Esto es un llamado a todos los hombres, sin ningún tipo de distinciones, ¿saben?, los hombres se pelean mucho entre sí, se hacen la guerra, se destruyen, pero Yo les digo: si tuvieran el coraje de llegar hasta Mi Casa o leer y vivir los Mensajes que Mi Hijo, los Santos y Yo damos en este lugar, todo se iría transformando. Mensaje del 18 de Julio de 2007

Habla Artemio:

18 de Julio.

María Reina de los Cielos y la Tierra dice:

Cuántos hombres, desde los más remotos lugares de la Tierra quisieran venir a Mi Casa, aquí en la pampa gringa, pero ustedes dirán: Madre, ¿cómo es?, que quieren que vayamos a verte allí, si estás en todos lados, sí Mis queridos, estoy en todos lados, pero aquí hace doce años y meses con Mi Hijo acampamos, con toda la profundidad que esa palabra tiene y Yo con toda humildad, simplicidad y apertura siempre los estoy esperando en la puerta de Mi Casa o en los jardines que rodean la puerta de Mi Casa y ¿saben?, que no solamente espero a algunos sino a los miembros de todas las religiones y a todos los hombres con diferentes formas de pensar, a todos.

Entonces, cuando vean que Yo los recibo, porque todos son Mis hijos y no les pregunto en quién creen, no les pregunto a quién rezan, no les pregunto nada, solamente miro su corazón y el amor que tienen dentro y los recibo a todos como Mis hijos.

Esto es un llamado a todos los hombres, sin ningún tipo de distinciones, ¿saben?, los hombres se pelean mucho entre sí, se hacen la guerra, se destruyen, pero Yo les digo: si tuvieran el coraje de llegar hasta Mi Casa o leer y vivir los Mensajes que Mi Hijo, los Santos y Yo damos en este lugar, todo se iría transformando; ustedes dirán: pero Madre, quiere decir que si todos se aman y nadie destruye las flores que crecen entonces hemos llegado al fin de los tiempos, no Mis queridos, no piensen eso, Mi Hijo y Yo estamos dando las bases de convivencia, las bases del amor que tienen que prevalecer en el Tercer Milenio, ya cuando nos acerquemos en tiempos futuros a otras épocas, ya usaremos en aquél momento la voz de algún otro hombre que quiera prestarnos… (se dio vuelta la cinta) ….
Repito, en aquellos tiempos usaremos la voz de otro hombre o mujer que quiera prestarnos para dar Mensajes nuevamente, pero esto es aquí y ahora, esto es aquí y ahora para el Tercer Milenio. Como Mi Hijo y Yo entendemos que no todos los días, pero montones de veces, respiramos dentro de esta Casa, el amor, como quisiéramos respirar y como vamos a respirar al final de los tiempos, porque los hombres que viven aquí y ahora, en cualquier lugar de la Tierra, necesitan respuestas para aquí y ahora, siempre partiendo de la base de que los hombres son seres fechados y situados en una realidad determinada y la plenitud no necesita para aparecer que llegue el fin de los tiempos, tiene que darse en cada tiempo.

Los invito a esto hombres de todas las latitudes, como disfruto al decirle estas cosas, ¿saben?, porque Mi Hijo y Yo, los Santos, los Ángeles y todo lo celestial, se regocija con esto, con todo lo que pasa en Mi Casa y fíjense que a Artemio le parece que es poco, que tendría que ser más, no, ocurre que él mide las cosas humanamente, no las puede medir de otra forma pero nosotros no.

“El Ángel vino de los Cielos, y a María se anunció”, vengan a verme a Mi Casa, sean testigos, cuando Yo digo: “he aquí la esclava del Señor hágase en Mi según tu palabra”.

Amén.