Ustedes piensen que los Santos que ustedes invocan, al mismo tiempo que están alabando al Padre, también los atienden a ustedes. Mensaje del 17 de Octubre de 2006

Habla Artemio:

17 de Octubre de 2006.

Dice Jesús:

Algunos de los que leen estas Revelaciones dirán: el Señor pasa por alto festividades que son muy importantes, es cierto que Yo les dije que deben acordarse de las festividades diarias, sí, pero cuando uno está dentro de la Comunión de los Santos ¿mmm?, cuando uno está dentro de la Comunión de los Santos entonces no hace falta estar pensando en el Santo del día porque todos están con uno, siempre.

Ustedes piensen que los Santos que ustedes invocan, al mismo tiempo que están alabando al Padre, también los atienden a ustedes, aquellos que los invocan, así como los Ángeles, los Ángeles de la Guarda al mismo tiempo que adoran a la Divinidad están cuidando hasta los simples tropezones que hace el hombre. Por eso es necesario llegar, es necesario llegar a ese clima maravilloso donde los Santos, donde los seres queridos que han partido antes y todo ese conjunto de personas que están poblando el Cielo es importante incorporarlos a la vida de uno, sintiéndose ya en la Tierra parte de todo eso.

La vida del creyente siempre está tal vez caminando en la cornisa, ¿por qué?, porque el hecho de rodearse de tantos seres de Luz, a veces rinden tanto culto a ciertas imágenes que desnaturalizan el problema.
Sabemos sobradamente que las imágenes tienen el valor de representar así objetivamente la figura de los Santos o personas que existieron como las fotos familiares, pero es un error muy grueso pensar que la Virgen, los Santos o las personas están dentro de esa fotografía o imagen de yeso o de piedra, eso representa y cuando la imagen de Mi Madre en la Casa derrama lágrimas o ven Mi rostro de distintas maneras a lo largo del día y según los días, eso es para demostrar objetivamente, lo que allí está pero no olviden que hay que siempre hacer trascender el sentido de una imagen, de una foto o de una estatua de piedra o de yeso. Eso nos recuerda, porque el ser humano siempre quiere objetivar pero no llegan al extremo de la idolatría, es decir creer que dentro de esa estatua está realmente la Virgen o estoy Yo, representamos; y cuando Mi rostro se transforma, Mis ojos miran distinto, Mi boca está de una manera o la Madre lo mismo ¿mmm?, son manifestaciones objetivas para que los hombres comprendan más las cosas.

Este tema fue tocado otras veces ya pero lo seguiremos haciendo porque es necesario.

Amén.