Te estoy diciendo esto porque quiero que vos y todos los hombres sepan que en este continuo presente, en el que vivo, estoy viendo toda esta obra maravillosa, también veo todas las luchas para llegar hasta esto, los sinsabores pero sobre todo la alegría de los hombres que saben que están construyendo para el Señor.
Mensaje del 02 de Febrero de 2007

Habla Artemio:

02 de Febrero de 2007.

Dice Jesús:

Ustedes saben que el Señor está fuera del tiempo, el tiempo lo miden los hombres, Yo, estoy viviendo junto al Padre y al Espíritu Santo en un continuo presente; entonces quiero decirte algo sobre la Ciudad de Dios ; ya esta mañana se ha celebrado la Santa Misa en el Templo del Tercer Milenio, te cuento todo esto para que lo sepas vos y todos los hombres del mundo.

He visitado, como es habitual, a muchos ancianos junto a los Santos que me acompañaron siempre, y por supuesto, Mi Mamá, también estuvimos con todos los niños con capacidades diferentes, por supuesto me alegré por ver la atención que tienen justamente como personas diferentes. También estuve en todo el lugar en que están trabajando aquellos hombres que ya en la sociedad no tenían lugar y estaban condenados a una muerte prematura porque ya el mundo no les daba lugar para establecerse pero aquí tienen oficios hermosos, bueno algunos los que tenían en el mundo pero otros fueron aprendiendo. Me maravilló los hermosos trabajos que hacen sobre cestería y justamente de los mimbres y otros elementos que cultivan aquí donde están todos esos emprendimientos pequeños pero que a ellos les entretiene y les da un sentido a la vida.

Anoche falleció un anciano de 108 años, murió en paz y feliz, no vino nadie de la familia a interesarse por él pero había tantos de esos compañeros que acompañaron sus últimos momentos y estaban todos muy felices viendo como él había aceptado la proximidad de su muerte y tomaron su muerte como algo natural como debe tomarse, como queriendo decir: partió antes, ya partiremos algún día nosotros, pero mientras tanto no estamos ni mal ni disgustados ni…, sí por supuesto, uno lamenta siempre aquél que convivió con uno y ahora ya no convive pero es una cuestión de tiempo y ya estaremos todos juntos.

Te estoy diciendo esto porque quiero que vos y todos los hombres sepan que en este continuo presente, en el que vivo, estoy viendo toda esta obra maravillosa, también veo todas las luchas para llegar hasta esto, los sinsabores pero sobre todo la alegría de los hombres que saben que están construyendo para el Señor.

En la parte en que hay tantos niños con sus facultades alteradas o los miembros crecidos como su cabeza, que en apariencia no entienden nada ni conocen nada, comen, se distraen tal vez y duermen, pero hasta a nivel piel sienten el afecto de aquellos que lo tratan. Entre ellos veo, en quienes los tratan, una enfermera chilena, un médico paraguayo y dos especialistas en estas enfermedades que vinieron de Europa.

Estoy viendo también todos los trabajos que realizan aquellas personas que han dejado su hogar y su patria y vinieron a este lugar atraídos por la gracia del Señor porque en la Ciudad de Dios se vive en un estado continuo de gracia, justamente esa gracia que viene de cuidar a los enfermos, de ayudar a los ancianos, de atender a los niños con capacidades diferentes y todo lo que pasa aquí en la Ciudad de Dios , vieran que hermoso que es.

Y también me estaba fijando en que entre esos niños de capacidades diferentes hay unos cuántos que sus abuelos no se prestaban a colaborar ni siquiera creyeron que eso sería posible pero ahora sus nietos están aquí muy bien cuidados mientras ellos duermen, su cuerpo duerme en el cementerio. No digo dónde están aquí junto a Mí, pero como hicieron tantas cosas en Mi contra aquí se dieron cuenta que Mi Misericordia siempre alcanzó para todo, incluso para que ellos estuvieran muy poco tiempo en la oscuridad y ahora están a la Luz del Padre.

Todo esto es maravilloso, vívanlo de antemano, es hermoso ver como la Misa ya no es algo más separado del resto sino que cada uno continua con la Misa en su trabajo cotidiano, me tienen a Mí en su interior y eso les da fuerzas y alegría para servirme con dedicación y esmero.