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Mensaje del 22 de Agosto de 2007 (2º)

Me presenté como Nuestra Señora de la Tolerancia, aunque no es fácil de entender, ¿por qué cuesta tanto al ser humano tolerar?, tanto le cuesta, con tolerancia y bondad que distinto sería el mundo.
Mensaje del 22 de Agosto de 2007

Habla Artemio:

Hoy es 22 de Agosto, María, Reina.

Dice Nuestra Señora de la Tolerancia:

Me gustó mucho los Mensajes que se publicaron y los otros Mensajes que se van a publicar en el próximo librito… (se escucha ladrido de perros) …. No teman, el maligno usa muchas cosas como medios para entorpecer.

Me presenté como Nuestra Señora de la Tolerancia, aunque no es fácil de entender, ¿por qué cuesta tanto al ser humano tolerar?, tanto le cuesta, con tolerancia y bondad que distinto sería el mundo.

Por eso, en un primer momento de este Mensaje quiero invitarlos a ustedes y a todos los hombres a quien llegue estas palabras, a quienes lleguen, que digan conmigo, todos los hombres, puede ser una oración, puede ser una expresión de deseos, puede ser una manera de vivir, cada uno tiene libertad para hacerlo.

Ten piedad Señor, ten piedad, de todos los hombres que viven sobre la Tierra y son seres marginales, ten piedad Señor porque todos o casi todos son marginales. Cuando se piensa en marginación se cree que está expresado para solucionar el problema de la miseria, de la pobreza, de las leyes, sí, pero me preocupa todos los marginales del amor que existen en todos lados.
Por eso Señor, ten piedad Señor, ten piedad, ten piedad.
Ten piedad Señor de todos y de cada uno, de todos formando grupos, instituciones, compañías, organizaciones a nivel mundial, multinacionales, ten piedad Señor, ten piedad por todos.
El mundo sufre dolores de parto todos los días, así como vos sufrís dolores de parto todos los días y Yo se lo dije a Mi Hijo, pero Él no me hace caso, Él quiere así las cosas, aunque vos te gastes y te termines Él quiere así las cosas, y en primera y última instancia, estás padeciendo el futuro y presente de todos los marginales, que novedad puede ser para vos esto, difícil sí, pero que novedad puede ser.
Ten piedad Señor, ten piedad de todos y de cada uno.
Ten piedad Señor de todos aquellos que quieren lo mejor para sus hermanos, pero los demás ponen tantas trabas y cosas, cuánto dolor me producen estos hijos Míos, Sacerdotes, Obispos y Cardenales, que no están a la altura de lo que Mi Hijo quiere de ellos y para ellos, ten piedad Señor, ten piedad.
Señor, hoy han muerto a lo largo y a lo ancho de la Tierra miles y miles y miles y miles de hombres, incluido los niños aún no nacidos. Las muertes, salvo excepciones, nunca son justas, Mi Hijo piensa que los seres humanos tienen que morirse de viejos y la mayoría de las muertes son injustas porque son provocadas o por enfermedades o por los que sanan o dicen sanar las enfermedades, por el hambre, el odio, la guerra y la destrucción continua de todo, ten piedad Señor, ten piedad.
Ten piedad Señor, es cierto que faltan tal vez milenios para que el hombre viva con la dignidad esencial de la persona humana pero hay cosas elementales que ya tendrían que darse.

Mi querido, vos has caminado por esas calles llenas de escombros en el Perú, en Pisco, pero no solamente allí sino en todos los alrededores y has visto que hasta los animales tienen los ojos desorbitados ante la tragedia, qué decir de los hombres y como te dije el otro día: hasta los que van y toman cosas de los negocios hasta con violencia, tienen los ojos desorbitados porque están robando, pero la mayoría de las veces es porque hay seres, niños o viejos que están esperando en la casa, están esperando un poco de comida.

Cuánto dolor hay, parecería que en otros países estaban dadas las reglas del juego como un imperativo de las naciones malditas o de sus gobiernos malditos para que pase como en Oriente pero aquí el fuego del centro de la Tierra, al no poder salir destruye todo con movimientos tremendos. Bueno Yo te mostré, te mostré el altar mayor de esa Iglesia donde el lugar donde Yo estoy guardado no sufrió, eso objetivamente pero como no, este no sufrió lo dijo Mi Hijo y esa Iglesia está puesta en una de Mis advocaciones y también está Santa Rosa de Lima mirando todo lo desgarrador de sus hijos, cuántas personas murieron ahí adentro y cuántas todavía están debajo de los escombros. Se perdió el perfume de rosas y se llenó de olor a podredumbre, qué trágico es todo y ese ardor de garganta tuyo es del olor terrible de la podredumbre y pensar que vos decías: hoy no salí a caminar y cuánto has caminado por esas calles desoladas, algunos te ven, otros no, pero vos ves todo, pero ¿has visto Mi querido una cosa?, todas las organizaciones religiosas de todo el mundo y no solamente católicas, prácticamente brillan por su ausencia y no es que no tengan medios, tienen medios demás, pero también en eso se manifiesta el poco o nada amor por Mi Hijo, no estoy diciendo ninguna novedad, solamente estoy recordando las cosas que ustedes ya saben.

Esta noche te voy a llevar de nuevo, tomando conciencia o sin tomar conciencia, pero no te preocupes porque no vas a sufrir, es como si estuvieras impermeabilizado porque si sufrieras por todo lo que ves no aguantarías. Todo es muy triste y Yo que te estoy hablando y que también Mi Hijo está presente y a veces iba a injertar una cosa pero me hace hablar a Mí, siente compasión, siente piedad, no solo de todo lo que pasa sino de vos también, tenés derecho a veces al pataleo porque todos aquellos que te envidian, que tienen celos, tendrían que saber y tener bien en claro, que en apariencia todo lo mejor, pero tendrían que tener o saber que tu vida siempre fue una tragedia, pero no una tragedia común a la que están acostumbrados a ver sino peores porque en algunos casos en el mundo antiguo las tragedias terminaban y la gente se volvía a su casa después de verlas, en aquellos tiempos que se lamentaban de la patria perdida pero esto es la tragedia de tu vida.

Todos aquellos que atacan y hacen tanto daño ¿no entendieron todavía de todo lo tuyo siempre fue y es una tragedia?, con todo el peso que la palabra tiene. No te estoy diciendo esto nada más que para que entiendas que Mi Hijo y Yo hacemos causa común con todo eso y como vos decís: en la vida nos va de una manera y que mal te fue a vos siempre, que mal te fue, que mal.

Pero Mi Hijo te va a dar fuerzas para que sigas en todo esto, a pesar de todo, les guste o no, con celos o sin celos, haciendo caso a los Obispos o mejor aún, no haciéndoles caso, no por desobediencia sino por razones obvias, quien tiene la palabra de Mi Hijo y Mía no puede fijarse en otras palabras.

Todo esto que digo no estoy como ensayando una forma de halagarte, ni mucho menos una forma de ventilar tus cosas, es que si estoy pidiendo compasión y piedad por tantos también estoy pidiendo por vos.

Pueda ser que aquellos que no quieren oír, oigan, aquellos que no quieren ver que vean, aquellos que son tan reacios a permitir que un laico esté con tanta familiaridad conmigo y con el Señor y la Trinidad, que por fin se den cuenta que si no elijo a otros es porque no encontré y además para ratificar el papel de los laicos a lo largo de los tiempos pero especialmente en este tiempo, después del Concilio Vaticano II pero debió serlo desde siempre. El Concilio Vaticano II tan manoseado, tan estrujado y tan negado últimamente y no por cualquiera sino por alguien que tiene mucha responsabilidad, no mucha, toda.

No quiero seguir con todo esto, no es bueno estar escarbando en las heridas abiertas y mucho menos, si antes se puso alcohol o alguna otra sustancia que haga gritar del dolor.

Por eso, este Mensaje de hoy puede incluirse en ese medio masivo de comunicación o no, queda librado a tu voluntad, pero esto es una parte de lo que hoy quería decir.

Traje a estos dos chicos, a estas dos personas, marido y mujer, matrimonio, para decirles y que este decirles sirva de aliento, sirva para inyectarle vida en abundancia, sirva para que sienta sus vidas justificadas por todo lo que hicieron y por todo lo que hacen. Los seres humanos cuando miran sus obras piensan que a veces es poco pero los humanos miran de una manera y el Señor mira de otra, entonces quiero decirles con toda la fuerza de esta Madre que está hablando por inspiración de su Hijo, que se sientan muy bien y que hagan sentir muy bien a sus hijas, porque el Señor y Yo y todos los que nombraste hoy en Mi Casa estamos muy complacidos con ellos, por todo, por toda una vida y por todas las cosas que tuvieron que pasar, que fueron muchas y no muy buenas, porque Yo hablaba de tu sufrimiento pero estas dos personas también tienen en su haber mucho sufrimiento, por diversos motivos que Yo no quiero ventilar pero hay en ellos mucho sufrimiento, y Yo les digo que todo ese sufrimiento el Señor lo pesa en la balanza de su Misericordia y lo transforma en bienaventuranza. Hace mucho que no estaban así como están hoy, solos, escuchando, porque a veces cuando otros escuchan dicen: por qué a mí no me dice, por qué a mi no, por qué…., no, Yo hago las cosas como dice Mi Hijo y entonces hoy hice lo que quiso Mi Hijo. Quiero darles la seguridad de Mi amor grande, quiero darles la plenificación que tienen las vidas que han sido útiles, quiero darles la seguridad de estar inscriptos en el Libro de la Vida por toda una eternidad, que todas estas cosas no es poco decir, es un montón, pero así como ellos son tan generosos siempre con todos, quiero que sepan que Mi Hijo y Yo queremos ser muy generosos con ellos hoy y siempre. Déjennos actuar para darles todo lo que necesitan a ustedes y a vuestra descendencia, más allá de los problemas cotidianos y de ir en la vida de una manera como les va a todos pero tengan la seguridad, como decías el otro día vos en Mi Casa, la oración de los irlandeses, que termina diciendo: que siempre el Señor los siga teniendo en el hueco de su mano y Yo agrego: también en su corazón. Por eso, no había podido hablarles así directamente, hoy quise hacerlo, tanto que pensaba hablar Jesús, dar el Mensaje Él, pero dadas las circunstancias quiso que hablara Yo. Por eso, todo está muy bien, disfrútenlo, sientan gusto por la vida y todo lo que tienen entre manos que es mucho, gocen, saboreen todo lo que tienen entre manos bajo la mirada y con el auxilio y guía siempre de Mi Hijo y Mía.

Los amo a todos, hoy hablé de ustedes, no sé mañana qué haré, Jesús lo dispone, tengan la seguridad de todo lo que he dicho porque es así y ¿por qué es así?, porque al Señor le pareció bien.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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