¿O Yo acaso dije alguna vez o Mi Hijo dijo alguna vez que hay un sólo camino para llegar al Señor?, no Mis queridos.

Mensaje del 24 de Septiembre de 2006

Habla Artemio:

24 de Septiembre de 2006. Hoy es la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, la Virgen María nos hace conocer sus palabras de este día.

Dice la Virgen:

Estoy pensando en todos aquellos que concurren a las fiestas que se celebran en una localidad muy cerca de este lugar y vienen personas de muchas partes a buscar Mis Mercedes, Mis Gracias y Yo veo desfilar delante de Mí a tantas personas y pienso por supuesto, y pienso cuánta necesidad de comprensión tienen algunos o prácticamente todos.

Los hombres están cansados de oír siempre: no a esto, no a lo otro, no a esto otro, siempre no y son todos simples, humildes, sencillos, alguno dirá: sí, pero son adúlteros, tal vez pequeños ladrones o tantas cosas por el estilo, pero Yo no miro todas esas cosas, no digo que estén bien, digo que Yo los comprendo así como son. Sí Yo, la Madre de todos los hombres y especialmente de Mi Hijo, el Hijo de Dios y Dios mismo, siento tanta compasión por los seres humanos, porque de esa forma se activa la Misericordia, Yo diría que es imposible que la Misericordia de Mi Hijo pueda darse si no hay compasión, que significa como lo dije tantas veces: sentir con el otro, en el otro y para el otro. El otro es el hermano, con los nombres que quieran, sean ancianos, jóvenes, sean niños, sean infantes y por supuesto todos los sexos ¿mmm?; y pienso en esas personas que tal vez esperan de un año para el otro para volver a ver a esta Madre y pedirle tal vez con desesperación por los problemas, por su vida, por sus hijos y sus nietos y bisnietos, tantos de ellos a veces dispersos por el mundo, parecería sin sentimientos, olvidándose de todo lo esencial y haciendo aquello que hasta los mismos animales lo hacen pero de otra forma, pero vos que escuchaste al Señor cuando estuviste internado, vos que escuchaste la forma de ver todo que tiene Mi Hijo, tenés que entender perfectamente a todas las cosas que me refiero.

Los hombres, una gran parte de ellos, está disfrutando del amor y tienen a ese amor como un cirio encendido y lo abrigan con el hueco de la mano para que el viento no se los apague y los otros, los que están buscando el amor de las formas más diversas, de las formas más estereotipadas, de las formas que tantas veces el resto de los hombres no comprende o no quiere comprender.

Por eso, como cada hombre es único, respetemos hasta las últimas consecuencias las elecciones, las opciones de los otros, quien sabe si detrás de aquél que ustedes consideran que está en un camino equivocado, para él tal vez sea el camino, ¿o Yo acaso dije alguna vez o Mi Hijo dijo alguna vez que hay un sólo camino para llegar al Señor?, no Mis queridos. Y el hombre va a sufrir eternamente hasta que no acepten todos que al Señor se llega por muchos conductos, de muchas formas y a veces muchos hombres que dicen no creer en nada ni en nadie, sin embargo están en una búsqueda, Yo diría desesperada para encontrar algo de donde tomarse para comenzar a edificar. En esto influye todo, la cultura en que se nació, el hogar donde uno tuvo la vida, los padres que a uno le tocó, la sociedad que lo rodeó, el ambiente y tantísimas cosas, entonces en base a esa forma tan personal de ser de cada uno hay una búsqueda.

Y refiriéndome a los que dije que han encontrado el amor ¿no? y lo cuidan en el hueco de su mano para que el viento de la vida no se los apague, habría que analizar también si todo eso es auténtico, si es genuino, pero como cada uno vive luchando a su manera como puede, como el pasado y la vida y la sociedad y la cultura y todos le permiten.

Entonces les pido Mis queridos: tengan una tremenda Misericordia sobre todos los hermanos porque de nada vale creer que ustedes entienden a los demás, siempre con los demás existe una aproximación tal vez a su forma de ser, el resto es exclusividad del hombre porque es único, inédito, irrepetible.

Yo los amo mucho, no sienten en Mi afecto profundo que les da el aliento y les da todo lo que necesitan para una vida encaminada a ser auténtica, genuina y por supuesto respetada por los demás hasta las últimas consecuencias. Si no se empieza a edificar por estas pequeñas cosas, en apariencias pequeñas, no se pueden edificar cosas mayores.

Los amo mucho, siempre los amo y estoy así en esta tarde hablándoles como ya conocen la expresión, y todas las tardes, que de estos Mensajes, aquí en este lugar donde tengo Mi Casa junto a Mi Hijo, Casa que hemos elegido y donde vinimos por nuestra voluntad.

Amén.