Yo junto a ustedes recuerdo la Pasión, recuerdo la sangre derramada, la sangre Mis queridos que es el símbolo de la vida, esa sangre que Yo derramé por todos los hombres, si Yo el Hijo de Dios y Dios mismo derramé sangre por todos, ¿por qué ustedes hacen diferencias sociales, segregaciones, tratan mal a las personas por su sexo, por el color de la piel, por la forma de expresarse, por la cantidad de estudio que tienen?, ¿por qué todo eso?, ¿por qué?.
Mensaje del 08 de Abril de 2009

Habla Artemio:

Buenas tardes, como todas las cosas empezamos en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Estamos en Semana Santa o Semana Mayor en este día miércoles, el Señor que los trajo les asegura tantas gracias y bendiciones, siempre, pero sobre todo por estar en Semana Santa y por supuesto vamos a alabar al Señor, 11, decimos todos: cuando el pueblo alaba a Dios suceden cosas…. Nos pasamos a 15 y le damos la bienvenida enorme al Señor: que viva Cristo…. De nuevo con más fuerza: que viva Cristo….

Bueno, estamos en Semana Santa, nos vinimos preparando durante toda la Cuaresma para poder entender algo siquiera de todo lo que representa la crucifixión del Señor y su Resurrección y también descubrir que si somos creados a imagen y semejanza de Dios también nosotros tendremos que llevar la cruz, es decir aprender a llevar la cruz. Quién no tiene cosas, un pasado, una vida, una realidad de todos los días ¿eh?, tenemos que aprender, tenemos que ser dignos cuando sufrimos así como lo fue nuestro Señor ¿eh?. Es decir, perdía la sangre, golpes por todos lados, latigazos y cosas, sin embargo esa dignidad de nunca ni quejarse, ni de bajar los brazos y volviendo a levantarse para continuar.

Entonces, si el Señor los trajo desde muy lejos, lejos, no tan lejos y cerca, vamos a ver qué tendremos que poner todavía en orden en nuestra vida para esperar la Resurrección del Señor con toda nuestra fe, nuestro fervor y nuestra esperanza, 25, a ver, le decimos a Jesús que si Él es el alfarero, el que nos formó una vez, nos miró a los ojos, nos llamó por nuestro nombre, nos infundió un alma inmortal para vivir eternamente ¿eh?, ya estábamos en su mente hace milenios, pero ese proyecto del Señor se concretó cuando fuimos engendrados en la panza de mamá, pero la vida, las cosas, el tiempo nos hizo tanto que tal vez nosotros no lo hubiéramos deseado y es momento de pedirle al Señor que vuelva a hacer de nosotros lo mejor, número 25, a ver: tu eres el alfarero…, ahora con fuerza: rompe mi cántaro….

Lo hemos cantado así como un cántico más pero pensémoslo un poquito, pensemos esto, le decimos al Señor que Él es el alfarero, el alfarero es el que trabaja el barro y amasa el barro para hacer una obra de arte, sí, todo está muy bien, pero y ¿qué nos falta todavía?, ¿qué necesitamos Señor para realmente estar a la altura del proyecto que vos tenés con nosotros?, que lo pensaste hace tanto tiempo y que después la sociedad, la vida, la escuela y todos los lugares que frecuentamos quisieron romper ese proyecto ¿eh?, por eso en este día nosotros con toda la fe y el fervor le decimos a Él, a ver, pero ahora sintiéndolo: tu eres el alfarero….

Vieron cuántas cosas le decimos al Señor, que rompe y haga de nuevo, por supuesto no se refiere a lo físico sino a todo nuestro interior ¿mmm?. En este momento llegamos aquí, somos como somos, lo que la vida nos permitió ser y los que nos rodearon nos permitieron ser, pero llega un momento en que somos adultos y tenemos que decirle al Señor con toda nuestra fuerza si hay necesidad: que rompa nuestra vida y la haga de nuevo, ¿para qué?, y por todo, porque Él es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, sabe Él lo que nosotros necesitamos, Él sabe todo pero siempre nos sigue y nosotros no le llevamos el apunte, pasa y pasa el tiempo y a veces llega la muerte y nos encontramos con que: y esto qué es, y tal vez hemos pasado la vida sin tener siquiera nada de lo que el Señor quiere que tengamos.

Por eso, le pedimos que rompa nuestro cántaro, nuestra vida y que la haga de nuevo, ¿y es tan difícil esto?, no, si se es humilde, si se es dócil, si se es simple entonces uno le pide al Señor: hacé que tu Espíritu Santo sople en mi conciencia, diga en mi conciencia todo lo que debo hacer. Yo no sé Señor qué es lo que más me conviene, no conozco que va a pasar dentro de un rato y mucho menos mañana pero vos sí Señor lo sabés, entonces ¿qué es lo que me conviene Señor a mí?, de acuerdo a mi vida, mis cosas, mis necesidades, mi situación social, familiar o lo que sea, ¿qué me conviene hacer Señor?, está en tus manos decírmelo y lo vas a hacer a través de tu palabra, porque tu palabra es la que da vida en abundancia, nada más que tu palabra y su explicación, lo demás es paja ¿mmm?, no sirve, si lo comparamos con tu palabra.

Por eso vamos a escuchar ese mensaje que está en la Sagrada Escritura, el mensaje del día que se lee en toda la Iglesia Universal, toda la Iglesia Católica, hay pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento, nosotros leemos el Evangelio.
Vamos a escuchar con tanta atención pero sobre todo con un corazón abierto, muy abierto qué es lo que el Señor quiere decirnos.

Por allí veo que hay algunos corazones un poco endurecidos que están como un poco recelosos, es decir, cuando hay mucha fuerza en el cuerpo, cuando uno tiene pocos años, cuando uno está sano cree que todo va a seguir igual pero no sabemos qué va a pasar mañana, y además si somos sanos mejor aún ¿eh?, pero recordemos para aquellos que todavía no abrieron su corazón para escuchar la palabra del Señor, recordemos aquella parte del Evangelio donde dice: las aves del campo tienen sus nidos para pasar la noche y hasta las bestias sus madrigueras, sus cuevas y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza.
Esto va especialmente dirigido a aquellos corazones que todavía están duros y no se abren, que han venido como con curiosidad simplemente, no por mal, sino simplemente porque bueno, tampoco es posible creer todo sobre todo si uno viene de tan lejos ¿eh?.

A ver, escuchemos esa palabra, el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza, decime hermano: no tenés ganas de decirle vos: hacelo sobre mí, recliná tu cabeza sobre mí, yo no te conozco, no sé quién sos pero los demás parece que te conocen, yo todavía no pero si andás tan necesitado de recostar tu cabeza, vení, hacelo sobre mí, tal vez yo amanezca a una vida diferente, a una vida distinta, a una vida que no conocía antes. Es decir, si es como dicen, me refiero a los que tienen el corazón duro todavía, que vos sos el Padre de todos, el amigo, el compañero, no puede ser que yo no te conozca, ¿no me estaré perdiendo algo maravilloso?. Entonces Señor, no digas más delante de mí que las aves del campo tienen sus nidos, hasta las fieras tienen sus madrigueras, su cueva, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza, ¿no tenes ganas de decir: recostala sobre mí?, aquellos que todavía no abrieron el corazoncito tienen ganas decir: vení Señor, yo no te conozco, no sé quién sos, se habla bien de vos pero no te conozco todavía, dejame que te ofrezca mi regazo, mi corazón para reclinar tu cabeza, hoy, no mañana, ahora, no mas luego, ya, abrile ¿eh?, dale, no podés negarte che, Él te ama con todo el alma, tal vez vos no lo conoces todavía, bueno siempre no lo conocemos del todo al Señor, todos los días vamos descubriendo más, más, más y por supuesto, quien más conoce más ama.

Pero recién me dirigía especialmente a aquellos que las palabras pasan sin dejar huellas porque hay toda una vida llena de fuerza y cuando uno tiene tanta fuerza parecería que no necesita nada de nadie, así que, ante el mínimo dolorcito ya estamos diciendo: qué es esto, yo que creí que era tan fuerte, mira vos.

Entonces Señor yo quiero que reclines sobre mí tu cabeza y ahora para entender la palabra, para discernir lo que vos nos decís Señor, humildemente te pedimos: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es miércoles 08 de abril, miércoles Santo y como todos los miércoles dedicado a San José también, Patrono de la Iglesia Universal y Patrono de tantas cosas y por supuesto el Padre Adoptivo de Jesús, en este día la liturgia de la Iglesia lee al Profeta Isaías y además varios Salmos, nosotros vamos a referirnos al Evangelio de este día, que es de Mateo, el capítulo 26, de la partecita o versículo 14 hasta el 25, entonces sintiendo lo que hacemos decimos: por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. A ver sintiéndolo más: por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. ”Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, no confundir con Judas Tadeo, que es Santo ¿eh?, se presentó a los jefes de los sacerdotes y les dijo: ¿cuánto me darán si se los entrego?. Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. A ver si entendemos, Judas era uno de los Discípulos de Jesús, uno de los doce ¿verdad? y lo vende a Jesús, es decir lo va a entregar, lo va a señalar, lo vimos en evangelios anteriores que él va a ir al frente de los soldados y como símbolo lo va a besar para entregarlo ¿no?, entonces, cuánto me darán dice si se los entrego, ellos prometieron darle treinta monedas de plata y a partir de ese momento Judas andaba buscando una oportunidad para entregarlo. El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, los Discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: ¿dónde querés que preparemos la comida de la Pascua?. Jesús contestó: vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: el Maestro te manda a decir, Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con Mis Discípulos en tu cas. Los Discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Llegada la tarde, Jesús se sentó a la mesa con los doce. Y mientras comían, les dijo: en verdad les digo, uno de ustedes me va a traicionar. Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: ¿seré yo, Señor?. Él contestó: el que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato. El Hijo del hombre, se dice Hijo del hombre porque es nacido de María ¿eh?, por eso Hijo del hombre, Dios nacido de la Virgen María. El Hijo del hombre se va, como dicen las Escrituras, pero pobre de aquél que entrega al Hijo del hombre. Sería mejor para él no haber nacido. Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: ¿seré yo acaso, Maestro?. Y Jesús le respondió: tú lo has dicho”. Esto es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Bueno, siempre las palabras necesitan una explicación ¿verdad?, y vamos a intentarlo, todo el Evangelio de hoy gira en torno a la traición de Judas, por supuesto está la preparación de la Pascua, hay una serie de datos importantes donde se ve que Judas buscaba el momento propicio para entregarlo. Es decir, la historia de una traición, claro, ustedes dirán: pero hace dos mil años que pasó eso, ya quién se acuerda de todo eso, ya quién se acuerda de eso dirán.

Vamos a pensar un poco, Jesús nos dijo: ámense uno a otros como Yo los he amado, no faltaba mucho para morir cuando dijo: les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado, somos cristianos, en consecuencia Él nos dio un mandamiento: hagan tal cosa, yo pregunto: ¿es una historia de hace dos mil años o es una historia de todos los días y tal vez nosotros los protagonistas de esa historia?, es decir, ocupamos el lugar principal. Si ser cristiano como dijo Él es amarse unos a los otros, amar ¿eh?, cuando somos injustos de todas las formas que ustedes quieran, somos Judas también ¿o no?, lo estamos traicionando al Señor, cuando la pareja, hombre o mujer, le hace daño, le pega, le hizo llevar los embarazaos con golpes, todo, se repite la historia de Judas, cuando los padres tratan a sus hijos como cualquier cosa, como hijos de una noche de joda, porque para muchos los hijos son nada más que eso, estamos repitiendo la historia de Judas, cuando durante cinco siglos matamos todos los indios que podíamos aquí en América, los que vinieron de Europa a colonizar fueron todos Judas ¿o no?, lo traicionaron al Señor y una traición mucho más seria todavía, porque se decía que venían a Evangelizar. La Virgen ya en el año 95 decía: Yo no sé de qué hablan, de evangelizar con la cruz y con la espada, Yo no veo que haya ninguna cruz, Yo veo que hay solamente dos espadas, y es cierto, la cruz tomada al revés es una espada, palabras de la Madre: Yo no veo la cruz, dónde está la cruz.

Justamente aparecen Jesús y María en la pampa gringa hace 14 años en el mes de Marzo porque se iban a festejar los cinco siglos del Descubrimiento de América, ¿qué van a festejar dice el Señor?, ¿esa enorme tragedia de matarse entre hermanos?, ¿eso van a festejar?, que tremendo, uno de los objetivos es justamente llamar a los hombres de esta América irredenta, no redimida, llamarlos a reflexión para ver si realmente la conquista se hizo como decían, no en todos los casos por supuesto, pero con la cruz y con la espada, porque si horrible es matar peor es hacerlo en nombre de Dios.

Ahora vos dirás: pero yo no estuve en la conquista, yo no maté indios, pero vos le estás pagando a la chica que trabaja en tu casa una miseria, la tenés en negro, no tiene mutual, le das un sueldo de porquería, la hacés comer en la cocina lo que sobra pero no te perdés ninguna Misa ni ninguna comunión, ¿no sos Judas vos también?, despacio ¿eh?, ¿no sos Judas vos también?, vos patrón de una fábrica o de un mini emprendimiento o lo que sea, ¿cómo están tus empleados, en negro o en blanco?, ¿se le paga lo que corresponde?, o si no alcanza, se le dijo: mira, vamos a repartir las ganancias, que va a hacer, mas de esto no podemos, pero esa explotación del hombre por el hombre, de tener el pie sobre la cabeza del otro ¿no estamos repitiendo la historia de Judas?. El Señor lo dijo: ámense unos a otros como Yo los he amado pero, cuando creés que esos que están en la cárcel, violadores, malditos y porquerías ¿no?, en apariencia, sin embargo el Señor vino por todos ellos también, ¿por qué los considerás tan inferiores?, ¿qué diferencia tienen de vos esos hombres?, que vos tuviste otra condición social y no fuiste delincuente pero ellos tuvieron una educación bueno, que no lo fue, un ambiente terrible, una vida desastrosa y terminaron en la cárcel, ¿quién tiene ahí que adjudicarse y decir: yo también soy Judas?, y cuando segregás a las personas por el color de su piel, por su sexo, por la raza, por lo que sea, ¿no se está repitiendo la misma historia de Judas?, si aquello pasó hace dos mil años, no, todos los días está pasando, traicionamos al Señor viviendo de una manera que no es la que corresponde vivir, ese es el drama ¿mmm?.

Por ahí en una Semana Santa Jesús dijo: pero los hombres tendrán que entender algún día que tendrán que descolgarme de la cruz y dejarme vivir entre ellos ¿eh?, Jesús estuvo seis horas en la cruz nada más, pero muchos lo tienen en la cruz clavado todavía y hay montones de Iglesias, que en el altar mayor, lo dije tantas veces y lo repito, tienen como modelo un Jesús clavado en la cruz, claro que todos llevamos la cruz porque ella nos recuerda la redención, pero de ahí a que esté en el altar mayor esa cruz con un hombre muerto, qué le dicen a vuestros hijos cuando le preguntan: mamá, pero vos me decís que hay que hacer como Jesús pero Jesús está muerto, está sangrando y muerto, sin embargo en el altar mayor. Yo no entiendo esas cosas, es una cuestión de sentido común, Cristo está triunfante entre nosotros, murió una sola vez hace dos mil años pero ahora vive triunfante entre nosotros, el Señor ha resucitado y está entre nosotros y ahora preside la asamblea, hoy aquí adentro, cuando empezaron a apantallarse es porque los rayos de su Misericordia les da mucho más calor, por eso, está muy bien que se apantallen, quiere decir que están recibiendo los rayos del Señor, esos rayos que salen de su Corazón, pero está ahí Él ¿eh?.

Entonces treinta monedas recibió Judas para traicionar al Señor, ¿y nosotros cuánto recibimos?, por pagar sueldos más chicos de lo que corresponde, para no darle a las personas los derechos que tienen, por no escuchar su palabra cuando tienen que decirnos algo, cuando tocan la puerta de nuestra casa y la cerramos de un portazo porque no queremos verlo otra vez porque están pidiendo, ojo, no sea cosa que esté Jesús allí, que sea Jesús el que esté llamando la puerta ¿eh?, a mí me pasó varias veces que Él golpea la puerta, lo mismo que su Mamá.

Entonces, cómo se aplica, porque si el Evangelio del día no tiene su acción directa sobre la vida de uno hoy no tiene ningún valor, es como leer una lecturita allá lejana que bueno, fue para aquella época, Judas lo traicionó, mira que maldito ese Judas ¿no?, que muchacho, con quién se habrá juntado para llegar a esto, no mis queridos.

¿Qué hay en mí de Judas?, ¿qué hay de mí o dentro de mí que es capaz de traicionar?, en los afectos, en las sonrisas, en el amor de todos los días, ¿traicionamos?, porque fíjense ustedes que si tenemos que dar y no damos afecto también estamos traicionando. Si vos a tu esposa o a tu esposo no lo amás como debés de acuerdo a todo lo que sentís estás traicionando, si vos crees que tu esposa o tu esposo, que él es el que sale a ganar el pan y vos sos el que viene con un montón de pretensiones, que todo esté listo, que la comida no tenga sal demás, que la ropa esté lavada, que todo esté en orden, ¿eso es tu señora?, en vez de ser dueña del hogar, la que un día te enamoraste y viste a través de sus ojos cuando le decías cosas lindas o es aquella que te sirve, plancha la ropa, hace la comida, te barre la casa, oh porque mi señora, mi patrona tiene todo limpito siempre, no sé, yo nunca escucho decir: cuánto me ama mi patrona, además la palabra patrona no me gusta ¿eh?, como es eso de patrona, si vos la tenés resonando, patrona tuya, pavada.

Bueno, entonces ¿cuánto hay de Judas en cada uno de nosotros?, estamos preparando la Pascua todo como dice el Evangelio pero gira en torno a la traición hoy ¿eh?, ¿qué pasa en nosotros?, ¿traicionamos a alguien?, ¿traicionamos a alguna persona que nos amó y nos ama?, ¿cómo somos con nuestros amigos?, con las personas que se relacionan con nosotros, con aquellos que alguna vez dieron algo por nosotros ¿eh?, ¿cómo somos, nos acordamos?, felices pascuas, felices pascuas y yo diría: despacio con eso. El año pasado, el domingo de Pascua por la noche, Jesús recuesta su cabeza aquí en mi pecho, pueden creerlo o no, problema de ustedes, pero todavía tenía la corona de espinas y toda la cara ensangrentada, Señor pero vos has resucitado, toda la gente conmemora porque uno recuerda eso. No mis queridos, ¿para cuántos resucité hoy?, son contados, el resto de la humanidad sufre dolores de parto pero no un parto para la alegría de un hijo, sino dolores de parto del hambre que no se saca, de la sed que no pueden saciar, de una vida miserable donde los abuelos saben qué van a hacer sus bisnietos porque todos los demás ya tienen programado para uno, no, no dice el Señor.

¿Cómo es esto de felices pascuas, realmente son felices?, ¿para cuántos son felices pascuas? ¿mmm?, ¿para cuántos?. Habrá que pensarlo porque las cosas no están como debieran estarlo, no.

Nos emocionamos con todos los pasos del Vía Crucis, y hacemos bien, nos emocionamos ver la sangre de nuestro Señor, perfecto, pero cuando Jesús vio, cuando pasaron la película: La Pasión, que había tanta sangre y la gente se desmayaba en los cines o en las casas delante del televisor, dice el Señor: ustedes se sienten mal por toda la sangre que Yo derramé pero ninguno piensa que es más grande el dolor de la traición los amigos ¿mmm?, ¿los Discípulos lo siguieron hasta el final?, no, se hicieron humo, excepto Juan, el resto no, ¿dónde estaban?, sin embargo esos hombres habían visto los milagros que Jesús hacía, Pedro había estado en el monte, vio la transfiguración ¿verdad?, tantas cosas hermosísimas habían visto, sin embargo se borraron todos. Que soledad total, en el huerto de los olivos cuando los deja orando y ellos se duermen, pero ¿cómo dice, no pueden siquiera una hora permanecer despiertos para rezar?, ni siquiera una hora, no, dormían.

Mis queridos, habrá que preguntarse si nosotros también estamos dormidos mientras los que tenemos cerca o no tan cerca o lejos están también padeciendo, tampoco es cuestión de amargarse la vida, no, pero ubicarse sí ¿eh?.

Que esta Semana Santa sea realmente todos los días un acontecimiento para ir amando más al Señor, estar más cerca de Él, acompañarlo en su soledad, Él está triunfante pero conmemoramos, es decir conmemorar, con junto, memorar recordar, recordamos juntos esos acontecimientos, lo que pasó. Entonces, en esos acontecimientos estemos junto a Él para acompañarlo en la soledad, ¿qué soledad?, el abandono de sus amigos, el abandono de tantos; ustedes dirán: pero ¿tanto era eso del abandono?, sí, porque incluso en un momento determinado, no mucho antes de la muerte, un día le dijeron, le hicieron como un planteo a Él, pero dice: nosotros esperábamos que vos no liberaras de los romanos y sin embargo ahora nos decís que vas a tener una muerte, que vas a morir, entonces nosotros hemos dejado la barca, todos los oficios que teníamos para seguirte, ¿y esto nos das?, alguien que nos promete en vez de la liberación de los romanos morir en una cruz, porque los romanos mataban a las personas malas en una cruz, siempre los crucificaban, los mismos Discípulos le hacen ese planteo, vos dirás: pero ¿cómo, ellos no habían estado con Jesús?, sí, pero tenemos que disculpar por el hecho de que ellos todavía no tenían el Espíritu Santo para ver con claridad las cosas que pasaban, por eso, después de Pentecostés y todos reciben el Espíritu Santo ¿eh? ya las cosas cambian, hablan todas las lenguas y justamente las lenguas en los países donde van a evangelizar y la cosa cambia, pero antes, ¿no nos pasará a nosotros también que no entendemos porque no pedimos nunca al Espíritu Santo que nos diga cuál es nuestro camino? ¿eh?, que ellos todavía no habían pero nosotros sí.

¿Lo pedimos diariamente al Espíritu Santo para no equivocarnos?, San Juan dice en el Evangelio con toda claridad: quien es guiado por el Espíritu, porque es Dios también, no hace nada malo, no comete pecado y está siempre en el camino del Señor, lean a San Juan y lo van a ver. Entonces quiere decir que si nos inspira el Espíritu Santo, si lo dejamos hablar en nuestra conciencia nuestra vida va a ser muy diferente ¿verdad?, no lo digo yo, lo dice San Juan. Y ya que hablamos de pecado ¿no?, ¿qué dice Jesús respecto a pecado?, ¿qué es pecado para el Señor, ¿saben cómo lo resume Él a todos los pecados?, ser mezquino y tacaño en el amor, todas las otras cosas que se hagan mal es una consecuencia de ser tacaño y mezquino en los afectos… (se dio vuelta la cinta)…, ¿somos tacaños, somos miserables en el amor?, desde hacer una caricia, mirar con bondad a alguien o pagar bien o mal un sueldo, o no querer ¿no es cierto? aflojar cuando me quieren cobrar las retenciones que es para beneficios de tantos, retenciones en cualquier cosa ¿eh?, no hago ninguna alusión a ningún ejemplo, pero cómo duelen che las cosas que están en el bolsillo, no duelen las cosas que están en el corazón, una persona traiciona ¿verdad?, y no pasa nada, otra te saca dos pesos y ya lloras como un niño que no tiene chocolatín, no, algo nos está pasando mis queridos.

Ámense unos a otros como Yo los he amado, ¿está pasando eso entre nosotros?, festejamos las pascuas de Resurrección, es seguro que el viernes van a hacer vigilia y ayuno, religiosamente, así, porque sino van a confesar un pecado grandísimo el haber comido carne, bah, acuérdense del ejemplo de Santa Teresa de Ávila cuando llega a una posada y el posadero le dice: hermana, tengo cordero en estofado nada más, carne y las carmelitas no comen carne, entonces la carmelita que acompañaba a Santa Teresa de Ávila empezó a hacer caruchas y la madre Santa Teresa la mira y le dice: hermana, cuando carne, carne y cuando penitencia, penitencia, y cuando veía en el convento que las monjas desvariaban o tenían ciertos delirios místicos, mandaba a buscar unos buenos bifes jugosos para que se alimentaran las religiosas porque veían visiones, porque estaban débiles, estaban como diríamos en la pampa: tiradas de olla, bueno.

Entonces seamos ordenados en nuestras ideas, no nos gastemos todo el mundo por hacer un ayuno o no comer carne y después la chica que trabaja en la casa, la hacemos trabajar en la cocina y que venga: cómo va a faltar en este día, tiene que venir, no, cuánto nos falta mis queridos ¿eh?, a mí y a ustedes, cuánto nos falta.

Que pasa en este miércoles Santo, nos recuerda el Evangelio la traición de Judas, además de otras cosas por supuesto pero resalta esto ¿no?, resalta sobre todo entenderlo al Señor, no es tampoco para ponerse mal y cargar la conciencia de tantas cosas, cuando uno hace mal se arrepiente, cambia de rumbo y ya está, no es cuestión tampoco de llorar eternamente porque fuimos dañinos en algo, no, eso es tan malo como lo otro pero que la traición de Judas nos mueve a nosotros a cambiar un poco el rumbo que tenemos ¿mmm?, si somos conscientes no hemos dicho nada malo pero si somos conscientes entonces habrá que cambiar; ustedes dirán: pero ¿es obligación?, no, por favor, que va a ser obligación pero si estamos aquí todos reunidos porque tenemos algo en nuestro cuerpo que está enfermo, de una forma o de la otra, algo tenemos o estamos incubando, venimos a pedirle al Señor que tenga compasión de nosotros, che ¿y nosotros tenemos compasión de todos aquellos a los cuales le estamos pisando la cabeza?, incluso cuando históricamente nos ponemos de parte de aquellos próceres que mataron a tantos indios, ¿quieren un ejemplo?, cuando en la escuela se cantaba sobre Sarmiento maestro inmortal, yo decía no, no, yo no lo pronuncio esa palabra, porque es el mismo que dijo: no economicen sangre de indios porque es el mejor abono que tiene la tierra, cómo iba a decir maestro inmortal, maestro de qué, haceme el favor, no.

En todo, al mirar la política, la historia, todas las cosas, hay que preguntarse: ¿hasta qué punto soy Judas?, mirando la televisión, la prensa de estos tiempos en la Argentina y en el mundo hasta qué punto no le están haciendo el juego a Judas, traicionando, hay que pensarlo ¿eh?, no sea cosa que nos creamos que está todo resuelto y todavía tenemos como dicen las madres con la hija grande: y el pescado sin vender.

Señor de la Misericordia tené compasión de nosotros porque necesitamos tanto Señor entender, no entendemos Señor, no comprendemos, nos falta, el Señor pasa a nuestro lado y seguramente no le damos nuestro regazo para reclinar su cabeza, en la medida que obremos mal no le damos nuestro regazo, que doloroso que es ¿eh?, que doloroso.

Señor, hace un rato estás insistiendo, hacé que tome tu palabra, me estás diciendo Señor y yo me demoré un poco pero ya tendría que haberte hecho seguir vos Señor.

Dice Jesús:

Tengan paz todos los hombres y mujeres y niños que están en Mi Templo en este miércoles Santo, que quiero que recuerden siempre… (se escuchan llanto)….

Escucho un niño llorar y pienso que en el fondo toda la humanidad de una u otra forma está llorando como ese niño, está llorando como ese niño, ¿por qué?, hace dos mil años Mis queridos que ando rondando, buscando corazones humildes, corazones abiertos para que me reciban pero después de dos mil años todavía el sol sale solamente para el diez por ciento de la humanidad, el resto todavía no tiene la luz del sol, solamente ese diez por ciento de la humanidad puede decir su palabra, el resto no.

Mis queridos y Yo vine por todos, no vine por algunos, Yo vine por todos.

Yo les amo tanto, estoy tan disponible para darles todo aquello que me pidan, la mayoría de los que están aquí presentes están buscando la salud, la salud que no tienen, la alegría que perdieron, el amor que nunca recibieron, los golpes que fueron el pan de todos los días, todos o casi todos los que están aquí tienen injusticias que recordar, dolores que han padecido, sonrisas que le fueron negadas, manos afectuosas que nunca aparecieron en sus hombros, ojos que nunca vieron la luz porque alguien se interpuso para no dejarlos ver y aquellos que a lo largo y a lo ancho del mundo tienen que dar lo que las personas buscan se conforman a veces con comentar simplemente algunas cosas sin comprometerse para nada ni con nadie, no, así no creo que las cosas estén bien.

Cuidado aquellos que tienen el poder, detentan el poder, en todos los órdenes, en lo económico, en lo social, en lo político y sobre todo en el orden religioso, cuidado, cuidado porque hoy han escuchado en el Evangelio: pobre de aquellos, al decir pobre de aquellos es como si les cayera el peso de toda una humanidad sufriente que esperaron una justicia y una liberación que no les llegó de ninguna parte, ¿no está pasando lo mismo que en el Antiguo Testamento cuando los Profetas…, cómo es posible que en este pueblo elegido por el Señor para que nazca el Redentor haya tantos hombres que esperan justicia y liberación que no les llega de ninguna parte.

Recuérdenme en esta Semana Santa pero ténganme siempre presente que estoy triunfante entre ustedes. Yo junto a ustedes recuerdo la Pasión, recuerdo la sangre derramada, la sangre Mis queridos que es el símbolo de la vida, esa sangre que Yo derramé por todos los hombres, si Yo el Hijo de Dios y Dios mismo derramé sangre por todos, ¿por qué ustedes hacen diferencias sociales, segregaciones, tratan mal a las personas por su sexo, por el color de la piel, por la forma de expresarse, por la cantidad de estudio que tienen?, ¿por qué todo eso?, ¿por qué?.

Yo estoy junto a ustedes triunfante pero necesito que me digan, no puedo entrar en ustedes porque vulnero vuestra libertad, tienen que decirme: Señor, yo soy tu siervo y tu siervo escucha, para que vos digas las palabras justas, organices nuestra vida porque nosotros te lo pedimos y te vengas a vivir Señor a mi casa porque solos no hacemos nada, que lindo si pudiera escuchar de la boca de la mayoría de los hombres esto, pero Mis queridos el orgullo es tanto, la soberbia alcanza límites increíbles, el amor no abunda, ni sobreabunda ni abunda, ¿por qué?. Pero sí entiendan aquello que donde abunda el pecado, es decir la falta de amor sobreabunda Mi Misericordia, ustedes Mis queridos están en este Templo, el Templo de la Misericordia, desde el infinito, desde todas las galaxias miran a este lugar, ¿por qué?, porque los rayos de Mi Misericordia quiere llegar a todos los hombres, a todos los hogares, a todos los que tienen poder, a todos aquellos que ganan el pan con el sudor de su frente, a todos aquellos que gastan su vida para dejarla en los demás, tantos hombres que en esta Semana Santa no pueden cumplir con los ritos pero que con su vida están viviendo una Semana Santa muy superior a los otros.

Jesús habla en arameo…. Entiéndanlo, entiéndanlo, en el centro de vuestro pecho está vuestro corazón y vuestra mente está a miles de kilómetros de distancia de vuestro corazón, razonan demasiado Mis queridos, razonan demasiado y a Mi Misericordia solamente se la puede entender con un corazón fervoroso que vive latiendo siempre por los hermanos y por todos aquellos por los cuales Yo vine, los que menos tienen, menos pueden, menos saben, menos posibilidades de todo y que son la mayoría dentro de la humanidad, pero no olviden que Yo prometí en el año 1995 cuando empezaron los Mensajes aquí, prometí que todo iba a ser hecho nuevo y dije muchas cosas al correr de los años, que fueron 14 ya, el 11 el mes pasado, 14 años y aquél que ve los Mensajes desde aquél entonces hasta hoy verá como se está cumpliendo todo en forma inexorable, todo, todo, absolutamente todo, por una razón muy simple, Yo quiero que los hombres al entrar en el Tercer Milenio tengan las bases para vivir diferente, para que cada uno pueda decir su palabra, para que se respete la dignidad esencial de la persona humana, para que cada hombre valga el valor que Yo le di como persona.

Lean los Mensajes, van a ver que esto que parece un desorden universal o nacional estaba todo previsto, porque es el comienzo del orden nacional y universal, o alguno de ustedes como ya dije otras veces, ¿pensó que algún día un Evo Morales iba a asumir la presidencia de su país?, lo dije el otros días también, un hijo de la Tierra iba a tener el máximo poder dentro de un país, ¿se han dado cuenta cómo se aplica lo del Evangelio de este día?, que los medios internaciones dicen muy poco de Evo Morales, ¿por qué?, porque Él está a favor de los que menos tienen, menos pueden, m