Entonces, yo te ofrezco Señor esta vida difícil que me tocó ¿eh?, para algunos es tan duro vivir ¿eh?, tan difícil vivir y si nosotros pensamos que tres cuartas partes de la población del mundo se acuesta con hambre, ¿parece que es difícil vivir para muchos?. Oración del 22 de Junio de 2008
Habla Artemio:
Todo se debe empezar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Amén.
Nos fijamos en el cancionero para, número 8 dice: sonríe que Jesús te ama….
Bueno, vamos a pedir al Señor que nos prepare lo suficiente como para escuchar
la palabra y que la palabra del Señor llegue hasta nosotros y realmente produzca la sanación que vinimos a buscar, siempre partiendo de la base que la palabra es realmente la que sana ¿mmm?, Yo soy Palabra de Vida dice el Señor, quien me escucha no anda en tinieblas, quien sigue Mi Luz su camino siempre es recto, entonces pensemos siempre en eso, en que la palabra que leemos del Evangelio sea una frase simplemente, ya está obrando en nosotros maravillas siempre.
Ahora, ustedes tienen delante una fuente que no está allí porque queda bien,
aunque mal no queda ¿no?, pero no se hizo para darle vista ni nada menos a la Capilla, ese es un pedido de la Madre para demostrarnos algo, ustedes piensen, quien aparece aquí desde hace tantos años, del 95, todos los días es el Señor de la Misericordia y nuestra Madre como Mensajera del Espíritu Santo, entonces la Madre dijo: Yo quiero tener en esta Casa Mía, la Casa del mientras tanto ¿mmm?, quiero tener una fuente ¿eh?, que ella la llamó una fuente de Agua Viva, en sí representa el Agua que sale del Corazón del Señor de la Misericordia, la parte celeste, algunos que ya escucharon esto bueno lo escuchan de nuevo, pero otros tienen que saberlo y hace referencia o hace una comparación con los hebreos, los judíos, cuando andaban por el desierto, 40 años fue, en busca de la tierra prometida, los judíos abandonaron Egipto porque estuvieron muchos siglos prisioneros allí ¿mmm?, como esclavos trabajaban, hasta que un buen día Moisés los encamina por el desierto hacia la tierra prometida, que según la Sagrada Escritura era la tierra tan bendecida que los ríos eran de leche y miel ¿mmm?, donde todo era hermoso. Ahora bien, mientras estaban en el desierto se morían de sed y de hambre, entonces le dicen a Moisés: cómo nos sacaste de Egipto para traernos al desierto y aquí morirnos de sed, entonces Moisés con su bastón toca una peña de Horeb, lo tienen ahí en los cánticos, toca la peña de Horeb y empieza a salir agua. Entonces, la Madre dijo: Yo quiero que haya una analogía, es decir un parecido de esta fuente con la peña de Horeb, porque la peña sació la sed de los judíos ¿verdad? y esto es la fuente de Agua Viva que también sana la sed, pero no la sed física así tan simple ¿no?, sino la sed del alma, esa necesidad que tenemos todos de estar en paz, ser felices, disfrutar del momento que está pasando, por eso todos juntos atendiendo a este argumento y mirando en el cuadernito lo de la peña de Horeb, decimos ¿eh?, para que se haga así en nuestro corazón eco el agua que cae por las piedras ¿eh?, entonces decimos: Cristo es la peña de Horeb que está brotando….
Y es cierto, porque el agua ha ido a tantos lugares del mundo ya y del país por supuesto, a todos lados como agua milagrosa que no necesita bendición, dijo la Madre, y a través de ella se logran tantas cosas maravillas, tomada con fe dice la Madre produce todos los milagros. Ahora, a veces uno se pregunta por qué en mi caso o en el de algunas personas no produce tomando el agua ¿mmm?, es lo que Jesús respondió cuando dice: algunas personas dicen ¿por qué no termino de sanarme? ¿mmm?, hay que partir de la base, Jesús nunca deja nada inconcluso, pero ante la pregunta: por qué no termino de sanarme hay que hacérsela uno en su interior, ¿para qué?, para ver que hay algo que no funciona dentro de nuestro petitorio al Señor, no, hay algo que no funciona, no hemos hecho las cosas bien.
Todo es posible, hasta los milagros más ruidosos son posibles, el Señor los hace pero para ello hay que tener en cuenta que supone en nosotros una creencia muy grande de que eso es posible, hay necesidad de tener en cuenta que cuando no hay novedades en nuestra vida o de algún familiar respecto a su enfermedad, pueden pasar muchas cosas, hay enfermos que no quieren sanarse, hay otros enfermos que a veces quieren llamar la atención porque como no tuvieron nunca afecto al estar enfermo todos se desviven por él y también hay otros que directamente el pedido al Señor es relativo porque confían en que el médico es superior a todo, en esto hay que ubicarse también, el médico hace lo que humanamente se puede hacer ¿verdad?, más allá de eso, más allá de eso, el Señor hace todas las cosas ¿eh?. tengamos en cuenta siempre eso, Jesús dice con dolor que algunos se preguntan por qué no termino de sanarme, directamente es porque el acto de unión con el Señor, es decir con el Padre que me creó no es completo, además hay cosas que se dan porque en la vida nos va de una manera, yo tengo allá sobre en el armario que me trajeron de Venado Tuerto, me mandó una señora, un cuadro pintado de la Virgen por una niña que perdió los brazos y la pintó con los pinceles que pone entre los dientes para pintar, cuando van a tomar el café véanlo está sobre el armario, el aparador, entonces ahí parecería que el milagro sería que esta niña recuperara los brazos, pero yo pregunto: a esta niña en el accidente le fue de una manera, el hombre vive eligiendo cosas, a veces para uno y a veces para los demás, si yo voy desorbitadamente por la ruta es posible que haga daño a alguien ¿no?. Entonces hay que distinguir muy bien las cosas que a veces nos pasan porque en la vida nos va de una manera, podemos rogar hasta el cansancio al Señor que nos mejore la cara pero no hay vueltas che, nos tocó una en el reparto y es así, aceptémosla ¿mmm?, tenemos una cara y no hay vuelta de hoja. Por eso, hay cosas que se dan en la vida y no podemos pedirle al Señor: cambiame la cara, yo quiero tener una cara preciosa, y no, eso no es posible porque hay como leyes naturales donde se heredan las características de los antepasados, que se yo, o los ojos, el color de los ojos, o las facciones, hasta la forma de caminar, que se yo, cincuenta cosas.
Entonces, hay que distinguir aquello que puede ser un milagro y aquello que ya la vida nos dio algo determinado, porque a todos nos va de una manera, ya lo saben, tenemos una forma de ser, un carácter, funcionamos de una manera y sería todo un tema hablar por ejemplo de aquellos que tienen dentro de su familia algún niño que no es normal porque no se ha desarrollado, claro, eso que se mira como un fracaso tal vez tendría que pensarse: bueno así como mis otros hijos son un fruto del amor, este chico defectuoso también es un fruto del amor, me fue así pero eso no es porque el Señor tenga la culpa, porque en la vida nos va de una manera, que muchas cosas podrían corregirse si se tomaran a tiempo es cierto, pero entonces distingamos aquello en que el Señor puede actuar y en aquellos que se da naturalmente ¿mmm?. Una persona de cien años no puede tener la vitalidad de uno de cincuenta o de veinte o de quince, por una relación lógica ¿no es cierto?, del tiempo que pasó, por eso, ubiquémonos cuando le pedimos al Señor, pero más allá de todo esto está aquello, bueno, me ha ido así en la vida pero si estoy con vos Señor, todo esto que tengo que algunas cosas no me gustan, pueden ser preciosas porque empiezo a mirarlas desde otro punto de vista, empiezo a mirarlas desde donde puedo obtener un beneficio de esto que tengo, en el caso de la niña sin brazo que pinta con los dientes ¿eh?.
Bueno, ya seguiremos hablando un poquito más de esto después de la palabra, pero antes me gustaría oír si alguno de ustedes tiene algún testimonio para dar porque es tan hermoso poder decirle al Señor las cosas que uno recibió de Él, quisieras hacerlo?... (habla un señor: buenas tardes, se me hace un poco difícil contar la experiencia mía. Hace ocho meses me sentí mal, fui a terapia, mi enfermedad es un Guillain Barré, el que conoce el Guillain Barré es difícil que me vea así como estoy en este momento. Dos parejas amigas vinieron acá a este buen señor y me hicieron curar, bueno ahí fue como, sentí como una batería cuando se carga esa energía, bueno, estuve dos meses postrado, bueno después ya caminé, esto hace seis meses que camino de vuelta, así que este buen señor y Dios me ayudaron así que hoy he venido más para agradecer este buen hombre lo que hizo por mí, gracias a Dios y a este hombre estoy caminando de vuelta y estoy normal, porque lo que es Guillain Barré al límite que yo llegué no todos lo pueden contar y el que lo cuenta no queda, no, no, no queda cien por cien, quedan muchas secuelas, yo gracias a Dios estoy bien. Le agradezco a las dos parejas, que es Julio y Marta que ellos fueron los que vinieron porque yo no lo conocía a este hombre, así que gracias a Dios, no tengo más para decirles) … ¿algún otro quiere decir algo?, no sé... (habla una señora: buenas tardes, yo soy Miriam, soy acá de Justiniano Posse y bueno yo venía acá de Artemio pero como tenía problemas en los huesos y un día que estaba por venir me sentí muy mal a tal punto que no podía caminar y estábamos haciendo la oración y yo estaba muy mal porque no sentía las piernas, sentí que no iba a poder caminar nunca más y Artemio pedía, le pedía que tuviera compasión de nosotros, que por favor ¿cierto?, tuviera piedad y nos sanara y llegara a nuestro corazón y yo empecé a pedirle como nunca, nunca lo hice en la vida, porque yo siempre le pedí: Señor, ayudame, Señor ten piedad, pero como ese día fue algo increíble, de repente Artemio me pide que yo me levante y yo me enderecé y caminé y a partir de ese momento yo no tengo un dolor, porque era terrible los dolores que yo venía padeciendo, nunca más sentí un dolor, no tomo absolutamente nada y bueno mi vida es para darle gracias a Dios y decirles un poco a ustedes que tengan confianza, cuando las cosas se piden con el corazón porque para Él nada es imposible, si Él realmente los ama. Lo que yo sentí no lo voy a olvidar porque fue un momento muy difícil pero a la vez tan feliz sentir el amor de Dios, porque Él nos ama, verdaderamente nos ama, quiere que nos entreguemos a Él pero que nos entreguemos con toda la confianza del mundo, entonces piensen que si Él nos quiere sanos la salud la tenemos que tener todos, pidámosla con mucho amor y mucha confianza. Gracias) … ¿alguno quiere decir algo más?... (otra señora da su testimonio: buenas tardes, bueno este es un milagro nomás voy a contar porque hay tantos, tantos. Llevábamos a mi mamá a operarla y nos dijeron que tenía cáncer y bueno hicimos todo lo que el médico nos dijo, todo a través de él también ¿no?, y ahora el viernes la llevamos a mi mamá y nos dijo que mi mamá está sana, que no tiene nada, la operaron y le sacaron todo y ahí nomás quedó, así que no hay que hacerle ni a terapia, ni a quimio, nada, así que alabado sea a Dios) …, bueno.
Le damos gracias al Señor por todo esto ¿eh?, yo pienso siempre que cuando uno está enfermo y logra sanarse el corazón funciona tan distinto porque todo se vuelve diferente, uno empieza a valorar todo, la vida se vuelve tan distinta, por eso, por eso disfrutamos tanto los milagros, la alegría de los otros ¿eh?, tengan en cuenta siempre eso, al dar el testimonio no es para realizar otra cosa sino para responder al Señor porque cuando Él sana los leprosos eran diez y vuelve uno solo a dar gracias y Jesús le pregunta: pero ¿cómo, no eran diez los que se sanaron, y los otros nueve dónde están?.
Por eso, el dar gracias, el dar testimonio tiene un valor muy grande a los ojos de Dios, es como si uno firmara algo como diciendo: sos mi garantía total Señor, yo lo proclamo, está incluso en el Evangelio de hoy esto, por eso lo vamos a leer después de toda esta acción de gracias que le dimos al Señor.
Domingo 22 de Junio, hoy es Santo Paulino de Nola, Juan Fisher y Tomás Moro, Paulino de Nola es un franciscano que fundó una orden religiosa y Fisher y Tomás Moro son dos Santos ingleses, del tiempo de Enrique VIII que por permanecer fieles al catolicismo los decapitaron ¿mmm?. El Evangelio de hoy es de San Mateo, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Dice así: el capítulo 10, 26 a 33, el Evangelio dice: “no le tengan miedo a los hombres. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. Lo que Yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde la azoteas. Es lo que hicieron hoy, los que dieron el testimonio, están diciendo a la luz lo que recibieron en privado ¿mmm?. No teman a los que solo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir el alma y cuerpo en el infierno. La palabra infierno hay que tomarla ya lo decimos, en el Evangelio infierno significa lo que está por debajo ¿mmm?, es decir, se usa esa imagen del infierno que está bajo porque incluso decimos en el Credo: Jesús desciende a los infiernos, es decir pasa a la Tierra. ¿Acaso, dice Jesús, un par de pajaritos no se venden por unos centavos?. Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre. En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos?. Por lo tanto no tengan miedo. Al que se ponga de Mi parte ante los hombres, Yo me pondré de su parte ante Mi Padre en los Cielos. Y al que me niegue ante los hombres, Yo también lo negaré ante Mi Padre que está en los Cielos” . Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Por ejemplo, yo tengo una seguridad que cuando estas personas que han dado los testimonios hoy, porque se han puesto de parte del Señor al proclamar su gracia porque, el Señor es el que sana, yo estoy seguro, que cuando lleguen al otro lado algún día el Señor les va a decir: entrá a Mi Reino, porque lo dijiste públicamente los servicios que te presté, tan seguro estoy de eso, tan seguro, entrá a Mi Reino porque no me negaste delante de los hombres ¿eh?, cuando uno directamente recibe cosas y las calla, las calla, a veces por timidez ¿no es cierto?, pero al menos delante del Señor: gracias Señor porque el médico hizo lo suyo, el resto lo hiciste vos, incluso guiaste las manos del médico, le inspiraste los medicamentos que tenía que darme, porque hay que comprender que Jesús nos habla a través de los hombres, nos habla a través del médico para darnos un buen diagnostico, de los medicamentos para sanarnos, del abogado para defendernos de los demás, del ingeniero para construir la casa y así en todo, el Señor nos habla a través de los hombres, ¿acaso Él no dice: necesito vuestras manos para hacer esto o lo otro, tu corazón necesito, vuestra mente, vuestros pies? ¿eh?, y como Él dijo ya en el año 95 aquí: que Él más que hacer las cosas las hace hacerse de los hombres ¿eh?, Él es como inspirara para que el hombre haga, pero cuidado dice: ni un cabello de la cabeza caerá sin Mi permiso, es decir el control sobre nosotros del Señor es total, pero un control de las cosas que nos pasan, no de nuestra libertad porque uno es el que elige o los que tiene cerca son los que eligen, porque el Señor sino no nos responde porque somos libres de pedirlo o no y en el caso de un enfermo ¿qué es lo que pasa?, los familiares piden, los parientes, los amigos piden ¿verdad?.
Entonces, pensando esto que: ni un cabello de tu cabeza caerá sin Mi permiso, el Señor lo ve todo, completamente todo pero nos da total libertad para que nosotros usemos esa libertad para pedirle su ayuda o directamente pasar de largo, cuántas veces el Señor quiere ayudarnos y nosotros no le damos entrada, insiste, insiste, insiste y nosotros no, eso es muy doloroso ¿eh?. Ahora, incluso dice si el Señor valora tanto a los frutos de la Creación, porque hemos sido creados por Él a su imagen y semejanza, somos sus hijos, cómo Él va a olvidarse de sus hijos pero nosotros tenemos que pedirle a Él lo que necesitamos, pidan que les daré, llamen que los escucharé y vos decís: sí pero, tantas cosas, bueno sabemos que Él recoge donde no siembra ¿mmm?, y saca donde no pone, porque es Dios. Dios Padre que envía a Dios Hijo, Jesús, para traernos la Buena Nueva del Evangelio que hemos leído, qué fácil se vuelve todo cuando estamos tomados de la mano del Señor y aunque pasen cosas malas en nuestra vida porque los demás a veces no usan su libertad bien y nos perjudican ¿verdad?, pero a la corta o a la larga el Señor sabrá sacar los beneficios de todo eso. Ahora, que bueno es también ¿no?, cuando uno pasó las pruebas difíciles ¿eh?, decir: mirá Señor, yo he padecido todas estas cosas y todos mis dolores, todas mis angustias, todos mis problemas te lo ofrezco Señor, tal vez haya tantos en la Tierra que necesiten de este ofrecimiento mío de las cosas que me pasaron.
Tenemos que llegar a conocer o reconocer si les parece el valor del sufrimiento, todos tenemos que sufrir de alguna manera, acá dentro no hay ninguno de nosotros que no haya sufrido, algunos una enormidad, porque algunos se los ve como un montón de dolor apilado, como si la vida no sé, hubieran entrado por la puerta de atrás. Entonces, yo te ofrezco Señor esta vida difícil que me tocó ¿eh?, para algunos es tan duro vivir ¿eh?, tan difícil vivir y si nosotros pensamos que tres cuartas partes de la población del mundo se acuesta con hambre, ¿parece que es difícil vivir para muchos?, tres cuartas partes de la población se acuesta con hambre y dos cuartas partes se acuesta con sed y si toma un poco de agua la toma contaminada, mientras que nosotros tal vez la derrochamos ¿no?. Cuando yo a veces pienso que estamos esperando el agua caliente en el baño y dejamos salir un poco el agua fría ¿no?, ayy, siento una pena, porque esto que va al resumidero cuántos quisieran un poquito para calmar su sed, siento una tremenda pena ¿mmm?.
Ahora, entonces, el Evangelio de hoy es como una invitación que nos hace el Señor, dice: no hay nada oculto que no llegue a saberse, todo se llega a saber ¿verdad? y mucho más delante de sus ojos, entonces ustedes dirán: pero de esta forma parecería que si el Señor lo sabe todo cualquier macanita que hagamos la va a castigar muy seriamente, y justamente es lo contrario ¿mmm?, el Señor de la Misericordia que hace trece años y meses, trece años en Marzo, que viene aquí todos los días dijo hasta el cansancio y lo sigue diciendo: Yo vine al mundo, Mi Papá me envía al mundo para que todo se salve y nada se pierda, Mi tarea es comprender a los hombres, entender todo lo que les pasa y perdonarlo todo, ¿escucharon?, todo ¿eh?; pero ustedes dirán: ¿es así, tan fácil?, pero hay algunos que son realmente dañinos ¿no?, bueno pero el Señor murió en la cruz por cada uno de nosotros, no nos saquemos los ojos de que por nosotros nomás, no, por todos los hombres. No empecemos a investigar cómo hará el Señor con aquél que mató a veinte o que se yo, porque el Señor sabrá qué hacer con él y además sabrá por qué mató ¿verdad? ¿no?, nada justifica una muerte pero no es tan simple, no le hagamos las cuentas a los otros, hagamos nuestras propias cuentas porque eso de hacerle las cuentas a los otros normalmente uno se equivoca siempre ¿eh?.
Entonces, nada hay oculto que no llegue a saberse, nada, el Señor está allí como diciéndonos: lo que pasa en privado díganlo en público, lo que ocurre en la oscuridad sáquenlo a la luz, ¿a qué se refiere?, a todo, no neguemos nuestra vida, nuestras cosas, nuestros dolores, por lo menos a Él digámosle qué nos pasó cuando éramos niños, si nuestro papá y mamá nos desearon cuando nos tuvieron o no fuimos hijos deseados y todo lo que pasó mamá en la panza y después en adelante, a través del tiempo, pensando que desde la cero hora hasta los seis años se resuelven la mayoría de los problemas de los hombres del futuro, cuánto habrá que cuidar a un niño ¿no?, ya en la panza de mamá, cuánto, ¿para qué?, porque se resuelven los problemas de toda su vida.
Bueno, ahora el Evangelio de hoy, la palabra como decíamos, es tan esperanzadora ¿no es cierto?, sobre todo porque nada hay que no llegue a saberse, supónganse ustedes, acá dentro hay gente que ha sido violada por ejemplo ¿no es cierto?, bueno y lo oculta como si fuera lo más preciado porque le da vergüenza o siente dolor, está bien que lo oculte pero en un momento de la vida hay que sincerarse con Dios y decir: Señor, la pasé muy mal en esa oportunidad, yo era una criatura y me hicieron tanto daño, Señor saná esta herida mía que tengo en el corazón a fuego ¿mmm?, y además perdoná a este ser que por alguna enfermedad o que se yo me vio como objeto de sus deseos y me violó ¿eh?, alguna vez tenemos que perdonar a aquellos que nos hicieron daño, no nos queda otra, por una razón muy simple, porque la falta de perdón lleva a una enfermedad. Es decir, cuando no podemos nosotros decir: perdón, o perdonarnos nosotros y algunos ni se perdonan a sí mismos, cuando tantas veces hace uno cosas malas ustedes escuchan que dicen: no, nunca me voy a perdonar lo que hice, no, hay que perdonarse y hay que perdonar a los demás, necesitamos mejorar vuestra salud, necesitamos tener todo en orden y las cosas más difíciles normalmente giran en torno al perdón, hay gente que dice: a mi suegra no la voy a perdonar porque me hizo pasar de todo ¿eh?, a mi suegra no la puedo ver porque, bueno tendrá sus motivos ¿verdad?, pero habrá que perdonar eso también.
Ahora, el perdón siempre va unido al propósito de corregirse ¿no es cierto?, si uno le pega a la mujer y le dio una paliza que la dejó toda moreteada y le dice: perdóname querida, no sé, no puede ser que yo te trate de esta forma, bueno, ella dice: sí mi amor te perdono y dentro de tres días le tomó la loca de nuevo y le vuelve a dar una paliza, entonces el perdón no tiene sentido, el perdón se debe hacer siempre mientras que haya de por medio el deseo de no volver a hacer las cosas malas y si no tenemos fuerza nosotros pedírsela al Señor: Señor por favor, dame la suficiente fuerza como para no volver a hacer esto que hace tanto daño, no solo a mí sino a todos los que tengo cerca.
Bueno, pensemos en todo esto, nada hay oculto que no llegue a saberse, nada, yo mirando vuestros rostros veo que hay mucho dolor en vuestras vidas y en algunos mucho más que en otros y el Señor ve esos corazones tan cargados de dolor, por las enfermedades, por las injusticias, por las cosas que tuvieron que pasar, algunos perdieron sus padres cuando eran muy pequeños, o bien la pérdida de alguien que partió antes que uno hacia el otro lado, cuántas cosas hay que se apilan en uno y uno a veces no sabe que hacer con ello, qué hago con esto que me aturde la vida, me tortura, qué hago con esto, bueno el Señor te dice: dámelo a Mí ¿eh?, dame todo lo que te sobra, si algo te está molestando, te hace mucho daño dámelo, Yo lo voy a quemar con Mi amor para que no te haga más doler en tu ser ¿mmm?, pero tiene que ser en serio y tiene que llegar un momento en que sí bueno, yo perdono, perdono, pará tenes que volver a pensar ¿no es cierto?, cuando eras un niño o una niña en el momento en que ocurrió tal problema, volver a vivir aquél momento en tu mente y desde niño, como niño perdonar como niño, después si lo querés perdonar como adulto ahora por supuesto, pero tenés que volver a ser el niño aquél que perdona ¿mmm?, cuántas injusticias se almacenan en nuestra vida, cuántas cosas que no nos gustan, a veces uno ve pasar a la gente y dice: pero mirá, es un montón de dolor apilado, da tanta pena verlos como están ¿eh?, bueno.
Entonces, abran vuestro corazón, el Señor los trajo aquí, si los trajo Él sabrá por qué, es decir si Él trae a alguien aquí es porque tiene el propósito de que haya un antes y un después en sus vidas, bueno.
Pensar qué es lo que les duele del pasado, pensar en todo eso, pensar si no es hora ya de mirar las cosas con otros ojos para decir: perdón, yo le perdono a esta persona todo el daño que me hizo, ya sé que no es fácil, ya sé que se van a seguir acordando, pero una cosa es acordarse y otra cosa es odiar en el recuerdo, acordarnos sí porque tenemos memoria, nos vamos a acordar pero el perdón es tan necesario y también mirar si hay odio en nosotros o si hay bronca o si hay soberbia, o si hay, el decir: yo lo puedo todo, que me vienen a hablar del Señor que resuelve, no, yo lo puedo todo, no, así no vamos a ningún lado, si vos sabés que hasta el que se hace más el fuerte y el que se yo ¿eh?, un día como todos va a pasar rumbo al cementerio a veces yo cuando voy al cementerio, digo: mirá, está lleno de personas que se creyeron indispensables en la vida, pero están aquí ahora y a veces nos creemos indispensables, creemos que todo pasa por nosotros, nada pasa por nosotros, puede haber en nosotros una buena disposición para hacer pero somos tan precarios, tan debiluchos, tan ahora sí, dentro de un rato, después tal vez sí, después tal vez no. Entonces, toda esa debilidad, toda esa falta de fuerza pidámosle al Señor que nos sane de todo eso y vuelvo a decir lo que digo siempre, la mayoría me dice: tengo un cáncer, tengo esto, tengo lo otro pero no me dice: tengo el corazón enfermo porque estoy odiando desde niña o niño a tal persona, no me dicen tengo una bronca tremenda por lo que me está pasando, no me dice por ejemplo: en la vida no me fue bien, yo quería tener un amor que me durara para siempre y un accidente hizo que perdiera a mi amor, ¿por qué el Señor me castigó de esta forma?, el Señor no te castigó, si vos perdiste eso por algo debe ser en un accidente, o en una enfermedad o lo que sea pero qué tendrá que ver el Señor en eso ¿mmm?.
Entonces, pensar que las cosas están acomodadas en el mundo de muy distinta forma de lo que nosotros creemos… (se dio vuelta la cinta)…, en el sentido de que está más cerca del Señor y aquellos que se llenaron de honores y que se yo y armaron una vida jodida ¿eh?, tal vez tengan que conformarse con un lugar muy lejano donde apenas se lo ve al Señor ¿mmm?. Por eso, pero no es cuestión de pensar del otro lado, la cosa es pensar aquí, ya, en este momento, mañana no, hoy, ya, ahora, ¿qué puedo hacer?, Jesús me trajo aquí, muy bien, yo le voy a ofrecer pero en serio, con toda el alma ¿eh?, por ejemplo: Señor de la Misericordia, mi vida fue terrible, mi padre no me amó antes de engendrarme, no fui un hijo deseado o una hija o que se yo, no fui deseado, llegué de contrabando y después me tuvieron pero me trataron mal, no fui un niño querido o una niña o bien mi mamá se murió cuando yo nací, ¿será culpa mía que murió mi mamá por eso?, hay dos casos acá dentro, bueno y después así todas las cosas, mirá Señor yo quiero revisar cada una de las cosas que fueron pasando, esos chicos que eran vecinitos míos y que me amargaron la vida y una vez uno me violó porque era un poco mayorcito que yo o esa niña que me llevó a un lugar y allí hizo que sus compañeros mayores me hicieran mucho daño.
Entonces cada uno relátele al Señor las penas que fue amontonando a lo largo del tiempo, cómo fue la iniciación en los afectos, es muy distinto nacer a los afectos al lado de otro ser humano al que uno ama inmensamente ¿eh?, cuando uno está delante de una escuela yo he oído cosas terribles, por ejemplo esta: a mi hijo lo vi medio rarito, entonces lo llevé en el camión y cuando una de esas mujeres que está en la ruta me hizo seña paré y le dije a mi hijo: aquí tenés, trece años tenía, aquí tenés esta mujer, hacete hombre de una vez, eso es una violación, eso es un crimen, simplemente un crimen que el padre cometió con su hijo, así de simple, hay muchos casos así ¿eh?, bueno mi hijo, ya tiene 14 años, aquí tiene $50, $100, vaya a ese lugar donde van las personas que se hacen hombre ahí adentro y, pero escuchame, esa mujer que está ahí adentro puede ser una santa pero tiene la edad de la madre prácticamente e inicia a esa criatura en el sexo, ¿qué futuro hay de la relación afectiva de ese chico?, ¿eh?, ¿cómo inició su vida afectiva?, como un verdadero desastre, tuvo que tener relaciones con alguien que podría ser su mamá por los años, aunque la mujer sea una santa, porque en los prostíbulos está lleno de santas, aunque a ustedes les parezca que no y a veces más que dentro de la vida social, yo por lo menos lo he conocido así cuando he conversado con ellas, hay mucha santidad ahí en esas mujeres ¿mmm?, y a veces son las únicas que tal vez pagando ¿no?, pero son las únicas que dan caricias a mucha gente que otros no le dan caricia, cuidado, porque a veces nuestro punto de vista y nuestra forma de mirar las cosas está muy torcida, valoremos esas samaritanas del amor que tantas veces calman la ansiedad de tantas personas, con años o sin años que necesitan una caricia aunque la paguen.
Pero distinto es el caso de llevar a un niño o muchachito y decir: hágase hombre, tome esta palabra y vaya a esos lugares y haga lo que corresponde, no mis queridos, ¿esa es la iniciación en la vida afectiva sexual que han tenido?, entonces hay que reparar todo eso porque hay un agujero en vuestra cabeza y seguramente la idea de pareja la tienen rota y además de eso habrá que sanar la falta de afecto ¿mmm?, habrá que sanar, alguien, acá dentro hay dos, tres personas que han visto cuando estaban durmiendo en la misma pieza que sus padres, que ellos tenían relaciones, tenían tres años, dos años y medio, cinco, seis, por más que la luz era muy difusa pero veían y esas personas que están aquí adentro ¿no?, son frígidas por aquello que vieron; ustedes dirán: ehh, ¿tanto?, sí, sí señor, sí señor, y los médicos no pueden hacer nada con eso, solamente el Señor puede sanar esas heridas, vos dirás: pero ¿es tan grave lo que pasó?, no, no, simplemente que hay ciertas cosas que no tienen por qué ver los chicos, la posición del acto íntimo es una posición muy agresiva donde papá a mamá le hace daño en apariencia, sobre todo porque está oscurito, es decir no se ve del todo.
Digo todo esto ¿para qué?, para que vean que hay que calar hondo en todo para limpiarse de adentro, no porque sean cosas malas sino porque son cosas que a la corta o a la larga nos traen sus problemas y problemas serios. ¿O ustedes no vinieron aquí para sanarse?, pues bien, hay que empezar a hilar muy fino para sanarse a veces, hay que hilar muy fino ¿mmm?.
Jesús quiere que ustedes tengan paz, que tengan el corazón lleno de alegría y acá dentro sinceramente te digo son contados los corazones que tienen alegría ¿eh?, tienen pena y una profunda pena, ¿por qué?, ustedes lo saben, si hablara en forma particular, cosa que es imposible, porque son tantos, cientos y cientos por semana ¿eh?, uno podría ir sacando a luz esos dolores retenidos en el tiempo pero háganlo delante del Señor, no porque sea malo, entiéndanlo, no tengan culpa de eso, no hay por qué tener culpa, sino simplemente es algo que les está estorbando el corazón y les hace mucho daño y tal vez terminó en una enfermedad. Como una mujer que me decía: cómo me voy a sanar yo, dice, si, fijate el concepto ¿no?, si el Señor me está haciendo pagar porque tuve cuatro abortos, no mi querida, Jesús no te hace pagar con una enfermedad los cuatro abortos que tuviste, en todo caso arreglemos la situación, bauticemos los cuatro chicos y vos liberate de esa culpa porque sino de tu cáncer no te vas a sanar porque vos ponés como motivo de tu enfermedad los abortos que hiciste, no mi querida, ya el Señor te perdonó hace mucho ¿eh?, no dudes que Él te perdona, porque Él es amor te perdona todo, todo, ¿acaso no dice el Señor en el Evangelio: Yo vengo para que todo se sane y nada se pierda ¿mmm?, pues bien, ese ser de amor es el que hoy les llama a vuestro conciencia para decirles: decime lo que necesitás, yo estoy aquí disponible, quiero escucharte, decime, no podes terminarlo ahora terminalo después a solas cuando estás conmigo, contame tus dolores, tus angustias, todo lo que fue pasando en el tiempo, cómo fue la iniciación de tus afectos porque eso está comprometiendo tu vida familiar, ahora tu pareja, está comprometiendo, porque vos podes tener muy bien dentro de vos la idea de pareja rota entonces por más que insistas vas a cambiar a veces de persona y nunca vas a lograr nada ¿por qué?, porque el problema está dentro de vos ¿mmm?.
Por ejemplo digo entre tantas cosas o bien por ejemplo la cuestión de la honestidad o la deshonestidad, ¿cómo empieza la deshonestidad en uno?, una pequeña cosita, me quedo con el vuelto, mañana un poco más grande, pasado más grande hasta que me quedo con todo ¿eh?, se empiezan por pequeñas cosas a veces para terminar en cosas muy grandes.
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