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Oración del 17 de Mayo de 2008

¿Por qué digo todo esto?, porque Pedro ahí en el Evangelio dice: Señor, ¿y si hacemos una casita acá y nos quedamos?, tan bien que estamos, ¿y si nosotros hacemos una casita aquí?, pero ¿y los otros?, ¿qué sentido tiene para nuestra vida, qué ejemplos somos para nuestros hijos o para cualquiera?, hacer nuestra quintita y el resto que reviente. Oración del 17 de Mayo de 2008

Habla Artemio:


Buenas tardes.

Como todas las cosas del Señor empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

El cántico número 6: hoy perdóname…. Bueno, todos los que estamos aquí han venido porque el Señor los trajo, que yo sepa yo no invité a nadie, en todo caso el Señor los trajo con plena libertad ¿verdad?, algunos le dijeron que iban de un curandero, a otros no sé qué, pero en todos los casos se equivocaron, porque aquí no hay ni curanderos ni nadie que sana ni nada, aquí está el mismo Jesús que está en vuestros pueblos, en vuestras Iglesias, que es el único que sana, así que aquellos que vinieron a ver al curandero perdonen, se han llevado una desilusión, que desilusión tremenda. No me digan que no, porque el Señor felizmente, para desgracia mía, me hace ver las mentes de las personas, ese es el problema, entonces me hace ver cuántos están buscando a un curandero, se equivocaron, si quieren volverse ya pueden nomás, pueden volverse porque aquí curandero no hay ni gente que te cura tampoco, aquí no hay nada de eso que algunos vinieron a buscar, así que si se han confundido ¿no es cierto?, yo les digo: que pena, gastaron en el viaje, gastaron en tantas cosas y se han desilusionado aquí porque no hay curanderos, ni hay mano santas, ni hay ninguno que le hace la competencia a los sacerdotes, nada, aquí solamente hay una persona, quién les está hablando, que los atiende con todo el amor que es posible para pedirle juntos al Señor que los sane de lo que tienen, el resto corre por cuenta de ustedes, de los sacerdotes, de los curanderos que les impiden venir, porque a ellos se les termina el negocio ¿verdad?, y además les digo: que me da mucha pena a veces encontrar en el jardín tarritos con tierra del cementerio, bolsitas con cosas raras, entiéndalo, pierden el tiempo, porque eso no hace nada, aquí está viviendo el Señor, así que pueden traer una tonelada de tierra del cementerio, en todo caso nos va a venir bien para plantar plantas porque aquí las plantas germinan que da gusto.

Entonces, esto no es para que se sientan vigilados, pero les digo: por cada tarrito de tierra del cementerio que me dejan entre las plantas yo le pido al Señor un montón de oraciones por esas personas, porque siento tanta pena, tanta pena, porque se ha confundido, es muy difícil a una altura de la vida confundirse saben, es muy difícil, porque después ya no hay regreso, hay cosas que no tienen retorno, no se confundan a una altura de la vida, ya no se puede volver atrás ¿eh?.

Les digo esto al comenzar, porque como todo aquí se hace a cara limpia sin ningún tipo de problemas, aquí nadie invita a nadie, el Señor los trae, y si el Señor los trae yo con todo el amor que dispongo los recibo, le pido al Señor que los sane y se vayan muy bien y si mandan una foto o hablan por teléfono o solamente con que piensen en el lugar el Señor los va a beneficiar. Pero les digo, como no hay ningún interés de por medio, uno puede venir, no venir, irse enojado, irse contento, pero las cosas claras vieron, es tan lindo saber siempre a que atenerse ¿no?, que lindo es pensar: el Señor me trajo y yo vine porque el Señor me trajo, nadie me invitó, el Señor me trajo, y si el Señor me trajo es porque quiere ayudarme, si el Señor me trajo es que quiere sanarme ¿mmm?, y aquí los atienda yo, Miguel, Roque, Lito o Mercedes, cualquiera, es lo mismo, exactamente igual, ¿por qué?, porque nosotros somos nada más que personas que están disponibles para escuchar, dar una bendición en nombre del Señor, nada más que eso, así que tengámoslo bien en claro. Y a nuestros queridos sacerdotes que a veces se desviven por celos, porque la gente viene aquí, dígale lo mismo, y que aquí tenemos muy buenas relaciones con los sacerdotes, que somos de comunión dominical, que vamos a Misa, que no hay ninguna magia negra ni el diablo está escondido detrás de los arbustos, nada, nada, nada, no, nada de eso, así que las cuentas claras.

Y vuelvo a repetir, quien vino a buscar un curandero yo no me ofendo, levántense ya nomás y váyase porque se equivocó de lugar, no, aquí no es, le dieron mal la dirección, le dieron mal la dirección, aquí no hay curanderos ni nada ¿mmm?. Se los digo con todo el amor del mundo, tal vez otra persona se los diría putéandolos, pero yo no, no es mi estilo a lo largo de toda mi vida, nunca lo hice ni lo voy a hacer, al contrario, cuando uno pone una mejilla y se la golpean uno pone la otra para que le golpeen la otra también, a veces uno pregunta: ¿por qué la golpeás?, pero nada más.

Y si el Señor los trajo vamos a alegrarnos, si el Señor los quiere tanto como para traerlos a este lugar alegrémonos, si el Señor es tan generoso como para traerlos aquí y sanarlos entonces no podemos estar tristes y se lo decimos al Señor así: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….

Ahora le vamos a decir al Señor: Jesús nos trajiste de lejos, nos trajiste desde lugares muy, muy remotos, hay gente de todo el país aquí, entonces Señor tiene que haber en este lugar algo que los atrae y eso que los atrae sos vos Señor porque según la experiencia de toda una vida siempre el que llegó aquí, así como una lámpara necesita aceite para seguir ardiendo, así también, es decir quien llega a este lugar recibe del Señor la gracia para seguir viviendo, la gracia para expulsar de su casa, de sus negocios, de sus tierras y de todo el demonio y todos los que le hacen el jueguito, el Señor nos da la gracia para todo, porque si es malo tener un cáncer peor es tener el demonio adentro, ese es el problema, un cáncer al fin y al cabo se pasa tan fácil, pero tener el demonio adentro se hace tanto daño a los demás, por favor, teniendo en cuenta esto le decimos al Señor como siempre: pon aceite en mi lámpara Señor….

Y atentos ahora a una cosa, la verdadera sanación no está cuando nosotros pasamos al frente al recibir la bendición, la verdadera sanación empieza ahora cuando vamos a escuchar la palabra del Señor, allí empieza vuestra sanación, aunque nadie les diera la bendición, después de escuchar la palabra con fervor ustedes están sanos si lo hacen con fe ¿eh?, así que todo el tiempo posterior a la palabra son pequeñas ceremonias pero la palabra de Jesús es, es la razón de la sanación de ustedes, entiéndalo y trasmítanlo y cuando están en vuestra casa abran la Sagrada Escritura y escuchen, lean y escuchen la palabra del Señor, eso los va a sanar, eso es lo que sana, la palabra del Señor, escuchada con fe, el resto son otras macanitas que se hacen acá ¿mmm?.

Entonces, para todos entiéndalo bien, ya está empezando vuestra sanación, ya, siempre que escuchen el Evangelio como merece escucharse la palabra de Dios y para escucharlo bien le vamos a pedir al Espíritu Santo que nos de su Luz, estamos tan oscuros los seres humanos, somos tan miserables, tan opacos, tan sin brillo que necesitamos la Luz del Señor para al menos brillar un momento: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Fíjense lo generoso que es el Señor, estamos invocando al Espíritu Santo para leer la palabra y ya en el costado izquierdo, una señora, de la mitad para atrás, podría levantarse y decir: mi columna no me duele más, y otra que está mucho más atrás puede asegurar que sus hemorroides ya no le duelen más, no se levanten, porque tener hemorroides parece que no es tan lindo, pero ya no le duele más, la columna tampoco, ya antes incluso de leer la palabra ya tienen la muestra de cómo funciona el Señor.

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Hoy es el Evangelio de San Marcos, sábado 17, San Pascual Baylon, como todos los sábados también día de la Santísima Virgen. El Evangelio de Marcos es 9 del 1 al 12: “seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a ellos solos a un monte muy alto. Y allí cambió de aspecto delante de ellos, sus ropas se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas de ese modo. Y se les aparecieron Elías y Moisés , son dos Profetas del Antiguo Testamento, Moisés del tiempo cuando los hebreos estaban en el desierto yendo a la tierra prometida y Elías, ya cuando los hebreos estaban allí y fue el último Profeta, 300 años antes de Cristo, y tanto Elías como Moisés conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: Maestro, que bueno que estemos aquí. Que te parece si levantamos tres chozas: una para vos, una para Moisés y otra para Elías. En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados, aterrados ¿por qué?, por el brillo tremendo del Señor. En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde las nubes llegaron estas palabras: este es Mi hijo amado, al que han de escuchar. Y de pronto, miraron a su alrededor, no vieron ya a nadie; solo estaba Jesús con ellos. Cuando bajaban del cerro, les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque se preguntaban unos a otros qué sería eso de resucitar de entre los muertos” . Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Por qué ya se preguntaban esto: qué será esto de resucitar entre los muertos, porque hasta la llegada de Jesús nadie había hablado de la resurrección de los muertos, todas las culturas, es decir la vida y las costumbres de las personas hasta ese momento, el año 1, creían que cuando la persona se moría pasaba a un cuerpo de un animal o de otra persona hasta que se purificara lo suficiente y así ir ascendiendo cada vez más, ellos llamaban a eso trasmigración de las almas, trasmigración quiere decir: pasar de un cuerpo al otro, entonces los Discípulos dicen: qué será esto de la resurrección, claro, porque era la primeva vez que oían la palabra, pero aquí la cosa va más lejos, yo empecé desde el final y sigo con el comienzo, Jesús los llama a los Discípulos entre ellos al que más amaba, Juan, y los lleva a un monte y allí ocurre lo que por primera vez los Discípulos empiezan a ver cómo el Cielo o el otro lado, porque Jesús empezó a brillar, se puso tan blanco como nada podía hacerlo de tan blanco, eso pasa con las cosas del otro lado, los colores son siempre más vivos que de acá y el blanco es mucho más blanco que lo que estamos acostumbrados a ver. Entonces Pedro, Juan y el otro Discípulos estaban tan contentos porque esto que había pasado evidentemente que los llenó de gracia ¿n?, y Pedro viendo que todo estaba tan lindo ¿no?, le dice: Señor ¿y si nos quedamos acá?, y hacemos una carpa una para vos, otra para Elías y otra Moisés ¿no?, fíjense ustedes Moisés cuántos siglos hacía que había muerto y Elías tres siglos, Moisés por lo menos nueve siglos que había muerto, estaban allí, ellos los reconocieron pero no se dieron cuenta de preguntarse: ¿y dónde estaban todo este tiempo? ¿mmm?, es decir no entendían porque no tenían el Espíritu Santo, nosotros entendemos más ahora porque tenemos el Espíritu Santo, siempre que lo pidamos ¿no?.

Y entonces Pedro le gustó tanto: dice: ay, si nos quedamos acá Señor, Jesús no le dijo nada porque entendió que ellos no razonaban bien, pero bajaron y les dijo: no digan a nadie de lo que ustedes vieron. Esto que se llama la transfiguración ¿eh?, figura es lo que se ve, transfigura lo que está más allá de la figura ¿verdad?, entonces transfiguración, ¿ven la palabra?, trans más allá, figuración figura, lo que está más allá de la figura, es decir veían mucho más allá que Jesús por lo resplandecientes y lleno de Luz que estaban, que maravilla, y Pedro no había tenido el Espíritu Santo, pero tonto no era: y si nos quedamos. Más adelante Jesús va a decir: que fácil sería llegar hasta un lugar, estar bien y decir: bueno, hemos llegado, está todo perfecto, aquí nos quedamos ¿mmm?, pero no, todavía en el Evangelio no habían empezado las cosas y cuando a nosotros nos pasa que nos gusta tanto estar en un lugar pero sabemos que eso no alcanza.

Que persona no se sintió muy contenta y feliz cuando por la noche o a las 12 o en cualquier momento estaban reunidos sus familiares y él, con sus hijos, nietos, todo parecía perfecto, los límites de la casa, estamos en un mundo precioso dirán, cualquiera de ustedes, pero ¿qué ocurre?, ¿esa es nuestra vida?, ¿cuánto tiempo nos va a durar esa vida así? ¿eh?. Sabemos que el tiempo es implacable, pasa y normalmente los que tienen más edad, normalmente, a veces no, se van antes ¿eh?, son pocos aquellos que pueden decir: en este momento lo tenemos todo, bueno disfrútenlo, Gloria a Dios si lo tienen todo pero ¿allí termina nuestra vida?, ¿nuestra vida es eso nada más?.

Eso es un problema muy serio que tiene el ser humano, luchar nada más que para eso, sí, porque yo quiero tener mi casita, un techo, un piso, mi trabajo, mi familia contenta, si es posible que mi señora o mi marido no me sea infiel, hasta ahora, por lo menos dicen, bueno, y quisieran quedarse así, pero ¿qué ocurre?, que ilusión que es esa, porque es una ilusión nada más. Pasa que de repente golpean la puerta de calle al que está así tan seguro y se encuentra con que hay un hombre que no tiene qué comer y está pidiendo comida ¿verdad?, ese hombre que dice que no tiene ningún familiar y que pronto le va a llegar la muerte porque está muy enfermo, por eso me acerqué aquí, porque vi luz y les pido algo para comer y entonces todo ese contento que había, esa alegría se disipa, porque la vida nos golpea de repente y nos dice: no, despacio, se vienen los años, hay otros seres humanos en el mundo, no vivimos solos, hay un montón de personas, y nosotros qué, ¿la vida es eso nada más?, hacer lo posible para tener una familia, criarl y ya está, todo se terminó, pero el día menos pensado te aparece una enfermedad y ya empezás a depender del médico, del farmacéutico, de la vecina para que te venga a cuidar, es decir, uno va descubriendo que no se puede vivir así en el mundo, estamos necesitando de todos.

Pero cuando al tiempo nos damos cuenta que necesitamos de todos, también entendemos que los demás necesitan de nosotros, como ese hombre que llega: me dan de comer que no tengo, pero ¿cómo?, tan lindo que era esto, yo creí que todo el mundo era feliz porque nosotros teníamos comida, todos reunidos, todos en paz y este viene y dice: no tengo nada que comer yo. Oh, pero se les amargó la noche porque se enfrentaron con el mundo, así nos pasa mis queridos a todos cuando no queremos ver la realidad.

La tierra y todos sus habitantes está formada por millones de hombres, desde que nosotros estamos reunidos acá dentro en el mundo ya hubo 195 abortos, miren que hace poquito que estamos, menos de media hora, en el mundo que conocemos, y ¿los demás que no conocemos?. En lo que va del día en el mundo ya han muerto más de 350 personas de hambre, ¿quiénes son esos, son nuestros hermanos?, ¿podemos nosotros estar tan tranquilitos sabiendo que nuestra quintita está bien cultivada y todo quedó ahí adentro?, no, no puede ser. Si quieren sigo enumerando más todavía, ustedes las embarazadas cuando están esperando a un chico dicen: sí, porque ya hablé con el médico, con el ginecóloga y piensan que su hijo se va a criar porque va a nacer bien, está todo tomado los recaudos ¿verdad?, pero de repente abre el televisor y se da cuenta que en Jujuy, de cada mil chicos que nacen llegan a adultos solamente diez, el resto se muere antes, entonces vos te ponés a pensar y decir: pero ¿cómo?, quiere decir que la seguridad para mi futuro hijo es mía nada más, los demás no tienen seguridad. Quiere decir que hay hombres y mujeres que fecundan a un niño sabiendo que no sé cuántos me van a quedar, como yo en el monte catamarqueño, aquí hay unos catamarqueños que me pueden corroborar, para el día de la fiesta de la Virgen salen del monte y vienen a ver a la madre, vienen con dos o tres hijos, vos te acercás, conversás con ellos y entonces le decís: que lindo los chiquitos, sí dice, ya tuvimos nueve, y vos mirás y hay tres nomás, y ¿los otros?, y los otros se murieron, diarrea, gripe, apendicitis que no se puede tratar porque está en el medio del monte, nueve hijos tuvieron, nueve años de ilusiones y tienen 3 nomás ahí, ¿vieron?, son privilegiados ustedes ¿eh? ¿cierto?, ustedes piensan en un hijo y saben que va a nacer bien, que va a tener comida, que va a tener de todo, ellos no ¿eh?. Si de diez o más hijos pueden criar 3 o 4 ya es una cantidad enorme, ¿se revelan por eso?, no, no, ustedes lo saben bien chicos, le agradecen todavía a la Madre que tienen esos tres, todavía le agradecen, no le dicen: Padre, por qué nos llevaste seis, no, no, te agradezco Padre porque tengo estos tres.

Esa es la realidad también, no es solamente nuestra quintita, ahí la casa, todo está bien, quedémonos aquí adentro, todo está perfecto, no hay ningún problema, la vida está preciosa, pero ¿y los demás?, ¿y los demás?, piensen entre ustedes, acá hay enfermos de todo tipo, hay gente que tiene cáncer, hay otros que duran con una vida difícil, como este chico que se está haciendo diálisis, cuántas horas haciéndose diálisis, ¿cuántas hacés?, ¿cuántas horas?, 4 horas tres veces a la semana, ¿alguno de ustedes se hizo diálisis?, ¿sabes lo que es tres veces a la semana 4 horas estar ahí mirando el techo? ¿eh?, y si fuera pero que seguridad tenemos, que el Señor nos ampare, no tenemos otra seguridad. ¿Puede ser que nosotros edifiquemos nada más que para nuestra quintita?, el hogar, los chicos, los nietos, callémonos bien porque estamos felices, no digamos nada, ¿y los otros, los demás?, ¿los demás qué?, ¿los demás qué?.

Cuando uno empieza a tomar conciencia de que de tantos chicos, de mil chicos llegan a adultos diez en Jujuy, ¿por qué tanto Jujuy?, porque vienen de los países vecinos a tenerlos de este lado, por eso la cantidad y los otros van muriendo a medida que crecen ¿eh?, ustedes se pusieron a pensar lo qué es organizar una familia no sabiendo cuántos hijos van a vivir porque se van a morir antes por falta de comida, medicamentos y todas las cosas que hace falta para vivir cómodamente, ¿han pensando en eso?, pues esos son nuestros hermanos también ¿eh?.

El Jesús al cual rezamos y que le decimos tan lindamente: Padre nuestro que estás en el Cielo, Padre nuestro de todos, no solamente mío y Padre también de aquellos que se están muriendo, bueno, perfecto, si nosotros tomáramos en serio las palabras estas de decir: Padre nuestro no quedamos ninguno aquí y nos metemos en los agujeros que hay donde haya para poder ayudar a los demás para que no haya tantas muertes. Tres cuartas partes de los hombres se acuestan con hambre todas las noches, ustedes no ¿verdad?, bueno. Nosotros en la República Argentina hace cinco años morían 12 personas por día de hambre, ahora mueren 8 nada más, menos ¿verdad?, y han disminuido los abortos, en cinco años, no estoy haciendo propaganda de ningún régimen ¿eh?, en cinco años ahora mueren menos de los cientos por días abortos, antes morían muchos más, ese es el mundo que nos rodea.

¿Por qué digo todo esto?, porque Pedro ahí en el Evangelio dice: Señor, ¿y si hacemos una casita acá y nos quedamos?, tan bien que estamos, ¿y si nosotros hacemos una casita aquí?, pero ¿y los otros?, ¿qué sentido tiene para nuestra vida, qué ejemplos somos para nuestros hijos o para cualquiera?, hacer nuestra quintita y el resto que reviente, ah, si, los tuvo, que se arreglen, que se jodan, para qué viven en Jujuy que ahí todo es pobreza, o para qué viven en Catamarca en los montes esos, bueno pero cada uno sabe por qué vive en su lugar, ¿no le corresponderá a los que mandan, en todos los órdenes, no solamente a nivel político sino a nivel religioso, salir de parte de los que menos pueden, menos tienen, menos todo. Ahora, nuestra Santa Madre Iglesia, que ustedes y yo pertenezco ¿ustedes han visto a algún Obispo o que se yo que se juegue realmente por los pobres?, yo no, que pena ¿no?, y sin embargo le rezan lo mismo que ustedes y yo a Jesús, que doloroso que es esto, y ¿quién me puede desmentir esto que estoy diciendo? ¿eh?, ese sacerdote muy cómodo que tiene coche, casa y está muy bien instalado y tenés que ir a un horario porque sino no te va a atender al enfermo y tampoco te lleva la comunión en casa, no lo digo por mi sacerdote que es muy bueno y hace las cosas muy bien pero por ahí se de otro que mueren sin los auxilios religiosos porque los señores tienen que mirar tal vez la novela de la tarde o no sé qué otra cosa mirarán pero la cuestión es que algo tienen que hacer.

No, la vida cómoda que quiere Pedro, que le pide a Jesús no es la vida que queremos nosotros, queremos la vida incómoda de vivir entre los seres humanos e ir dejando todos los días un pedacito de nuestra carne a lo largo del camino para que los demás puedan estar mejor, esa es la vida que corresponde ¿mmm?.

Jesús dice: no, vámonos de acá, es muy lindo esto, pero ¿y los demás?, ¿y los otros?, ahora, habrá que preguntarse, vos dirás: sí, pero yo soy un ama de casa, cuido mi familia, mis cosas y ¿qué puedo hacer si se mueren tantos?, mi querido, mi querida, si en tu corazón hay una forma recta de actuar, al menos amaras tremendamente, aunque no lo conozcas a ese ser humano metido allá en Jujuy o en Tierra del Fuego ¿verdad?, que se muere por falta de comida y el Señor con su Misericordia, porque ese es el Mensaje que trajo Jesús aquí, nadie me lo dice por ahí, nadie me dice nunca nada, pero ¿qué es la Misericordia del Señor?, que ponga vos tu corazón a trabajar con amor para que Él tome de ese amor y pueda reproducirlo en tantos lugares y hacer alimentos de la nada y hacer agua donde la tierra es reseca y hacer montones de cosas pero ¿qué falta?, la actitud de nuestro corazón, pensamos nada más que en nosotros y los que tenemos cerca.

¿Algunos de nosotros hemos ofrecidos los dolores que padecimos diariamente por una humanidad más feliz?, no, no, y sin embargo Jesús vino al mundo por lo que menos tienen, menos pueden, menos todo, seguramente no es el pensamiento de los que en este momento terminan el tractorazo, seguramente que no, y eso me da mucha pena, seguramente que no.

¿Ustedes han visto hacer algún tipo de huelga cuando la policía mató en el Sur a Fuentalba, ese maestro que reclamaba el pago de sus sueldos?, no ¿verdad?, nadie dijo nada, esta sociedad de grandes capitales y plata y platudos hasta no sé por dónde, ¿alguno dijo algo de ese maestro asesinado allá en el Sur?, ¿o alguno dice algo sobre las tres cuartas partes de la población que se acuesta con hambre?, no, entonces empecemos a pensar con la cabeza, pero más todavía con el corazón, porque sino nuestro sueño no tendrá paz, nuestra vida será una porquería y nuestro ser humano no valdrá la pena de que viva, así es, así están dadas las cosas.

La mayor parte del mundo padece miseria de todo tipo, porque hay una miseria que es material y una miseria que es espiritual también.

Bueno, entonces, que hoy sea el comienzo mis queridos de darnos cuenta que tal vez nuestro vecino o el pibe de la otra cuadra o el que está en la otra provincia es nuestro hermano también y cuando estoy cuidando mis hijos tuve tres y tengo tres y crío tres, pero otro dice: tuve diez y cuido dos o tres porque el resto no los pude salvar.

Está clarito todo ¿no?, que claro que está todo, miren, sería preferible no nacer para ignorar este tipo de cosas, y vos dirás: pero y si uno nunca lo pensó, bueno, le vamos a reprochar a los pastores que nunca te hicieron pensar y nunca te explicaron el Evangelio, vamos a pedirle a ellos que aprendan a explicar el Evangelio como corresponde y a decir que Jesús vino por los que menos tienen, menos pueden, menos todo, ese es el único Jesús verdadero, los demás están inventados para justificar las cosas que tenemos de sobra en nuestra casa, hacemos como las pirinchas, que llenamos de palitos todo un árbol y en la última partecita ponen el huevo, pero llenaron de porquerías todo, así somos nosotros, felices mientras tenemos todos los artefactos que nos dan los elementos pero acá dentro ¿qué nos pasa?, una soledad espantosa, y sino y sino no habría como hay acá dentro seis personas que se drogan, seis, no miro para allá porque sino van a decir que estoy mirando a las personas que se están drogando. ¿Por qué se droga alguien?, por muchos motivos, pero sobre todo cuando no sabe que hacer con la vida.

Este es el Jesús en el cual creemos y en el cual vamos a dejar los pedacitos de carne de nuestro propio cuerpo aquí o en donde sea, este es el Jesús por el cual, yo por mi parte hablo pero también por aquellos que me quieren acompañar, por el cual vamos a morir de pie siempre… (se dio vuelta la cinta)…, santos varones y los curas santos que hay montones, porque yo conozco montones pero hay muchos que sacan el cuerpo que da miedo por celos, ¿y por qué no hablan ellos del Jesús verdadero?, ¿por qué les ocultan el verdadero Jesús?, el que está de parte de todos los que no tienen nada, menos tienen, menos pueden, menos, menos, menos, menos, o nada, nada, nada, nada, ese es el Jesús por el cual Dios nos ayude a morir por Él, hoy, en este momento o dentro de cien años, ese es el Jesús, ojalá pase lo que pase y venga lo que venga, ese es el Jesús que uno eligió, porque es el único y verdadero, no hay otro Jesús, porque quien dice que hay otro no conoce el Evangelio ¿eh?.

Y ahora, con todo nuestro fervor digámosle al Señor que nuestros corazones se abran para realmente ver qué es lo que corresponde hacer con nuestras vidas y con las vidas de nuestros hijos, nietos y bisnietos, el Señor nos diga cómo vivir para que nuestra vida no sea una porquería.

Tan cerca estás de nosotros Señor, que nos seguís a todos lados y nosotros miramos siempre para el otro costado, nos seguís siempre Señor, queres darnos todo lo mejor pero nosotros nos hacemos los sordos, miramos para otro lado, esperemos que sea hasta hoy nomás, te sentimos Señor tan cerquita nuestro, entrá en nuestros corazones y danos lo que nos falta, porque en el fondo alegría tenemos muy poca, paz ni se hable, felicidad no la conocemos, entonces ¿qué?, Señor tené compasión de nosotros porque damos más lástima que otra cosa, tené compasión Señor, vos que estás: tan cerca de mí…. A ver con mucha fuerza, con ganas, a ver, con fervor: tan cerca de mí….

Y si está aquí pero por supuesto que le vamos a decir con todo nuestro fervor, porque así lo pensamos y lo creemos ¿eh?: sáname Señor con tu Espíritu….

Si Señor, eso queremos sentir, el fuego de tu amor en nuestro corazón, para entender todo, saberlo todo, sanarnos de todo, solucionar todo lo que nos preocupa, sí Señor y no solamente lo nuestro sino todo lo que tienen aquellos que amamos y aquellos que nosotros amamos pero no nos aman y todos, para eso está este globo terráqueo aquí para decir: por todos los hombres de la Tierra que son nuestros hermanos.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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