Dicho con otras palabras, hacer posible que cada hombre pueda decir su palabra, una palabra que sale de una conciencia libre, no de una conciencia condicionada por toda una vida de sufrimiento, de resentimiento y de todas las cosas horribles y también la de sus ancestros, su pasado. Mensaje del 22 de Mayo de 2008

Habla Artemio:

22 de Mayo.

Sigue diciendo la Madre.

Dice la Madre:

Es cierto que durante todos estos años de Revelaciones se fueron dando una serie de principios sobre los cuales edificar tantísimas cosas o todas las cosas del Tercer Milenio, pero esos principios rectores que siempre han obedecido y obedecen a los Evangelios siempre; aunque alguien pueda interpretarlos de otra forma pero corre por cuenta de ellos.

Lo que resta en este momento es llenar todos esos principios de la vida cotidiana, de la vida de todos los días, porque, es cierto, que nos llenamos la boca al decir: queremos que los sin voz tengan por fin voz, pero esto debe concretarse en la vida de todos los días y en esa vida de todos los días nos encontramos con que las personas por tantos pero años y años y años de vivir en una realidad no es fácil hacer entender muchas cosas, incluso a veces con las más buenas intenciones interpretan mal la acción de aquellos que quieren sacarlos, sacarlos de una vida pero no para que piensen como uno, no, sino que vayan adquiriendo su propia forma de pensar.

Fácil sería decir: que piensen así, pero eso es una forma de alienación, lo que hace falta es rodear al ser humano de todos los elementos necesarios, exteriores e interiores para que tengan libertad suficiente de ir descubriendo su propia vida, de ir descubriendo todos aquellos principios que deben regir su existencia cotidiana, sino no es posible hacer que tengan voz los sin voz.

Dicho con otras palabras, hacer posible que cada hombre pueda decir su palabra, una palabra que sale de una conciencia libre, no de una conciencia condicionada por toda una vida de sufrimiento, de resentimiento y de todas las cosas horribles y también la de sus ancestros, su pasado. Entonces, no es tan simple cuando no se tiene la ayuda de la Misericordia para que puedan pensar como personas libres con la base dada por el Padre ya en los comienzos.

Entiéndanlo, la tarea de todos los días es difícil, muy difícil, porque a veces la persona bien inspirada quiere que el otro piense de esta manera pero tampoco puede llevar la cuestión. Lo fundamental es hacer que Él pueda pensar en base a su realidad, en base a lo que siente… (se dio vuelta la cinta)…, para hacer lo que está bien, no lo que a nosotros nos parece que está bien.

Basándome en el Evangelio les digo: no salir a predicar la palabra como una norma o algo fijo y establecido sino hacerse de amigos para que los reciban y no hay mejor forma de llevar la palabra que la propia vida: acuérdense de aquél episodio de Carlos de Foucauld, cuando el jefe árabe se acerca y le dice: ¿quién es tu Dios?, porque si tu Dios crea hombres como vos realmente es el Dios verdadero, atendiendo a toda la acción que llevaba a cargo, toda la acción que llevaba adelante este hijo querido.