Me honran con la boca pero tienen el corazón en otra parte

Mensaje del 27 de Septiembre de 2006

Habla Artemio:

27 de Septiembre de 2006.

Dice la Virgen:

En todo este tiempo hubo muchas festividades en Mi honor, no solamente en este lugar sino en otros lugares no tan lejanos y algunos también lejanos, pero sigo insistiendo, me honran con la boca pero tienen el corazón en otra parte, ¿por qué me hacen sufrir de esta manera?, por qué un buen día no ponen los pies en tierra para que todo lo que hagan lo hagan bien, si Yo tuviera que tener en cuenta, no solamente aquí sino en toda América, sobreabundan los Santuarios dedicados a Mí con los más diversos nombres, sin embargo las cosas no cambian, es decir no hay una conversión de parte de los hombres, todos están creídos que hacen las cosas bien, no digo que tengan malas intenciones pero como las hacen no producen fruto; ¿todo es así? se preguntarán, y sí, en general todo es así.

No se puede invocarme y seguir siendo injusto, segregar a las personas, soberbios, egoístas, montones de adjetivos que se refieren a esa actitud de los cristianos y a ese estado interior. ¿Por qué me honran con la boca y tienen el corazón en otra parte?. El perdón no existe, las broncas y rencores anidan en los corazones de los hombres junto al lado de lo que dije antes: el egoísmo, la apariencia, el creerse superior a todos, el querer tener la exclusividad en todas las cosas, sobre todo en las cosas del Señor. Yo los he consagrado al Corazón de Mi Hijo ya muchas veces y lo seguiré haciendo hasta que entiendan, por lo menos en algo que es lo que deben hacer.

Ya sé que las relaciones sociales no son fáciles, ya sé y sobradamente lo sé que el agradecimiento es algo ausente en las mayorías de las personas pero alguna vez tendrán que pensar si lo que hacen, si todo lo que hacen lo hacen bien, si agradan a Mi Hijo.
¡Cuántos problemas que en apariencia no tienen solución!, ¡cuántas vidas difíciles en tantos aspectos!. Lo que mayormente me irrita son las segregaciones, las injusticias, Yo diría que vuelvo a hacer un llamado a todos los que tienen poder para que recapaciten y empiecen a trabajar en su vida porque si no hay conversión personal no pasa nada. Algunos dirán que las palabras de la Virgen son un poco repetidas, sí, claro, si ustedes llaman a una puerta y no contesta ¿qué hacen?, llaman de nuevo, si no contesta vuelven a llamar y así y si no contestan vuelven más tarde y vuelven a llamar. Eso es lo que me preocupa, Yo golpeo a las puertas y muchos creen que hacen las cosas bien pero no, no me abren la puerta de su corazón.

Yo veo por ejemplo en pequeñas cosas pero también puedo señalarlas en dimensiones muy grandes, en la Capilla hay gente que no se anima a decir en voz alta si el Señor o Yo, es decir por Mi intermedio se ha producido algún milagro, no, tienen temor, tienen vergüenza, algunos son tímidos, otros no tanto, el problema que tienen entre manos tiene que sacudirlos muy fuerte para que reconozcan algo.

Siento pena, mucha pena, por eso les pido especialmente por los Sacerdotes porque son los que me dan más pena, no saben cuánta.