El verdadero cristiano habla con su presencia, aunque no diga una palabra.
Mensaje del 17 de Junio de 2008

Habla Artemio:

17.

Dice la Virgen María:

Has vuelto Mi querido un poco cansado de todos esos viajes interminables, que grande es la Misericordia del Señor haciendo que vayas a los lugares más lejanos y cercanos pero sobre todo con tremendas necesidades, para que con tu presencia se ordenen las cosas, se dialogue, se busquen soluciones y sobre todo lo que más importa es llevar la presencia de Mi Hijo en la propia presencia, eso es algo que muchos deberían entender. El verdadero cristiano habla con su presencia, aunque no diga una palabra.

Cuándo, dónde, de qué forma, poco importa, pero lo fundamental es que, como tantas veces les dije, cuando se está disponible, en ese camino diario, difícil, fácil, terrible, cuando se está disponible, la Misericordia despliega todo su encanto por los diversos lugares, por todos los sitios más extraños, inhóspitos o agradables.

La explicación de esto no es comprensible para los hombres, hay que dejarse llevar y esperar el día de mañana cuando se esté delante de la Luz del Padre, allí recién se entenderá, antes no, es apenas un ir y venir y barruntar ideas, pero que no tienen mucho asidero.