Bueno, la solución de nuestra vida y la razón de ser de nuestra existencia seguramente está en qué respuesta le demos siempre al Señor, ustedes dirán: ¿y por qué, por qué Él quiere nuestra respuesta?, y muy simple, porque es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero y nosotros funcionamos en la medida que estamos en contacto con Él. Oración del 19 de Mayo de 2007
Habla Artemio:
Bueno, la solución de nuestra vida y la razón de ser de nuestra existencia
seguramente está en qué respuesta le demos siempre al Señor, ustedes dirán: ¿y por qué, por qué Él quiere nuestra respuesta?, y muy simple, porque es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero y nosotros funcionamos en la medida que estamos en contacto con Él, en el momento en que no estamos tomados de su mano, es decir no reconocemos ni su vida, ni su existencia ni nada, somos como huérfanos, que andamos por el mundo,
tumbando por todos lados.
Sin Dios nuestra vida no solamente es muy difícil, es imposible, ustedes dirán: pero sin embargo las cosas no van tan bien, es que nadie dijo que la vida no sea lucha, una lucha constante del hombre para vivir, para sobrevivir en contra de todas las cosas malas porque todos los hombres son libres y en consecuencia, cada uno puede hacer lo que quiera y uno tiene que a veces tener las consecuencias de ese hacer lo que quieran de los demás, por eso la tremenda lucha de todos los días para vivir y para sobrevivir.
Entonces, todos reunidos en este día, pensando en que el Señor ya asciende a los Cielos y nos enviará el Espíritu Santo, en este día entonces, mirando esa fuente que está ahí adelante, que no está hecha porque sí sino porque la Mamá quiso, la Madre, la Virgen ¿mmm?, para ella es el Agua Viva que sale del Corazón de su Hijo y ella tiene la pretensión amorosa de que esa Agua caiga sobre nuestro corazón y le de todo aquello que necesitamos para que nuestra vida sobre la Tierra sea lo mejor posible, eso no quita que no tengamos que seguir luchando, pero cuando uno está tomado del Señor la lucha es muy distinta, es muy diferente.
Teniendo en cuenta esto que estamos viendo entonces decimos así ¿mmm?: Cristo es la peña de Oreb que está brotando, agua de vida saludable para mi….
Antes de leer el Evangelio le pedimos al Espíritu Santo, número 18, le pedimos que nos auxilie, para poder razonar bien, pero no razonar con la mente sino razonar con el corazón, ustedes dirán: pero ¿cómo se puede?, y sí, nuestra mente no ve lo esencial, lo ve nuestro corazón, al decir corazón decimos nuestras emociones, nuestros sentimientos, es decir todo el amor que tengamos, por eso decimos razonar con el corazón, aunque el corazón es una maquinita de bombear sangre pero se lo identifica como que en él están todas las emociones y los sentimientos y lo mejor que tiene el ser humano son las emociones y los sentimientos, lo otro se razona como hacemos todos los días pero lo que vale es justamente lo que puede salir de nuestro corazón. Entonces le decimos: ven, ven, ven, Espíritu divino, ven, ven, ven, acércate a mí….
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Nos ponemos de pie para rezar el Evangelio, hoy es día sábado 19 San Pedro Celestino y mañana es la Ascensión del Señor, tanto el Evangelio de hoy como el de mañana son tomados de el Evangelio de San Juan, dice así: “en verdad les digo: que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en Mi nombre. Pidan y recibirán, así conocerán el gozo completo. Hasta ahora los he instruido por medio de comparaciones o parábolas. Pero está llegando la hora en que ya no los instruiré con comparaciones, sino que les hablaré claramente del Padre. Ese día ustedes pedirán en Mi nombre, y no será necesario que Yo los recomiende ante el Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me aman a Mí y creen que salí de Dios, es decir de Mi Padre. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre" . Que es lo que vamos a conmemorar mañana ¿no es cierto? con el día de la Ascensión del Señor ¿eh?, bueno, esto tan hermoso es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Vamos a tratar de entender un poquito esto auxiliados por el Espíritu Santo, vamos a entender.
A veces se nos hace un poco, en general ¿no?, un poco difícil no distinguir muy
bien entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, está bien, decimos Dios y ya estamos nombrando a los tres, claro, está bien, pero aquí Jesús en el Evangelio de hoy hace una diferencia muy clara, entre cada uno, entre el Padre, entre Él y el Espíritu Santo ¿mmm?, lo que dice el Evangelio nos hace ver hasta que punto tenemos que pedirle al Padre a través de su Hijo, es decir tener claro esto, el Padre desde el comienzo de los tiempos se manifestó creando todo y también el hombre y Jesús ¿donde estaba?, estaba en el Padre, pero Jesús recién va a tomar vida corporal cuando el Arcángel Gabriel vaya a Nazareth y le diga a la Virgen María que va a ser la Madre del Hijo de Dios, entonces Dios Padre que todo lo había hecho y estaba desde siempre, también Jesús, pero no se había manifestado todavía, cuando ocurre esto de la Anunciación a María empieza a manifestarse el Hijo, es decir Jesús ¿mmm?. Entonces Jesús viene al mundo, recorre todo, para hacerlo sintético, después termina en la cruz y luego resucita, pero antes de irse, que conmemoramos mañana eso, la Ascensión, dice: Yo me voy, es decir físicamente dice me voy pero les enviaré el Espíritu Santo, que también es Dios, y que es el Espíritu Santo, es Dios, pero ¿qué es?, es el amor entre el Padre y el Hijo, eso nos está indicando también hasta qué punto el Señor, Dios Padre, eleva el amor a la categoría de Dios, por eso el mayor atributo que tiene el Señor es el amor, la mayor condición que tiene el Padre, que tiene el Hijo y que tiene el Espíritu Santo.
Entonces, cuando le dicen a Jesús en el Evangelio: “cuando nosotros queremos orar ¿cómo debemos hacer?, le preguntan a Jesús, y Él les dice: digan así: Padrenuestro que estás en los Cielos…” y así continua ¿no?, es decir decimos Dios siempre y está bien, pero en nuestra mente tenemos que hacer la distinción, entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y por qué esa distinción bien clara, porque la forma de Dios Padre no la conocemos y los seres humanos siempre queremos ver algo que pueda verse, tocarse, olerse, sentirse, somos así, incluso cuando empezamos a aprender desde niños al niño se le presenta siempre las cosas que puedan verse, que puedan tocarse, que puedan sentirse, para que él incorpore eso, es decir el ser humano necesita tener cosas concretas ¿eh?, por eso la Virgen dice: hagan una fuente, eso representa quiere decir, el Agua Viva que sale del Corazón de Mi Hijo, ¿ven?.
Es decir necesitamos siempre tener cosas concretas de donde tomarnos, porque de esa manera nos movemos con más facilidad, no es fácil pensar en Dios Padre, sí sabemos que Él es Todopoderoso, sabemos que tiene todo el amor pero qué formas le damos ¿eh?, incluso alguien que dio catequesis tantos años de su vida nunca se lo dibuja al Padre como un viejo, con barba o lo que sea, nada, no se puede hacer eso, cuando mucho se puede hacer un triángulo o se puede hacer un círculo para decir, el triángulo es algo perfecto de tres lados iguales, el círculo también, uno puede representarlo por eso, pero dibujar un viejo con barba no ¿mmm?, y el Espíritu Santo tampoco, porque ¿vos podés representar el amor de tu hijo para con vos?, ese bebé que tenés en los brazos, el amor que le tenés ¿podés representarlo?, aquí está, le traje un pedazo del amor que le tengo a mi hijo ¿podés hacer eso?, no, el amor tampoco se puede representar, se hace algo como para no quedar a pie ¿no?, por eso siempre identificamos con una paloma o con un ave al Espíritu Santo, pero hacemos la representación ¿mmm?, bien, con el Espíritu Santo al menos tenemos eso, ¿por qué?, porque hay una figura en el Evangelio, cuando Bautizan a Jesús en el Río Jordán, Juan el Bautista, que una paloma, que el Espíritu desciende en forma de paloma ¿verdad? sobre Jesús y se oye la voz: “este es Mi Hijo amado el que tengo puestas todas Mis complacencias”.
Entonces, al Padre no lo podemos representar porque no tenemos idea de cómo es la forma del Padre, al Espíritu Santo hacemos una paloma o un ave o algo así, pero a Jesús sí, ¿por qué?, porque cuando el Padre envía al Ángel Gabriel a visitar a María Santísima y le anuncia que va a ser Madre del Redentor, ahí Dios pasa a tener media naturaleza humana y media naturaleza Divina, sigue siendo Dios pero tiene la apariencia concreta de un hombre, por eso lo vemos en la cruz, lo vemos representado en montones de figuras. Entonces a Jesús, no como el Padre y el Espíritu Santo podemos verlo en forma concreta ¿eh?, porque fue un hombre además de Dios, anduvo caminando la Tierra que caminamos nosotros, amó a sus amigos y también a sus enemigos, hizo milagros pero todos veían a un hombre que iba y venía ¿mmm?, ¿ven?, entonces al Padre no lo podemos representar, no podemos dibujarlo porque es imaginación nada más, al Espíritu Santo por esas palabras del Evangelio ¿mmm?, decimos así, que tiene forma de ave ¿mmm?, porque ya en el tercer párrafo del Génesis, de la Biblia, el comienzo del Antiguo Testamento, cuando el Padre había creado todo dice así, la Sagrada Escritura: “y el Espíritu del Señor revoloteaba sobre las aguas”, uno ¿qué se imagina?, un pájaro, un ave, algo así ¿verdad?, por eso le damos esa forma pero a Jesús tenemos que pensarlo como hombre ¿mmm?, un hombre que siente, que piensa, que sufre ante las diversas cosas de la vida, que tiene sentimientos, que se enoja, que a veces se le suben de tonos las palabras, incluso para lo que nosotros son malas palabras pero depende con el sentido que se las diga ¿mmm?.
Ese es el Dios que nosotros tenemos que descubrir, el Dios que se hace hombre en el cuerpo de María Santísima ¿mmm? ¿verdad?, tenemos que descubrirlo como hombre, por eso parecería que toda la Divinidad, Dios Padre, el Espíritu Santo lo concretamos allí en Jesús que tiene la forma de un hombre, que sabemos que tiene los ojos azules, que su cabello no es tan oscuro como en ese retrato, un poquito más claro, sabemos que sufrió en la cruz, pero antes había sufrido la muerte de su amigo Lázaro, es el Jesús que llora ante la muerte de su amigo ¿o ustedes oyeron hablar que el Padre lloró o el Espíritu Santo lloró?, no, sí lloró Jesús porque mitad de su naturaleza es humana ¿mmm?. Entonces, eso de que Jesús sea mitad hombre nos acerca más a nosotros, porque, como Él dice ¿verdad?, cuando se levantaba a la mañana tenía mal aliento como tenemos todos, tenemos que todavía lavarnos la boca y que se bañaba seguido cuando tenía algún río cerca porque su cuerpo no olía tan bien, sus axilas tampoco y muchas veces dice que arrancaba yuyos olorosos y los frotaba en sus axilas para oler mejor ¿mmm?, bueno.
Y también sabemos por ejemplo que Susana, una mujer que se la nombre nada más que tres veces en la Sagrada Escritura y otros ni la nombran, solamente se la nombra una vez tres veces, ¿quién era Susana?, Susana era una mujer que lo seguía de cerca de Jesús, ¿y qué hacía Susana?, Susana le cortaba las uñas, Susana le arreglada un poco el cabello ¿eh?, le zurcía un poco la túnica cuando los yuyos del camino o las malezas le hacía algún siete ¿mmm?, le flexibilizaba el cuero de las sandalias, porque en aquél entonces se hacían así con el cuerpo de los animales, con cualquiera a veces hasta el mismo cuero de los perros que morían ¿mmm?, eso hacía Susana, claro, ocurre que como ustedes dirán: ¿por qué se la nombra tan poco?, y se la nombra tan poco como no se nombra en general a las mujeres, por el hecho de que los Evangelios de Marcos, Mateos y Lucas ¿verdad? van dirigido a distintas culturas de ese tiempo y esas culturas no querían a las mujeres ¿verdad?, entonces tratan de evitar el nombre de las mujeres para no irritar a los otros, mientras que Juan, del Evangelio que hemos leído hoy, por él sabemos muchas cosas más, incluso sabemos que al pie de la cruz estuvo María, su Mamá, María la señora de Cleofás, María Magdalena y también la que le nombré recién, Susana y otras mujeres también, por ejemplo, se acuerdan del Evangelio de la hemorroisa, de esa mujer que tenía flujo hacía diecisiete años, también estaba entre las mujeres que estaban allí al pie de la cruz, incluso estas mujeres con paños grandes trataban de levantar la sangre del Señor, del suelo para que los demás no la pisaran, no la profanaran. Es decir, estas mujeres, especialmente su Mamá, tenían noción clarísima que el Hijo que ella había tenido era mitad hombre y mitad Dios.
Entonces, ese ser que mañana asciende a los Cielos, por eso mañana es el día de la Ascensión y hoy también de alguna manera porque es la víspera ¿verdad?, asciende todo su cuerpo, y vos dirás: pero ¿cómo?, no entendemos esto de que se va al otro lado con cuerpo y todo, bueno Jesús lo explica, seguimos teniendo nuestro cuerpo así como el que tenemos pero es una materia translúcida, que se ve del otro lado ¿mmm?, y el cuerpo este que todos tenemos, el día que resucitemos plenamente al final de los tiempos, lo vamos a tener de nuevo, estas manos que nos ayudaron tanto la vamos a tener por toda una eternidad, ¿ustedes creían que no, que queda ahí, en el cementerio, que se hizo ceniza, que ya está?, nooo, todo vuelve, y mientras tanto ¿qué?, mientras tanto los que aparecen, que están del otro lado, Jesús, la Virgen, los Santos y también las personas que ya murieron se los ve con su cuerpo material ¿eh?, ¿se dan cuenta? ¿verdad?.
Entonces eso de amar el cuerpo que tenemos así como amamos el cuerpo de Jesús es algo muy grande, es una pena que en la Escuela no nos hayan enseñado a amar nuestro cuerpo, ustedes vieron que la mayoría hace propagandas en contra de las drogas, en contra del alcohol, en contra de esto, no haría falta si nosotros enseñáramos a los niños desde el hogar a amar a su cuerpo y respetarlo ¿eh?, si yo sé y tengo noción de que el cuerpo es el templo de la Santísima Trinidad, en cada uno de nosotros habita el Señor ¿mmm? y se lo empezamos a dar al niñito desde chico con formas prácticas para que lo entienda, ese niñito va a respetar su cuerpo, entonces no habrá necesidad de enseñarle que no beba, que no se drogue, que no haga todas las cosas malas que pueden perjudicar su salud. ¿Cuándo perjudicamos nuestra salud?, cuando no amamos nuestro cuerpo, porque tampoco hemos descubierto que Dios Hijo, Jesús, tiene un cuerpo como tenemos nosotros además de ser Dios.
Hay que tenerlas clara estas cosas en la mente: sí Dios, Dios me ayuda pero, ¿a qué me refiero cuando digo Dios?, si digo Dios Padre yo sé que existe porque me lo dijo Jesús, porque Jesús dice: “quien me ve a Mí ve al Padre” ¿mmm?, Dios Espíritu Santo, sí, está muy bien, pero quién me lo mandó, Jesús dijo: “te enviaré el Espíritu Santo”, que es Dios también ¿mmm?.
Entonces, que Jesús tenga cuerpo además de ser Dios nos viene muy bien a todos, cosa que a veces nos olvidamos de aprender a lo largo de los siglos que Jesús tenía un cuerpo además de ser Dios ¿eh?, lamentablemente un siglo a esta parte, cincuenta años a esta parte, treinta años a esta parte se empieza a hablar del Jesús hombre, bueno son los tiempos que pasan, que la gente a lo mejor no sabe lo suficiente porque no ha pedido el Espíritu Santo para que les enseñe, pero debemos descubrir ¿no es cierto? a ese Jesús que tiene un cuerpo, que tiene un Corazón latiendo, el Jesús que llora, que padece, que sufre ¿mmm?, o cuando se emocionaron tanto con la película la Pasión, ¿qué vende Dios ahí?, su cuerpo flagelado, azotado, de todo un poco ¿mmm?. Es decir, creer que el Señor tiene un cuerpo además de ser Dios, nos está ayudando enormemente para nuestra vida de todos los días, fíjense que la principal preocupación de Jesús ¿cuál es?, sanar el cuerpo ¿mmm?, también el alma por supuesto pero sanar el cuerpo, la prioridad uno, es decir lo principal que Él quiere es sanarnos, sanar nuestro cuerpo, ¿ven?, ven que toda nuestra conversación de hoy va a terminar cayendo justamente sobre los problemas que a veces nos traen aquí o que hoy nos trae aquí: cómo anda nuestro cuerpo, ese mismo cuerpo que tiene el Señor, que es Dios y ese Señor que dice que cuando vayan a lejanas tierras los van a conocer porque se aman y sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos. Lo principal: sanar los enfermos por amor ¿no es cierto?, entonces no me lo dice el Padre, no me lo dice el Espíritu Santo, me lo dice directamente Jesús que dice: los conocerán porque se aman y sanan a los muertos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos.
Estas fiestas por ejemplo mañana de la Ascensión del Señor que ya festejemos hoy como vísperas nos está demostrando hasta qué punto tenemos que tener en cuenta la naturaleza humana de Jesús, además de la naturaleza divina, es Dios pero también es hombre, un hombre que sufre, que siente y más aún, piensen a lo largo de la historia ¿mmm?, siempre cuando se quiso decir: amen al Señor se les dijo: vean en cada persona el rostro de Jesús ¿mmm?, no podemos decir el rostro del Padre porque el rostro del Padre no lo conocemos, no podemos decir el rostro del Espíritu Santo porque no lo conocemos así, pero sí a Jesús lo conocemos, bien.
Esto parecería como si nos simplificara tanto nuestra vida espiritual ¿por qué?, porque tenemos a alguien cerca de donde tomarnos, si este hombro lloró por el amigo muerto como Lázaro, sabiendo que lo iba a resucitar, quiere decir que este Dios, que es hombre también lloró por amor, entonces yo me veo reflejado en Él que puede llorar por amor o por otras cosas, si este hombre se emocionó en las Bodas de Caná de Galilea cuando su Madre le dice: Hijo, fijate que ya se ha terminado el vino, y un casamiento sin vino no tiene gracia y entonces le dice: pero Madre no llegó Mi hora todavía, la Virgen no escucha eso y le dice a los que traían el agua para llenar los cántaros: ”hagan lo que Él les diga”, entonces ante el pedido de su Madre se emociona y le dice: “sí vamos a hacer y convierte el agua en vino”, que parecería que es algo simplemente material pero el vino simboliza un montón de cosas, tal es así que más tarde el vino va a simbolizar su sangre porque es lo más parecido que hay sobre la Tierra a la sangre.
Por eso, cuánto tenemos que entender en estas fiestas como la de hoy y mañana para de la Ascensión para tener mucho más de donde tomarnos, porque los seres humanos andamos muy desprovistos de quién nos da una mano, de quién nos protege, de quién. A Dios repito lo vemos medio lejano, al Espíritu Santo también porque no está muy concreto por más que lo sentimos hablar en nuestra conciencia pero Jesús es una figura de carne y hueso, concreta, que tiene ojos, cabellos, manos, pies, sabemos que de sus heridas siguen manando sangre y de Él podemos tomarnos, del Jesús hombre y no solamente tomarnos nosotros sino que ver en cada hombre que está sufriendo el cuerpo sufriente de Jesús hombre ¿mmm?, si nosotros viéramos eso nos sería mucho más fácil amar a nuestros semejantes, ¿por qué?, y porque tocamos, vemos, olemos, sentimos ¿mmm?.
Entonces, ante ese Señor que dice: cuando tienen que rezar al Padre digan: Padrenuestro, que mañana Asciende a los Cielos en cuerpo y alma porque era hombre, y que dice: les enviaré a alguien para que esté siempre con ustedes, que es el Espíritu Santo, pero de ese Jesús, mitad hombre y mitad Dios, nos tomamos para todo y si leemos los Evangelios vamos a ver hasta qué punto Él hace todas las cosas que hacemos nosotros: emocionarnos, vivir, comer ¿mmm?, hace el asado para los Discípulos que venían y luego bajan de la barca y le dice: traigan más pecado para ponerlo aquí sobre la parrilla ¿eh?, es el Jesús que come, que se baña, es el Jesús que está cansado, que las piedritas del camino y las espinas le muelen los pies ¿mmm?, ese mismo Jesús, es más fácil pedirle a un Dios que padeció y padece porque Él sufre todavía, pedirle por nuestras piernas cuando sabemos que Él las tuvo y las tiene dolorosas, pedirle por nuestros ojos sabiendo que fueron empapados de sangre por todas las espinas que tenía en su corona.
Así estamos, con el inmenso privilegio, la inmensa satisfacción de estar en presencia de este ser que tiene la forma que tenemos nosotros.
Por eso, sea cual sea el motivo por el cual vinimos este día al Santuario no interesa qué enfermedad tengas física o del alma o del Espíritu, no importa, se lo decís a este ser que también padeció lo mismo que estás padeciendo vos y padezco yo y sabemos que no es un Dios lejano sino que es un Dios concreto que va a entender qué es un dolor de pies o de rodillas porque también lo sintió, va a sentir qué es llevar una pesada carga porque llevó la cruz, va a sentir qué es lo que es ser perseguido porque a Él lo persiguieron por tantos lugares, entonces qué fácil es así, que distinto que se vuelve todo. Señor, he sido creado, estoy descubriendo, he sido creado a tu imagen y semejanza, tengo ojos como vos tuviste, tengo cabello, tengo cara, cabeza, tengo manos, tengo pies, igual que vos Señor porque he sido creado a tu imagen y semejanza, de esa forma cuando te digo algo sé que me vas a entender mucho más, porque si yo me dirigiera al Padre no puedo pensar en las piernas del Padre, en las rodillas del Padre y del Espíritu Santo, pero sí puedo pensar de tus rodillas Señor, puedo pensar todo lo que sufriste, que es también lo que sufrimos nosotros.
Por eso, que alegría que tenemos Señor, que grande es nuestra satisfacción porque sabemos que hemos sido creados a tu imagen y semejanza, que nos entendés en todo, que no hace falta que te comentemos tantas cosas porque vos las conocés desde siempre, nos conoces desde siempre, desde hace milenios, nos conociste en la panza de mamá, sabés qué pasamos a lo largo de toda nuestra existencia ya en la panza de mamá y en adelante ¿mmm?, lo sabés todo Señor, qué voy a empezar a enumerarte qué es lo que me duele, si a vos también te está doliendo lo que me duele a mi, qué voy a decirte la pena que tengo porque alguien que estuvo cerca de mío partió antes, si vos también lloraste por tu amigo que murió, Lázaro, incluso sabiendo que lo ibas a resucitar también lloraste por él. Cómo puedo sentirme cuando amo tanto a alguien pensando cómo vos amaste a Juan haciéndolo tu Discípulo preferido, no porque era el más chico, tenía diecisiete años, no porque se sintiera un padre de él sino porque había como dicen ahora: feeling, bueno.
En este día y todos los días a que alcance nuestra vida le decimos al Señor, cada día Jesús queremos saber más cosas de vos, porque más te conocemos Señor con el corazón sobre todo más te amamos, conociendo tu vida, tus dolores, tus angustias, tus preocupaciones, sabiendo que diste la vida por nosotros, cómo no te vamos a amar Señor, cómo no te vamos a amar Señor, cómo no vamos a confiar plenamente que la enfermedad que tenemos se va a sanar sabiendo que vos viniste especialmente a sanar a los enfermos: “¿donde están los enfermos que quiero sanarlos?”. Sí Señor, queremos escucharte siempre, quisiéramos que tu voz esté sonando continuamente en nuestros oídos, sí Jesús.
Dice Jesús:
Me gusta pensar que ustedes están reconociendo toda Mi naturaleza, es decir humana y divina, eso me acerca más a ustedes. Y cuando Artemio les dice: está Jesús con nosotros, como hoy, bueno, todos los días que hay oración, entonces le va a ser más fácil porque un cuerpo se ve, mientras que el Espíritu no es tan simple ver ¿mmm?. Cuando Artemio les diga: la Virgen está bendiciéndolos a cada uno para sanarlos, créanle, porque Mi Mamá los está bendiciendo, entonces no me vuelvan a decir que les duele porque Mi Mamá lo sabe, Yo también lo sé, ¿o creés que no estoy al lado de tu cama por las noches cuando tus noches son eternas porque el dolor te traspasa los huesos?, ¿creés que no estoy allí con vos, qué amigo, qué hermano, qué padre no está al lado de quien ama?, por eso, Yo estoy siempre constantemente con vos, conozco tu pasado y también tu futuro, conozco también hasta qué punto necesitás sanarte de las cosas que tenés porque tu familia te necesita, porque tu esposa o tu esposo no tienen que quedarse solos y vos dirás: pero y aquellos que parten antes y a veces de una forma violenta, como los accidentes, en los suicidios, en todas las formas que hay para partir antes… (se dio vuelta la cinta)…, … (se escucha una interferencia)…, depende de cada una de las partes del motor que funcionen, depende de montones de cosas, de los otros que también andan manejando por esas rutas llenas de peligro.
Entonces, más que pensar que Yo puedo ser el culpable de tanto dolor, les convendría pensar no para buscar culpables sino para tener una explicación: ¿qué habrá pasado, no habrán estado bien infladas las cubiertas?, ¿habrá tenido defectos de fabricación?, ¿habrá tenido algo ese automóvil?, bueno, en caso de que el accidente sea así sino de cualquier forma, pero buscarle las vueltas a la situación para ver cuál puede ser el origen y no descargar sobre alguien o sobre Mí las culpas de lo que sucedió, o decirme: podrías haberlo evitado Señor, pero eso es desconocer tu naturaleza, porque Yo a todos los hice libres y si no me llaman Yo no puedo ayudarlos porque no quiero vulnerar, es decir entrometerme en la libertad de cada uno.
Mis queridos, si buscan las razones de las cosas en general siempre las van a encontrar, por eso, también busquen las razones por las cuales hay problemas en vuestra alma, en vuestro espíritu, hay problemas en vuestro cuerpo. Se acuerdan el otro día cuando Artemio les hablaba que el cuerpo tiene memoria, claro que sí, cada parte del organismo tiene registrado todos aquellos momentos en los cuáles se abusó de ellos, se los malquistó, se los trató muy mal, pensando: total soy joven, qué me va a ser, total una borrachera más o menos qué puede hacerme, bueno, ese cuerpo queda ofendido y en su memoria ¿mmm?, de cada órgano, hay toda una síntesis de la vida de cada uno.
Por eso, Yo les digo: encomiéndense a Mi Divina Misericordia, entreguen toda vuestra vida a Mi Misericordia, porque de esa forma vuestra vida va a ser más simple, más llevadera, más fácil, porque no hace falta que Yo les diga lo difícil que es vivir en este mundo, y sobre todo en algunos países, qué difícil que es vivir, que poco se cotiza la vida de los hombres, se cotizan más las propiedades, los terrenos, las obras que la vida de los hombres, por eso es difícil vivir en este mundo y la única salida Mis queridos no es por otra cosa sino porque se los digo porque los amo, es entregarse en Mis manos pero en serio, no como muchos dicen: yo me entrego en las manos del Señor, pero no, no se entregan, entregarse en serio, aquí estoy Señor hay que decir, este soy yo, al que vos conocés demasiado bien, este soy el que vos miraste a los ojos y me llamaste por Mi nombre en la panza de mamá, esa mamá que sufrió tanto y que quedaron las huellas en tu cuerpo y en tu alma, quien otro Mi querido puede entenderte como te entiendo Yo.
Por eso, poné todo aquí en Mi Misericordia, dejame todos tus dolores y tus penas, tengo tantas ganas de quemarlo con Mi amor, no piensen que las cosas que hiciste pudieron ser muy feas, un poco feas o más o menos feas, no, me encanta poder decirte: dame todo que quiero quemarlo con la fuerza de Mi Misericordia es decir de Mi amor, dame todo y dame tu vida porque quiero sanarte, quiero que vivas muchos años junto a tus hijos, nietos, bisnietos y más también, quiero que vivas mucho tiempo y te mueras de viejo cuando normalmente uno tiene que morirse para venir a gozar conmigo de una eternidad preciosa y llena de felicidad.
Vamos, vamos, ofrecé tu corazón, ofrecé tu vida, dame, Yo te estoy esperando, aquí en esta estatua que está sobre la fuente pero aquí delante de la fuente, como algunos me verán y otros si quieren también podrán verme, aquí estoy esperando todo lo que es tuyo, quiero hacerte feliz, quiero sanarte de tus problemas, quiero protegerte a vos, a tu familia y a todos los que amás, estoy tan deseoso de hacerlo porque te amo Mi querido, te amo tanto, porque te amé siempre y te amaré por toda una eternidad, porque esa es Mi tarea, ese es Mi trabajo, amar que es Mi mayor condición.
Habla Artemio:
Sí Señor, somos conscientes, un poquito al menos, de todo el amor que nos tenés, por eso, por tu intercesión invocamos al Padre diciendo: Padrenuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, Amén.
Sí Señor, tu voluntad es que estemos sanos y seamos felices, sí Señor.
No solamente estás en esa estatua sobre la fuente y delante de la fuente con tu figura humana sino que estás aquí al alcance de mi mano, por eso te digo así con toda naturalidad: tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo trocar, Jesús está aquí….
Y si está aquí: cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí, venid adoradores, adoremos….
También le decimos a la Madre porque ya ha pasado bendiciéndolos a todos, le decimos como le dijo el Ángel allá cuando empezó la historia de la Salvación del hombre: Dios te Salve María, llena eres el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
No podemos olvidarnos Señora que vos dijiste: aquél que reza un Ave María sin distraerse, no dice un Rosario, un Ave María, si es un Rosario mejor, se sana de todo, se cubre de todos los problemas y ahuyenta siempre al maligno esté donde esté, te vamos a hacer caso Madre porque te amamos, un montón y sabemos que sos la Mediadora de todas las Gracias.
Tomados de la mano del Señor decimos: el Maestro de Galilea va pasando ya….
Sí Señor, tené compasión de nosotros, hemos venido de lejos, no tan lejos y de cerca Señor porque queremos que nos des todo lo mejor y cuando nos vayamos de aquí queremos tener la seguridad si así confiamos en que todo lo nuestro ya se ha solucionado o está en camino de solucionarse, porque vosotros, yo, cada uno siempre confiamos cuánto nos ama el Señor, cuánto nos ama.
Oración del 19 de Mayo de 2007
- Visto: 2182