Entonces no pidas más de lo que pueden dar, pero tenes que ponerte firme para que nadie se crea, de los cercanos y de los lejanos, nadie se crea con corona de ninguna especie, como bien dijiste el otro día: si Jesús es el siervo de los siervos ¿eh?, entonces ¿qué pueden ser los seres humanos?.

Mensaje del 27 de Enero de 2007

Habla Artemio:

27.

Dice Jesús:

Me gusta todo lo que dijo tu mamá, me gusta porque es una voz que tiene sus experiencias en la Tierra y de este lado.

Yo te aconsejo, te sugiero, te digo: ni te esfuerces ni te esmeres y casi ni lo intentes hacer que comprendan algo o mucho de todo esto, salvo contadas excepciones, incluso de muchas personas que están cerca tienen muy buena voluntad, tienen un corazón muy grande pero habría que ver si todas las personas conociendo la vida íntima de todos seguirían siendo como son, es decir también en eso se ve Mi Misericordia, ocultar todos aquellos datos sobre la vida de alguien que no pueden ser entendidos por los demás y entonces vigilar sigilosamente todo para que lo que cada ser humano trasunte sea comprensible para los demás.

No se le puede pedir más a cada uno, ahora sí se le debe pedir que sean sinceros, lo que no se entiende, no se entiende, lo que no se sabe, no se sabe, no se puede estar fingiendo cosas, actitudes y gestos, montones de cosas que obedecen mucho a los intereses creados de cada uno y como dicen los hombres: cada uno trabaja para su propia quintita y los demás son importantes, son santos, son venerables, son maravillosos en la medida que entren en las estructuras que ellos tienen formados pero hablar de una caridad o mejor dicho del amor, porque esa palabra tiene muchas acepciones pero el amor como realmente les quiere decir el Espíritu Santo siempre es muy distinto del que en general se siente.

Sí, ya sé de las limitaciones humanas, de las precariedades y de todo pero a veces hay conductas muy tozudas para llegar a comprender algo y ni siquiera intentar, ni siquiera intentar querer decir algo sobre ciertas conductas porque, es como aquél que baja las cortinas de su vida para siempre, porque los orgullosos son el mundo, es decir todos tienen ese corazoncito al cual cuidan y hacen muy bien pero lo cuida de cualquier palabra que puede ser corrección, que puede ser sugerencia, que puede ser crecimiento, no, el crecimiento y la conversión se da en muy pocos y en grados bastante, bastante pequeños.

Entonces nunca te llames a engaño y nunca vayas a creer que si todos se vieran desvestidos espiritualmente se verían las mismas cosas que se ven así en forma cotidiana, allí empezarían a salir montones de situaciones, vidas y conductas que es mejor que se ignoren porque la capacidad de comprensión no alcanza y mucho menos la cantidad de amor para justificarlas.
Pero aquí hay un error fundamental que hay que tener en cuenta, Yo he creado a cada ser humano, a Mi imagen y semejanza, entonces qué tienen que decir los demás, qué tienen que opinar los demás, por qué las segregaciones, por qué las indiferencias, por qué tantos sentimientos, actitudes, emociones que son únicas en la persona y lo que tal vez para alguno puede ser relativamente malo, para Mí puede ser óptimo de bueno, no se olviden de eso.

Entonces no pidas más de lo que pueden dar, pero tenes que ponerte firme para que nadie se crea, de los cercanos y de los lejanos, nadie se crea con corona de ninguna especie, como bien dijiste el otro día: si Jesús es el siervo de los siervos ¿eh?, entonces ¿qué pueden ser los seres humanos?.

Estas palabras pueden sonar un poco ásperas, pueden sonar un poco lapidarias, pero no es así, partiendo de la base que Mi Misericordia alcanza para todo, pero es cierto también que montones de situaciones, actitudes, palabras tienen que ponerlas cada hombre y no se puede decir: yo amo a todos cuando está amando solamente que algunos poquitos y porque saben solamente las cosas que se ven y no las que están detrás sino no los amarían por nada.

Estas palabras sirven para todos, incluso para vos, para todos los seres humanos ¿mmm?, cuánto hay que aprender todavía, cuánto hay que convertirse todavía pero cuánto para llegar a ese estado del que comúnmente se habla, si se ama a todos pero cada uno ama de la forma que le conviene o le deja ver sus pocas o muchas luces.

Yo lo explico todo y lo justifico todo pero no por eso las personas tienen que dejar de crecer y de convertirse, sea quien sea, viva donde viva, haga lo que haga, tengan los cargos que tengan y me refiero a los laicos y a los religiosos que refriegan en la cara de los demás que son seres consagrados, claro, eso de seres consagrados Yo lo veo y los hombres usan la expresión pero Yo veo hasta qué punto llega la consagración en cada ser humano.

Es por eso que hay que moverse en el mundo de una forma muy especial, no dejar a nadie afuera y esforzarse de acuerdo a la capacidad de amor que cada uno tenga para llegar a los otros y como pararse delante de cada uno pensando por dentro: Señor, decime qué palabras son las mejores para este ser, porque hay una distancia abismal entre un ser humano y otro y mucho más en cuestiones de amor, todos aman, aman o dicen que aman pero Yo no veo todo ese amor que dicen tener muchos, cercanos y lejanos, hermanos de todos los días, de convivencia o de personas que están en el otro extremo del globo terráqueo.

No se llamen a engaño, no se llamen a engaño, no pasen un día si ustedes quieren seguir Mi palabra, no pasen un día sin ver hasta qué punto lo que ayer no se amaba lo suficiente hoy se lo ama un poquito más.

Yo a nadie le niego luces, si me las piden, para ver más claro, lo que sí resulta tedioso incluso para quien lo padece, eso de girar siempre sobre el mismo punto y además de eso a veces justificar alguna cosa por los años de jóvenes o de grandes o de adultos, porque para Mí no hay ancianos, hay adultos, adultos, como te enseñé hace tantísimos años y vos lo enseñaste, remarcando aquello de adultos-adultos.

Por eso Mi querido, uno es el mundo que aparece, otro es el mundo que es realmente y todo se va a develar de este lado, pero como bien dijo tu mamá en el otro Mensaje, si bien todos llegarán a resplandecer en la Gloria, pero como otra será la situación no habrá envidias ni nada ni celos ni mucho menos, pero ciertas características no se pierden del otro lado.

Por eso el peregrinaje del hombre hacia la Jerusalén Celestial debe ser de esa manera, ir perdiendo todos los días aquellos pedacitos de elementos que uno tiene, que son inservibles para una eternidad, inservibles para llevar como equipaje en el momento de morir y hay cosas que son impostergables, cuando uno cae en la conciencia total o plena de que algo debe ser de una manera no puede ser otra, ya en uno y mucho menos que ver entrar a legislar en la vida de los otros.

Ahora Yo pregunto: pónganse una mano en el pecho y díganme con sinceridad: ¿quién no quiere meterse diariamente en la vida de los otros, pero no para ayudar, muchas veces sí, pero en general hay hasta en el fondo un sentimiento hasta un poquito morboso respecto al mirar la conducta de los demás, hay como una predisposición natural a encontrar cosas no buenas para señalar, pero no buenas no porque no sean buenas sino porque el que mira o al que mira no le parece que sean buenas, entonces están continuamente invadiendo conciencia de otros, hay que tener mucho cuidado en eso y todas las personas, para con todas las personas, entonces ustedes dirán: el juzgar está mal, y claro, siempre está mal el juzgar, en todo caso se puede sugerir decir algo, opinar, que es justamente decir: parece que sí, parece que no, y dejar la puerta siempre abierta para que irrumpa el Espíritu Santo y traiga la Luz necesaria para mirar cada cosa, cada vida, cada situación y por supuesto cada persona desde otro ángulo y de una forma diferente, que debe ser dictada por el amor sin medida.

Amén.