No hay otra alternativa, hay necesidad de la sanación de la herencia, ustedes dirán: pero si la voluntad del Padre puede hacer todo sin que uno se lo pida, Mis queridos, están olvidando que ustedes han sido creados libres y que la Trinidad es sumamente respetuosa con vuestra libertad, en consecuencia díganle al Señor, pídanle todas estas cosas. Mensaje del 08 de Julio de 2008

Habla Artemio:

08 de Julio.

Dice la Madre:

Es importante que les diga a todos los pastores, a todos aquellos que tienen la dirección espiritual de alguien o a los que sean personas de buena voluntad, tienen que hacer, tienen que pedir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo la sanación de la herencia, la herencia física, para liberarse de las enfermedades, la herencia psíquica, también de enfermedades pero de otra naturaleza, pero sumamente relacionadas con lo físico y por supuesto la sanación de la herencia espiritual, sin descontar por supuesto la sanación de la herencia cultural.

Por si no se me entiende, digo: en las tres primeras es fácil, pero en esta conviene que diga: cada hombre, mujer, nace en un lugar, tiene unos padres que no eligió sino que le eligieron a él, esos padres tienen sus ancestros, es decir alguien los trajo al mundo y alguien a otros y a otros y a otros y se nos hace una cadena enormemente larga y en esa cadena, culturalmente hablando como les decía, hay una serie de problemas de todo tipo que las personas fueron viviendo al hablar un idioma, al vivir en un tiempo determinado, al sufrir las consecuencias de vivir en ese tiempo determinado, además en la herencia cultural está todo lo referente a lo que nos permite el idioma que hablamos, es decir tanto lo bueno como lo malo o lo regular o lo que sea, pero el idioma nos introduce en un mundo de cosas que es infinito también.

Pastores, hombres de dirección espiritual, cuántos años hace que Mi Hijo viene diciendo o repitiendo a veces ¿no?: sanen la herencia, es decir pídanle al Señor que mire cada patrón genético de cada hombre para sacar de allí todo aquello que es malo, en el orden físico, psíquico, espiritual y cultural. Entendiendo por cultural las cosas que dije y todo lo demás que puede abarcar, ¿lo harán Mis queridos?, ¿le pedirán a los demás que lo hagan?, y luego después, y luego ¿irán delante del Sagrario a decirle a Mi Hijo todas aquellas cosas que, pedidas convenientemente, Mi Hijo les irá revelando sobre todo lo que pasó en vuestras vidas.

No hay otra alternativa, hay necesidad de la sanación de la herencia, ustedes dirán: pero si la voluntad del Padre puede hacer todo sin que uno se lo pida, Mis queridos, están olvidando que ustedes han sido creados libres y que la Trinidad es sumamente respetuosa con vuestra libertad, en consecuencia díganle al Señor, pídanle todas estas cosas.

Se las digo con toda Mi alma y todo Mi Corazón, porque los amo profundamente, porque quiero para ustedes todo lo que es bueno, además no se olviden nunca que cuando el hombre elige, elige siempre para los demás, no solamente para él, ¿esto qué nos indica?, que al hacer la sanación de la propia herencia se está también haciendo la sanación de aquellos que ni siquiera conocen nada de esto pero que ustedes lo incluyen en el plan del Señor, no es difícil de entender ¿verdad?, no, no es difícil de entender.

Al Señor le gusta que le digan las cosas, piensen en el ciego de Jericó: Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí, ¿qué te ocurre?, soy ciego Señor, ¿qué necesitás?, ver, bueno ve. Este diálogo nos está indicando que a Mi Hijo le gusta que le digan las cosas, por supuesto que Él ya las sabe pero a Él le gusta que le digan, porque Él es Dios y porque ustedes al hacerlo se van liberando de todo aquello que los aqueja.