Aquellos que no sienten golpear la puerta de su alma por el dolor es porque están enfermos, ¿y quien cura esas enfermedades?, la Misericordia de Mi Hijo.

Mensaje del 09 de Agosto de 2006

Habla Artemio:

09 de Agosto.

Dice la Virgen:

El dolor y el hombre, el hombre y el dolor, incomprensibles.

Aquellos que no sienten golpear la puerta de su alma por el dolor es porque están enfermos, ¿y quien cura esas enfermedades?, la Misericordia de Mi Hijo, pero su Misericordia no puede hacer lo que el hombre no le deja hacer porque es libre, por supuesto que después con el tiempo lo lamenta, cuando en la Visión Beatífica tardará mucho tiempo en ver al Señor y cuando lo vea será un puntito lejano que de alguna manera lo consuela.

Pero es una pena ver al Señor como un puntito lejano cuando se lo puede ver tan grande como el universo mismo.

La enumeración de tanto dolor no logró distraer el tuyo, claro, a cada uno le duele su propio dolor, aunque tenga en cuenta todos los dolores de los demás, sí.

Cuánto quisiera dar para ver en tu rostro un destello de alegría, cuánto me gustaría dar para que puedas vivir un momento de la paz que le hacés vivir a cientos y cientos de tus hermanos, ellos creen que vos tenés el tanque lleno de la paz y que rebalsa por todos lados, ellos creen, pero mientras reciben tu mensaje y se sienten plenificados de la paz que tanto les prometió Mi Hijo no ven como vos estás tragando lágrimas que parecerían interminables pero sin que nadie lo note.

Una vez leíste en algún lugar: tener una espina en el alma y hablar de otra cosa es tarea de fuertes, entonces la conclusión sería que toda la fortaleza la tenés, pero Yo bien lo sé como también Mi Hijo, que todo lo humano que hay en vos está en un tembladeral.

Hablando de esta forma, cualquiera diría que los mensajes a todos los hombres en estos casos van dirigidos solamente que a vos, noo Mis queridos, van dirigido a todos, porque son tan amplios y tan abarcativos que van dirigido a todos, a todos aquellos que van limpiando el camino para no dejar la huella de sangre que están produciendo al caminar. Quiere decir que todo ese dolor que el Señor aprovecha para redimir a la humanidad parecería que es una cosa hasta injusta, no, en la vida decís: nos va de una manera, y dejá entonces que el Señor se aproveche de todo para regar con tu sangre la llanura y las montañas, los bosques y los desiertos, las selvas tropicales y todos aquellos lugares desérticos.

Así estamos, así es esta vida, la de este hijo Mío querido que se prestó ya hace tantos años a recibir Mis Mensajes y los de Mi Hijo y los de los Santos, algunos lo creen, otros no, pero hay una realidad, todos en general están recibiendo las fuerzas de este parto sin principio y sin fin que está viviendo Mi hijo.

Dice Jesús:

Como las imágenes son similares, Yo voy a repetirte lo que te dije hace muchos años, que tiene la misma vigencia que ahora.

Nuestras imágenes de esta noche son las imágenes del dolor del mundo y nuestros hábitos grises son el reflejo de nuestra alma atormentada, Mi Madre con una túnica gris medio desteñida como muy usada, Yo también con una túnica gris pero con varios agujeros donde se puede ver Mi abdomen.

Nos gustaría quedarnos aquí como dos personas más, sentados junto a vos y compartir el pan porque nos sentimos tratados con mucha familiaridad, con mucho amor y sobre todo hay algo que brilla como el oro y es la humildad.

Artemio sos un loco, te enloquecimos, Yo y Mi Madre y no se te va a pasar, Gloria a Dios. Tratá de rodearte de gente humilde, de religiosos humildes, de lo contrario padecerás mucho, cuando te desprecian dejáte amar por Mí y por Mi Madre.