¿Qué quiero decir con esto?, muchas veces somos tan cerrados en cuanto a esto de la conversión porque queremos ver, tocar y re contra tocar para poder decir: cambio, el Espíritu Santo mis queridos sopla donde quiere, cuando quiere y como quiere para hacer las cosas, no necesariamente en el Templo o en cualquier Templo, puede soplar en cualquier lado, en cualquier lado y en gente que a lo mejor no lo conoce al Señor pero tiene un corazón muy grande, muy bueno, muy humilde, muy puro y el Señor lo tiene en cuenta todo. Oración del 18 de Febrero de 2009
Habla Artemio:
Como todo lo que empezamos en la vida se hace en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Miramos el librito de los cánticos, todos tienen ¿no es cierto?, bueno, recibimos al Señor entonces pensando que la alabanza es la mejor forma de oración, nos lo dice el Antiguo y el Nuevo Testamento, como no recordar al Santo Profeta David con sus alabanzas, por eso con 11 decimos: cuando el pueblo alaba a Dios suceden cosas…. Ahora con un poquito más de ánimo viste porque da la impresión de cómo si tuviéramos menos revoluciones por minuto, entonces a ver: cuando el pueblo alaba a Dios suceden cosas…. Nos pasamos a 12 porque hay muchas caras tristes, puede ser por el calor, puede ser por muchas cosas, necesidades, lo que sea pero leemos lo que dice este cántico, 12: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….
Bueno, como una forma de alabanza vamos a ver si alguno, porque la mayoría son nuevos hoy pero si alguno tiene algún testimonio que dar, es decir agradecerle a Dios como una alabanza por lo que ha recibido, ¿alguno tiene necesidad de decir en voz alta, porque algunos no quieren, algo referente a lo que recibió del Señor?… (habla una señora que da su testimonio: buenas tardes hermanos, yo tengo la necesidad siempre de contarles que va a ser dos años ahora para el día de la madre. Participé de una Misa en Buenos Aires en la Catedral de San Isidro, a la salida de la Misa, contigua a la Catedral hay una pequeña santería, allí compré la estampita de Jesús de la Misericordia, no esa imagen, la otra, porque hay dos imágenes. Y compré esa imagen y del otro lado tenía la coronilla que era lo que yo quería y un pequeño rosarito, eso me pusieron en un sobre de papel marrón y yo lo metí en la cartera. A la noche cuando estaba en retiro sobre el ómnibus, toqué algo sobre la cartería tibia, pero bueno cuando empezó a funcionar el ómnibus volví a sacar el paquetito y vi que no podía ser, yo estoy equivocada y evidentemente había notado la tibieza de esa estampa. Cuando llegué a Rio IV le dije a otras personas que lo tocaran a ver si les pasaba lo mismo que a mí, evidentemente la mayoría de las personas me decían que sí, que lo sentía. Eso les quiero decir, que todas las estampas que hay en esta Casa, una que les van a entregar en una hojita azul, otras que son chiquititas de Jesús de la Misericordia o Nuestra Madre de Justiniano Posse, fíjense porque todas están tibias y esa tibieza va en aumento, no es la misma tibieza que hace dos años, es un poco más fuerte ahora. Muchas gracias)… (habla otra señora que da su testimonio: bueno, buenas tardes, yo tengo una nena que tiene diez años y hace un tiempo, el año pasado estuvo con problemas de gargantas, bueno ella en realidad hacía unos cuantos, un tiempo largo que venía con la garganta, era una cosa que no llegaba a quince días, mucho menos, al último diez días y se enfermaba de la garganta. Yo la había llevado al especialista y me habían dicho que la tenía que operar porque tenía las amígdalas grandes y le estaba tapando, le estaba cerrando la garganta, entonces, bueno, yo vine acá de Artemio y le comenté a él y él me dijo que me convendría, yo que vos esperaría me dijo él y yo esas cosas que uno no entiende, al principio, no sé, falta de fe quizás, no sé, yo fui igual a Villa María porque yo ya tenía todos los papeles hecho, el turno sacado, había hablado con el médico de Córdoba, todo. Entonces fui igual y la llevé igual y cuando llegamos a Villa María, ella no tenía, por empezar no estaba anotada, no tenía el turno, no tenía la cama y ese día el anestesista de niños tampoco iba, era en pleno invierno del año pasado, que hacía poquito que había nevado, hacía un frío terrible. Bueno, entonces la chica que atiende ahí me pidió disculpas y que volviera al otro día, entonces yo cuando me subí al auto yo le dije a mi marido: yo no vuelvo más le digo, no la traigo más, voy a esperar y bueno, así fue y viniendo y viniendo a este lugar no fue necesario que la operara y gracias a Dios hasta el día de hoy ella nunca más faltó al colegio, porque iba al tercer y cuarto grado y faltaba siempre, después tenía que ir copiando y todo y gracias a Dios no necesitó ni operarse ni nada y hasta el día de hoy que ella cuando me busca a decir que tiene una molestia en la garganta o algo así yo le hago tomar el agua sagrada y es como que lo dejo ahí y se le pasa, se le pasa pero las amígdalas también ya no están más del tamaño que estaban, ya están un tamaño normal. Jesús y la Madre la han sanado y quiero agradecerle a Artemio por todo lo que nos das, por todo lo que ustedes significa para nosotros y a Jesús y a la Madre por supuesto. Muchas gracias)… (otra señora da su testimonio: bueno, yo vengo desde Rufino, vine por primera vez a esta Casa el 14 de diciembre con un hermano que ya los médicos lo habían desahuciado por completo, tenía cálculos en el hígado grande como una moneda de un peso. Bueno, vine acá, él lo atendió, lo llevé, le hice todos los estudios, no tiene nada, tenía una sola un poquito visible, muy poquito visible y hoy vengo a agradecer acá a Artemio por todo lo que él hizo y acá está mi hermano y está bien, gracias a Dios, gracias)… (otra señora: bueno, yo soy de Rufino también, vine por mi hijita que tiene 5 meses, tuvo 27 noches sin dormir, un bebé que dormía nomás de día y de noche no dormía nada y estaba desde las doce de la noche hasta las nueve de la mañana despierta, yo ya no daba más y la traje y me dijo Artemio que ya estaba curada y mi hija ahora duerme normal como cualquier bebe que se despierta a tomar la teta, así que también tengo que agradecerle a Artemio eso)… (otra señora cuenta su testimonio: buenas tardes, yo soy de Escalante, tengo una nena que se llama Brisa y a las cinco años empezó con problemas a los pulmones, le hicimos una radiografía y me mandaron a Córdoba, en Córdoba le hicieron biopsia, estudios y se determinó que era una enfermedad muy rara que se llama proteinoides alveolar, la doctora me había dicho que iba a llegar el momento en que no iba a poder correr, que iba a necesitar mochila de oxigeno y bueno, todo etso nos trajo acá, a la Casa de la Madre y de Jesús y ahora gracias a Dios, a la Virgen y a Artemio que siempre nos da la palabra de aliento ella le ha mejorado, cuando la llevé hace dos meses al control la doctora no se explicaba como las radiografías estaban mejor, hasta incluso me había dicho si se había hecho señorita para buscarle una excusa de médico y gracias a Dios los estudios de ella de respirar le daban, la vía principal un treinta y algo y ya cuando fuimos estaba respirando un cincuenta y algo y ahora este mes tenemos que llevarla a control pero yo sé que Jesús no deja nada sin terminar y quiero agradecerle a mi familia, a mi madre, a mi hermana, a mi amiga, Vilma, que son todo para mi, que me apoyaron siempre y a usted Artemio que es lo más maravilloso que tenemos acá en la Tierra)… (otra señora da su testimonio: bueno, buenas tardes, yo lo mío hace cuatro años que perdí a un hijo en un accidente y busqué siempre ayuda espiritual, me dijeron de acá de Artemio, vine, gracias a Dios y a él y a la Virgencita tengo mi marido que está saliendo adelante, que tuvo una depresión muy grande y me pasó algo increíble. Yo cuando me acuesto me acuerdo siempre de mi hijo y cerré los ojos y vi la Virgen y los volví a cerrar porque yo digo: no, que estoy viendo, y vi la Virgen, yo no sé, realmente el gran dolor que uno lleva la pérdida de un hijo porque es tremendo, tremendo pero gracias a Dios y a Artemio, quien me aconsejó que viniera me está sacando adelante a mí y a mi familia. Muchísimas gracias)… (un señor da su testimonio: buenas tardes señores, yo soy de la ciudad de Rio III y tenía un problema gravísimo, especialmente a los hombres les digo porque quien no ha tomado una copita a veces demás, yo me tomaba demás y me aconsejaron unos compañeros de trabajo, trabajo en un fabrica de Rio II, el 01 de abril hace 30 años que estoy ahí. Me casé a los 43 años, no pensaba casarme, bueno, mi vida era borracho, cobraba, tenía un sueldo digno, tengo gracias a Dios y como todo hombre calavera mujeres, timba, boliches, nunca tuve nada, lo único que me compré de soltero fue un sitio, mis padres me llamaron la atención, cuando me metí de novio, gracias a Dios muy buena mi señora, no está ahora, vive gracias a Dios sí, usted sabe que bueno, me casé, me fui de luna de miel, tenemos un hotel en Río Ceballos nosotros que se llama 24 de Septiembre, un hotel de los químicos si alguno conoce. Bueno, estuvimos allá, llegamos a las casas, estuvieron quince días, catorce días de casamiento, le digo a la negra: negra voy a salir, bueno, acordate que sos casado ahora, bueno, volví a los tres días muchachos, usted no sabe, no tengo vergüenza de decirlo porque gracias a Dios ando bien. Bueno, salió mi papá a buscar, donde estaba, ebrio en boliche, ¿qué me había olvidado?, que era casado, y me habló tanto mi padre, mi madre, no la tengo en vida y a mi me dicen pirincho de apodo, pirincho mira lo que estás haciendo, estás casado, como vas a ser así, si hace poquito que estás casado, bueno papi me había olvidado le digo, bueno, llego a las casas, mi señora estaba y bueno y arreglamos las cosas, le digo: mira negra, esto no va más, yo te voy a decir algo y dicen, pirincho, a mi me quieren mucho en Rio III a mí, muy conocido soy, para colmo me gusta cantar folklore y cuál es el cantor que, eh negro por mas feo que cante está aquél que: tomate un trago, las bebidas conozco a todas, pero hacemos una mezcla y ahí donde nos ponemos para arriba. Bueno y me dice un muchacho: mira pirincho dice, por qué no te vas a Justiniano Posse, es la primera vez que vine, bueno, vinimos, por primera vez y mi señora, solos en una traffic tenía, no conocíamos nadie nosotros, calzamos un día, llegamos, que traía, no conocía como era, traía un asado, traía una botella de vino tres cuarto me acuerdo, estaba de frío, garuaba ese día, me dice una coordinadora, un ayudante, me dice: quieren comer a las 12, claro, llegamos a las 08 de la mañana sin conocer a nadie, comimos ahí en la mesita ahí al lado de la puerta, nos arrimamos ahí, no sabe que vergüenza para tomar un trago de vino, bueno, de ese día usted no sabe, era el año 2007, fue por ahí las últimas curdas que me agarré. Navidad, 24 a la noche, 31 a la noche, ¿sabe qué tomaba?, tomaba para mi, ¿un borracho que le gusta?, el clericó ¿no es cierto?, quien no tomamos, pero yo no lo sabía tomar, era goloso, bueno, agarramos le digo a mi señora, digo: hace ensalada de frutas y tomaba ensalada de frutas. Bueno, desde ese entonces pasamos las fiestas, el 2007, llegamos al 2008, bueno, 2008 de esa fecha hasta ahora, bueno Navidad, Año Nuevo 2008, ni una gota de alcohol he tomado, todo ensalada de fruta, sigo cantando, me gusta jugar a las bochas, me gusta salir pero gracias a Dios así como me ven así estoy y gracias a mi señora y al señor Artemio acá, soy un pobre trabajador, trabajo en fábrica, tengo una situación económica, dentro de lo pobre bien, porque yo aparte tengo otro trabajito, otro rebusque y gracias a Dios me va muy bien en la vida y yo le quería decir al señor Artemio muchas gracias de parte de mi señora que no ha podido venir a verlo, aquí estoy señor y gracias a Dios no le miento, desde ese entonces nunca más tomé ni quiero probarlo y ando tan bien, que más puedo decir, que no lo probé más muchachos porque me perdía la bebida alcohólica y ahora me siento tan bien, bueno, gracias a ustedes, gracias Artemio)… (otra señora da su testimonio: buenas tardes, soy de Villa María Norte, zona rural, hoy estoy aquí por segunda vez, yo he sanado, no tomo mis remedios desde que vine aquí y ahora vine por mi hijo, pienso que Dios y la Virgen me va a ayudar, tiene que operarse pero no va a suceder eso, me invitó que viniera para acá a acompañarlo y he terminado para poder hacer este viaje. Cuando llegué acá, venía en una traffic y sentí el olor de las rosas de la Virgen porque sé que ella me esperaba. Por eso doy gracias don Artemio soy feliz porque sé que mi hijo se va a sanar. Gracias)… ¿alguien más quiere decir algo?. Cuando un pueblo alaba a Dios suceden cosas….
Bueno, vamos a prepararnos para la lectura de la palabra ¿mmm?, hoy es miércoles 18, San Eladio, como ustedes ya saben siempre se los digo, lo único que nos sana es el Señor a través de su palabra, porque Él dice que su palabra tiene y da la vida en abundancia, entonces toda esta ceremonia gira alrededor de la palabra, todo lo que se haga demás de eso es para agregar algo a la palabra pero quien realmente decide sobre vuestras vidas, vuestras enfermedades y vuestros problemas es la palabra del Señor, por eso tenemos que estar muy atentos, pedirle al Espíritu Santo que nos infunda en nuestro corazón como una espera para el encuentro con Él, por lo tanto tengamos mucho silencio, mucho respeto, los chicos son adorables pero a veces son sumamente inoportunos cuando se ponen a llorar ¿no? y distraen, por eso, los llevamos afuera, se calman, se distraen y el resto escuchamos con mayor devoción ¿eh?.
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Para la lectura de la palabra habría que pararse pero para estar a tono con los que están enfermos no nos paramos, el Evangelio de San Marcos, 8, de 22 a 26 los versículos ¿eh?. “Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: ¿ves algo?. El ciego, que empezaba a ver dijo: veo como árboles, pero deben ser gente, porque se mueven. Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente y podía ver todo con claridad. Jesús, pues, lo mandó a su casa diciéndole: ni siquiera entres en el pueblo”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
En este Evangelio tenemos que distinguir ¿no es cierto?, entre la ceguera natural del cuerpo ¿verdad?, y también con la ceguera espiritual que a veces podemos tener, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver ¿verdad?, cuando son cosas importantes, parecería que este Evangelio nos recalca algo que Jesús dijo tantas veces, que cualquier milagro es muy importante ¿verdad?, porque le devuelve a la persona lo que no tiene y que la persona necesita, pero más importante que todo eso es la conversión. Es decir, no creer que es posible y después ver que ha sido posible, pero la palabra como siempre decimos que nos quedamos conformes cuando creemos en Dios, incluso a veces hasta deportivamente, si porque yo creo en Dios, pertenezco al apostolado, pertenezco a esto, pertenezco a Caritas, creo, está bien creer en Dios, está bien dicho pero lo que tenemos que nosotros hacer no es creer en Dios sino creerle a Él, creerle al Señor. Todo lo que nos dijo, lo que nos dice, lo que nos da a entender todos los días a través del Espíritu Santo, creerle a Él, Yo soy el camino, la verdad y la vida, ¿cuándo le creo a Él?, cuando realmente reconozco que es el camino, la verdad y la vida, Yo soy el que trae la vida en abundancia, ¿cuándo uno le cree a Dios?, cuando realmente se siente que esa vida en abundancia empieza a llenarles su corazón ¿eh?.
Yo soy el pan bajado del Cielo ¿eh?, cuando vamos a comulgar pensemos: directamente o espiritualmente, pensemos que Él es el pan bajado del Cielo, es una forma de decir Cielo, puede decir del otro lado ¿no es cierto?, bueno.
Entonces, ustedes ven aquí en el Evangelio que el Señor dos veces hace la sanación, le moja los ojos con saliva y le dice si ve algo, algo veo dice porque no son árboles porque se mueven, deben ser hombres, y Jesús de nuevo le hace la sanación, ¿eso qué nos está indicando?, que los milagros se pueden dar en forma inmediata o pueden tener un proceso, aquí no se ve cuánto tiempo pero se ve que hay un proceso entre el comienzo, el milagro de Jesús y la visión completa de él ¿mmm?. Entonces, con nosotros pasa exactamente lo mismo, hay milagros que se ven en forma inmediata, otros hay que esperar el proceso natural porque a veces pedimos cosas que no podemos utilizar o no nos sirve en ese momento ¿verdad?, como si un chico de diez años pidiera una novia para casarse, tiene que esperar un tiempo ¿no?, aunque los de Inglaterra nos hizo ver otra cosa, pero ese es otro problema.
Ahora bien, entonces, hay un proceso en los milagros que empieza y no sabemos cuando termina pero si tenemos una seguridad como dijo esta niña recién que Jesús no deja nunca nada sin terminar, nunca, vos decís: pero ¿alguna vez?, no, siempre termina los milagros que empieza. Ahora, ¿y por qué a veces la gente se muere o la gente que parecería que ya estaba y?, no nos engañemos, alrededor de un enfermo hay familiares, amigos, parientes y montones de personas que le rodean, visitas que lo van a ver, etc., y todo ese entorno es decisivo en el enfermo. El otro día yo escuché a una señora que trajo a su marido aquí y estaba mal el hombre, había estado bien antes, entonces delante de él me dijo: y si come poco así pronto lo llevamos a los pinos, yo te pregunto: ¿alguien tiene ganas de seguir luchando para sanarse cuando el entorno familiar, en este caso la esposa dice: y si sigue así sin comer lo llevamos a los pinos pronto nomás, porque él tiene que comer ¿no es cierto?, hay cosas que no se dicen ni en broma ¿no?. Por eso, cuando uno ve en la familia de un enfermo se da cuenta si ese enfermo se va a sanar o no, el Señor como nos ve libres entra, se mete con nosotros hasta que le demos lugar, no más, no más.
Entonces, cuidado, en esto de los milagros hay un proceso que lleva un tiempo, hoy lo demuestra el Evangelio cuando, dos veces hizo el Señor, ¿al Hijo de Dios y Dios mismo no podía haber hecho el milagro de una sola vez?, pero esto da para mucho, tenemos que hacerlo corto ¿no?, porque el día no es tan lindo como para demorarnos demasiado, ahora, pero nada más que lo necesario sí.
Entonces, decíamos que en este caso el ciego le dice el Señor cuando sana, las dos veces que le impuso las manos, una mojándose los dedos y la otra no, le dice: andá pero no le digas nada a nadie ¿mmm?, bueno, normalmente pasa que el Señor obra de una manera que no le gusta hacer alardes ¿verdad?, nosotros damos los testimonios porque hay que agradecerle al Señor porque nos está permitido agradecerle ¿verdad?, y para aquellos que están enfermos para acrecentar su fe ¿no? y uno compara siempre: cómo, si el otro se sanó por qué no yo. Es decir, el testimonio sirve para dos cosas, para darle gracias al Señor y también sirve para el que escucha: si le pasó a otro cómo no me va a pasar a mí, pero eso es secundario, lo fundamental es que uno le agradece a Dios lo que consiguió.
Ahora, también esto de las dos veces que el Señor hace la sanación quiere referirse también a nuestra ceguera espiritual, nosotros estamos muy acostumbrados a llevar anteojeras, como tienen los caballos ¿no?, así puestas al costado para mirar siempre para adelante, pero a los costados no ¿verdad?. Si a mi bisabuela le dijeron una cosa ay yo voy a hacer lo mismo, lo mismo, si mi abuelita a mi mamá voy a hacer lo mismo, pero mi querido, los tiempos cambiaron, hay muchas cosas que a veces uno tiene que adaptarlas a los tiempos en que se viven ¿verdad?.
¿Qué quiero decir con esto?, muchas veces somos tan cerrados en cuanto a esto de la conversión porque queremos ver, tocar y re contra tocar para poder decir: cambio, el Espíritu Santo mis queridos sopla donde quiere, cuando quiere y como quiere para hacer las cosas, no necesariamente en el Templo o en cualquier Templo, puede soplar en cualquier lado, en cualquier lado y en gente que a lo mejor no lo conoce al Señor pero tiene un corazón muy grande, muy bueno, muy humilde, muy puro y el Señor lo tiene en cuenta todo, Él mira las cosas desde un ángulo totalmente distinto de lo que lo miramos nosotros y en cuanto a eso de las anteojeras si me lo dijo Artemio o me lo dijo un sacerdote o me lo dijo, no, los seres humanos decimos tantas cosas y también decimos pavadas ¿verdad?, creemos que si estamos inspirados por el Espíritu Santo, no, pero me lo dijo el sacerdote, hay un presente, aquí Monseñor, entonces yo ya no le creo a más nadie, pero escuchame, cada ser humano es único, es inédito, es irrepetible. Decía San Alfonso María de Ligorio, cuya festividad es el 01 de Agosto, que a los directores espirituales por muy santos que sean hay que buscarlo uno entre mil, ¿por qué decía eso San Alfonso?, un Santo de la Iglesia, doctor de la Iglesia y uno de los más maravillosos que hablaron sobre María Santísima, ¿por qué dice eso San Alfonso María de Ligorio?, porque somos únicos nosotros y entonces tenemos que caminar bastante para encontrar al sacerdotes o al director espiritual que realmente nos entienda, que nos comprenda como somos, porque normalmente nos acercamos, y no sé si Monseñor lo habrá hecho, creo que no pero, esto es así y pare de contar y se cocina así y se habla así, no, despacio, quién soy yo o cualquier sacerdote para imponerte algo, si el Señor te creó libre y San Pablo lo dice: el máximo tribunal es tu conciencia, si tu conciencia te dice algo por más que otros te digan otra cosa ¿eh?, no importa, lo fundamental es lo que te dice tu conciencia ¿verdad?.
Lo digo porque hay personas que aquí no vienen a veces, aunque tienen necesidad porque tienen miedo que después el sacerdote les niegue la comunión ¿no?, yo digo: esa conciencia ¿no funciona, está silenciosa?, si San Pablo te dice en las Epístolas, dice que el máximo tribunal en la conciencia del hombre: yo voy a obrar de acuerdo a mi conciencia, vos tendrás que hacer lo mismo en cada cosa, en cada tiempo, en cualquier momento, diga lo que digan en los demás, no hay peor cosa que decirle a un ser convencido de algo, querer hacer cambiar de posición cuando ese ser sigue los dictados de su conciencia y Monseñor que está aquí presente lo sabe muy bien cuánto le costó en la vida seguir los dictados de su conciencia y cuánto le cuesta aún hoy seguir los dictados de su conciencia pero el día de mañana cuando yo parta, él parta y otros partamos también, ¿cómo le recordaremos a las personas que se jugaron entero por algo?, los recordaremos con un montón de cariño, como ese policía que murió vieron en los noticiosos, todo el mundo, quién habla bien de los policías pero de ese dicen que era un santo, pero ¿por qué?, porque se jugó por la gente que tenía a su cuidado y así nos pasa a nosotros.
¿Qué pasa digo yo con nuestra conciencia?, cuando hace que tengamos anteojeras y no podamos nunca salir de esas anteojeras que nos metieron, yo tengo que mirar la Sagrada Escritura que es el libro de los libros y nunca me voy a equivocar si miro la Sagrada Escritura, si no la entiendo pediré a alguien que la entienda, pero yo no puedo obrar de acuerdo a la conciencia de los demás, entonces yo no soy una persona, soy un títere, vieron como los chicos juegan con un títere que lo manejan con hilitos, así somos los seres humanos muchas veces, nos manejan con los hilos ¿eh?, bueno.
No nos vayamos tan lejos porque nos salimos del Evangelio pero hasta ahora no, todavía, entonces venía a eso a propósito de la conversión, hay una sola cosa importante, tener los ojos lo suficientemente abiertos como para ver si algo es verdadero o no lo es y más vale que cuando uno ve que algo es verdadero le haga caso porque sino la verdad termina por aplastarnos y al final de la vida vamos a decir: que torpes, que tontos que hemos sido, no fuimos capaces de luchar por nuestros ideales y por lo que decía nuestra conciencia.
Por eso la ceguera dos veces curada por nuestro Señor también nos está indicando nuestra ceguera para ver las cosas de Él, por qué tan cerrados somos para ver las cosas de Dios y yo me pregunto y te lo voy a decir con exactitud, 32 personas de las que están aquí presentes no han creído en los testimonios, que pena ¿no?, no saben lo que se pierden, 32 personas, es mucho en este grupo, 32, algunos un poquito, pero en los 32 casi nada y no es raro que se piense: está preparado para influenciar o algo por el estilo, otra tontería, si uno mira a un ser humano veinte minutos nada más se da cuenta si está diciendo una mentira o si está diciendo la verdad, eso de que es tan fácil meter el grupo, hacerte tragar la píldora, eso para quien observa un poquito nada más se da cuenta muy buen cuando alguien te dice la verdad o te está macaneando, es cuestión de observar nada más ¿verdad?.
Cuando nosotros vemos incluso a un artista y que está haciendo un papel, decimos: le conviene o no le conviene de acuerdo a su forma de ser… (se dio vuelta la cinta)…, tontos de creer que nos meten el perro en cualquier esquina y si nos metieran el perro porque parecería que yo soy crédulo ¿no es cierto?, y si nos metieran el perro hay métodos también para corregir eso, yo dos o tres veces lo conté y si lo cuento de nuevo no creo que venga mal. Yo me acuerdo que iba a una carnicería donde el señor tenía fama de no pesar bien, de dar siempre de menos, bueno, entonces todas las Marías y las Juanas del barrio así con la mirada en la balanza para ver si le ponían el peso justo y el otro ponía el dedo abajo para que ellas vieran el peso justo. Yo sabía todo eso y un buen día digo: vamos a trabajar con este hombre de otra forma, cuando él ponía la carne sobre la balanza yo miraba sobre la vidriera, no miraba nada, una, dos, tres, cinco veces, seis, al último me dice: ¿le puedo preguntar una cosa?, bueno, preguntá, ¿por qué no miras cuando yo pongo la carne sobre la balanza?, y porque yo sé que vos sos una persona y sos mi hermano y yo también soy tu hermano, no me vas a engañar, no vas a engañar a un hermano, entonces él con mucha pena me dijo: mirá, al principio vi que vos no mirabas y te robaba cualquier cosa pero cuando vi que vos mirabas por la ventana me dije para mí mismo: no puedo ser tan crápula, el otro no mira mientras que todas las personas miran, este no mira y yo le hago trampa, no, y te digo más: cada día voy a agregar un poco para darte toda la carne que te robé.
Hay formas y formas de corregir los defectos de la gente ¿verdad?, pero esto es para ilustrar de que nadie es artista mucho tiempo, uno se da cuenta, por eso pasa esto con la verdad, por eso pasa esto con las dos sanaciones, es decir el ver uno ve con los ojos de la cara ¿verdad?, pero también ve con los ojos de la mente, y uno sabe también que a mayor conocimiento del Señor ¿no es cierto? mayor amor porque uno no puede amar lo que no conoce ¿mmm?, uno no puede amar lo que no conoce ¿verdad?.
Entonces, y otra cosa que hay que rescatar también: no digas nada a nadie que te sanaste, porque es decir, las obras buenas no hay que hacer alardes de las obras buenas, la Virgen María ya en el año 95, por supuesto, empiezan las Revelaciones, va a hacer 14 años el 10 del mes que viene, uno entonces piensa enseguida: podemos comentarlo y la Madre vio nuestros pensamientos y el mío y dijo: trabajen siete años sin decir una palabra a nadie, que los milagros hablen por sí mismo, pero ustedes no digan una palabra a nadie y el Evangelio de hoy me hace recordar eso: no digan nada a nadie, una expresión más: hagan menos ruido que la hierba, el pasto cuando crece, ¿qué ruido hace el pasto?, ninguno ¿eh?, hagan menos ruido que la hierba al crecer dijo la Madre, siete años, no es fácil para cuando uno descubre un tesoro permanecer siete años en silencio ¿eh?.
Entonces se acercaban o se iban de acuerdo a sus necesidades, de acuerdo a como la Madre dijo, ustedes se han dado cuenta que muchos cuando ven la Virgen por primera vez y no saben si es la Virgen o el demonio se le presentó como Virgen, empiezan a publicarlo a todos lados, viene televisión, incluso a veces entre nosotros también, que la Virgen me hablaba, que no me hablaba, nada, macana, macana, no crean esas cosas porque es no conocer nada, el Señor habla, puede mover la boca, pero la voz la sentís en tu conciencia y en tu corazón ¿verdad?, incluso en tus oídos hablando con el idioma que Él hablaba, hay montones de cassette gravados, donde primero está la voz del Señor en hebreo o en arameo, más en arameo porque es el idioma que Él más quiere, porque es el idioma que hablaba con los Discípulos, el arameo antiguo ¿verdad?, y según un amigo de Monseñor Aguirre me dijo que hay un solo país en el mundo donde él estuvo que se habla todavía el arameo antiguo que hablaba Jesús.
Bueno, entonces, tengamos en cuenta todas estas cosas, pensemos, tenemos que conocer al Señor pero no hacer alarde, aquellos que enseguida, claro si vos sacás una foto y en el sol te apareció la Virgen y el Señor hacésela conocer a tu familia, que se yo, pero no para que salga en el diario ni lo digas en televisión, cuántas veces aparecen gente en televisión que a los tres meses duró como Cuaresma, menos, como carnaval su noticia ¿eh? ¿verdad?, no hay que hacer alarde del Señor. Como hacía el Santo Cura de Ars, se ponía delante del Sagrario y le preguntaban: ¿qué hace padre allí?, y yo estoy acá en silencio dice pero, converso, Él me habla y yo le hablo y los dos estamos horas así, sin decir nada que se oiga, tuvieron que pasar montones de años, muchos años para que el Santo Cura dijera esto ¿eh? ¿verdad?, y cuando se hacía algún milagro se escondía en su pieza y se cerraba para que no le dijeran nada ¿no?.
Perdonen que tome agua porque ustedes no tienen allí y yo tengo, disculpen ¿eh?, bueno.
Entonces en la ceguera espiritual a veces es mucho más grave que la ceguera de los ojos, piensen ustedes en la alegría de alguien que recupera la vista, como esa niñita del Elortondo, que empezó a ver y era ciega de nacimiento, o hay montones de casos y otros que me citó Monseñor hoy el muchacho de Laguna Larga, es increíble como el que empieza a ver le parece todo tan maravilloso que no tiene nada, piensen lo que es la ceguera espiritual cuando el hombre empieza a ver ¿quién te hace retroceder?, ¿quién te dice eso no es así?, ¿quién te lo va a decir?, nadie, porque tu corazón lo vio, es decir, los ojos de tu mente vieron con claridad algo y no te lo borra nadie, no es algo metido desde adentro, a veces me hago la idea que nosotros con montones de verdades y a veces verdades religiosas ¿no? hacemos como las abuelas, con todo el respeto y el amor que las abuelas nos merecen ¿no es cierto?, pero ¿qué hacían las abuelas para darles de comer a los chicos?, yo lo he visto, se ponían el bocado en la boca, lo masticaban bien, bien, bien, bien masticado, hacían el bolo alimenticio y el chico se lo tragaba, claro, era la abuela, si tenía dientes careados yo no sé pero era la abuela, entonces que bien ¿verdad?, pero la saliva no era del chico, el alimento estaba masticado por una persona mayor, etc., etc., etc., y así nos pasa a nosotros con las ideas, los otros mastican, piensan y nos dan a nosotros el bolo para que lo traguemos, así, con la saliva de ellos, la trituración de ellos, la interpretación de ellos y todo lo de ellos, es muy duro esto ¿no?, porque es pensar que el ser humano es tonto, mis queridos, nadie es tonto, nunca piensen que alguno que los rodea es tonto y ustedes son más vivos que ellos, porque se van a llevar flores de sorpresas ¿eh?.
Nunca piensen, es decir, hay que creer por convencimiento en la excelencia en el prójimo, por qué yo tengo que pensar mal de alguien que no conozco o que lo vi pocas veces, que sé de su interior, que sé cuáles son sus intenciones ¿verdad?, si cada hombre es único, cómo sé yo las intenciones de él, de ese ser humano.
Por eso, cuidado con todo esto, cuidado con los problemas de la lengua, cuidado con, hay necesidad de una conversión que es la segunda sanación proyectada del Evangelio de hoy para poder sanarnos espiritualmente de las verdades que no vemos, las cosas, mejor dicho, que no queremos ver y a veces pasamos toda una vida sin querer ver algo hasta que la muerte nos llama: ¿y esto?, pero si yo, sí, pudiste muchas cosas pero ya te llegó la muerte porque no aprovechaste porque alguno te dio el bolo alimenticio y vos te lo tragaste, alguien masticó por vos, leyó, pensó y todo, todo, todo, te lo dio a vos masticadito pero vos te tragaste todo lo del otro sin tener tu saliva ni lo vas a poder digerir bien porque no es tu saliva, es la de otra persona, con todo el respeto por las abuelas, pero muchísimas hacían así, comían el b