Decía sobre las plantas, hay que entrar a ese mundo, pensar todo el mundo de una rosa, de un paraíso, de un fresno o de cualquier planta grande o chica y tener en cuenta hasta qué punto esa vida está sintiendo, está sintiendo el impacto del hombre, la incomprensión del hombre y se mira nada más que lo redituable, nada más. Mensaje del 24 de Noviembre de 2007

Habla Artemio:

24 de Noviembre.

Dice la Madre:

Me gustaría hablarles hoy sobre algunas cosas que pasan tan desapercibidas para el ser humano.

Cuando Jesús dijo, refiriéndose al pez muerto, y ante tu pregunta: ¿por qué Señor te preocupás por el pez si hoy han venido tantos enfermos de cáncer y otras enfermedades?, y Jesús te dijo: es lo mismo, dando a entender y explicando que en la muerte de ese pequeño ser o en la enfermedad de una persona se da un desorden, un desorden muy grande y no olviden que las primeras cosas que dijo Mi Hijo acá fue de que todo sería hecho nuevo.

Al comenzar este Tercer Milenio damos normas, las grandes verdades siguen siendo grandes verdades inalterables, como tantas veces se dijo y se volvió a repetir: nadie quiere hacer un nuevo Evangelio ni nada por el estilo, sino directamente decir, argumentar cosas para encaminar este Tercer Milenio, pero qué lerdos que son los hombres para decidirse ¿no?.

Incluso por ejemplo Yo con toda Mi amabilidad, Mi caridad, Mi comprensión trato a todos los que vienen acá y a veces para darles la bendición, tengo que esperar que se callen porque están hablando cualquier cosa, nada que ver. El hombre está como aturdido con el mundo, las cosas, por supuesto que influyen los medios masivos de comunicación para cambiarles el contexto a la persona, no es tan fácil encontrar ya esa pureza primigenia de tantos y está todo como contaminado y Yo sé que estas palabras que voy a decir, muchas de ellas no serán oídas o serán oídas de una forma como sobrándolas ¿no? pero quedan sentadas las bases de qué piensa el Cielo, es una forma de decir, sobre cada una de las cosas que forman el mundo de esta Tierra.

Refirámonos a las plantas en primer lugar, está la incomprensión que hay sobre el mundo vegetal, a nivel de las plantas muy pequeñas, pequeñas, medianas y grandes, el hombre está como ausente en cuanto a la consideración del valor de los vegetales en todos los órdenes y hay una total falta de respeto incluso para ingerirlas, Mis queridos, no es lo mismo una planta arrancada con amor, cortada de la tierra con amor para alimentarse ¿mmm?, que aquellas que se arrancan con un fin totalmente lucrativo.

Me acuerdo haberles referido, también Mi Hijo, sobre el gusto de la harina que se hace con el trigo que creció junto al canto del labriego, que lejos estamos de todo esto y por supuesto, las grandes extensiones en este lugar no es lo mismo en otros países, pero las grandes extensiones en este lugar se miran los campos con un interés concreto, dos por dos es cuatro, que pena.

El otro día cuando hablaste en la Capilla sobre el oro blanco, refiriéndote a la soja, sí evidentemente es pero hay tantas formas de mirar esos vegetales pensando en que esta pampa gringa y otras partes del país también, son como el granero del mundo, por un lado en cuanto a los alimentos y por otro lado todos los elementos que pueden obtenerse a través de estas semillas ¿no?; es decir, en gran parte los trigales son pocos y las grandes extensiones de soja son inconmensurables, Yo protejo todo pero siento añoranza por los trigales que ondulaban y ondulan también con la brisa de noviembre, a pocos días de ser cortados.

Decía sobre las plantas, hay que entrar a ese mundo, pensar todo el mundo de una rosa, de un paraíso, de un fresno o de cualquier planta grande o chica y tener en cuenta hasta qué punto esa vida está sintiendo, está sintiendo el impacto del hombre, la incomprensión del hombre y se mira nada más que lo redituable, nada más.

Vamos a pensar en estas cosas Mis queridos, vamos a pensar porque, a Mi me preocupa, me preocupa.