Mis queridos, los dolores del cuerpo son tan pasajeros que una simple pildorita los saca del cuerpo pero el odio, el rencor, la soberbia, el orgullo, el odio, la falta de perdón no se sacan con una pastillita ni se va del médico para que lo saque, tiene que hacerse en un diálogo profundo entre el hombre y Mi Divinidad, Mi persona.
Habla Artemio:
Buenas tardes, en primer lugar nos callamos, hacemos silencio total y los chicos que hablan se callan, pero no me los manden afuera porque me van a estropear los loros y los otros pájaros y las plantas, hay que cuidar las cosas ¿eh?, porque no son mías, son de la Madre ¿eh?, entonces por la mañana temprano, a veces la Madre toca la punta de los gajitos cortados que se llevaron una parte de la planta ¿no?, lo hace con un dolor, algunos dirán: que, bueno, que estoy macaneando ¿no?, pero me gustaría que lo vieran cuánto le duele cuando le roban gajos y otras cosas o le rompen algo ¿no?, porque este es un lugar Sagrado mis queridos ¿eh?, un lugar Sagrado y hay que estar muy acá dentro y tal vez un tiempo para darse cuenta qué Sagrado o cuánto Sagrado es ¿eh?, bueno.
Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Vamos a recibir al Señor con todo nuestro corazón, a ver en el librito buscamos el número 15 como hacemos siempre pero que hagamos lo mismo cada día es diferente porque nosotros no estamos igual que ayer ni antes de ayer, siempre estamos distintos ¿no?, por eso decimos así con fuerza: que viva Cristo…. A ver con un poco más de ganas: que viva Cristo….
Bueno, vamos a ponernos a tono con el Señor, es decir todos necesitamos estar, vieron cuando uno sintoniza en la radio la estación que quieren, la emisora que quieren para escuchar, para escuchar lo que uno busca escuchar y también un cántico, una alabanza también es como mover el dial para sintonizar, en este caso para que Jesús entre en nosotros ¿eh?, como ustedes saben las lámparas para alumbrar tienen que tener aceite, los seres para vivir en serio tienen que tener la gracia del Señor, distinto se vive pero más que vivir es como pasar el tiempo ¿no? y a veces como el tiempo nos aburre buscamos a alguien con quien perder el tiempo ¿verdad?, mientras que hay tantas cosas por hacer, no solo para los demás sino para uno, con 20 le decimos al Señor que ponga aceite en nuestra lámpara, es decir, su gracia en nuestra persona. Entonces 20 decimos: pon aceite en mi lámpara Señor…, entendemos entonces que le estamos pidiendo al Señor que nos llene de su gracia, y ¿qué es la gracia dirán ustedes?, es como estar en una habitación a oscuras ¿no es cierto?, de repente uno acciona un botoncito, algo y se enciende la luz, mientras que cuando el lugar estaba a oscuras uno chocaba con los muebles, tropezaba con las cosas ¿eh?, y cuando uno enciende la luz puede moverse con tranquilidad y hacer todo lo que le parece ¿verdad?, así nos pasa a nosotros teniendo la gracia del Señor, es como si prendiéramos una luz dentro de nosotros y deja de estar esa oscuridad que siempre tenemos y la oscuridad ¿de qué está llena?, de dolores, de penas, de un pasado a veces un poco triste, las injusticias vividas, el hambre de pan y el hambre de amor, es decir, cada uno sabe cómo le fue en la vida y nadie cuenta tantas cosas hermosas porque en general no las hay ¿no?.
Por eso, hoy el Señor nos trae para darnos la posibilidad para decirnos: hijo Mío, Yo quiero que no estés más en la sombra porque Yo soy la Luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas, y vos dirás: pero si yo rezo siempre, si yo hago tantas cosas, yo no estoy en tinieblas, mirá, a eso hay que volverlo a pensar porque tantas veces uno cree que está en la Luz porque cumple con algunos ritos de la Santa Madre Iglesia y cree que ya está o bien sigue los consejos de que rezar un Rosario, el rezar el Rosario está preciosísimo pero tiene que estar dentro de un alma que está ansiando tener al Señor sino seguimos huérfanos nomás, podemos repetir palabras y repetir y repetir y repetir y no pasa nada.
Por eso, ahora decimos más conscientes todavía: pon aceite en mi lámpara Señor…, pero en ese camino para no estar huérfanos también necesitamos una Madre ¿no?, porque se supone que debemos tener un padre y una madre para no estar huérfanos, entonces nos pasamos a 26 y decimos así simplemente: mientras recorres la vida, tú nunca solo estás…, claro es distinto ir con papá y mamá de la mano, por eso decimos: aunque parezcan tus pasos….
Entonces de la mano de nuestra Madre y de su Hijo, empezamos a mirar las cosas desde otro ángulo, desde otro punto de vista y ya empieza como uno a notar que hay una luz y que esa luz está como incitándonos, invitándonos a seguirla. A veces pasa que uno cree, algunos creen que todo lo religioso es un poco cosa de chicos como para que se porten bien, como para que hagan esto, lo otro, justamente no es eso. Yo pienso, miren dentro de ustedes cuántos minutos felices pueden rescatar en la vida, son muy pocos ¿eh?, y ¿qué es lo que pasa?, es como si hubiésemos andado siempre desprovistos, huerfanitos, siempre, entonces tenemos la posibilidad de que entre en nuestra vida el Señor y su Mamá y así como en una, aunque uno no lo crea, aunque uno piense otra cosa, pero cuando vos accionás el botoncito que se enciende la luz se puede caminar sin tropezar con nada, cuando uno llena su alma de la gracia del Señor puede andar por el mundo sin tener inconvenientes o problemas, así como la luz me hace ver los objetos para no chocarlos, la gracia me hace ver una vida dignamente vivida donde uno puede ser honesto, sincero, humilde. Fíjense que todos aquellos que tal vez no aceptan la paternidad del Señor, tampoco aceptan la paternidad del Padre que le dio la vida ¿eh?, lo mismo de la Madre, hay que tener cuidado con eso. Ocurre que cuando nuestro cuerpo está muy fuerte creemos que todo lo podemos, que nos autoabastecemos, es decir, no necesitamos la ayuda de nadie, pero a medida que pasa el tiempo uno se da cuenta que la vida parece poco y uno se pregunta: pero ¿tiene sentido vivir?, ¿vale la pena seguir adelante?; y vos dirás: pero ¿y los que están enfermos y no pueden razonar?, sí, ellos no pueden razonar pero los familiares sí pueden hacerlo para hacer la vida de las personas que no entienden, no pueden o están enfermos, para que se le ilumine también su camino o se prenda esa luz que nosotros encendemos en un lugar oscuro para no tropezar con los objetos.
La gracia es al hombre, cuando digo hombre digo mujer también, niño, todo, la gracia es al hombre como la luz al prenderse en un cuarto oscuro, uno ve todo claro y con la gracia del Señor también uno ve todo claro. La vida parece que a veces tiene espinas, dolores y cosas, probemos con el Señor; ustedes dirán: ¿cómo es eso de probar?, y sí, miremos que el mundo no es chiquitito ¿eh?, lo que es chiquita es nuestra forma de mirar, entonces yo creo que esto nada más, como si tuviera unas anteojeras, no, este es el mundo tan chiquitito, no, el mundo es enorme, está lleno de seres humanos que son nuestros hermanos y cuando razonamos un poco nos damos cuenta que el mundo no es chiquitito repito, que es chiquita nuestra forma de mirar el mundo, las cosas, las personas, todos los acontecimientos.
Entonces, esto es un anticipo lo que estoy diciendo de la palabra que vamos a escuchar hoy, la palabra, es decir el Evangelio, que ustedes saben hay cuatro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, hoy corresponde a Juan, bien, entonces allí está el pan bajado del Cielo, es decir la palabra del Señor que nos da la vida en abundancia. El pan bajado del Cielo tiene muchas significaciones y una de ellas es: la palabra vino del Cielo porque Dios Padre envía a su Hijo para que nazca de la panza de Mamá María para traernos los mensajes del Padre. Por eso, pensando en esto vamos a entender mejor el Evangelio y la palabra del Señor es la palabra que nos da la vida en abundancia. Si nosotros no recibimos la palabra por más que recibamos bendiciones al final y todo lo que sea es bastante inútil todo, lo que importa es la palabra, por eso, ahora uno acepta que cada uno cuente sus dolorcitos o sus cosas ¿no?, pero más adelante no, porque en la palabra hay que encontrar todo, porque tienen que pensar esto, yo no creo que la vida de ustedes se reduzca a un dolor de columna o la cadera o la rodilla o las hemorroides o el juanete o el no tener visión ¿verdad?. Yo me pregunto siempre: cómo es posible que cuando pasan a buscar la bendición, por eso a veces me parece que es hasta inútil la bendición, ¿por qué?, porque escucho siempre los dolores de huesos y todas estas otras cositas pero nadie me dice: porque soy egoísta no entiendo a mi nuera o no entiendo a mi suegra, porque soy soberbio no acepto que nadie me diga nada porque yo lo sé todo, nadie me dice: que el Señor me sane de esto, estamos buscando siempre la sanación de alguna macanita, entonces el cáncer de este, lo otro de lo otro y te das cuenta después de esto que la mayoría de los cáncer y otras enfermedades, por ejemplo todos los dolores de los huesos ¿verdad? vienen por problemas no resueltos, uno no resuelve las cosas que se le aparecen y eso va y se localiza en alguna parte del cuerpo y así aparece el cáncer o aparecen problemas del corazón o aparecen los problemas del estómago, ¿ustedes creen que la gastritis por ejemplo se salva alguno de ella con esas inyecciones que se ponen durante 14 días porque hay no sé qué tipo de microbios?, no mis queridos, la gastritis es una consecuencia directa de todos los nervios que uno padece, de las cosas que no van bien, que hay problemas en la pareja, etc., etc.
Tenemos que pensar como personas adultas ¿eh?, sino no avanzamos, hoy se nos pasa el dolor de brazo pero mañana tenemos el dolor del otro brazo y es algo de nunca acabar con los dolores, pero el orgullo, la soberbia, el egoísmo, el no permitir que el sol nazca para todos y no solamente para algunos, eso nadie me lo dice: quiero curarme de mi egoísmo, quiero curarme de mi alma cerrada porque te lo diga odioso cualquiera, en la medida que uno abre su corazón empieza a ver las cosas de otra manera.
Ahora, ¿y para esto se puede interceder delante de Dios?, es lo que hago yo, lo
que hacen otras personas, porque aquellos que dicen que tienen poder para sacar esto o lo otro está macaneando, porque nadie tiene poder para nada ¿mmm?. Las personas en todo caso se prestan para que la gracia del Señor pase a través de ellos y llegue a las personas, por supuesto que hay personas que están consagradas, entonces es como quien le dedica más tiempo a algo perfecciona más algo, pero no hablemos de poderes y de cosas: sí, porque yo te puedo sanar de esto, de lo otro, yo te puedo sanar.
Nadie nunca me dice: siento en mí el pecado de la soberbia, de creerme superior a todos porque yo creo que me lo dejó mi mamá o la abuela o que se yo, me dejó el poder, mis queridos, desde siempre, desde que el mundo es mundo sabemos que todo poder viene de Dios, no hay vueltas, vos dirás: ¿y si soy ateo?, bueno no sé de dónde sacarás el poder pero la cuestión que no te viene de ningún lado si no lo tenés al Señor ¿eh?.
Entonces, no nos llamemos a engaño ¿eh?, no pensemos que nuestra vida se reduce a un dolor de muelas, se reduce a que la columna no funciona o la cadera esto, y si puedo caminar ya está, pero y ¿todo lo que tenés en tu interior que sacar?, qué esperás para entregárselo a Jesús y decirle: mirá Padre, a mí me fue así en la vida, a mi me violaron, a mi me hicieron de todo, padecí injusticias, etc., yo tengo que limpiar eso que está dentro de mi alma, si no lo limpio es inútil, el dolor de columna te vuelve, el dolor en la cadera no se qué pasa, entonces vienen los que son, digamos, oportunistas y te prometen sanarte de la columna operándote de la hernia de disco, etc., lo otro, y guarda de decirle algo a esa persona: no, el médico lo dijo, pero tendrían que saber que las hernias de disco no se operan, solamente un dos por ciento de las personas cuando tienen la columna desviada porque la médula está resentida tienen que operarse, el resto son cuentos de los médicos para sacarte dinero, porque ese disco que dicen que está aplastado y que te sacan, son cuentos chinos, lo que te sacaron no lo tenés más y al no tenerlo por un tiempo estás bien pero después volvés a sufrir.
Entonces, no se llamen a engaño, las enfermedades existen, claro que existen pero lo importante es ver quién produce las enfermedades, todo rencor guardado en el interior, toda bronca que no se saca, todo odio como sienten algunos por otros, tarde o temprano termina en un tumor o los disgustos que uno puede pasar, hay gente muy sensible que tiene ¿no es cierto? problemas y esos problemas termina produciendo algún cáncer ¿verdad?.
Entonces empecemos a mirar las cosas como personas adultas, no seamos niños, porque sino por un lado, a veces los médicos, santos varones, de los cuales tenemos que estar muy agradecidos porque nos hacen mucho bien, pero cuidado, no se propasen no sea cosa que nos quieran sacar usando el tramontina siempre muchas cosas que a veces no tenemos. Como yo lo decía a un médico, que una mutual lo pescó con tantas operaciones que no fueron, doctor le decía yo: usted es un hombre tan sabio, ¿por qué engañó a tanta gente diciéndole que la operaba y no la operaba?, le hacía el corte por fuera nada más ¿no?, lo siento porque ahora ya murió, era un hombre muy sabio, y entonces me dijo: ¿sabés qué pasa?, hay una clínica que mantener, hay tantas cosas que pagar, sí le digo: sí doctor, pero hay otras formas no éstas ¿eh?, no pudo curar más, porque lo inhabilitaron, un hombre que era una seguridad con el bisturí en la mano, sin embargo fue tentado por el dinero, no sé por qué ¿no?, para que hiciera lo que hacía. Entonces empecemos a mirar las enfermedades desde donde hay que mirarlas, sí por esto, sí por lo otro, no, incluso a veces hay enfermedades que son más inventadas que otra cosa, ¿por qué?, porque uno quiere llamar la atención ¿eh?, bueno.
Entonces, que la palabra del Señor haga en nosotros luz sobre la vida y sobre todo, ustedes dirán: ¿por qué estas homilías tan largas y tan llenas de cosas que parece que no son de Dios?, todo es de Dios, pero el Señor en el año 95 me dijo: quiero que seas un Celoso Custodio de Mi Mensaje, entonces tengo que demorarlos a veces un poco para decirles lo que les estoy diciendo ¿eh?, vos dirás: sí, venga a decírmela a mí mi dolor de columna, tu dolor de columna se fue gestando a través del tiempo, o tus rodillas o lo que sea y cuántos tienen los dolores en los huesos que son propios de un nacimiento que fue con tirones y tirones y tirones porque no salía el chico, te queda para siempre después ¿verdad?, bueno.
Perdonen que tome agua.
Domingo 10 de Mayo, hoy conmemoramos San Juan de Ávila, como les dije el Evangelio hoy es de Juan 15, 1-8, entonces con esto maravilloso: por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Veamos que dice San Juan en este día… (hay una señora que esta descompuesta)…, cuando las personas están así no las muevan de su casa, porque es difícil, es más la desventaja que la ventaja, porque una persona no puede en ese estado andar por ahí, es peor el remedio que la enfermedad ¿no es cierto?, entonces cuando son así no los traigan, si la oración llega lo mismo porque el Señor está en todos lados ¿eh?, bueno, muy bien.
Seguimos entonces con el Evangelio que también viene bien para esta señora para que tratemos de no hablar para dejar que los demás atiendan ¿no?, dice Jesús: “Yo soy la vid verdadera y Mi Padre es el labrador. Toda rama que no da frutos en Mí la corta. Toda rama que da fruto limpia más para que de más frutos… (se interrumpe la lectura por una señora que no se sentía bien)…. Bueno, decíamos entonces, Jesús dice: “Yo soy la vid verdadera y Mi Padre es el labrador. Toda rama que no da fruto en Mí la corta. Y toda rama que no da fruto la limpia para que de más frutos. Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, pero permanezcan en Mí como Yo permanezco en ustedes. Una rama no puede producir frutos por si misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir frutos si no permanecen en Mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, pero sin Mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en Mí lo tiran y se seca; como a las ramas que las amontonan, se echan al fuego y se queman. Mientras ustedes permanezcan en Mi y Mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos Míos”. Esta es palabra del Señor ¿eh?, te alabamos Señor y te damos gracias.
Bueno, entonces Jesús es la vid, es el tronco y nosotros somos las ramas de ese tronco, ¿qué pasa si el tronco lo herimos o lo cortamos?, la rama se seca, ¿qué pasa cuando nosotros no tenemos la gracia del Señor?, nuestra vida se termina, la vida auténtica, la vida llena de gracia se termina. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos, Yo soy el tronco de la planta y ustedes las ramas, en la medida que permanecen en Mí, es decir que tienen el sustento del tronco ustedes pueden dar mucho fruto, pero la rama que no da fruto el jardinero la corta, la tira y después la quema porque no sirve. La persona que en la vida vive solamente para sí sin pensar nunca en los demás ¿verdad? no da fruto, entonces no hay ningún jardinero que la corte, la vida misma se encarga de eso, es decir, ustedes han visto cuánta gente hay como a la deriva, son como un náufrago que andan por la vida sin timón ¿verdad?, entonces: Yo soy la vid, Yo soy el tronco, ustedes las ramas, permanezcan unida a Mí para dar fruto ¿mmm?.
Ahora, todo esto el Señor lo dice para que nosotros entendamos que si estamos cerca de Él podemos ser sus Discípulos, ¿y para qué dirán ustedes?, por una razón muy simple, cuando un ser humano tiene en su corazón un tesoro no quiere guardárselo para él, le gusta contarlo: yo tengo este tesoro dentro de mí ¿mmm?, y lo quiere compartir con los demás, así nos pasa a los seres humanos.
Aquél que dice la palabra del Señor con entusiasmo, con ganas, con fervor ¿verdad?, contagia a los otros ¿verdad?, contagia y cuando uno lleva la palabra pensando que somos la rama del tronco que es el Señor ¿no?, entonces la vida es una fiesta porque además de nuestro trabajo, de formar una familia, tener hijos, criarlos y de hacer todo lo que el mundo hace ¿no?, está todo ese otro gran aspecto de una vida con sentido, donde uno se siente feliz, donde los hijos dejan de ser un problema, ¿por qué?, te lo doy Señor, vos me lo regalaste a este hijo mío a tu imagen y semejanza, entonces vos hacés las cosas bien, yo te lo ofrezco Señor, este hijo mío que está drogado o se droga, esta hija mía que sale mucho por ahí y sus compañías no son tan buenas, vos no podes supervisar toda la vida de un hijo, ofrecéselo al Señor, decile: Señor vos lo criaste a tu imagen y semejanza a Pedrito, o a María o Ana, vos lo creaste a tu imagen y semejanza, aquí está Señor, yo te lo ofrezco para que vos lo guíes, lo cuides, lo protejas y que este hijo mío tenga la vida en abundancia. Si yo quiero fiscalizar o entrar en la vida de mis hijos no lo voy a conseguir porque es un ser distinto, no lo voy a entender del todo, así en general puedo entender pero sino no lo entiendo porque es un ser diferente a mí por más que yo sea el Padre ¿eh?. Entonces Señor, mira, si yo vivo ya con esa mentalidad: Señor, este hijo mío fijate por el mal camino que va, yo sé que a vos no te gusta que él se pierda porque vos lo creaste y vos tenés con él un proyecto que realizar, entonces aquí estás Señor, yo te lo ofrezco, ¿seguiré mirando todo o vigilando?, por supuesto, no me puedo desentender, pero yo sé que el que va a decidir sos vos y no yo, vos sos el que va a cuidar y no yo, vos vas a estar con este hijo mío en los lugares donde vaya, con las compañías que tenga, con las cosas que haga, y vos decís: y si a pesar de todo este hijo ¿sigue drogándose?, Señor, yo te lo encomendé y yo sé que vos siempre vas a sacar ventaja o vas a sacar provecho incluso de algo malo. Vos no provocás lo malo pero cuando en la vida sucede vos aprovechás eso para sacar algún bien.
Mis queridos, tenemos que pensar en cristiano, no podemos vivir como si nosotros lo pudiéramos todo, hay madres que están controlando a la hora que llega su hija o su hijo, controlan con lujo de detalles, ¿vos creés acaso si ella quiere hacer lo que quiere hacer te lo va a hacer conocer a vos?, no seamos tontos, ella las cosas las va a hacer o él las cosas las va a hacer cuando quiere, como quiere y donde quiere, si no protege a ese ser humano el Señor ¿vos creés por ventura que porque vigiles a la hora que llega vas a tener influencias sobre tu hija o tu hijo?, no, entonces dáselo al Señor, es tu creación Señor, lo hiciste a tu imagen y semejanza, es un pequeño diosito, guíalo, yo no puedo.
Y además, a veces las madres tan empecinadas en cuidar pero sobre todo las madres lo que cuidan es lo que dirán los demás, no otra cosa, porque mirá si llega a quedar embarazada lo que va a decir la gente, sin un padre a la vista ¿eh?, lo que preocupa a las madres es que dirá la gente y no la vida que viene en esa pancita que bueno, tuvo relaciones y apareció, así de simple. Y en vez de alegrarse por la vida, en vez de honrar la vida en esa pancita que está creciendo se oponen, se vuelven locos, dicen: el deshonor más grande, qué dice la gente, decime, cuando vos pases a mejor vida del otro lado ¿te va a acompañar la gente o la gente te va a ir ayudar para que vos te defiendas… (se dio vuelta la cinta)…, noo, nada que ver, vivamos cristianamente.
Pensemos, Dios creó a cada uno de nosotros a su imagen y semejanza, nos hizo pequeños diositos y Él tiene con cada uno de nosotros un proyecto, pero no de ahora, de hace miles de años porque ya estaba en la mente del Señor, si el Señor vive en un continuo presente, Él sabe perfectamente qué va a pasar dentro de mil años, porque vive en un continuo presente porque es Dios, bueno, entonces: eso te ofrezco Señor y me dedico a quien es mi pareja, hombre o mujer ¿no es cierto?, me dedico a él, porque a veces las madres o los padres, según, las madres sobre todo, por dedicarse tanto a los hijos se olvidan de su esposo y al olvidarse de su esposo ellos van a buscar afuera lo que no encuentran adentro y después vienen todas los problemas, las peleas y las separaciones, por qué no te ubicás, si los hijos te están dados como prestados para que levantan vuelo algún día cuando ya tengan las alas crecidas y vos te vas a quedar con tu esposo, ¿qué ocurre?, a muchas personas les ocurre esto, miran a su esposo como un desconocido, le dedicaron toda la vida a los hijos y al esposo ni cinco, entonces de repente se miran uno al otro, los hijos se casaron y se fueron y nosotros ¿qué?, somos dos desconocidos, ¿o no?, es así mis queridos. En el 98 por ciento de los casos cuidalo a tu marido, cuidala a tu señora y vos a tu marido no seas egoísta, ya sabés en qué, porque sino lo va a ir a buscar afuera lo que no encuentra adentro, porque la sensibilidad de la mujeres es distinta a la del varón, la del varón es muy rápida su sensibilidad, mientras que la mujer no, necesita toda una introducción.
Entonces, no andés sospechando ni estés celosa de nadie sino cumplí con tus deberes con amor, por supuesto, y dale a tu marido lo que necesita para que se sienta feliz, no hay peor cosa para un hombre que ir al día siguiente a trabajar cuando la noche ha sido muy dura y su mujer lo único que tuvo es dolor de cabeza y otras cosas para no darle lo que él buscaba ¿o no?, es así. ¿Ustedes saben el día terrible que pasa el hombre cuando no logró lo que quería?, claro, hay momentos y momentos ¿no es cierto?, hay muchas cosas pero todo lo que estoy diciendo; ustedes dicen: se fue muy lejos, no, no, no, estoy acá, Yo soy la vid y ustedes los sarmientos y si las ramas no dan fruto se cortan y se tiran y si ustedes en la elección de vida que hagan: matrimonio, o la vida religiosa o lo que sea, no cumplen con vuestros deberes elementales todo se va, se quema y se tira, ¿por qué?, porque no da resultado ¿mmm?, y para eso no hay edades mis queridos: y yo a esta altura, ¿qué altura ni ocho cuarto?, ¿quién te dijo que hay una altura para algo?, no, siempre. El amor del hombre y la mujer siempre es como el amor de un adolescente, vieron cuando los adolescentes se enamoran es como si se le tomara el sarampión viste porque, bueno y a las personas grandes también, porque el amor es uno solo, único y hace sentir en cada uno toda la efervescencia de la vida: gracias a Dios si el hombre a cualquier edad o la mujer puede sentir revivir en su alma el amor ¿verdad?. Me dirán los que son creciditos en años: sí, pero hay ciertas cosas que no funcionan, hay que buscarle la vuelta para que algo funcione, no hay vueltas.
Sí señor, estamos hablando de adulto y no estoy diciendo nada más que lo que el Evangelio de hoy me está diciendo: Yo soy la vid, ustedes los sarmientos, es decir aquél que une sus ramas al tronco, la vid que une sus ramas al tronco se sustenta con el Señor, en todo, para trabajar, para criar a sus hijos, para resolver todos los problemas de su vida pero aquél que quiere cortarse solo: ay porque yo voy a cuidar a mi hijo porque llega a las siete de la mañana, me acerco y lo huelo si tomó alcohol, noo, no hagas ese ridículo, porque él si quiere va a tomar y se va a poner un chicle en la boca para no oler alcohol, no seas ingenuo e ingenua ¿eh?, vamos, pero si vos se lo ofrecés al Señor descansá en ese ofrecimiento entonces vas a vivir como cristiano donde cada cosa la resuelve Él y no nosotros ¿verdad?.
No podemos leer un Evangelio y no sacar todos los beneficios que ese Evangelio tiene porque Jesús dice: Yo quiero ser eficaz en la vida de ustedes, eficaz ¿qué quiere decir?, servir, que Yo te sirva en la vida, bueno.
Tener en cuenta todas estas cosas porque no sea que por no dar frutos nos corten y nos quemen, ¿a qué me refiero?, al no dar frutos uno está predispuesto a empezar a morirse, vieron lo que le pasa a una planta que no se riega, se marchita y se seca ¿mmm?, entonces las plantas somos nosotros, el agua que le ponemos es la gracia del Señor y una vida cristiana, entonces la planta mantendrá la vida, dará flores y dará frutos, de otra manera no. Si Jesús no es eficaz en nuestra vida para traernos la felicidad no nos sirve, no nos sirve Jesús, Él lo dice: Yo quiero ser eficaz en vuestras vidas, quiero darles todo lo que necesitan para que tengan la vida en abundancia pero para eso hay que ponerse a tiro ¿no es cierto?, si yo no quiero, me niego, orgulloso, soberbio, vanidoso, pero esas cosas no me preocupan, me preocupan que me duela el huesito dulce y la rodilla y el callo plantal, las otras cosas no me preocupan. Señor, yo quiero sanarme de mi egoísmo, yo quiero sanarme de mi soberbia, odio a mis hermanos, sobre todo a esa nuera o ese yerno que son así o así, yo odio, odio, no puedo sacármelo de adentro porque me estafaron en los afectos, amigos que valían la pena pero me estafaron en los afectos y yo los odio, ya no voy a creer en nadie, no voy a tener amigos ni nada, porque uno me falló, no, eso no es vivir con Jesús, no somos los sarmientos si procedemos así, es decir no somos las ramas de ese tronco que es Él ¿verdad?.
Y todo esto ¿para qué? dirán ustedes si podemos vivir de cualquier manera, y bueno, pero viviendo de cualquier manera vas a sufrir de todo, ¿por qué?, vas a sufrir como un huérfano, un huérfano ¿qué sufre?, la falta de su papá y de su mamá ¿eh?, o de su papá o de la mamá según quién ¿eh?.
No, así no, cambiemos mucho, vivamos realmente como cristianos, si quieren algunos no pero otros quieren acercarse a todos los ritos, por ejemplo la Santa Misa, la comunión, la confesión, todo está aparejado, pero cuidado, que lo fundamental está si se da fruto sino la rama se corta y se tira. Cuánta gente hay que a veces es de comunión diaria pero odian a todo el mundo, rechazan a la mayoría, a los nietos porque este tiene la cabeza más grande me gusta menos que el otro porque es rubio y tiene ojos celestes, así, somos así los seres humanos, descarnados para vivir, para hacer todas las cosas.
Somos los sarmientos, es decir, las ramas del tronco que es Jesús, vivamos de esa manera y vamos a ser muy felices ¿eh?, porque el Señor eso quiere, hacer con nosotros que seamos felices, no que carguemos cruces pesadas, duras de llevar, tremendas, el que le esquiva la cruz la va a tener que llevar más pesada, ¿por qué, porque se la pone el Señor?, no, porque la vida misma y por ser uno desorejado tiene que llevar la cruz más pesada. No te creas el centro de todo el mundo, pensás que sos un puntito dentro del universo que necesitás de la existencia del Padre, existencia y asistencia para vivir una vida que valga la pena.
Ocurre que cuando yo estoy hablando es como si el Señor golpeara la puerta de mi corazón para decirme: dejá de hablar que Yo quiero hablar, aunque esto también lo dictó Él ¿no?, pero Él quiere hacerles escuchar su voz, y ¿por qué?, porque su voz además de dar Mensajes para todos los hombres del mundo, su voz según Él es la que sana, siempre que vos abras tu corazón, siempre la voz del Señor es la que sana, la mirada del Señor es la que te da vida, la mano fuerte de Dios, del Señor es la que te sostiene, esto es tan viejo como la historia, ya en el Antiguo Testamento se oye la mano de Dios o el dedo de Dios está guiando esta vida o la mirada de Dios traspasó sus entrañas y convirtió a un hombre maldito en un ser honesto y buena persona.
Entonces en las Revelaciones Jesús toma la voz de uno y empieza a hablar, esto pueden creerlo o no pero si ustedes siguieran los Mensajes desde hace 14 años verían como el Señor fue cumpliendo todo lo que fue diciendo, todo, todas estas cosas de las enfermedades que hay en el mundo y en nuestro país, las cosas que pasan, esas famosas crisis y que se yo, hace 10 años el Señor ya lo planteó todo, absolutamente todo, quien sigue los Mensajes y que algún día van a tener que conocer esos Mensajes porque son la base para construir el Tercer Milenio, por eso vino Jesús, por eso acampó aquí con su Mamá para quedarse para siempre, eso es lo que Él dijo y la Madre también.
Y me voy a callar porque el Señor tiene que hablar. Habla Señor que tu siervo escucha, te presto mi voz Señor porque como somos templo del Espíritu Santo, de la Trinidad, vos estás en nosotros y cuando querés tomar nuestra voz la tomás.
Dice Jesús:
Yo soy la Luz del mundo, y quien tiene Mi Luz no anda en tinieblas. Yo soy la verdad y la vida, quien sigue Mi verdad, que es el amor por excelencia, nunca se equivoca, porque el amor todo lo sostiene, todo lo sufre, todo lo soporta, todo lo aguanta. El amor Mis queridos es maravilloso, tan maravilloso que el hombre no alcanza a entender todo lo que esto significa, pero no importa, cada uno entenderá, aunque sea una partecita y Yo esa partecita la multiplicaré en tantas para que vuestro corazón se llene de Mi Misericordia.
Recién le decía a Artemio que nadie dice de sus rencores, de sus broncas, nadie habla que necesita perdonar, nadie dice que el egoísmo le ha cerrado el corazón, nadie dice que el odio ha hecho de su corazón una piedra irrompible, nadie dice eso.
Mis queridos, los dolores del cuerpo son tan pasajeros que una simple pildorita los saca del cuerpo pero el odio, el rencor, la soberbia, el orgullo, el odio, la falta de perdón no se sacan con una pastillita ni se va del médico para que lo saque, tiene que hacerse en un diálogo profundo entre el hombre y Mi Divinidad, Mi persona.
Antes de Mi llegada hace dos mil años los hombres miraban el espacio para distinguir a Dios, aunque ya desde el Génesis, el comienzo de la Biblia, se dice claramente que el Espíritu del Señor revoloteaba sobre las aguas, ¿a qué hace referencia?, a que el Espíritu Santo estaba como contemplando la creación, porque esto está en un tercer párrafo del Génesis el comienzo de todo y si el Espíritu Santo estaba, el Espíritu Santo es el amor entre Mi Papá y Yo, entonces quiere decir que desde siempre estuvo y Yo los tuve en Mi mente como una idea durante milenios, después tomaron forma en la panza de mamá, Yo soplé sobre ustedes la vida en abundancia, miré vuestros ojos y los llamé por vuestro nombre y en adelante seguí amándolos, les di en el Bautismo todas las virtudes y todos los carismas, es decir los dones que el ser humano puede tener ofrecidos por el Señor, pero ¿qué pasa?, el mundo, las cosas, la familia en que nacieron, la cultura que tuvi