Palabras se dicen muchas pero quiero creer que va a verse otro tipo de cosas en todo el tercer mundo, no solo en Ámerica, no, y en esta conclusión de Aparacida no les parece a ustedes, es una pieza hermosa, redactada en forma preciosa, pero allá en el fondo hay muchas cosas que a Mi no me cierran, no, no me cierran.

Mensaje del 12 de Octubre de 2007

Habla Artemio:

12 de Octubre.

Dice Jesús:

Leo en las últimas páginas esto:

En Medellín y en Puebla terminamos diciendo creemos, en Aparecida, como lo hicimos en Santo Domingo, proclamamos con todas nuestras fuerzas, creemos y esperamos, ¿qué es lo que esperamos dicen?:
Ser una Iglesia viva, fiel y creíble, que se alimenta en la palabra de Dios y en la Eucaristía.
Vivir nuestro ser cristiano con alegría y convicción como discípulo misionero de Jesucristo.
Formar comunidades vivas que alimentan la fe e impulsen la acción misionera.
Valorar las diversas oraganizaciones eclesiales y el espíritu de comunión.
Promoveer un laicado maduro, corresponsable con la misión de anunciar y hacer visible el Reino de Dios.
Impulsar la participación activa de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, mantener un renovado esfuerzo, con renovado esfuerzo nuestra unción prereferencial y evángelica por los pobres.
Acompañar a los jovenes en su formación y búsqueda de identidad, vocación y misión renovando nuestra opción por ellos.
Trabajar con todas las personas de buena voluntad en la construcción del Reino.
Fortalecer con audacia la pastoral de la familia y de la vida, valorar y respetar nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes.
Avanzar en el diálogo ecuménico para que todos sean uno, como también en el diálogo interreligioso.
Hacer de este continente un modelo de reconciliación, de justicia y de paz.
Cuidar la creación, casa de todos en fidelidad al proyecto de Dios. Colaborar en la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe, que este continente de la esperanza sea, también sea el continente del amor, de la vida y de la paz.

Esto es la conclucíon de Aparecida, el 29 de Mayo de 2007.

Pero saben Mis queridos, cuánto valoro todo lo que han hecho, merecen de Mi todas Mis compalcencias, claro que no por eso dejo de decirles, también quedé admirado y lleno de complacencias después del Vaticano II, después de Medellín, Puebla y Santo Domingo, pero cuando Mi Mamá y Yo empezamos a dar los Mensajes aquí en este lugar ¿mmm? dijimos: que estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron justicia y liberación que no les llegó de ninguna parte. Y cuando Mi Mamá y Yo dijimos eso ¿cuántos años ya habían pasado de esas grandes reuniones que nombré antes?, sin embargo ¿qué?, no Mis queridos, no.

Palabras se dicen muchas pero quiero creer que va a verse otro tipo de cosas en todo el tercer mundo, no solo en Ámerica, no, y en esta conclusión de Aparacida no les parece a ustedes, es una pieza hermosa, redactada en forma preciosa, pero allá en el fondo hay muchas cosas que a Mi no me cierran, no, no me cierran.

Yo sé que con estas palabras ustedes se las van a tomar con Artemio, no, por favor tómenselas conmigo, porque él me presta su voz y Yo le dije que tenía que ser un Celoso Custodio de Mi Mensaje, entonces, cuando Yo le estoy dictando estas cosas él tiembla pensando cómo va a ser recibido, pero no tendría que temblar, porque Yo se las estoy dictando, que a muchos les guste o no ese es otro problema pero como alguien diría: gira el molino y no muele.

Cuántos años han pasado de Medellín por ejemplo, ahora Yo he notado por ejemplo que le tienen un miedo pánico a todas las acciones en la que se empieza a manifestar un poquito de libertad, pero decir Trinidad es decir libertad, entonces ¿por qué el miedo?, el miedo ¿a qué y a quién?, tal vez crean que se puede exagerar, no, si los laicos hubiesen sido preparados, mejor dicho, se les hubiese dejado hablar, en tanto tiempo tendría el laicado grandes colaboradores, pero Mis queridos, hay que convencerse, convénzanse todos, salvo contadísimas y rarísimas excepciones los laicos son cristianos de cuarta o de décima también, no nos llamemos a engaño.

Las palabras lindas me impresionan y me conmueven, pero Yo quiero ver otras cosas, mientras tanto les puedo asegurar, con Mi Madre seguimos caminando entre las flores que nacen de la boca de los muertos, esperando una liberación, una justicia que no les llega de ninguna parte.

Amén.