Que no pase lo mismo con nosotros, que cada uno de los que está aquí adentro piense: que el dolor del que tiene sentado al lado es su propio dolor y la alegría del que tiene sentado al lado o más allá es su propia alegría, sino perdonen, pero no somos cristianos, somos cualquier cosa. Oración del 28 de Abril de 2007
Habla Artemio:
Bueno, muy bien, numero 3 el canto: mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás. Amarte solo a ti Señor, seguirte solo a ti Señor, confiar solo en ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás.
Y ahora vamos a hacer lo que hizo Moisés en el desierto cuando el pueblo le dijo: nos trajiste acá para que muriéramos de sed y de hambre, hacé algo Moisés. Moisés tocó una de las piedras que estaban cerca y empezó a salir agua, con la que todos los hebreos, los judíos saciaron su sed. Cuando la Madre, esto lo digo siempre, pidió que hicieran esa cascada frente de ustedes se acordó de la peña de Oreb ¿mmm?, de la cual manaría siempre el Agua Viva ¿mmm?, y también dice que esto le recuerda el Bautismo de Jesús en el Río Jordán, además el cruce del Mar Rojo, las Bodas de Caná, atendiendo entonces a esa peña de Oreb, número 4, decimos con mucha confianza para que el agua, que es el Agua Viva de la gracia del Señor nos llene totalmente y le decimos: Cristo es la peña de Oreb que está brotando, agua de vida, saludable para ti. Cristo es la peña de Oreb que está brotando, agua de vida, saludable para ti. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser. Cristo es el lirio del valle de las flores, Él es la rosa blanca y pura de salón. Cristo es la vida y amor de los amores, Él es la fuente de la eterna salvación. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser.
Y ya al comienzo nos solidarizamos con esas dos personas que tuvieron que regresar porque están muy, pero muy mal y necesitan del Señor un milagro, esa misma Agua Viva que nosotros pedimos que también descienda sobre ellos para darles el milagro que buscan.
Y antes de leer el Evangelio como siempre, en todos los momentos de nuestra vida y del día y a cada instante debemos pedir la presencia en nosotros del Espíritu Santo: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí. Ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí. Apodérate, apodérate, apodérate de todo mi ser. Apodérate, apodérate, apodérate de todo mi ser. Aquí se siente la presencia de Dios. Aquí se siente la presencia de Dios. Siento el fuego del Espíritu Santo. Siento el fuego del Espíritu Santo. Siento gozo, siento paz, siento el amor que Dios me da. Siento gozo, siento paz, siento el amor que Dios me da. Aquí se siente la presencia de Dios. Aquí se siente la presencia de Dios.
Vamos a leer el Evangelio del día, sábado 28 de Abril, hoy son los Santos Pedro Chanel y Luis María Grignon de Monfort, es un Sacerdote francés, uno de los que más escribió sobre la Virgen María, les digo más, en el escudo de su Santidad el Papa Juan Pablo II había una expresión: Totus Tuus, que significa todo tuyo Maria y esa expresión Juan Pablo II la sacó de los escritos de Grignon de Monfort, porque hay muchos que escribieron sobre la Virgen pero se destacan en el 1500 San Alfonso María de Liborio cuyo Santo es el 02 de Agosto y Grignon de Monfort que escribieron tantas cosas hermosas.
Ahora el que puede se levanta para leer el Evangelio: por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Es el Evangelio de San Juan, capítulo 6, versículo 60 al 69: “cuando oyeron todo esto, muchos de los que habían seguido a Jesús dijeron: este lenguaje es muy duro. ¿Quién querrá escucharlo?. Jesús les había hablado de que Él tenia que morir muerte de cruz porque era la única forma que podía pagar la deuda, la única forma que podía pagar la deuda de todos los hombres, desde siempre hasta siempre y además el Señor les dijo como último mandamiento y el principal: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, por eso los discípulo dice: este lenguaje es muy duro. ¿Quién querrá escucharlo?.
Jesús se dio cuenta de que sus Discípulos criticaban su discurso y les dijo: ¿les desconcierta lo que he dicho?. ¿Qué será entonces cuando vean al Hijo del hombre subir al lugar donde estaba antes?. A partir de ese momento muchos de sus Discípulos dieron un paso atrás y dejaron de seguirlo. Jesús preguntó a los doce: ¿quieren dejarme también ustedes?. Pedro contestó: Señor ¿adónde querés que vamos?. Tú tienes palabra de vida eterna nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracia.
“Este lenguaje es muy duro. ¿Quién querrá escucharlo?” ¿mmm?, aceptar que Jesús tenía que morir en la cruz y el mandamiento más grande que se amen unos a otros para los Discípulos representaba algo muy duro, tanto que un montón se retira y se va, ¿quién puede hacer todo esto?, imagínense ustedes que en ese tiempo y siempre los hombres vivieron guerreando, lo mismo hoy día se puede decir: ¿quién sigue los mandamientos del Señor?, ¿quién se ama o quién ama a los demás?, amamos normalmente a nuestra familia y a veces ni tampoco, cuando uno ve los viejos tirados o los chicos tirados por ahí, no podemos decir que amamos a nuestra propia familia, ni siquiera ¿mmm?, qué vamos a amar a los otros si no queremos a nadie. Vos dirás: sí pero…, no, no, es así ¿mmm?.
Ahora, entonces cuando los Discípulos se enteran de todo esto, de las palabras de Jesús, muchos se van, se van, no pueden seguirlo, les parecía demasiado pesado todo, amar a los demás y pensar que el Hijo de Dios tenía que morir en una cruz, no, incluso algunos hacen tratativas para que Jesús no muera en la cruz como Pedro, el que fue elegido jefe de la Iglesia, representante del Papa ¿mmm?. Quiere hacer lo imposible Pedro para que no lo cuelguen de la cruz, es decir nadie entendía ¿no es cierto?.
Ahora, yo les digo a ustedes: ¿no se repiten hoy día las mismas palabras? ¿mmm?, Señor, si nos pedís que nos amemos los unos a los otros, ¿quién, quién querés que te siga si a veces ni nos queremos a nosotros mismos?, nos miramos al espejo y nos reprochamos de que la nariz de una forma, que nos tocó esa cara en el reparto, que por qué esto, que por qué lo otro ¿mmm?. Las palabras siguen siendo lo mismo a lo largo de la historia y con la misma actualidad hoy, Señor es muy duro lo que vos pedís ¿eh?, el sacrifico, el amor, el tener que morir muerte de cruz para pagar las deudas de los hombres, ellos esperaban otra cosa y nosotros también esperamos otra cosa, nosotros no queremos amar a nadie y queremos que el Señor nos ame a nosotros y nos de todo lo que necesitamos y la salud y la comida y todo, pero nosotros no, ponemos siempre condiciones cuando tenemos que amar a alguien, ah pero, siempre ponemos los pero, pero, pero, y de esto no se salva nadie, empezando por los Sacerdotes y terminando por cada uno de nosotros, el amor de todos por los demás es tan relativo y es tan poquito que sino el mundo andaría de otra forma ¿mmm?.
Por eso, en nuestros rezos tienen que estar los Sacerdotes, los Obispos, los Cardenales pero sobre todo nuestros hermanos ¿mmm?, nadie ama a nadie, nadie tiene tiempo para atender a nadie, nadie le pone el oído a nadie ¿mmm?. Y hasta los mismos que nos curan, los médicos y todos los paramédicos muchas veces, hay veces que son maravillosos pero otras veces se cansan hasta de nosotros, recién yo vi un caso concreto, digo: ¿cómo el médico te dejó llegar estar a este estado?, ¿es posible que tengas este estado así? ¿mmm?, porque no es ni un cáncer ni es nada serio, es una cosa que se cura fácil, quiere decir que hay descuido ahí. ¿Ven?, nadie escucha a nadie, se repite la misma historia que dice en aquél tiempo el Señor, que pena che, que pena ¿mmm?.
Que no pase lo mismo con nosotros, que cada uno de los que está aquí adentro piense: que el dolor del que tiene sentado al lado es su propio dolor y la alegría del que tiene sentado al lado o más allá es su propia alegría, sino perdonen, pero no somos cristianos, somos cualquier cosa, somos híbridos, pero no somos cristianos ¿eh?, quien no ama a su hermano, que lo insulta, que se yo cuántas cosas ¿verdad? no se puede decir que es del Señor, si Él nos dijo: el máximo mandamiento es que se amen unos a otros como Yo los he amado y nosotros decimos lo mismo que dijeron los Apóstoles: es muy duro Señor esto, nosotros no podemos hacerlo, y montones se fueron, los otros que se quedaron, ahí el Evangelio no aclara ¿no es cierto?, pero en otro Evangelio dice por ejemplo: cómo no te vamos a dejar Señor que vendimos las cosas que teníamos para trabajar, porque algunos eran pescadores, otros tenían un empleo, otros tenían carpintería, ¿bueno cincuenta oficios diferentes, ¿qué querés que hagamos? ¿no?, si todas las cosas que teníamos para luchar en la vida las vendimos, las dejamos, ¿dónde querés que vayamos?, pero ahí agrega la parte linda: no Señor, vos tenés palabra de vida eterna. Pero los Discípulos lo dicen medio con disgusto eso, es decir: nos quedamos porque no tenemos más remedio ¿mmm?.
Que no pase con nosotros lo mismo ¿eh?, quedarnos al lado del Señor porque no tenemos más remedio, no puede ser, o bien empezar a gritar su presencia cuando una enfermedad nos está golpeando todo nuestro cuerpo, entonces nos acordamos y hacemos todas las promesas del mundo, a veces un poco tarde hacer tantas promesas, hay que directamente tener una actitud de amor y se terminó ¿mmm?, bueno voy a ir de a pie no sé adónde, están muy bien las promesas, claro que están bien, pero el Señor dice en el Evangelio: “menos sacrificios y ayunos y más bondad y humildad”, menos sacrificios como hacer cincuenta kilómetros de a pie ¿eh?, “menos sacrificios y ayunos y más bondad y humildad”, lo dice el Señor, no lo digo yo, búsquenlo en la Biblia, bueno.
Así que estamos en frente de una situación en la que vemos que las personas lo abandonan a Jesús, quedan muy poquitos, quedan doce nada más, había montones que lo seguían, sin embargo no, dice: pero lo que vos decís es mucho, no podemos llevar esta carga, ¿qué carga? ¿eh?, ¿es una carga atender a un padre que está anciano y cambiarle los pañales?, ¿es tanta carga, si te dio la vida y te crió y te atendió cuando estabas enfermo a través de los años y después al geriátrico che ¿mmm?, bueno puede ser un lugar donde uno está pero no es el lugar ideal adonde tiene que ir alguien que nosotros queremos mucho, a veces no hay remedio pero ¿eh?, y los niños y los que no son niños y todo ¿eh?, no, así no. ¿Eso es lo tan pesado?, ¿atender a nuestros hermanos, atender a nuestros padres, a nuestros amigos, a todos?, ¿eso es lo pesado?, noo Señor, no te podemos seguir, es muy pesado lo que vos nos pedís y yo se los digo a ustedes hoy: ¿también para ustedes es pesado amar a los demás? ¿mmm?, ¿quien no hace lo imposible para que un amigo, para que un padre, para que un hijo, para que el vecino, para el otro que conoce no esté mejor? ¿mmm?, no, así no, no podemos.
Nos parece pero nosotros estamos repitiendo las mismas palabras de los Discípulos, es muy duro Señor seguirte ¿mmm?, claro, eso no terminó allí porque ustedes se acuerdan cuando Jesús está orando en el huerto de los Olivos deja a los Discípulos para que rezaran por todo lo que vendría ¿mmm?, cuando vuelve les dice, Él les reprocha y les dice: pero ¿cómo, ni siquiera una hora pueden estar despiertos?, estaban todos dormidos ¿mmm?, ¿no estaremos dormidos nosotros también cuando los que tenemos cerca están en peligro y peligro de muerte por su enfermedad o lo que sea?, los deja el Señor, dice: velen y oren, vuelve a la hora y los encuentra otra vez dormidos ¿mmm?. Y así y hasta que por último dice: bueno, ya está todo consumado, como queriendo decir: sigan durmiendo nomás porque ¿mmm?, pero la verdad que no sigan durmiendo porque todos se hacen humo, solamente Juan queda cerca y los sigue y la Madre ¿mmm?, los demás se hacen humo ¿verdad?, por supuesto que Jesús dijo: no toquen a ninguno de esos Discípulos porque Yo soy el responsable de todo, está bien, pero si yo quiero a mi amigo pero doy la vida por él, así de simple, si yo quiero a mi padre, a mi madre, a mi hijo, a mi hija, al vecino, al pariente, al otro, nada hay tan grande como dar la vida por un amigo dice el Señor, nada hay tan grande, ¿y nosotros qué?.
Yo no quiero legislar en la conciencia de ustedes pero a veces hay que preguntarse hasta qué punto nosotros queremos a los demás ¿mmm?, y se empieza a notar sobre todo cuando uno se enferma, ¿por qué?, ya empieza a ser una carga para la familia ¿mmm?, caramba, los padres ¿no gastaron su vida para criarnos y hacernos grandes y que se yo?, y ya cuando flaquean un poquito, arrastran los pies porque son viejos, los ojos no ven tan bien, los oídos se han puesto duros no escuchan tan bien y ya empezamos a los gritos: pero cómo, levantá los pies para caminar, fijate que no oís nada, no ves, ¿esa es la forma de amar que tenemos y sobre todo aquellos que nos dieron la vida? ¿no?, cómo será con los otros si nos molesta que estos pobres hombres arrastren los pies, estén medios ciegos, medios sordos, a veces comen con la boca abierta, otras veces eructan en la mesa y directamente todo el mundo: cómo va a eructar si hay visitas, ¿no se acuerdan?, claro que uno no se acuerda cuando uno era chico y hacía un eructo y decía la abuela y la madre y todo, un provechito, claro, en aquél entonces era un provechito, ahora es un terrible eructo ¿verdad?, que les hace pasar vergüenza delante de los amigos. Pero díganme: ¿esos somos nosotros los seres humanos?, pónganse a pensar si no es cierto, antes el eructo del bebé: ah, que suerte hizo un provechito ¿mmm? ¿verdad?, ahora papá o mamá están en la mesa si no es que le dieron de comer antes y lo mandaron a la cama y eructa porque se les escapó o que se yo o se les cae la comida de los labios o lo que sea y ya, pasan vergüenza delante de los demás, ya no es un provechito ¿mmm?, noo, no podemos vivir de esa manera.
Yo dije recién: no somos cristianos, no somos ni humanos si quiera si hacemos eso ¿eh?, como alguien decía: vos tenés, sos pudiente, podés ponerle una señora a tu mamá para que esté en su casa a pesar de los años y de todo, a veces imposible porque hay enfermedades que no son fáciles de cuidar, y dice: bueno sí, pero ella está mejor allí, además yo voy a ver dos veces por semana seguro.
Cuándo éramos chicos ¿nos cambiaban los pañales dos veces por semana o tres o cuatro veces por día? ¿mmm?. Estoy hablando de la familia, pero hablemos de todo en general porque todo es lo mismo ¿eh?, todo es lo mismo. Es muy duro Señor lo que nos proponés, ¿qué es duro?, ¿amar a los demás?, ya sé hay a veces algunos que son bastante jodidos, sí, pero ¿y nosotros no fuimos jodidos cuando éramos chiquitos, cuando llorábamos toda la noche y papá tenía que levantarse a la mañana sin haber dormido?, ¿no éramos jodidos nosotros también?. Sí claro, hay personas de edad que son bastante difíciles pero también lo hemos sido nosotros ¿eh?.
Reflexionemos todos sobre todas estas cosas, hay necesidad de que nos
humanicemos y después si podemos pensemos que Jesús no nos diga que somos ingratos con Él porque no lo seguimos, porque nos cuesta amar a los demás, pero por favor, no estoy inventando nada, estoy diciendo las palabras del Evangelio de hoy ¿mmm?.
Señor Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te decimos Señor: somos precarios, somos difíciles, somos jodidos, somos impacientes, somos leguleyos, queremos tener siempre la razón, queremos siempre, bueno pero Señor tenenos un poco de paciencia, nosotros tenemos mucho deseo de estar con vos Jesús y María, tenemos tantas ganas pero hay tantas dificultades en nuestra vida, como decía recién Señor: somos difíciles, queremos buscar un momento especial para rezar, o para pedirte o para estar en tu presencia, sí, no nos negamos amarte a vos pero a quien tenemos empleado le pagamos una miseria, entonces yo no estoy amando a nadie porque si yo digo que amo a Jesús y a los que tengo empleado les pago una miseria ¿eh?, no, no, paren che ¿eh?, entonces no estoy queriendo a nadie ¿eh?.
Además el tratar a los que tenemos cerca de una forma en lo que los rebajamos ¿eh?, los rebajamos, o no decimos la muchacha que trabaja, cómo la muchacha, es nuestra hermana la muchacha ¿eh?, che, ¿no te parece que es nuestra hermana? ¿mmm?, ¿le hacemos la vida linda?; vos dirás: sí, pero no se lo merece, bueno pero si no lo merece enseñémosle a que se lo merezca. Pero noo, despacio ¿mmm?.
Señor, hemos venido desde lejos, no tan lejos, de cerca y de muy cerca porque
estamos necesitados Señor, estamos muy necesitados Jesús, por eso como todos nosotros confiamos en tu Misericordia Señor, vos pasás por alto nuestros defectos, nuestras carencias y lo que nos falta, vos lo pasás por alto Señor, totalmente por alto porque tu Misericordia hace mucho tiempo que perdonó todas nuestras cosas no bien hechas. Fíjense que no estoy usando la palabra pecado ¿eh?, no, porque el Señor, en las Revelaciones el Señor no usa la palabra pecado, ¿por qué?, porque mucho de lo que a veces nosotros creemos que son pecados son formas de vivir que tenemos o de actuar de la cual no somos responsables porque somos ignorantes, somos perezosos, somos egoístas, somos soberbios, somos orgullosos, somos, somos, somos, y también débiles mentales a veces por qué no, hay que pensar eso ¿eh?, o bien nos hemos desarrollado en un aspecto de la mente pero del corazón no, si hay montones de personas que no han pasado los siete u ocho años de la edad afectiva ¿mmm?, aquellos maridos o mujeres crueles con su pareja no han madurado afectivamente, aquél que le pega a su mujer, que son más de lo que ustedes creen ¿eh?, yo encuentro todos los días montones, son gente que no ha madurado ¿eh?, pero nosotros estamos satisfechos cuando los chicos en la Escuela aprenden matemática, geografía, son una luz en eso y su corazoncito sigue intacto a través del tiempo y nadie se preocupa en formarlos para que amen a los demás, para que tengan respeto por sus semejantes ¿eh?. No digo que sea general pero qué cantidad de parejas hay que no se respetan, se dicen palabras hirientes, se malquistan, se hacen daño, ¿por qué todo eso?, muy simple, porque fijate que casi no es una cosa mala por el hecho de que como no maduramos afectivamente tenemos seis o siete años todavía, como los chicos ¿eh?, los chicos a esa edad son crueles, dejen un chico cerca de un gato o un perro, le va a hacer de todo, le va a atar la cola, le va a poner un papel quemando atado en la cola, y todos los chicos con crueles, bueno toda nuestra crueldad que tenemos de adulto es porque no hemos madurado afectivamente. Si ustedes vieran la cantidad de gente que no sabe cómo enfrentar su vida de afectos cuando tienen una novia o cuando van a casarse o lo que sea, ¿por qué todo eso?, porque tienen una mentalidad afectiva, es decir en el orden de los sentimientos de seis o siete años nada más, inseguros, lloran por cualquier cosa, etc., y además en nuestra cultura la mujer quiere ver en el hombre el que es fuerte, ninguna se refugia en algo que tiene los brazos débiles, no, la mujer quiere tener un hombre fuerte a su lado, no un debilucho que se la pasa llorando por cualquier cosa, lo que pasa es que los debiluchos no formaron su corazón entonces cualquier problema directamente los absorben, se ponen a llorar y ya no saben cómo resolverlo, sí, hay una forma: Señor haceme crecer afectivamente porque soy un niño todavía, no he crecido, estoy grandote, tengo el pelo largo, tengo barba y que se yo pero afectivamente no he crecido nada ¿mmm?. Parecería que la mujer crece un poco más, por su sensibilidad, es decir los hombres tenemos que reconocer que las mujeres… (se dio vuelta la cinta)…, y además el Señor reservó para ella la maternidad, qué es lo más grande que puede pasar, nosotros miramos la maternidad de lejos ¿eh?, pero la mujer tiene que llevar nueve meses a su hijo en la panza, por eso la mujer tiene siempre ventaja sobre los varones, pero quién estropea a veces los hogares los varones, porque hacen las cosas siempre así como les estuve diciendo.
Claro, ustedes dirán: podría ahorrarse estas cosas, noo, no me las ahorro porque es muy fácil decir dos o tres palabras sobre el Evangelio que nadie entiende de que se trata y que en qué se aplica, yo les digo en qué se aplica el Evangelio del día, sino no tiene ningún valor ¿eh?.
Señor, nos encontrás pensando en todas estas cosas, vos querés para nosotros todo lo mejor Jesús, pero ni nosotros queremos para nosotros todo lo mejor, hemos sido creados a tu imagen y semejanza Señor, nos has puesto un nombre, nos has mirado al rostro, nos has puesto alguien que nos cuide ¿eh? y seguís amándonos siempre, ¿y cuándo nos enfermamos?, cuando hay algún desorden dentro de la naturaleza, por eso la prioridad uno para vos es sanar a los enfermos, por eso cuando yo veo a un médico pienso siempre: mirá la imagen del Señor, ¿por qué?, porque su función es sanar, es curar ¿eh?. A mi me emociona mirar las manos de los médicos, ¿por qué?, porque son manos bendecidas por el Señor, porque la prioridad uno de Él es sanar a los enfermos ¿mmm?, cuántas veces decimos: el Señor vino por los pobres, ¿y quiénes son los pobres?, los pobres son los enfermos, nadie es más pobre que un enfermo ¿mmm?. Y además ¿quién no está un poco enfermo de cada uno de nosotros?, ¿a quién le sobra afecto?, ¿quién tiene amor demás a lo largo de toda su vida?, me gustaría saber quién sintió más afecto del que correspondía: sí, me amaron demasiado, son contados ¿eh? los que pueden decir eso, entonces quiere decir que estamos enfermos también nosotros ¿eh?, estamos enfermos porque al que le falta afecto, al que le falta amor está enfermo, sí Señor y si no lo tiene empieza a morirse por dentro, tanto como el que no come pan de harina ¿mmm?.
Jesús, mirá nuestro cuerpo, vos querías sanar a los enfermos, la prioridad uno, lo dije y lo repito siempre, cuando los Discípulos reciben el Espíritu Santo, te dicen: Señor, ¿cómo nos van a conocer cuando estemos en tierras lejanas, y vos les respondés: y porque se aman, así de simple ¿no?, y sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos, por eso los van a conocer, bueno.
Aquí estamos Señor, estamos enfermos todos, nosotros a lo mejor no tan gravemente pero otros están gravemente enfermos, como esos que partieron recién porque no podían esperar, hagan causa común con esos que partieron recién, no saben ni el nombre ni los vieron pero saben que están enfermos, están muy mal, hagan causa común, piensen: yo tengo problemas pero, y son problemas claro, pero ¿y esas personas? ¿eh?. Ya sé, a cada uno le duele su propio dolor, sí señor, eso es así, aunque sea la uña encarnada, es su propio dolor pero también pensemos un poco en los otros ¿eh?, “ámense unos a otros como Yo los he amado”, si uno hace eso entonces es más fácil dirigirse al Señor porque: Señor, yo hago lo que puedo, amo a los que tengo a mano y los que no tengo a mano también, trato de hacer todo lo posible, al menos como una expresión de deseos, es decir: deseo que, si no puedo hacerlo ¿eh?, bueno.
Jesús, siempre apelamos a tu Misericordia y yo te digo así sinceramente, si nosotros supiéramos la inmensidad de tu Misericordia ya nada nos faltaría, entonces vos decís: pero y si todos se sanan ¿quién se va a morir?, bueno, Jesús ya en el ’95 decía en sus Mensajes: Yo quiero que los hombres se mueran de viejos, no por enfermedad porque la enfermedad es un desorden, por eso dijo: aquí, en Mi Casa, en este lugar vengo a poner orden en la vida de las personas, porque en otro lado no hablan de sanar esto, sanar lo otro, o muy poco o nada ¿mmm?, pero Yo aquí, esta es Mi Casa y de Mi Mamá y el que viene aquí tiene que sanarse porque Yo así lo quiero, porque así me parece bien y en consecuencia vos tenés que decirle a las personas que esa es mi misión: sanar los que están enfermos y punto ¿eh?.
Por eso, ustedes no vinieron solos, Él los trajo y si los trajo es porque los ama y si los ama quiere sanarlos y sanarme a todos y a cada uno ¿mmm?, porque esa es su prioridad, es lo principal que Él tiene que hacer ¿verdad?, y más aún, aquellas personas de más de cien años o cerca que están enfermos o que se yo, vos decís: y bueno pero ya vivieron, noo, la cantidad ahí tiene que establecerla el Señor y no nosotros ¿eh? ¿verdad?, si tenemos que morirnos de viejos y va a llegar el momento en que la ciencias van a avanzar tanto que, guiados por el Señor por supuesto, para que las personas logren solucionar todos sus problemas y les digo más, los problemas que hoy afectan a la humanidad, en las charlas con Jesús, en las Revelaciones y también en forma privada dice que van a aparecer montones de enfermedades más, que las que están ahora van a ser una simple gripe al lado de las que van a ir apareciendo pero ¿por culpa de quién?, por culpa de los hombres que hacen las cosas como se les canta ¿no? ¿mmm?, toda la fuerza de la intoxicación de los vegetales, de los animales, toda la tierra intoxicada por todas las cosas que pasan van a tener enfermedades terribles ¿mmm?, el cáncer va a ser una simple gripe al lado de la que vendrá porque no faltan muchos años para que aparezcan remedios muy, muy seguros para sanar todas las cosas y ya el mismo SIDA se ha vuelto algo crónico en mucha gente, ya hay remedios que hacen mucho bien, ya no es tan terrible ¿eh?, y otras enfermedades como la tuberculosis o la sífilis o todas esas cosas tremendas, por supuesto con la aparición de los antibióticos todo eso se fue solucionando ¿verdad?, pero acá en la Capilla dos por tres me encuentro con varios tuberculosos ¿mmm?, ¿qué pasa?, ¿falta de atención?, ¿falta de qué?, ¿descuido? ¿mmm?.
El Señor nos quiere sanos ¿eh?, bueno y todo lo que contribuya a la salud de los hombres yo veo en todos ellos una tremenda santidad, aunque a veces cometan errores también como todos pero una enorme santidad porque si a lo largo de toda la vida pueden salvar una persona ya no han vivido inútilmente ¿eh?. Así que Señor, aquí nos tenes en esta tarde reflexionando sobre todas estas cosas y viendo hasta qué punto es necesario Señor que entendamos hasta dónde puede llegar tu Misericordia, vos lo decís siempre, en el momento de la sanación decís: hay que pensar en el lugar donde estamos enfermos, es decir la parte del cuerpo donde estamos enfermos, podemos tocarla, decís vos, podemos pensar fuertemente en esa parte viendo cómo yo estoy actuando para lograr la sanación de esa parte del organismo; es decir, habría una comunicación directa entre la mente del enfermo y Mi Misericordia ahí disponible para derramar todo en beneficio del enfermo ¿mmm?.
Entonces, cada uno tiene la fe que tiene porque es un regalo del Señor, pero la poca o mucha úsela pensando: el Señor me ama, el Señor quiere que esté sano ¿eh?, yo pienso en el lugar donde tengo la enfermedad o los lugares o que se yo ¿eh?, y al pensar ¿eh? estoy viendo cómo el Señor acerca su mano y pasa sanando, su mano también la podemos ver a través de la mano del médico, a través de la mano de los paramédicos o de aquél que nos da los remedios o aquellos que trabajan para hacer los remedios ¿mmm?, por supuesto hay de todo en todo pero el Señor nos habla con sus manos, con todo y también nos habla con las manos, la voz, la mirada y el corazón de nuestros hermanos que nos aman mucho o al menos cumple con su función.
Jesús, escuchamos tu palabra Señor en este día, tenemos tanta necesidad Señor de empezar de nuevo, mi vida ha sido tan difícil cada uno dirá, tan difícil, viví sufriendo siempre, bueno pero hoy es un día en el cual debe haber un antes y un después, porque vos me has traído a tu Casa Señor, porque algo querés hacer conmigo, montón de cosas querés hacer, es cuestión de que yo te deje entrar nomás, sí Jesús. Escuchamos tu palabra Señor, escuchamos Jesús tu palabra.
Dice Jesús:
Mis queridos, antes de que ustedes estuvieran aquí, estaban en Mi mente hace miles de años y Yo ya los amaba y los seguía amando a través del tiempo y hasta que tomaron vida en la panza de mamá y los sigo amando y los seguiré amando por toda una eternidad, porque Mi oficio Mis queridos, Mi mayor atributo, Mi mayor condición es la de amar. Todo ser para realmente considerarse persona tiene que amar y Yo que soy Dios, el Hijo de Dios y Dios mismo, les digo a través de Artemio, les digo que quiero que estén bien, que confíen en todo el amor de Mi Misericordia, confíen plenamente, que no haya ningún pero. Yo quiero sanarlos, por eso los traje y los seguiré trayendo las veces que sea necesario, porque quien no lo sabe sepa, que un buen día Mi Mamá y Yo decidimos acampar en este lugar y quedarnos por mucho tiempo, sino decirles para siempre ¿mmm?.
Por eso, abrime tu corazón, no solamente hoy sino siempre, en la hora más serena de tu noche, a lo largo de tu día. Pensá cómo Mi Misericordia llega hasta el lugar donde tenés ese problema en tu cuerpo o en tu alma y Yo paso sanando, mirá como Yo llego, dejame llegar, si querés tocarte con tus manos las zonas que te duelen o sabés que tenés el problema tocalas, si querés pensarlo con tu mente hacelo ¿mmm?, y en la noche, en la hora más serena ¿eh?, pensá que estoy a tu lado junto a Mi Mamá para llevarte la salud que necesitás y me estás pidiendo.
¿Tenés tanta confianza como para acostarte enfermo y levantarte sano?, pues bien, si vos creés plenamente en Mí eso lo puedo hacer, si vos realmente tenés confianza total, pero en serio ¿eh?, porque hay muchos que dicen que me tienen confianza pero, pero, pero, Yo los amo a todos por igual, pero sin esa confianza no se obra el milagro y hasta para las cosas simples de la vida todo se hace con la confianza en que uno puede hacer algo y no esperar para después, no esperar: y bueno algún día, no esperar para decir: tarde te amé Señor ¿mmm?.
Mis queridos, no saben cuánto quiero que ustedes se vayan de aquí sanos, ni se
imaginan ustedes cómo está descendiendo sobre ustedes Mi Misericordia, aunque algunos solamente ven pero Mi Mamá ya ha pasado por cada uno haciéndoles la señal de la cruz para vuestra sanación y aquí estoy rodeado de Santos que están esperando lo mismo de ustedes ¿mmm?, por supuesto algunas para hacer sanaciones del cuerpo y otras también para hacer sanaciones del alma cuando el enemigo, el maligno quiere apoderarse ¿mmm?, todo, todo.
Mis queridos, déjenme entrar, estoy golpeando las puerta de tu corazón, no digan: ya te dejé entrar, no, porque a cada rato hay que volver a repetir: vení Señor, tengo tanta necesidad de que estés dentro de mí para siempre con tu Mamá ¿mmm?. Díganmelo pero en serio porque muchos creen que lo hacen en serio pero no se entregan, dejen que los ame, hoy y siempre, déjenme que los ame.
Habla Artemio:
Sí Señor, nosotros estamos convencidos que eso es lo que querés de nosotros y que estás tan cerquita nuestro que te decimos: tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. De nuevo pero bien, a ver: tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Y ¿dónde?. No lo busque a Cristo en lo alto, ni lo busques en la oscuridad, muy cerca de ti, en tu corazón, puedes adorar tu Señor. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Y ¿cómo será esto, cómo tendré que hacer para que me escuche?. Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí, y que solo a Él le interesarán, Él es más amigo para mí. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. ¿Solamente aquí?, nooo.
Búscalo sin miedo por la calle, caminando entre la multitud, muchos ciegos van, sin quererlo ver, llenos de ceguera espiritual. Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí.
Está aquí el Señor, está en nuestro corazón pero también está en el hermano que tenemos al lado o a tres o cuatro personas o los que están al fondo, o que se yo y yo creo que tendríamos que empezar por decirle al Señor hoy, porque en el Evangelio dice: ¿por qué me reprochan que es mucho lo que les pido?, ustedes y yo demostrémosle al Señor que ya hemos decidido a amarnos entre nosotros por eso nos vamos a
Oración del 28 de Abril de 2007
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