¿Cuánto?, ¿cuánto?, y si pero no me enseñaron a mí, ¿cómo que no te enseñaron?, ¿por qué no llegaste hasta Mi Capilla en medio de la pampa gringa?, ahí hubieras aprendido muchas cosas que en otro lugar no te lo enseñaron, pero no hay gente ahí adentro sino porque estoy Yo dice Jesús, porque estoy Yo, por eso te pido que vengas a este pequeñísimo lugar de la pampa gringa donde hasta las piedras florecen, donde el agua es más dulce que la miel, donde las flores tienen una vida diferente a las flores que están por ahí, porque todo acá es diferente, todo.
Oración del 04 de Junio de 2008

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Como todas las cosas que hacemos en la vida, cada una hasta la más pequeña
siempre hay que hacerla en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Nos vamos al cuaderno de cánticos, 15 y decimos con todo el fervor: cuando el pueblo alaba a Dios suceden cosas…. Nos pasamos a 22 y decimos: que viva Cristo…. Bueno ahora mirando hacia el frente nosotros tenemos esa hermosa cascada, los que ya han escuchado estas palabras la escuchan de nuevo, en una de esas renueva en ustedes algo, es decir no está hecho porque sí, la Madre ordenó, como ella ordena siempre suavemente y con una sonrisa que hiciéramos esto y sobre esto su imagen y la de su Hijo Jesús de la Misericordia, lo fue diciendo a través del tiempo pero hasta que lo concretó porque como ustedes saben los que nunca han leído los Mensajes ni nada hace trece años estamos recibiendo los Mensajes del Señor y de su Madre. Bueno, entonces volviendo a esta fuente que tenemos delante de nuestros ojos, vemos que cae el agua con mansedumbre, que hermoso como cae, no se oye casi el ruido, y ¿qué nos quiere decir la Madre cuando dijo: hagan esto?, quiso repetir aquella imagen bíblica del pueblo de Israel cuando marchaban por el desierto y tenían hambre y sed, entonces se revelan y dicen: pero Moisés nos liberaste de la esclavitud en Egipto y nos trajiste aquí en medio del desierto a padecer hambre y sed, así no Moisés, esto no, Moisés que ya había subido al monte a dar la tabla de la ley, viene bajando y con su bastón con que se apoyaba, toca una peña, la peña de Horeb y empieza a salir agua en abundancia. Ante el pedido de auxilio de los hebreos, el Señor permite que salga agua de la peña de Horeb para calmar la sed, entonces usando esa imagen de allá, del fondo mismo de la historia, no se olviden que el pueblo de Israel anduvo cuarenta años por el desierto y en esos cuarenta años pasaron de todo. Entonces usando esa imagen la Madre así: así como en la peña de Horeb salía el agua continuamente que calmó la sed de los hebreos, así también el agua que sale del Corazón de Mi Hijo como el Señor de la Misericordia, usando la imagen, usó la imagen del Hijo, así también de ese Corazón saldrá el Agua Viva que calmará la sed de todos ustedes ¿mmm?.
Siempre en el lenguaje bíblico hay que manejarse con simbolismos, con comparaciones, con cosas que dicen pero no eso sino otra cosa lo que quieren decir ¿no?, entonces tan hermoso es esa imagen del Jesús que derrama agua de su Corazón, además de sangre por supuesto, y justamente el agua tiene relación con los hombres ¿mmm?, y nosotros estamos sedientos ¿eh?, quién de los que están aquí no está realmente sediento de una vida mejor?, ¿quién no quiere vivir un poco mejor de lo que está viviendo?, ¿quién no quiere un poco de paz en su conciencia, en su familia, en su pueblo, en su comunidad, en el mundo?, entonces allí está el simbolismo que quiere la Madre que usemos, el agua cayendo por la peña, como si fuera la peña de Horeb y en el temita que tenemos allí nosotros en los cánticos decimos así simplemente: Cristo es la peña de Horeb que está brotando….

Que hermosura que hay ¿no?, en la peña de Horeb que está brotando agua de vida, escucharon, agua de vida, saludable ¿eh?, ven a beberla que es más dulce que la miel, pero el agua que quita la sed para siempre, toda nuestra existencia es una amargura andando por ahí ¿eh? y el Señor nos propone esto y su Madre, el agua de vida para calmar nuestra sed y sigue el tema: Cristo es el lirio del valle de las flores….

¿No sienten realmente que vuestro ser ha recibido como una caricia preciosísima con el agua que cae?, que para la Virgen es la peña de Horeb, no solamente eso sino también pensó ella en el agua, en el que usó en el Mar Rojo, en el Bautismo de Jesús en el Río Jordán, es decir el agua siempre está presente, hay tantos elementos en la Biblia que están siempre presente, uno de ellos es el agua. Porque ya incluso otras culturas, cinco mil años antes de Cristo, ya hablaban de que el agua sanaba las enfermedades.

Ahora vamos a leer la palabra, pero antes de leer tratemos de tener el fervor necesario para recibir la palabra del Señor, como siempre les digo, la sanación de cada uno de nosotros comienza cuando entramos en el portoncito o la puerta, cuando pisamos este lugar que diariamente Jesús y María hacen, bien, pero eso se va agrandando, se va completando y en la lectura de la palabra del día el Evangelio el Señor dice con claridad: allí está la esencia de la sanación, todo está muy bien lo que se haga, antes o después pero la palabra es la que sana, por eso le dedicamos el tiempo necesario a esa palabra y aunque se fueran sin recibir ningún otro tipo de bendiciones con esa palabra ya sería suficiente, por supuesto que escuchada con atención y fervor y abriéndose realmente porque muchas veces decimos tantas cosas con los labios, pero como dice la Virgen: tienen el corazón en otra parte. La palabra es sanadora, porque San Juan dice enormidad de veces: fuente de vida lo que salva, la palabra.

Para escucharla como corresponde, con fervor decimos: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Normalmente cuando se lee la palabra uno se pone de pie pero nosotros no lo hacemos, por una razón muy simple, la mayoría estamos enfermos y no tenemos tanta fuerza como para andar desperdiciándola ¿no?. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Día miércoles 04 de Junio, hoy es San Francisco Caracciolo, fundador de una orden religiosa, además como todos los miércoles, ya lo saben pero lo repetimos, como todos los miércoles dedicados a San José, el Esposo de la Virgen María, el Padre Adoptivo de Jesús, Patrono de la Iglesia Universal. El Evangelio de hoy es de Marcos, capítulo 12, que va del 18 al 27 los versículos. Dice así, escuchemos, después vamos a explicar: “entonces se presentaron algunos saduceos. Esta gente defiende que no hay resurrección de los muertos, y por eso le preguntaron. Vamos aclarando por parte porque sino después se nos pierden. Hasta la llegada del Cristianismo no creían en la resurrección, para todas las culturas que había en ese entonces, griegos, romanos o paganos, creían en la reencarnación, es decir cuando las personas no se portaban lo suficientemente bien ellos creían que al morir pasaba de acuerdo a cómo se habían portado a alguien inferior o alguien superior. Nada que ver con nosotros, ¿por qué?, porque nosotros tenemos desde siempre lo referente a la libertad, nunca podría haber en nosotros la reencarnación, cada hombre tiene una vida y esa vida tiene que llenarla porque no hay otra ¿mmm?, aquí sobre la Tierra. Le preguntaron a Jesús: Maestro, según la ley de Moisés, si un hombre muere antes que su esposa sin tener hijos, su hermano debe casarse con la viuda, para darle un hijo, que será el heredero del difunto. Pues bien, había siete hermanos: el mayor se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también. Y pasó lo mismo con los siete hermanos, pobre mujer también ¿no?. Después de todos ellos murió también la mujer. En el día de la resurrección, si han de resucitar, porque ellos no creían, ¿de cuál de ellos será esposa?. Pues los siete la tuvieron como esposa. Jesús le contestó: ustedes están equivocados; a lo mejor no entienden la Escritura y tampoco el poder de Dios. Pues cuando resuciten de la mujer, ya no se casarán los hombres y mujeres, sino que serán en el Cielo como los ángeles. Y en cuanto a saber si los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el capítulo de la zarza, cómo Dios le dice , zarza quiere decir yuyo, está ardiendo, Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?. Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Ustedes, les dice a los que le habían preguntado, están equivocados”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Bueno, pensemos un poquito en, ya aclaramos lo que era la resurrección, el tener vida más allá de nuestra vida terrenal pero ellos como no creían, entonces le ponen ese ejemplo a Jesús que desde el punto de vista humano puede tener algo de razón, porque si se casó con siete, qué cosa del otro lado, cómo van a hacer después ¿mmm?. Entonces el Señor les propone que piensen que no es por allí la cuestión, que del otro lado dice: van a ser como Ángeles, los Ángeles no tienen sexo ¿mmm?, no tienen sexo, entonces ¿y qué es esto?, se pone confuso, no, ocurre que el sexo es necesario sobre la Tierra, porque cuando Dios Padre crea al hombre dice: aquí tienen la Tierra multiplíquenla ¿mmm?, multiplíquense ustedes, bueno, entonces el sexo es la principal pasión que hay en el hombre porque de ello depende que siga habiendo personas o no, así de simple, bueno.

Y, pero el problema para ellos, para hacer, para ver qué decía Jesús, es preguntarle: ¿y después qué pasa cuando pasan a la otra vida?, en la otra vida vivimos como Ángeles, seguimos siendo hombres y mujeres pero con otros intereses, otras alternativas, otras actitudes y sobre todo una vida diferente, totalmente diferente, ¿en qué sentido?, toda la vida el hombre va detrás del amor, sí o sí, claro que sí. Es decir, nosotros buscamos afectos hasta en las cosas más simples, hasta en que nos digan: buen día, buenas tardes, que nos traten con amabilidad, buscamos afectos en todo, queremos que se nos atienda, se nos entienda, buscamos afecto, lo principal que busca el hombre es afecto, cuando el hombre lo encuentra al menos por un día, dos o aunque sea cinco minutos, se siente feliz ¿verdad?, porque el alma humana está siempre tendiendo a tener amor, a tener afecto, porque es el alimento con el cual se nutre nuestro interior ¿mmm? ¿verdad?.

Entonces, ¿qué pasa?, quiere decir que toda nuestra vida sobre la Tierra es una tendencia constante a buscar amor, aunque sea pagándolo, ¿o acaso no hay tantos que pagan caricias?, ¿no hay tantos que hasta pagan aunque siendo viejos le pongan una cucharada de comida en la boca?, eso es una caricia también que te den de comer en la boca es una caricia. Todas las palabras lindas que se pueden decir, los gestos, las acciones, etc., se llaman caricias y el ser humano está hambriento de caricias, siempre, desde pequeñín recién nacido que llora, ¿qué está buscando?, la madre se mueve para un lado, para el otro para que se calme, luego le da el pecho el chico se calma ¿verdad?, ¿qué está buscando el bebé?, caricias, está buscando caricias en la luz que lo alumbra, por eso es tenue, si es muy fuerte le hace cerrar los ojos y así en todo, desde pequeñín hasta grande siempre nos pasa igual, buscamos amor. A veces nos va bien, a veces no tan bien, a veces muy mal, y hay personas que por un día de afecto darían todo lo que tienen, todo, ¿escucharon?, por un día, y otros por dos o tres minutos de afecto, pero cuidado ¿eh?, estoy hablando de un afecto sincero, no pagado, alguien que realmente lo ame a uno con total desinterés, porque sino se está cobrando ese afecto, si yo te doy algo por lo que me vas a devolver te lo estoy cobrando de alguna manera, si yo te sonrío para que vos no te enojes conmigo te estoy cobrando la sonrisa ¿mmm?, si yo te sonrío a pesar de que vos me clavás un cuchillo ese afecto es verdadero, ¿por qué?, porque no te estoy pidiendo nada.

Todo aquello, aquellas manifestaciones afectivas en las cuales se pide algo ¿verdad?, y se da la retribución no le conforma al alma, para nada, ¿por qué?, porque busca algo genuino, auténtico, que sirva, los gestos no me sirven, y muchos hasta se quieren engañar, pagan una caricia y antes que nada dicen: ¿esto?, al menos algo ¿mmm?. Por eso yo siempre digo y admiro a todas esas chicas samaritanas del amor que están en esos lugares nocturnos que se llaman whiskerías, pero yo pondría un cartel en vez de whiskería, pondría: para los sedientos de afectos, porque el ser humano busca el afecto de cualquier manera, incluso en su manifestación física que es en el sexo ¿verdad?, y sinceramente está más cerca de Dios una mujer que diariamente vende su cuerpo, está mucho más cerca de Dios, en comunicación, que otras que a lo mejor están en el quinto piso y miran con un telescopio el varón que pasa por la calle y lo están deseando, pero que no se animarían nunca a tener relaciones.

Cuidado ¿eh?, porque del otro lado nos vamos a encontrar lindas sorpresas en cuanto a cómo juzgamos nosotros las cosas, muy lindas sorpresas y todas estas personas que en apariencia venden el afecto ¿verdad?, van tener un lugar más destacado que muchos de nosotros que nos cobramos todo, ojo ¿eh?, ojo.

Bueno y continuo, entonces el ser humano anda por la Tierra buscando afecto y
al buscarlo tiene relaciones con las personas, amistades y montones de cosas, está bien, pero siempre consigue una pequeña partecita, un poquitito, esto me ayuda a vivir porque esa sonrisa no es interesada, me la dieron en serio, o me dan una masita, un caramelo, o una ropa o lo que sea, eso tiene un valor muy grande porque es una caricia y nosotros, los seres humanos, no nos hagamos los zorrinos porque andamos por todos lados buscando caricias, una palabra de aprobación, un gesto, todo aquello que nos revele que alguien nos tiene en cuenta, bien.

Ahora, ¿y qué tiene que ver esto con todo lo que dijimos?, bueno, tiene que ver en este sentido, si toda la vida del hombre es una aspiración constante a vivir un amor completo y total y no lo puede lograr en la Tierra, no, por montones de cosas, por montones de cosas. Cuando termina su vida y cree que todo lo que viene es horrible, porque la mayoría le tiene miedo a la muerte, es allí cuando empieza realmente el hombre a vivir y ese hombre que mendigó hasta en lo más mínimo una caricia, un afecto, una palabra, un gesto, de repente, es como si abriera la compuerta del amor y sale a raudales, a borbotones, el amor ¿de quien?, el amor del Señor. Claro, pero cuando uno llega del otro lado no todos están preparados para recibir el amor del Señor, el que no está preparado estará en la oscuridad un tiempo porque no está en condiciones de recibir ese amor, pero el que siempre lo ansió, el que siempre acarició la posibilidad de ese afecto, el que siempre estuvo allí: Señor, todo por vos Señor, yo te amo Señor, Señor, Señor, de repente se encuentra con que Jesús le dice, porque cuando llegamos del otro lado, la Virgen María es la que nos está esperando, no San Pedro, no, y Jesús y los Santos Protectores que tuvimos en la Tierra y los familiares, incluso los que no conocemos, te lo digo por experiencia porque lo viví dos veces ya, bueno. Entonces, allí es cuando pasa como toda una sucesión de hechos, toda nuestra vida así en un relámpago en base a lo que hicimos en la Tierra, pero hay una sola pregunta de parte de Jesús, que ni tampoco es con voz sino que es con el pensamiento: ¿cuánto amaste?, Jesús pregunta ¿de qué forma?, no, ¿pregunta si era un matrimonio?, no, ¿pregunta el Señor si era un matrimonio de segunda, tercera, cuarta o décima unión?, no, ¿pregunta si era entre homosexuales, lesbianas o cualquiera?, no, ¿pregunta si esos amores fueron muy puros solamente que para Dios?, no, y entonces ¿qué pregunta?, cuánto, para el Señor lo que vale es cuánto, no con quién, de qué forma, de qué manera, no, cuánto. El amor se mide en cantidad ¿mmm?, y en base a eso, el Señor con su pensamiento te dirá: bueno, andá un poco en la oscuridad hasta que realmente desees un amor como la gente y sino le dirá: entrá Mi querido, vení, vení, que te llevaré en presencia del Padre, esa se llama Bienaventuranza Eterna, eso se llama el amor total.

Entonces, esa alma que se murió con un susto bárbaro porque le llegaba la muerte, de repente se encuentra con la Madre y con Jesús que le dice: entrá querido en el Reino, este Reino que te ganaste honradamente, que hermoso.

Y ahí retomamos lo del Evangelio, del otro lado vamos a ser como Ángeles, cuando un ser humano llega en presencia del Padre lo que desea es amar sin medida, sin ninguna medida ¿eh? y en ese amar sin medida no se tiene en cuenta los sexos, las edades ni nada, se tiene en cuenta cuánto, vos dirás: y sí, pero hay amores que a lo mejor son medios torciditos, sí, hay amores que son medio así de cualquier cosa, cualunque nomás, no mi querido, si un amor es bueno o malo, si es cualquier cosa o que se yo, esperá que lo diga el Señor, no lo digas vos porque te podes equivocar ¿eh?, y tal vez nos encontremos allí con esas chicas que a veces despreciamos pero que han dado caricias a tanta gente que no la tenía, vos decís: la cobraron, y bueno, de algo hay que vivir también ¿no? che, pero la dieron, la dieron, pero aquellos puros, limpios, lejanos de todo, esos son estériles, aquellos que nunca se han involucrado con nada humano, portador de amor, son estériles, no sirven, que pena, no.

Mientras que los demás, de la forma que sea, pero cuánto dice el Señor ¿eh?, vení a gozar eternamente de la Luz y del amor del Padre, lo buscaste tanto, lo buscaste con toda tu alma y todo tu corazón, anduviste todos los caminos, recorriste todos los lugares, por fin lo encontraste, disfrutalo, ¿por dos días, tres días?, no, no, no, por toda una eternidad.

¡Epa!, y pensar que cuando tenemos un pequeñito amor ya estamos chochos como perro con cinco colas ¿eh?, siempre, lo que será estar delante del amor total, del amor con mayúscula, lo que será eso digo yo, debe ser tan precioso, por eso nadie vuelve por otra parte ¿no?, ¿vieron?, salvo que el Señor lo quiera que vuelva ¿no?, pero eso es otra cosa. Vení mi querido, venía a gozar del amor del Padre por toda una eternidad.

Mi mamá hace tantos años que murió pero siempre me cuenta cómo fue todo eso ¿no?, cómo fue llevada ante el Padre y también me dice por ejemplo, que a veces hasta el simple grano de maíz dado a un pollo hambriento o la comida hecha para un marido difícil pero con amor todo es retribuido, todo está contabilizado por el Señor, todo ¿mmm?, ese pequeño ofrecimiento todos los días, hasta de decir: te agradezco el sol Señor que me alumbra, todo es retribuido.

Uno piensa en el Evangelio y piensa en la mujer de tantos maridos, qué importaba del otro lado todo eso, ya no existía más el sexo, todo es como los Ángeles, preciosísimo, y ¿no estarán marido y mujer juntos?, por supuesto que sí, todos juntos y toda la parentela y ahí vamos a tener que convivir con los parientes también ¿eh?, aunque a veces aquí en la Tierra viste nos cuesta, pero allá ya van a ser buenos chicos, buenos muchachos y entonces uno va a tener que convivir, tantas generaciones pasadas, vamos a tener que convivir con todos, ¿y de qué forma?, en una misma casa, y ¿cómo es esto?, y sí, y de acuerdo a cada uno de los méritos que hizo para ver al Señor tendrá un tanto por ciento de afecto, quién entregó su vida por los demás, un San Francisco de Asís por ejemplo tendrá un cien por cien y ahí no hay retenciones que valga, no hay retenciones. Porque otra persona que a lo mejor amó muy poquito pero todo lo que tenía a mano lo hizo, tendrá a lo mejor un diez, un veinte, pero ¿habrá entonces envidia como acá?, ¿habrá celos?, no, para nada, ¿por qué?, porque nadie puede querer algo más que lo que le viene bien, como decía muy bien alguien: para qué quiero cien si sé contar hasta diez, para qué quiero todo el amor de Dios si me alcanza para mirarlo con este diez que me merecí, por las cosas que hice sobre la Tierra, ¿y es feliz también ese de diez?, por supuesto, no más feliz de lo que él puede estarlo, y el de cien no más feliz de lo que él puede estarlo.

Pero el problema es si es por un tiempo, porque nosotros medimos los amores sobre la Tierra por un tiempito ¿eh?, cuánto le durará esto, cuánto ¿eh?, parten antes algunos, parten después, noo, allá es para siempre, por toda una eternidad, esa misma eternidad que nos dio el Padre un buen día cuando nos creó ¿eh?, nos pensó desde siempre nos amó tanto y nos espera al final del camino, siempre nos lo da pero nos espera al final del camino entonces para gozar eternamente de la Luz y del amor de los justos. Ahora el problema es saber quién es justo, para eso tenemos toda una vida para aprender porque la conversión dura toda la vida, hasta el último momento, no son palabras mías, son de San Francisco de Asís, toda una vida.

Mientras mis palabras estaban entrando en vuestros oídos, el Señor los fue sanando de lo que ustedes tienen, si yo pudiera hablar en voz alta, es decir en voz alta algunos nombres diría que más de veinte personas empezaron a ver la vida de otra forma, más de treinta personas empezaron a no tenerle miedo a la muerte, más de diez personas ya no tienen más ni pánico, ni angustia ni nada, porque se han dado cuenta que un Señor de amor no me puede dejar de ayudar si estoy en malas condiciones, no, eso en cuanto a lo espiritual que podría seguir diciendo más pero en cuánto a las enfermedades, la hemorroides que ya no existen, los dolores de huesos que ya se perdieron ¿verdad?, las cervicales que ya, parecería que nacemos sin cervicales y los otros problemas graves como el cáncer, yo digo por qué vemos que el cáncer es tan terrible, a mí me da más miedo un corazón egoísta, soberbio que un cáncer, porque con el cáncer, bueno, es una enfermedad pero un corazón egoísta es por elección, yo puedo elegir ser dañino, maldito o puedo ser generoso ¿eh?, por eso, me preocupa más un corazón egoísta que un cáncer, cuando digo me preocupa estoy usando palabras del Espíritu Santo.

Señor, que hermoso es esto, de este amor que se nos presentó en este día, parecía un Evangelio cualunque nomás, una mujer pierde su marido y se casa con otro, fijate que gracioso que es esto, da para poco y de repente leemos entre líneas un montón de cosas maravillosas, realmente maravillosas, que vienen hasta mi vida y me aseguran que mis enfermedades al fin y al cabo son una pavada, que nuestro corazón, bueno, puede hacer proyectos preciosísimos para el futuro porque bueno, hay que prepararse para enfrentar a Dios Padre con todo su amor, toda su belleza, eso se llamó siempre dentro de la Santa Madre Iglesia: Visión Beatífica, visión ya saben que es, beatífica viene de santa, una visión santa o también se llamó Bienaventuranza, es decir la felicidad total, completa, definitiva sin ningún punto negro, eso es lo que les ofrece el Señor.

Cuando dijimos recién: ven a beberla que es más dulce que la miel, detrás de esa palabra está: bebe de esta agua, de la palabra del Señor que te va a dar tanta dulzura ahora y cuando mueras, pero no una dulzura que se pasa como cuando comemos dulces y nos hartamos, no, dura para siempre. La palabra para siempre tiene que ser algo que se diga… (se dio vuelta la cinta)…, llamados por el amor, es decir cuando uno está próximo a morirse, lo que cuenta es el amor y la palabra de Jesús resonando en los espacios infinitos: ¿cuánto amaste?, Él lo debe decir con más dulzura que yo, ¿cuánto amaste Mi querido?, ¿cuánto?, ¿cuánto?, y si pero no me enseñaron a mí, ¿cómo que no te enseñaron?, ¿por qué no llegaste hasta Mi Capilla en medio de la pampa gringa?, ahí hubieras aprendido muchas cosas que en otro lugar no te lo enseñaron, pero no hay gente ahí adentro sino porque estoy Yo dice Jesús, porque estoy Yo, por eso te pido que vengas a este pequeñísimo lugar de la pampa gringa donde hasta las piedras florecen, donde el agua es más dulce que la miel, donde las flores tienen una vida diferente a las flores que están por ahí, porque todo acá es diferente, todo.

Señor, que contentos que estamos con que seas nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, que contentos Señor, que contentos.

Señor de la Misericordia, vos que nos amás tanto, saná nuestra herencia, siete generaciones para atrás, siete para adelante, es decir siempre, para que todas las enfermedades heredadas o las enfermedades que podrían heredar nuestros hijos, hoy, ya, en este momento estén eliminadas, porque vos has sanado el patrón genético, es decir donde están contenidas las cosas que nos van a ser daño.
Además Señor, humildemente te pedimos que cubras con tu Sangre Preciosísima y con el agua que es más dulce que la miel, cubras a todos los hombres de este país que están en sus casas o están en las rutas o estén donde estén, para que pronto tengan una respuesta de la solución a sus problemas. Cubrí todo Señor con tu Sangre Preciosísima, nosotros de aquí poco podemos hacer, pero vos lo podes hacer todo, absolutamente cuando cubrís todo con tu Sangre Preciosísima, todo.
Además Señor te pedimos por las almas que están en la oscuridad, que las hemos nombrado hoy, aquellas que no amaron lo suficiente y están en penurias para seguir adelante en el camino hacia la Luz, te pedimos por todos ellos, porque seguramente acá dentro todos tenemos algún familiar que está allí en la oscuridad, ya lo creo que hay muchos de nosotros que tenemos familiares en la oscuridad todavía, más vale no quieran enterarse ¿eh?, porque somos tantos los que tenemos familiares en la oscuridad.
Señor de la Misericordia, te pedimos por todos y para todo, que cada uno de los que están presentes y de los familiares que dejaron en su casa o de las personas que aman o de los que aman pero no los aman, que sobre todos descienda tu gracia Señor como un camino hacia la Luz, sí Señor, estoy seguro que lo vas a hacer Señor, porque vos te das cuenta cuánto te amamos Señor, qué puede importarnos el resto Señor, si te amamos profundamente y vos nos amás a nosotros mucho más profundamente, qué puede importarnos el resto, qué, nada.
Señor, tu aliento tibio está desciendo sobre cada rostro de los presentes y tu calor se siente Señor, así como se sienten tus movimientos y los movimientos de la Madre, con más razón porque su manto choca por todos lados, no es que choque, roza y al rozar sana, nosotros nos parece que choca.
Jesús de la Misericordia, cuantas gracias te damos por estar cobijados bajo este techo, por estar aquí perdidos en medio de la pampa gringa donde creemos en el amor y creemos que vos todo lo podes, sí Señor, incluso llegar hasta nuestra alma para que nosotros podamos decirte: tan cerca de mí…. A ver más todavía: tan cerca de mí….
Señor estás aquí, entonces yo voy a hacer toda una lista en mi mente de todo lo que tenés que sanarme Señor, a lo mejor ya lo hiciste pero yo lo mismo te digo, voy a hacer una lista ya nomás, con rapidez para que pases sanando, sí Señor, todo, todo, pero también pienso, tengo que abrir el corazón para dejarte entrar sino vas a pasar de largo, mientras todos decimos con fuerza: sáname Señor con tu Espíritu….
Sí Señor, eso es lo que necesito sentir el fuego de tu amor en mi corazón sintiendo lo que está pasando y está sanando, no solamente a mí sino a los que amo y tengo que abrirme Señor para que el calor de tu llama me inunde, me queme totalmente porque te necesito tanto Señor, es tan dura la vida, en todos, tenemos una vida difícil Señor, dale Señor, danos lo que necesitamos a nosotros y a todos aquellos que nos encomendaron oraciones para que nos sanáramos, dale Señor, dale, somos tus hijos Señor, los que creaste a tu imagen y semejanza un buen día, soplaste en nosotros un alma inmortal, nos hiciste a imagen y semejanza tuya, pequeños diositos, en consecuencia participamos Señor de tu naturaleza humana y queremos para nosotros lo que nos anda haciendo falta, que es demasiado Señor, es mucho, pero para vos, para tu Misericordia no es mucho, porque todo nos lo das en abundancia, sí Señor, vos todo nos lo das en abundancia, que hermoso Señor es sentirse así con vos.
Te amamos Señor, no por repetírtelo tanto no lo hacemos sino porque necesitamos insistir Señor, cuánto te amamos Señor.