Pero también la eternidad tiene sus cosas ¿no? porque si nosotros no deseamos estar con nuestro Padre cuando lleguemos al otro lado va a ser medio desabrido el asunto, ¿adónde voy a ir si nunca quise estar acá? ¿mmm?. Oración del 18 de Enero de 2006
Habla Artemio:
Como toda acción del Señor empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Por lo que veo la mayoría son caras nuevas ¿no?, algunos no pero son los menos ¿no?, ¿saben todo lo que pasa aquí, todas las cosas que suceden en este lugar, todo, todo, todo, ¿todo?, están como descolgados, bueno, no importa, lo más importante que uno puede decirle que hace en Marzo ya once años que diariamente aparece nuestro Señor y su Mamá, que no es poco decir ¿no?, bueno entonces quiere decir que uno puede encontrarlo al Señor en cualquier Iglesia, porque es cuestión de ponerse delante del Sagrario y ya está y ahí está el Señor o bien en cualquier lugar por supuesto. Y ¿qué diferencia habría aquí, por qué la gente viene de tan lejos, por qué todo esto?, justamente porque nuestro Señor y su Mamá acamparon en este lugar, la palabra acampar parece un poco de la pampa pero es una palabra que viene, de, en la Biblia está mucho por el hecho de que se maneja con los desiertos allí y las personas llevan sus, todas sus cosas, van por el desierto y cuando llega la noche acampan en un lugar, entonces acampar es llegar a un lugar y quedarse. Por eso si ustedes se mueven de tan lejos y vienen acá, no viene nada más ni nada menos porque el Señor y su Madre acamparon en este lugar ¿mmm?, acamparon en este lugar. Mal que les pese a muchos, a otros no les gustará, por qué aquí y en otro lado no, pero leyendo las Revelaciones que están todas por Internet, miles y miles de páginas ¿eh?, uno se encuentra ¿no? con la explicación por qué en este lugar y además es interesante leer todo eso porque uno va comprobando así con claridad como se van cumpliendo todas las cosas, porque las cosas que se dijeron hace once años atrás, once años en la vida de un ser humano es toda una vida ¿no?, once años es mucho tiempo, a cualquier edad es mucho tiempo, piensen en un niño que tiene diez a veintiuno o una persona grande, es toda una vida, bueno. Toda esa vida que les hablo yo de once años..., ¿se oye bien?, bueno, toda esa vida de once años, diariamente el Señor y su Mamá hicieron su aparición aquí, a veces se graban los Mensajes que ellos dan y otras no, son charlas informales debajo de los árboles o cuando uno se va a acostar a la siesta o en la noche.
Por eso entonces todo esto que estamos haciendo, porque uno siempre tiene muchas ganas de llegar hasta un lugar donde las cosas son Sagradas ¿verdad?, por eso uno peregrina a distintos lugares del país o del mundo donde ¿no? hay algo que es Sagrado ¿verdad?, por supuesto que siempre si nosotros queremos tenemos a Dios en nuestro corazón, aceptado, pero otra cosa es donde el Señor decide, digamos estar en un lugar y quedarse, ¿quedarse por un día o dos?, no, como dijo Él: para siempre, porque por ahora no piensa dejar de dar los Mensajes ni Él ni su Mamá ¿verdad?, y aunque no de Mensajes no es raro encontrarlo a la mañana tempranito o a cualquier hora paseando por el jardín, mirando todas las cosas, entonces cuando ustedes ven que uno procura mantener más o menos en orden todo es porque uno dice: claro, si el Señor lo está mirando no es cuestión de dejar papeles en cualquier lado ni basura porque sí ¿no?, aunque el Señor estaba acostumbrado a todo pero.
Por eso, venimos desde lejos a este lugar no porque sea moda o porque nos guste o porque nos gusta viajar, o porque…, no, no, no, vinimos a este lugar porque aquí acampó la Madre y su Hijo para no irse, entonces ustedes están pisando en un lugar Sagrado ¿mmm? y eso tiene importancia, por supuesto, tiene mucha más importancia que lo que yo pueda decirles o la presencia de cualquier persona aquí delante ¿mmm?, ustedes están pisando un lugar Sagrado y estas paredes, este techo fueron puestos por orden de la Madre, no se pusieron porque sí nada más ¿mmm?. Yo dije en varias oportunidades pero no creo que sea malo repetirlo hoy ¿no?, en tiempos muy lejanos había en un lugar cultivaban la tierra dos hermanos, uno tenía cuatro hijos y su esposa, y el otro era soltero. Bueno, entonces el que era soltero, digo todo esto para explicar otra cosa ¿no?, el que era soltero se pregunta en su conciencia: pero no puede ser que yo lleve al granero la misma cantidad de granos que mi hermano porque él tiene que mantener a cuatro hijos, son seis de familia y yo soy uno solo. Entonces por las noches después de cenar se escapaba silenciosamente, iba hasta al granero, sacaba trigo o cereal del montón de él y lo ponía en el montón del hermano, dice porque no es justo, ellos son seis, yo soy uno solo y así fue pasando el tiempo, pero a su vez el otro hermano el que estaba casado y tenía cuatro hijo pensó: no puede ser que yo ¿mmm?, que estoy alimentando a toda estas personas amontone igual que mi hermano, entonces también tomó la costumbre por las noches después de cena, iba hasta el granero, sacaba cereal de su montón y lo ponía en el montón del hermano, hasta un buen día en que se encontraron los dos hermanos y se preguntaron: que estás haciendo vos por acá, y bueno le explicó: a mi no me parece justo lo que estamos haciendo, ustedes son seis, yo soy uno solo, entonces el otro hermano le dijo: no, el que no le parece justo es a mí, entonces dice: los dos hacíamos lo mismo, veníamos, sacábamos granos de nuestro montón y lo poníamos en el montón del otro. En ese instante se escuchó una voz que decía: en este lugar debe existir un Templo, y se sobreentiende que cuando uno dice Templo dice lugar donde se adora al Señor, y siguió la voz diciendo: sí, este lugar como en todos los lugares donde los hombres se aman debe haber un Templo ¿mmm? y cuando la Madre dijo de construir esta pequeñísima Capilla, que es una piecita nada más, como el mientras tanto ante de la Iglesia grande ¿no?, también dijo lo mismo: “donde hay muchas personas que se aman tienen que tener un lugar donde reunirse,”, eso lo dijo un mes y medio antes de que inauguráramos la Capilla, estaba todo esto que era tierra nada más ¿mmm?. Normalmente se hace un Templo y después se invita a la gente a que concurra a él, pero parece que la cosa es al revés, los Templos deben surgir y deben levantarse donde hay grupos de personas que se aman; ustedes dirán: ¿y nosotros qué, si somos de tantos lugares diferentes, de tantas provincias diferentes y localidades diferentes?, sí, pero todos tienen un objetivo común, vienen acá porque están necesitando algo, no de mí, sino de Nuestra Madre y del Señor.
Es decir, nadie los invitó, ustedes vienen porque quieren ¿verdad?, es decir al decir nadie los invitó quiero decir: yo no los invité, vinieron porque el Señor los trajo, porque el Señor los trajo, y si Él los trajo hizo una promesa: “Yo no llevo la gente a este lugar para que se vuelva como fue, las cosas tienen que cambiar”, ¿qué?, no sé, pero tienen que cambiar, en forma inmediata, a corto plazo o a largo plazo pero tienen que cambiar. Ustedes dirán: pero, no hemos hablado nada todavía con usted, no, no, no hablaron, pero ustedes tienen en vuestro rostro como les digo siempre bien marcado por las cicatrices del dolor que fueron padeciendo a lo largo de la vida, ¿o hay alguno aquí por casualidad que haya sido siempre feliz en su vida y no tenga ninguna pena que acunar en su pecho?, no lo creo, sino levantaría la mano y diría: sí, yo he sido siempre feliz, lo he tenido todo, la salud perfecta, todo completo, todo, todo, todo, no. Todos tenemos en el rostro marcadas las cicatrices de nuestros dolores, de las cosas que hemos padecido, esas cicatrices se notan más cuando uno va apilando años, se notan menos cuando uno tiene menos años, la misma juventud ¿no es cierto? hace de que uno se olvide más fácil de las penas ¿mmm?. Si uno fue, si tuvo una infancia muy fea y tiene veinte años o veinticinco lo sobrelleva más fácil que cuando tiene cincuenta, sesenta o noventa ¿no?, porque dice: que pena que no fui feliz, se me pasó el tiempo y no he sido..., pasa el tiempo y el tiempo no es tan largo, comparado con la eternidad ¿no es cierto?, decía Teresa de Jesús: que el tiempo que uno pasa sobre la Tierra es como el tiempo que se pasa en un hotel en comparación con la eternidad, ¿qué se pasa en un hotel?, dos o tres días, cinco, más no, ocho, diez, pero, o una noche ¿mmm? y Teresa decía, dice: la vida sobre la Tierra en comparación con la eternidad es lo mismo, así de cortita.
Entonces qué pasa si la vida es cortita ¿mmm?, uno quiere aprovecharla, ¿pero qué nos pasa?, en la cara de ustedes se lee, se ve, recordando lo malo que pasó antes en la vida, las cosas feas, hacen que, el hoy sea medio amargado, si no amargado medio tristón, si no tristón medio nostálgico ¿verdad? y se nos pasa el día de hoy sin poderlo disfrutar por pensar en lo que nos ocurrió a través del tiempo, ¿o no es así?, claro que es así, se nos escapa el día pensando: si hubiese tenido esto, si hubiese tenido lo otro, si viviera mi madre, o si mi madre estuviera sana, mi padre o mi familia, a mis hijos, bla, bla, bla y uno piensa y al mismo tiempo que piensa eso está pensando: y mañana ¿qué?, mañana será como hoy, mañana será triste, será doloroso porque los problemas siguen, lo que me pasó en mi niñez no lo voy a borrar en una patada y así.
Entonces, no vivimos el hoy, se nos escapa este día por pensar en las cosas feas que nos pasó ayer o en el pasado ¿verdad? y tampoco podemos vivir bien mañana porque ya hoy lo hemos malquistado porque el mañana mirado hoy se desfigura porque faltan muchas cosas para que pase, qué sabemos si mañana va a haber sol, va a estar nublado, va a llover o ya no estamos más, quien tiene seguridad que mañana se va a levantar ¿mmm?, yo no la tengo, no sé ustedes, bueno. Entonces, el hoy se nos escapa por pensar en el ayer, en el pasado, el mañana no lo vivimos porque decimos. Y va a ser lo mismo que el hoy, lleno de porquerías y de cosas, de problemas porque quien me saca a mí la pena grande que tuve, que tengo allá por los diez años, los quince o doce o que se yo ¿mmm?.
Cada uno tiene sus propias penas, si yo fuera, no quiero mirar a nadie en especial pero si yo fuera a decir en voz alta diría ¿no es cierto? que hay mujeres y algún varón que fueron violados cuando chicos acá dentro y no quiero mirar por el hecho que nadie se sienta por aludido ¿no?, se de por aludido, o bien tuvieron un padre que era un borracho y le castigaba a la mamá cuando estaba embarazada de ustedes y ustedes tenían que soportar dentro de la panza en silencio todo ese dolor ¿mmm? y todo eso se va juntando y se va haciendo un montón, enorme de cosas ¿verdad?. Y así en todos los órdenes, en cuanto a las enfermedades, en cuanto a la lucha por la vida, cuánto no tiene que hacer una madre para criar un hijo y hacerlo llegar a adulto, si es que llega, tal vez nosotros podemos decir que sí pero si nos vamos a Jujuy nada más, una provincia Argentina que no está tan lejos, de cada mil chicos que nacen llegan a adulto diez, el resto se muere antes y el que llega a adulto tal vez llega mal porque estuvo desnutrido o el embarazo de la madre fue inadecuado o que se yo.
Por eso, así nos está yendo en la vida, a ustedes y a mí y entonces hemos decidido en este día 18 de Enero venir al Templo de Nuestra Señora y de Jesús de la Misericordia para ver si encontramos alguna salida para nuestros problemas, algún alivio para nuestros dolores, algún consuelo para nuestras penas, algún remedio para nuestra enfermedad, alguna palabra que haga posible borrar una niñez muy dolorosa y terrible en manos de personas que a lo mejor no fueron nuestros padres, fueron alguien que nos crió, hizo lo mejor que pudo pero lo mejor que pudo no era lo mismo que hubiese hecho mamá o papá.
Y así nos encuentra en este 18 de Enero de 2006 ¿mmm?, delante de nuestra propia vida, delante de todos los años que hemos cumplido y los que nos falta cumplir y todos los proyectos que tenemos pero que no sabemos si los podemos alcanzar en base a como estamos. Las diez personas que acá dentro tienen diabetes por ejemplo dice: ¿como serán mis venas dentro de un año, dos años, cinco años y mi corazón?, por ejemplo ¿no es cierto?, o bien los que directamente tienen esa enfermedad que uno no nombra porque parecería que nombra al demonio ¿no?, bueno, ya saben cuál, porque incluso podemos tenerlo dentro de nosotros y no saber que ya está incubándose ¿verdad?, y así estamos en nuestra vida, en apariencia llena de dolores, llena de incertidumbre, de no saber qué va a pasar mañana, de acostarme esta noche pensando si los chicos al salir, chicos o no tan chicos, tienen buena compañía o mala compañía, si al cruzar la calle miran antes de cruzarla y no les puede pasar algo, porque quién tiene la vida comprada ¿no?.
Entonces, si nos ponemos a pensar estas cosas que le estoy diciendo nos pegamos una amargura tremenda porque decimos: qué va a pasar dentro de un rato ¿mmm?, es decir, el hombre solo con sus propias fuerzas, con las fuerzas que tenemos cada uno no sirve para nada porque es tan poquita la fuerza que tenemos, ponemos la mano en el pecho, sentimos el tac, tac, tac, del corazón y si de repente deja de latir, que se yo si deja de latir o no, a mi me dejó de latir hace menos de un año ¿mmm?, uno pone la mano y siente el ruidito pero ¿y si dentro de un rato no lo siento?. Entonces estamos viendo con caridad que la vida es corta, dentro de todo, por muy larga que sea es corta en comparación con la eternidad, estamos viendo que tenemos pilas de dolores en el pasado, que a lo mejor llevamos en nuestro cuerpo una enfermedad que, bueno, que es dañina para nosotros, que puede irnos muy mal con ella ¿no?, estamos viendo todo el sol, las plantas, todo está muy lindo pero sería cuestión de un ataque de tensión arterial para quedarnos ciegos y ya no ver ¿mmm?. Entonces, solos, nosotros, los humanos pobrecitos de nosotros si estamos solos, pobrecitos de nosotros ¿mmm?, pobrecitos, pero justamente porque sabemos que más que nosotros, con nosotros mismos hay alguien más que está cerca de nosotros, entonces sabemos que tenemos padre o madre, quien lo tiene todavía, o hijos o lo que sea pero si uno piensa un rato dice: y hasta cuándo, no sé hasta cuándo, por ahora late, dentro de un rato no sé.
Entonces, que hace un niño chiquitito cuando tiene miedo ¿mmm? busca a su papá o a su mamá, cuando ustedes mandan a un niño afuera a buscar algo por la noche se pone a llorar porque no quiere ir, tiene miedo ¿no? ¿verdad?, está bien, entonces le dice a papá: acompañalo al nene a ver, entonces el bebé toma la mano del padre y sale a la oscuridad y ya el miedo desapareció porque papá es fuerte, es grande, me da seguridad, si yo estoy tomado de la mano de mi papá y soy un niño o no tan niño entonces quiere decir que puedo ir a la oscuridad porque mi papá me cuida, mi papá me protege, si aparece alguien me va a defender y así nos pasa los seres humanos cuando descubrimos que alguien desde tiempos inmemoriales, es decir desde siempre nos tuvo en su mente, ya nos amó mucho y cuando empezamos a tomar vida en la panza de mamá Él nos miró al rostro, nos llamó por nuestro nombre y siguió amándonos, amándonos, amándonos siempre ¿mmm? y sigue amándonos todavía. Dice por ahí la Sagrada Escritura: “pobre del hombre que confía en el hombre”, lo dice respecto a esto, es decir podemos confiar en los demás relativamente porque todos somos mortales y desaparecemos, pero si nos tomamos de la mano de Papá, pero no digo de ese papá humano sino del otro, que nos pensó desde hace milenios, nos tuvo en su mente hace milenios, un buen día nos llamó por nuestro nombre en la panza de mamá cuando empezamos a vivir, siguió amándonos, nos vio nacer, crecer y seguir adelante ¿mmm? y nos encuentra hoy en este 18 de Enero aquí reflexionando sobre estas cosas y nuestro papá donde está, y si todos tenemos un papá, algunos ya se les murió, otros no, pero no podemos vivir con tanta inseguridad sobre las espaldas, no podemos dar un paso más si no confiamos en alguien seriamente, no podemos pensar en mañana ni en el año que viene si no tenemos algo de donde tomarnos, así como un niño cuando le pide la mano al padre para ir a la oscuridad.
Por eso, si llegamos desde lejos o no tan lejos o de cerca de este lugar, vinimos justamente para tomarnos de la mano, de ese ser que nos quiso, nos amó desde siempre y... (se dio vuelta la cinta) ... por toda una eternidad, claro, decir diez días, veinte, un mes parece mucho, un año, cinco pero decir una eternidad es largo ¿no?, sin embargo con Él vamos a estar toda una eternidad y por ahí como un chico me dijo un día: ¿y uno no se cansa allá del otro lado?, si aquí se cansa cuando mira un programa de televisión repetido ¿del otro lado uno no se cansa?, ningún ser humano se cansa cuando ama, todos lo saben muy bien que buscamos desesperadamente un momentito de afecto, una mirada de afecto sobre nosotros y a veces la buscamos desesperadamente, solamente que nos miren con amor ¿verdad? y si nosotros pensamos en una eternidad de amor completo entonces la cosa cambia. Debe ser una preciosura tan grande, pero tan grande, tan grande pero tan grande, más vale que no diga nada porque me voy a quedar corto, muy corto en cuanto a esa eternidad tan maravillosa ¿mmm?.
Pero también la eternidad tiene sus cosas ¿no? porque si nosotros no deseamos estar con nuestro Padre cuando lleguemos al otro lado va a ser medio desabrido el asunto, ¿adónde voy a ir si nunca quise estar acá? ¿mmm?, pero si uno durante los años que vivió en la Tierra ¿no es cierto?, amó de veras al Padre, tanto al padre de la Tierra como al del Cielo ¿no?, entonces cuando cierre sus ojos el día de mañana puede estar tranquilo y feliz porque: vení, entrá en Mi Reino por toda una eternidad, no se nos va a ocurrir decir: para qué, porque nosotros sabemos que va a hacer para ser tremendamente felices, que por más que lo imaginemos nunca lo vamos a poder imaginar, jamás, jamás, jamás. Uno puede darle gracias al Señor que tiene acceso a ese mundo y ustedes dirán: ¿pero las cosas no son iguales?, no, no son iguales, las flores son más flores, los animales son distintos, no existe el dolor, no existe los anteojos porque tenemos que usarlo porque somos corto de vista o lo que sea, es decir todo lo que sea mal, dolor, pena, ya no, se terminó, listo, se terminó todo, vamos a vivir para disfrutar nada más, una eternidad, por eso cuando yo estuve en el otro lado en el mes de Marzo, los primeros días de Abril, una vez porque ya estuve el año pasado, el otro año, no se me ocurrió decir: pucha, todo lo que dejé, no, es tan maravilloso todo que directamente uno no quisiera volverse pero en mi caso dicen: no, tenés que volver porque todavía no es la hora, vas a tener que volver, y bueno con gran disgusto dije: si no hay más remedio volvamos.
Bueno, pero por las tardes, por las noche, por las mañanas y a toda hora uno tiene cierta nostalgia de todo eso hermoso que vio, cuando vos ves una flor preciosa y decís: pero cuánta perfección hay en esa flor, del otro lado son más lindas todavía, más hermosas todavía y si vemos un panal de miel donde las abejas están fabricando ese néctar tan maravilloso ¿mmm? y uno saborea la miel y dice: que otra cosa hay tan dulce como la miel ¿mmm?, sin embargo uno se encuentra allá con mieles muchos más ricas, muchas degustosas, pero no que duran un momento en la boca nada más sino que duran siempre ¿mmm?. Ustedes dirán: nos está contando un lindo cuento, así como a veces uno le pone una zanahoria al burro para que camine ¿verdad?, no mis queridos, con dolor o sin dolor he comprometido mi vida para hacer lo que estoy haciendo ¿verdad? primero, y segundo, nos vamos a ver y ustedes serían los primeros en reprocharme a mí: ¿éste era el mundo lindo que nos hablaste?, serían los primeros en reprocharme, así que no tengo opciones, no puedo mentirles, no, porque nos vamos a ver. Los seres humanos una vez que están sobre la Tierra, no desaparecen más, de la Tierra sí pero siguen viviendo eternamente y nos vamos a encontrar y nos vamos a mirar a la cara y ahí nos vamos a ver todo y ahí vamos a decir, vamos a comprobar hasta que punto hemos dicho mentiras o no ¿mmm?. ¿De qué valdría fabricar lindos cuentitos y hacer historias preciosas?, y además otra cosa ¿no?, los seres humanos somos despiertos como para darnos cuenta cuando nos hacen el cuento ¿o no?, que a veces nos hacen el cuento y nos dejamos hacer el cuento, eso es cierto, pero por dentro sabemos, no nos engañamos, pero nadie se traga algo que se da cuenta que no es verdad, porque como dijeron siempre en todos los tiempos de la historia: la verdad se ve, ¿hace falta demostrar que el sol está brillando?, no, para qué demostrar si se ve ¿mmm?.
Entonces, ¿hace falta demostrar que Dios es amor y que nos espera por toda una eternidad par hacernos gozar eternamente de todas sus bondades y sus maravillas?, no, no hace falta, porque se ve, o acaso vos no viste que aquél que te ama te llena de regalos, de obsequios, te dice palabras lindas, trata de que estés feliz y son cosas humanas nada más, cuanto más el Padre de todas las cosas ¿mmm?, el que nos proyectó con amor, nos amó con amor y nos sigue amando con amor. Y por supuesto entre ustedes hay personas que ya me entienden ¿no es cierto?, no llegan ¿verdad? a entender. Ya en el año ‘97 un día le pregunté a Jesús: Señor ¿y estos seres?, ¿qué?, ¿sabés que me respondió el Señor?: son más felices que vos, y yo me quedé pensando: Señor pero ¿y los padres?, y me dice: también son un fruto del amor como cualquier hijo ¿mmm?. No me atreví después a preguntarle otra vez porque me dijo: son más felices que vos, porque en esa inconsciencia que en apariencia tienen hay una pureza de ángeles que los mantiene incontaminados de todas las cosas que podrían ser negativas o feas o lo que sea ¿mmm?, los mantiene incontaminados. Ya sé que los padres sufren, ya sé que cuestan un esfuerzo grande, ya sé que uno teme: y si yo desaparezco quien lo cuida después, pero si alguien proyectó en nosotros algo ¿no es cierto?, ¿por qué vamos a pensar que nadie los cuida a estas personas que no llegan? ¿mmm?, ustedes me entienden, si alguien pensó, si somos proyectos de alguien, Él también pensó, también pensó para ellos.
Y ustedes dirán: pero ¿y todo esto qué tiene que ver?, si yo tengo las rodillas que no las puedo aguantar, las hemorroides que no me dejan estar sentado, la uña encarnada que no sé, el juanete que me duele como no sé cuanto porque me puse los zapatos que no me pongo todos los días porque ando en chancletas y usted nos dice todas estas cosas, y claro, ¿qué querés que te diga?, te digo todo esto para hacerte ver que si alguien te creó, nos creó, si de alguien somos un proyecto de amor y vamos a gozar eternamente del amor que Él nos da, evidentemente que ese ser que nos ama quiere nuestro bien y si quiere nuestro bien quiere que solucionemos nuestros problemas, porque quien sigue las Revelaciones sabe ya que en los comienzos, hace casi once años en Marzo, Jesús dijo: “no tiene que haber enfermos, porque la enfermedad es un desorden” y es lo primero que hacía cuando llegaba a cualquier ciudad, lo saben demasiado bien, preguntaba enseguida: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?” ¿mmm?, no preguntaba por donde podía alojarse esa noche, ni quienes son las personas importantes de este lugar, ni si hay algún museo para visitar o alguna confitería para divertirse un rato, no, no, no, “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?” ¿verdad?.
Y yo humildemente este día y todos los días a que alcance mi vida le digo al Señor: aquí estamos los enfermos que queremos sanarnos, porque ahora están ustedes aquí adelante pero el teléfono sonó todo el día, todo el día y gran parte de la noche y a veces cuando no se los atiende porque no se puede ¿mmm? el Señor ya tiene en cuenta ese llamado, porque Él lo dijo y Él cumple lo que promete, siempre cumplió, nunca dejó de cumplir, porque Él dijo que es un pagador de promesas ¿mmm?. Así que esto tenemos, un ser que nos amó desde siempre, desde hace milenios, nos amó desde hace milenios, nos siguió amando cuando empezamos a vivir en la panza de mamá y nos llamó por nuestro nombre y nos sigue amando por toda una eternidad, esto tiene que darnos a nosotros el convencimiento, la seguridad de que si le pedimos a Él algo Él lo va a conceder, aunque sea lo más difícil e imposible y si uno se pone en la línea del Señor montones de cosas, incluso que no le pidas Él te las va a conceder, así como hace alguien que te ama, que se adelanta a tu vida para solucionarte tus problemas, así hace lo mismo Él, se adelanta para sacarte alguna piedra del camino o para darte una mano para que no te resbales y no te caigas, tanto sea físicamente como en tu alma ¿no?, así es.
Y aquí no, el Señor no tomó otro nombre ni Cristo Redentor ni el Sagrado Corazón, no, no, sino el nombre de el Señor de la Misericordia ¿mmm?, la Misericordia según sus propias palabras significan el amor obrando, haciendo, manifestándose ¿verdad?. Entonces, ustedes vienen de lejos, no tan lejos, más o menos lejos y de cerca y yo les presento una vez más porque a lo mejor ya lo reconocen a este Señor que los amó siempre y los sigue amando y les da todas las posibilidades para que sean felices, les pone a vuestro alcance todas las posibilidades para que estén sanos, para que estén en paz, estén bien; vos dirás: pero ¿será?, probá, probá ¿mmm?. Ahora, quiere decir entonces que nuestra vida sobre la Tierra va a ser una jauja, es decir todo joda nomás, no, la vida sobre la Tierra no es tan fácil, que si tenemos frío, que si tenemos calor, que si tenemos que pagar la cuenta a fin de mes, que si tenemos, es decir la misma lucha por la vida, por el hecho de vivir estamos sujetos a tantísimas cosas, si yo pongo la mano acá me quemo porque sé que es fuego ¿verdad?, si veo el semáforo en verde puedo pasar, pero si está en rojo no ¿mmm?, entonces quiere decir que el mundo tiene sus normas, tiene sus códigos, tiene su forma de entenderse ¿verdad? y también tiene gente dañina que se pone entre nosotros y las cosas buenas y a veces no nos deja avanzar y a veces son las enfermedades ¿verdad?, pero el noventa por ciento largo ¿no es cierto? de todas las enfermedades que hay en nosotros son hereditarias, son hereditarias, nuestros padres, abuelos o antepasados han tenido algo de lo que nosotros tenemos, también puede ocurrir que cambien las formas, si a lo mejor tuve un abuelo que era alcohólico y yo tenga otra adicción por ejemplo o a las drogas, o a la velocidad por ejemplo ¿no?.
Es decir, se heredan las cosas de formas distinta y por otro lado está todo el problema y toda la vida nuestra ¿verdad? que la hemos vivido, nos fue de una manera y ahora nos encontramos aquí que nos fue de una manera pero el Señor nos propone ¿no es cierto? que uno puede poner en orden esas cosas; ustedes dirán: ¿porque son cosas malas?, noo mis queridos, olvídense de la idea de pecado, que esto está mal, que lo otro no sirve, que lo otro no está permitido, ¿saben Jesús qué dice?, el único pecado que existe es ser tacaño en el amor, es ser mezquino en el amor, el único pecado que existe y si hay otro deriva de eso, de que uno es mezquino en el amar.
Asi que todas esas pavadas que consideran pecado, dicho con todo respeto ¿no es cierto?, no son, no, miraste a alguien con ojos no tan buenos, y bueno, tus ojos son para mirar, has mirado la belleza que hay en el mundo, que te vas a hacer problema por eso, si la cerveza te gustó y te tomaste más de lo que tu cuerpo puede resistor, y bueno, una o dos veces o cinco no es tanto, el problema sería que te quisieras tomar todo el barril siempre ¿no? ¿verdad?.
Entonces dejémonos de pensar en las cosas malas que hicimos porque no lo son, mirándolos al rostro sería suficiente para mi para darle la absolución de todas las cosas que han hecho porque no han hecho nada malo en la vida, salvo les digo, sí, algunos de nosotros o muchos hemos sido mezquinos en el amor, no hemos amado lo suficiente y cada uno sabrá a quién, cómo, de qué forma, etc., de eso sí podemos reprocharnos un poco o mucho. Por eso cómo he hecho vivir a mi esposa toda la vida, como he hecho vivir a mi esposo, como he tratado a mis hijos, como he tratado a mis vecinos, a mis parientes, aquellos que hicieron negocios conmigo, ¿he trabajado como debía a quien me pagó lo suficiente? ¿eh?, pero en última instancia son problemas que van surgiendo de la mayor o menos cantidad de amor porque si yo realmente valoro a alguien que me paga un buen sueldo le voy a trabajar bien ¿verdad?, no soy mezquino en el amor, si mi esposa me ama fielmente y no salta el tapial ni el alambrado ¿no es cierto? no tengo que mirar a nadie porque no soy mezquino en el amor con ella entonces ella no puede reprocharle nada, ella no puede reprocharme nada, nunca le mezquiné afecto.
Entonces saquémonos de la cabeza esas ideas viejas y tontas: que esto mal, que lo otro está mal, que si comí esto, si hice lo otro, si miré de acá, que…, nooo, Jesús dijo: hay solo un pecado Mis queridos y es ser tacaño, es ser mezquino en el afecto, ¿sos mezquino en tus afectos con los que debés amar y mucho más?, bueno, si no lo sos quedate en paz porque sos una persona honestísima y de tu ser emana una luz muy grande, si no sos mezquino en los afectos, si no sos tacaño, el resto dejalo por mi cuenta, me hago yo responsable.
Ese es el Jesús que tenemos que aprender a conocer, si no se nos escapa la vida, se nos escapa la vida y la hemos desperdiciado, que pena ¿no?, que se nos pueda escapar la vida sin haberla vivido ¿mmm? porque no supimos amar lo suficiente y si tenés algo que reprocharte de seres a los que tuviste que amar y no amaste ¿verdad? remedialo, vos decís: pero ya no hay tiempo porque ya se murió, tomá una foto de esa persona o en tu mente en el recuerdo y empezá ahora a amarla con toda las fuerzas de tu alma si debiste amar y no lo hiciste. Ustedes dirán: ¿por qué insiste tanto en esto?, y porque es la base de nuestra salud mis queridos, la persona que no tiene orden en su interior, que vive odiando, que es orgulloso, que es soberbio, que no quiere a los demás, que se porta mal con todo el mundo no puede estar sano porque todo eso se trasmite en el cuerpo. Es decir, estamos enfermos por esas cosas y estamos enfermos por herencia, porque hertedamos de nuestros padres o antepasados cosas ¿mmm?, bien, pero también el Señor nos da los medios para que sanemos todo eso, bueno.
Es precioso poder decir esto ¿no?: que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo. Te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre, yo temblando te dije aquí estoy Señor. Tu me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido, de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión. Pensemos en ese momento cuando en la panza de mamá tenemos un instante de vida nada más y el Señor ya nos llamó por nuestro nombre y nos hizo ver todo lo que nos esperaba, por eso los niños saben tanto más que los adultos, a la medida que pasa el tiempo y los niños se meten en el mundo de los adultos se vuelven tontos, cuando son chicos son muy, muy despiertos, son muy vivísimos y se dan cuenta de todo, mientras que cuando ya uno es grande la Escuela lo estropea, te lo dice alguien que estuvo casi medio siglo dentro de la Escuela, bueno. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo. Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura, codo a codo contigo comencé a caminar. Han pasado los años y aunque apriete el cansancio, paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás. Otra vez: que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo. Que alegría yo siento cuando digo tu nombre, que sosiego me inunda cuando oigo tu voz, que emoción me estremece, cuando escucho el silencio, tu palabra que aviva mi silencio interior. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo.
Ahora vamos a pensar en toda nuestra vida, así como si viéramos una película, desde el momento, porque todos sabemos como fueron papá y m