Entonces, pensemos en nuestro interior cada día más, porque por algo nos trajo el Señor a este Santuario, que no está promocionado por ningún lado, la Madre dijo: menos ruido que la hierba al crecer, que los milagros hablen por sí mismos, claro, bueno si Jesús nos trajo quiere decir que tiene mucho para darnos ¿verdad?. Oración del 31 de Enero de 2009

Habla Artemio:

… cuidado, porque la verdad los va a aplastar, no sea cosa que después tengan que arrepentirse, en Marzo hace 14 años que María y Jesús aparecen acá, dando Mensajes preciosísimos para todos los hombres del mundo, leyendo los Mensajes nada más uno puede darse cuenta ¿verdad?, de qué es lo que pasa, más aún, en un estudio que hicieron había un solo reproche por todos los Mensajes y ese reproche era palabras que el mismo Jesús tomó del Evangelio ¿eh?, entonces te indica que además de dañinos son ignorantes y me da mucha pena. Yo no le molesto a nadie ni le saco gente a nadie, yo cumplo con la misión que el Señor me dio pero no vengan aquí como escapándose del obispo, del cura o pensando que después no le van a dar la comunión, no lo hagan, porque eso es estafar al Señor, no a mí, yo aquí soy un simple administrador de las cosas del Señor y moriré como murió el Padre Pío, salvando las distancias ¿no es cierto?, escrachados por todos y ahora es San Pío de Pietralcina, yo no tengo esos apetitos de decir: me van a hacer santo, por Dios, nada que ver, pero les aviso no saben lo que están perdiendo ¿eh?.

Muchas veces me pregunto si esas personas que se oponen tanto, yo les pregunto: ¿no tienen miedo que la verdad como una aplanadora les pase por arriba?, ¿ustedes saben que durante cuatro años y medio me atacaron ya 16 veces y me tajearon todo?, ¿ustedes saben que todos los años que yo estoy acá ya tuve montones de amenazas de muerte?, ¿de quién querés que sospeche?, de aquellos que les molesto, es decir no les molesto yo, les molesta el Jesús que aquí dice muchas verdades y que a ellos les duele mucho, porque entiéndanlo mis queridos, la Iglesia manipula las cosas, la jerarquía, como ellos quieren y el bendito cuarto secreto de Fátima, ¿se acuerdan?, tantos que dijeron, dijeron montones de pavadas, pero en sí el secreto de Fátima era un Mensaje para los sacerdotes corruptos de todo el mundo ¿eh?, pero lo escondieron muy bien para no hacerlo conocer, pero ¿qué pasa? como eran cosas religiosas, lo que pasa que aquí no pueden hacer callar, porque yo no tengo habito, soy un ser consagrado pero no tengo habito, entonces no puedo someterme a la autoridad de nadie.

¿Qué les duele a estos buenos señores?, que aquí los milagros sean diarios pero en sus Misas cada día hay menos gente, yo también soy de comunión dominical y los amo a pesar de todo pero cómo joden che, no, ellos no tanto, aunque vienen de incógnito aquí, pero algunas de las personas que están presentes, lo sé clarísimo, han venido como escapándole al cura y con tal que el cura no se entere, pero decime: vos tenés libertad, ¿sos un muñeco?, ¿no tenes un poquito de dignidad para darte cuenta que si vas a un lugar es porque tu buena conciencia lo resolvió así?, ¿tu conciencia es tan flojita, es tan de un pajarito que cualquiera te lleva así por la nariz?. Si alguno quiere decirme algo me lo dice, me lo dice, con toda tranquilidad. Pero cuidado, aquél que viene porque acepta las cosas o las deja, pero para venir aquí con agachadas y que se yo prefiero que se retiren del Templo, porque allí en el Sagrario el Señor está presente y ya está presente aquí delante también, debe estar muy ofendido con algunas personas que están presentes.

El Señor me dijo anoche: ya no calles más, las cosas decilas por las claras, ¿qué les molesta, la cantidad de milagros que ocurren?, algunos dirán: y bueno por la fe, a mi no me interesa que sea por la fe, por esto o por lo otro, la cuestión es que aquí los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos caminan y la palabra genuina es explicada a los hombres, no tergiversada, camuflada para poder seguir sacando, como siempre mucha gente ha hecho en San Nicolás, en Luján, en Salta, en todos lados, aquí no se saca dinero a nadie, al contrario, se les da, todo lo que se puede se les da.

Así que me hacen el favor, la persona que vino aquí medio de incógnito, disimulando ¿no es cierto?, para que no lo vea nadie y después le pase el santo a algún obispo o sacerdote, si no tiene agallas o normalmente aquellas cosas, que normalmente tienen…, que a veces tengo mis dudas ¿eh?, si no tienen la suficiente que no vengan, o ¿adónde está su conciencia?, ¿qué tienen adentro?, un poco de pan mojado en vez de conciencia. Mis queridos, blanco, blanco, negro, negro ¿eh?, las cosas por las claras, están en la Casa del Señor, no es mi casa, yo soy un administrador de la Casa del Señor, pero no me vengan aquí con cosas atajadas ¿eh?, para no usar la palabra fea, déjense de joder, yo no jodo a nadie, no hay ninguna palabra que reemplace mejor la palabra joder, yo no jodo a nadie, no me vengan a joder a mí ¿mmm?.

Muy bien, lo mismo que el Señor en un momento cuando sacó a los mercaderes del Templo a empujones y a patadas allá donde saben, les dijo: han profanado la casa de Mi Padre ¿eh?, y yo también les estoy diciendo a esos atajaditos hoy que están aquí presentes: han profanado el lugar de las Apariciones, que ya en Marzo van a ser 14 años, Dios quiera que pueda vivir para ver todos aquellos, como ya he visto a un montón, que han pedido disculpas, no a mí, porque yo soy un ser que va y que viene sino al Señor que está en el Sagrario ¿eh?.

Mis queridos, el hombre camina siempre sobre el filo de una navaja, en ser un hombre o un ratón, aquellos que no tienen conciencia ni tienen las cosas que normalmente los hombres tienen dos, son los que no se las aguantan y son los que le tienen miedo a los obispos y a los sacerdotes para venir a este lugar.
Yo les digo a ustedes y a esos hombres con los cuales trato, con montones, y justo la semana esta, el miércoles, vienen sacerdotes de Chile, esos mismos que estuvieron con nosotros allá y no son cualquiera, son sacerdotes muy representativos de la orden jesuita, el miércoles están acá, bueno, yo digo: ¿por qué tanta estupidez?, por qué no pensar en una conciencia recta y decir: yo no quiero que me mande nadie, porque San Pablo en la Epístola de Tesalonisenses dice: la única autoridad que puede decirles algo al hombre es su conciencia, San Pablo lo dice y los sacerdotes y monseñores que vinieron aquí me dijeron: es cierto, si a vos en tu conciencia todo esto está bien, adelante, y por supuesto y si tengo que morir por esto lo voy a hacer, ¿o acaso ya no me han tajeado 16 veces?, 16, no una, tengo cicatrices por todos lados en el cuerpo, pero lo digo ahora después de tanto tiempo, ¿les dije algo alguna vez a ustedes?, una vez creo, dos, y ¿por qué me tajean?, ¿por qué me golpean?, ¿por qué me hacen todo lo que me hacen?, ¿es la forma?, hasta que puse el identificador de llamadas, los llamados para decirme que ya iba a terminar, los llamados de muerte terminaron pero ahora vienen, se presentan con una media en la cara y me tajean por todos lados, no me matan, cosa que vaya sufriendo viste, sí Señor.

Mis queridos, y ahora salgo de la parte del Evangelio donde Jesús le reprochan cuando estaban en el Templo y tomo una expresión de las Bienaventuranzas: bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra, bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra, y entonces dirán ustedes: ¿por qué dijo lo que dijo?, porque también en eso uno lo sigue al Señor, Jesús una vez da vuelta la cara y pone la otra mejilla pero en la otra oportunidad cuando sale del huerto de los olivos ¿no?, le pregunta al soldado: ¿por qué me pegaste?, ¿qué te hice para que me pegues?, ¿qué te hice?, y yo ahora estoy haciendo lo mismo: ¿qué les hice? ¿eh?, bueno.

Todo queda acá y se terminó, pero aquellos que están presentes, saben muy bien cuáles son, así como el otro día el miércoles había cuatro sacerdotes de incógnitos, yo los llamé al frente para que vinieran, de incógnitos quiere decir que no dijeron nada, vienen a ver qué pasa, ¿qué puede pasar?, está todo en Internet, está en los Mensajes, está en los libros, todo está más claro que no sé qué, ¿o acaso creen que hay mucha claridad en los Mensajes de San Nicolás donde Gladis Quiroga de Mota, durante 15 años, el Padre Pérez, el sacerdote párroco de la Iglesia no la dejó hablar con ningún periodista, ¿por qué?, para que no se enterara que todos los mensajes se los escribía él a Gladis Quiroga de Mota, eso está comprobado, ¿sabían eso ustedes mis queridos?, bueno, se los escribió siempre él, está en los libros, pueden leerlo también. Lo que pasa que aquí hay un juego de ignorancia, ¿por qué no vienen a discutir las cosas delante?, tal vez porque tienen temor a pasar vergüenza, sí Señor.

Bueno, pongámonos a tono como el Señor quiere y digamos: cantemos al amor de los amores…. 5: sonríe que Jesús te ama…. Bueno, ahora cambiamos y nos vamos a 10 ¿eh?: yo tengo un barco que navega por el mar…. Vamos a pedir el Espíritu Santo para leer la palabra y que seamos dignos de llegar a entender con el corazón la palabra del Señor. Cuando Juan Pablo II me regaló esta cruz que ustedes ven, me dijo: con ella en tu pecho los hombres van a entender el mensaje del Señor, esta cruz que ustedes ven aquí, muchos de los que me critican no sé si tendrán una cruz dada por el mismo Papa, ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí.

Hoy es sábado 31 de Enero, hoy es San Juan Bosco, yo tengo un cariño muy especial por San Juan Bosco, él nació, vivió a fines de 1800 y pico, casi pisando el siglo XX y muchas de las cosas que enseñé a lo largo de mi vida, en 38 años, de dar clases en colegios religiosos, con sacerdotes y monjas, gran parte de las cosas eran de San Juan Bosco, un Santo maravilloso que tenía los famosos oratorios y fue el fundador de los salesianos, los salesianos es una orden religiosa, la primer orden religiosa que se extendió por todo el Sur Argentino, se llenó de colegios salesianos y por otro lado las monjas eran de María Auxiliadora, a lo largo de toda la Cordillera y a lo largo de toda la costa, montones y todavía están esos colegios, por todo el país pero especialmente por el Sur argentino, en cada lugar hay un colegio salesiano y su Patrono es San Juan Bosco que hoy conmemoramos su Santo.

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es de Marcos, 4, 35-41: “al atardecer de aquél mismo día Jesús dijo a sus Discípulos: crucemos a la otra orilla del lago. Despidieron a la gente y lo llevaron a la barca en que estaba. También lo acompañaban otras barcas. De pronto se levantó una gran tempestad, un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca que se iba llenando de agua. Mientras tanto Jesús dormía en la popa, la parte de adelante , sobre una almohadita. Lo despertaron diciendo: Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?. Él entonces se despertó. Se levantó contra el viento y dijo al mar: cállate, cálmate. El viento se apaciguó y siguió una gran calma, después les dijo: ¿por qué son tan miedosos?, ¿todavía no tienen fe?. Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: ¿quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

¿Qué nos dice el Señor en la palabra de hoy?, palabra de la que tenemos que sacar una enseñanza muy grande para nuestra vida, es el problema propio de los seres humanos el temor, yo más que temor diría miedo. Todos los seres humanos tienen miedo, yo también, todos, bueno, los Discípulos tienen miedo de la tempestad y le dicen, en otro Evangelio lo dice de otra forma, este de esta: ¿por qué dormís Señor?, ¿no ves que nos estamos durmiendo?, aquí en el Evangelio de Marcos Jesús es suave pero en otros medio se enoja un poquito y dice: pero ¿qué tienen miedo che?, ¿tienen tan poca fe?. Eso es lo que nos pasa, el miedo siempre nos domina, no somos dueños de nosotros mismos, el miedo se apodera de nosotros ¿eh?, ustedes dirán: por qué digo miedo y no temor, porque el alcance de la palabra temor es otro. Uno tiene temor de Dios por ejemplo, pero no le tiene miedo a Dios, temor sí, es el mismo temor que tenemos cuando no queremos ofender a aquellos seres que amamos, sentimos un temor ¿eh?. Por eso, lo que nos pasa aquí en el Evangelio es el miedo: Señor, salvanos que nos vamos a morir, que ¿tienen poca fe? dice Él.

Ahora, el mar, aquí en el Evangelio es la vida de todos los días, el oleaje, todo ese viento son los problemas que padecemos diariamente porque los seres humanos tienen libertad y el Señor no se las quita, los creó libres y al crearlos libres les da todo lo que ellos quieren para hacer el bien o para hacer el mal, no hay ningún problema, hagan lo que hagan, es decir, el hombre tiene tanta libertad para adorar a Dios o escupirle en su cara, el Señor lo va a perdonar porque si lo ama, bueno comprendió, si le escupe en la cara es porque todavía no entendió un carajo.

Ahora, pero en la vida hay montones de cosas que nos hacen tener miedo, y ¿saben qué es lo que más nos da miedo?, son las cosas que están ocultas y que uno no las distingue bien, un ejemplo para que se entienda, si yo sé que hay un regimiento ahí que me quiere atacar en el patio, si yo miro cuántos son entonces me preparo para atacarlos pero sé cuántos hay, pero el ser humano moviéndose en el mundo, en este mundo tan difícil en el que estamos viviendo tiene miedo que esas fuerzas ocultas ¿verdad?, terminen por hacerle daño, esta es la palabra del Señor: ¿por que tienen miedo?, ¿por qué?, si uno está con Él no tienen por qué tener miedo.

Cuando digo fuerzas ocultas digo por esto, ¿saben cuántas sectas hay anotadas en el ministerio de relaciones exteriores y cultos que tienen en la Argentina cabida?, 3350 sectas en nuestro país, hay evangélicos, testigos de Jehová y todo, pero a lo que yo me refiero a esto, hay otras sectas umbandistas, bueno la mayoría que trabajan con el demonio que también están anotadas, ¿por qué?, el ministerio de culto, es decir, de todo lo que se refiere a Dios tiene que reconocerlo, no queda otra, pero con la apariencia de buenitos hacen tantas atrocidades, cosas terribles, desaparecen personas, las toman, las tienen en sus monasterios o lo que sea, les lavan la cabeza pero no con champú sino con ideas, hay montones de esas, los famosos niños de Dios, bueno hay muchas ¿eh?. Yo en Catamarca, en los viajes que hice, por lo menos diez a hacer sanaciones, prestarme para que el Señor a través de mí hiciera las sanaciones, vamos a hablar claro, fue una mujer de una secta umbandista ¿no?, y le habían prohibido que fuera de mí, ella fue, los desafío y fue, entonces me contó muchas cosas y al día siguiente la prueba mayor para admitirlas en la secta era comer trozos de carne de cordero que habían enterrado hace unos días ¿verdad?, y entonces ella fue, le contó todo, pero a todo esto la llamaban continuamente por teléfono amenazándola de muerte para que volviera ¿no?, ella se arriesgó y no volvió.

El mar que vemos hoy aquí y toda esa tempestad y cosas son todas las fuerzas del mal, ¿quién de ustedes no ha ido a algún curandero alguna vez?, a veces son santas personas, pero en general no, porque buscan lucrar con uno ¿verdad?, y que yo sepa el bien no se vende, no tiene precio, para nada tiene precio, porque además cuando uno confía en alguien para que le saquen las cosas malas ¿verdad?, no sé cómo acepta tan fácilmente pagar por eso, no, no es esa la forma, el bien no puede venderse, entonces vos te das cuenta hasta qué punto el maligno está siempre a la expectativa y uno lo identifica al maligno con aquél que tiene intereses desorbitados por el dinero. Ahora, no solamente eso es malo en el mundo sino todas las otras formas: drogas, de todo tipo, el alcohol, todo, todo, todo lo que pierde al ser humano. Entonces está ahí la palabra de Jesús, lo despiertan a Jesús y le dicen: Señor ¿no te importa que vamos a morir?, les dice: no tengan miedo, ¿por qué tienen tan poca fe?.

Y yo les digo y me digo a mí mismo: ¿por qué tenemos tan poca fe para no creer que Jesús y Dios Padre y el Espíritu Santo son superiores a todo el mal?, ¿o acaso el Señor desde los primeros tiempos no venció al mal?, por qué somos tan reacios y vamos a cualquier lado, en vez, en lugar de ir delante del Sagrario y decir: Señor, mirá lo que me pasa, o me tiraron en la casa tantas cosas, sé que me están haciendo porquerías, andá delante del Sagrario, desnudá tu conciencia delante de Dios, ponele todas tus preguntas y escuchá todas sus respuestas, y yo tengo la seguridad que Jesús como a los Discípulos hoy en el mar le va a decir: ¿por qué tienen miedo, acaso Yo no vencí al mundo y a todas las cosas?, ¿por qué tienen miedo? ¿eh?, ¿por qué tenemos miedo cuando alguien nos quiere llevar de la nariz?, ¿por qué tenemos miedo?, por qué tenemos miedo cuando ¿no es cierto?, hasta nos dan dinero para que votemos a un candidato por ejemplo, ¿y si lo saben después?, ¿por qué tenemos miedo para tantas cosas?.

Para poder ver mejor esto vamos a referir algunas cosas del Santo de este día, San Juan Bosco, porque gracias a Dios conozco sus escritos y además el haber convivido con salesianos mucho tiempo me hizo conocer tanto de San Juan Bosco. San Juan Bosco por ejemplo todos los domingos a las 12, él vivía en Turín, Italia, todos los domingos a las 12 iba a almorzar con el verdugo de la cárcel, es decir el hombre que se presta para matar a los presos, él iba a almorzar con ellos, con la familia, ¿le habló alguna vez de su trabajo?, que no es tan lindo matar al gente ¿no?, ¿no podía haberlo dicho: buscate otro trabajo?, no, nada, iba a almorzar con ellos para participar de la vida incluso de un verdugo. San Juan Bosco recorría todas las calles de Turín y de otros lugares de Italia buscando chicos que habían quedado huérfanos, ¿cómo es esto?, Italia estaba dividido en muchos y peleaban entre sí y quedaban muchos huérfanos, él los recogía a todos, los recogía y los llevaba al oratorio que él tenía ¿no? y allí los alimentaba, los hacía hombres de provecho. Eran tan difícil ese trabajo porque eran chicos de la calle, tenían todo los vicios y todas las cosas que te podes imaginar. Fijate vos que el Obispo de San Juan Bosco viendo toda la obra que hacía él, dijo: este hombre está loco, hay que encerrarlo, entonces fue un día y le dice: Padre Juan, por qué no nos enseña la Iglesia que usted va a construir, porque él les decía a toda la mente: vengan a ver este lugar, este sitio, este terreno, aquí voy a levantar la Catedral de María Auxiliadora, que fue siempre la Patrona de los salesianos, de San Juan Bosco, y ¿cómo va a ser la Iglesia le decía el Obispo?, va a ser así, así, así y así. Estaba la tierra pelada y entonces el Obispo le dice a uno de los curas: no hay ninguna, este está loco, lo meten adentro de un carruaje y le dicen al que manejaba: al manicomio, y cuando llegó, como los del manicomio lo conocían, lo dejaron salir y todo. ¿Él se amargaba por eso?, no, nada, seguía nomás con su obra y esa Catedral de María Auxiliadora, cualquiera que visite Turín ahora, porque en pocos años la construyó, podrá estar en esa preciosísima Catedral que él construyó, pensando en esa Catedral tan preciosa lo metieron en el loquero.

Es decir, las personas místicas, que están más cerca de Dios, no porque las personas quieran sino porque el Señor quiere estar más cerca, andá a saber por qué, no le vamos a preguntar al Señor por qué quiere eso, es elección de Él.

Bueno, les hacía ver a ellos que todo era una farsa, incluso más, tenía hasta 800 niños en el oratorio, no tenía una escuela como en aquél entonces ahora de artes y oficios para hacer hombres que supieran manejar sus manos para defenderse, entonces el Obispo decía: Padre Juan ¿con qué alimenta usted estos chicos?, porque he revisado la despensa y no hay nada y ya son las doce menos cuarto, ¿con qué los alimenta?, lo voy a acusar por tener a chicos hambrientos ¿no?, entonces San Juan Bosco decía: Dios proveerá, eran las doce menos cuarto, a los doce y cinco llegó un carro muy grande lleno de pan y otros comestibles, ante los ojos del Obispo, que dijo: ah, ¿lo había comprado?, no eminencia, yo no lo compré, ni sé quién lo mandó, pero los chicos tienen comida ¿eh?, los chicos tienen comida, ¿todos los días así?, todos los días así. Él decía: Dios proveerá, y antes de cada comida el Señor proveía comida, no una vez, casi siempre.

Si vemos otra vida así pensemos en la Madre Teresa de Calcuta, que ya es Beata ¿no?, volvía de hacer los mandados con una bolsita que habrá tenido dos kilos de pan adentro y las hermanitas, compañeras de ella, decía: Madre, dos kilos de pan no alcanzan para 150 personas, sí mis queridas, les decía ella a las hermanitas, que todavía están en Calcuta, y ella se ponía a sacar pan de la bolsita y el pan no se terminaba, hasta que todos pudieran tener su pedazo. Ahora yo les pregunto: la Madre Teresa ¿llevaba allí a los católicos?, no, llevaba a todas las personas que sacaba de algunos lugares que los llevaban para morir porque no tenían que comer ¿verdad?, con un respeto tan grande que no les hablaba de Dios para respetar la religión de que esa gente tenía y entonces los superiores de ella: pero hermana, ¿usted para qué los tiene, para darles un pedazo de pan?, ella decía: si algo habla de Jesús es mi presencia, yo no tengo que abrir la boca para hablar de Jesús, no.

Les digo otra cosa más de San Juan Bosco, ya que hoy es su día y que de paso ya está aquí presente también, bueno, una noche iba por las calles de Turín, era tarde visitando enfermos y entonces lo asaltan y entonces cuando lo asaltan él reconoce el que lo asaltaba la voz de un alumno de él que había tenido en el oratorio y le dice: Juan, ¿cómo que estás en esta vida?, ¿yo te enseñé que para comer había que robar?, ¿qué hace el ladrón, su antiguo alumno?, se arrodilla, le pide que lo confiese y promete nunca más quitarle nada a nadie y San Juan Bosco le dice: vení al oratorio, yo te voy a dar un trabajo para que me ayudes.

Tenemos que tener cuidado con las personas que hacen el bien porque siempre son mal interpretadas, vos misma, cualquiera de ustedes, a la 05 de la mañana va a poner una inyección a cualquier persona que lo necesite, te exponés a que tus vecinos digan: mirá la hora que sale de esa casa, andá a saber lo que fue a hacer, ¿o no?, ¿no tenemos así el pensamiento tortuoso y podridito?, siempre pensando mal de los demás, qué duro ¿no?, que duro. Quién no está sujeto a que se piense de ellos cualquier cosa mala.

Bueno, todos aquellos que tuvieron la vida que luchar para llevar la palabra del Señor no la pasan bien, porque cuáles son las causas de que las grandes personas de la Iglesia, cualquiera, que lleva la palabra del Señor, enseguida tienen que verle mal ¿eh?, hay que hacerse el planteo: ¿por qué vino Jesús al mundo ¿eh?... (se dio vuelta la cinta) …, del mundo, de las cosas, de los que andan con malas artes de curanderismo y cosas por el estilos, de los males que hace el mundo, ¿por qué tenemos miedo?, claro, yo entiendo los noticiosos, los diarios siempre destacan las noticias malas, pero por cada noticia mala hay cientos de noticias buenas pero no la leemos ni las escuchamos, ¿por qué tenemos miedo?, por qué no confiamos en el Señor, ¿no será que nos falta conocerlo?, porque uno cuando más conoce a alguien más lo ama y cuando uno no ama algo será porque no lo conocemos lo suficiente.

Es decir, si yo sé que Jesús vino por los pobres, por los enfermos, por los que menos tienen, menos pueden, menos todo ¿verdad?, entonces tendré que mirar: ¿quiénes son los que atienden a los que menos tienen, menos pueden, menos todo? ¿eh?, entonces ese está con el Señor sino no está con el Señor, ni siquiera está en la barca del Señor ¿verdad?.

Entonces, pensemos en nuestro interior cada día más, porque por algo nos trajo el Señor a este Santuario, que no está promocionado por ningún lado, la Madre dijo: menos ruido que la hierba al crecer, que los milagros hablen por sí mismos, claro, bueno si Jesús nos trajo quiere decir que tiene mucho para darnos ¿verdad?, y cada palabra que yo les digo mis queridos, piensen, trato de que las diga el Señor, no que yo las diga, más aún, en estos días estamos pensando con los planos y todo de hacer aquí detrás de la Capilla un salón muy grande, tres veces la Capilla, ¿para qué?, para atenderlos a ustedes cuando vienen, para que no tengan que sufrir la lluvia ni el calor, ni el viento, ni el frío, para eso vamos a hacer un lugar muy grande, además con alguna piecita con camas para que el enfermo que llega en malas condiciones tenga donde acostarse ¿verdad?, para ustedes ¿eh?, para ustedes, estamos preparando todo eso.

Uno nunca quiere decir las cosas hasta que están pero piensen, para que todo les cierre, si el Señor desde el vamos hizo todo esto Él también quiere que todos aquellos que Él trae estén por lo menos sin frío, sin calor, sin lluvia sobre los hombros ¿verdad?, porque la Madre y Jesús quieren que esto, que es el mientras tanto ¿no es cierto?, esto se va a completar después con una edificación de cuarenta hectáreas, donde van a tener lugar ahí adentro todos los que están al margen: pordioseros, gente enferma, sidosos que no hay lugar en Buenos Aires, leprosos, todos los ancianos que no tienen lugar en otro lado, la Madre ya dictó todos los planos para que las piezas de los ancianos, a la mañana o a la tarde, tengan sol, cada uno con su piecita individual, para que pueda tener una vejez en paz, no como en los geriátricos, salvo excepciones, que es un depósito de vidas, la antecámara de la muerte o la muerte en cuotas, bueno, y como eso cincuenta mil cosas, la Madre tiene previsto, ¿Para quién?, esté yo con vida o no, no se preocupen, el Señor lo va a seguir haciendo, en esas cuarenta hectáreas, hasta dentro hay un pequeño pueblo con toda la gente que va a atender la Ciudad de Dios, que así lo llama Jesús ¿eh?, y yo tengo anotado de varios países profesionales de todo tipo para venir a ayudar a la Ciudad de Dios, pero no como algo regalado, se va a autofinanciar todo eso, porque las personas trabajarán adentro y la mayor parte será para ellos y otra parte será para las cosas que se necesiten ¿eh?, está todo en una carpeta de más de doscientas hojas, todos los planos hechos de la Ciudad de Dios, más todavía, la Madre tuvo hasta la delicadeza de decir qué plantas hay que plantar ¿no es cierto?, pensando que en el invierno necesitan sol, plantas de hojas caducas, en verano necesitan sombra, plantas de hojas perennes, así todo, todo, todo.

En esa Iglesia que va a ser muy humilde, no con mármoles de carrara como la de San Nicolás, de paso, muy humilde, sencillita, la única cosa que va a tener digamos un poco lujosa es el altar, que es una rosa muy grande ¿no?, ahí va a estar puesto el altar, que va a ser giratorio para que todas las personas durante la Misa puedan ver de frente al sacerdote, digamos de lujo no, algo muy lindo ¿eh?, que se lo merece la Madre.

Bueno, en esa Ciudad de Dios, lo digo hoy porque es el día de San Juan Bosco y a él le gustaba hacer esos proyectos así para después sufrir todo lo que sufría ¿no?, va a haber refugio para todos los enfermos incurables, los enfermos que tienen distintas dolencias que no pueden ser atendidas por sus familiares, es decir todo aquello que es la resaca del mundo ahí va a tener lugar y va a ser una Ciudad modelo para que otros países del mundo ¿no? vengan a tomar un ejemplo de cómo se hace.

Les digo más, una señora de Tucumán, vidente, que también tiene Revelaciones de acá, dijo: que la piedra fundamental de la Iglesia de la Ciudad de Dios será hecha por un Cardenal argentino, y da el nombre y todo que va a bendecir la piedra fundamental, palabras no mías sino de esta señora que vive en Tucumán, ¿hay algún tucumano acá hoy?, no ¿no?.

Entonces los invito a soñar conmigo respecto a la Ciudad de Dios, el Señor dijo: nadie se va a oponer a que Yo refugie dentro de esas paredes a todos aquellos seres humanos que no tienen lugar en otra parte, ¿o ustedes creen que cuando pasan delante de un geriátrico que ven todas esas personas muriéndose de a poco, que tienen una atención adecuada?, no, porque sea malo, sino porque son muy pocos para atender a toda esa gente ¿verdad?, bueno. Todo allí va a estar disponible para todo aquél que esté al margen, que esté como dice Jesús: en la cuneta de la vida, todos; vos dirás: ¿lugar para cuántos hay en la edificación?, en un comienzo para 1500, 100 personas para atender, la Madre dio lujo de detalles de todo y a veces Jesús, lo habrán visto en los Mensajes, describe cómo es la vida en la Ciudad de Dios, cómo la gente vive en paz, come en armonía, cómo disfruta de la vida, porque hay cancha de fútbol, de bochas, de tenis para los distintos juegos, hay un anfiteatro grande para representaciones porque muchos tienen cualidades artísticas para hacer cosas de distracción para los demás.

Es decir, todos los que están en la cuneta de la vida de repente se van a
encontrar en una paraíso ya aquí en la Tierra, los invito a soñar conmigo, lo veré yo o no, no sé, he visto tantas cosas, espero ver eso también, la tierra está, todo está, falta algo nada más ¿mmm? para que se pueda empezar con la Ciudad de Dios, eso aparte de esto que van a tener para refugio, que se llama Refugio de los peregrinos, es decir, ustedes ahora andan en el patio, van y vienen, no saben donde estar, cuando esté eso hecho dentro de unos meses van a tener donde estar protegiéndose de la lluvia, del calor, del frío y de todo, va a haber un gran hogar, una gran estufa para que todos tengan el calor necesario, solamente de esta forma se vive como Jesús quiere.

Las cosas lindas no es para un grupito de personas, los que viven bien son diez por ciento de la sociedad, el resto vivimos de prestados, vivimos porque sí nada más, mendigando una jubilación que llega cuando ya no tenemos más edad, mendigando esto, mendigando afecto de la familia que no nos da, porque sino piensen en esas familias tan pudientes que ponen a sus padres en los geriátricos pudiéndole poner a alguien que los atienda o pudiéndolos tener ellos, ¿o acaso no son sus padres?. Yo veo en los geriátricos y pienso, no solo de aquí ¿eh? y miro las panzas de las señoras ancianas y digo: ahí adentro, me acuerdo de las personas que las pusieron ahí, estuvieron sus hijos, ella les dio su sangre, les dio su vida, les dio todo y mirá los hijos ahora, las dejan ahí tirada para que se muera, no ¿verdad?.

Entonces, para reparar todas esas injusticias que ven en el mundo, el mar del Evangelio de hoy, lleno de porquerías y viento y tempestad y que se yo, surge la Ciudad de Dios para que la gente entienda lo que es vivir en un ambiente cristiano, lo de ahora de cristiano no tiene nada ¿eh?, los pueblos y todo, no, no.
Cuando yo voy a Misa, a veces veo que algunos se ponen mirando a quien está cerca para ver a quién le da la paz, viste porque si tiene un color determinado o no tiene suficiente desodorante en las axilas no le va a dar la paz seguro, ese es el cristianismo que tenemos nosotros. Ahora, para vivir mis queridos van a tener que hacer sacrificios con todos aquellos que se opongan a una vida mejor, cuando decimos en el Padrenuestro: hágase tu voluntad Señor aquí en la Tierra como en el Cielo, la voluntad del Señor es que seamos felices, que seamos felices, y este hombre que tengo aquí que es médico en el Chaco, entendió eso, porque los enfermos que van hasta él realmente se sienten felices como los atiende ¿eh?, ahí está, sin decir una palabra, pero él entiende lo que es el dolor, en el Chaco se ve mucho más que acá, acá se ve más disimulado, bueno, yo digo de él a lo mejor habrá otro que no lo encuentro aquí, este hombre lo entendió, por eso sus manos dan vida en abundancia y justamente su especialidad es atender a los ancianos, ¿o me equivoco?, es atender a los ancianos, ¿les dice mucho eso no?, mirá que lejos se ha venido acá y nosotros lo miramos con mucho orgullo porque sabemos que la palabra del Señor está en él con toda la fuerza, que hermoso ¿no? ¿verdad?. A veces uno señala algunas cosas malas por supuesto, pero por qué no vamos a destacar todo lo bueno y entre ustedes habrá montones, a lo mejor hay una Madre Teresa de Calcuta acá dentro y yo no lo sé, hágase conocer ¿eh?.

Bueno, se ha ido un poco tarde ya.

Señor de la Misericordia inspiranos en el día de San Juan Bosco en todas las virtudes que tuvo este Santo, realmente maravilloso, realmente maravilloso ¿eh?. Por ahí Betty trajo unas estampas que trajimos de