Dejate llevar, no pienses vos, pienso Yo, no hagas vos, hago Yo y quien se opone a vos, se opone a Mí porque lo que vos decís Yo te lo hago decir. Mensaje del 03 de Agosto de 2007

Habla Artemio:

03 de Agosto de 2007.

Dice Jesús:

Todos estos días anteriores les he dado tantos consejos, que viniendo de Mí para aquél que realmente cree son como órdenes.

Quiero también hablarte un poco a vos, además de todo lo que hablo con vos todos los días y a cada rato y en estos días que has cumplido doscientos ochenta años, según Mi punto de vista porque mido los años con una forma distinta de mirar con la que miran los hombres.

Dejate llevar, no pienses vos, pienso Yo, no hagas vos, hago Yo y quien se opone a vos, se opone a Mí porque lo que vos decís Yo te lo hago decir. Pobre de aquél que no te cree porque no me cree a Mí.

Mi querido, estás siempre prestando la voz para que Yo diga tantas cosas y además Yo estoy dentro de vos, sí, es cierto, muchas veces me ves afuera, pero Yo estoy dentro de vos, si estoy hablando por vos.

Más allá de tus precariedades, más allá de tus enojos, más allá de tus protestas, protestas con razón por las diversas cosas que pasaste en la vida, porque como siempre decimos: te fue de una manera. Pero de todo eso Yo fui haciendo toda una colección de cosas que hoy vienen muy bien en todos los aspectos y en todo sentido.

Dejate llevar, dejá que Yo hable por vos, no temas, todos aquellos que te atacan porque me me atacan a Mí y si entre los que te atacan están los Sacerdotes, los Obispos y más aún, me atacan a Mí. Es una pena por ellos, y cuando los hombres comunes te ataquen, no te preocupes, Yo ya los he perdonado y Mi Misericordia alcanza para todo, incluso para aquellos religiosos que están tan empecinados en silenciar tus palabras, borrar tu vida y borrar todo lo que es tuyo, que no es tuyo porque es Mío y lo Mío no lo borrarán, así que quedate tranquilo y confiá, Yo guío tus pasos, digo las palabras que vos decís y todos aquellos que no creen, pues bien, habría que recordarles que a ellos también el Espíritu Santo quiere hablarles en su corazón, pero que ellos no lo dejan porque están tan embarullados con sus propias palabras, sus propios deseos y su yo imperturbable ¿mmm?, que el Espíritu Santo no puede hablar en ellos.

Dejate llevar, Yo te hago hacer las cosas, dejá siempre que Yo siga hablando, Yo soy el que hace las cosas.

Amén.