San José es Patrono de la Iglesia Universal, en este lugar él prometió ser Protector de todos los que vienen, de todos los que se acercan a este sitio, a Mi Casa y la de Mi Hijo.
Habla Artemio:
01 de Mayo de 2007.
Dice la Madre, dice la Virgen María:
En muchos lugares del mundo hoy se conmemora la festividad de José, Mi Esposo, por supuesto que hay muchos días en el año que se acuerdan de San José, pero hoy especialmente.
San José es Patrono de la Iglesia Universal, en este lugar él prometió ser Protector de todos los que vienen, de todos los que se acercan a este sitio, a Mi Casa y la de Mi Hijo. Por eso sería hermoso que lo tuvieran en cuenta, lo invocaran con frecuencia, porque como ya les dije, San José no pide, ordena, claro tendría que hacer algunos comentarios de su vida porque se sabe tan poco de él ¿no?.
Por eso, lo que más me emocionó siempre de José fue su ubicación después que le informaron de la Anunciación del Verbo y entiéndanlo, José no era ningún viejo, era un hombre joven, para la forma de medir los años de ustedes tenía 28 años, es decir un hombre en su plenitud. Yo creo que lo presentan muchos a José como un hombre viejo porque todos saben que las personas de edad avanzada ya tiene sus impulsos sosegados, entonces ser marido de una Virgen tenía que ser un hombre sosegado porque sino las personas no hubiesen entendido, les hubiese costado más, pero no, era un hombre joven, bien apuesto y si bien él estaba en la carpintería, si bien le enseñaba a Jesús ¿mmm?, si bien fue un padre ejemplar, bueno pero eso es otra cosa ya, pero referirme a la carpintería también estaba en negocios de la madera, es decir no grandes negocios pero sí de importancia como para sacar el sustento para el hogar.
Era o es un hombre muy medido en todo, alguien que conocía muy bien las Sagradas Escrituras, un hombre respetuoso de las costumbres, muy tolerante, amable siempre, más vale de un carácter introvertido pero hablaba lo necesario, lo suficiente, es decir comunicaba sus preocupaciones, sus temores, sus alegrías, todas las cosas que tiene un hombre común y algunos se preguntarán si la educación de su Hijo, si él tenía noción de quién era Jesús, sí, claro, ustedes conocen la Sagrada Escritura hasta que Jesús es hallado en el Templo cuando estaba con los doctores de la Ley, entonces es la última vez que en la Sagrada Escritura está el nombre de José, Mi Amadísimo Esposo. Es cierto que tenía una formación muy especial, incluso para desposarse conmigo.
Pero siguiendo con sus características les dije que era un hombre apuesto, tenía un cabello muy ondulado, además una barba muy negra que él la mantenía con cuidado, con músculos muy bien torneados, sobre todo los del torso, que son los músculos que más desarrolla un carpintero, pero él no solamente desarrollaba esas tareas ya les digo, otras también. Ahora, Yo lo veía mirar a Jesús largamente, no decía nada pero se notaba que hasta cuando lo tocaba de pequeño tenía por Él, claro, un amor muy especial, pero además un respeto muy especial como alguien que toca algo que es mío pero no es mío.
Les decía, usaba sí siempre la ropa limpia, un manto, tenía mantos de varios colores pero sobre todo de lana cruda o bien otro tipo de telas, incluso como eran tipo mantos, muchas veces él mismo lo confeccionaba, como era también una costumbre en muchas personas de ese tiempo, no había grandes costuras para hacer, solo las necesarias y además ustedes lo ven siempre representado con una vara de azucenas, bueno según los lugares le dan nombres diferentes: iris, flores de nácar, según el lugar pero eran así esas azucenas, que es el símbolo de la virilidad, esto condice con los pocos años que él tenía. Por supuesto que el Señor lo había dotado de gracias muy especiales, el Padre no descuidó a José informarlo para que tratara con su Hijo, Jesús, como Padre Adoptivo de Él.
Y en toda su forma de actuar piensen, como nadie se los dice en ningún lugar, ni siquiera hay muchos datos en los Evangelios Apócrifos; no, tenía esa prestancia propia de los hombres de una altura considerable, por supuesto mucho más que yo, y además esa prestancia que le era muy particular, esos hombres que con su presencia imponían un tremendo respeto, imponían una simpatía. Es decir, no pasaba desapercibido en todos los lugares y ustedes lo hubieran visto en el viaje a Egipto, todas las cosas que hizo, como en oportunidades que nos cruzábamos con caravanas en el desierto, por supuesto que teníamos la protección especial del Señor pero era hermoso ver como cubría con su cuerpo al Niño, ¿y por qué?, para evitar cualquier cosa, era tan bello el niño que podía ser la tentación para que alguien se lo quisiese llevar, lo cubría siempre con su cuerpo y pedía que Mi rostro no estuviera muy descubierto, más vale semi tapado atendiendo el viento y la arena del desierto pero además para que no se viera Mi belleza, perdonen Mi falta de humildad pero tenía Yo un hermoso rostro.
Cuando encomendé allá en el ’95 ¿no?, que pintaran Mi cuadro dije que tenía el rostro propio de la mujer judía, pero eso no está diciendo que la mujer judía era fea ni tenía un rostro muy especial, noo, noo, bueno Artemio puede decirles cómo es Mi piel y además las diversas formas que tengo de presentarme como Yo dije hace mucho, tengo tantos rostros e imágenes como ojos que me miran.
Siguiendo con José, dicen de Mí: eras llena de Gracia, Mi Esposo también estaba lleno de Gracia y Yo veía sí, por las noches, cerca de los oasis, donde había un fuego encendido pero cuando se acercaba al Niño parecía que la luz se afianzaba, que él alumbraba con su cuerpo, nadie lo comenta esto en las Sagradas Escrituras ni en otros Documentos pero tanto José como Yo brillábamos siempre, no es ninguna falta de humildad decir que los dos estábamos lleno de gracia. Piensen, entre millones el Padre me elige a Mí y lo elige a José, si bien era muy firme en su respuesta pero era flexible para el diálogo, se mostraba siempre atento, cordial, animado y sus ojos tenían una profundidad tremenda como si en esa oscuridad se viesen mundos, otros mundos, que es propio de las personas que tienen una mirada muy especial.
Ustedes dirán: pero la Madre se está entreteniendo en describir cómo era José, su Esposo, sí, porque les estoy dando noticias que ustedes no tienen, por supuesto, ahora quien me preguntaba siempre sobre José era Juan, también la Magdalena, también la Magdalena. Ahora, querían saber, por supuesto que cuando uno observa a aquellos que quieren investigar ciertas cosas como la fecundación del Niño, las formas, que se yo, muchas cosas, parecería que están racionalizando la gracia, algo que no es posible, además, además, tanto María Magdalena como Juan, hacían hincapié en esa forma de amar de José, porque Juan y Magdalena entendían enormemente de esa forma de amar. Porque hay un amor por supuesto que es el que conocen todos ustedes el amor de pareja, el amor de los padres por los hijos, los hijos por los padres, los hermanos entre sí, el amor a todos los semejantes, pero normalmente no se habla de un amor superior, un amor parecido al de los Ángeles, no exactamente porque los Ángeles son Espíritu puro, aunque Artemio ve transparencias cuando están los Ángeles pero son creación del Señor y Espíritu puro y no olviden ustedes que nosotros somos humanos ¿mmm?.
Entonces, las preguntas de Juan y Magdalena eran sobre las formas de amar de José y ellos se identificaban con eso. Si los hombres pudiesen descubrir esas formas de amor más allá de todo interés humano, humano en el sentido corporal, entenderían tantas cosas ya del Cielo porque algunos místicos han transitado por los caminos de este amor, sí, pero para el común de las personas no es entendible, no es comprensible. Los hombres razonan y piensan influenciados por las hormonas que corren por su sangre pero cuando se crece espiritualmente en la gracia y se crece mucho se ama de una manera, quiero que me entiendan, de una manera como desprendidos de la materia, por supuesto que es un amor que no tiene límites y que va creciendo en la medida que la persona crece espiritualmente; ustedes se preguntarán: pero Madre ¿a este amor debemos aspirar?, no, no, no, no quiero decirles eso. Cuando el Padre les dice: aquí tienen la Tierra, multiplíquense en ella, es decir está latiendo en el corazón del hombre, en la sangre del hombre todo lo instintivo además de lo afectuoso y además de toda la pureza que puede haber ¿no?, está latiendo la necesidad de la procreación. Yo me estoy refiriendo a otro tipo de amor que no tiene en cuenta la procreación, salvo que se entienda por procreación la vida que asumen algunas personas en sus etapas evolutivas de crecimiento espiritual.
No sé si decir procreación o simplemente creación, es decir a medida que se avanza en el conocimiento del Señor todo se espiritualiza, todo se hace diáfano, todo es diferente, no digo que sea lo ideal, es lo ideal para quien elige eso pero no es una norma ni un paradigma para todos los hombres sino solo para aquellos que eligen esa vida. Ustedes se preguntarán: ¿no está llena esa vida de tentaciones?, sí y no, porque cuando se crece tanto espiritualmente ya las tentaciones son un poco historia del pasado, porque hay la gracia que sustenta, alienta, permanece, hace crecer al hombre por muy naturaleza humana que tenga.
Tal vez hubiese sido necesario tratar este tema de otra manera pero quise injertarlo en este día en la vida de Mi Amado Esposo José, y les decía que Juan y Magdalena se interesaban enormemente en todas esas cosas y además les digo Yo, el amor de Mi Hijo por Juan está dentro de esas esferas, que los hombres comunes y más cuando apelan a la ciencia lo explican de otra forma pero es erróneo, lo mismo el amor por Magdalena, no se olviden que mucho que lo que hay en el Evangelio de Juan son aportes de Magdalena ¿mmm?.
Ahora bien, Yo no quiero confundirlos con todo esto solamente decirles que los hombres y las mujeres por supuesto, tienen opciones y en el caso de Juan, la Magdalena, no digo de todos los Apóstoles, si fuéramos a hablar de San Pablo bueno todo sería para hablarlo de otra manera, pero teniendo tan cerca a Juan, a Magdalena, les digo estas cosas y les pongo así como en una vidriera estas formas de amor, que muy rara vez conocen los hombres. Les digo más, algunos hombres están todavía sujetos a sus pulsiones hormonales, pueden tener ciertas acciones pero en nada se parecen a las acciones de otros hombres, ¿por qué?, porque a medida que se fue creciendo espiritualmente, digamos una vida mística, entonces parecería que ciertas acciones, que no se las digo pero ustedes pueden imaginarlo son para mayor Gloria de Dios y no para satisfacción personal, esa satisfacción personal que es tan legítima y tan plenificante en el hombre común, que tiene su esposa, tiene sus hijos y una vida íntima que como les dije les da satisfacción y les plenifica.
Sobre esa planificación me gustaría hablarles algún día, porque a tantos se les aclararían ciertas cosas que todavía no entienden, no las entienden, por supuesto, no estoy juzgando, todas son maneras de proceder que la Misericordia contempla dentro de sus infinitas posibilidades de comprensión de la naturaleza humana, dije y lo recalco, infinita comprensión de la naturaleza humana, como también de todos los factores concomitantes que influyen en esa naturaleza humana.
Conviene ya que vaya terminando con el Mensaje de este día pero valoren en José ese amor que les di ciertas pautas, les di ciertas explicaciones para que si bien no lo entienden al menos estén barruntando lo que es, la esencia de lo que es ese amor.
Yo me entretuve describiendo algunas características caracterológicas de Mi Esposo, podría decir muchas más pero ustedes piensen en un amor más allá de todos los límites humanos ¿mmm?, mucho más allá y entonces allí piensen en las características de José, tanto sea de su forma de ser, de pensar, de actuar.
Estoy muy contenta de poder conversar estas cosas con ustedes, además ustedes piensen, en otras apariciones tuve que revelar cosas que eran entendibles para niños o jovencitos o jóvenes cuya capacidad de comprensión era sumamente limitada, por eso este tipo de Revelaciones no aparecieron antes, porque en cada caso las Revelaciones obedecen a ciertos objetivos, que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo proponen apelando a que las personas entregan su voluntad para que ellos puedan influir totalmente en aquellos que reciben las Revelaciones y por supuesto que estas Revelaciones también van creciendo con el tiempo, como ocurre con cualquier ejercitación, no es lo mismo hablar alguna vez con el Señor que hablar todos los días y a cada momento ¿no?, creo que se entiende esto.
Mi invitación Mis queridos es que, profundicen las cosas, sí a nivel conocimiento pero Yo sobre todo me refiero al conocimiento del amor, porque es tan grande la dimensión del amor que todavía el hombre no conoce y que justamente Yo tengo que hacer hincapié porque vengo como Mensajera del Espíritu Santo para ayudarles a entender todo lo referente a la Divina Misericordia, el mayor atributo que tiene Dios, su amor. Ustedes dirán: ¿y si conjeturamos al respecto?, bueno si conjeturan y lo hacen de buena fe, háganlo pero tienen el Espíritu de Luz que los puede guiar en etapas sucesivas a ver cada vez más claro todo, pero siempre habrá como una cortina delante que desaparecerá el día que estén viviendo la Bienaventuranza Eterna.
Por hoy es suficiente, les amo, cuánto les amo.
Amén.