¿Por qué mostré Mis lágrimas?. Mensaje del 01 de Marzo de 2007

Habla Artemio:

01 de Marzo de 2007.

Dice la Virgen María:

¿Por qué mostré Mis lágrimas?, ocurre que muchas veces Yo lloro pero quise que Mis lágrimas también las vieran muchas personas y cada uno proyectó su interioridad, proyectó sus propios problemas, sus propias faltas, sus carencias, sus ofensas para darle un sentido a Mis lágrimas, no se confundan, parecería que mucha gente lo tomó así muy simplemente, pero Mis lágrimas también llegaron a esos corazones, que en apariencia son un poco duros o sin ganas de ver a la Madre de Dios llorar.

Mis queridos, me duelen tantas cosas, me duelen tantas cosas, me duele que hayan suspendido las Misas en Mi Casa, aunque las cosas que se hacen y todo lo que pasa allí es tan maravilloso, pero eso me duele una enormidad.
No hay ninguna duda que todas las reacciones que provocó el que allí se dieran Misas evidentemente que son celos, egoísmo, una soberbia que dura milenios ya, el querer tener siempre la exclusividad de la palabra de Dios.

Faltan doce días para cumplir doce años de Apariciones y Mensajes aquí en este lugar, por supuesto que el maligno se dio el gusto de influir en muchos hombres para que todo esto ocurriera, pero en el fondo, y no tan en el fondo tuvo un efecto contrario porque despertó aún más los deseos de venir a este lugar.

Para todos aquellos que influyeron mal en estos acontecimientos no esperen que pasen las nubes de este día sin pedir perdón, perdón a Jesús de la Misericordia y perdón a Mí porque aquí no está en juego una persona determinada sino…, aquí no está en juego repito una persona determinada, aquí está en juego mucho más. Yo no sé por qué a tantos les molestan los Mensajes y el Jesús de la Misericordia y les molestan en forma sistemática.

Cuántos años pasaron ya del momento en que Santa Faustina está en los altares y antes de eso todo el proceso, ¿cuánto tiempo hace que circulan por tantos lugares del mundo los Mensajes de la Misericordia?, ¿y?, que poca importancia le dieron, Yo diría que es como un olvido sistemático, un querer olvidarse a propósito. Yo pregunto: los Mensajes de la Misericordia tanto a Faustina como a Artemio ¿molestan tanto?.

El hecho de tener que perdonar y perdonar, como dice Mi Hijo, ¿va en contra de los intereses de muchas personas?, que como administran el perdón se les termina la fiesta. Es duro lo que estoy diciendo pero es cierto. Mientras hay temor y miedo, se puede manejar mejor a los hombres, cuando uno empieza a hablarle a los hombres de que Mi Hijo todo lo comprende, todo lo ama y todo lo perdona, no hace nada más que ratificar las palabras del Evangelio de San Juan cuando Mi Hijo dice con claridad: “Yo vine para que todos se salven” ¿mmm?.
Entonces, ¿es que habrá que volver a deletrear el Evangelio de San Juan, los otros Evangelios, las Cartas o Epístolas y todo el Antiguo Testamento para refrescar conceptos sobre la Misericordia?.

Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver ni sordo como el que no quiere oír, por eso han cuestionado muchas de Mis palabras sin preguntarse cuál era el alcance de Mis palabras, de dónde provenían y en qué circunstancias las dije, directamente se condenan, así es muy fácil, pero no solamente aquí, ¿y en Medjugorje no pasa igual?.

¿Qué es lo que molesta que Yo y Mi Hijo no le den los Mensajes a las personas consagradas?, eso es lo que molesta, ¿y qué saben las personas consagradas si a quiénes Yo le doy los Mensajes no están consagrados también?, y si no lo estuvieran ¿qué?, ¿no podría el Espíritu Santo soplar donde quiere?.

Qué tremendo mundo lleno de contradicciones, pero la historia es muy clara, ¿importa que hayan pasado quinientos años antes que se reconociera la obra de Santa Juana de Arco?, salvando la distancia siempre, ¿le costó poco vivir a Santa Teresa de Jesús?, ¿se le aceptó fácilmente, al Santo Cura de Ars, sus posibles defectos de comprensión y otras cosas por el estilo?.

Claro, el problema está en que después se pide perdón, pero mientras tanto todo el dolor que se acumula más que lágrimas me provocan a Mí y cuando he citado estos nombres, por citar algunos nada más, estoy salvando las distancias. Y permítanme una cita más sobre nombres, este Santo varón que se llamó Juan XXIII, que convocó al Concilio Vaticano II, que dio su vida por eso, ya se inició su proceso para que sea Santo, aunque él ya lo es por supuesto. Pero ¿por qué se tiene tan poco en cuenta todas sus enseñanzas?, tantas fallas hay, tantas, que cuando son pequeñas cosas o por ahí ejemplos aislados, bueno todo tiene la disculpa que son errores humanos, pero a lo largo de la historia hay toda una cadena de errores que no se terminan nunca, ¿no es hora ya de dejar hablar en la conciencia al Espíritu Santo para que diga su palabra el Señor?.

No hay hombres que realmente se jueguen todo por las palabras, la vida, directamente, por Mi Hijo, son contados y les va de mal, de mal les va, ¿por qué?.

Qué empecinados que están para el día de mañana tener nada más que una pequeñísima Visión Beatífica, ¿a qué me refiero?, porque se puede pedir perdón por muchas cosas pero cuando hay mala voluntad de por medio y se hizo mucho daño, entonces la Misericordia de Mi Hijo alcanza para todo pero no es lo mismo pensar en la Visión Beatífica que va a tener alguien que realmente jugó su vida, toda, por Mi Hijo, a aquellos que siempre tuvieron una actitud que en el fondo nunca se las entendió, no. Por supuesto que están los temores de o miedos de no poder hacer una buena carrera, están los miedos de quedar mal con las autoridades en todos los órdenes, está el miedo de no querer reconocer las cosas porque de repente las montones de cosas que ocurren los desestabilizan, ya no tienen la seguridad que quisieran tener para manejarse acartonadamente detrás de antiguos escritorios o modernos, pero muy bien apoltronados.

A veces me pregunto: ¿tuvieron que pasar tantos años para reconocer la vida y la obra de Monseñor Angeleli?, y otro Obispo más del Norte, Sueldo, ¿tanto tiempo hace falta para reconocer?, ¿miedo a qué?, exactamente ¿miedo a qué y a quién?. Recuerdo las palabras de Monseñor cuando decía: hay que tener un oído metido en el pueblo y otro oído metido en el Evangelio, entre tantas cosas hermosas que dijo, pero Yo no veo que todos aquellos que dicen estar orientados por el Espíritu Santo tengan ningún oído al pueblo.

¿Por quién vino Mi Hijo al mundo?, ¿es que lo olvidaron?, ¿por quién murió en la cruz?, ¿ya no lo tienen en cuenta?. No pregunten por qué Mi rostro se baña con lágrimas, no pregunten porque se entiende tan fácilmente todo.

Yo quisiera estar en la conciencia de algunos que han visto una imagen de piedra dura, pesada, como cualquier piedra, de repente llenarse de lágrimas, ¿es que no les dice nada eso?, ¿no se rompen todas las leyes naturales que de una piedra salga agua?, Yo creo que sería suficiente como para entender tantas cosas, pero tantas cosas.

Me gustaría contabilizar otro tipo de corazones, por supuesto que los hay y mucho pero no trascienden ¿por qué?, no trascienden porque son muy humildes, simples, sencillos, pobres, enfermos, ¿y quién le pasa importancia a los pobres, los enfermos, los humildes, los sencillos, los que no hacen ruido, quién les pasa importancia?, ¿quién?. Cuando alguien como Juan XXIII quiso pasarle importancia, de las formas más sutiles, de las formas más tremendas disiparon todas sus ideas, cito un nombre, podría citar otros también.

Así está todo Mis queridos, si hay algunos, por lo menos, que tienen oídos para oír que oigan y si hay algunos que tienen ojos para ver que vean y si hay también aquellos que tienen una profunda humildad y en consecuencia hacen factible un enorme discernimiento me gustaría que tengan en cuenta estas palabras, no las dice nadie, las digo Yo, porque es el pensamiento de Mi Hijo y no quieran después decir que la Madre no les avisó y no les avisa en los caminos tortuosos que están muchos, no me digan después de tantos años perdón, Yo quiero ahora remediar los males ¿eh?, Yo quiero ahora remediar los males.

Recién dije algunos corazones de aquellos que mandan… (se dio vuelta la cinta) …, porque Yo sé que hay muchos corazones de aquellos que no mandan y entienden todo esto y por las noches y también de día mojan sus mejillas con lágrimas como las mojo Yo.

No dejen pasar las nubes de este día sin pedir perdón, no las dejen pasar.

Amén.