No puedo rezar un Ave María cuando los que dependen de Mí están oprimidos por mí malas cosas, no, no puedo, tendrá que decirse cada ser humano: no, así no puedo.
Mensaje del 17 de Agosto de 2008

Habla Artemio:

17 de Agosto.

Dice la Madre:

Piensen ustedes a lo largo y a lo ancho de toda esta América irredenta, piensen la cantidad de Templos, Iglesias, Capillas, oratorios, que hay con una advocación de la Virgen María, tengo montones de nombres a lo largo y a lo ancho y hay grandes manifestaciones, fiestas patronales, fiesta de la Madre, siempre, cada uno tiene Mi nombre adaptado a las cosas del lugar.

Fíjense ustedes si todos esos Templos, Iglesias y demás, que quieren honrar Mi nombre, si todos al menos dijeran un Ave María, una, sintiéndolo totalmente, totalmente y no de la boca para afuera, se dan cuenta cuánta maravilla surgiría de la Tierra, de las casas, de los hombres, de las piedras, de todo, pero ocurre lo que les estoy diciendo, un Ave María, pero dicha con un corazón realmente, un corazón realmente llamándome.

Claro, para que esto suceda hay que comenzar cada día con las palabras Mías al Arcángel: he aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra, mientras esto no se haga carne en cada uno, no se entenderán las cosas y tampoco habrá esa paz y felicidad que son tan características de un alma que está en comunicación constante con la Divinidad.

Háganlo, se van a sentir muy felices al hacer lo que les digo, muy felices.

Los amo tanto Mis queridos, tengo tanto amor para darles, tengo tanto amor para derramar sobre esta América irredenta, por qué no me lo piden, porque al pedirlo, incluye necesariamente un cambio de actitud y un cambio de vida. No puedo rezar un Ave María cuando los que dependen de Mí están oprimidos por mí malas cosas, no, no puedo, tendrá que decirse cada ser humano: no, así no puedo.

Entiéndanlo Mis queridos.