarlos hay que tenerlos porque sino no se puede hablar con ellos porque creen que todo lo saben, creen que todo lo pueden, ¿en nombre de quién?, el único que puede es el Señor, los demás se acercan un poquito a eso, pero pobre el ser humano que cree que tiene la palabra de Dios y ya nadie puede decirle nada, eso es soberbia y la soberbia no es que Yo la castigue, la vida misma castiga la soberbia. Ese hombre más fuerte y decidido que parece que todo lo arrasa en la noche se da cuenta que en el momento menos pensado un virus o un ataque al corazón o lo que sea puede llevarlo a otra vida.

No estén seguros, no estén seguros, sepan que no saben ni la hora, ni el día, ni el momento, nada, nada, de cuando estarán delante de Mí. Ya sé que muchos tienen miedo de eso pero no lo tengan porque Yo siempre soy un Padre amoroso, Mi Mamá los va a recibir aquellos que lleguen a Mi presencia y si las cosas están bien tendrán Luz por toda una eternidad y la felicidad completa y si no están en condiciones de ver al Señor pasarán el tiempo que sea necesario en la oscuridad hasta que deseen ver al Señor, pero no como un castigo sino directamente como alguien que no pasa a un lugar porque no está en condiciones todavía de estar en ese lugar, pero no por castigo, porque cada hombre que Yo he creado, es decir todos, tienen toda la libertad para eleg

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