Si el hombre reconoce que tiene un Padre entonces ya no está huérfano, en el fondo los grandes problemas vienen porque uno no tiene dónde echar mano, cuando uno se formó adecuadamente, y si se formó adecuadamente más fácil aún, es decir: las relaciones entre el hombre y Dios están rotas, hablo en general como siempre.
Mensaje del 07 de Junio de 2008

Habla Artemio:

07 de Junio de 2008.

Dice la Virgen María:

¿Están preparados para los tiempos difíciles que están viviendo?, les digo que los hombres están solamente preparados para una vida cotidiana, sumamente común, por eso cuando hay cualquier imprevisto todos se descolocan y cometen torpezas, torpezas de todo tipo. Entonces, habrá que preguntarse cuando uno tiene tiempo donde puede razonar con la mente y con el corazón más o menos correctamente, hay que preguntarse: ¿cómo es mi vida?, ¿cuáles son los objetivos de mi vida?, ¿qué quiero hacer con ella?.

Cuando estoy, dirán ustedes, en los tiempos buenos, todo es fácil ¿no?, pero algo funciona mal y todo se viene abajo, saben que esta forma de vivir es la forma justamente donde el Señor no está, ahora bien, ¿y qué obligación tengo?, dirán ustedes, no, obligación ninguna, solamente el reconocimiento de que hay un Padre que me engendró, que me pensó desde el comienzo de los milenios y un buen día en el vientre de mi madre me llamó por mi nombre, me miró a los ojos, infundió en mi un alma inmortal, esto es lo que deberían decir los hombres.

Si el hombre reconoce que tiene un Padre entonces ya no está huérfano, en el fondo los grandes problemas vienen porque uno no tiene dónde echar mano, cuando uno se formó adecuadamente, y si se formó adecuadamente más fácil aún, es decir: las relaciones entre el hombre y Dios están rotas, hablo en general como siempre.

No puede el hombre reducir su vida a vivir siempre en la orfandad, diciendo: ¿quién me ampara en un momento difícil?, es decir, la presencia del Señor en la vida de cada uno tiene que ser una constante, pero hay que tener cuidado, no sea que establezcamos una relación comercial con Dios: te doy, me das, me das, te doy, y si no me das entonces rompo relaciones. Es lo mismo que cuando comprás una mercadería y de repente te dicen: falta en el mercado, entonces te toma un berrinche y despotricas contra todos porque no te proveen de lo que vos necesitás, no es la forma de vivir esta.

Hay una necesidad constante de una amistad con el Señor y un amigo es siempre el que está a mi alcance para echar mano de él así como él está cerca de mí para que yo le tienda mi mano.

El hombre vive en la orfandad pero quiere vivir en la orfandad, porque al no reconocer la existencia de un Padre común que provee, sustenta, pero sobre todo ama, entonces su vida se consuma en una serie de hechos que no está mal, pero suponiendo que haya fe, un poquito, o no tan poco, pero es una fe de bebés de pechos como en otras veces dije y dijo Mi Hijo.

El hombre está huérfano, está huérfano porque quiere estarlo al no buscar, de repente aparece una enfermedad, la muerte o la enfermedad de los hijos o de alguien en especial y se pregunta: ¿qué es esto?, como quien no tiene ningún arma para combatir aquello que le tortura y en apariencias, amenaza destruirlo.