Entonces todo esto que decimos ¿por qué?, porque tenemos que hacer conciencia de que tenemos por delante una realidad tan hermosa como la vida que estamos llevando, pero mucho más hermosa, porque aquello es para nunca más morir, es toda una eternidad. Oración del 23 de Mayo de 2007
Habla Artemio:
Como todas las cosas las empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, Amén.
Vemos los cantos, venimos a agradecer al Señor, a pedirle favores, a estar con Él, entonces le decimos simplemente: que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva Él. Que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva Él. Viva la fe, viva la esperanza, viva el amor. Viva la fe, viva la esperanza, viva el amor. Viva la fe, viva la esperanza, viva el amor. Que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva Él. Que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva, que viva Cristo, que viva Él.
Número 3, con todo nuestro fervor decimos: mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás. Amarte solo a ti Señor, seguirte solo a ti Señor, confiar solo en ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás.
Como una forma de agradecimiento algunos tienen que dar algún testimonio,
bueno comentale a tus hermanos… (habla una señora, da un testimonio) …, bueno, le damos gracias al Señor, pero Monseñor Aguirre también estuvo en la casa de este señor y comprobó todo ¿no es cierto?, por ejemplo las cosas que se le reproducen son la yerba, el azúcar, los fideos, los fines de semana la gaseosa, el pan, por supuesto las botellas con agua y no sé que otras cosas, muchas cosas más… (sigue hablando la señora) …, todos los domingos viene el señor aquí con su esposa, sí, él es tan humilde que no dice nada pero esto empezó hace cinco meses atrás ya, sí, alabado sea el Señor.
Alguno quiere dar testimonio porque es una forma de darle gracias al Señor… (habla otra señora, da un testimonio) …, le damos gracias al Señor por todas estas cosas, bien, que maravilla, ¿alguno quiere decir algo más? ¿mmm?, a veces uno es un poco temeroso para decir las cosas, bien.
Vamos a leer el Evangelio del día de la fecha, nos ponemos de pie, antes les digo que ayer fue el día de la Santísima Trinidad y además el día de Santa Rita de Casia, que ustedes tienen aquí ¿eh?, el 22 de Mayo pero también se lo festeja todos los 22 pero especialmente el 22 de Mayo y estamos entre el domingo de la Ascensión del Señor y el domingo de Pentecostés, es decir la venida del Espíritu Santo, entonces, por supuesto siempre pero especialmente es una semana cargada de gracia del Señor ¿eh?, entonces por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio del día de la fecha, miércoles 23 es de San Juan como el de todos estos días, todos son de Juan los Evangelios ¿eh?, de hoy, de ayer y antes de ayer, etc., Juan 17, capítulo 17, versículos 11 al 19, dice Jesús: “Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras Yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese nombre tuyo que a Mí me diste, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba con ellos Yo los cuidaba en tu nombre, pues tú me los habías encomendado, y ninguno de ellos se perdió, excepto el que llevaba en sí la perdición, Judas ¿no?, pues en esto había de cumplirse la Escritura. Pero ahora que voy a ti, cuando todavía estando en el mundo, digo estas cosas para que tengan en ellos la plenitud de Mi alegría. Yo les he dado tu mensaje y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que lo defiendas del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Conságralos mediante la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me has enviado al mundo, así Yo también los envío al mundo; por ellos ofrezco el sacrificio para que también ellos sean consagrados en la verdad” . Esto tan hermoso es palabra del Señor, te alabamos Señor.
Tenemos que medir todas las consecuencias de la festividad de estos días ¿no? y sobre todo tener en cuenta que la festividad del domingo pasado y del próximo son hechos muy importante, piensen: Pascua de Resurrección, después Jesús aparece muchas veces a su Madre, a María Magdalena, a los Apóstoles, a los Discípulos y luego la festividad del domingo pasado, la Ascensión, cuando él en cuerpo y alma asciende a los Cielos ¿eh?, es decir pasa del otro, cuando decimos Cielo no pensamos en allá lejos ¿no es cierto?, el Cielo está entre nosotros, nada más que no lo vemos, está entre nosotros, es decir es otra dimensión ¿eh?, bueno.
Esto ocurrió por supuesto, ocurrió, lo del domingo pasado, la festividad y ahora el domingo vamos a tener Pentecostés, ¿qué quiere decir Pentecostés?, cincuenta días después de la Pascua, es decir Jesús Asciende a los Cielos, pero Él dice: Yo me voy a Mi Padre pero les enviaré a ustedes el consolador, el que va a estar siempre con ustedes, siempre, continuamente, ¿a quién se refería?, se refería al Espíritu Santo, por eso en el día de Pentecostés, lo adelantamos, están María y los Discípulos reunidos, entonces empieza a soplar sobre ellos un viento, ven unas lenguas de fuego y estas personas, en su mayoría analfabetos que sabían tan poco y nada de repente empiezan a hablar todas las lenguas, conocen todas las realidades del Señor, ¿por qué?, porque el Espíritu Santo les ilustra plenamente a todos ¿eh?, de los misterios esenciales de la religión que el Señor había venido a predicar.
Entonces, una semana preciosísima entre la Ascensión y Pentecostés, y ustedes dirán: ¿y nosotros qué?, nosotros estamos viviendo estos acontecimientos pensando: Jesús asciende y de acuerdo a su promesa envía sobre nosotros el Espíritu Santo. Cuando la señora hablaba recién y la otra señora también ¿no?, y comentaban las cosas que le pasaron, no hay ninguna duda que ¿eh?, es el Espíritu Santo que estuvo haciendo ese tipo de cosas, milagros de todo tipo como se ven diariamente. Es decir, cuando uno ve que abundan los milagros es porque el Espíritu Santo sobreabunda, esa reproducción de las cosas de este señor, las cosas que pasan siempre que son hermosísimas, son una forma de manifestarse el Espíritu Santo que es Dios también, el amor entre el Padre y el Hijo ¿mmm?, ustedes dirán: ¿y por qué uno a veces lo ve a Jesús en vez de ver el Espíritu Santo?, lo que pasa es que el Espíritu Santo lo representamos nosotros como una paloma, atendiendo lo que dice el Evangelio cuando Jesús fue Bautizado en el Río Jordán, cuando desciende sobre Él una especie de ave ¿mmm?, que parece una paloma, por eso cuando hablamos del Espíritu Santo hablamos de una paloma. Ustedes ven Nuestra Señora que tienen delante de ustedes, el Espíritu Santo, la palomita que está sobre su corazón, ella eligió esa forma, ella eligió hacer así, estar vestida de esa manera y todo, ella dijo todo, ya en las Revelaciones del año 1995, todo. Ahora, ustedes dirán: ¿pero realmente es una palomita la que tiene allí?, bueno yo les digo, la Madre que vive aquí junto a su Hijo desde hace doce años porque se la ve todos los días, eso no quiere decir que no está en otro lado también, es decir, no tiene sobre su pecho una paloma, tiene como una especie de ases de luz ¿eh?, que da la impresión de ser un ave pero no es un ave ¿mmm?. Uno para darle forma dice: sí, tiene la forma de paloma o de pájaro o de no sé, pero son como rayos de luz que salen de su Corazón.
Entiendan esto porque a veces uno dice: cómo esta paloma, claro, tanto el Señor como la Virgen y todos usan cosas humanas para que nosotros podamos entender más, así como en sus tiempos Él usaba Parábolas, es decir comparaciones para hacer entender, así ahora directamente tiene formas humanas, igual que las nuestras para que nosotros los veamos ¿mmm?. Nosotros por ejemplo pensamos: bueno, nuestros seres queridos están en el cementerio, están en Panteón, están en una tumba, etc., etc., sí, por supuesto, pero hay que tratar de pensar en esto ¿no?, que sí, queda el cuerpo allí, pero la persona cuando pasa a la otra dimensión tiene de alguna forma también un cuerpo, que a veces es un poco transparente, lo que Jesús llama: materia incorpórea, pero se ve también ¿mmm?.
Yo me acuerdo por ejemplo, hoy es 23, el 26 de mayo hace 7 años que sepultamos a mi hermano, bueno, y yo me acuerdo que cantábamos tanto en el velatorio como en el sepelio, cantábamos, pero alguno habrá pensado: ¿de qué se alegran estos?, y había una razón muy simple, ella estaba con nosotros también ¿mmm?, acompañaba a su cuerpo hasta el cementerio ¿verdad?, cuando volvimos ella subió con nosotros en un coche y se vino de vuelta, cuando llegamos no la vi más ¿verdad?, eso es para que tengan una idea y que la vida se les haga más linda, ¿por qué?, porque todo lo que se ve es algo aparente, eso del cuerpo que queda allí, que se yo, que olor, que esto, enseguida son datos feos para la mente, pero no, eso es nada más que algo provisorio, momentáneo, incluso ese cuerpo que hemos dejado allí algún día lo vamos a tener plenamente en las manos que tenemos, los ojos, todo va a estar de nuevo con nosotros para siempre, pero mientras tanto ya lo tienen, ya lo tienen ¿mmm?. Entonces, ustedes dirán: y esto ¿cómo lo creemos?, bueno es una cuestión de fe, lo que dijo la señora, la otra señora son cuestiones de fe, es decir parecería que se vuelve medio difícil hasta que a uno no le toca ¿no?, pero por ejemplo, cuando yo empiezo dentro de un rato seguramente aparecerá la Madre, pasa por cada uno y le da la bendición, hay una señora que me está mirando aquí que ella también la ve, perfectamente y después comentamos los pormenores, cómo estaba vestida hoy, qué hacía, que no hacía, quien había, quien no había, porque además de eso están los familiares que los acompañan a ustedes ¿mmm? ¿verdad?; y ustedes dirán: ¿siempre?, y sí, siempre.
¿Por qué el que es auténticamente cristiano no siente la ausencia de aquellos que se van antes?, porque siguen estando juntos ¿mmm?, el no entender la muerte así no es de cristianos, el entenderla así como un paso a otra vida, la vida continua, Jesús dice: nadie se muere, la vida continua, nada más que de otra forma ¿mmm?, entonces, esto debe ser alentador para nosotros, muy alentador, ¿por qué?, porque uno tiene la seguridad ¿no es cierto?, de cómo es esta vida y cómo es la otra y que todo continua y que los amores no se pierden, al contrario, se acentúan, cuando se pasa al otro lado los amores se acentúan tremendamente más que acá ¿mmm?, uno se encuentra con todos aquellos que amó y que sigue amando ¿mmm? ¿se dan cuenta que hermoso?, y esto lo digo después del domingo en que hemos visto la Atención del Señor, ¿por qué?, porque pasa al otro lado ¿verdad?, lo mismo que el domingo próximo festejamos Pentecostés, que viene el Espíritu sobre María y todos los Apóstoles, todo forma parte de lo mismo. Ustedes dirán: pero mmm esto yo no lo creo, pará, vos decís en el Credo, como profesión de fe ¿verdad?, es decir todo lo que se dice en el Credo es lo que sí o sí tenemos que creer, por eso es el Credo ¿verdad?, desde el Concilio de Trento, bueno, el Credo son verdades que tiene el Cristianismo, en nuestro caso el catolicismo, ahora bien, en un momento del Credo dice: la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, etc., la comunión de los Santos, de lo que estamos hablando hoy a eso llamamos la comunión de los Santos, es decir que en el Credo estamos haciendo una profesión de fe sobre la comunión de los Santos, y ¿qué es la comunión de los Santos?, es el tema que estamos hablando, esa convivencia que nosotros tenemos con los Santos, el día 11 Santa Maravilla de Jesús, la convivencia así diaria con el Señor, su Madre, el Espíritu Santo que habla en nosotros, esa gente que se reúne a orar como otros grupos que hay en todos lados, en Río Cuarto, Córdoba, Río Tercero, en todos lados, Buenos Aires, etc., ¿no?, todo eso, esa manifestación así, esa creencia de la presencia de los otros seres, que incluso ya no están aquí, a todo eso llamamos la comunión de los Santos. Fíjense ustedes, cualquier cosa del Credo que uno no la quiere creer, directamente uno está afuera de la religión, porque es la base, son principios, son dogmas, los dogmas tienen que creerse sí o sí porque son cosas establecidas por el Señor.
Entonces, todo esto que hablamos parece medio fantasioso, pero es la realidad diaria, cotidiana de los cristianos ¿eh?, esa vida preciosa, no así como si fuéramos huerfanitos aquí en la Tierra, nada que ver, esa orfandad no es tal ¿mmm?, estamos siempre acompañados por aquellos que nos amaron mucho y vamos a seguir estando en una compañía para siempre de eso ¿mmm?. Yo estuve dos veces del otro lado, les cuento dos o tres palabras de una vez nada más, la última, bueno lo primero que se ve por supuesto está Jesús y su Madre, más su Madre, la Virgen María antes que Él ¿verdad?, y la mayoría dice que San Pedro es el que nos recibe, no, no, es la Madre, la Madre nos recibe ¿mmm?, y en un instante ahí delante de la Madre y del Señor, Jesús no dice ni una palabra, mira nada más, mira, pasa como una especie de película dentro de uno viendo todas las cosas que hizo a lo largo de los años, todo, todo, todo, todo, pero se empiezan a ver esas cosas desde otro ángulo, ¿por qué?, por una razón muy simple, muchas cosas que a veces nosotros consideramos tal vez malas o no tan buenas no eran así, no, no, no, la forma de valorar las cosas que tiene Jesús es muy distinta a la que tenemos nosotros y el valorar a la gente también es muy distinta a la forma que tenemos de valorar nosotros ¿eh?. Uno se encuentra del otro lado con gente que ni remotamente creyó encontrarse, bueno les digo, entonces uno ve todo lo que hizo ¿verdad?, ¿y quién están también allí?, los familiares de uno por supuesto, muy contentos, como una juguetería tienen la cara de contentos, además todos aquellos Santos que uno siempre fue muy devoto, San José, Santa Rita, bueno yo vi San José, Santa Rita, San Faustina, la Madre Teresa, bueno, toda esa gente ¿no?, estaban todos ahí y además había otras personas que como yo estuve no mucho y tuve que volverme ¿mmm?, dijo el Señor: no, todavía no, volvé, todavía no es tiempo, volvé, es una pena porque uno quisiera quedarse ya; vos dirás: ¿no se extrañan las cosas de la tierra?, no, sinceramente no, no.
Todo es tan precioso, todo es tan divinamente hermoso, los colores son otros colores, las dimensiones son otras dimensiones ¿mmm?. Yo les he contado lo mío pero podría contarles todo lo que me contó mi mamá de cuando llega ella por ejemplo, etc. ¿no?.
Ahora, ¿y por qué les digo todo esto?, porque estamos hablando en esta semana de la Ascensión del Señor, del paso al otro lado y hemos sido creados a imagen y semejanza de Jesús y entonces a imagen y semejanza de Él también hacemos lo mismo que Él para pasar al otro lado, que fue lo que festejamos el domingo, pasó hace dos mil años ¿no es cierto?, pero festejamos el domingo ¿mmm?.
Todo esto debe ser alentador para nosotros y como diría yo: una forma de tonificar la vida porque si todo es tan lindo qué puede importarnos a veces un pequeño dolor, alguna cosa que nos pasa, problemas que tenemos que resolver, eso es un poco hasta la sal de la vida los problemas que hay que resolver, porque qué sería de nuestra vida sin ningún problema ¿mmm?, tenemos que procurarnos el alimento, cubrirnos si hace frío, desvestirnos si hace calor y todas esas cosas que hay en el mundo ¿eh?, igual que las que vivió Jesús y nosotros también porque estamos hechos a su imagen y semejanza ¿mmm?.
Entonces todo esto que decimos ¿por qué?, porque tenemos que hacer conciencia de que tenemos por delante una realidad tan hermosa como la vida que estamos llevando, pero mucho más hermosa, porque aquello es para nunca más morir, es toda una eternidad. Nosotros la palabra eternidad no tenemos idea cómo es, estando del otro lado se tiene idea de lo que es, un continuo presente, no hay pasado ni futuro, un continuo presente de felicidad total, completa; es decir, completa de acuerdo a cómo cada uno lo deseó ¿verdad?, si uno deseó el amor del Señor y el amor de los hermanos ¿eh?, es decir va a tener una visión distinta del otro lado, digamos, a mejor vida mejor visión del otro mundo. Quiero decir lo siguiente, aunque la promesa del Señor es que todos nos vamos a salvar, aunque muchos tengamos que pasar un tiempo en la oscuridad, vos dirás: pero ¿para todo es igual?, noo, no, cuando vos vas a elegir un vestido por ejemplo o un pantalón o lo que sea, buscas uno de tu medida, no te ponés ni más grande porque te queda mal ni más chico porque no entra, bueno, cuando estemos del otro lado pasa lo mismo, uno no puede desear algo que no le viene bien ¿mmm?. Entonces, de acuerdo a los méritos que hizo verá del Señor un diez, un veinte, un treinta, hasta un ochenta o un cien por cien, depende de los méritos que se habrá hecho en esta vida; vos dirás: ¿y los méritos en qué consisten?, bueno, que se yo, te digo algo nada más, el ser una buena persona, el ser humilde, sencillo, esas que consideramos virtudes ¿eh?, y muchas cosas que parecen que no tenemos pero que el Señor valora es que a veces no hemos tenido la oportunidad de hacer más cosas que las que hicimos, pero en nosotros había también deseos de hacerlas, el Señor evalúa los deseos que tenemos ¿eh?, muchos de ustedes querrá estar en el África o en la India para atender a los que se mueren pero estamos acá ¿mmm?, pero hay un firme deseo de hacerlo porque nos gusta hacerlo ¿mmm?, atender a nuestros hermanos, etc., etc. La medida de lo que vamos a vivir del otro es la medida con que hemos amado aquí en la Tierra, a mayor amor por nuestros hermanos y por el Señor, que es a los hermanos, porque el amor al Señor si es amor al Señor nada más no sirve, el amor al Señor tiene que manifestarse en cómo queremos a nuestros semejantes ¿mmm?.
Entonces, eso va a dar la medida de esa eternidad que tenemos por delante, que es tan hermoso todo, tan precioso, por eso cuando uno piensa en todo esto no tiene que alarmarse, ocurre que cuando uno está enfermo o le duele, cree que todo es negro, es difícil, y mirá si uno se muere, que esto, que lo otro, claro, esa es la forma humana de razonar pero totalmente diferente es la realidad, totalmente distinta, cada cosita, pequeña que hiciste en beneficio de tu familia, de los que tuviste cerca o no tan cerca, de cómo fuiste, de las veces que sonreíste, de que fuiste amable, de que fuiste generoso o generosa, que se yo, todo se mide del otro lado ¿mmm?, todo, todo. No es que esté el Señor allí como un juez para decirle: por acá, por allá, noo, ni señalarte con el dedo, noo, nada que ver, el Señor es amor, es Misericordia y Él tiene una explicación para cada cosa de nosotros. No puede juzgarnos como malos cuando a lo mejor éramos anormales o ignorantes o enfermos o lo que sea ¿mmm?. Cuando un día yo le pregunté a Jesús, allá por el ’97 o antes, el ’96, le pregunté un día: ¿por qué Señor esos seres que nacen deficientes en su cuerpo, en su mente?, y entonces como parecería algo tremendo dentro de la naturaleza ¿no es cierto? encontrarse con algunas personas, bueno, ustedes ya lo saben, Jesús me dijo: son más felices que vos, sí Señor le digo: pero ¿y los padres, que tienen que tener toda una vida, la paciencia con esos seres?, y me dice: esos hijos también son un fruto del amor, Yo no tengo la culpa en eso que pasa, es la naturaleza misma que hizo que se equivocara esa naturaleza en el nacimiento de ese ser. ¿Por qué dijo: son más felices que vos?, porque viven en un estado de inconciencia y en ellos no hay nada malo, absolutamente nada malo porque no entienden, no entienden el bien del mal entonces viven el bien continuamente ¿mmm?, son los que diríamos: pasan más rápido la barrera del otro lado para verlo al Señor, entonces sí del otro lado van a estar plenitud lo que aquí no pudieron.
Porque en cada ser que nace el Señor tiene un proyecto y en esos casos ¿no es cierto? el Señor también en ellos tiene un proyecto y Él mide las cosas del otro lado en base al proyecto que tuvo de cada uno. Yo pienso si estas palabras que les estoy diciendo a ustedes me las hubieran dicho a mí cuando tenía diez, doce años, menos o más, creo que hubiese sido mucho más feliz en la vida y ustedes también ¿mmm?, ¿por qué nos habrán ocultado tantas cosas hermosas?, o de esa forma nos dominaban más metiéndonos miedo, temor, que el infierno, que te va a castigar, que por esto que hiciste la culpa para siempre, noo mis queridos, eso no es de Jesús. Si alguna vez le presentaron a un Jesús que castiga o que pone pruebas para que tropiecen, no le presentaron a Jesús, le presentaron cualquier cosa, otra cosa, pero Jesús ni castiga ni pone pruebas y lo dice muy claro Él: piensen en un padre cuando su hijo le pide pan no le va a dar una piedra, si le pide pescado le va a dar una víbora ¿eh?.
Por eso, ustedes y yo si nos hubieran hablado así de un Jesús con estas dimensiones cuando éramos pequeños ¿no creen que hubiese sido mucho más feliz nuestra vida? ¿mmm?, ¿y por qué no nos habrán hablado? habría que preguntárselo a muchos ¿eh?, ¿por qué no hablan del Jesús verdadero?, ¿por qué no nos muestran realmente cómo es el Señor que es todo amor y no es castigo, ni crueldad ni ninguna cosa extraña?, ¿por qué?, ¿por qué todo tiene que ser culpa, miedo, temor? ¿eh?, ¿por qué?. Yo les dejo la pregunta a ustedes ¿mmm?, ¿para qué se las dejo?, para que ustedes respondan con vuestros hijos y le muestren este mundo que les estoy presentando yo, con un Jesús real, no un Jesús que mete miedo, temor, angustia, pecado, dolor, noo mis queridos, ese no es el Jesús verdadero, se los han presentado mal ¿mmm?, se los han presentado mal, muy mal.
Y estando aquí Monseñor Aguirre ¿no?, que ya cumplió 64 años de Sacerdocio, quiere decir que tiene 84 años, dijo: no sé dice pero me parece que después de tantos años estoy descubriendo recién ahora a Jesús, lo dijo Monseñor Aguirre y lo dijo delante de la gente y está grabado ¿mmm?. Cuánta pena que tiene uno ¿no?, de aquellos que sufren tanto sin necesidad ¿no?, que les presentan a alguien que siempre está esperando a la vuelta de la esquina para bajar la caña o el hacha o lo que sea para castigar porque ¿mmm?, todo está mal, todo no, no, no, ¿por qué no? ¿mmm?, Jesús no es no, es sí al amor, a todo lo que es amor, bueno, muy bien.
En este día, pensando que ayer fue el día de la Santísima Trinidad, pensando en todo esto precioso que hemos analizado, pensando en todo lo que podemos enseñarle a nuestros hijos para que sean felices, para que pierdan los miedos, miedo, ¿miedo a qué?, teniéndolo al Señor con uno ¿eh?, y esos conceptos trasmítanselo a sus hijos ¿mmm?, que no les pase a ellos como nos pasó a nosotros que no nos enseñaron las cosas como debían enseñarlas; ustedes dirán: ¿por qué dice todo esto?, ¿nos está faltando algo?, no, lo digo simplemente porque el Señor me dijo que tenía que ser un Celoso Custodio de su Mensaje entonces aquí estamos diciendo estas cosas, ¿para quedar bien?, con nadie, sino con Él, que es quedar bien con ustedes, porque el amor a Él se manifiesta en el amor a los hombres, el amor entre sí que nos tenemos que tener, así de simple, así de fácil, así de hermoso, así de esperanzador, así de precioso todo ¿mmm?, establecer nuestra vida, lo otro nos mintieron, que pena, con qué derecho nos mintieron tanto o nos pusieron tantos inconvenientes para hacer todas las cosas, temores, miedos, castigos ¿mmm?, cuántas veces… (se interrumpe la grabación) … como la Madre quiso correrla, yo vine y se la corrí, bueno. Pero no le reprochamos nada a nadie, no, no, solamente decimos, los hijos que están en nuestras manos o los niños que educamos ¿mmm?, o lo que hice yo durante treinta y ocho años y sigo haciéndolo ¿mmm?, que entiendan una realidad diferente, ¿adornada?, no, verdadera que es distinto, verdadera.
Señor de la Misericordia, entre la Ascensión que fue el domingo la fiesta y el próximo Pentecostés, la venida del Espíritu Santo ¿mmm?, humildemente Señor estamos aquí, venimos de lejos, no tan lejos o muy lejos o a lo mejor de la otra cuadra pero aquí estamos Señor, este día y todos los días a que alcance nuestra vida aquí.
Por eso Señor, estamos tan contento de ser tus… (se dio vuelta la cinta) …, quiere decir el que come el mismo pan ¿mmm?, el que come el mismo pan y el Señor come el mismo pan que nosotros porque está siempre a nuestro lado con los sufrimientos, con las alegrías, con los dolores, con todas las cosas hermosas que nos pasan, siempre a nuestro lado.
Dice Jesús:
Es cierto, siempre estoy con ustedes, pero mal no viene repetir, desde el comienzo de los tiempos cuando Mi Papá creó todas las cosas Yo ya estaba en Mi Papá y ya en ese momento ustedes eran una idea en Mi mente, eran una idea pero no como cualquier idea porque Yo ya los amaba y los seguí amando a través de milenios y milenios hasta el día en que papá y mamá, de ustedes, decidieron tenerlos, Yo les miré a los ojos, les llamé por vuestro nombre y les puse a alguien que los cuidara y así como los amaba los seguí amando y en adelante también y pensé para cada uno ¿mmm?, pensé un proyecto, es decir cómo puede ser la vida de este hombre, pensé en todo el futuro de cada uno ya en la panza de mamá y también me dio mucha tristeza cuando fue pasando el tiempo y vi que no todos los niños tenían el mismo futuro, aquellos cuyos padres no le amaban lo suficiente, aquellos que ya en la panza de mamá recibieron castigos de papá, castigos con la mano y castigos con palabras, pero Yo fui viendo todas esas cosas y seguí de cerca todo pero Yo los he creado libres y en consecuencia, salvo que me lo pidieran no podía meterme, por un respeto total a la libertad que tiene el ser humano, pero estuve siempre a vuestro lado; ustedes dirán: pero ¿cómo, son tantos millones siempre a nuestro lado?, y sí, soy el Hijo de Dios y Dios mismo, entonces estoy en todo lugar, en todos los lugares, con la diferencia que en este lugar, en Marzo de 1995, Mi Mamá y Yo decidimos quedaros aquí por mucho tiempo, que es lo mismo que decir para siempre y lentamente fuimos diciendo con Mi Mamá todas las cosas que eran necesarias hasta que hubo la posibilidad de armar esta Casita nuestra, pero todo lo que hay aquí es nuestro especialmente porque hemos hecho una carpa en este lugar.
Decir carpa es propio del lenguaje de la gente del desierto que acampa en un lugar, cerca de los oasis y aquí también nosotros acampamos, ¿para qué?, para dar Mensajes para todos los hombres del mundo, ¿qué mensajes dirán ustedes?, nadie ignora que los hombres no están bien encaminados, unos a otros se hacen la guerra, destruyen todo lo que encuentran a su paso, los países unos dominan a otro de acuerdo a sus riquezas, los hombres sufren, tres cuartas partes de la población se acuesta con hambre, ustedes aquí en vuestra república tienen provincias como Jujuy que de cada mil niños que nacen diez llegan a adulto, el resto se muere antes, cuánto será Mi dolor porque para esos niños también Yo tengo un proyecto pero la realidad no me permite ver en ellos que cumplen su proyecto, que pena, eso es lo que muchas veces Artemio me encuentra sudando sangre o de Mis heridas saliendo más sangre que la de costumbre y me pregunta: ¿por qué?, y Yo no responde, pero Él se da cuenta que es por todo lo que sufro porque no todos los seres humanos ven el sol todos los días, aquél que tiene hambre no tiene techo, ropa para cubrirse, un futuro digno, para ellos no sale el sol.
Por eso, recién hablaban de la vida, del más allá que está aquí entre nosotros, bueno en la medida que más se amen entre ustedes más hermosa será esta vida, ustedes dirán: ¿pero es una forma de castigo?, noo Mis queridos, no es castigo, nadie puede pedir algo ni tampoco lo desea más que lo que el esfuerzo que hizo para tenerlo; ustedes dirán: venimos de lejos para sanarnos de nuestras enfermedades y el Señor nos habla del amor a los hombres, y sí Mis queridos, porque también las enfermedades se sanan cuando uno está disponible para beneficiar a los demás y también quién me escucha a Mí tiene que tener la certeza que ya su enfermedad no existe. A veces veo que algunos dan testimonios, otros tendrían testimonios para dar pero no vienen o no hablan, es una pena porque acuérdense en el Evangelio cuando Yo le pregunto al leproso curado: pero ¿cómo, ustedes no eran diez y viniste vos nada más a agradecerme?, y los otros nueve ¿dónde están?; es decir, como ven ya en el tiempo en que Yo anduve por la Tierra las cosas eran iguales a ahora, ¿y qué es lo que era igual se preguntarán?, el egoísmo del hombre, el no reconocer, el ampararse siempre en las cosas que son sucias o medias sucias, pero es una pena porque los primeros perjudicados son los hombres mismos y a veces dicen: ¿por qué el Señor me castigará con esto?, noo Mis queridos, no hay castigos nunca en Mí, los hombres se castigan solos a sí mismos. Y entonces ustedes dirán: pero aquellos que mueren en las guerras, en los bombardeos, esos niños inocentes que tienen que partir tan temprano, esos niños tienen un futuro muy feliz, ahora pero esta pregunta deberían hacérsela aquellos que hacen la guerra, es decir porque no están usando bien la libertad que Yo les di.
Tener en cuenta Mis queridos estas cosas porque hay sobre la Tierra una especie de ley de la compensación, se desprenden de algo bueno y vendrá multiplicado y se desprenden de algo malo y también volverá multiplicado.
Pero no quiero Yo demorarlos demasiado, porque ustedes están ansiosos, quieren volver a vuestros hogares donde dejaron la familia, los hijos y quieren una respuestas para vuestros problemas, no es mejor respuesta Mis queridos que Yo les esté hablando directamente y les diga: tengan confianza, Yo estoy con ustedes hasta la consumación de los siglos, acuérdense cuando Pedro y los demás estaban sobre la barca y el viento quería destruirlos con el oleaje, entonces me llamaron y Yo les dije: soy Yo, no tengan miedo, y entonces hoy les digo a cada uno de los que están presentes en este lugar y también a todos aquellos que dejaron en la casa: soy Yo, no tengan miedo, porque no hay nada que no pueda solucionarse, no hay nada que no tenga arreglo, pero hay que abrir el corazón y dejarme entrar, tengo tantas ganas de amarlos, por qué no me abren vuestro corazón, tengo tantas ganas, tantas ganas de hacer en vuestro cuerpo una vida nueva, tengo tantas ganas Mis queridos, tantas ganas, ábranme vuestro corazón y van a ver que todo será hecho nuevo, mañana cuando salga el sol verán que todo tiene un brillo diferente del brillo que tiene hoy porque Yo estaré dentro de ustedes también, déjenme que los ame, olvídense del pasado y de la imagen que les han presentado de Mí, no es esa, piensen que soy todo amor y todo amor para darlo y Yo no estoy haciendo lo que debo sino desparramo todo Mi ser en amor que es Mi mayor atributo, Mi mayor condición, déjenme que los ame, hoy y siempre.
Habla Artemio:
Ahora nosotros, pensando que el Señor está tan cerca, tan cerquita le decimos así: tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. De nuevo: tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Y ¿dónde está?. No lo busque a Cristo en lo alto, ni lo busques en la oscuridad, muy cerca de ti, en tu corazón, puedes adorar a tu Señor. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Y ¿cómo habrá que hacer, cómo habrá que hacer?. Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí, y que solo a Él le interesarán, Él es más amigo para mí. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Y ¿dónde lo vamos a buscar?. Búscalo sin miedo por la calle, caminando entre la multitud, muchos ciegos van, sin quererlo ver, llenos de ceguera espiritual. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí.
Bueno, sí Señor, estamos tan contentos que estés aquí con nosotros, porque eso nos da esperanzas para todo Señor, esperanza quiere decir esperar lo que todavía no es y uno cuando está enfermo todavía no está bien y si tiene esperanza quiere decir que ya puede estar mejor y sanarse; ustedes dirán: ¿por qué esa fiebre para sanarse?, y muy simple, porque Jesús dijo que la prioridad uno, lo principal para Él era sanar a los enfermos, ¿por qué nos van a conoc
Oración del 23 de Mayo de 2007
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