Yo estoy siempre a vuestro lado, ustedes dirán: pero si estoy enfermo, si tengo un cáncer que me corre por mis venas, si tengo los ojos que pierden la visión o las piernas que se ponen tullidas o el estómago que no me funciona ¿cómo es posible Señor que digas que estás conmigo si estoy lleno de dolores, si estoy lleno de cosas terribles?. Mis queridos, Yo estoy siempre con ustedes y pónganse a pensar, ¿me han pedido de veras que los sane?. Mensaje del 04 de Marzo de 2006
Habla Artemio:
Bueno, como todas las cosas del Señor empezamos en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bueno, me estoy demorando un poquito porque antes de salir de adentro para venir para acá Jesús dijo, aunque siempre lo hace, pero dijo: quiero hacer la sanación Yo hoy y entonces como digo siempre y lo repetiré hasta el cansancio, todos los que están presentes tienen total libertad para creer o no creer, todo lo que pasa en este Santuario se toma o se deja pero en todo caso hay que hacerlo con mucho respeto ¿no es cierto?, porque por ahí hay voces que no son muy lindas a veces ¿no?, una voz fea vale más que veinte voces buenas y hay que tener cuidado porque con las cosas de Dios no se juega.
En este mes de Marzo, ya estamos en Marzo se cumplen once años de las Apariciones en este lugar, eso significa que todos los días la Madre o Jesús vienen, a veces graban sus Mensajes, a veces no, según lo que a ellos les parece y todos esos Mensajes pueden obtenerse en Internet, si ustedes no pueden usar ese medio como yo porque tampoco sé pero pueden pedirle a alguien que les baje los Mensajes y hay como, y claro en once años imagínense, hay como veinticinco mil hojas de Mensajes ¿no?. Lo interesante de todo esto, hago un poco de tiempo, lo interesante de esto es que lo que uno lee de once años atrás o diez años o nueve ¿mmm?, uno ve como se fue cumpliendo todo, por eso a veces es muy útil leer los Mensajes viejos, es decir viejos dados a través del tiempo, ¿por qué?, por una sencilla razón, porque uno puede comprobar las cosas que dijo Jesús en aquél entonces o la Virgen y como dije al comienzo, lo vuelvo a repetir, las cosas aquí se toman o se dejan, nadie obliga a nadie a creer nada, nadie los invita, vienen porque el Señor los llama y por los más diversos motivos, también para curiosear un poco ¿no?, algunos, pero esto se toma o se deja, pero en todo caso háganlo con respeto ¿saben?, porque con las cosas de Dios no se puede hacer ni bromas, ni chistes, ni nada ¿eh?, como dice el proverbio corriente: no se puede escupir para arriba ¿no es cierto?, porque uno se saliva a sí mismo ¿mmm?, bueno.
Ya está Jesús entre nosotros y para los que no conocen como es esto, el Señor toma mi voz ¿mmm?, es lo que se llama Locución Íntima, toma mi voz, estando Él aquí, pero no está solamente Jesús sino que al lado del Señor está San José a la derecha y la Virgen a la izquierda, no perdón a la derecha mía, después sigue Santa Teresita, después sigue Santa Faustina, después está Benito de Nursia, el Patrono de los exorcistas, el Padre Guillén, un sacerdote que vivió cerca de Venado Tuerto, en Teodelina, también está, la Madre Teresa de Calcuta, Beata Madre Teresa de Calcuta, está Juan XXIII, Pablo VI, está Juan Pablo II también, hay Ángeles, Arcángeles, del otro lado, después de San José está San Martín de Porres, el Santo negro que vivió en Lima, el Santo de la escoba, el Patrono de los animales ¿mmm?, está San Expedito al lado de San Martín de Porres, San Expedito es el Patrono de las cosas urgentes, cuando uno tiene alguna necesidad urgente se le pide a San Expedito para encontrar la solución y alguien que hace años que no venía también está, San Alejo, Alejo es un Santo que su Patrocinio es alejar todas las cosas malas, como su nombre lo indica Alejo, bueno hay muchos más, Ángeles, Arcángeles, Querubines, Potestades, Dominaciones, está toda una corte Celestial sobre ustedes y si sienten un calor es porque estas personas respiran y su respiración como la nuestra, tibiecita ¿mmm?, si sienten un poco de calor sepan de qué viene ¿no?.
Dice Jesús:
Ni siquiera Artemio esperaba que Yo hoy viniese a la asamblea, pero quise hacerlo porque recordando aquella expresión de la Sagrada Escritura, cuando llegué con la barca, vi una multitud que me esperaba y hoy también aquí hay una multitud, no solamente los que están sino las fotos que trajeron y las personas en las que están pensando y además en las personas que tendrían la obligación de pensar y no están pensando, parientes, amigos, enemigos, personas que estuvieron a lo largo de vuestra vida, algunos están todavía con vida y otros están ya del otro lado.
Entonces, como en aquella oportunidad miré el rostro de toda esa gente y sentí compasión de ellos, Yo en el fondo sabía que venían para que multiplicara los peces y los panes pero supe comprender y me puse a enseñarles largamente, sentí compasión de ellos y me puse a enseñarles largamente, y ¿qué les decía?, todo basado en el máximo de los mandamientos: les dejo un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado y Yo los amé hasta la muerte de cruz y a medida que caminaba rumbo al calvario y sentía que la sangre salía de Mi cuerpo me tapaba los ojos, se iba secando sobre Mi piel, sentía las espinas clavadas en Mi cabeza y todos los golpes que había recibido en el huerto de los olivos, patadas, esas patadas tan crueles hechas con zapatones o sandalias que tenían los soldados romanos en la zona de los riñones, en el estómago, en la zona de los genitales, tenían una especial predilección de golpearme donde más me doliera y en cada gota de sangre que perdía estaba pensando en cada uno de ustedes, cada uno de ustedes; ustedes dirán: pero si hace dos mil años, pero en Mi mente de Hijo de Dios y Dios mismo, a pesar de Mi naturaleza humana, les tenía a todos presentes, les tenía a todos presentes como en el comienzo de los tiempos cuando ustedes todavía no eran pero ya estaban en Mi memoria y ya los amaba y por cada golpe, cada latigazo, cada…, cada herida que se abría en Mi cuerpo y salía sangre Yo pensaba: esto es para la redención de los hombres.
Vengo a pagar todas las deudas de los hombres, todas y no por un tiempo sino por toda una eternidad, Mi Padre cumplía así lo que había prometido, la Nueva Alianza con los hombres, enviando a su propio Hijo a la muerte para abrir las puertas del paraíso, es decir la Luz, la Bienaventuranza Eterna, la Visión Beatífica. ¿Qué pensaba en aquellos momentos?, pensaba en cada uno de ustedes, pero no solamente en aquél momento sino a lo largo de los siglos y de los tiempos porque Yo Mi querido, le digo a cada uno, los he amado desde siempre, ya los tenía en Mi memoria y ya los amaba, los amé tiernamente cuando empezaron a vivir en la panza de mamá y los llamé por vuestro nombre y les di de protección un Ángel para que siempre estuviera a vuestro lado, ese Ángel que la mayoría no llama nunca ni tiene en cuenta y Yo se los puse como Ángel Guardián para que estuviese siempre con ustedes, siempre.
Hemos comenzado el tiempo después de miércoles de ceniza, el tiempo de la Cuaresma, es decir estos cuarenta días de preparación para Mi muerte y Resurrección, pero en todos los casos que no sean días tristes y si a veces ayunan o se privan de comer algo que sea con alegría porque si estaban alegres para Navidad, más tienen que estarlo ahora porque el Hijo del hombre va a morir en una cruz, estará unas horas en esa cruz y luego será enterrado para resucitar al tercer día y venir luego en Pentecostés para quedarse siempre con ustedes.
Mis queridos, les hablo como un Padre que los ama mucho, como un amigo al que se le puede confiar todo, les hablo como un compañero de trabajo que les ayuda cuando tienen que hacer más fuerzas de las que conviene a nuestro cuerpo, les hablo como compinches, es decir compañero de travesuras cuando le encontramos algún lado cómico a la vida.
Yo estoy siempre a vuestro lado, ustedes dirán: pero si estoy enfermo, si tengo un cáncer que me corre por mis venas, si tengo los ojos que pierden la visión o las piernas que se ponen tullidas o el estómago que no me funciona ¿cómo es posible Señor que digas que estás conmigo si estoy lleno de dolores, si estoy lleno de cosas terribles?. Mis queridos, Yo estoy siempre con ustedes y pónganse a pensar, ¿me han pedido de veras que los sane?, ¿me han pedido de veras que les quite los dolores?, ¿me han pedido en serio que quieren estar sanos?, porque a veces parecería que al último que recurren es a Mí, visitan a todos los posibles y antes, está bien, porque Yo también le hablo a ustedes por la boca de los médicos, de todos los que sanan, pero ante cualquier problema ¿no les parece que sería mejor que entraran dentro de ustedes mismos y dijeran: Señor ten compasión de mí, porque me duele tremendamente esto o lo otro, Yo a nadie le niego si me lo pide de corazón.
Eso implica también que tienen que ser amigos Míos, considerarme como un Padre, es decir, Yo quiero formar parte de vuestra familia, Yo quiero sentarme a la mesa con ustedes, quiero ayudarle a mamá a preparar la comida y también ayudarle a mamá a lavar los platos y las ollas y las cacerolas, Yo quiero estar continuamente con ustedes, velar al lado de vuestra cama cuando duermen la siesta, estar junto a ustedes cuando tienen relaciones íntimas porque quiero santificar esas relaciones, que nadie tenga ni vergüenza ni temor en todas esas cosas que siempre le han enseñado que son vergonzosas y son las más santas que hay en la vida del ser humano porque nunca el hombre se parece tanto a Dios como en esos momentos cuando tiene relaciones íntimas en su pareja.
Ya sé Mi querido, ya sé, ya sé que les va de una manera, que por herencia, porque hubo enfermedades antes, por esto o por lo otro, ustedes tienen que soportar en silencio tantas cosas, sí, es cierto, pero todo ese dolor que soportan en silencio a veces ofrézcanmelo, compártanlo conmigo para que sea más llevadero, para que sea…, para que sea posible seguir viviendo. Acuérdense siempre que Yo les dije que el hombre no tiene que morirse por enfermedades, tiene que morirse de viejo, las enfermedades son un desorden en la naturaleza, entonces acérquense a Mí, pídanme cómo es ordenar vuestra salud, pregúntenme cómo se hace para estar sano, entonces Yo te diré cómo tenés que comer, qué bebidas tenes que beber, qué esfuerzo debés hacer y qué esfuerzo es demasiado para vos, Yo también te diré la necesidad de que te acerques a alguien Santo que te sane de tu herencia, porque la mayoría de las enfermedades se heredan Mi querido, es decir, cuando nacen ya tienen en vuestro patrón genético, es decir todo lo que traen de papá y mamá, ya tienen todo como preestablecido en cuanto a las enfermedades que van a tener y entonces a medida que pasan los años, a medida que pasa el tiempo van apareciendo.
Tienen que adquirir la costumbre de hacer sanación de vuestra herencia, Yo les prometo que si alguien que es competente hace la sanación de vuestra herencia, vuestros hijos nacerán sanos, no tendrán problemas, se criaran fuertes y robustos y cumplirán sobre la Tierra la misión que tienen que cumplir porque Mis queridos Yo tengo con ustedes desde hace milenios un proyecto que cumplir, por lo tanto si ustedes hacen las cosas como Yo les voy diciendo no van a romper nada para que ese proyecto se cumpla y vendrán viejitos y viejitos y viejitos muy felices y contentos sin ninguna enfermedad, sin nada, pero siempre el hombre se recuesta sobre los hombres para encontrar una salida a sus problemas o de enfermedad y Yo que los he creado, Yo que los he mirado en la panza de mamá, Yo que he soplado la vida sobre ustedes a Mí no me piden nada, o me piden cuando no hay más nada que hacer, o sino me reprochan porque ocurrió un accidente, porque alguien se murió joven o porque un niño está enfermo de cáncer pero ¿se han fijado los motivos por los cuales alguien murió en un accidente o un niño tiene cáncer?.
Todo Mis queridos pueden solucionarlo si ustedes se acercan a Mí y a través de la intercesión de Mi Mamá, la Virgen, pueden obtener todo lo que quieran pero Yo no quiero solamente hacer una vida de trueque con ustedes, es decir Yo no quiero que sean tan simples como para decir: rezo un Padrenuestro para quitarme el dolor de muelas o rezo un Rosario para que mi tía se le vaya el cáncer, Yo quiero tener con vos Mi querido, quiero tener una amistad de todos los días, de cada momento, de cada segundo… (se dio vuelta la cinta)…, eso se consigue cuando todo tu día está Mi compañía a tu lado, no hace falta que estés rezando, no hace falta, solamente pensá: el Señor me está mirando, Él es mi guía, Él es mi consejero, Él es a quien yo debo pedir todos los consejos y Él me lo dirá en mi conciencia a través del Espíritu Santo, Él me da todo pero tengo que estar cerca de Él, yo no puedo andar a los gritos pidiéndole: Señor, ayudame.
No quiero estar en tu corazón Mi querido, para que allí cerquita todas las noches me digas simplemente: Papá, Señor, Jesús, como quieras llamarme, sacá de todo mi interior las cosas malas que tengo, ahora me aprieto en este lugar Señor donde me duelen los intestinos, pasá sanando Jesús, pasá sanando. Ahora me aprieto en este lugar donde tengo la rodilla que no me quiere tener en pie y te diré: pasá sanando Señor, pasá sanando.
Yo quiero ser tu compañero, tu guía, Yo quiero ser tu amigo, tu Padre, tu hermano, Yo quiero ser la Luz de tus ojos, quiero ser el amor que tienes a los hombres, en las parejas y en todos los hombres, quiero ser te repito, la luz de tus ojos, quiero ser las palabras que salen de tu boca, quiero ser el ritmo de tu caminar, un pie antes, un pie después, quiero ir guiando cada uno de tus pasos a lo largo de la vida y si alguna vez te peleas conmigo porque te parece que Yo no estoy con vos, no tengas miedo, Yo no me alejo, sigo estando junto a vos, sigo estando contigo, sigo estando, sigo estando, y Yo no me enojo nunca y cuando haces cosas feas, que son terribles a veces como un aborto o una estafa o le prometiste amor a alguien y no cumpliste, no importa, Yo te aseguro que te libraré de todos esos pecados. Los hombres llaman pecado todo eso sí, pero son cosas que vos hacés Mi querido y que la hacés sin darte cuenta muchas veces, partí siempre de una base, Yo no te considero culpable, Yo te considero que si hacés algo malo, si hacés algo malo es porque no sabés que está mal lo que estás haciendo.
Quiero ser la luz de tus ojos, las palabras de tu boca, quiero ser los latidos de tu corazón, quiero ser el parpadear de tus ojos, quiero ser el sonido que entra por tus oídos, el gusto que sentís con una comida rica, quiero ser también el placer que sentís cuando tenés relaciones íntimas, porque todo es santo Mi querido, el hombre puede convertirlo en algo vil, malvado, pero todo es santo, todo es santo, como dije tantas veces con un aguja podes pegar un botón para que no se te abra el manto y con una aguja podes pinchar un ojo. Es decir, las cosas son buenas en sí mismas, pero malas son a veces el sentido que el hombre le da.
Pero quiero decirte esto, no quiero demorarte demasiado porque te podés cansar pero quiero decirte que te amo, que te amo profundamente, que no me importa si algunas veces me has ofendido, no me interesa las veces que me has insultado, no me importa en absoluto las cosas malas que hiciste porque ya te las he perdonado, ya te he perdonado todo porque Yo soy un Dios de amor y lo que menos puedo hacer es guardar o acordarme de las cosas malas que hiciste, pero también en esta sanación que hoy estás asistiendo quiero, quiero asegurarte, quiero asegurarte que si vas tomado de Mi mano o me dejás que entre en tu corazón nada malo puede pasarte y algún día morirás pero de viejo, cuando ya las fuerzas se terminen, pero no será tampoco muerte porque será el paso a otra vida mejor donde vivirás eternamente junto a Mi amor.
Y en este día también quiero que lleven algo de aquí muy importante, le he pedido a este hijo Mío que les haga la señal de la cruz con aceite Sagrado, el que se consagra en las vísperas de Pascua y se llama Unción de los enfermos, antes eso se llamaba extremaunción porque se les daba a los enfermos moribundos, pero los hombres se han convencido de que siempre el hombre está enfermo y necesita el aceite Sagrado para mejorar su vida, cambiar sus objetivos, renovar sus propósitos y empezar todos los días de nuevo y todo aquél dolor que se asoma a la vida de uno, porque a cada uno nos va de una manera sea más liviano, sea más llevadero.
Es cierto que los hombres deben llevar una cruz, sí, pero tiene la obligación de hacerla lo más liviana posible, porque Yo no soy un Dios que pone pruebas, ni te está martirizando, poniéndote obstáculos en el camino, soy un Dios de amor que te ama y quiere darte todo lo mejor, todo lo mejor.
Si necesitás amor golpeá a Mi puerta, si necesitás una sonrisa no dejes de pedírmela, si necesitás un consuelo acordate de llamarme, si necesitás que alguien te mire sin discriminarte pensá en Mi mirada, si queres justificar tu vida que a lo mejor hiciste cosas que no son tan buenas pensá en Mí y cuando vaya a hablar pensá: estoy en presencia de mi Padre, mi hermano, mi amigo, cómo voy a ofender a alguien, cómo voy a destruir a alguien, cómo puedo usar mi lengua para destruir, o mis manos para destruir o mis pies para dar patada, no.
Quiero ser tu amigo, tu hermano, tu compañero, has venido desde los lugares más lejanos porque esto abarca todo este globo terráqueo, lo que estoy diciendo, es para todos los hombres del mundo, no solamente para ustedes, piensen: soy un Dios de amor, alguien que está siempre dispuesto a perdonar todo, por feo y terrible que sea, estoy siempre dispuesto a olvidarme de las ofensas, estoy siempre dispuesto a meterme en tu vida e incluso antes de nacer para ir sanando todas aquellas cosas que no son buenas y que ya sufriste en la panza de mamá.
Quiero llegar a sanar toda tu vida, cuestión que me lo pidas y si no podés librarte de aquellos rencores, de aquellas broncas, de aquellas cosas terribles, de aquellas injusticias tan serias que padeciste, pensá en que Yo también las padecí y en consecuencia como hombre Dios te voy a entender todo, voy a comprender todo, lo voy a perdonar todo, lo voy a amar todo.
Abrime tu corazón que estoy ansioso para entrar dentro de él, abrime tu corazón Mi querido, abrime tu corazón, no lo tengas duro, endurecido, es la voz del Señor la que a través de este ser que me presta su voz está hablando, abrí tu corazón, quiero permanecer en él, vos no me alcanzás a ver o tal vez sí y verías en Mis ojos y en los de Mi Mamá lágrimas, son las lágrimas que me inspiran tanto amor que te tengo Mi querido, a vos y a todos los que vos amás, a todos aquellos que debés agradecerle algo y ni te acordás de hacerlo, a todos tus enemigos, porque al fin y al cabo no es tanto lo que te hicieron.
Abrí tu corazón Mi querido, abrí tu corazón, quiero entrar en él y quedarme para siempre, quiero entrar en tu corazón y quedarme para siempre, te lo pide Mi Madre también, te lo piden todos estos Santos que me acompañan, todos, quiero que tengas una vida buena, saludable, quiero que por las noches te duermas con una sonrisa porque sabes que te estoy cuidando, quiero que inicies el trabajo de cada mañana pensando: Dios está conmigo, nada malo me puede pasar, por supuesto que tendrás que luchar pero la lucha es distinta si estás conmigo. No quiero salir de tu corazón, dejame vivir siempre en él y hacé un lugarcito también para Mi Mamá porque ella te ama tanto, tanto te ama, tanto te ama Mi Madre, tanto, tanto.
Abrime tu corazón, abrime hoy tu corazón y dejalo siempre abierto para Mí y que cada palabra que salga de tus labios sean palabras del Señor, cada mirada que ves sea Mi mirada y cada paso que des sean Mis pasos.
Yo te amo Mi querido, te amo como vos no podes imaginar y te pido que creas en Mi voz que pido prestada a este hijo Mío desde hace tantos años, creé en esta voz que te dice: te amo Mi querido, te amo Mi querido, te amo a vos y a todos aquellos que vos amás y no amás, te amo Mi querido, te amo, te amo, te amo, ta amo y Mi Madre también quiere decírtelo como te lo dice todas las noches cuando te vas a acostar, ella te hace chiquitito como un bebe y humildemente con toda la suavidad pero vos podes escuchar si queres, ella te dice así simplemente…
Dice la Virgen María:
Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón….
Te amo Mi querido, soy la Madre del Señor, te amo tanto, quiero estar siempre con vos, dejame un lugarcito también en tu corazón.
Amén.
Habla Artemio:
Cantemos al amor de los amores….
Y ahora vamos a cantar algo que le gusta tanto a la Madre, tanto, tanto, número 11: la Virgen se está peinando….
Sí Señor, estamos muy contentos porque has llenado nuestras almas de toda tu grandeza, de todo tu amor, de toda tu Misericordia, por eso Señor nosotros confiados en que estás en nuestro corazón te decimos, te decimos muy confiados: tú eres el alfarero que con tus manos me has transformado…. Se lo decimos de nuevo: tú eres el alfarero que con tus manos me has transformado….
Bueno, ahora teniendo en cuenta que Jesús está entre nosotros le vamos a pedir que pase sanando a cada uno de ustedes, los problemas que tienen, los dolores que padecen, ustedes y vuestros familiares, todo, todo y mientras van cantando vayan diciéndole al Señor qué les ocurre, tóquense aquello que les preocupa.
Le vamos a decir al Señor que está entre nosotros que nos sane, que hemos venido de lejos buscando la sanación de nuestros problemas, de nuestras enfermedades, de nuestras angustias, de nuestros dolores, de todas las cosas que no nos va bien, que se termine la mala racha que nos sigue y que se terminen todas aquellas cosas que no funcionan bien en nuestra vida, que el Señor nos de todo lo mejor, que el Señor se muestre generoso y ya lo dijo recién cuando hablaba, por supuesto, ya lo dijo, nos habló con tanto amor, nos habló con tanta dulzura que realmente uno se siente más que reconfortado, entonces ahora mientras Él pasa sanando nosotros decimos: el Maestro de Galilea va pasando ya…. Ahora Jesús pasa sanando, ábranle el corazón, díganle todo lo que les pasa, Él no puede negarse a sanar las enfermedades que tienen, no solamente la de ustedes sino la de vuestros parientes, todo, no se olviden que Jesús cuando llegaba a cualquier lugar lo primero que decía era: ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, y yo le digo, Señor aquí estamos los enfermos, sánanos Señor, que nos vayamos de aquí con la esperanza de que ya nuestra enfermedad empezó a retroceder, que ya no estamos enfermos, que es cuestión de tiempo y vamos a estar muy bien.
Confiemos, la confianza y la esperanza siempre es un salto al vacío abandonándose en el amor, vos creés por ventura que un Dios de amor como te habló recién prometiémndote todo y diciéndote todo puede negarte, puede negarte algo, puede decirte no a lo que le pidas con todas las cosas que te dijo ¿mmm?, no solamente las cosas de ahora sino de tu pasado, cuando estabas en la panza de mamá, antes de la fecundación, cuando fuiste un niño, cuando, es decir, todos los momentos de tu vida hasta hoy, Él no te puede negar la sanación de todo, sacá todas tus broncas, todas tus macanitas, déjamelas todas aquí, yo me hago responsable de ello, todas las cosas malas que hiciste yo me hago responsable, totalmente responsable de ello, así que déjamelas acá, aquí, al pie del altar ¿eh?. Por eso: el Maestro de Galilea va sanando ya….