Mensaje del 11 de Diciembre de 2006

Habla Artemio:

11 de Diciembre.

Dice la Virgen María:

Como ves esto está escrito hace mucho tiempo pero parecería que todos los días
vuelve a ocurrir, son palabras del Profeta Jeremías, Yo te las recuerdo para que las pienses.

“Entonces Yahvé me dirigió su palabra: antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tu nacieras Yo te había consagrado, haciendo de ti Mi Profeta que hable a las naciones. Ah, Señor Yahvé, no sabré llevar tu palabra, pues soy un pobrecito. Contestó Yahvé: no digas soy un pobrecito. Pues donde Yo te envíe irás, y lo que te mande lo dirás. No temas nada de ellos, que estaré contigo para salvarte, porque esta es Mi palabra.
Después Yahvé, me tocó la boca y me dijo: he puesto Mis palabras en tu boca. En este día te doy autoridad sobre los pueblos y las naciones:
para arrancar y derribar,
para perder y destruir,
para edificar y plantar.
¿Reconoces esta visión?. Sí, la rama es del árbol que llaman alerta. No te equivocas, pues Yo estoy así alerta a Mi palabra, para cumplirla.
¿Ahora que estás viendo?. Veo una olla que hierve y que se derrama de Norte a Sur. En el Norte hierve el desastre, que se derramará sobre los habitantes de este país. Llamaré a los reinos del Norte, es Mi palabra. Los cuales están por llegar cada uno con sus estandartes, asediando todas las ciudades. Yo juzgaré a este pueblo; y se han inclinado ante dioses que ellos mismos fabricaron. Tú, arréglate para servirme, ponte de pie y diles todo lo que Yo te mande. No le tengas miedo, más tendrías que temerme a Mí. Hoy día hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro, una muralla de bronce frente a tu nación; frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a los sacerdotes y el pueblo. Lucharán contra ti pero no vencerán, pues Yo estoy contigo para salvarte” .

Estas palabras que he encontrado en el Profeta Jeremías, te digo a vos y le digo a todos, el que tiene oído para oír que oiga, el que tiene discernimiento que lo use, el que está en las tinieblas que desee la Luz y el que está en la mentira que desee la verdad.

Amén.