Y vos me trajiste en este día aquí por mis enfermedades, por mis problemas pero en este momento Jesús tengo que olvidarme de todo eso y pensar que vos estás dentro mío y al estar dentro de mí te tengo tan cerquita que no sé dónde terminás vos y dónde empiezo yo. Mensaje del 18 de Marzo de 2009
Habla Artemio:
Bueno, todos tenemos el librito de los cánticos ¿eh?, y como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Bueno, muy bien, el cántico número 10 habla de un barco ¿eh?, habla de un barco y Jesús es el capitán, entonces el barco navega, nuestra vida anda por el mundo y esperamos que el Señor sea el que dirige…, si vamos a hablar mejor nos vamos a afuera porque seamos honestos, uno no puede desatender o dejar de hacer atender a los demás, pensemos bien, dijimos, así que. Bien, con todo el afecto, la buena onda: yo tengo un barco, la vida, que navega por el mar….
Bueno, vamos a empezar con nuestra oración, mejor dicho, ya uno comienza con la oración desde que entra en el portoncito, allá, en la entrada, ¿por qué?, por una razón muy simple, en todo acá está el Señor y así como ustedes vienen porque Él los trae yo estoy acá pero como ya le di todo a Él soy simplemente un administrador, nada más ¿eh?.
Entonces, ustedes vienen, me ven a mí o no, no tiene importancia, a mi derecha está el Sagrario y en consecuencia ahí está Jesús que los está esperando para darles todo lo que les haga falta, que eso quede bien claro ¿eh?, bueno.
Si estamos afuera y nos estamos riendo porque los chicos hacen cosas graciosas no vamos a escuchar la palabra, yo los veo chicos, no seamos así, por favor, cuidemos la conducta, la vida, las normas delante del Señor ¿mmm?, yo comprendo que muchos de ustedes nunca han estado en un Templo, bueno alguna vez tenía que ser la primera pero eso no significa que tenemos que distraer a los otros, porque muchos padres les gusta que sus criaturas hagan monadas ¿no es cierto?, pero la Iglesia no, vieron, la Iglesia no, bueno.
Vamos a leer la palabra pero para leerla, a ver, nos vamos a poner todos con los ojitos cerrados, miramos a nuestro interior, en ese interior donde está el Señor, donde está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, porque todo hombre tiene en su interior la Trinidad, es decir el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ¿verdad?, entonces ¿qué pasa que no lo sentimos a veces?, es cuestión de concentrarse un poquito, entonces nos tocamos el pecho y decimos: Jesús, tu Papá y el Espíritu Santo vivieron siempre dentro de mí, vos Jesús me pensabas hace miles de años y un buen día papá y mamá tuvieron una relación y yo empecé a vivir en la panza de mamá, entonces vos nos miraste a los ojos, nos llamaste por nuestro nombre, nos diste un alma inmortal, porque somos creación tuya Señor, estamos hechos a tu imagen y semejanza.
Entonces las manitas en el pecho, los ojos cerrados y le decimos al Señor: siempre estuviste en mí Señor, yo no lo sabía, o lo sabía pero no me acordaba, pero estás dentro mío, entonces quiere decir que yo dentro de mí tenía un tesoro maravilloso Señor, mientas yo iba, venía rompiéndome todo en la vida vos estabas dentro de mí, vos que tenés toda la fuerza, vos que nos amás tanto ya estabas dentro de nosotros siempre, siempre estuviste, somos templo de la Trinidad, somos tu templo Señor este cuerpo nuestro. Uno se toca el corazón porque identifica el corazón con la parte que siente pero todo está dentro de la cabeza se sobreentiende, en el cerebro ¿no?, bueno, Señor yo hoy que me trajiste de lejos, no tan lejos y cerca, me trajiste acá porque yo estoy seguro que querés hacerme un regalo o darme lo que necesito, te digo regalo Señor porque parecería que el tener salud es un regalo, pero no, tener salud es necesario porque vos lo querés así Señor.
Que hermoso Jesús, Dios Padre y Espíritu Santo sentirlos dentro de mí y yo pensé que solamente mi cuerpo iba y venía, no pasaba nada, creí que era como un huerfanito y vos estuviste siempre dentro de mí, es hermoso Señor que me haya dado cuenta que tenía un tesoro en mi interior y yo no lo sabía, que hermoso. Y vos me trajiste en este día aquí por mis enfermedades, por mis problemas pero en este momento Jesús tengo que olvidarme de todo eso y pensar que vos estás dentro mío y al estar dentro de mí te tengo tan cerquita que no sé dónde terminás vos y dónde empiezo yo. Señor, hoy puede ser un día maravilloso en mi vida, ¿por qué?, por un lado tomé conciencia que vos estás conmigo y más aún, si estás conmigo querés que esté sano.
Cuando vos empezaste a venir aquí hace 14 años una de las primeras cosas que dijiste es, fue y es: vengo a poner orden y ¿qué es la salud en el cuerpo nuestro sino orden?, ¿eh?, bien. Me he dado cuenta Jesús que estoy cayendo en la cuenta que estaba en medio del río y me estaba muriendo de sed, que estaba lleno de tristeza y tenía dentro de mi a la alegría y todas las cosas que vos das, bueno, discúlpame Señor que todavía no había caído en la cuenta de eso, pero es hermoso saber Jesús que estás dentro de nosotros, entonces puedo venir al Santuario para ver qué me decís acá, pero seguís estando dentro de mí y me voy de aquí sabiendo que estás conmigo siempre y de repente me di cuenta que soy una persona tan rica, tan tremendamente rica porque en mí habita la Trinidad, es decir Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, que hermoso que es, porque de aquí en más si estás aquí conmigo Señor, si estás aquí todo me va a ser más fácil, todos mis problemas se van a solucionar con una rapidez enorme o se van a solucionar en el tiempo que vos digas, porque estamos en un mundo donde aquellos que tenemos cerca, que nos curan, que nos venden remedios y todo, a veces puede que estén negociando con nuestra salud, otras veces no pero tenemos que afrontar una serie de cosas que se llaman quimios, rayos y otras cosas por el estilo, inyecciones de esto, de lo otro. Señor, pero si vos me creaste a tu imagen y semejanza, al primero que debo concurrir para pedirle algo es a vos, algo no me funciona: Señor ¿qué me pasa?, sáname.
Esa es la verdadera procesión del cristiano, si esto no es así indicame Señor a quién tengo que ir, qué decirle y todas las cosas por el estilo, tenés que indicarme Señor porque no todos los médicos entienden a todos los pacientes. Giro entorno de esto porque lo que nos preocupa a nosotros es la salud, pues bien, entonces vamos a escuchar tu palabra, vos estás Señor dentro de nosotros pero aquí estamos en una asamblea donde hay un montón de personas que también vienen por montones de motivos.
Ahora vamos a leer la palabra, tu palabra Señor, tu palabra tiene vida eterna, vos sos el camino, la verdad y la vida, quien te sigue no anda en la oscuridad.
Por eso Señor, estoy muy contento de estar en este lugar y voy a tratar de no perderme nada de lo que se está diciendo porque a través de eso se va a ir transformando toda mi vida, por supuesto que habrá algunos que tal vez como no se sienten nada, dirá: no está hablando para mí, mi querido, si no te sentís nada ¿vos creés que estás tan seguro para decir estoy sano?, en apariencia podemos estar sanos pero no sabemos qué se incuba dentro de nosotros. Si tenemos como herencia problemas cardíacos en el corazón habrá que hacer la sanación de la herencia porque sino vas a correr el mismo problema que pasaron los que te dieron la vida o problemas cardíacos, o de cáncer, 95% de las enfermedades son heredadas, pero dentro de esas enfermedades heredadas uno podría vencerlas muy fácilmente cuando vivimos en un clima de amor, de armonía, por eso insisto tanto en la armonía que debe haber en el Templo, el amor lo sana todo.
Me acuerdo cuando hace unos cuántos años yo estudiaba, estaba leyendo un libro preciosísimo sobre todas las cosas de mi profesión y dice el autor al final: todo lo que dije en este libro es posible que sirva para muchos pero si todo lo que yo dije en este libro se tiene en cuenta que uno podría tener un amor perfecto todo lo que dije está demás, porque el amor por sí mismo sana, cura, da vida ¿mmm?, en aquél momento me pareció: ¿será?, entiéndanlo, no hay otra puerta para la salud, para combatir las enfermedades, no hay otra puerta que golpear y entrar que la puerta del amor, en nosotros y en quienes nos rodean, si no hay amor, andá despidiéndote porque tu vida no es larga ¿eh?, no te puedo mentir, si no tenés el amor suficiente para enfrentar todo lo que la vida te trae, entonces bueno, te conviene ir despidiéndote ¿eh?, porque nada es posible hacer en tu corazón. Y alguno dirá: yo tengo tantos años, ¿y eso qué?, tantos años, el Señor nos propone ya en el primer año de las Revelaciones que teníamos que vivir un montón, cita como digo siempre: las palabras del Profeta Isaías que decía: que el hombre nació para vivir montones de años pero que no los vivía porque no se preparaba para eso. Cuando Jesús viene aquí en las Revelaciones dice: vengo para que todo sea hecho nuevo, también sea hecho nuevo el concepto de salud y enfermedad y el concepto de la cantidad de años que debemos cumplir. Porque la muerte puede ser un gran bien pero nadie quiere llegar a ella ¿eh?, entonces tenemos que siempre ser optimistas, siempre tener en nuestra mente y en nuestro corazón aquello que decía ese hombre tan santo que se llamó Martin Luther King, que decía: aunque tuviera que morir esta noche igual plantaría mi manzano, es decir, porque eso es mirar la vida y la muerte como una continuidad, porque eso es lo que pasa, es una continuidad.
Teniendo en cuenta esto que nuestro capitán es el Señor como decíamos en el cántico, sientan en vuestro corazón, aquellos que están descubriendo, conociendo o redescubriendo, es decir volverlo a descubrir, ese Jesús que está dentro de nosotros para darnos la vida en abundancia. Para que esa palabra del Señor nos llegue diremos simplemente: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….
Es hermoso pensar estas cosas ¿eh?, no hacernos problemas por cualquier macanita que nos pase, una buena mujer negra, norteamericana, digo así porque estaba cerca de Luther King, decía, tenía casi 90 años y decía: si volviera a nacer no me haría problema por tantas cosas, pondría todo en manos del Señor y yo me dedicaría a vivir la vida que Él me regaló, entonces andaría descalza por el parque o por la tierra ¿eh?, jugaría con los niños, tomaría helados, no me haría problemas por todas las cosas que pasan en el mundo, viviría de otra manera, basta de problemas decía ella, si volviera a nacer viviría de esa forma, eso no quiere decir que uno sea irresponsable, no, pero es cierto que la mayoría de los problemas nosotros los fabricamos. Cuando recién observaba a las personas que han venido hoy muchas no están enfermas, bueno, una forma de decir, pero están mas que preocupadas y ocupadas ¿eh? en sus hijos, en su esposo, por qué el hijo se separó, por qué los chicos quedan solitos y todas las cosas por el estilo, hay una gran mayoría aquí, por eso estoy diciendo esto de la mujer, que casi cumpliendo los 90 años decía: viviría tan distinto, le pondría a Dios todo en sus manos, si Él es el Creador, si Él nos creó a nuestra imagen y semejanza, ¿por qué yo tengo que hacerme tantos dramas cuando puedo decirle: Jesús, este hijo mío que es un poco deshilachado, es obra tuya, cuidámelo por favor, yo hice todo lo que pude pero cuidámelo vos, te lo entrego Señor y no trataría de evitarle los problemas… (se dio vuelta la cinta)…, que ellos sientan que ustedes están tranquilos por la vida de ellos, porque se los han encomendado al Señor y el Señor no se equivoca nunca, ¿por qué se va a equivocar en nuestros hijos?, ¿o vos lo vas a seguir durante toda la noche o el día para decirle qué hacer?, eso es no haber entendido qué es un hijo, un hijo es algo que se te da como prestado y tenés que hacerlo crecer bien y darle alas para que aprenda a volar por sus propios medios, bien.
Miércoles 18 de Marzo, mañana jueves es San José, el Patrono de mi mamá, bueno, pero San José es Patrono de todos nosotros porque él eligió serlo, él, él eligió: yo quiero ser el Patrono de todos los que vienen al Santuario y todos los miércoles son de San José, bien. El Evangelio de hoy es el Evangelio de San Mateo, el capítulo 5, 17 a 19, estamos en la semana de Pascua, domingo pasado fue el tercer domingo, marchamos hacia el cuarto domingo de Pascua y recordamos algo, que ya dijimos y vamos a decir siempre ¿no?, pensemos que tenemos que vivir pensando que al terminar la Cuaresma nos espera la Semana Santa, la Semana Santa se llama Semana Mayor porque está los días, el jueves, donde se instituye la Eucaristía, es decir Jesús como pan y vino ¿eh?, el viernes muere y el sábado, la vigilia pascual donde el Señor resucita para festejar el domingo de Resurrección, pero fíjense que mientras festejamos el domingo de Resurrección tenemos que pensar: el próximo domingo es el domingo de la Misericordia, instituido por Juan Pablo II, por eso, el que quiere hacer la novena al Señor de la Misericordia tiene que empezar el Viernes Santo, porque Jesús no está muerto, está entre nosotros triunfante ¿eh?. Conmemoramos esas cosas, es decir las recordamos pero Él sigue triunfante con nosotros ¿eh?, bueno.
El Evangelio de hoy es de Mateo dijimos, es cortito pero tendremos que explicarlo un poco ¿no?, dice, Jesús dice: “no crean que he venido a suprimir la ley o los profetas. He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta. En verdad les digo: mientras dure el Cielo y la Tierra, no pasará una letra o una coma de la ley hasta que todo se realice. Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y los enseñe será grande en el Reino de los Cielos”. Esto es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Para que podamos entender esto, tengan un poquito de paciencia, cinco minutos de historia para ver dónde sale esto porque no entendemos de la apariencia una papa de esto, la ley, los Profetas, que difícil que parece, no, ya vamos a ver que no.
Cuando Dios Padre crea al mundo, bueno, como Él dijo: miró todo y vio que todo estaba hecho bien, que lindo ¿eh?, y se sintió Papá, Dios Padre orgulloso de todo lo que había creado pero a medida que fue pasando el tiempo los hombres usaron mal su libertad y todo aquello tan hermoso que había hecho el Papá, el Padre lo fueron estropeando, entonces el Padre dice: Yo sé que se están portando mal chicos, entonces algún día les voy a mandar a alguien para que les enseñe aún más el camino, porque parece que se han como desviado bastante.
Pasan los siglos y los siglos, hasta que un buen día el Señor llama a Abraham, el primer Patriarca en el Antiguo Testamento, todo esto que digo está en esa parte de la Biblia que se llama Antiguo Testamento, entonces el primero fue Abraham, que el Padre le dice: dejá a tu padre, tu madre, tu parentela, que Yo te voy a ser padre de un pueblo donde algún día va a nacer el Redentor, es decir alguien que está dentro de Mí dice Dios Padre pero Yo lo voy a mandar para que les enseñe todo lo que ustedes necesitan aprender, ¿a quién se refería el Padre?, se refería a Jesús. Pasa tanto tiempo, en ese pueblo que piensa Abraham ¿no?, ya empieza con un acto de fe enorme, enorme, ¿por qué?, porque Abraham era un hombre grande ya, largo, los 80 y pico, Sara también, su esposa, entonces llega Abraham a su casa y dice: Sara, ¿sabés? que el Señor nos eligió para ser padres de un pueblo donde algún día nacerá Jesús, Sara no cree, se ríe, va detrás de la tienda, la carpa se dice tienda y se ríe con los demás: yo, a esta edad, tener un hijo, que estupidez. Abraham dice: no Sara, si el Señor lo dice va a ocurrir, Sara seguía riéndose, pero se siguió riéndose mucho, tanto es así que le permitió a su marido acostarse con la chica que ellos habían criado, Agar, de nombre Agar y le permitió tener un hijo con Agar, porque dice: como yo no puedo tener descendencia que la tenga con esta mujer. De esa unión entre Abraham y Agar nació Ismael ¿mmm?, el Señor le vuelve a decir a Abraham: no Abraham, no te dije con Agar, te dije con Sara y Abraham dice: Señor, si vos lo decís, adelante, será con Sara, si pero te dejaste convencer le dijo de esto otro, va a traer problemas esto, no es que me hayas desobedecido, claro, él no conocía las cosas todavía. Bueno, la cuestión es que con Sara discuten, hacen lo que te podes imaginar, hasta que un día Sara hecha de la casa a Agar con Ismael chiquito y Agar tiene que cruzar el desierto enojadísima porque Sara la había echado.
Fíjense ustedes, Ismael, el hijo de Agar ¿no?, escuchó a su mamá todas las
maldiciones y todo el odio por Abraham y por Sara, sobre todo por Sara ¿no?, y entonces fue creciendo en Ismael todo por dentro, ¿saben quién fue Ismael?, el fundador de esas tribus del desierto árabes que aún hoy están en guerra, desde aquél entonces nunca tuvieron paz ¿eh?, la desobediencia al Señor ¿no?, es decir, sentar en una mesa un árabe y un judío es lo mismo que querer mezclar agua y aceite, no se puede, porque se odian ¿no?, bueno, aunque tienen muchas partes, montones de partes, uno sabe por ejemplo quién es la Virgen María más que los testigos de Jehová, seamos honestos, mucho más, bueno pero es aparte.
Entonces, vean ustedes ¿no?, y seguimos con la historia de Abraham, tanto insistir tiene con Sara el hijo de la promesa que se llamó Isaac, pero todavía no termina allí la historia porque el Señor le dice a Abraham que sacrifique e Isaac, muy bien Señor, si vos lo decís lo sacrifico. ¿Qué quiero decirles con esto?, caramba, tanto ha insistido el Señor que tenía que tener un hijo para que se fundara todo el pueblo hebreo donde iba a nacer Jesús, cómo ahora me decís que lo mate, sí Señor, si vos querés lo voy a matar, bueno la historia es larga, va al monte, el Señor lo detiene, no lo mata pero Isaac fue haciendo toda la cadena de los Patriarcas y Profetas del Antiguo Testamento, entonces encontramos: Jacob, Isaac, todos, todos, todos esos Profetas ¿para qué eran?, el pueblo hebreo se agrandó y a veces se portaba bastante mal, cuando el pueblo se portaba mal el Señor le mandaba un Profeta. De todos los Profetas que tuvo el pueblo de Israel en tantos siglos a todos los mataron, menos a dos, menos a dos, ¿por qué?, cuando los Profetas decían: muchachos hay que portarse mejor, los mataban. Fue pasando el tiempo, Profetas, Profetas y Profetas, entre ellos Moisés, que saca al pueblo de Egipto y lo lleva a la tierra prometida, donde están ahora, esa tierra que ellos no tenían pero que después de la Segunda Guerra Mundial en el año 47 le da el pedazo de tierra que bíblicamente les pertenecía, por eso están luchando ahora porque los demás no tienen, bueno, todavía ahora ¿no?.
El último Profeta se llamó Elías, 300 años antes de Cristo y ¿qué decían todos estos Profetas?, piensen ustedes, 700 años antes de Jesús el Profeta Isaías ya hablaba de una Virgen que iba a tener un niño, que iba a nacer en un lugar, todo, todo iba diciendo, porque el Profeta ve el futuro y anuncia ahora las cosas que van a pasar ¿verdad?. Entonces, los Profetas venían anunciando todo eso, pensá, mil años antes de Jesús el Profeta David veía a Jesús crucificado y decía: estoy viendo a alguien en que se le pueden contar todos sus huesos, alguien que está clavado en una cruz, mil años antes de Cristo, venían diciendo todo, todo, todo, hasta que llega Moisés, Moisés da la tabla de los diez mandamientos ¿verdad? y esa fue la ley de la que hace referencia el Evangelio de hoy, entonces ¿qué pasa?, cuando después de todo ese tiempo nace Jesús 300 años después del Profeta Elías, cuando nace Jesús ¿verdad?, todos esperaban a un liberador del yugo que tenían con los romanos, porque los romanos tenían puesto el pie arriba. Nace Jesús, lo persiguen, todo lo que ustedes saben ¿verdad?.
Ahora, durante la vida y la predicación Jesús dice: Yo no vengo a quitar la ley, la ley de Moisés, que era también un Profeta, sino vengo a enriquecerla, entonces Jesús va enunciando: si ellos te decían, este es tu enemigo, devolvele ojo por ojo y diente por diente, reventalo, Yo te digo: no, amá a tu enemigo, hacé el bien a quienes te persiguen, eso lo dice Jesús. Cuando los judíos escuchan eso, dice: éste está en contra de la ley, no, el Evangelio de hoy es cortito pero clarísimo, dice Él: Yo no vine a quitar la ley, la ley que tenía todo el pueblo que venía preparando a través de los siglos, vine a enriquecerla, si antes te obligaban a cumplir con una cosa o la otra, Yo te digo que traigo la ley del amor y que no tenés que cumplir con las cosas sino hacerlas por amor.
Es decir, el Evangelio de hoy dice: Yo no vengo a terminar con la ley sino a enriquecerla, a hacerle ver otras cosas, por ejemplo, en los mandamientos de Moisés está claro que hay que amar al prójimo como a uno mismo ¿verdad?, etc., pero cuando Jesús pocas horas antes de morir le dice a los Apóstoles: les doy un mandamiento nuevo, ¿cómo, no estaba ya?, que se amen unos a otros como Yo los he amado ¿eh?, el mandamiento que puede resumir todo el Cristianismo ¿verdad?, bueno.
Entonces, lo que pasa en el Evangelio de hoy es que creen que Jesús viene a quitar la ley, que en otros términos si la encuentran por ahí se dice: la Tora, vino a eliminar la Tora, les digo por las dudas algunos lo lean, la Tora quiere decir la ley, tenían otros libros sagrados también como el talmud, pero a ellos les preocupaban la tabla de los diez mandamientos que Jesús vino a enriquecer, no a destruir ¿verdad?.
El Evangelio de hoy gira alrededor de eso: Yo no vengo a destruir nada y mientras pasen los tiempos seguirá lo mismo: vengo a enriquecer ¿eh?. Si antes te decía: odiá a tu enemigo, hacé mal a quienes te persiguen, Yo te digo: amá a tu enemigo, a los que te persiguen amalos también. Es decir, la contrapartida de todo eso, vos dirás: ¿por qué todo eso?, y porque pasan los tiempos y el hombre va entendiendo que cada día hay que ser mejor, el odio no lleva a nada.
Entonces, todo esto se comenta durante la Cuaresma, ¿por qué?, porque el decir que Jesús entra en contra de la ley va a ser uno de los motivos por los cuales lo van a colgar en la cruz, está en contra de la ley, porque la ley decía: el sábado es incontable, entonces Jesús dice: ¿cómo, si una oveja se cae al barranco y es sábado yo voy a esperar hasta el lunes, hasta mañana para buscarla?, tengo que ir ahora ¿eh? ¿verdad?, es decir, no viene a destruir la ley sino que viene a enriquecerla, a darle la vida, por eso el amor del pueblo judío es de una manera, el amor después de Jesús es otra, antes nadie daba la vida por el enemigo, Jesús la da, antes nadie sanaba en día sábado, Jesús lo hace, no viene a abolir la ley sino a hacer que esté esa ley.
Todo el Evangelio de hoy puede resumirse en lo que les dije, el Padre, el pueblo que se porta mal, aparecen los patriarcas y Profetas, caen siempre muertos porque a nadie les gusta que les corrija el camino, menos dos y luego, el último, Jesús, ya el Hijo de Dios, que también muere en la cruz ¿verdad?, para dar testimonio de todo lo que le había mandado a hacer su Papá, hasta dar la vida, ¿por quién?, por vos, por vos, por vos, por cada uno de nosotros, pero Jesús estuvo seis horas en la cruz nada más, seis, lo enterraron, resucitó y ahora está triunfante en medio de nosotros, allí, de pie, mirándolos. Triunfante en cualquier lugar, no solo aquí ¿mmm?.
Por eso, yo les decía: en la Cuaresma no perder de vista y no quedarse en Viernes Santo donde muere el Señor sino quedarse con la Resurrección, porque la Resurrección nos trae la vida y por otra parte ir viendo cada uno cómo es nuestra cruz, chiquita o grande que tenemos que hacerla cada día más pequeña pero llevarla con paciencia, llevarla con altura, llevarla con dignidad, bueno ¿eh?.
En pocas palabras, un resumen muy apretado de la historia del pueblo de Israel, ahora que hermoso es que ya en los comienzos ¿no?, el primero al cual el Señor le da: te voy a hacer padre de un pueblo donde nacerá el Redentor, es un hombre que tiene tanta fe, que por ahí cuando les sobra un rato de tiempo lean toda la historia de Abraham, porque realmente es el hombre de una fe probada, Señor: si vos lo decís es así, si vos decís que voy a tener un hijo a pesar de ser un anciano lo voy a tener, si vos decís que es con Sara, será con Sara. Siempre esa obediencia al Señor.
Uno cuando lee la historia de Abraham se queda tan maravillado porque Él no tenía nada de donde tomarse, era algo así que le salía del corazón seguirlo al Señor ¿eh?, que esto se entienda, es tan hermoso, ya nuestros primeros padres y el primer padre Abraham nos da una prueba de fe, que es tan maravillosa, que cuando uno lo lee y lo vive, uno dice: que preciosura que es, porque incluso allá en el pueblo, que tuvo tantos y tuvo tantas idas y venidas siempre estaba prevaleciendo la fe. Nos encontramos en el año 700 con el Profeta Isaías, ustedes lean el Profeta Isaías y van a ver que es el Evangelio de ahora dicho allá 740 años antes, 740 años antes.
Bueno, esto es para explicarles lo que el Evangelio de hoy quiere decir, ¿por qué, ustedes dirán, por qué no lo hace corto como hacen algunos que lo explican?, y muy simple, porque si seguimos al Señor tenemos que pensar que en todo hay que seguirlo ¿eh?, y Él cuando ve que la gente no sabe o algunos no saben explica las cosas, acuérdense cuando dice: vio a toda la multitud, sintió compasión por ellos y se puso a explicarles largamente ¿eh?, nunca supongamos que los demás no entienden, porque nos vamos a llevar buenas sorpresas, todo ser humano entiende, sobre todo cuando el Señor quiere que entiendan ¿mmm?, bien.
Concretando esta palabra vamos a pedirle al Señor que reviva en nosotros la fe de Abraham, creer a pesar de todo, creer a pesar de todo, que reviva en nosotros todo el sacrificio de esos patriarcas y Profetas del Antiguo Testamento, yo muchas veces ofrezco en las oraciones toda la sangre derramada por esos Profetas, porque está derramada para el Señor.
Jesús de la Misericordia, a veces o muchas veces dar cosas así un poco históricas que pasaron a través del tiempo puede aburrir un poco, pero ¿qué pasa Señor?, yo quiero conocerte entonces tengo que escuchar ciertas cosas, tal vez nunca me las dijeron o tal vez nunca me las dijeron así tan rápidamente.
Partiendo de la base Señor que cuando uno más conoce más ama ¿o no?, o
cuando se ponen de novios no dicen: y vamos a tener que estar unos meses para conocernos, ¿para qué?, conocerse más para amarse más. La relación con el Señor es exactamente lo mismo, uno más lo conoce más lo ama, que lindo y que lindo también es llevarse a nuestra casa un corazón lleno de ese ser que estuvo desde siempre en nuestra conciencia, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
De repente lo empezamos a descubrir, pero ¿cómo Señor?, yo que soy tan chiquito, yo que soy tan pobre, yo que no entiendo nada, yo que doy más lástima que otra cosa, ¿vos estás viviendo en mí Señor?.
Dice Jesús:
Claro, Yo estoy viviendo en vos y no solo vivo en vos Mi querido sino que hace dos mil años quise llegar hasta el monte calvario para que me colgaran en una cruz, derramé casi tres litros de sangre, hubiera bastado una sola gota pero casi toda Mi sangre la derramé, aunque tenemos 5 ¿no?, ¿por quién?, por cada uno de los hombres que vivieron, viven o vivirán.
Entonces Mi querido tené en cuenta desde hoy que Yo estuve colgado en una cruz muchas horas, padecí todo lo peor, desde que me tomaron preso hasta que he muero en el monte calvario, entre ladrones, como el peor de los asesinos y todo ¿por quién Mis queridos?, por vos, para pagar tus deudas, para pagar las deudas de tus padres y de tus abuelos, para pagar las deudas de todos los hombres, esos hombres que diariamente ustedes ven que no viven, no viven de acuerdo a lo que Yo les dije, no se aman Mis queridos, ¿por qué?, ámense unos a otros les dije en el calvario.
Ante tanto sufrimiento, unos momentos antes: les dejo un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado … (se terminó la cinta)….
Continua el mensaje…
… me acompañan, Ángeles, Arcángeles y todos los seres que son familiares de ustedes, que muchos de ellos los trajeron aquí, los he traído a este Santuario para que estando en vuestro corazón ustedes me descubran, así como alguien va en el patio de su casa y desentierra un tesoro, les pido Mis hijos queridos que en este día entren al fondo de vuestro corazón para desenterrar el tesoro de la Trinidad, es decir el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Cuando sientan en vuestro interior esto que les digo van a decir: ¿yo soy el que tenía miedo de mi enfermedad?, ¿yo soy aquél que vivía de cualquier forma y desorientado?, si tenia dentro mí el tesoro de los tesoros y no lo había descubierto.
Mis queridos, hoy les propongo descubrir lo que tienen dentro de ustedes, allí dentro estoy Yo, Mi Papá y el Espíritu Santo, que es el amor entre Mi Papá y Yo.
A ver, todos aquellos que están enfermos, soportan una carga muy pesada para vuestra vida, todos aquellos que tienen tantos problemas o no tienen para alimentar a sus hijos, todos aquellos que están como Yo les digo siempre en la cuneta de la vida, les digo: todo está a vuestro alcance, nada hay maravilloso que no pueda llegar a ustedes, es una cuestión solamente de abrir el corazón, sí Señor.
Abran el corazón, a ver, cierren los ojitos Mis queridos y piensen: mi corazón tiene una manija por dentro para abrirlo ¿eh?, ábranlo, quiero entrar, aunque Yo estoy ahí pero quiero entrar de nuevo, porque todos los días quiero que me conozcas más, dejame entrar, a ver, abrí, abrí, a ver, ¿sentís que estoy entrando en vos?, ¿sentís que tu corazón está palpitando con más fuerza que siempre?, los latidos han aumentado, como si el corazón estuviera regocijado porque vos abriste la puerta y Yo pude entrar y ahora dentro de tu corazón, aunque muchos todavía no abrieron la puerta, pero Yo los espero, sí, los espero, ahora empiezo a circular por vuestra sangre, piensen Mis queridos, Mis hijos amados, piensen: estoy pasando por todos los conductos que llevan sangre, hasta los capilares más finos, que tienen un grosor cien veces más chico que un cabello, estoy pasando por todos para traerte una vida nueva, una vida sana.
Yo te pregunto Mi querido: si Yo estoy dentro de vos, que lo estoy, ¿queda algo de tu cáncer?, ¿queda algo de todos esos malos momentos que viviste en la niñez y en la juventud cuando abusaron de vos?, ¿no creés que pasando por tu sangre ya limpié todas esas cosas que te fueron ocurriendo, todas esas cosas que te amargaron tanto y que todavía estás soportando?, pero Yo estoy navegando por tus venas y arterias porque entré por tu corazón y te estoy dando la vida en abundancia, al sentirme dentro de vos, ¿creés que todavía puede haber alguna enfermedad?, ¿creés que puede haber alguna enfermedad?, ¿creés que no te voy a proteger contra todo y contra todos?, ¿creés que no voy a hacer que se terminen las injusticias que estás pasando por un marido dañino y golpeador?, ¿no creés que estoy con vos en esos momentos?, tené paciencia porque todo eso se va a terminar. Yo no castigo jamás, pero hay una consecuencia, cuando uno dice algo, hace algo que no es bueno, vuelve a uno, vuelve, pero no porque Yo quiera, al contrario, Yo ayudo para que no vuelva así las cosas están mejor o están bien.
¿Te queda alguna duda hijo Mío que ya estás sano de tus problemas?, vos creés que Yo te hubiese traído a Mi Santuario, este Santuario que está mirado por los ojos de todos los hombres de la Tierra adonde llegan Mis Mensajes, ¿vos creés que Yo te traería a Mi Santuario para que todo siguiera igual?, enfermo, triste, desolado, solo, angustiado, depresivo, amargado, no, no.
Mis queridos, me tienen a Mí, ¿qué les puede faltar?, no sean apresurados, tengan paciencia, todo se va a ir ordenando y si algunas cosas que quieren aún
no las tienen, paciencia, tal vez mañana, tal vez cuando llegue el atardecer.
Solamente te pido Mi Hijo querido, te pido que tengas confianza, que Yo voy a estar con vos hasta la consumación de los siglos, por toda una eternidad.
Te repito, te repito, vos creés que Yo te hubiese traído a este Santuario donde en el Sagrario hay dos pedazos de Mi Cuerpo que Yo lo ofrecí, Sagrario que es único en el mundo con eso que tiene adentro, pedazos de Mi Cuerpo, ¿vos creés por ventura que Yo te traje para que te fueras desilusionado?, y suponé que no estuvieras bien de la mente, suponé, y no m