Entréguenle el corazón al Señor de la Misericordia, entréguenselo, que Él envía su Espíritu Santo como el gran Consolador. Háganlo y van a ver que todo lo que pasa en vuestra vida se va a solucionar.
Oración del 10 de Mayo de 2008Habla Artemio:
Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Empezamos diciéndole al Señor: hoy perdóname…. Le vamos a dar gracias al Señor por haber venido hasta acá, si hemos llegado hasta este lugar quiere decir que el Señor nos trajo y si Él nos trajo nos ama y por lo tanto no podemos estar tristes ¿no?, entonces le decimos: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….
Ahora vamos a leer la palabra, después yo voy a pasar por cada persona para darles la llama del Espíritu Santo, porque hoy y mañana festejamos Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles, como ustedes ven no estoy en buenas condiciones hoy ¿eh? pero siempre al pie del cañón ¿no?, bueno, al cañón del amor ¿no?, por supuesto, ahora después yo voy a pasar por cada uno y después cada uno de ustedes con vuestras fotos, con todo lo que quieran hablar Miguel y Roque les van a dar la bendición, yo personalmente a cada uno también se la doy pero tocando la llama del Espíritu Santo. Tenemos que estar tan alegres porque el Consolador que nos prometió Jesús nos lo envía para darnos todo lo mejor. Ahora vamos a escuchar el Evangelio, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio según San Juan: “la tarde de ese mismo día, el primero de la semana los Discípulos estaban a puerta cerrada por miedo a los judíos. Jesús se hizo presente allí de pie, en medio de ellos y les dijo: la paz sea con ustedes. Después de saludarlo así, les mostró las manos y el costado. Los Discípulos se llenaron de gozo al ver al Señor. Él les volvió a decir: la paz esté con ustedes. Como el Padre me envió a Mí, así los envío a ustedes. Dicho esto, sopló sobre ellos: reciban el Espíritu Santo, a quienes ustedes perdonen quedarán perdonados, y a quienes nos libren de su pecado queden atados”. Es palabra de Dios, te alabamos Señor.
Bueno, hagamos una oración muy grande al Señor de la Misericordia para que envíe sobre nosotros su Espíritu Santo, no solamente hoy sino a través del tiempo, todos los días, a cada momento. Jesús quiere para nosotros todo lo mejor, por eso te amamos Señor tanto porque después de conmemorar el día de la Ascensión el domingo pasado, hoy sábado y domingo conmemoramos Pentecostés, es decir la venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles.
Cuando las personas reciben el Espíritu Santo todo en ellas empieza a ser de otra manera, acuérdense siempre, y una de las formas de recibirlo es cuando pasan a buscar la bendición, el caerse en el sueño blanco, sueño del Espíritu, allí es cuando el Espíritu Santo entra en ustedes y les da todo lo que ustedes necesitan, a veces lo hace por ustedes, para sanar toda la vida, no solo la presente sino también la pasada desde antes de nacer hasta hoy y siempre. El Espíritu Santo puede manifestarse de muchas formas, como lo hemos visto aquí la semana pasada, el domingo, que cayeron un montón de plumas en el piso porque habían entrado Ángeles y palomas pero palomas espirituales se sobreentiende, porque simboliza el Espíritu Santo ¿eh?, y ustedes habrán visto que nuestra Madre aquí tiene sobre el Corazón una paloma, porque ella en este lugar es Mensajera del Espíritu Santo, para que nosotros podamos entender la Misericordia de su Hijo.
En el librito que está ahí sobre el altar, que llévense ustedes uno o más si quieren, están los Mensajes de la Madre, el número 21 a ese me refiero, donde habla de todas estas cosas, llévenlo y léanlo como verdadero tesoro de la Madre, para que vean hasta qué punto la Madre nos ama, la Madre quiere para nosotros todo lo mejor; ustedes dirán: he llevado una vida que a lo mejor no era suficientemente buena, y yo le digo: la Madre quiere todo y a todos, ¿por qué?, porque su Hijo dijo: Yo vine al mundo para que todo se salve y nada se pierda y aquí y antes con Santa Faustina el Señor dijo: Yo vine al mundo para amarlo todo, comprenderlo todo y perdonarlo todo, así que por muy pesada que sea la carga que cada uno tenga el Señor en un instante te la puede quitar, solamente lo que necesita es que vos se la des, cuesta tan poco sacarse la carga de arriba y decir: tomá Señor, esto me molesta demasiado, yo quiero que vos tengas todo lo mío, todo mi pasado, mi vida, mis cosas, todo.
Y hoy justamente es un día maravilloso para ofrecerle al Señor toda esa pesada carga que cada uno lleva, ¿quién no sufrió antes de nacer?, ya en la panza de su mamá, ¿quién no sufrió a lo largo de toda su vida?, ¿quién no padeció injusticias, vergüenzas, ignorancias?, de todo un poco, ¿quién no padeció la maldad de muchos que andan diseminados por el mundo?, ¿quién no tuvo alguna vez dolores enormes en su corazón?, todos tenemos, bueno ahí está el Señor que con todo su amor nos está diciendo: vengan a Mí los que están cansados, los que tienen una cruz muy pesada, todos, que Yo los voy a aliviar, vengan a Mí.
Por eso, cuando yo me acerque con la vela del Espíritu Santo ¿eh?, ustedes piensen: en este momento le dejo al Señor toda mi vida y la de mis hijos y de todas las personas que amo, no hay nada tan grande como ofrecerse al Señor para que Él nos sane, si tu enfermedad es muy fea no tengas miedo, si tenés que tener una operación dentro de muy poco, todo va a salir muy bien, porque Jesús nos habla también a través de los médicos y de todos aquellos que nos ayudan.
Jesús nos está hablando siempre, nos sigue siempre a todos lados, Él quiere para nosotros todo lo mejor, que pena es desperdiciar toda una vida maravillosa que el Señor nos ofrece. Y ahora justamente en esta festividad de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo es cuando más debemos decirle al Señor: invadí mi alma Señor, sacá todo lo que no te gusta, que yo quiero vivir para servirte, dentro de mi profesión, como padre o madre de familia, en todo lo que sea, en todo.
Entréguenle el corazón al Señor de la Misericordia, entréguenselo, que Él envía su Espíritu Santo como el gran Consolador. Háganlo y van a ver que todo lo que pasa en vuestra vida se va a solucionar.
Yo estoy viendo en este momento, aunque poco puedo hablar por la afonía, pero estoy viendo cuántas personas torturadas por el dolor hay acá dentro y cuántas personas torturadas por los sufrimientos de una enfermedad que según los médicos es incurable, para el Señor nada es incurable, nada, absolutamente nada. Si Él quiere, también resucitamos, si Él quiere y si nosotros se lo pedimos puede hacer de nuestra vida algo realmente maravilloso.
Estamos, delante del Señor, a ver como abrimos nuestro corazón para que Él entre, a ver, ya llega el Señor a nuestra alma, ya llega, para traernos todas sus gracias y su Misericordia, no sean duros, vamos, abran vuestros corazones, ábranlos de par en par, abran el corazón, el Señor no se niega a darles lo que necesitan, es cuestión de que se lo pidan con un corazón humilde y contrito, es decir apesadumbrado porque pasaron tantos años y no nos acordamos de Él, pero Él no nos reprocha nada, solamente quiere que con humildad le pidamos todo lo que necesitamos, hasta las cosas más difíciles en cuanto a nuestra salud, en cuanto a todo lo que sea enfermedades psíquicas, físicas, espirituales, la necesidad de un buen trabajo, la necesidad de que el trabajo que tenemos sea cada día más agradable, que nuestros superiores no nos hagan injusticias, nos paguen lo justo. Además del trabajo, piensen: Señor quiero tener mi techo propio para quien no lo tiene, quiero tener el techo y el piso para hacer con ello mi hogar. Una de las obras de la Misericordia es justamente dar techo a quien no lo tiene, por qué no se lo vamos a pedir nosotros en este día en que Él tan generosamente envía su Espíritu Santo como quien dice: pedime lo que quieras, Yo te lo doy y si hay algo que ves que se interpone entre vos y Yo contámelo, decímelo, decímelo porque Yo quiero que todos Mis hijos realmente vivan una vida rica en abundancia, no solo la abundancia espiritual sino también la abundancia física.
Estamos esperando al Señor, para algunos ya llegó, para otros no se resistan más, abran vuestro corazón, a ver, abran el corazón de par en par, Jesús quiere habitar en Él para siempre, Él traerá todo lo mejor, no se acuerdan más de vuestros dolores y vuestros problemas, Él pasa sanando todo, absolutamente todo.
Es hermoso poder decir: Dios, que me creó a su imagen y semejanza, ahora en este momento sigue amándome como siempre y me da todo lo que Yo necesito, Él es nuestro Padre, es nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, compañero porque come el mismo pan, justamente ese es el significado de la palabra compañero y al comer el mismo pan quiere decir: siente los mismos dolores que nosotros, las mismas alegrías que nosotros, goza con nuestros hijos o con no tener hijos, goza con cada una de las cosas que tenemos, así como se duele de las cosas que nos faltan, porque a veces nos faltan sí, pero me acuerdo siempre de aquél hombre que decía: tanto Señor no es lo que pretendo, un plato de comida, un Cristo para rezar y un libro para leer, el resto si vos querés me lo das por añadidura.
Un plato de comida, un Cristo para rezar y un libro para leer, el resto vos me lo das por añadidura, porque quien está con el Señor nunca más puede decir tengo mala suerte o las cosas a mí no me funcionan, no, no, incluso para nuestros dolores que parecen que realmente parecen que nadie los puede solucionar como el tener un hijo diferente o estar en una silla de ruedas o lo que sea, pero el Señor puede darte todo el amor del mundo para que vos veas que desde una silla de ruedas también podes ser muy feliz y si tenes un chico que es diferente Él te va a hacer ver también que ese hijo es un fruto del amor y en consecuencia estás como privilegiado por tener un hijo así y no es algo terrible, también eso es fruto del amor ¿eh?, también.
Por eso mis queridos, qué hermoso es saber que uno tiene continuamente el consuelo del Señor, que Él nos provee lo que nos falta, nos da lo que no tenemos, nos cobija en nuestro desamparo, nos ayuda en los momentos difíciles y quiere para nosotros todo lo mejor. Cuánto te agradecemos Señor toda esa generosidad que tenés con nosotros, es cierto Señor, vos nos hiciste por amor, por amor continuas la obra en nosotros, por amor algún día moriremos en tus brazos y por amor nos darás una eternidad llena de Luz, que hermoso Señor, que maravilla es tenerte por Padre, por compañero, como hermano, como el amigo de todas las cosas. Él mismo nos dice en un Evangelio de estos días: nada hay tan grande como dar la vida por un amigo, por ahí alguien preguntó: ¿es tanto?, y sí, es superior a todos los otros amores, porque los otros amores siempre hay algún interés, en la amistad no, directamente se quiere, se ama al otro con todas las fuerzas del corazón por una razón muy simple, porque es nuestro amigo. Dar la vida significa sacar la cara por la persona que amamos, significa ayudarle en los momentos fáciles y difíciles, estar junto cuando parecería que todo está lejos, acompañar en el dolor cuando alguno de la familia parte antes y pensar con generosidad que el que partió antes nos espera en la Luz para vivir una gloria por toda una eternidad.
¿Ustedes entienden lo que es decir eternidad?, es decir siempre, eso es lo que nos espera ¿eh?, una eternidad de Luz, de amor, donde no tendremos ni que trabajar, ni en ningún problema pensar porque todo será alimento del Señor.
Cuando se ama a alguien mucho se le da todo lo mejor y como el Señor nos ama tanto nos da siempre todo lo mejor.
Para quien todavía no abrió su corazón, a ver intente abrirlo, intente abrir su corazón para que Jesús entre y permanezca en ustedes para siempre, inténtenlo, a ver, inténtenlo, por más que hayan pasado muchos años, que haya mucho peso en vuestras vidas, que haya muchas injusticias en vuestro pasado no importa, abran vuestro corazón, abran, ábranlo, ya llega el Señor, ya llega el Señor, está tan cerca de nosotros, tan, tan cerquita de nosotros que si nos ponemos muy sensibles y escuchamos bien y sentimos bien nos vamos a dar cuenta que hasta sentimos su respiración, el calor de su cuerpo y la mano de Él tocándonos la cara o el cuerpo justamente en el lugar que nos duele o en el lugar que más
necesitamos.
(Se escucha un niño quejarse)… .Ese gemido que sentimos de esos niños, son los mismos gemidos que tenemos nosotros los adultos cuando estamos apenados, cuando estamos apenados estamos así quejándonos, sufriendo, teniendo al Señor tan cerca que dice: todo el que esté cansado, todo el que lleve una pesada carga venga a Mí, que Yo lo voy a aliviar. Tenemos la obligación de hacer que
nuestra cruz sea lo más liviana posible.
Mis queridos hermanos, padres de familia, abuelos, insistan con vuestros hijos o vuestros nietos, insistan con vuestro ejemplo para dejarle la imagen de un padre y una madre amorosos, de un abuelo y una abuela generoso en amor y en abundancia de atención, den el ejemplo a sus hijos, inícienlos bien claramente en el camino del amor del Señor, será una vida maravillosa la que tendrá pero necesita que ustedes los inicien. En lugar de darles tantas cosas a los hijos y a los nietos invitémoslo a ellos para que reflexionen un poquito sobre el amor del Señor que les tiene. Acuérdense, cuando estemos del otro lado vamos a mirar todavía a nuestros hijos o nuestros nietos y ellos serán un fiel reflejo de las cosas que les dijimos y las cosas que les enseñamos, no se olviden, porque después vienen los arrepentimientos, caramba van a decir, yo que conocía el amor del Señor sin embargo no se lo enseñé a mis nietos ni a mis hijos, creí que era algo pasado de moda amar como Jesús ama, creí que estaba pasado de moda decir: nada hay tan grande como dar la vida por un amigo, no existe la amistad en estos tiempos ¿será que no la enseñamos?, ¿será que no nos mostramos amigos?, ¿será que no somos capaces de amar lo suficiente?, mis queridos, hay una eternidad por delante y también hay una vida que seguir adelante, por eso, escuchen estas cosas, no se las digo yo, se las está diciendo el Señor a través de mi boca.
Se dan cuenta que el Señor todo lo puede, cuando yo llegué ni podía saludar y sin embargo ahora pude dirigirles la palabra a ustedes, pensé que yo no iba a decir una palabra hoy y sin embargo el que sabe reconoce que es la voz que uso siempre, ¿no les parece a ustedes ya eso un milagro del Señor?, pero no para mí, sino para ustedes ¿eh?.
Grande es el Señor, su Misericordia no tiene límites, no la desperdicien, porque cuando uno no amó a su debido tiempo después se arrepiente y dice: caramba, si yo podía haber hecho todas estas cosas, yo podía, por qué no lo hice. No sean mezquinos en el amor, Jesús dice que el único pecado que existe es ser mezquino en el amor, todos los otros pecados derivan de ese ¿eh?, si uno no es mezquino en amar todo, todo está bien.
Jesús viene hacia nosotros, ya está presidiendo la asamblea desde el comienzo pero se acerca a cada uno de ustedes para traerles la vida en abundancia, recíbanla y digamos simplemente: tan cerca de mí…. A ver con todo el corazón: tan cerca de mí…. Claro Él llego de repente, está allí y pero como hacemos, porque uno es tímido y tanta grandeza y tanta Luz le hace daño de tanto amor junto y entonces cómo habrá que proceder, porque uno no sabe, no, pero es sencillo, es cuestión de: le hablaré sin miedo al oído….
Y ahora pensando que Él está aquí, representado en esta llama ¿mmm?, porque cuando viene Jesús dice: Yo descenderé como Espíritu y fuego, el fuego lo identifica con el Espíritu Santo, mientras recibimos al Señor le decimos: sáname Señor con tu Espíritu….
Hay personas que quieren dar un testimonio… (habla una señora: buenas tardes, yo quiero dar testimonio en agradecimiento al Señor, el domingo después del medio día, yo vivo en el campo con un nieto, fue a agarrar un caballo y le pegó una patada en la cabeza, estuvo en estado de coma. De Pozo del Molle lo llevamos a Villa María, de Villa María a Córdoba. Cuando salió de Villa María nos dijeron que no sabía si llegaba a Córdoba, cuando yo viajé de Pozo del Molle a mi casa llamé por teléfono, pedí para que Artemio pidiera por él, pedí todo el tiempo por él. Llegamos a Córdoba, dijeron que iba a tener la operación una semana de terapia, eso pasó el domingo, ayer ya lo tuve en mi casa. Gracias Señor, gracias. Otro señor sigue contando el testimonio, la señora está muy emocionada: el domingo, nosotros íbamos entrando para hablar con Artemio ahí a la casa y recibimos el mensaje de esta señora que nos pedía por favor que le habían dicho que el niño no iba a llegar a Córdoba, había perdido líquido encefálico y tenía rotura de cráneo. Artemio le dio la bendición porque a través del celular que ellos le habían mandado el mensaje, y dijo: todo va a estar bien)... (otro señor da su testimonio: yo he sido asmático desde que nací y la primera vez que vine, hace dos meses largos, en este tiempo los otros años atrás estaba ya en este tiempo internado dos o tres veces en el hospital. Y esta vez la dolencia del asma se me fue, se me fue que ya ni los remedios tomo. Gracias, gracias Dios)…
Ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….
Pon aceite en mi lámpara Señor….
Yo tengo un barco que navega por el mar….