Yo soy la Madre que el día miércoles pasó haciendo la señal de la cruz a todos los enfermos que estaban en la Capilla.

Mensaje del 19 de Julio de 2006

Habla Artemio:

19 de Julio de 2006.

Dice la Virgen:

Yo soy la Madre que el día miércoles pasó haciendo la señal de la cruz a todos los enfermos que estaban en la Capilla, Yo soy la Madre que los ama y tengo un regazo tan amplio, pero tan amplio que puedo cobijar a todos los hombres que quieren ocuparlo pero trato de comprender que muchos me invocan cuando están necesitados... (se terminó la cinta) ... .

Habla Artemio:

Sigue hablando la Madre.

Dice la Madre:

Sabemos que muchos me invocan cuando están necesitados y luego se olvidan, hacen lo mismo que con sus padres y sus madres, los olvidan con facilidad, así están dadas las cosas, porque hay muchas teorías para explicar eso del abandono o la poca importancia que dan los jóvenes a los viejos o no tan viejos. Muchos tratan de explicarlo como si la presencia de la vejez sea una presencia de la futura muerte, formas que tiene el hombre de explicarlo.

Quiero sumar Mi palabra a la de Mi Hijo, que es la misma, sobre el dolor, el sufrimiento, por causas que en apariencias parecen perdidas pero nada es perdido.

Hay que vivir como un rosal que en brotes vigorosos llevan botones bien apretados que al desarrollarse será una hermosa flor y el rosal no piensa en las tormentas que puedan venir, no piensa en el granizo que puede destruir su obra, no piensa que alguna mano cortará el tallo para llevarse todo ese fruto de la Tierra que yo, dirá la rosa, concreté en todo ese color, no piensa en nada, simplemente florece, hace la alegría de los que contemplan a cambio de nada. Si pudiéramos entender todo lo grande que es hacer todo a cambio de nada y fíjense que los rosales no se cansan de dar rosas, pase lo que pase, hasta que algún día un gusano en la tierra morderá sus raíces y la planta se secará, ¿adonde irá la planta de rosa que alegró tanto con sus colores?, ¿adonde irá cuando muere?.

Es para pensarlo pero no tanto, ¿o ustedes qué creen, que en este lugar no está lleno de rosas?, y con la diferencia que aquí no habrá ningún gusano que destruya sus raíces.

Dije recién que todo a cambio de nada, es muy poético pero en apariencia injusto, pero tampoco podemos hacer que el rosal viva eternamente aquí sobre la Tierra, sí en este mundo de Luz donde están todos gozando de la eternidad, ¿donde irán los pétalos que caen, el perfume que se esfumó, las espinas que fueron protectoras?, ¿adonde irán?, y también ¿adonde irán los pájaros, todos los animales que cumplen su función y desaparecen?, al menos a la vista del hombre, pero, pero Yo puedo asegurarles que existe una maravillosa ley de la compensación, en todos los órdenes y en todo sentido.

Cuando entendamos esto vamos a ver que la rosa, en todo caso, no se diferencia en gran cosa con el cardo lleno de espinas y flores no tan vistosas. Es claro, que si hablábamos de las plantas y de los animales y de toda la naturaleza, nada se pierde, nada se pierde, por un lado esos elementos comestibles que dan algunos logran que el cuerpo los metabolice y los convierta en células de todo el cuerpo u otros elementos, pero más allá que eso hay otro tipo de compensación. ¿Qué sería si no lo hubiera, pensando en la mirada que tienen todos esos animales que van al matadero? ¿mmm?, ¿han mirado alguna vez ustedes los ojos de los animales que saben que van a morir?, si los miran con grandeza de alma van a recibir tantos mensajes pero tantos que tal vez no alcance el cerebro para recibirlos.

Ustedes tal vez se les cruza por la mente: ¿adónde quiere llegar la Madre con estos razonamientos?, no, simplemente ponerlos delante de la realidad cotidiana ¿o para ustedes había pasado desapercibido esto?, habrá que pensar en todas estas cosas porque si esto se da en el reino natural, vegetal, animal cómo será con los hombres ¿mmm?. En nada y nadie escapa a la ley de la compensación, por razones elementales pensando en que todo lo que salió de las manos del Padre vuelven a Él.

Ya sé que aquellos que se manejan racionalmente pensará enseguida en que: los espacios no alcanzan, que poco conocen de la vida espiritual los que así piensan.