Ayer les decía del tiempo de bonanza, les hablé de ese tiempo, desde que acampamos con Mi Hijo en este lugar se vio siempre muy claro que ya los tiempos viejos habían fenecido y que los tiempos nuevos del Tercer Milenio, traerían muchas grandezas. Mensaje del 29 de Marzo de 2008

Habla Artemio:

La Madre.

Dice la Madre:

Ayer les decía del tiempo de bonanza, les hablé de ese tiempo, desde que acampamos con Mi Hijo en este lugar se vio siempre muy claro que ya los tiempos viejos habían fenecido y que los tiempos nuevos del Tercer Milenio, traerían muchas grandezas, observen las naciones como han evolucionado, observen como la gracia y la Misericordia está haciendo que los pueblos puedan decir su palabra a través de sus gobernantes.

Mis queridos, de todas las latitudes, como notan la presencia del Señor, ya las injusticias no pueden ser tan fácilmente cometidas, no, los hombres se están dando cuenta que una fuerza extraña y sublime surge desde las alturas, surge de los montes y de las tierras áridas, surge del centro de la Tierra y todo es lo mismo, en pos del hombre.

Mis queridos, Mi Hijo los tuvo en su mente desde todos los tiempos, cuánto les amó, cuánto les amó, les sigue amando y les amará por toda una eternidad, su amor seguirá siempre a pesar de todo, siempre, aunque los hombres muchas veces ni se den cuenta pero la Misericordia estará nutriendo cada cosa, cada ser, pequeño o grande, cada hombre, viva donde viva, esté donde esté, se arrodille delante de cualquier Dios, en todos está manifestando Mi Hijo su Misericordia, en todos.